Sin verdadera Justicia y Reparación no existirá verdadera Paz en Colombia.

Sin verdadera Justicia y Reparación no existirá verdadera Paz en Colombia. Lo que estamos presenciando los Colombianos como simples espectadores durante todos estos meses de diálogos y amañes geopolíticos con Venezuela, Cuba y Ecuador se trata simplemente de un montaje diseñado para entregarle territorios a las FARC cómo partido político, presupuesto nacional, curules, burocracia, contratos y poder. Se han repartido nuestro país en Cuba sin el conocimiento ni el consentimiento de los ciudadanos colombianos. Pagarán por todos sus atroces e innumerables delitos con penas simbólicas en trabajos sociales y servicios a la comunidad tales como adecuar parques, pintar murales en colegios, sembrar árboles, desminar, erradicar sus propios cultivos de coca y amapola, etc. ¿Reparación a las Victimas? Penas ridículas entre 5 y 8 años en sitios vacacionales pagados con nuestros impuestos, en “condiciones especiales”, o sea no pagarán penas en la Cárcel como los delincuentes que son y han sido. Aquí no hay Justicia, no hay Reparación. Y Ojo: no se está hablando de Entrega de Armas, se habla tan solo de la Dejación de las Armas...un partido político Armado. ¿Quién vigila el proceso de paz? ¿Quién verifica esos acuerdos desconocidos para el grueso de la población? ¿Quién controlara si todo el aparato del estado esta orquestado para cumplir la agenda presidencial pro-FARC? Y lo más desalentador es que aquel que se atreva a opinar en contra de esta farsa, es catalogado inmediatamente como Uribista o pro-guerrerista. A ese estado lamentable de polarización y división de todo el país nos ha llevado la estrategia presidencial: los malos y los buenos. Opino y protesto como un ciudadano más revestido de todos los derechos y deberes que la Constitución aun me permite y de la misma manera quiero lo mejor para mi país Colombia, para no volver a repetir las historias de dolor y sangre que hemos vivido por décadas. Pero exijo una Justicia real y un procedimiento claro, honesto, acompañado por verdaderos y expertos garantes internacionales, no títeres. Mientras tanto seguimos hipnotizados, aislados de la realidad, vendiendo el voto por un tamal, por contratos o un futuro empleo, eligiendo por las mismas mediocres opciones políticas que nos tienen en el actual estado. NO MÁS manipulación ni polarización de la sociedad Colombiana. NO MÁS corrupción ni el abandono en la gestión pública de otros problemas vitales para el país. Hay que ejercer nuestro poder civil como ciudadanos y no seguir actuando como borregos.