SITUACIÓN ACTUAL DEL DESARROLLO Y SUS POLÍTICAS

SITUACIÓN ACTUAL DEL DESARROLLO Y SUS POLÍTICAS Luis Arce-Plevnik Resumen: El devenir de las políticas actuales de cooperación al desarrollo en el futuro cercano; los intereses geopolíticos y geoestratégicos de los grandes aportantes de la ayuda al desarrollo en virtud del caos de la situación mundial hoy y de los índices de pobreza extrema. Una crítica a las ideas que comúnmente se tienen de la ayuda al desarrollo. Palabras clave: Desarrollo, ayuda, cooperación, subdesarrollo, colonización, economía mundial.

Una cooperación que no es cooperación. El desarrollo hacia atrás. Cuántos años de ayuda al desarrollo y de cooperación. Y cuántas cifras de pobreza y desigualdad. La desigualdad se perpetúa, porque la cooperación se trata de eso, de “ayudar” y de “cooperar”. Ser solidarios con los países subdesarrollados. Sin embargo la práctica muestra que esa solidaridad no es en realidad una solidaridad sino más bien un interés económico, político y estratégico. La cooperación internacional al “desarrollo” muy a pesar de lo que diga la academia o las oficinas gubernamentales de ayuda, es en realidad una estrategia muy eficaz de control económico y político en la que los dos grandes factores, a saber, ricos y pobres, se ven separados por una infranqueable línea de diferencia. Tras décadas de ayuda, de programas de cooperación y de subvenciones, ninguno de los países receptores se ha hecho rico ni ha reducido la pobreza. Con cláusulas restrictivas de cumplimiento, los países desarrollados diseñan sus lineamientos de ayuda al desarrollo con la finalidad de condicionar a los receptores y hacerles rendir en lo que mejor convenga. Es necesario analizar la ayuda al desarrollo desde una perspectiva pragmática y netamente económica. La ayuda al desarrollo viene acompañada de otras políticas de solidaridad y de impacto en los países receptores, como bien podrían ser las políticas de ayuda contra el terrorismo y el crimen organizado o contra el tráfico de narcóticos. Estos condicionamientos se dan cuando los países desarrollados se ven afectados por estos flagelos mencionados, cuyo foco se centra en los países subdesarrollados. El condicionamiento más decisivo y más importante es sin duda el condicionamiento político, que es conocido en los círculos de ayuda al desarrollo como “gobernanza”. Y a esto se le añade también por ejemplo, las “cláusulas de cumplimiento de derechos humanos” a las que están sometidos los sendos tratados de libre comercio que se firman con los estos terceros países. No se pueden ocultar las cifras de ayuda al desarrollo que en las últimas décadas han sido tremendamente cuantiosas, de las que la UE ostenta la mayor proveniencia, pero tampoco podemos negar que la solidaridad es simplemente un eufemismo debido a la orientación política y económica que se le imprime a estas ayudas. Y es que ayuda al desarrollo sin condiciones simplemente no existe. Es normal porque básicamente son acuerdos de tipo económico, mucho más lentos eso sí, pero no dejan de ser acuerdos meramente económicos. Ayuda al desarrollo a la industria en estos terceros países, pero para beneficio de los pocos que reciben la subvención y que subsecuentemente terminan produciendo y generando para el mercado del país cooperante. El incremento del PIB que se da en ese momento del tiempo, es compartido entre el país cooperante y el país receptor, pero no significa de ninguna manera reducción en pobreza ni reducción en desigualdad. El análisis de estas

consideraciones no constituye una crítica, sino la exposición de la realidad tal cual es. Habría que considerar la ayuda al desarrollo como un instrumento de perpetuación del colonialismo, sólo que con rasgos más modernos. Y es que el colonialismo en sí tampoco fue malo; no se pueden obviar los intereses mutuos de parte y parte. Hay que indagar y buscar en otras latitudes lo que es difícil mantener o producir en las nuestras. Son procesos económicos y contextos políticos que seguirán reproduciéndose y extendiéndose. No se pueden eliminar las fronteras porque existen diferencias entre países y grupos humanos. No se pueden eliminar estos procesos de cooperación porque siempre habrá ricos y pobres. Son fenómenos a los que no se les puede detener, sino más bien estudiar y optimizar.

Cómo optimizar la cooperación: La Estrategia Entiéndase al desarrollo como la variable a ser hallada. Tenemos de un lado los factores ayuda y cooperación. Ambos factores están condicionados por intereses estratégicos, políticos y económicos. Por ende cada uno de estos factores: Ayuda y cooperación, son directamente proporcionales al interés estratégico, político y económico cualquiera que sea. Los objetivos y las misiones y visiones a largo plazo de cada plan son exclusivamente responsabilidad de los gobiernos encargados de brindar la ayuda a los terceros países. Para los especialistas en “cooperación internacional para el desarrollo”, debe ser objeto de estudio la optimización de la ecuación que tiende a dar como resultado el desarrollo. Y ese desarrollo como está condicionado por los factores anteriormente mencionados, será para bien o para mal, acorde a como los gobiernos hagan el balance a la ecuación y de acuerdo al lineamiento político-económico de las oficinas gubernamentales de cooperación. Sería válido mencionar que las políticas de concesión de ayudas deberían ser objeto de una categorización de prioridades económicas las cuales vienen dadas por supuesto, acorde a la finalidad del proyecto de cooperación para un resultado efectivo. Como las ayudas al desarrollo vienen trazadas ideológicamente acorde a un planteamiento neoliberal, entonces es aquí donde la efectividad del proyecto debe cobrar mayor importancia. Ayudas a reestablecer gobiernos, gobernanza como eufemismo de controles políticos eficaces, la reestructuración de los sectores económicos del país receptor, ayuda a la infraestructura con miras a la privatización de las empresas prestadoras de servicios en los terceros países y de esta manera contribuir al crecimiento económico mutuo puesto que al privatizar el país cooperante puede enviar a sus empresas filiales (en detrimento de las condiciones de vida de la población del país receptor, pero dicho detrimento es válido en la ayuda al desarrollo. Lo que cuenta es el mayor beneficio del estado cooperante y de las ONG que intervienen en la licitación de los programas o en el propio gobierno del país receptor, por supuesto).Los expertos en desarrollo deberían también, por consabida imposición ideológica, efectuar un mayor control en la concesión de las ayudas puesto que no siempre el estado más necesitado es el que más necesita. La filantropía no se conoce con el desarrollo y mucho menos con la ayuda al desarrollo. Lo que compete al desarrollo es el crecimiento económico. Lo demás puede quedar en manos de la ayuda humanitaria.