Situando el comunismo primitivo en el registro arqueológico

July 5, 2017 | Autor: J. García | Categoría: Prehistory, Arqueología Social, Antropología Y Marxismo
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juan manuel vicent garcia* antonio gilman**

situando el comunismo primitivo en el registro arqueologico

Engels (l980b [orig. l884]:185) concluye su Origen de Ia familial, la propiedaa' privada y el estado a Ia luz de las investigaciones de Lewis H. Morgan, citando uno de los parrafos finales de Ancient Society: La disolucion de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera historica cuya imica meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administracion, la tratemidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instruccion general, inauguraran la proxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razon y la ciencia. Sera un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens, pero bajo una forma superior.‘

Morgan proporciono a Marx y Engels una confirmacion etnologica satisfactoria acerca de lo que en sus escritos mas tempranos habia sido solo especulacion dialéctica: el caracter historicamente contingente, y en consecuencia evitable, de la sociedad de clases. Siguiendo a Morgan, Engels consideraba que “la economia doméstica del comunismo primitivo (...) domina exclusivamente hasta muy entrado el estadio medio de la barbarie” (Ibid.: 124), es decir, en todas las sociedades *

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Instituto de Historia, CCHS-CSIC, Madrid, Espana. California State University, Northridge, Estados Unidos. El parrafo original de Morgan puede encontrarse en la pagina 544 de la edicion espanola (Morgan 1987). En general hemos preferido tomar las referencias de las ediciones en espanol. Cuando no ha sido posible se cita en la lengua original, incluyendo en nota a pie de pagina nuestra propia traduccion.

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ordenadas por el parentesco, sean estas de cazadores-recolectores o de productores de alimentos. Esta es la posicion adoptada por Richard Lee (1990), aunque, como él mismo reconoce, esto entra en conflicto con el hecho de que la mayoria de las sociedades organizadas por el parentesco, aun careciendo de clases hereditarias, presentan desigualdades signiticativas no necesariamente basadas en la edad, el sexo u otros atributos personales: “...For an extended period, elements of communalism coexist with elements of hierarchy” (Ibid.:242).2 De acuerdo con esto, el locus del mas puro comunismo primitivo debiera encontrarse entre los cazadores-recolectores que viven en entornos que no penniten la acumulacion de excedentes, es decir, entre las “bandas” de Elman Service (1963). Sin embargo. incluso en este caso se podrian hacer distinciones entre grupos mas o menos “comunistas”, Asi, por ejemplo, se puede distinguir entre cazadores-recolectores con sistemas de produccion de rendimiento inmediato o aplazado, siendo los primeros mas “simples” que los segundos (Woodburn 1982, cf Meillassoux 1973). Para Alain Testart (1985) la distincion clave deberia establecerse entre los grupos en los cuales los cazadores distribuyen su presa y aquellos otros en los que la entregan a otros para que sea distribuida. Testart (l9S5:73) resume su argumento central como sigue: ...Dans le mode de production fondé sur la propriété parcellaire les résultats du travail et les conditions de travail (les moyens de production) sont appropiés de facon individuelle, de facon privée. Dans le mode de production que nous avons trouvés chez les chasseurs cueilleurs, les résultats du travail sont appropiés de facon individuelle par l’individu ou le groupe d’individus qui a effectué le travail correspondant, tandis que les conditions du travail restent, pour l’essentiel, l’objet d’une appropriation commune, c’est-a-dire par la communauté dans son ensemble. Dans cette optique on peut concevoir un troisieme mode du production que serait défmi par le fait que les résultats et les conditions du travail seraient objet d’appropriation commune?

Testart encuentra casos de este “tercer modo de produccion” en algunas sociedades australianas. Este argumento es elegante, pero presenta dos dilicultades. 2

“...durante un dilatado periodo, elementos de comunalismo coexisten con elementos de jerarqu1a”.

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“En el modo de produccion fundado sobre la propiedad de la tierra los resultados y las condiciones del trabajo (los medios de produccion) son objeto de apropiacion individual, de manera privada. En el modo de produccion que encontramos entre los cazadores-recolectores, los resultados del trabajo son objeto de apropiacion individual por el individuo o por el grupo de individuos que ha efectuado el trabajo correspondiente, mientras que las condiciones de trabajo siguen siendo, en lo esencial, objeto de una apropiacion comun, es decir, por parte de la comunidad en conjtmto. Desde esta perspectiva se puede concebir un tercer modo de produccion que estaria definido por el hecho de que los resultados y las condiciones del trabajo serian objeto de una apropiacion comun”.

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Una es que sus ejemplos concretos estan basados en anécdotas sueltas recogidas de viejos relatos etnograficos,_y no en observacionesp sistematicas dirigidas a documentar las formas de distribucion de los productos de la caza y la recoleccion. La otra es que no esta del todo clara la diferencia practica entre los dos ultimos inodos de produccion en términos de quién hace qué y quién consigue que. En ultima instancia, pues, el locus etnografico de la forma mas pura del comunismo primitivo parece reducirse virtualmente a un punto evanescente. Los antropologos marxianos podrian contemplar algunos o todos los ejemplos etnograficamente documentados de cazadores-recolectores simples como representantes recientes del comunismo primitivo. No obstante, la corriente principal de la antropologia cultural ha rechazado el propio concepto, en parte por razones politicas, en parte porque la idea de un comunismo primitivo que pudiera ser situado entre algunos cazadores-recolectores recientes apoyaria la idea que los primitivos actuales no tienen una historia significativa, una implicacion de lo que Lowie (l93'/124) describio como “la ingenua ecuacion de los modemos grupos primitivos con el salvaje pristino”. Sin embargo, la principal causa de este rechazo es que la variedad de instituciones sociales y tipos de liderazgo entre giupos de cazadores-recolectores vecinos y estrechamente relacionados sugiere la mutabilidad de toda organizacion social, incluso la mas igualitaria. Asi por ejemplo, los hablantes de la lengua Inuit/lnupiaq, que se distribuyen desde el norte de Alaska hasta Groenlandia, muestran actualmente considerables diferencias en la manifestacion de desigualdades. Los grupos balleneros del norte de Alaska tienen lideres claramente identificables, llamados umialik, hombres de riqueza y estatus relativamente mayor que el resto, que capitanean los umiaks (botes balleneros), y compiten con otros por las tripulaciones mediante la distribucion de regalos y comida (Spencer 1984). Por su parte, los cazadores de focas del norte de Canada, que explotan recursos menos productivos, se amoldan mucho mejor al tipo ideal de banda: carecen de lideres fonnales, comparten sus presas, etc. (Balikci 1970). Finalmente, la cultura de Thule, ancestro comun de ambos grupos, con una proiilndidad temporal de un milenio, se caracteriza por la caza de ballenas, viviendas semisubterréneas e inventarios arqueologicos que reflejan un patron cultural esquimal tipico, aunque tecnologicamente mas especializado y economicamente mas productivo que el de cualquiera de las tribus esquimales centrales del periodo historico (McGhee 1970). En otras palabras, las variantes mas “simples” de la organizacion social Inuit documentadas en el registro etnogratico actual son mas distantes de la forma original que las mas “complejas”. Ya en el Paleolitico superior pueden encontrarse contrastes entre cazadoresrecolectores mas simples y mas complejos que ocupan, respectivamente, entomos menos o mas productivos. Las variantes mas complejas pueden ser descritas como sociedades de rango [“rank societies”], para usar los términos de Fried (1968). En

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ellas la hipotética condicion igualitaria de la humanidad primitiva esta ya modificada por la acumulacion diferencial de excedentes, la competicion por el liderazgo, etc. Es de suponer que las areas mas productivas, que pennitian semejantes acumulacién y competencia, debieron ser ocupadas antes, mientras que aquellos entomos menos productivos, que requerian un reparto mas riguroso de riesgos y la supresién de las ambiciones individuales, caracteristicas ambas de las “sociedades de bandas”, serian ocupadas mas tarde. Si esto es asi, las “sociedades de bandas” del presente etnografico deberian ser, en ténninos generales, derivadas. g,Deberiamos entonces abandonar la nocion de “comunismo primitivo” considerandola como un constructo filosoiico sin referente real en los registros etnografico y prehistorico? Podemos asumir con Richard Lee (l990:243) que the impulse not to share (to hoard) is always present beneath the surface ( ). The capacity for altruism and seyishness are both present in the human make-up.4 Incluso cuando la nivelacién es mas rigurosa, se requiere una presion social constante para que el egoismo sea suprimido. Es decir, si en algun momento existio una fase de la historia en la que el comunismo, entendido como altruismo irrestricto, fue universal, no se debio a que los seres humanos fueran buenos por naturaleza, sino a que hubo condiciones concretas que lo impusieron. La cuestion es, pues, definir cuales serian esas condiciones. Tanto ahora (en el presente etnografico) como en cualquier momento durante, al menos, los ultimos 20,000 anos, los cazadores-recolectores han poseido una sobrada capacidad tecnologica para aprovechar cualquiera de los recursos que pudieran serles utiles en los entomos que han ocupado. A partir del Paleolitico superior todos los cazadores-recolectores son representativos de un mismo estadio de desarrollo tecnologico, que en los términos propuestos por Osvalt (1973) podemos identificar como “tecnocu1tura 4”. La unica excepcion anotada por Oswalt serian los aborigenes de Tasmania, cuyo extremado aislamiento condujo a la pérdida de varios elementos tecnologicos (Henrich 2004). Dada esta amplia homogeneidad en la capacidad tecnologica, las diferencias en la organizacion social entre los grupos mas simples y mas complejos pueden explicarse por diferencias ambientales, como en los ejemplos esquimales citados antes: donde los alimentos estan disponibles en cantidades suficientemente grandes como para ser almacenados a largo plazo, como en el caso de los grupos cazadores de ballenas, es posible la aparicion de lideres a partir del control del almacenamiento y de la subsiguiente distribucion de los excedentes; por el contrario, donde algunos de los alimentos 4

“El impulso de no compartir (de atesorar) esta siempre presente inmediatamente bajo la superficie (. .). La capacidad para el altruismo y el egoismo estan simultaneamente presentes en la na-

turaleza humana”.

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esenciales se obtienen en pequenas cantidades y en intervalos impredecibles, como entre los cazadores de focas, compartir riesgos es esencial para la supervivencia, y las tendencias hacia el engrandecimiento individual son reprimidas de forma mas rigurosa. Podemos expresar esta tendencia general, ampliamente documentada por la etnologia comparada (cf Kelly 1995), de la siguiente manera: la solidaridad mutua es una funcion de la relacion entre capacidad tecnologica y productividad del medio. En el presente etnografico y en los grupos cazadores-recolectores del Paleolitico superior, la variable principal es la productividad del entomo: las sociedades de cazadores-recolectores son mas o menos igualitarias dependiendo de si las condiciones ambientales impiden o permiten el desarrollo de estrategias de almacenamiento. Sin embargo, si se comparan los cazadores-recolectores recientes (desde el presente etnografico al Paleolitico superior) con los de los periodos anteriores, entonces la variable principal deja de ser la ambiental. Los humanos ocuparon el mismo rango de entomos durante el Paleolitico medio y a lo largo de los periodos posteriores de la historia. La diferencia entre los cazadoresrecolectores del Paleolitico medio y sus sucesores recae sobre el factor tecnologico de la relacion que hemos bosquejado. Las diferencias entre el Paleolitico medio y el superior son bien conocidas y no requieren de una revision detallada aqui. Después de 35 anos de investigaciones, los contrastes propuestos por Mellars (1973) han sido ampliados y confirmados pero no modilicados esencialmente. El registro arqueologico deja claro que los cazadores-recolectores del Paleolitico superior caen dentro del rango tecnologico de los del presente etnografico, mientras que sus predecesores tenian una capacidad menor de captar y retener energia. Las gentes del Paleolitico medio explotaban un rango mas estrecho de recursos con herramientas mas simples y mantenian densidades de poblacion mas bajas. Los conjuntos tipologicos del Paleolitico superior forman agnlpamientos regionales analogos en escala y caracter a los de los modernos grupos lingiiistico/etno/culturales, mientras que los conjuntos del Paleolitico medio muestran menor diferenciacion estilistica y son ampliamente uniformes en vastas areas geogralicas. Las culturas del Paleolitico superior y los cazadores-recolectores actuales pueden exhibir un amplio rango de comportamiento simbolico, dependiendo del grado de conservacion material de sus medios de expresion, mientras que esta variabilidad es rara, o esta totalmente ausente, durante el Paleolitico medio. Estos contrastes no son absolutos, puesto que la mayor parte de los rasgos predominantes en el periodo mas reciente pueden ser encontrados con menor frecuencia en el mas antiguo, pero indican que durante el Paleolitico medio el comportamiento humano cultural (es decir, aprendido) cae fuera de los margenes de la variabilidad cultural

moderna.

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La mayor parte de los paleoantropologos de la pasada generacion han explicado los cambios entre el Paleolitico medio y el superior en términos biologicos. El final del Paleolitico medio en Eurasia occidental coincide con la sustitucion de los Neandertales por los humanos anatomicamente modernos procedentes de Africa. Segun el punto de vista mayoritario la expansion de los modernos se deberia a sus superiores aptitudes intelectuales en general (Klein 200l), y en concreto a una capacidad completamente desarrollada para el lenguaje y la sintaxis (por ejemplo, Noble y Davidson l990, Bickerton 2007), la integracion de las previas “inteligencias especializadas” (domain-specyic intelligences) (Mithen 1998), etcetera. Estos argumentos son circulares: el tamano del cerebro, es la unica evidencia fosil que se relaciona directamente con la capacidad intelectual y es el mismo para Neandertales y modernos; por lo tanto, la unica evidencia a favor de la supuesta causa, la “superioridad” moderna debida a una capacidad cognitiva mejorada, es en realidad la consecuencia, o sea, la expansion de las habilidades culturales que uno esta tratando de explicar. Lo que Colin Renfrew (1996) denomino “paradoja del comportamiento del Homo sapiens” [sapient behavioral paradox] los humanos tenian capacidades cognitivas modernas hace 200,000 anos, épor qué tardaron tanto en desarrollar el arte, la agricultura y la escritura?- no es una paradoja en modo alguno: el despliegue interrelacionado de las tecnologias y de las consecuencias sociales que luego las impulsan requiere tiempo. Las capacidades intelectuales no son mas relevantes para explicar la ausencia de herramientas complejas o arte parietal en el Paleolitico medio que para dar cuenta de la inexistencia entre los romanos de motores de combustion intema o del cinematografo. La otra interpretacion principal de la transicion del Paleolitico medio al Paleolitico superior consiste en minimizar su importancia. Segun esta interpretacion, los conjuntos del Paleolitico medio fueron creados por mujeres y hombres con cerebros de tamano modemo e incluyen de forma ocasional o incipiente casi todos los rasgos distintivos del Paleolitico superior, aunque la frecuencia de estos rasgos y su prevalencia se vayan incrementando de forma constante a lo largo de este ultimo. Por lo tanto no hay razon para suponer que las sociedades del Paleolitico medio estuvieran organizadas de Lma forma substancialmente diferente que las sociedades del Paleolitico superior o las sociedades de cazadores-recolectores menos “complejos” documentados en el presente etnogréfico. Esta era la posicion de Francois Bordes (1981:87) cuando escribio: “Il est d’ailleurs curieux que [certains] auteurs dénient aux Moustériens tout sentiment d’identité ethnique au moment ou les paléontologues rattachent l’homme du Néanderthal a l’espece humaine (...) ou démontrent que certaines industries moustériennes ont été

-si

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l’oeuvre d’Homo sapiens sapiens”.5 Esta misma posicion es mantenida en la actualidad por autores como Brian Hayden (p.e. 1993, 2012). No cabe duda de que la posicion continuista es preferible a la Rassengeschichte del discurso biologicista, pero no da una explicacion clara de las diferencias acusadas que existen entre el Paleolitico medio y superior. Pensamos que la relacion entre distribucion de riesgo y solidaridad social entre los cazadores-recolectores recientes puede iluminar aspectos criticos de la organizacion social de los del Paleolitico medic, y que estas perspectivas son utiles para la comprension del contraste general entre estos ultimos y sus sucesores. En Eurasia Occidental, donde el registro del Paleolitico Medio es mejor conocido, los cazadores-recolectores de este periodo basaban su subsistencia en la explotacion movil de animales terrestres (p.e., Stiner 1994). Dada su tecnologia relativamente rudimentaria, sus densidades de poblacion debieron haber sido mucho mas bajas que la media de 3.4 habitantes por 100km2 que Binford (2001) establecio para los cazadores-recolectores terrestres en el presente etnografico. Supongamos que las densidades demograficas durante el Paleolitico medio fueran comparables a los niveles minimos de los cazadores-recolectores recientes en el presente etnografico, por ejemplo la densidad de entre 0.5 y 1 habs./100km2 que Tindale (1974) calcula para los habitantes del Desieito Occidental de Australia. Segun esto, macrobandas de unas 400 personas ocuparian territorios de unos 100,000km2. De acuerdo con Hayden (2012:10), bajo esas circunstancias, y en Australia en concreto, “(...) interaction and movement between local bands as well as between other dialect macrobands was high in order to maintain alliances, resulting in widespread homogeneous teclmology and material culture across macrobands throughout the Western Desert”.6 Es verdad que, como nos dice Hayden, estas macrobandas australianas mantenian en algun sentido conciencia de su individualidad étnica, pero esto seria una consecuencia del caracter derivado de sus culturas. Es decir, las bandas del Desierto Occidental llegaron alli desde zonas menos inhospitas, donde seria deseable mantener el acceso exclusivo a un territorio, y donde probablemente estaban sometidos a la presion de vecinos que, sin duda, también trataban de ejercer ese derecho exclusivo en su propio beneficio. En un mundo anterior a que cualquier grupo hubiese llegado a densidades de poblacion que le pennitieran la exclusion 5

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“Es bastante curioso que ciertos autores denieguen a los Musterienses todo sentido de identidad étnica al mismo tiempo que los paleoantropologos clasifican a los Neandertales como una simple raza de la especie Homo sapiens 0 demuestran que ciertas industrias musterienses fueron producidas por el Homo sapiens sapiens”. “(...) la interaccién y el movimiento entre bandas locales y macrobandas dialectales eran altas por la necesidad de mantener alianzas, lo cual daba lugar a Lma tecnologia y una cultura material homogéneas y ampliamente distiibuidas entre todos los grupos del Desierto Occidental”.

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de los forasteros, la distincion entre propios y extranos no habria llegado a inventarse. Es mas, hubiera resultado socialmente inconcebible. Las identidades étnicas son universales en el presente etnografico. Como anota Lévi-Strauss (l969:83-84): “Un gran numero de tribus primitivas se nombran con una denominacion que, en su lenguaje, solo significa ‘los hombres’(...) En todos estos casos, solo se trata de saber hasta donde se extiende la connotacion logica de la idea de comunidad, que es, en si misma, funcion de la solidaridad efectiva del grupo”. Esto implica, por supuesto, que los seres humanos que no son miembros de la comunidad de uno, son de alguna manera menos humanos que uno mismo. Esta claro, ademas, que la distincién entre propios y extrarios fundamenta la posibilidad de redefinir la condicion de algunos “propios” cuando sea oportuno hacerlo. He aqui, por qué observamos por todas partes en el registro historico y etnografico el comunalismo en proceso de disolucion. Dada la similitud inherente de todos los seres humanos, las distinciones étnicas, por ser esencialmente arbitrarias, requieren un constante refuerzo por medio de costumbres y ritos de caracter simbolico (es decir, igualmente arbitrario). Una gran parte de estas practicas discriminantes tienen que materializarse y aparecen en el registro arqueologico bajo la forma de variaciones estilisticas. La abundancia de tales materializaciones en el Paleolitico superior y su correspondiente escasez en el Paleolitico medio es el contraste mas acusado entre ambos periodos y lo que da lugar a que a la transicion entre ellos se describa como una “explosion creativa” (Pfeiffer 1982), una “revolucion humana” (Mellars y Stringer 1989), etcetera. Quienes defienden interpretaciones continuistas de esta transicion toman las ocasionales manifestaciones simbolicas en el Paleolitico medio (e.g., Zilhao et al. 2010) como prueba de que los Neandertales eran capaces de una conducta de tipo modemo (“behaviora1 modernity”). Quienes sostienen posiciones biologicistas suponen que la escasez de tales manifestaciones en el Paleolitico medio debe atribuirse a la falta de “fluidez cognitiva” (Mithen l998:191 y ss.) u otras capacidades inherentes entre 10s humanos arcaicos. Nosotros seguimos a Leroi-Gourhan (1964): el despliegue simbolico refleja el desarrollo de la identidad étnica. Es mas parsimonioso (y menos circular) suponer que, si durante el Paleolitico medio la gente no distinguia entre ellos mismos y los demas era porque hacerlo no favorecia su propio interés. Para resumir, durante el Paleolitico medio los gmpos individuales de cazadores-recolectores debieron estar sujetos a un riesgo mas elevado de fracaso productivo que sus homdlogos recientes por lo que la densidad demografica general seria muy baja. En semejantes circunstancias, la gente no podria mantener redes cerradas de apareamiento (Wobst 1975) ni permitirse el lujo de escoger sus alianzas. La asistencia mutua seria deseable con cualquiera y con todos. La territorialidad excluyente hubiera sido insostenible. El lugar real, arqueologicamente

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constatable, del comunismo primitivo estaria, pues, en el Paleolitico medio, cuando las distinciones étnicas que socavan la igualdad humana aim no habian sido inventadas. Volviendo al principio de nuestra argumentacion, la nocion de “comunismo primitivo” como forma pristina de la sociabilidad humana, desempeia un papel primordial en la empresa intelectual de Marx y Engels: si la solidaridad y la cooperacion sin restricciones son rasgos de la forma natural de las relaciones entre los seres humanos, entonces la desigualdad y la explotacién en todas sus formas son historicamente contingentes. Por lo tanto, la posibilidad de una futura sociedad sin clases, basada en esos mismos principios, esta dada en las propias raices de la historia humana. Sin embargo, los fundadores del Materialismo Dialéctico no pudieron aproximarse al conocimiento de esa forma originaria, y la concepcion original de Marx quedo oscurecida por la contradictoria vision de las sociedades etnograficas mas primitivas conocidas en su tiempo, en las que la igualdad entre los individuos tenia como condicion la expropiacion y la alienacion de su libertad por una comunidad opresiva. Las dudas de Marx sobre el verdadero caracter de esta comunidad primitiva quedan claramente expresadas en sus titubeos al tratar de responder a las preguntas de los populistas rusos sobre la potencialidad revolucionaria de la comuna rural tradicional rusa, de los que son testimonio los borradores de la carta a Vera Zasulich (Marx y Zasulich 1990 [orig. l88l]).7 Podemos tratar de imaginar como Marx hubiera integrado los resultados obtenidos por la ciencia prehistorica moderna en su vision dialéctica de la historia. Si nuestra argumentacion es correcta, estos resultados muestran que la “comunidad” construida sobre la identidad etno-cultural constituye en si misma una realidad histéricamente generada, la negacion del auténtico comunismo primitivo, que contiene en su propia naturaleza la posibilidad de la sociedad de clases. Esta ultima seria, entonces, la negacion de la negacion del comunismo primitivo.

Agradecimientos Una version preliminar de este trabajo fue presentada al III Congreso de Arqueologia Social Ameroibérica, celebrado en la ciudad de México entre los dias 23 y

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La opinion de Engels sobre esta misma cuestion era mas tajante que la de Marx y, en cierto modo, contradictoria con ella. En su respuesta a Tkachov opina que la idea populista de basar la revolucion socialista en el comunalisrno agrario tradicional viene a ser como tratar de conseguir el restablecimiento del salvajismo: “Entre los salvajes y semisalvajes tampoco suele haber diferencias de clase, y por ese estado han pasado todos los pueblos. Pero ni tan siquiera puede ocurrirsenos restablecerlo (...)” (Engels l980a [orig. 1875/1894]:225).

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25 de mayo de 2011. Queremos reconocer la ayuda de Pedro Diaz-del-Rio y Ma. Isabel Martinez Navarrete en la preparacion del texto detinitivo.

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