Soldado del Sacro Imperio. S. XII

Soldado del Sacro Imperio, siglo XII

Sitio de Constantinopla,

con la cordillera Amánica y los puertos nero. La rápida intervención de Baltomada por los turcos de Alejandreta y San Simeón. duino desde Edesa y la llegada de Ta na mediados del siglo XV. Ilustración de un El comercio de Antioquía, una de las credo de Hauteville permitió estabilizar manuscrito de la época. ciudades más grandes de Oriente, no la situación. El nuevo regente, Ta nse había resentido por la conquista credo, tenía un carácter similar al de cristiana. En el interior de sus murallas Bohemundo, duro y sin escrúpulos. se elaboraban todo tipo de productos suntuarios: sedas, alfombras, cristales, cerámicas, metales, El condado de Edesa etc., y acogía a caravanas procedentes de Alepo y Mesopotamia. Balduino había constituido el primer estado franco La mayoría de los habitantes del principado de en Palestina, el condado de Edesa, y tras su marAntioquía eran cristianos, aunque de iglesias difecha a Jerusalén, dejó el gobierno a un primo suyo rentes: griegos o sirios ortodoxos, nestorianos o llamado Balduino Le Bourg. Se trataba de un terriarmenios. Los normandos aprovecharon las difetorio relativamente grande que se extendía a lo rencias entre ellos para controlar el territorio. Asílargo de las orillas del Eufrates, desde Ravendel pues el mayor problema del nuevo estado eran de hasta el Jezireh, al este de Edesa. Los mayores las relaciones con Bizancio. problemas del condado eran que carecía de fronteEl emperador Alejo se había sentido engañado ras naturales que lo delimitasen y que su poblacon la toma de Antioquía, pues los cruzados habían ción era muy heterogénea. incumplido la promesa de devolvérsela, Los bizantiEsta situación determinó la configuración del monos controlaban los puertos de la costa entre Cilicia delo de estado. Fundar un condado con los serviy Laodicea, lo que permitía a Alejo presionar a los cios centralizados era algo impensable. Balduino se n o rmandos de Antioquía y reclamar sus derechos limitó a situar guarniciones en las fortalezas más sobre la ciudad. Además, la mayoría de la población importantes, para desde allí enviar expediciones quería reintegrarse al Imperio cuanto antes. que se dedicaban a cobrar tributos a las ciudades y El momento de Alejo pareció llegar en el verano aldeas de sus dominios. Además, Balduino obtenía de 1100, cuando el emir danishmend destruyó la importantes ingresos de las correrías y de las renexpedición que Bohemundo conducía por el Eufratas de los territorios exteriores; estos ingresos eran tes y el propio caudillo normando fue hecho prisiomás numerosos que los del reino de Jerusalén.

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urante la Edad Media, Italia estaba sujeta a los designios de dos poderes que se disputaron la hegemonía sobre la península. Al sur de la misma, los herederos de Roberto Guiscardo habían levantado un poderoso estado que comprendía el ducado de Apulia y Sicilia. Al norte, los reyes germanos intentaron construir su imperio sobre la legitimidad que les reportaba el título imperial romano.

Normandos y germanos A finales del siglo XI, los herederos de Roberto Guiscardo, un militar y aven-

turero normando que murió a finales del siglo XI, levantaron un poderoso estado a costa de las posesiones bizantinas en Italia: era el ducado de Apulia, que dominaba el sur de la península y la isla de Sicilia. Por entonces, las ciudades del norte de Italia estaban sometidas al poder de los reyes germanos en su calidad de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. En medio de ambos poderes, se encontraban los Estados Pontificios, los dominios seculares

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Los monjes soldados del Hospital

Punta de lanza La lanza era la principal arma de la caballería pesada occidental, que a su vez era la principal fuerza militar de los ejércitos europeos. Existían diversos tipos de moharras o puntas de lanza, aunque en su morfología básica era siempre la misma. Los ejemplares anteriores al siglo XI, tenían la punta más pequeña debido a la forma de atacar con el arma en ristre.

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esde antes incluso de que se iniciaran las cruzadas, había numerosos fieles procedentes de Italia que decidían realizar el ansiado viaje de peregrinación para rendir culto a los Santos Lugares. De hecho, la conocida orden de los Hospitalarios, es decir, los caballeros de San Juan del Hospital, tiene su origen, como es sabido, en una comunidad procedente de Amalfi (Ialia) que se estableció en Tierra Santa unos pocos años antes de la llegada de los cruzados de Godofredo de Bouillon. Por esta razón, en los primeros tiempos de existencia de la orden, la mayor parte de los caballeros sanjuanistas debieron ser principalmente de procedencia italiana.

Unos caballeros de la orden del Hospital de San Juan de Jerusalén cuidan de unos enfermos Grabado de Philippe Thomassin; siglo XVI. Biblioteca Nacional, París (Francia).

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Chamfrón Los caballos de combate (destriers) estaban especialmente adiestrados para la guerra y formaban un todo indisoluble con el caballero. Para proteger la testuz de los animales de los dardos del enemigo, se usaba el chamfrón, hecho de metal o cuero. A veces, como en ese caso, estaba acolchado.

que los carolingios habían concedido a los papas de Roma. En medio de este complejo panorama político, los pontífices romanos, apoyados en numerosas ocasiones por las diferentes ligas ciudadanas, supieron mantener relaciones cordiales con los señores de ambas regiones y mantener un delicado equilibrio de poder.

La aportación italiana En realidad, la contribución italiana al mov i m i e n t o cruzado fue muy dispar y, en general, estuvo siempre subordinada a las expediciones organizadas por sus poderosos vecinos francos y germ a n o s . Sin embargo, fueron una excepción los normandos

del sur de Italia, que desde los tiempos de la primera cruzada se unieron a Bohemundo de Tarento en su aventura de ultramar y que lograron escribir uno de los capítulos más brillantes de esta historia. Los normandos del sur de Italia tuvieron un enorme protagonismo, directo o indirecto, en los sucesos de Tierra Santa, bien a través de la funda-

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ción del principado de Antioquía o bien por las frecuentes disputas con los soberanos bizantinos. Además, había muchos normandos italianos que actuaron como mercenarios en los ejércitos del emperador bizantino. Un tanto alejados de las hazañas de los normandos –un pueblo de origen vikingo que, cabe recordar, gustaba de emprender empresas rebosantes de aventuras y peligros–, se encontraban los intereses mucho más prácticos de las prósperas repúblicas italianas. A partir de finales del siglo XI, pasada ya la época de autarquía que había sumido el continente en la oscuridad durante gran parte de la alta Edad Media, Europa empezó a asom a rse al mundo exterior. En este contexto de creciente desarrollo, desempeñaron una baza importantísima las ciudades costeras de la península Italiana, que habían hecho del control de las rutas comerciales con Oriente la principal base de su prosperidad. El papel Casco que adquirieron estas repúblicas, verEl casco tipo Cervellière daderos emporios de la época que conera un yelmo muy común cedían sus favores políticos en función entre los caballeros norde sus propios intereses comerciales, mandos italianos, al que a veces se añadía un constituye uno de los aspectos fundavisor para proteger el rosmentales del movimiento que conocetro. Las variantes de este mos como cruzadas, si bien con las lótipo fueron muy corrientes en la Edad Media, y con el gicas luces y sombras que acompañan tiempo darían origen a los a todos los capítulos de la historia. grandes yelmos. Algunos de los acontecimientos funHabía una gran variedad damentales de las cruzadas, como la de estandartes militares, defensa de la ciudad de Tiro, que tuvo según la clase de tropa a lugar después de la caída del primer la que hacía referencia: reino de Jerusalén, o el indigno saqueo banderas, pendones, guiones, grimpola, gonque los cruzados francos perpetraron falón, etc. En todos los en Constantinopla en 1204, por citar casos, su función princisólo dos ejemplos, ponen de relieve pal era identificar la posición de una hueste en el hasta qué punto el concurso de las ciucombate, así como transdades-estado italianas (Pisa, Venecia y mitir las órdenes del estaGénova), y muy especialmente de sus do mayor al grueso del ejército. poderosas flotas marítimas, influyeron de forma decisiva en el devenir de la historia de la presencia occidental en Tierra Santa.

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Los cruzados italianos en Tierra Santa Un factor que sin duda favoreció la partida de caballeros italianos a Tierra Santa fueron los vínculos de vasallaje y los lazos familiares que unían a buena parte de la nobleza del norte de Italia con las grandes familias del Imperio germánico. Uno de los ejemplos más notables es el caso de Conrado de Monferrato, tío del rey Balduino V de Jerusalén. Gracias al el apoyo de una pequeña flota italiana, este personaje, uno de los más famosos de las cru z a d a s , pudo organizar la resistencia de Tiro frente a Saladino después del terrible desastre de los Cuernos de Hattin. La labor de Conrado de Monferrato en la defensa de la ciudad salvó el reino de la completa ruina pero, además, los estrechos vínculos que unían a su familia con el emperador alemán, Federico Barbarroja, fueron uno de los motivos que impulsaron a este último a organizar una segunda expedición a Oriente. El norte de Italia era uno de los grandes focos de disputa entre los poderes que actuaban sobre la península. En realidad, las ciudades de esa zona estaban divididas en dos bandos irreconciliables: por un lado, los que apoyaban abiertamente al emperador del Sacro Imperio, rey de germanos y romanos; por otro, quienes –a menudo amparados por los pontífices romanos– consideraban la institución imperial como una rémora a sus intereses. Después del matrimonio de Enrique, hijo y heredero de Federico Barbarroja, con la princesa normanda Constanza, los lazos familiares entre las principales familias italianas y germanas se extendieron a los normandos que ocupaban el sur de Italia. Así pues, años más tarde, un numeroso contingente de soldados italianos acompañaron en su cruzada al nieto de Barbarroja, Federico II de Suabia. Fue un conflicto muy insólito, tanto por su peculiar desarrollo diplomático como por sus logros.

Escena de batalla a las puertas de Antioquía. A la izquierda de la imagen, aparece el obispo Ademaro del Puy. Ilustración de un manuscito de Guillermo de Tiro (h. 1130-1185). British Library, Londres (Reino Unido). Abajo, caballeros medievales con una máquina de guerra. De Descripción de la Tierra; manuscrito iluminado del siglo XV.

Los estados musulmanes en Palestina El reino de Jerusalén estaba separado de Antioquía y Edesa por una franja de terreno ocupada por estados musulmanes. Afortunadamente para Balduino, la mayoría de los caudillos locales estaban enfrentados entre sí y eran incapaces de unir sus fuerzas para luchar contra el invasor. En la costa, al norte de Jerusalén, se levantaban cuatro importantes ciudades, Acre, Tiro, Sidón y Beirut. Eran vasallos de los fatimitas egipcios, aunque intentaban mantener el mayor grado de independencia posible. Al norte de Beirut, se encontraban los dominios del emir de Trípoli, que gracias a la marcha de los cruzados al sur, había podido extender sus dominios hasta Tortosa. En los alrededores de estas tierras existían pequeñas ciudadesestado, como Jabala, situada entre Laodicea y

Tortosa, gobernada por el cadí Ibn Sulaiha, que en verano de 1101 pasó a depender de Damasco. En las montañas Nosairi estaban los emiratos de los Banu Muhris y los Banu Amrum. El valle del Orontes estaba controlado por el chiíta Khalaf ibn Mula’ib, vasallo de los fatimitas egipcios. El señor de Alepo era Ridwan, hermano de Duqaq de Damasco, que llevaba el título de malik (rey). Al este estaba El Jezireh, ocupada por los ortóquidas, vasallos de Duqaq. La división política de los musulmanes era evidente, viendo la fragmentación de sus territorios, pero en cada uno de ellos las diferencias eran aún mayores. Los turcos eran la aristocracia rural, aunque la mayoría de los emires eran de ascendencia árabe. Además, en las grandes ciudades había mayoría de cristianos, tanto ortodoxos como armenios o maronitas. Existían otros grupos religiosos como los drusos, una rama de los chiítas que ado-

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