Si el hombre da la cabeza, la mujer da el corazón: La participación femenina en la Unión Nacional Sinarquista

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Descripción

II COLOQUIO INTERNACIONAL RED DE ENLANCES ACADÉMICOS DE GÉNERO RCO DE LA
ANUIES Y VIII COLOQUIO NACIONAL DE LA RED DE ESTUDIOS DE GÉNERO DEL
PACÍFICO



LAS MUJERES MEXICANAS Y SUS REVOLUCIONES A LO LARGO DE DOS SIGLOS 1810-2010




"SI EL HOMBRE DA LA CABEZA, LA MUJER DA EL CORAZÓN: LA PARTICIPACIÓN
FEMENINA EN LA UNIÓN NACIONAL SINARQUISTA"



A participar en la Mesa 2:

Mujeres de armas tomar. Mujeres en las luchas armadas: insurgentes,
revolucionarias, guerrilleras, etc.



Ponencia presentada por:



Ma. Concepción Márquez Sandoval




RESÚMEN


Este trabajo parte de la idea que la participación femenina en los
movimientos político-históricos de la Historia Universal ha sido
fundamental y en el caso de los denominados de "derecha" en México ha sido
particularmente activa. En esta ponencia abordaré de manera general la
participación de la mujer en la Unión Nacional Sinarquista, UNS, desde
diferentes ámbitos cubriendo los años de 1937 a 1941.

Comenzaré con una breve descripción del surgimiento del Sinarquismo
refiriendo sus preceptos fundamentales. Desde ahí se abordarán los diversos
frentes en los que existió la participación femenina, que probó ser
fundamental para el desarrollo de éste. Así mismo se proporcionarán algunos
ejemplos de mujeres destacadas, de su vida, hechos y del impacto que
tuvieron para los demás miembros.

Posteriormente abordaré el concepto que de la mujer tenían los sinarquistas
utilizando para ello ejemplares de la revista "Mujer" publicada por la
misma organización, canciones y corridos dedicados a las mujeres incluidas
en cancioneros vigentes entre los sinarquistas de la actualidad así como la
autobiografía de uno de sus más destacados dirigentes, Salvador Abascal y
la Historia gráfica de la UNS.

Concluiremos con apreciaciones generales del lugar tan especial que se le
ha dado a la mujer en este movimiento pues tal como lo dice una frase de la
canción "Las mujeres Sinarquistas": Si el hombre da la cabeza, la mujer da
el corazón…

Guanajuato, Gto a 28 de Mayo del 2010
1ª PARTE: EL SINARQUISMO

La Unión Nacional Sinarquista -UNS- se creó el 23 de mayo de 1937 en León
Guanajuato. Sus miembros fundadores provenían de grupos católicos
organizados que ya habían emprendido, años antes, la planificación de
acciones en contra del régimen de gobierno. Al poco tiempo éste movimiento
demostró que era mucho más que una conspiración local o regional pues en
ella se reunían los ideales de lucha de organizaciones católicas
previamente creadas como las Legiones y la Base que la dotaban de una larga
trayectoria de lucha católica en contra del gobierno mexicano.


Sus antecedentes directos son las Legiones y la Base, aunque organizaciones
como la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa (La Liga)
creada en 1925 y la Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) entre
otras que se oponían principalmente a los artículos, 3º, 5º, 27º y 130º de
la Constitución de 1917, que eran considerados como un atentado en contra
de la ideología católica y la acción de la Iglesia en la sociedad mexicana,
sentaron innegablemente los principios retomados por el Sinarquismo[1].

Cuando las medidas fueron cada vez más estrictas y la resistencia de los
católicos para aceptar dichas condiciones más feroz, se generaron una serie
de protestas que al ser reprimidas de manera violenta, dieron paso en 1926
al enfrentamiento armado conocido como la Guerra Cristera (1926-1929)
antecedente directo de la UNS.

La revuelta se extendió por los estados del Centro y Occidente del país y
después de tres años de lucha, en 1929, finalizó oficialmente con la firma
de los acuerdos entre la alta jerarquía eclesiástica y el gobierno federal
encabezado por Emilio Portes Gil.

Los tratados de 1929 ocasionaron un clima de coexistencia basado en un
distanciamiento conocido como modus vivendi, es decir la "forma de vida"
que la Iglesia asumía frente a las medidas restrictivas establecidas por el
Estado. En éstas medidas la jerarquía arreglista y el gobierno obligaron a
los combatientes a deponer las armas, a pesar de que muchos de ellos no
estaban de acuerdo.

Entre muchos cristeros reinaba un sentimiento de haber sido traicionados,
ya que en las condiciones pactadas no se derogaron los artículos
constitucionales en disputa. Algunos cristeros no aceptaron los acuerdos y
siguieron combatiendo en forma de guerrillas conformadas por pequeños
ejércitos en algunas de las regiones de mayor influencia cristera durante
la guerra tales como: los Altos de Jalisco, la Sierra Gorda de Guanajuato,
zonas de Querétaro y Michoacán.

Dentro del grupo de católicos inconformes, y a menos de dos años de haber
sido firmados los arreglos, se organizaron en Guadalajara las Legiones 1931
cuyo objetivo principal fue agrupar a los católicos que no aceptaron
renunciar a su oposición a los artículos en disputa buscando hacer frente
al clima de intolerancia antirreligiosa que el gobierno mexicano se
empeñaba en mantener.

Sus preceptos y forma de agruparse sentaron las bases para las diversas
organizaciones que los grupos católicos formarían posteriormente tales como
la Base y la Unión Nacional Sinarquista. Al poco tiempo ésta organización
fue obligada a modificar sus métodos de acción pues se consideraba que eran
inadecuados para esos momentos, en los que, al menos de manera oficial,
acababa de concluir el levantamiento armado cristero.

Las Legiones se reunificaron en una nueva organización llamada la Base
dirigida por el jesuita Eduardo Iglesias quien buscó sustituir el carácter
bélico por una forma de lucha social, sin el uso de las armas.

La lucha no podía terminar pues los gobiernos de Pascual Ortiz Rubio y
Abelardo L. Rodríguez, que siguieron a los acuerdos de 1929, establecieron
condiciones que hacían necesaria la lucha de acuerdo a los católicos y
cuando el general Lázaro Cárdenas asumió la presidencia el 1º de Diciembre
de 1934 se sabía que el clima de intolerancia continuaría.



A finales de 1934 las Legiones y la Base que eran la principal arma de los
católicos organizados para la defensa en contra de los artículos 3º, 5º,
27º y 130º y a las medidas emprendidas por el presidente Lázaro Cárdenas
particularmente la reforma del artículo 3º referente a la educación
impartida por el gobierno que fue llamada Educación socialista.



Al crecer el descontento se abrió la posibilidad de que cada vez más
católicos demostraran su desacuerdo al agruparse en organizaciones
católicas conformadas en zonas del país en donde el sentimiento de lucha
por la defensa de la religión era compartido por la mayoría de la
población.

De acuerdo a Salvador Abascal, jefe nacional de la UNS 1940 a 1941, el
Sinarquismo fue concebido por los miembros de las Legiones quienes
propusieron la creación un organismo que tiempo después se denominaría
Unión Nacional Sinarquista. Según él, esta propuesta encontró eco entre los
miembros de las Legiones que ya comenzaban a desesperarse y a desertar por
la falta de acciones concretas[2].


A partir de esta fecha y durante más de una década, el Sinarquismo se
convertiría en la organización católica más importante que hizo frente a
los gobiernos de Lázaro Cárdenas (1934-40) y Manuel Ávila Camacho (1940-
46).

Durante sus años de mayor militancia, 1939 a 1943 el Sinarquismo llegó a
contar con más de cien mil miembros con lo que se captó la atención de las
autoridades quienes a todos los niveles: municipal, estatal, y federal, y
desde distintos frentes, buscaron la manera de frenar la popularidad del
Sinarquismo, ya fuera impidiendo marchas y mítines, reprimiéndolos de
manera violenta o bien a través de una campaña de desprestigio emprendida
en los diferentes medios de comunicación, en foros, discursos o con la
prensa[3].

Su momento de mayor popularidad coincidió con la jefatura de Salvador
Abascal "en este período el Sinarquismo tuvo más de medio millón de
miembros en un país cuya población no alcanzaba los 20 millones de
habitantes"[4]. Lo que lo llevó a ser el frente de oposición de origen
católico más importante en esos tiempos, cuyo poder de convocatoria estaba
por encima de diferentes organizaciones tanto sociales o políticas como el
Partido Acción Nacional, de reciente fundación en esos años.


El tiempo que abarca la jefatura de Salvador Abascal -Agosto de 1940 a
diciembre de 1941- y las características que éste líder supo imprimirle al
movimiento son constantemente mencionados en las obras acerca del
Sinarquismo. "Salvador Abascal dio al movimiento un entusiasmo y una
vitalidad que lo impulsó hasta convertirlo en fuerza política de
importancia nacional. Su espíritu militante dio al sinarquismo un nuevo
giro; bajo su férula las actividades fueron febriles, intensas y
audaces".[5]

Correspondería a un estudio más detallado el establecer si es posible, las
razones exactas del porqué bajo el mando de Abascal el sinarquismo fue tan
popular, si fue debido al empuje que Salvador supo darle o bien por la
situación que ante las medidas emprendidas por el régimen de Lázaro
Cárdenas la reacción católica estaba viviendo, o finalmente un combinación
de éstos y otros elementos.

Es durante la jefatura de Abascal, que la UNS convoca cada vez a más
miembros mientras que sus marchas y demostraciones públicas de organización
y poder emergen como una amenazante realidad política de la Acción Católica
que retoma los frentes de lucha de organizaciones previas representando una
nueva y reorganizada manera de ejercer presión y manifestar la
inconformidad en contra de un nuevo enemigo: el gobierno de Lázaro
Cárdenas.

En su autobiografía Abascal resume los males que aquejaban a México,
bandera de lucha del sinarquismo: "Cárdenas en el poder, escuelas
marxistas, suicida destrucción de la propiedad agrícola, el rojinegro odio
de clases en contra de la industria y el comercio, y, un traidor
endeudamiento con la Banca judía, entre otras causas mencionadas"[6].

Los frentes de lucha para la difusión de los ideales y preceptos
sinarquistas fueron múltiples y abarcaron prácticamente a todos, desde las
marchas, mítines y movilizaciones, la publicación de revistas, boletines,
comunicados y volantes que eran repartidos en diferentes partes de México,
incluyendo la capital de país, hasta la utilización de la música como medio
de adoctrinamiento.

Esta vez no se trataba de pelear con las armas, el momento demandaba una
lucha política basada en el pleno convencimiento y lealtad convocada en los
discursos que Abascal y diversos militantes realizaban en los pueblos y
ciudades visitadas. Sus consignas se oían por muchos rincones
principalmente en el centro del país donde su influencia y
representatividad era mayor.

Sin lugar a dudas fue en esta región; Guanajuato, Jalisco, Querétaro y
Michoacán, en la que el Sinarquismo tuvo mayor impacto, quizás debido a que
su cultura, costumbres y el gran arraigo de sus tradiciones hispánicas y
católicas hicieron que gran parte de la población se identificara con sus
preceptos.

Es lo que se llamó "la Batalla del espíritu[7]" entendida entre otras cosas
como la lucha por conservar la fe católica de la población y las
tradiciones heredadas del catolicismo, así como poner en práctica los
preceptos manifestados en las diversas encíclicas papales.

Sin embargo, pronto los conflictos comenzarían a surgir, ya que desde la
cúpula sinarquista se hacían más evidentes cada vez las diversidades de
opinión en cuanto al rumbo que debería de seguir la UNS. Desde su fundación
se hicieron patentes las diferencias en cuanto al estilo y los medios para
difundir los ideales sinarquistas, y a medida de que el tiempo avanzaba y
mientras algunos frentes de lucha se ampliaban y otros se restringían, las
divergencias se acentuaban.



Los primeros años enmarcados en un espíritu de rebeldía, esos días de
discursos alegóricos en donde se exaltaban las virtudes cristianas, y se
llevaban a cabo las marchas ordenadas, calificadas de "fascistas" por sus
detractores dieron paso a un cambio que dividió a la organización.

Cuando Salvador Abascal fue relevado de la jefatura sinarquista a finales
de 1941 por Manuel Torres Bueno, los diferentes estilos en la dirección y
el rumbo que debía de tener el Sinarquismo originaron una crisis interna
que sin lugar a duda debilitó a la organización e hizo evidente la
necesidad de redefinir el rumbo. Causas internas y externas afectaron en el
desarrollo que ésta organización había tenido y el número de militantes
comenzó a decrecer. Ya durante el periodo de Manuel Ávila Camacho se
planteaban nuevos frentes de lucha mientras que otros más desaparecían. En
1944 Abascal sale del movimiento y se hace evidente una crisis interna,
pues un grupo busca arreglos con el gobierno, otros sienten simpatía por el
partido Acción Nacional y finalmente otros desean continuar como grupo de
presión.

Esto hizo evidente las dos tendencias antagónicas: el Sinarquismo como
organización de lucha social o como partido político. Este ideal se
cristalizó el 23 de Marzo de 1946 al fundarse el partido político Fuerza
Popular.

A pesar de haber contendido de manera regional en las elecciones de 1949,
al poco tiempo le fue cancelado el registro tras un incidente considerado
grave por el secretario de gobernación Adolfo Ruiz Cortines.

Al iniciar la década de los 50, el Sinarquismo estaba en franca decadencia
y a pesar de otros intentos por contender electoralmente y retomar la
importancia que tuvo en otros años esto no fue posible hasta que el 23 de
Mayo de 1971 se crea el Partido Demócrata Mexicano, mismo que en Agosto de
1979 obtiene su registro definitivo. Sin embargo no todos los sinarquistas
participan en la formación del PDM y muchos de los miembros del PDM no
militan en el Sinarquismo.

Tiempo después comenzaría a decaer su influencia al disminuir el número de
militantes y a pesar de que la UNS aún subsiste hasta nuestros días su
impacto en la sociedad no ha alcanzado el que tuvo a finales de los años 30
y durante la década de 1940.

Actualmente el Sinarquismo subsiste como una organización que "se encamina
más a la actividad social, sin desvincularse del Sinarquismo tradicional,
que conocemos como histórico, y del sinarquismo político. […] Las
actividades actuales tienen que ver con la educación y con la conformación
de ciudadanos libres y comprometidos […] nuestra meta es la promoción de la
economía comunitaria y el trabajo cooperativo como alternativa a la equidad
e injusticia del actual sistema económico.

Aspiramos al amor y a la fraternidad entre las personas en lugar de la
competencia y el egoísmo"[8].
2ª Parte: LA MUJER SINARQUISTA

El Sinarquismo fue un movimiento cuyos miembros, mexicanos
profundamente católicos, engrosaron sus filas al poco tiempo de haber sido
creado. Esto obedeció, entre otras cosas, a una efectiva campaña
proselitista cuyo uso del lenguaje, al alcance de la mayoría de la
población, pudo llegar hasta el corazón y la mente de sus afiliados
convocando a que día con día más personas que compartían los mismos
intereses y preocupaciones se unieran.

Entre quienes se sumaron a las filas sinarquismo estuvo un gran número de
mujeres presentes en el movimiento desde sus inicios. La participación
femenina estaba contemplada desde diversos puntos, principalmente desde el
de la organización de las reuniones, la compra de víveres para los
recorridos sinarquistas y desde luego la propagación de los ideales por
diferentes frentes y acciones de la UNS. En ellos la educación jugó un
papel determinante. La mujer fue motivada a educarse y a educar a sus hijos
y de paso a la acción educativa en sus comunidades.

Para Pablo Serrano Álvarez "La mujer representó un blanco fácil del
reclutamiento sinarquista. […] Agente de propagación, recluta incansable,
organizadora social, la mujer era vista como un factor principal de la
militancia y acción del movimiento. Dando auxilio en los mítines y en los
desfiles, organizando eventos, auxiliando en las labores de la UNS,
etcétera, la mujer encontró un amplio campo de actividad en el sinarquismo
y se constituyó en elemento importante de la militancia"[9].

Para Ofelia Ramírez, una de las más destacadas dirigentes de la Secretaría
de Acción Femenina y que estuvo a cargo de ésta por más de una década "Ante
todo era la asistencia, y animar al esposo o a los hijos y a todos a que
aunque hubiera peligro no los desanimaran, esa era la principal meta de
la mujer, no desanimar al hombre a la lucha aunque fuera aunque hubiera
peligro, sino sabiendo lo noble de la causa, el ideal que se perseguía que
era el bien de la patria"[10].

La atención que para los dirigentes de la UNS mereció la mujer lo vemos en
"Las Normas de Conducta para la Mujer Sinarquista" documento que apareció
en los primeros años de su fundación. En éste se fijan 10 normas:

1.- Sobre el cariño al padre, al esposo, al hijo y al hermano, pon el amor
a México. Encima de la Patria solo hay un amor superior: Dios.

2.- No son para ti los puestos de combate; pero a ti te toca empujar y
decidir al hombre a la lucha, aunque veas en ella peligro.

3.- Que el hombre que tú escojas sea el mejor. Se su cabal complemento,
ayudándolo en la dura tarea por México.

4.- Tú, que puedes hacerlo, cultiva en el corazón del hombre y del niño un
grande amor a la Patria.

5.- No traiciones tu hermoso destino de mujer dándote a tareas varoniles.

6.- Toma en cuenta que Sinarquismo es hermandad. Lleva a todos los que
sufren y estén necesitados de ayuda, el auxilio que tu puedas prestarles.

7.- Entrégate abnegadamente a una tarea.

8.- Acepta con alegría los trabajos que te impongan y ejecútalos con gusto
y buen ánimo.

9.- No descanses hasta que todos los tuyos participen en la acción
sinarquista; no protejas cobardías ni consientas perezas.

10.- Ruega a Dios por los que luchamos y piensa en una Patria nueva y
libre.

Otra fuente para conocer la participación femenina en la UNS además de éste
decálogo es conocer el esquema organizativo dela organización. Éste incluía
como órgano rector el Comité Nacional, inmediatamente a éste se encontraba
el Comité Regional y posteriormente el Municipal. Cada uno integrados en:
Jefe, Secretario de Acuerdos, Secretario de Finanzas, Secretario de
Finanzas, Secretario de Propaganda, Secretario de Organización y
Estadística, Secretario de Acción Juvenil y Secretaria de Acción Femenina.

Las atribuciones de ésta última son resumidas así: "A) Concurrir
semanariamente a las juntas privadas del Comité Municipal para rendir
informe de sus actividades, B) Colaborar personalmente, y con su grupo al
cumplimiento de las órdenes que se reciban de los comités superiores. C)
Exponer sus puntos de vista acerca de la mejor forma de organizar las
actividades de los grupos femeninos que dirige, teniendo en cuenta que es
ella quien es ella quien mejor conoce la disposición y capacidad de las
personas de su sexo. D) Dentro de la Sección Femenina, tendrá todas las
obligaciones que se señalan para el jefe del Comité, debiendo estar
auxiliada por igual número de secretarias que el jefe municipal, las cuales
tienen iguales obligaciones que las que se indicaron para cada miembro del
Comité masculino. Además, la organización femenina tendrá también sus jefas
de zona, de sector y de manzana, nombradas en la forma ya indicada[11].

En otro documento podemos conocer la ordenada y planeada conformación de
la UNS. En éste se menciona que "para fines de proselitismo, manejo y
control eficaces de los militantes de la UNS, los centros de población
cuentan con una división territorial cuya fracción mínima es el Sector,
centro de actividades ordinarias como formación y organización, ejercicios
de disciplina y de movilización, transmisión de órdenes, distribución de
publicaciones y propaganda escrita, recolección de cuotas y celebración de
juntas ordinarias entre otras actividades"[12].

El documento aborda además el papel de cada una de las secretarías como la
de Organización, de Acuerdos, de Finanzas, le de Juventudes cuya misión es
"la de conquistar a la juventud de México y organizarla dentro de las filas
del Movimiento Nacional, para impartirle una formación cristiana y
patriótica, preparando así a los jóvenes para ser los mejores soldados de
Cristo, de México y del Sinarquismo". La de Propaganda, Economía,
Colonización, Educación, que atendía a "la formación intelectual y moral de
los sinarquistas, a robustecer el carácter de los mismos, a combatir el
analfabetismo e impulsar la cultura en todas sus manifestaciones". Además
de éstas secretarías se encontraba la Secretaría de Acción Femenina".
Ofelia Ramírez, describe la manera en la que surgió:

"en principio no se le había concedido a la mujer una actividad más
concreta por el riesgo físico que había de peligro, entonces [estaba
dedicada] únicamente a hacer banderas, a ayudar socialmente, a atender a
los presos, donde no hubiera riesgo para ella, pero la mujer sintiéndose
responsable del momento de México, quería ayudar pero ayudar más
positivamente más en acción... hubo mujeres muy decididas a ayudar al
Sinarquismo en una forma mucho más activa aún con riesgos. El Comité
Nacional yo creo que vio esto, yo creo que no fue decisión únicamente del
Jefe Nacional en turno sino que fue del Comité Nacional. Había necesidad
de encausar en una actividad concreta a dos sectores: al juvenil y a la
sección femenina […][13].

Con su creación se reconoció de manera oficial la destacada participación
de la mujer desde los inicios de esta organización pues "ya en los
testimonios gráficos de 1938, es decir, un año después de la fundación de
la UNS, observamos una participación abierta de la mujer en el movimiento
sinarquista. Desde un principio, la mujer destacó como oradora, sobre todo
en las ciudades, animando e invitando al movimiento. [En la educación] el
papel de la mujer sinarquista fue fundamental […] fue el vínculo elegido
[por los miembros de la UNS] para transmitir tanto la educación cívica
como la formación religiosa [a los niños]. […] la mujer siempre estaba al
frente de las manifestaciones públicas, o en las actividades de honores a
la bandera."[14].

Otro de los elementos que nos permiten conocer el funcionamiento de la UNS
y de la participación femenina en éste son los desfiles. "[...] los
sinarquistas locales [de León, Guanajuato] los organizaban en tres grandes
columnas que simultáneamente marchaban en la plaza central desde puntos
separados de la ciudad. [...] las procesiones reflejaban la sociedad
idealizada sinarquista. Dividían los hombres de las mujeres en columnas
distintas durante las marchas. Las columnas de los hombres siempre eran las
primeras [...] el orden social cristiano era representado. Los grupos
campesinos marchaban detrás de los grupos de obreros[15].

Además los diferentes contingentes marchaban en direcciones previamente
establecidas partiendo de diferentes lugares hasta unirse con las demás
columnas, entre las que había también una de mujeres. Eran un despliegue de
orden y unión, posibles solo en una organización cuyos miembros estaban
plenamente convencidos de su pertenencia y de su disciplina. Las marchas y
mítines debían de ejemplificar la disciplina, el buen comportamiento la
unión y el orden de los sinarquistas y se pretendía destacar la diferencia
entre los desfiles sinarquistas y los de otras organizaciones simpatizantes
del gobierno pues en éstas últimas los participantes fumaban, comían, no
marchaban ordenadamente de manera militarizada y dejaban las calles llenas
de basura.

Irónicamente, esta manera de conducirse, es decir el orden en los desfiles
y mítines sinarquistas así como su organización interna, constituyó uno de
los mayores elementos utilizados por sus detractores para caracterizar al
movimiento sinarquista como un movimiento fascista.

Salvador Abascal (1919-2000), uno de los jefes sinarquistas más polémicos y
cuya jefatura transcurrió entre los años 1940 al 41años de gran militancia,
consiente de la participación femenina la incluyó de una peculiar manera en
sus Instrucciones para movilizaciones: "XXIII: Las mujeres no deben formar
parte de la columna, ni gritar, ni alaraquear. Que se porten también como
soldados. Ni flores, ni serpentinas. . […] La misión de nuestras
sinarquistas: repartición de propaganda y auxilio a los heridos. Bien
distribuidas pueden ir de una en una, a uno y otro lado". […] XXVII "Pocos
discursos: tres o cuatro nada más. […] Que no hablen las mujeres en esas
ocasiones que deben ser modelo de severidad"[16].

Así pues se dio la participación femenina en diferentes rubros, en un
principio como apoyo a las labores encomendadas por la dirigencia nacional
y posteriormente en labores específicas como la Secretaría de Acción
Femenina en los rubros de educación, de propaganda de apoyo médico y de
organización en los desfiles y reuniones, y también como abanderadas en las
marchas sinarquistas.

Y es precisamente en su participación como abanderadas que encontramos uno
de los ejemplos más destacados sobre el papel de la mujer y que ocupa un
lugar muy especial en la historia de la UNS: el caso épico-trágico de
Teresita Bustos asesinada a la edad de 18 años, junto con otras personas,
en la ciudad de Celaya el 11 de julio de 1939.

Su asesinato y el de cuatro personas más que fallecieron junto con ella se
debió a su participación en un cortejo fúnebre realizado por miembros de la
UNS que llevaban al cementerio de esa ciudad los cuerpos de 6 campesinos
sinarquistas asesinados por un grupo armado que se hacía llamar las
"Reservas Agraristas" un día antes en el ejido de Juan Martín,
perteneciente al municipio de Celaya, Guanajuato.

Antes de llegar a su destino, el panteón de la ciudad, la marcha fue
interceptada por representantes del gobierno de Celaya quienes pretendían
detener el cortejo fúnebre y que se entregaran los cuerpos así como las
banderas y estandartes utilizados por los participantes. Al frente de este
cortejo, del que no se tienen cifras exactas, se encontraba Teresa Bustos
Reyes quien portaba la bandera de México, que ella misma como trabajadora
de la fábrica de ropa de mezclilla "El Carmen" había confeccionado.

Ante la negativa de Teresa de entregar la bandera, lo que habían ordenado
las autoridades de gobierno, fue muerta con un disparo al cuello por
Francisco Ruiz Alfaro, jefe de la oficina Federal de Hacienda en Celaya. Su
muerte y la de cuatro sinarquistas junto con más de diez mujeres y hombres
heridos fue tomada por los miembros de la UNS como un ejemplo de
sacrificio, entrega y gran valentía a la causa sinarquista. Desde entonces
se le apoda "la mujer bandera" y su muerte constituye uno de los referentes
de sacrificio y heroísmo más importantes para la UNS[17].

Ante la importancia de los hechos, el sacrificio de Teresita permanece
ligado a la destacada participación femenina en el sinarquismo, lo cual se
relata en diversas composiciones musicales. Una de éstas que lleva su
nombre recrea los sangrientos hechos:

"Teresita Bustos, valiente mujer que cayó, que vertió su sangre por salvar
a su Pabellón; cobarde asesino, que su vida le arrebató, "¡Dispara
cobarde!" valiente gritó. […] Luchemos unidos, sin más armas que el corazón
ella dio el ejemplo luchando con todo valor; para que los símbolos brillen
en nuestra Nación: son la Cruz de Cristo y nuestro Pendón. De nuestra gran
Teresita Sinarquismo fue su amor […][18]

En "Blanquearon mi cabeza" se incluye una estrofa que refiere su
sacrificio:

"Y Teresita Bustos con trece ametrallados, mostró a los desalmados su
valor de mujer. Envuelta en su Bandera le dijo a Ruiz
Alfaro: ¡Traidor! ¡Suelta el disparo! ¡Cobarde lucifer! Y el asesino
infame, colérico y vampiro, soltó de su arma un tiro ¡su cuello destrozó! Y
desde aquel momento, tan trágico en Celaya, su pueblo no desmaya, Teresa lo
animó[19].

El corrido sinarquista titulado "Defendamos la Bandera" da cuenta de la
también de la participación femenina como abanderadas en las marchas:

Las mujeres sinarquistas no dejemos de luchar, defendamos la Bandera, no
hay que dejarla ultrajar. De nuestra leal Teresita el ejemplo hay que
imitar. Mejor prefirió la muerte que dejársela quitar […] Defendamos la
Bandera que llevamos en las manos, la que tanto han ultrajado estos infames
tiranos. Como mujer sinarquista estoy dispuesta a luchar, bien firme estaré
en mi puesto hasta morir o triunfar […] Con orgullo llevaremos nuestra
gloriosa Bandera y daremos nuestra sangre cuando Dios así lo quiera. Las
mujeres sinarquistas no dejemos de luchar… de nuestros Héroes queridos el
ejemplo hay que imitar.



Al igual que del sacrificio femenino la música sinarquista también ha dado
cuenta de la labor femenina. Dentro de estas composiciones destaca "Las
Mujeres Sinarquistas":

Las mujeres sinarquistas demuestran ya su valor, por los que duermen la
siesta ellas luchan con ardor. Dicen que sólo los hombres por México han de
luchar. Y que estorban las mujeres porque ni saben pensar. Yo me quedo de
una pieza, pues lo dicen sin razón; si el hombre da la cabeza, la mujer
da el corazón. […] Soy mexicana y por eso de cobardías nunca supe y todos
los días te rezo ¡Madre mía de Guadalupe! […][20].

En "Sangre Mártir" se enseña que a los mártires sinarquistas les espera un
buen fin pues:

"Volando se fueron las almas al Cielo de los que cayeron con gloria y
honor, con sangre bendita regaron el suelo, con sangre escribieron su fe y
su valor".

"Defendamos la Bandera" convoca a las mujeres a la valentía y el sacrificio
por la causa:

"Las mujeres sinarquistas no dejemos de luchar… de nuestros Héroes queridos
el ejemplo hay que imitar".

Otra de los símbolos de gran importancia en el Sinarquismo es la devoción a
la virgen de Guadalupe. El gran significado que ésta ha tenido para los
grupos católicos ha sido constante a lo largo de la Historia de México y el
sinarquismo no iba a ser extraño a su devoción. La guadalupana se menciona
como la gran salvadora y a quien se encomiendan las plegarias y aunque
Jesucristo forma también parte, las referencias a la virgen son más
numerosas. En las canciones sinarquistas encontramos constantes referencias
a ella, como por ejemplo:

"Blanquearon mi cabeza": "¡Y tú, Doncella hermosa, la de virtudes llena, la
Celestial Morena que está en el Tepeyac! Benigna oye mi ruego: dispón que
el Sinarquismo destierre al comunismo del suelo de Anáhuac".

"Amor es lo que quiero": "Adiós, mi Virgencita, me voy a mi pueblito;
adiós mi Madrecita, te dejo mi canción. No dejes de alentarme desde tu
santo Reino, no dejes de mirarme, dame tu bendición".

"Mi Guadalupana": "Y mi Virgencita, y mi Virgencita, mi Guadalupana, oirá
nuestro ruego salvando las patrias las patrias hermanas"

"Lucha de Titanes": "Morena… Tus hijos… llevarán al triunfo la bandera
hermosa de nuestra Nación. El alma del pueblo de mexicano lo tenemos en el
Tepeyac, desde ahí con su bendita mano a nuestra Patria bendecirá".

Enfrentándose a la Represión…

Las acciones emprendidas por los miembros de la UNS estuvieron en los años
de de más militancia, llenas de peligros debido a una campaña de represión
constante emprendida por el gobierno. Las mujeres desde luego no escapaban
a ello y enfrentaron serios problemas con las autoridades. Narrado ya el
acontecimiento que privó de la vida a la llamada "Mujer Bandera" Teresita
Bustos tenemos también como ejemplo de la represión enfrentada el
testimonio de Maura Vaca, presidenta del comité femenino de Abasolo a
mediados de los años cuarenta que escribe al Jefe Regional del Guanajuato,
José Valades:

"Con fecha 8 de marzo isimos [sic] una junta con 9 compañeras […] di aviso
al casique del lugar y me dijo que no podía dar permiso porque estávamos en
cuaresma total que llo [sic] le dije que si mis compañeras me obligaban a
seguir asiendo nuestras juntas tenia que aserlas y el me dijo que también
el se iva a ver obligado a meternos en la cárcel di media vuelta riéndome y
le dije adiós. […] Además nuestra junta la isimos en campo llano fuera de
la población porque el dueño de la avitación no quiso porque disque somos
enemigos del govierno y posible mente un dia voy a perder mi trabajo porque
mis amos son comunistas pero no importa estoy para sufrir lo que Dios
quiera y no lo que a ellos se les antoje. Viva Mexico"[21].

En otro documento el Jefe del Comité Nacional de la UNS Manuel Zermeño y
Pérez da instrucciones a la "compañera" a la señorita Tomasa Garza,
presidenta del Comité Sinarquista Femenino en Matamoros, Tamaulipas: "El
Comité Nacional agradece a usted así como al grupo que representa, el
donativo de $10.00 pesos enviado en su última carta. Vemos que ya están
adelantadas y en la mejor disposición para ayudarnos. Muchas gracias.
Pronto recibirán ustedes una comunicación en la que enumeraremos las
atribuciones y trabajos que pueden confiarse a los núcleos femeninos.
Cuanto más plenamente entremos en la lucha, más se irán necesitando los
trabajos de la mujer. Sírvase usted ir fomentando entre quienes formen su
grupo el espíritu de sacrificio para que se entreguen de lleno a
trabajar"[22].

El brazo femenino de la UNS

Vemos entonces la disposición de las mujeres a colaborar activamente y así
lo demuestran los múltiples acuses de recibo encontrados en el Archivo del
Comité Regional de la Unión Nacional Sinarquista –ACRUNS- en León. En
dichos acuses las mujeres a cargo de los diferentes comités femeninos
informan recibir revistas, folletos y periódicos del "El Sinarquista" para
su distribución entre los hombres y mujeres de sus comunidades.

María de Jesús Muñoz R a cargo de la Secretaría de Acción Femenina del
Estado de Aguascalientes en 1940 informaba a Manuel Torres Bueno con motivo
del inicio del año que: "La Sección Femenina del Estado de Aguascalientes
[…] se honra en felicita a los Jefes y soldados sinarquistas en el tercer
aniversario de nuestro glorioso movimiento. Tres años de lucha tenaz,
vigorosa, fecundizada con la sangre de nuestros mártires, y los sacrificios
de todos nuestros hermanos de lucha nos han dado el triunfo que ahora
contemplamos. Llega el cuarto año y ésta será más cruda, más enérgica plena
de fe sinarquista con apasionamiento por vencer. Ánimo pues, que la tarea
que habéis emprendido no cese […] la sección femenina envía mensajes de
aliento y nuestro fraternal cariño exhortándolos a mantener siempre vivo el
acrisolado amor a la Patria hasta llegar a contemplar en triunfo definitivo
de nuestra causa"[23].

Vemos entonces el papel activo que la mujer ha tenido a lo largo de la
Historia del sinarquismo y cuando los frentes de lucha se abrieron a medida
de que crecía el movimiento y se discutían más cosas se concretaron más la
labores.

Cuando se comenzó a discutir el derecho al voto femenino, las sinarquistas
ingresaron al debate convirtiéndose su participación en uno de los momentos
más significativos. En la revista "Mujer", publicada por la UNS se menciona
en uno de sus artículos "cuando la mujer deposita en las urnas electorales
su voto, que será la expresión de sus íntimos anhelos, lo estará haciendo
por la paz de México. Su voto es de incalculable valor para bien de México.
Ella ha formado corazones. Ella ha forjado voluntades. Ella ha enseñado a
sus hijos a ser hombres. Su voto cobijará de amor a la República
Mexicana"[24].

Dicha revista "Mujer", cuyo primer ejemplar apareció el 15 de Febrero del
1947, es una fuente de gran importancia para abordar el papel de la mujer
en la UNS. Su directora fue Ofelia Ramírez Jefa de la Sección Femenina,
Teresa Cepeda estaba a cargo de la redacción, y Olga Vázquez fungía como
administradora todas ellas destacadas sinarquistas con una larga
trayectoria de militancia en la organización. En ella se incluían
informaciones de juntas sinarquistas, poesías católicas, biografías de
mujeres ilustres tanto sinarquistas como de la historia, por ejemplo de
Juana de Arco y Sor Juana Inés de la Cruz, secciones sobre los ocios de la
mujer en donde se daba recetas de cocina, de bordado, de corte y confección
y hasta decoración. Se incluían artículos de formación cívica, de sociales
con fotos de juntas sinarquistas, secciones para mujeres obreras y
campesinas, clases de higiene y hasta consejos para resolver
"cristianamente" conflictos de parejas y familiares.

Esta revista surgió en momentos en los que la participación sinarquista
comenzaba a decaer y cuando se discutía el derecho al voto femenino, surgió
con la idea de educar y preparar a la mujer en sus labores como pues: "Es
la mujer, la reina de hogar, la que tiene una responsabilidad gloriosa para
la felicidad de los municipios, y de los Estados, porque ella es la
constructora de la familia, la forjadora de la unidad, de la armonía, del
orden y la paz."[25]

Sin embargo cabe destacar que la posición de la mujer no era de ninguna
manera pasiva pues como lo refiere líneas adelante la nota editorial de
esta revista "Cuando el orden está subvertido, cuando hay peligros
amenazadores para la tranquilidad de una Estado, de un Municipio o de una
Familia, la mujer tiene también responsabilidad qué cumplir. Ese deber no
es solamente frente a la familia, también lo es frente al Estado, porque
todo ello gira en torno del hogar. Por eso la mujer siempre debe de estar
vigilante para defender su reino, porque defendiéndolo, habrá ganado para
México, la paz y la felicidad".

El debate entre que si la mujer debía o no quedarse en casa como simple
observadora es abordado en el segundo ejemplar que refiere: "La mujer es
para el hogar. Es como decir que a Ella se le ha dado la llave de la
cultura. Porque el hogar ya no es entonces la celda aprisionante las cuatro
paredes, […] Por tanto, todo cuanto atañe al hogar corresponde a la mujer.
Todo cuanto interesa a la tierra. Los gobernantes, las leyes, la política,
¿por qué han de ser patrimonio exclusivo del hombre, cuando la mujer es
madre, y es esposa y es hija del hombre? Si ella es la dueña, la maestra y
la vigilante rectora del hogar ¿Cómo se la separará de la vida pública que
no es otra cosa que la ampliación de la vida privada?

La mujer no debe ni quiere usurpar las actividades varoniles. En cada
trabajo, en cada zona de la vida social y cultural hay actividades propias
de cada sexo. No es para la mujer la actividad que la hace perder su
delicadeza o exponer su feminidad. Por lo tanto en la vida política como en
la vida social existen trabajos, actividades, empresas que el hombre ha
monopolizado hasta hoy y que realmente corresponden a la mujer. La mujer
debe ir definiendo sus propios caminos, reclamando –sin la exageración de
las que pierden su feminidad en el feminismo- sus propias actividades,
actuando con sentido cristiano y patriótico, hasta imponer, donde el hombre
ha errado, la rectificación y la verdad. Porque la mujer tiene mayor
instinto para el Bien. Su destino de madre prepara su corazón para adivinar
con más seguridad lo conveniente y bueno para la sociedad".

A lo largo de los más de 10 ejemplares consultados encontramos esta
constante invitación a la lucha y a cumplir con el deber por medio del
trabajo en el hogar y también en la sociedad de manera activa.

CONCLUSIONES



Desde la fundación de la Unión Nacional Sinarquista la mujer ocupó un lugar
primordial en ésta. Su participación nunca estuvo a discusión y al
contrario todos los esfuerzos para aglutinar a los miembros se hicieron
tomando en cuenta también a la mujer, para reclutarla y para que ésta se
propagara los ideales sinarquistas. Todos los dirigentes nacionales de la
UNS incluyeron en sus planes de trabajo a la Secretaría de Acción Femenina.
Dicha sección contaba con representaciones a todos los niveles, desde el
nacional, pasando por el regional, estatal y municipal.

Dentro de su esfera de influencia, la mujer sinarquista era vista como
parte fundamental y pilar pues, al ser "reina del hogar", identificado por
los sinarquistas como la base de la sociedad, correspondía a ella la
formación de los buenos mexicanos.

Es digno de notarse que la mayoría de las responsables de las secretarías
femeninas eran solteras, firmando los documentos con el apelativo
"señorita". Queda para un posterior análisis el papel que el matrimonio
representaba en la vida personal de estas dirigentes y si pudo haber sido
un obstáculo para que se desarrollaran dentro de la organización.

La mujer sinarquista constituyó sin duda alguna uno de los "brazos firmes"
de la UNS. Nunca se le vio con una función pasiva, sino al contrario,
activa y encargada de labores peligrosas como llevar y repartir propaganda,
hecho que dado a la gran represión que se vivía por parte del gobierno y
sus agentes, era motivo suficiente para ser encarceladas. En este sentido,
la mujer sinarquista pudiera emularse con las cristeras que traficaban
armas y explosivos para hacerlos llegar a los guerrilleros.

Con todas estas características podemos decir que las mujeres sinarquistas
merecen cabalmente el título de "mujeres de armas tomar" .





Fuentes bibliográficas

ABASCAL, Salvador. Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María Auxiliadora
(1935-1944). Editorial Tradición, México 1980.

CAMPBELL G. Hugh. La derecha radical en México 1929- 1949. Colección Sep-
setentas. México 1976. Página 114. La UNS era capaz de movilizar de manera
organizada y disciplinada, aproximadamente al 5% de los mexicanos


SERRANO Álvarez Pablo. La Batalla del espíritu. El movimiento sinarquista
en el Bajío (1932- 1951). CONACULTA, México 1992. Tomo 1 y 2.

PÉREZ Rosales Laura. Las mujeres sinarquistas: nuevas adelitas en la vida
política mexicana (1945-1948). En: Aguilar V. Rubén y Guillermo Zermeño P.
(compiladores). Religión, Política y Sociedad. Universidad Iberoamericana.
México, 1992. p. p 175-177.


NEWCOMER Daniel. Reconciling Modernity Urban State Formation in 1940's
León Mexico. University of Nebraska Press. 2001.

MEYER, Jean. Le Sinarquisme: un fascisme mexicain? 1937-1947. París,
Editoriel Hachette, 1977.

Hemerográficas

Guión de capacitación Sinarquista, para su estudio en el Comité Municipal y
Regional. Publicada por el Comité Nacional UNS, México 2001.

"Denuncia de Hechos" documento que constituye la demanda por escrito del
asesinato de Teresa Bustos. 18 de Agosto del 2004.

Cancionero "UNS: el sinarquista canta". Publicado por la misma
organización.


Revista "Mujer". Publicada por la UNS, ejemplares consultados del 1 al 11.
Febrero a Abril 1947.

Orales

Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista
realizada el 2 de Agosto de 1997 en Celaya, Guanajuato a Ofelia Ramírez
Sánchez. Realizada por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara Meza.


Archivos

Archivo del Comité Regional de la Unión Nacional Sinarquista –ACRUNS.
León, Guanajuato.


-----------------------
[1] Otras organizaciones de carácter civil que ya existían antes de la
época posrevolucionaria tales como la Unión de Damas Católicas, los
Caballeros de Colón, la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la
Adoración Nocturna, y las Congregaciones Marianas del Perpetuo Rosario
hicieron suya la lucha emprendida por la ACJM y la Liga uniéndose a la
crítica y oposición de esos artículos.


[2] ABASCAL, Salvador. Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María
Auxiliadora (1935-1944). Editorial Tradición, México 1980. Página 143.

[3] Es importante señalar en este punto que esa popularidad nunca alcanzó,
ni aún en su punto más álgido, la totalidad del país, Jean Meyer en su
libro: El Sinarquismo: ¿un fascismo mexicano?, menciona que los estados de
fuerte implantación sinarquista fueron: Jalisco, Colima, Guanajuato,
Querétaro, Michoacán, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas en su
totalidad, mientras que en menor proporción de manera parcial los estados
de: Coahuila, Nayarit, Guerrero, Morelos, el Estado de México, Hidalgo,
Tlaxcala, Veracruz, Puebla, Chiapas, Mérida, Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa,
Durango, Coahuila, Sonora y Baja California Sur, solo contaron en
diferentes períodos con participación sinarquista.


[4] CAMPBELL G. Hugh. La derecha radical en México 1929- 1949. Colección
Sep- setentas. México 1976. Página 114. La UNS era capaz de movilizar de
manera organizada y disciplinada, aproximadamente al 5% de los mexicanos.
[5] CAMPBELL G. Hugh. La derecha radical en México 1929- 1949. Colección
Sep- setentas. México 1976. Páginas 109 y110.

[6] ABASCAL, Salvador. Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María
Auxiliadora (1935-1944). Editorial Tradición, México 1980.

[7] El término "la Batalla del espíritu" ha sido utilizado por Salvador
Abascal, entre otros, para ejemplificar la esencia del espíritu de lucha.
Pablo Serrano Álvarez retoma el término y lo ejemplifica magistralmente en
su texto: La Batalla del espíritu. El movimiento sinarquista en el Bajío
(1932- 1951). CONACULTA, México 1992.
[8] Referencia tomada del Guión de capacitación Sinarquista, para su
estudio en el Comité Municipal y Regional. Publicada por el Comité Nacional
UNS, México 2001.
[9] Pablo Serrano Álvarez. La Batalla del Espíritu. El Movimiento
Sinarquista en el Bajío (1932- 1951). CONACULTA, México, 1992. Tomo 1. P.
237.
[10] Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista
realizada el 2 de Agosto de 1997 en Celaya, Guanajuato a Ofelia Ramírez
Sánchez. Realizada por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara Meza.
[11] Circular Número 20, Comité Nacional Unión Nacional Sinarquista.
Secretaría de Organización. México, D.F., septiembre 25 de 1940. Archivo
del Comité Regional UNS, ACRUNS, León, Guanajuato.
[12]ACRUNSL. Conclusiones estudiadas y aprobadas en la Quinta Junta
Nacional de Jefes Sinarquistas. Campamento de los Volcanes, Estado de
México, Dic de 1943.
[13] Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista
realizada el 27 de septiembre de 1996 en Celaya, Guanajuato a Ofelia
Ramírez Sánchez. Realizada por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara
Meza.
[14]Pérez Rosales Laura. Las mujeres sinarquistas: nuevas adelitas en la
vida política mexicana (1945-1948). En: Aguilar V. Rubén y Guillermo
Zermeño P. (compiladores). Religión, Política y Sociedad. Universidad
Iberoamericana. México, 1992. p. p 175-177.
[15]Newcomer Daniel. Reconciling Modernity Urban State Formation in 1940's
León Mexico. University of Nebraska Press. 2001. p. p. 138 y 140.
[16] México, D.F Agosto 14, 1940. Salvador Abascal, jefe del movimiento:
"Instrucciones para movilizaciones". ACRUNS. León, Guanajuato.
[17] Las referencias para relatar este hecho fueron tomadas del documento
"Denuncia de Hechos" que me fue proporcionado por la hermana y los sobrinos
de Teresa Bustos en una reunión sinarquista. Pretenden con ello dar la
conocer la verdad histórica de su sacrificio. Dicha denuncia fue presentada
el 18 de Agosto del 2004 ante el Doctor Ignacio Carrillo Prieto, fiscal
especial para la atención de hechos probablemente constitutivos de delitos
federales cometidos directa o indirectamente por servidores públicos contra
personas vinculadas con movimientos sociales o políticos del pasado.
[18] "UNS: el sinarquista canta". p. 36.
[19] "UNS: el sinarquista canta". p. p 40 a 43
[20] "UNS: el sinarquista canta". p. 78.
[21] ACRUNS. León, Guanajuato.

[22] ACRUNS. León, Guanajuato. Mayo 24 de 1939. Documento elaborado por
Manuel Zermeño y Pérez.
[23] ACRUNS. León, Guanajuato. Mayo 22 de 1940. María de Jesús Muñoz R.
Secretaria de Acción Femenina, Ags.

[24] Felipe Navarro. El voto de la mujer. En la revista: Mujer. Publicada
por la UNS, 15 de abril de 1947. p. 13.
[25] Revista MUJER. Número 1. Tomo 1. México D.F. 15 de Febrero de 1947.
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