Sobre el libro de la sabiduría

Universidad Católica Santa Rosa GERMÁN PÉREZ
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales
Escuela de Filosofía
Formación Humano Cristiana IV
Pbro.-Licenciado Erick Algarín
EL LIBRO DE LA SABIDURÍA

Para el cristiano ha de ser una misión de vida el encontrar a Dios desde la perspectiva de cumplir fielmente con su mandato de servir a la comunidad humana, esto es haciendo la apropiado en esa comunidad, allí donde hemos encontrado la práctica de la sabiduría, mejor que esta definición no hallamos otra, la sabiduría es una práctica que hacemos nosotros en los otros o sobre nosotros a partir de la gracia divina y sólo desde la búsqueda de Dios:
(Página 4) Buscar a Dios y huid del pecado1 Amad la justicia, los que gobernáis el mundo, tened buenos sentimientos para con el Señor y buscadlo con corazón sincero,2 pues se deja encontrar por los que no le exigen pruebas y se manifiesta a los que no desconfían de él.
Así cuando Dios se ha manifestado en la sabiduría y en el rostro de quien está frente a mí para darme la oportunidad de ser obediente al Señor y su mandato de amor y no otro de los que lo ignoran y se burlan de él y de quienes creen en su palabra y se alían con la muerte:
(Página 5) La vida según los impíos. 16 Pero los impíos invocan a la muerte con gestos y palabras; haciéndola ser su amiga, se perdieron; se aliaron con ella y merecen ser sus secuaces. 
Y es que Dios se ha manifestado en su esplendor ante nosotros, en su inmensa gracia, vemos a quienes lo siguen haciendo lo justo, haciendo lo bueno a su prójimo y es que el deseo de Dios es que hagamos el bien y la sabiduría es el camino de él para hacer ese bien que es aquello que siendo mandato ha de ser también escogencia, allí dónde Dios no hace diferencia más allá de quien escoge seguirlo y quien no sin importar su rol social todos hemos de cumplir su deseo:
(Página 7) Salomón y la búsqueda de la sabiduría. Los reyes deben buscar la sabiduría. 6 1 Escuchad, reyes; y entended. Aprended, gobernantes de los confines de la tierra. Estad atentos los que domináis multitudes y presumís de tener muchos pueblos.3 Pues recibisteis el poder del señor y la soberanía del Altísimo; él investigará vuestras acciones y dominará vuestros proyectos. 
Como ya hemos señalado siendo la sabiduría el elemento primordial sobre el cual construimos el cumplimiento de la justicia de Dios, es pues juzgando apropiadamente el deseo divino como podemos hacer lo correcto.
Mi amigo Pablo Indriago Mendoza afirma en un párrafo de su escrito que la sabiduría nace con la persona, lo contradigo pues para mí más bien es como su título "un principio de fe y de conocimiento" ; fe en Dios y conocimiento de su mandato de amar a todos los hombres, no nace la sabiduría con los hombres Pablo, en mi trabajo en esta materia la llamo una "práctica" es decir creo que con ejercitarla nos perfeccionamos en ella y nos acercamos a Dios y a su justicia: (página 5) 3 En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y ningún tormento los afectará.
Debemos, a mí entender Pablo, suplicar como hizo el rey Salomón a Dios para que sea el mismo Dios quien nos muestre la sabiduría: (página 8) La preferí a cetros y a tronos y en su comparación tuve en nada a la riqueza. No la equiparé a la piedra más preciosa, porque todo el oro a su lado es un puñado de arena y ante ella la plata es como el barro. La quise más que a la salud y a la belleza y preferí tenerla como luz porque su claridad no anochece, con ella me vinieron a la vez todos los bienes e incalculables riquezas en sus manos. Yo disfruté de todos porque la sabiduría los trae, aunque ignoraba que fuera ella su origen.