Sociabilidad y política en Mazatlán. La campaña ferrelista de 1909

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Descripción

SOCIABILIDAD Y POLÍTICA EN MAZATLÁN. LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL FERRELISMO EN 1909.

Juan Luis Ríos Treviño1 [email protected]

Introducción Mazatlán, Sinaloa, México. Primeros días del mes de junio de 1909. Empresarios, comerciantes, intelectuales, profesionistas, líderes obreros, entre otras personas, nacionales y extranjeras, llegaban con asiduo, de mañana y tarde, a la casa ubicada en la esquina noroeste de la calle Guelatao y Principal2. El motivo de aquellas visitas constantes se traducía en un solo tema, la terrible salud que aquejaba gobernador del estado de Sinaloa, el general Francisco Cañedo Belmonte, gobernante absoluto –a pesar de los mandatos sucesores del ingeniero Enrique Martínez de Castro 3quién por más de treinta años había dirigido, junto con sus aliados políticos, los destinos del estado. Otro Francisco, pero este de apellido Valadés Félix, fue el anfitrión de aquellas reuniones de fines políticos. Pronto, el día final en la vida de Francisco Cañedo llegó, un 5 de junio de 1909, y mientras en Culiacán, la capital del estado, se preparaba la pompa mortuoria del general, en el puerto de Mazatlán, un grupo cercano al farmacéutico y empresario, siguió acercándose diariamente a éste con motivos de decidir cuál sería el siguiente paso en la agenda política que, desde

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Juan Luis Ríos Treviño es estudiante de la Maestría en Historia en la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la cual desarrolla la tesis titulada: Régimen y revolución. Sociabilidad y cultura política en Mazatlán, 1877-1911, proyecto del cual se han desprendido, como avances de la investigación, tanto el presente artículo, como el titulado: La sociabilidad obrera en Mazatlán, 1875-1910, publicado en Gilberto López Castillo et. al., De las Labradas a Mazatlán. Historia y Arqueología, México, INAH, 2014. 2 Estas calles llevan actualmente el nombre de Ángel Flores y Belisario Domínguez respectivamente. En José C. Valadés, Memorias de un joven rebelde, Primera Parte, Culiacán, UAS, 1985, p. 60-61. 3 Mariano Martínez de Castro ocupó la gubernatura de Sinaloa en los periodos de 1880-1884 y 1888-1892.

tiempo atrás, se venía preparando para participar de manera activa en la política electoral sinaloense. “Todos llegaban sonrientes, como si la desaparición de Cañedo hubiese alcanzado la dicha de la sociedad4”. Entre los participantes de aquellas reuniones exclusivas y secretas –hasta antes de la muerte de Cañedo- se encontraban personajes claves dentro del dinamismo porteño, como los empresarios Andrés Avendaño, Antonio Díaz de León y Jorge Berumen, profesionistas como los doctores Martiniano Carvajal, Miguel Maxemín y Gonzalo Pérez Castillo, el Lic. Herlindo Helenes Gaxiola, Juan Puga y Felipe Valle, ambos profesores, el periodista Heriberto Frías, Victoriano Siordia, el sacerdote Dámaso Sotomayor, así como el reconocido líder obrero Lázaro Rodelo, entre muchos otros, para quienes la muerte del general, junto con las recientes declaraciones del presidente Porfirio Díaz al periodista James Creelman5 durante la época, significaban la perfecta oportunidad para introducirse en las lides políticas y en la configuración de intereses personales que por mucho tiempo se les había negado. La conformación del Club Democrático Sinaloense Las reuniones efectuadas en la casa de Francisco Valadés durante los días previos a la muerte de Cañedo constituyeron el primer escenario de un debate político en donde las ideas lograron su germinación para efectos de la realización de un proyecto político que participase en la contienda electoral que se avecinaba, en el cual, ya no solo acogiera a un exclusivo grupo, sino que a este, se unieran otros grupos interesados, y así, poder conformar un solo proyecto que lograse configurar una cultura política de participación ciudadana por medio del uso del voto de la mayor cantidad de personas alrededor del estado.

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Parte de las declaraciones de José C. Valadés, hijo de Francisco Valadés, durante los sucesos después de la muerte de Cañedo en 1909. En José C. Valadés, Memorias… Op. Cit., p. 92 5 La entrevista que concedió el presidente Porfirio Díaz al periodista James Creelman, en donde el primero afirmaba que daba la bienvenida a cualquier partido oposicionista en México fue publicada completa por la revista Pearson´s Magazine en marzo de 1908 y en fragmentos en diarios mexicanos como El Imparcial, El Diario del Hogar, La Iberia y La Patria, durante todo el mes de marzo.

El resultado fue la conformación de un club político que participara en las próximas elecciones, las cuales, se efectuarían el 8 de agosto del mismo año. El llamado a la conformación de dicho club se hizo el día 9 de junio, por medio de un desplegado firmado por Francisco Valadés, Dr. Martiniano Carvajal, Lic. Herlindo Helenes Gaxiola, Lic. Rosendo R. Rodríguez, Heriberto Frías, Juan Puga, Rafael Miranda, Victoriano Siordia y Antonio Díaz de León, se invitó a profesionistas, comerciantes, empresarios, asociaciones obreras y mutualistas a asistir al Circulo Comercial “Benito Juárez”, en donde a partir de las 8:30 de la noche se llevaría a cabo la conformación de la mesa directiva del club, así como el nombre del club y el candidato, el cual sería elegido por medio del voto mayoritario para que los representase en los comicios del 8 de agosto6. Durante altas horas de la noche del 9 junio quedó conformado oficialmente el Club Democrático Sinaloense teniendo como base central de operaciones el Círculo Comercial “Benito Juárez” ubicado en el corazón del puerto de Mazatlán, frente a la plaza Machado y en la esquina contraria del edificio que albergaría a los simpatizantes del grupo contrario, conocido como el grupo “oficial”, el Casino Mazatlán. El Dr. Martiniano Carvajal fue el encargado de recibir a los asistentes con un discurso inaugural, “convencido de la importancia de que los ciudadanos sinaloenses entrasen en acción de la vida democrática, dejando de ver con indiferencia los asuntos públicos7”, posteriormente, se dieron a la tarea de proponer y votar a la persona que habría de ser el candidato por parte del club para la gubernatura. Las candidaturas propuestas durante la reunión inaugural del club fueron dos, por parte del grupo que encabezaba Francisco Valadés y Heriberto Frías se propuso al periodista y escritor José Ferrel Félix, el grupo contrario, encabezado por el Licenciado Herlindo Helenes Gaxiola y el Dr. Martiniano Carvajal propusieron la candidatura del Lic. Juan Bautista Rojo. El escenario político que se avecinaba fue percibidle por ambos grupos políticos de la oposición. Un día después de la muerte 6

Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Fondo José Ferrel, 9 de junio de 1909. En adelante, AHUAS-FJF. 7 AHUAS-FJF, 9 de junio de 1909.

de Cañedo, el 6 de junio, Francisco Valadés escribió a su primo José Ferrel, en dicha carta le hacía saber que en Mazatlán se “vivía una intensísima emoción por la cuestión política”, que predominaba la idea de resistir cualquier imposición de Ramón Corral hacía los personajes que en ese momento se vislumbraban como los posibles candidatos oficiales como Jesús Almada, Diego Redo o Rafael Uriarte, le hacía saber también las grandes posibilidades que tenían de “influir poderosamente en la opinión pública” para los trabajos electorales próximos a efectuarse, pedía Francisco Valadés a José Ferrel dos cosas sumamente importantes para el momento, en primera, aceptar la candidatura al gobierno del estado, o de lo contrario, aconsejarle a quien postular y como trabajar una campaña política y, por segunda, “pulsar la opinión presidencial” para efectos de poder contar con el aval de que el presidente Díaz no ejercería su influyentísmo político hacía uno u otro candidato8. La admiración de Francisco Valadés hacia José Ferrel, su primo, venía desde la época en que Juan Jacobo Valadés, padre del primero, y Ferrel, formaron parte de las logias masónicas bélicas que apoyaban al presidente Juárez y al proyecto reformista durante la intervención francesa en la ciudad de Guadalajara. “De Ferrel, mi padre obtuvo el odio a las tiranías y el amor a las libertades, por su parte, mi padre llevo a su primo la idea de asociación y apoyo mutuo9”. En este caso, la amistad y familiaridad será, como en muchos casos dentro de la política del siglo XIX mexicano hasta nuestros días, el vehículo principal de las ideas y solidaridades políticas10. Las anécdotas de Juan Jacobo a sus hijos sobre la fuerte ideología política de Ferrel -la cual les trajo problemas con Ireneo Paz cuando fueron combatientes en Manzanillo, Colima y los obligo a trasladarse a Mazatlán por amenazas del muerte de Paz hacía Ferrel11- hizo que Francisco Valadés lo incluyera como el orador político dentro de las tertulias literarias de la sociedad Aurora, las cuales se

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AHUAS-FJF, 6 de junio de 1909. José C. Valadés, Memorias… Op. Cit., p. 16 10 François Xavier Guerra, México: del antiguo régimen a la revolución, Tomo I, México, FCE, 1988, p. 149. 11 José C. Valadés, Memorias… Op. Cit., p. 16 9

realizaban en el traspatio de la botica Central, en estas tomaban parte también personajes como el Ing. Manuel Bonilla, el Dr. Martiniano Carvajal, el profesor Felipe Valle, José F. Galán –director por más de 15 años de El Correo de la Tarde-, Aurelio Gómez Llanos, Amado Nervo, Ángel Beltrán, Juan y Benito Sarabia, Jesús Gómez Flores, Horacio Cortés y el sacerdote Dámaso Sotomayor. La sociedad Aurora, formada alrededor de 189012, conformó un espacio de sociabilidad moderna, en la cual, a pesar de que las reuniones seguían teniendo un carácter privado, la existencia de la sociedad, sus miembros y su constante participación en actos cívicos la dotaban de un reconocimiento público ante el gobierno y la sociedad. Dentro de ella, sus miembros discutían las obras de Volney como Las ruinas de Palmira, de Lamartine, Historia de los Girondinos e Historia de la Restauración; también a Balmes, Chateubriand y

Víctor Hugo, fueron

admiradores de la filosofía alemana decimonónica; seguían a escritores mexicanos como Andrés Molina Enríquez, Fernando Iglesias Calderón, Luis Cabrera, el sacerdote Agustín Rivera y recitaban poemas de Rubén Darío. El carácter moderno de este tipo de asociaciones fue la causa de la expansión, divulgación y modificación de nuevas ideas, mismas que se tradujeron tiempo después en un discurso político que logró difundirse, por diversos medios, en el grueso de la sociedad. Para 1909, la mayoría de los miembros de la sociedad Aurora lo fueron también del Club Democrático Sinaloense. Finalmente, la candidatura de José Ferrel se proclamo por encima de la del Lic. Juan B. Rojo con 112 votos a favor del primero y 30 votos a favor del segundo, a consecuencia de esta decisión los conflictos entre ambos grupos no se hicieron esperar, pero, después de una “acalorada discusión13”, entre ferrelistas y rojistas, estos últimos decidieron adherirse a la candidatura de José Ferrel. La inexperiencia dentro de la organización política y el interés tanto de unos como otros desestabilizó por momentos la conformación del Club Democrático Sinaloense, finalmente, un

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Los primeros registros que se tienen de la existencia de la sociedad son de 1891 en El Correo de la Tarde en donde la sociedad participó en un acto cívico con motivos de las fiestas patrias. El Correo de la Tarde, 17 de septiembre de 1891. 13 AHUAS-FJF. 9 de junio de 1909.

grupo político de base, también en el interior, no es más que una célula de sociabilidad en la que se ha manifestado una opinión común, cuando estas, no logran acordar un punto de equilibrio, las interconexiones entre unas y otras suelen llegar a romperse14. La política de masas consiste en establecer un grado de relación entre los círculos de poder, de intereses y de ideologías diferentes que reúne un partido o club político. En una segunda sesión, celebrada el 11 de junio, fue necesario hacer una reelaboración de la mesa directiva por la renuncia de algunos partidarios del Lic. Juan B. Rojo que habían quedado como parte de la misma. Los llamados “rojistas” condicionaron su participación como grupo activo dentro del Club Democrático Sinaloense y en la campaña opositora a la conformación de una mesa directiva “plural”, en donde los principales líderes de uno u otro grupo no participaran en ella. Entre los renunciantes se encontraron el Dr. Martiniano Carvajal, quien en primera instancia fungió como presidente del club y fue sustituido por el Dr. Miguel Maxemín, Francisco Valadés había sido nombrado vice-presidente el cual fue removido, ocupando su lugar el periodista y director de El Correo de la Tarde, Heriberto Frías, hombre de toda su confianza, pero eliminando la figura de la vicepresidencia y quedando como secretario, otros renunciantes fueron el tesorero Antonio Díaz de León, su lugar fue ocupado por Andrés Avendaño, Fortino Gómez y Rosendo R. Rodríguez, prosecretarios en un inicio, fueron sustituidos por el Prof. Felipe Valle y el Dr. Gonzalo Pérez Castillo, por último, los vocales Ricardo Pico, Victoriano Siordia y Juan Puga dejaron su puesto a Francisco Piña y Lázaro Rodelo. Luis Rivas, Rafael Miranda y José Gómez Llanos fueron parte de la mesa directiva desde un inicio sin ser removidos15. Cuando la política se vuelve demasiado apasionada, las relaciones mundanas no resisten16, y las condicionantes expuestas por la mayoría del grupo relacionado con la candidatura de Juan B. Rojo fue un claro ejemplo de ello al

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Maurice Agulhon, El círculo burgués. La sociabilidad en Francia, 1810-1848, Buenos Aires, Siglo XXI, p. 129. 15 El Correo de la Tarde, 11 de junio de 1909 16 Maurice Agulhon, El círculo… Op. Cit., p. 123

terminar exigiendo el nombramiento de este para cumplir con el apoyo prometido hacía la campaña del Club Democrático Sinaloense, de sus partidarios, tan solo el Lic. Rosendo R. Rodríguez y el Prof. Juan Puga siguieron dentro del Club. La ruptura entre unos y otros se debió a la desunión que hubo para poder configurar y nivelar las relaciones de poder así como los instrumentos y expresión de la acción política a realizar, condicionantes puestas casi de facto por las características socioculturales de cada colectividad. Tres días después, el 14 de junio, Juan B. Rojo publicó un desplegado en El Correo de la Tarde afirmando que no temía a la lucha de los partidos pero obligándolo las circunstancias tomaba la decisión de separarse de la contienda, determinación que juzgó como honrada y patriótica, solo me guía, expuso, “la mira de favorecer como pueda las prácticas democráticas en defensa de los interés de mi Estado”17. Las consecuencias de ser reconocido como opositor al gobierno del finado Francisco Cañedo no fueron mínimas, esto condicionó de manera significativa el que un número mayor de personas y grupos organizados se manifestarán a favor de la campaña ferrelista. Baste con recordar algunos casos como el asesinato del periodista y director del periódico La Tarántula, José Cayetano Valadés, muerto en Mazatlán en 1879 por órdenes de Cañedo ante la constante crítica hecha en su periódico al mandatario estatal, en 189718, el mismo José Ferrel, a quien durante su estancia en Mazatlán, su abierta oposición al gobierno cañedista le valió un año en la cárcel del puerto19, Alfredo Mora y Ortega fue condenado a once meses de prisión en Culiacán por el delito de ultrajes al gobernador20, el mismo año, el empresario Miguel Retes fue acusado por el mismo delito del cual logró salir absuelto21, el mismo caso fue el de otro empresario, Antonio Díaz de León, tan sólo un año después, en 189822, Prudencio L. Nava, en 1899, fue acusado por escribir y distribuir 17

AHUAS-FJF, 14 de junio de 1909. José Cayetano Valadés San-León era hermano de Juan Jacobo, padre de Francisco Valadés Félix. 19 Azalia López González, Rumbo a la democracia: 1909, la elección a gobernador de Sinaloa, Culiacán, UAS, 2003, p. 41 20 Además de una multa de 331 pesos y el decomiso de útiles de imprenta para la realización de panfletos. En Francisco Cañedo, Memoria general de la administración pública del estado de Sinaloa, 1896-1902, Tomo I, Mazatlán, Editorial Retes, 1905, p. 181 21 Ibídem, p. 200 22 Ibídem, p. 221 18

una gacetilla en Mazatlán llamada Plaga Insoportable aunque después de un tiempo logro el sobreseimiento23. El caso más ejemplar de la represión gubernamental fue el que se cometió en contra del los licenciados Herlindo Helenes Gaxiola y Alejandro Buelna –Hijo de Eustaquio, ex gobernador de Sinaloa y enemigo político de Cañedo. Ambos fundaron en Culiacán el periódico El Regeneración en Sinaloa, publicación de corte magonista, en 1900, el periódico fue cerrado al poco tiempo y sus dueños condenados a dos años de prisión por el delito de ultrajes al gobernador24, este caso fue ejemplar no solo por tratarse del hijo del ex gobernador Buelna, sino también de Herlindo Elenes Gaxiola, quien después de participar como opositor en la campaña de 1909 fue nombrado secretario de gobierno en la administración de Diego Redo, el candidato contrario a José Ferrel. A pesar de otorgar perdón en algunos casos acusatorios y en otros, libertad a falta de pruebas, el gobierno del estado no dudaba en dar a conocer públicamente estos casos para efectos del lograr la afectación y el señalamiento público de los acusados. El inicio de la campaña política y la conformación de clubes ferrelistas El acto de conformación pública del Club Democrático Sinaloense realizada por sus miembros y dada a conocer por medio de publicaciones en la prensa no fue sólo por el hecho de buscar mediante el uso de estos recursos el acercamiento de un mayor número de miembros, sino que obligadamente, la formación de del club, y en general, de todos los clubes ferrelistas que se organizaron en todo el estado, tuvieron que ser de conocimiento gubernamental. Recordemos que para la Constitución del Estado de Sinaloa de 1894, el concepto sobre el derecho que tenían los ciudadanos sinaloenses de poder asociarse para tratar asuntos públicos fue eliminado25, y no fue, sino hasta la implementación del Código Civil del Estado de Sinaloa, implementado a partir de 1903, en que la posibilidad de formar una

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Ibídem, p. 248 Regeneración, 7 de noviembre de 1900. 25 La facultad de asociación para tratar asuntos políticos apareció hasta la constitución de 1884, en el título III, “De los ciudadanos sinaloenses”, articulo 13, fracción IV: “Son obligaciones del ciudadano sinaloense: asociarse para tratar asuntos públicos”. Ley que desaparece con las reformas constitucionales de 1894. En Héctor R. Olea, Sinaloa a través de sus constituciones, México, UNAM, 1985, p. 231. 24

asociación o club con fines de utilidad pública26 abrió una laguna legislativa que posibilitó a la oposición en Sinaloa en la tarea de la asociación política legítimamente, esto, además de que la formación de partidos políticos no estaba denegada por la constitución federal. Conforme al paso de la campaña ferrelista, el sentido de asociación política de los ciudadanos del puerto de Mazatlán fue incrementándose. Con la finalidad de poder lograr llegar a un mayor número de votantes, el Club Democrático Sinaloense llamó a los diferentes sectores de la sociedad civil a conformar su propio club político que dependiera del democrático sinaloense como la entidad central. Conforme al aumento de las actividades de una asociación, su fortalecimiento interno es imprescindible para el correcto funcionamiento de la misma y el Club Democrático Sinaloense buscó precisamente esa cohesión interna mediante la integración de los líderes de los diferentes clubes ferrelistas en alguna de sus comisiones como las de manifiesto, propaganda, prensa y colecta27. Así, el Club Democrático Sinaloense en sus periódicas reuniones dentro del edificio del Circulo Comercial “Benito Juárez” no sólo fungió como un medio de apertura al debate político en donde las diferentes propuestas e ideas se articulasen para dar sentido y practica a los medios de acción para la campaña, y que a su vez, los líderes los dieran a conocer en los diferentes clubes ferrelistas, sino que además, se convirtió en un espacio físico propicio donde sus integrantes lograron expresar sentimientos, inconformidades, recitar poemas, canciones, discursos políticos a favor de José Ferrel, etc., es decir, espacio natural para el desarrollo de formas de sociabilidad política moderna, aquellas que fueron conformadas por la voluntad propia de los asociados siendo ellos mismos quienes podrían redefinirla en todo momento28.

Código Civil del Estado de Sinaloa, artículo 27, fracción II, “Son personas morales y con tal carácter tienen personalidad jurídica las asociaciones o corporaciones temporales o perpetuas fundadas con algún fin o por algún motivo de utilidad pública, o de utilidad pública y particular juntamente”. En Gobierno del Estado de Sinaloa, Código civil del estado de Sinaloa, Culiacán, Imprenta de Ireneo Paz, 1903, p. 134 27 AHUAS-FJF, 9 de junio de 1909. 28 François-Xavier Guerra, Modernidad e independencias. Ensayos sobre las revoluciones hispánicas, México, FCE, 1993, p. 89 26

Nueve fueron los clubes ferrelistas conformados a lo largo de la campaña política de 1909, todos ellos, creados por un exclusivo sector en donde se agruparon personajes afines a los intereses de los miembros de cada uno de ellos.

CLUBES FERRELISTAS FORMADOS EN MAZATLÁN, JUNIO-AGOSTO 1909 Nombre del Club

Club Juvenil Democrático

Club Democrático Obrero

Club Juvenil Ferrelista

Club “Galeana”

Club Democrático Marino

Club “Sufragio Libre”

Mesa Directiva

Presidente: Justo V. González Secretario: José Pérez Nuño

Presidente: Salvador Aguilar Secretario: José Pérez Alemán Presidente: Dámaso Sotomayor Secretario: Federico Valdés Presidente: Alfonzo Báez Secretario: Juan C. Sánchez Presidente: Rodolfo Martínez Secretario: Eusebio Pérez Presidente: José Gómez Llanos

Fecha de

Objetivos y/o

formación

lema

8 de junio

29 de junio

4 de julio

“Libertad en la Constitución”

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------------6 de julio

13 de julio

--------------

15 de julio

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Presidente: Arturo Buchart Secretario: Aurelio M. Pereyra Club “12 de Abril”

“Contribuir a que lo jóvenes ejerciten sus derechos de ciudadano y así, levantar el estadio de la democracia”

3 de agosto

“Las esperanzas del pueblo humilde de Sinaloa son vencer en buena

lid al partido aristócrata contrario, a los eupátridas, tiranos y explotadores del pueblo” Club “Hidalgo”

Presidente: Gaudencio Morales Secretario: Cesáreo López

S/F -------------

Fuente: Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Fondo José Ferrel. El Club Juvenil Democrático invitó a los jóvenes de Mazatlán a seguir el ejemplo de otros partidos nacionales como el Nacional Democrático o el Reyista 1910, su presidente, Justo V. González, insistió en el llamado, que las fechas eran sumamente propicias para el inicio de un movimiento hacia la revitalización de la democracia, a lo cual se añadía: A la juventud inteligente y estudiosa, a la trabajadora, a la que se desvela en el cumplimiento de su deber; a la que no se encuentra corrompida por los vicios que atacan a una parte de la sociedad actual; a esa juventud que se levanta, y que es nervio y que es fuerza, a esa me dirijo y la invito cordialmente para que encabece en esta ciudad un movimiento hacia el ejercicio de los derechos de ciudadano y contribuya de esa manera con su óbolo, a la posible realización del sublime ideal democrático, que es la fuerza de los pueblos grandes y de los pueblos altamente libres.29 Veinte días después, Salvador Aguilar y José Pérez Alemán enviaron una notificación a las oficinas del Club Democrático Sinaloense haciéndoles saber la decisión del Club Democrático Obrero de unirse a la campaña de José Ferrel ante la solicitud de su candidato original, José Castello, a declinar en su candidatura30. Generalmente, ante la conformación de un club ferrelista, la notificación se hacía hacia tres diferentes destinos, uno de estos era el Club Democrático Sinaloense, club central de la campaña de José Ferrel, los otros dos eran directamente el 29 30

AHUAS-FJF, 8 de junio de 1909. AHUAS-FJF, 29 de junio de 1909.

candidato gubernamental y el presidente de la republica, Porfirio Díaz. Ejemplo de ellos fueron los telegramas a Ferrel y Díaz por parte de Dámaso Sotomayor, presidente del Club Juvenil Ferrelista31 –club al que perteneció Rafael Buelna-, así como los telegramas de Rodolfo Martínez, presidente del Club Marino “José Ferrel”32, José Gómez Llanos, presidente del Club Sufragio Libre, representante del gremio de los abastecedores33 y de Arturo M. Butchart, presidente del Club 12 de abril, representante de lancheros y jornaleros de las empresas La Nacional, Gambrinus y de Lanchas A. M. Butchart34. Ya fuese por medio de la constitución de un club oficial o simplemente con la adhesión publica por medio de la prensa porteña, los diferentes gremios de trabajadores industriales porteños fueron incorporándose a la campaña ferrelista. Ejemplo de ellos fueron los de cincuenta trabajadores de la compañía ferrocarrilera Sud-Pacifico que constituyeron el Club Galeana35, los cuales tenían sus reuniones en la llamada Casa Redonda, así como los miembros del Club Hidalgo, conformado por el gremio de ojalateros de Mazatlán36. Las asociaciones mutualistas y obreras, de larga tradición para los trabajadores de las industrias de Mazatlán, en su mayoría, permanecieron ajenas a la campaña política. Debido a la alta cantidad de miembros con que las asociaciones más importantes del puerto contaron el aglutinamiento de la mayoría de sus miembros a un proyecto político en común resultó imposible por los diferentes intereses políticos que al interior de ellas. Los líderes de estas asociaciones que decidieron integrarse a la campaña ferrelista lo hicieron incorporándose directamente al Club Democrático Sinaloense y, a través de él, integrar a la campaña a la mayor cantidad de trabajadores industriales posibles, tal fue el caso de Lázaro Rodelo, líder de la Sociedad Ignacio Zaragoza, miembro de la mesa directiva del Club Democrático Sinaloense y miembro también del Club Democrático

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AHUAS-FJF, 4 de julio de 1909. AHUAS-FJF, 13 de julio 1909. 33 AHUAS-FJF, 15 de julio de 1909. 34 AHUAS-FJF, 3 de agosto de 1909. 35 El Correo de la Tarde, 6 de julio de 1909. 36 AHUAS-FJF, fecha ilegible. 32

Obrero, bajo el cual se integraron trabajadores de la fundición de Sinaloa y de otras importantes industrias como la tabacalera37. La importancia que representaron los clubes ferrelistas durante la campaña política no fue mínima. Estos fueron los encargados de distribuir las ideas políticas del proyecto de oposición al interior de las fábricas, en las reuniones familiares o en las cantinas y salones de juego, su participación también fue primordial dentro de los mítines y marchas organizados por el Club Democrático Sinaloense ya fuese en la entrega de propaganda política o en la recitación de algún verso, poema, idea o canción a favor de José Ferrel. La agenda de los clubes ferrelistas no concordó con la de las reuniones del Club Democrático Sinaloense, estos tenían en su interior su propia organización de estructura al igual que su reglamento. Los líderes de los clubes ferrelistas lograron involucrarse de manera muy activa dentro de las decisiones que el Club Democrático Sinaloense tomó a lo largo de la campaña. A estos se les invitaba a las reuniones extraordinarias celebradas dentro de las instalaciones de la pastelería y cafetería “La Fama”, los cuales, junto con la mesa directiva del Club Democrático Sinaloense y los empresarios que apoyaron la campaña ferrelista tomaban las decisiones de las acciones políticas a implementar durante el desarrollo de la campaña así como para “tratar asuntos de mayor importancia”38. Tal fue el éxito de los clubes ferrelistas que Francisco I. Madero constantemente le pidió a Heriberto Frías que le mandase una lista de todos los clubes ferrelistas y sus domicilios, la finalidad, ponerse en contacto con sus líderes, enviarles números de su periódico, El Demócrata y unirlos a la campaña antireeleccionista después del 8 de agosto de 190939.

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El Correo de la Tarde, 17 de julio de 1909. Aparecen convocatorias para reuniones extraordinarias en “La Fama” por lo menos en cuatro fechas: 14 de junio, 24 de junio, 17 de julio y 4 de agosto de 1909. Entre los firmantes para asistir a las convocatorias aparecen Miguel Maxemín, Gonzalo Pérez Castillo, Jenaro Noris, Rafael Miranda, Rosendo R. Rodríguez, Francisco Piña, Felipe Valle, Luis F. Arzac, Lázaro Rodelo, Andrés Avendaño, Francisco Valadés, Victoriano Siordia, Heriberto Frías, Dámaso Sotomayor, Francisco Piña, Genaro Noris, Joaquín Milán, Antonio Espinoza de los Monteros, José Gómez Llanos, Gaudencio Morales y Marcos Noyola. AHUAS-FJF. 39 Archivo de Don Francisco I. Madero, Epistolario, Tomo I, México, INEHRM, 2012, pp. 727-730. 38

La prensa y el uso del espacio público como medio de propaganda política La distribución del planteamiento político-electoral de los ferrelistas no solo llego a la ciudadanía por medio del trabajo de difusión al interior de los clubes ferrelistas. Si la campaña tenía alguna posibilidad de triunfar habría que llegar hasta el último rincón del distrito para dar a conocer el proyecto político, convencer e instruir acerca del voto a una sociedad predominantemente rural, en ocasiones con intereses para con el grupo llamado “oficial” representó una dificultad predominante para los partidarios del ferrelismo. A partir del inicio de la campaña política, el periódico El Correo de la Tarde representó la tribuna más importante para la difusión de la candidatura de José Ferrel. Desde 1905, Francisco Valadés, juntos con sus socios, Andrés Avendaño, empresario, filosofo y filantrópico, y los hermanos Tarriba, empresarios mineros del norte de Sinaloa, habían adquirido el periódico El Correo de la Tarde40 al empresario Miguel Retes constituyendo la sociedad Valadés y Compañía. Dicha publicación contaba con un prestigio adquirido a través de los años por ser una tribuna imparcial en los temas políticos y un medio defensor de los comerciantes y empresarios del puerto. El encargado de hacer el primer llamamiento, aún con la incertidumbre de un candidato político contrario que encabezase la campaña política fue el Lic. Rosendo R. Rodríguez, el cual por medio del diario llamaba al pueblo sinaloense a “organizarse democráticamente”, informó que la muerte del gobernador Cañedo llamaba a la obligación a no estar cruzados de brazos para participar políticamente y que no sucedan, dijo, “las mismas pantomimas de siempre”. Rodríguez, parte importante dentro del desarrollo del ferrelismo en Mazatlán, instó a los ciudadanos a formar uniones, a ilustrar a los clubes existentes y a proponer candidatos, las sociedad obreras, escribió: “deben reunirse y tomar los acuerdos convenientes de la situación. Los señores representantes del comercio, de la banca y de la industria

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El periódico El Correo de la Tarde fue fundado el 5 de junio de 1885 por Miguel Retes, de la casa editora Miguel Retes y Compañía en la Ciudad de Mazatlán, Sinaloa. En Jorge Briones Franco, La prensa en Sinaloa durante el cañedismo, 1877-1911, Culiacán, UAS, 1999, p. 92-93.

también deben de acordar lo que más convenga. Y así habremos dado un gran paso en nuestra evolución política, porque ejercitando en esta vez nuestros derechos electorales aprenderemos a ejercitarlos siempre, haciendo difícil o evitando quizá, toda revolución”.41 El profesor Juan Puga fue otro de los que a lo largo de la campaña participó constantemente en difundir la campaña ferrelista por medio de El Correo de la Tarde, el mismo día 9 de julio, fecha en que se designo a Ferrel como candidato del Club Democrático Sinaloense, Puga escribió en el diario: “Ha llegado la hora de que cumplamos nuestros derechos como ciudadanos, será presente organizarnos, formar clubs políticos, uniformar la opinión luchar con ánimo esforzado, serenamente, para llegar a la consecución del ideal democrático”42. El poeta e intelectual colombiano José María Vargas Vila, fundador de revistas en Venezuela y Nueva York como La Revista Ilustrada de Hispanoamérica y Némesis, desde donde criticó a los gobiernos conservadores de algunos países latinoamericanos y el gobierno estadounidense participó con El Correo de la Tarde en la campaña ferrelista escribiendo un articulo llamado “A los obreros, a la juventud”, en el cual los motivaba a luchar y a dar un ejemplo de carácter “a los eunucos vacilantes que quisieran triunfar sin lucha, a los que se avergüenzan hoy del acto valeroso de ayer, a los suicidad civiles que han dado el timo del carácter y que en la hora de crisis, palidecen y se conturban43”. El director del diario, Heriberto Frías, fue uno de los más activos en cuanto a los artículos a favor del ferrelismo y en contra del candidato contario, Diego Redo, se refiere. En sus publicaciones, Heriberto Frías constantemente llamó a Redo, basura social, nulo político, cacique y eupátrida44, se dirigió a él como un efebócrata, haciendo alusión a que Redo era un “barbilindo, guapo, chulo, joven y bello pero que políticamente valía menos que cero”, escribió también como una vergüenza que en un Estado en donde ha habido “verdaderos hombres” como Domingo Rubí, Antonio Rosales, Jorge Granados y

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El Correo de la Tarde, 9 de junio de 1909. El Correo de la Tarde, 9 de junio de 1909. 43 El Correo de la Tarde, 12 de junio de 1909. 44 El Correo de la Tarde, 5 de julio de 1909. 42

Francisco Ferrel, era una vergüenza que llegase un gobernador de mantequilla y azúcar.45 Según declaraciones de José C. Valadés, hijo de Francisco Valadés, Heriberto Frías se encerraba en el cuarto de su padre durante largas horas con pan, ajenjo, café y caviar mientras este escribía artículos para El Correo de la Tarde46. El profesor Felipe Valle, Martiniano Carvajal, José Ferrel, Cecilio T. Miranda, Miguel Maxemín, Dámaso Sotomayor, Victoriano Siordia y José Gómez Llanos fueron otros de los personajes que se expresaron a favor de Ferrel en la tribuna de El Correo de la Tarde. Rafael Buelna, joven recién llegado de Culiacán a Mazatlán al ser expulsado de El Colegio Rosales por encabezar una manifestación a favor de José Ferrel, fue un líder fundamental dentro del movimiento juvenil ferrelista en Mazatlán. Buelna tuvo una constante participación en el diario porteño, en una de esas aportaciones dedicó un verso llamado “¡Qué bajos!”, al periodista Julio G. Arce, vinculado a favor de la campaña de Diego Redo: ¿No has visto alguna vez hombres tan viles que contra su opinión, por solo un peso se esfuerzan por manchar, con dolo expreso el honor de quien nunca son serviles? ¿Y entonces no has sentido que tus venas hiervan de honor e indignación por eso? ¿No has pretendido entonces verle ileso y librar ese honor de sus cadenas? ¿Es muy triste verdad? Muy triste es eso; pero es que sufre más quien no se humilla y quien por tres dineros no mancilla aquello que en moral es más que un peso pero al fin la verdad se impone y brilla y he de quedar de las calumnias ileso47. La promoción del debate ideológico a través de la palabra escrita y la generación de una opinión pública que se asumiera como el juez de sus gobernantes fueron algunas de las tareas de El Correo de la Tarde48. El que un

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El Correo de la Tarde, 6 de julio de 1909. José C. Valadés, Memorias… Op. Cit., p. 101. 47 AHUAS-FJF, 20 de julio de 1909. Publicado en El Correo de la Tarde el 21 de julio de 1909. 48 Sergio Arturo Sánchez Parra, La fuerza de la palabra escrita. El Correo de la Tarde: Un periódico promotor del cambio político en Sinaloa, En Coord. Ernesto Hernández Norzagaray, La revolución mexicana en Mazatlán, Culiacán, UAS, 2010, pp. 46-53. 46

grupo no menor de intelectuales radicados en el puerto de Mazatlán y con reconocimiento estatal y nacional, así como participaciones de actores políticos de fuera se pronunciara, por medio del diario porteño, a favor de la campaña ferrelista causo un impacto importante dentro de algunos sectores de la sociedad porteña. Estos intelectuales constituyeron un sustituto imaginario de la sociedad que no encontró durante mucho tiempo un eco a sus demandas, produciendo opiniones que se difundieron en distintos ámbitos de sociabilidad y que a su vez, fueron dotando de significación a un posible nuevo sujeto político –el pueblo- mientras que ponían énfasis en reconstruir la relación de los individuos con el poder. La prensa no fue el único medio por el cual los organizadores de la campaña ferrelista lograron involucrarse dentro del espacio público político, la calle y sus espacios físicos como las paredes de casas y comercios constituyeron un medio predominante para la distribución de la propaganda política. El Club Democrático Sinaloense organizó constantes marchas y mítines a lo largo de la campaña política, estas, estaban previamente organizadas, se preveía la distancia que recorrería la marcha, la formación de cada una de las líneas de las comitivas y el número de integrantes de cada una, el número de oradores a lo largo de la marcha y el lugar específico para la pronunciación ya fuese del discurso, poema, verso o canción. Durante las marchas, los participantes hacían uso de pancartas con leyendas políticas, retratos con el rostro de José Ferrel y llevaban antorchas encendidas. Una de las manifestaciones más importantes fue la organizada el 20 de junio, quince días después de iniciada la campaña y, que sirvió para medir la evolución de la aceptación de José Ferrel como candidato opositor en Mazatlán, la marcha desfilo en el siguiente orden: Descubierta de caballería Banda del 11vo. Batallón Estandarte Sres., doctores Gonzalo Pérez Castillo y Rafael Miranda, 1era sección de acompañantes Estandarte señores Francisco Valadés y profesos Felipe Valle, 2da sección Orquesta de Enrique Navarro

Estandarte señores Rosendo R. Rodríguez y Heriberto Frías, 3ra sección Estandarte Miguel Maxemín y Andrés Avendaño, 4ta sección Orquesta de Abundio Martínez Estandarte señores Lázaro Rodelo y Agustín Sánchez, 5ta sección Estandarte señores Joaquín Milán y Francisco Saldaña, 6ta sección Banda del Venadillo Estandarte señores Luis C. Rico y Carlos A. Álvarez, 7ma sección Estandarte señores Encarnación Balcázar y Agustín Airola Orquesta de Eligio Mora Estandarte señores Miguel Macías y Manuel Manzo Estandarte Luis Escobar y Francisco M. Álvarez Estandarte Manuel D. Milán y Cristóbal Limón Banda de Manuel Gómez Estandarte Victoriano Siordía y Dámaso Sotomayor y Arellano Estandarte Ignacio López Portillo y Federico Valdés49 La indicaciones para la realización de la marcha preveía también que no hubiera más hurras y aclamaciones que las iniciadas por los oradores desde las tribunas y que las antorchas previamente repartidas se encenderían solamente al terminar el discurso de Felipe Valle y al iniciarse de nuevo la marcha, las indicaciones, se señaló, eran con motivo de dar a la manifestación popular el mayor esplendor, solemnidad y lucimiento posibles, también, para que la música de las bandas pudiera escucharse lo mejor posible. Durante la marcha del 20 de junio, uno de los oradores fue el Dr. Gonzalo Pérez Castillo, estacionada la marcha en la esquina de Sacrificio y Oro, el Dr. Castillo se proclamó en plena lucha ante un enemigo que llevaba por armas las diatriba y el insulto, dijo estar ante un momento histórico para Sinaloa al ser los ferrelistas, los primeros en haber puesto frente a frente de las clases adineradas a un candidato netamente popular, y continuaba: Nosotros somos la clase obrera, pertenecemos a los humildes, a los desheredados, pero con cuanto orgullo levantamos nuestra frente, porque del seno del pueblo han surgido los grandes hombres […] Somos la clase obrera, en nuestras fraguas se han forjado las espadas que han dado libertad a la patria, en nuestros talleres se han labrado los broqueles para defender el honor de los hogares, en nuestras cabañas se han forjados los hierros para destruir las cadenas del esclavo y los hijos del pueblo han sido los destructores de la Bastilla en Francia […] Persigamos 49

AHUAS-FJF, 20 de junio de 1909.

nuestra lucha, cada cual está en un puesto, ellos, los millonarios, en los castillos del federalismo, nosotros, los obreros, en las montañas de la libertad […] Un grupo de científicos ha tenido a lanzar en estas feroces tierras la manzana de la discordia simbolizada por la candidatura redista.50 La marcha terminó en el Círculo Comercial “Benito Juárez”, hogar del Club Democrático Sinaloense, y el encargado del discurso de conclusión fue Francisco Valadés, en él, Valadés hizo su protesta de fe republicana, credo político de sus mayores, jurando “cumplir y hacer cumplir el derecho democrático de los pueblos no serviles, el sufragio libre”. Valadés se refirió a la candidatura de Ramón Corral como el motivo de la agitación política que reinaba en el país y que la manifestación que encabezaba el Club Democrático Sinaloense era una agitación elocuente de que “el pueblo mexicano conocía y quería hacer uso de sus derechos”, por encima de la imposición de candidatos que no son “factura de la democracia”, Valadés, al final de su discurso, citó a algunos de los autores franceses vinculados como precursores de la revolución francesa e ideólogos de la democracia, a los cuales vinculó con el movimiento ferrelista: Por eso señores, en las circunstancias actuales debemos obrar como seres con plena conciencia de su libertad, ya que la libertad, como dice Víctor Hugo, es el órgano visual del progreso, o como dice el Predicador Raúlica, es la libertad de hacer todo lo que es justo, legítimo y conforme a las leyes. Un pueblo sin partidos seria un pueblo inconsciente, sería un pueblo servil, pero a los partidos no se debe de venir ya cuando se tiene la seguridad del triunfo, ni con el temor de la derrota, sino pletórica el alma de virilidad y de justicia, virtud que realiza las conquistas morales, así como la espada obtiene las victorias y la inteligencia asegura las supremacías políticas; pletórica el alma de virilidad y de justicia, para que el fruto de nuestra acción lleve el sello de esa virtud, que es la verdad práctica, según Joubert y el pan del pueblo según Chateubriand51. Un día después de llevada a cabo la primera marcha a favor de Ferrel, Miguel Maxemín y Heriberto Frías escribieron a Ferrel haciéndole saber que la

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AHUAS-FJF, 20 de junio de 1909. AHUAS-FJF, 20 de junio de 1909.

manifestación había contado con una participación de alrededor de cinco mil personas y con la participación de quince oradores52. La propaganda política de los ferrelistas fue constante también a través de otros elementos simbólicos, durante las reuniones, las marchas y los mítines se repartieron un total de 100 mil puros53 y alrededor de 10 mil sombreros54 de palma con la leyenda de José Ferrel. En las afueras de los comercios, de las casas particulares y de los puestos del mercado, quienes estuvieron a favor de la candidatura de Ferrel colocaban propaganda a favor de este. Entre los miembros de los diferentes clubes y los partidarios de Ferrel se hizo casi obligatoria la portación visible de un lazo o moño de color rojo, los fines de semana se organizaban veladas cívicas en el teatro Frivolí encabezadas por la música de las bandas de Eligio Mora y Enrique Navarro55. José C. Valadés, hijo de Francisco Valadés y Emilio Somellera, hijo del empresario José Somellera y de su viuda, heredera de su fortuna y partidaria del ferrelismo, Matilde Lejarza, presentaban funciones de títeres en las cuales se hacían proclamas a favor de Ferrel y se dejaba en vergüenza al grupo de encabezado por Diego Redo56. Las actividades de propaganda política realizadas por los partidarios del ferrelismo

llevaron al ayuntamiento de Mazatlán y al gobierno de Sinaloa,

encabezado por su gobernador interino, Eriberto Zazueta, a poner un cuidadoso énfasis en vigilar sus actividades políticas. La presión ejercida desde el aparato oficial hacía los principales líderes ferrelistas fue motivo de constantes denuncias durante los meses de duración de la campaña política, para algunos incluso permaneció después de esta. Amenazas, atropellos por parte de la autoridad, injurias y abuso de poder fueron solo algunas de las demandas hechas por parte de los partidarios de Ferrel, las denuncias se hacían levantando actas judiciales de los hechos, en El Correo de

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AHUAS-FJF, 21 de junio de 1909. El Correo de la Tarde, 5 de julio de 1909. 54 El Correo de la Tarde, 10 de julio de 1909. 55 AHUAS-FJF, 9 de julio de 1909. 56 José C. Valadés, Memorias…Op. Cit., p. 97 53

la Tarde y vía telegrama directamente al gobierno federal. Ejemplos de estos casos fueron el asalto que sufrió Francisco Valadés a las afueras de las oficinas de El Correo de la Tarde57, se denunció también una golpiza de rurales en contra del obrero Fernando Guzmán por gritar vivas a Ferrel en una de las visitas de Diego Redo al puerto de Mazatlán58, Teodoro Velázquez, trabajador de la fábrica de cigarros La Universal denunció que los gendarmes que se emborrachaban en la cantina El Pescador, ubicada frente a la fábrica, trataban a los que se identificaban como partidarios de Ferrel de prostitutos, “borrachos y ladrones ”59, el profesor de primaria, Margarito Figueroa, denuncio que a la primaria pública No. 5 habían entrado agentes de policías exigiendo a niños y maestros que portasen el distintivo color rojo de la campaña ferrelista a removérselo con amenazas de suspender las clases si no lo hacían60. En comunicación de Miguel Maxemín y Heriberto Frías a José Ferrel, estos le hacían saber lo irritante de la contradicción de los hechos a las promesas del presidente Díaz, “suscitan cóleras inquietantes que apaciguamos a duras penas”61. El cabildo local, a órdenes expresas de Manuel L. Choza, prefecto del distrito de Mazatlán,

prohibió

durante

los

meses de

campaña

la

“realización

de

manifestaciones y reuniones públicas que traten la cuestión actual”, lo cual, manifestaron los directivos del Club Democrático Sinaloense, estaba prohibido según los artículos 9 y 55, fracción III , de la constitución política federal, otra de las quejas por parte de los ferrelistas fue el posicionamiento de propaganda a favor de Diego Redo en edificios públicos, prohibición establecida por la prefectura de Mazatlán desde 189762. Los dos meses que duró la campaña, el ejecutivo estatal y local destinó un buen número de fuerzas públicas a vigilar a quienes se manifestaran alrededor de la campaña de José Ferrel, se buscó reprimir los actos de asociación por parte de

José C. Valadés, Memorias… Op. Cit., p. 90 AHUAS-FJF, 27 de junio de 1909. 59 AHUAS-FJF, 7 de julio de 1909. 60 AHUAS-FJF, 24 de julio de 1909. 61 AHUAS-FJF, 23 de junio de 1909. 62 AHUAS-FJF, 7 de julio de 1909. 57 58

los clubes ferrelistas, quienes se dedicaron a denunciar públicamente todos los actos de amenazas por parte de las fuerzas locales. Al triunfo de la campaña redista, aún y con la muestra de, según estos, un claro fraude suscitado durante el día de la elección, los principales representantes del ferrelismo en Sinaloa fueron obligados a volver a sus actividades cotidianas, los más radicales a salir del estado, como los fueron en caso de Heriberto Frías y Francisco Valadés. La lucha ferrelista no fue solamente el desencuentro político de dos grupos de poder en Sinaloa, representó también, el fortalecimiento de nuevos grupos sociales, la aparición de nuevas formas de sociabilidad política en Sinaloa como los clubes organizados formalmente con una estructura y reglamento interno así como el acto de apertura del espacio público político más allá de la prensa local, las calles, plazuelas, teatros y demás espacios físicos representaron nuevos elementos simbólicos al momento de encarar una lucha electoral, o tiempo después, revolucionaria. La elección política de 1909 en Sinaloa fue casi una fotografía de otras elecciones gubernamentales que a finales del porfiriato se realizaron en México como la de Enrique Creel en Chihuahua en 1903, Olegario Molina en Yucatán en 1902, Emilio Pimentel en Oaxaca y José María Espinoza y Cuevas en San Luis Potosí durante 1905, con Damián Flores en Guerrero en 1907 y con Pablo Escandón y Barrón en Morelos en 190963. Todas ellas, parte de una ficción democrática aplicada necesariamente para la obtención de la legitimidad del régimen de Díaz, así como señal clara de la fuerza del sistema político.64 Si bien el maderismo en Sinaloa no fue representante de una continuación del movimiento ferrelista, ni institucionalmente ni de capital humano, si representó un referente inmediato en el cual se sentaron las bases para que el maderismo lograra una nueva apropiación del espacio público y el desarrollo de formas de sociabilidades políticas.

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François-Xavier Guerra, México: del antiguo régimen a la revolución, Tomo II, México, FCE, 1989, p. 97 Ibídem, p. 41

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