SERIE EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS TOLEDO Torres, cigarrales y trincheras El cigarral de Menores. Excavación del Cigarral 3

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Descripción

SERIE EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS TOLEDO

Torres, cigarrales y trincheras El cigarral de Menores

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“Torres, cigarrales y trincheras: el Cigarral de Menores” %DS#IENTĥlCOS*ORGE-ORĥNDE0ABLOS*ESŊS#ARROBLES3ANTOS

TÍTULO DEL PROYECTO

ESTUDIO DEL MEDIO FÍSICO

ESTUDIO DEL PAISAJE CULTURAL

Geología, geomorfología e hidrología: Fernando Tapias

EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE TOLEDO.

Medio Natural: Carlos Fernández Calvo

LOS CIGARRALES Cigarral de Menores

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

LOCALIZACIÓN T.M. Toledo

Arqueólogos: Mario López Recio, Laura Benito, Rocío Víctores, Jose Manuel Illán, Jose Manuel Curado y Gonzalo Calle

ENTIDADES PROMOTORAS

Estudio de Materiales: Ernesto Agustí, Laura Benito y Jose Manuel Curado

REAL FUNDACIÓN DE TOLEDO EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA

CONSORCIO DE TOLEDO

Dirección: Jorge Morín de Pablos y Francisco José López Fraile COORDINACIÓN DEL PROYECTO Paloma Acuña (Real Fundación Toledo)

Arqueólogos: Mario López Recio, Laura Benito, Rocío Víctores, Jose Manuel Illán, Jose Manuel Curado y Gonzalo Calle

Soledad Sánchez-Chiquito (Consorcio de Toledo) ESTUDIO MATERIALES CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA

Cerámicos: Ernesto Agustí

Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales

Numismáticos: Luis González Carrasco

AUDITORES DE ENERGÍA y MEDIO AMBIENTE, S.A.

TOPOGRAFÍA

Calle Felipe Campos, 3

Carlos Sobrino

28002 MADRID CARTOGRAFÍA Y 3D INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

Francisco José López Fraile

Revisión de Carta Arqueológica y Expedientes. Prospección arqueológica y toma de muestras polínicas,

GIS

antracológicas y carpológicas

Luis Rodríguez Avello

Excavación arqueológica DOCUMENTACIÓN Irene Criado

DIRECCIÓN CIENTÍFICA Jesús Carrobles Santos

DIRECCIÓN EDITORIAL DEL VOLUMEN

Jorge Morín de Pablos

Esperanza de Coig O´Donnell DIRECCIÓN EDITORIAL DE LA SERIE Esperanza de Coig O´Donnell y Jorge Morín de Pablos

© DE LA PRESENTE EDICIÓN, LOS AUTORES EDITA: AUDEMA S.A. ISBN: 978-84-16450-16-9 Depósito Legal: M-6720-2016 Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores.

indice Introducción Histórica *ESÚS CARROBLES Y *ORGE MORÍN .................................................................................................................................................................................................. 9 I

II

Estudio del medio físico

FERNANDO T!0)!39CARLOS CALVO ................................................................................................................................................................................................ 13 III

Fuentes documentales para el estudio del Cigarral de Menores en los siglos XVI y XVII

IRENE CRIADO .................................................................................................................................................................................................................................... 21 IV

0ROSPECCIķNARQUEOLķGICA

*ESÚS CARROBLES Y *ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................................. 29 V

2ESULTADOSDELAPROSPECCIķNARQUEOLķGICA

*ESÚS CARROBLES Y *ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................................. 33 VI

Excavación del Cigarral 3

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%:FRAILE Y *ORGE MORÍN ........................................................................................................................................... 97 VII

Conclusiones

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%:FRAILE Y *ORGE MORÍN ........................................................................................................................................ 127 VIII

Estudio de materiales

ERNESTO AGUSTÍ, LUIS G/.:³,%:CARRASCO Y *ORGE MORÍN ...................................................................................................................................................145 IX

Estudio carpológico y palinológico de la excavación del Cigarral 3

MANUEL CASAS ............................................................................................................................................................................................................................... 181 X

!LQUERĥAS ALMUNIAS TORRESYATALAYASENELCIGARRALTOLEDANOANDALUSĥ

ANTONIO MALALANA ....................................................................................................................................................................................................................... 203 XI

"IBLIOGRAFĥA..................................................................................................................................................................................................................... 229

VI

Excavación del Cigarral 3

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%:FRAILE Y *ORGE MORÍN

Metodología de la intervención arqueológica La metodología aplicada en la intervención arqueológica, dada sus características, fue la realización de la excavación manual de las estructuras halladas, tanto positivas como negativas y sedimentarias, siguiendo el sistema de registro ideado por Barrer / HaUULV/DLGHQWL¿FDFLyQ\UHPRFLyQGHODVGLYHUVDVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDVVHUHDOL]yVLJXLHQGRGHPDQHUDSUHIHUHQFLDOODVHFXHQFLD HVWUDWLJUi¿FDUHDOHVGHFLUSRUHORUGHQLQYHUVRDVXIRUPDFLyQGHSRVLFLyQ6HLGHQWL¿FDURQQXPHUDURQ\GRFXPHQWDURQWRGDV las capas de tierra diferenciables, así como todas las estructuras que fueron apareciendo a medida que el trabajo de excavación DYDQ]DED*UDFLDVDHOORFDGDHVWUDWR\FDGDHOHPHQWRIXHGLIHUHQFLDGRPHGLDQWHVXSURSLDQXPHUDFLyQ\¿FKDGHLGHQWL¿FDFLyQ\ UHJLVWUR\OHIXHDWULEXLGRHQODPHGLGDGHORSRVLEOHVXVHFXHQFLDFURQRHVWUDWLJUi¿FDJOREDO A continuación se detallan los aspectos metodológicos, tratamiento de datos, analítica, etc., que se utilizarán en la intervención arqueológica: Sistema de recuperación de datos-documentación Fichas 6HHPSOHDURQ¿FKDVGHUHJLVWURLQGLYLGXDOL]DGRSDUDFDGDXQDGHODV8QLGDGHV(VWUDWLJUi¿FDV )LFKDGH8( (VWD¿FKDQRUPDOL]DGD\DGDSWDGDDWRGRWLSRGHHOHPHQWRVGLJQRVGHLQGLYLGXDOL]DFLyQSHUPLWLyGH¿QLUGHVFULELU\FDUDFWHUL]DUWRGDVODV8( LGHQWL¿FDGDVHQORTXHDODVVHGLPHQWDULDV\FRQVWUXLGDVVHUH¿HUH1RIXHQHFHVDULRHOHPSOHRGH¿FKDVGHGRFXPHQWDFLyQGH restos antropológicos, ya que no se constató la existencia de enterramientos de ningún tipo. Dibujo (QODH[WHQVLyQREMHWRGHODLQWHUYHQFLyQVHLQVWDOyXQDUHGGHFXDGUtFXODVFRQHO¿QGHWHQHUXQDUHIHUHQFLDSUy[LPDSDUDODGRFXPHQWDFLyQJUi¿FD6HXVDURQFXHUGDVFODYRV\RIHUUDOODVSDUDHVWDEOHFHU\PDUFDUGLFKDVFXDGUtFXODV(QORVPRPHQWRV¿QDOHVGH la intervención, sobre todo para facilitar la realización de los dibujos de las estructuras se colocaron las cuerdas entre los vértices de cada cuadrícula. Las cuerdas eran desmanteladas parcialmente según lo requería el proceso de trabajo y/ o documentación HVSHFt¿FD (QFXDQWRDODGRFXPHQWDFLyQSODQLPpWULFDSURSLDPHQWHGLFKDVHUHDOL]DURQSODQRVWRSRJUi¿FRVJHQHUDOHVGHORVUHVXOWDGRVGHODLQWHUYHQFLyQWRGDVODVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDVIXHURQGLEXMDGDVDFRWDGDV\FRRUGHQDGDVVLHQGRUHDOL]DGDVDHVFDOD/RVSODQRV de emplazamiento se realizaron a escala 1:2.000 y 1:500; y las plantas generales de la intervención a escala 1:200, 1:100 y 1:50. Por otro lado, también se realizaron plantas, sección y alzado de las estructuras localizadas, generalmente en escala 1:20 (especi¿FiQGRVHVLHPSUHODHPSOHDGDHQHOSURSLRSODQRHQFDVRGHHPSOHDURWUDHVFDOD  Fotografía 5HODWLYDPHQWHDODGRFXPHQWDFLyQIRWRJUi¿FDVHUHDOL]DURQIRWRJUDItDVGHWRGDVODVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDVGHODLQWHUYHQFLyQ\ asimismo también fueron tomadas numerosas fotografías de detalle de los elementos más representativos; la documentación se realizó en formato digital. Junto a ellas también se ha elaborado un reportaje de calidad de aquellos objetos y material arqueológico más representativo.

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6HKDQXWLOL]DGRYDULDVFiPDUDVIRWRJUi¿FDV/DFiPDUDGLJLtal principal ha sido una Ricoh Caplio GX100 de gran angular PP $GHPiVVHKDHPSOHDGRRWUDFiPDUDGLJLWDOUpÀH[ Canon EOS 400. Las fotografías semiaéreas se han tomado desde un brazo articulado con una distancia variable de entre 2 y 8 m. de altura, para recoger amplias perspectivas de cada Sector y del conjunto global del área excavada. Además, estas fotografías han sido completadas con un extenso reportaje realizado para preparar fotogrametrías de detalle de los elementos de interés 3RU~OWLPRWDPELpQVHUHDOL]yXQUHSRUWDMHIRWRJUi¿FRDpUHR con fotografías tomadas por medio de un globo teledirigido tipo zeppelín. Topografía A la hora de elaborar las planimetrías arqueológicas se ha conWDGRFRQHODSR\RGHXQSODQRWRSRJUi¿FRDGHWDOOHSDUDHQFXDdrar todas las estructuras y UU.EE. documentadas. Para estos trabajos se contó con un topógrafo profesional dirigido por un arqueólogo. Se empleó una estación total Leica TC 407. El trabajo se georeferenció en el sistema de coordenadas UTM, para poder incluirlo en bases planimétricas más globales (por ejemplo la Carta Arqueológica). Los dibujos arqueológicos con el despiece de las unidades murarias se incluyeron en esta EDVHWRSRJUi¿FD(OUHVXOWDGRXQSODQRGRQGHVHSXHGHXELFDU con precisión cada uno de los elementos excavados en el Cigarral 3. Muestras sedimentológicas Se han recogido muestras de sedimentos de todas y cada una de ODVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDVVXVFHSWLEOHVGHDSRUWDUGDWRVSDUD palinología, antracología o microbotánica y otros relacionados. Los depósitos ubicados en el interior de las estructuras negativas, tales como hoyos, cubetas y zanjas son las más propicias para la recogida de los sedimentos. En cualquier caso, además, se han recogido bolsas de muestras de los niveles arqueológiFRVHQXQFRQWH[WRHVWUDWLJUi¿FRELHQGH¿QLGR VHOODGRRFRQ relación estratigr i¿FD SUHFLVD  SDUD UHDOL]DU GHVFULSFLRQHV geológicas en gabinete. En lo referido a este apartado, se han tomado muestras de distinta índole, unas para realizar estudios micropaleontológicos, otras para estudios palinológicos y otras para la datación de los sectores excavados. Las muestras arqueobotánicas se tratarán según la técnica de Goeury & Beaulieu  OLJHUDPHQWHPRGL¿FDGDVLJXLHQGRGLUHFWULFHVGH*LUDUG & Renault- Miskovsky (1969) y según el protocolo desarrollado en Burjachs (1990) y Burjachs et al., (2003). Para el cálculo de los porcentajes del AP / NAP (relación Arbóreo Polen / No Arbóreo Polen) se excluyen de la suma base los taxones pertenecientes a la familia de las Asteráceas y el tipo Cerealia, por el tipo de

Excavación del Cigarral 3

polinización y/o por ser potenciados por la actividad antrópica. n cuanto a los datos referentes a la palinofacies, están excluidos de la suma base los taxones ‘leiospherae’, los ‘estomas’ y el tipo µFpOXODV¶SRUWUDWDUVHGHWD[RQHVGH¿OLDFLyQHFROyJLFDLQGHWHUminada, que nos aportan escasa información paleoambiental. Por otro lado, para el cálculo de la concentración palinológica y de palinomorfos (CP, gránulos por gramo de sedimento seco, tabla I) se ha utilizado el método volumétrico (Loublier, 1978). Las muestras obtenidas se encuentran en estos momentos en estudio, por el palinólogo y carpólogo Manuel Casas, profesional perteneciente al laboratorio de ALICONTROL, S.A. Análisis de datos y objetos muebles Los trabajos de tratamiento de datos y materiales extraídos en la intervención se realizaron en un espacio adecuado, siendo los objetos individualizados por U.E. dentro de bolsas adecuadas para su conservación y transporte, diferenciadas por tamaño, material, fragilidad y singularidad. Cada bolsa y cada FDMDHVGLIHUHQFLDGDPHGLDQWHVXLGHQWL¿FDFLyQEiVLFD 7RSyQLmo, código de intervención, sector, área, ámbito y número de U.E.).La cerámica se guardó en bolsas de plástico de diversas dimensiones y éstas dentro de cajas normalizadas. También, para evitar confusiones, no se transportó ninguna bolsa que no estuviera dentro de su caja correspondiente. El metal, el vidrio y la materia orgánica trabajada se individualizaron pieza a pieza dentro de bolsas de cierre hermético. Para evitar que todo objeto que pudiera sufrir alteraciones post-extracción se dañara se procedió a su consolidación y restauración de forma preventiva, en algunos casos in situ. La idoneidad de los productos de conservación utilizados y la metodología de aplicación fue establecida de acuerdo con los criterios consensuados de reversibilidad. 5HIHUHQWHDODOPDFHQDMHGH¿QLWLYRGHOPDWHULDODUTXHROyJLFR cuando éste se encuentre limpio, inventariado y siglado de forPDGH¿QLWLYD\HQVXWRWDOLGDGVHJXDUGDUiSDUDVXDOPDFHQDMH GH¿QLWLYRODFHUiPLFDVHJXDUGDUiSRU8(\GHQWURGHFDGD U.E. por tipos cerámicos. Las formas se separarán en bolsas diferenciadas de los fragmentos informes; si las U.E. no tienen muchos objetos se podrá guardar más de una U.E. por caja, indicándolo en la etiqueta correspondiente; los metales, el vidrio y la materia orgánica se guardarán en contenedores herméticos de plástico, para mantener las condiciones de conservación neFHVDULDVSDUDFDGDWLSRGHREMHWRVODVHWLTXHWDV¿QDOHVVHKDUiQ por ordenador; los materiales que tengan que ser restaurados se individualizarán y pasarán a un Laboratorio de Conservación5HVWDXUDFLyQGRQGHVHUiQVRPHWLGRDOWUDWDPLHQWRHVSHFt¿FR los materiales que tengan que ser dibujados y que formen parte GHO FDWiORJR GH OD PHPRULD GH¿QLWLYD VH LQGLYLGXDOL]DUiQ HQ FDMDVVHSDUDGDVFRQXQDLGHQWL¿FDFLyQSURSLD)LQDOPHQWHHO material arqueológico, una vez tratado y estudiado, se tendrá que depositar en el Museo Arqueológico de Toledo.

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Descripción de la intervención arqueológica La denominación “Cigarral 3” ha venido dada por la denominación otorgada a los diferentes elementos patrimoniales documentados en la prospección arqueológica del Cigarral de Menores. El yacimiento arqueológico es el tercero documentado de los que respondían a las características estructurales y materiales propias de un cigarral. El Cigarral 3 con toda probabilidad tuvo un nombre propio, aunque los vestigios documenWDOHVFRQRFLGRVKDVWDDKRUDQRVRQVX¿FLHQWHVSDUDGHWHUPLQDU la propiedad del cigarral histórico. El Catastro de La Ensenada de 1752, que hace una descripción GH ELHQHV GH 7ROHGR FRQ ¿QHV WULEXWDULRV UHFRJH XQ FLJDUUDO junto al de los Clérigos Menores (hoy Cigarral de Menores) que podría corresponder con las características de la ruina de la HGL¿FDFLyQREMHWRGHHVWXGLRHO&LJDUUDOGHO0LUDGRU

Figura 1. Ubicación del Cigarral de Menores con su perímetro actual. Ortofotografía.

/DVGLPHQVLRQHVGHOD¿QFDFHUFDGDHQFDMDQFRQHOWHUUHQRTXH SXGRDOEHUJDUHO&LJDUUDO$GHPiVHVWiUHÀHMDGDVXXELFDción haciendo límite con la cerca del Cigarral de Menores. No obstante, hay que tomar el dato con cautela a la hora de asignar la identidad del cigarral, ya que no existe hasta el momento un GDWRLUUHIXWDEOHTXHD¿UPHGLFKDFRLQFLGHQFLD

Figura 2. Vista 3D de la ubicación del cerro del Cigarral 3.

AHPT. H 686, f. 1222 Clérigos Menores 1752 septiembre 25 A ½ cuarto de legua de la ciudad 6XSHU¿FLHIDQHJDVGHEXHQDFDOLGDG\LQIHULRU Cercado &XOWLYRVSLHVGHROLYRVGHPHGLDQDFDOLGDGiUEROHV GHDOEDULFRTXH\DOPHQGURGHPHGLDQDFDOLGDG\GH calidad inferior. Cigarral del Mirador A ½ cuarto de legua de la ciudad Cercado todo 6XSHU¿FLHIDQHJDVGHLQIHULRUFDOLGDG &XOWLYRVSLHVGHROLYRGHPHGLDQDFDOLGDGiUEROHVGHDOPHQGURGHPHGLDQDFDOLGDG /tPLWHV&LJDUUDO&OpULJRV0HQRUHV

El concepto de cigarral incluye los terrenos dedicados a la explotación agrícola, vinculada en este caso a árboles frutales y olivo,

Excavación del Cigarral 3

SHURWDPELpQDXQHGL¿FLRVHPHMDQWHDXQDFDVDGHFDPSRGHUHWLURSXQWXDO6LELHQHO&LJDUUDOFRQFHELGRFRPRLQPXHEOHWXYR DVRFLDGRXQWHUUHQRpVWHVHHQFRQWUDUtDKR\GtDGHQWURGHOSHUtPHWURFHUFDGRGHODFWXDO&LJDUUDOGH0HQRUHV/DHGL¿FDFLyQGHO Cigarral se dispone en lo alto de un pequeño cerro, situado al norte de los terrenos de Menores, cumpliendo una de las premisas básicas de visibilidad a la ciudad de Toledo. La importancia del paisaje dentro del concepto ideológico de la noción de cigarral, GH¿QHODXELFDFLyQGHHVWDVFDVDVGHUHFUHRHQSURPRQWRULRVHOHYDGRVTXHSHUPLWDQHOGLVIUXWHGHODQDWXUDOH]DDGHPiVGHODYLVLyQ idílica de la ciudad. Elevado a una cota de 553 metros la vista hacia el noroeste concede la imagen de Toledo y gran parte del valle del Tajo. (QFXDQWRDODVFDUDFWHUtVWLFDVGHODFRQVWUXFFLyQ\DHQSURVSHFFLyQVHGH¿QtDFODUDPHQWHXQFRQMXQWRHVWUXFWXUDGRHQYDULDVSODtaformas con restos murarios y una escalinata formada por bloques graníticos de mediano y gran tamaño. El mismo cerro geolóJLFDPHQWHHVXQSHTXHxRPDFL]RGHJUDQLWRTXHDÀRUDHQWUHHOVXHORVLOtFHRHQJHQHUDOGHHVFDVDSRWHQFLD/RV³ERORV´\SLHGUDV careadas son un componente abundante en el lugar y los alrededores, denotando la destrucción de construcciones de mampostería. (QWRWDOVHSXHGHQHVWLPDUXQRVPðGHHGL¿FDFLyQFRQ¿UPDGDDXQTXHSRGUtDLQFUHPHQWDUVXQ~PHURHQSUy[LPDVLQWHUYHQciones de excavación arqueológica. A lo largo del tiempo se han ido sucediendo las ocupaciones humanas, cuyos vestigios nos indican un primer poblamiento de la Edad del Bronce. Con posterioridad también se establece la hipótesis de una ocupación bajomedieval relacionada con la defensa del territorio y representada por la posible ubicación de una torre defensiva de sección rectangular. Dicha torre sería reutilizada posteriormente como la base constructiva del primitivo Cigarral, a la que se añadirían en sucesivas reformas de ampliación dos FXHUSRVPiVGHHGL¿FDFLyQDVtFRPRYDULDVSODWDIRUPDV\HVFDOHUDVGHDFFHVReVWDVHUtDODRFXSDFLyQPiVVLJQL¿FDWLYDGHO\DFLmiento, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Por último, habría que destacar la ocupación de tropas militares durante la Guerra Civil Española, siendo ésta la última fase de formación del yacimiento, al abandonarse por completo las actividades antrópicas salvo las propias del aprovechamiento agrícola. $ODKRUDGHHVWDEOHFHUXQSODQGHDFWXDFLRQHVVHSUH¿MDURQXQRVREMHWLYRVDFRUGHVDORVWLHPSRVGHH[FDYDFLyQ(OSHULRGRGHH[FDYDFLyQVHHVWDEOHFLyHQWUHVPHVHVGXUDQWHORVFXDOHVODSULRULGDGFRQVLVWLyHQGHMDUELHQGH¿QLGDVWRGDVODVHVWUXFWXUDVGHFDUiFWHU constructivo del Cigarral, así como poder establecer, en la medida de lo posible, las sucesivas fases constructivas y de ocupación. No obstante, incluso después del desbroce no se pudo estimar con exactitud la potencia de los diferentes estratos. De hecho, el espesor de los niveles de derrumbes y colmatación resultó más elevado que la valoración realizada en un primer momento, dando lugar a DOJXQDVPRGL¿FDFLRQHVHQODSURJUDPDFLyQGHH[FDYDFLyQHVWDEOHFLGR(OFDPELRFRQVLVWLyGHPDQHUDEiVLFDHQH[FDYDUSDUWHGHOD VXSHU¿FLHGHDOJXQRVGHORVHVWUDWRVGHPD\RUH[WHQVLyQ$VtVHRWRUJySUHIHUHQFLDDXQDOHFWXUDGRFXPHQWDOGHFDUiFWHUYHUWLFDO SULPDQGRODH[FDYDFLyQGHODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDHQGHWULPHQWRGHODH[FDYDFLyQtQWHJUDGHIDVH TXHVHUHDOL]DUiHQODSUy[LPD intervención). Además, la altura media de las estructuras murarias conservada también ha sobrepasado las estimaciones más optimistas, lo que ha dado lugar a centrar esfuerzos en la excavación de los estratos de colmatación exteriores para dejar al descubierto los muros de las plataformas. Estos niveles han sobrepasado en algunos los 180 cm. de potencia, dejando al descubierto alzados de granito de imponentes dimensiones. En los siguientes apartados se describirán con mayor detalle estos particulares. En cuanto a la dinámica de trabajo arqueológico se tuvo en cuenta la organización de los acopios resultantes, dada la gran canti-

Figuera 3. Fotografía aérea oblicua del Cigarral 3 antes de excavar, en el centro de la imagen.

Figura 4. Vista aérea del Cigarral. Detalle de los voluminosos paramentos documentados.

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dad de tierra y material constructivo (piedra, ladrillo y teja). La opción elegida para gestionar el sobrante de excavación ha sido separar los materiales según su posibilidad de uso. Los acopios no podían quedarse de forma permanente junto al yacimiento, ya que se rompe el conjunto paisajístico. Además al situarse en parcela privada de los propietarios del Cigarral de Menores, no era posible realizar grandes acopios sin entorpecer otras tareas que se realizan habitualmente en el cigarral (tales como jardinería o trabajos agrícolas). La solución consistió en separar los materiales durante el paleo a las carretillas. De esta forma se ubicaron tres acopios diferentes para material constructivo y transportar la tierra como aporte a las tierras de cultivo, en la zona baja del Cigarral. Los materiales constructivos podían ser empleados casi en su totalidad para labores de consolidación de las estructuras constructivas excavadas, así como de una posible restauración en alzado de los paramentos. Por un lado, la piedra ha sido empleada para consolidar los muros, en un estado muy precario de estabilidad dado el grado de deterioro por la acción de las raíces y sucesivos derrumbes. Todavía existe piedra sobrante que podrá ser utilizada para la consolidación de los muros aún sin excavar. Por otro lado, el ladrillo y la teja han sido aprovechados para realizar el marcaje de la línea de consolidación de las estructuras arqueológicas. También podrían destinarse a la restauración de suelos u otros similares. Por último, las tierras sobrantes, aparte de tener un XVRHVSHFt¿FRSDUDHOWDSDGRGHORVUHVWRVSRUPHGLRGHPDOOD geotextil, se acarrearon gracias a un pequeño tractor con remolque hasta un olivar cercano en cotas más bajas.

Figuras 5 y 6. Acopio de tierra, piedra, ladrillo y teja.

La actuación arqueológica comenzó con el desbroce de toda OD]RQD(OSDLVDMHSUHYLRDODH[FDYDFLyQHVWDEDGH¿QLGRSRU un cerro con presencia de abundante vegetación estacional, así como de gran cantidad de cerámica y materiales constructivos. Además, ya se dibujaban las líneas de los muros más relevantes en cuanto a dimensiones. El desbroce, efectuado por medio de herramienta manual (legonas, tijeras de podar, etc.) se prolongó durante dos días dada la gran cantidad de espacio a desbrozar y la maleza acumulada durante años. Una vez concluidas las tareas de desbroce se determinó el comienzo de la excavación, con la retirada de varias acumulaciones de piedra y estructuras pertenecientes a la última fase de ocupación del cerro, con la contienda civil española:

Figuras 7 a 10. Vegetación y restos materiales previo a excavación (arriba). Desbroce manual del yacimiento (abajo).

Excavación del Cigarral 3

La Guerra Civil El estudio de la Guerra Civil Española en la ciudad de Toledo ha ocupado miles de páginas. Sin embargo, la gran mayoría de ellas, salvo excepciones, se centran en el episodio del Alcázar olvidándose de la constitución de un amplio frente al sur del río Tajo y, SRUORWDQWRHQODVLQPHGLDFLRQHVGHODSREODFLyQ)UHQWHTXHVHPDQWXYRDFWLYRDORODUJRGHODFRQWLHQGD\TXHWXYRFRPRUHÀHMR la construcción de uno de los sistemas defensivos más importantes de la contienda española, similar a los mejor conocidos de Madrid, Ebro, etc. Después de la toma de Toledo por las tropas nacionales todo este sector alcanzó una notable importancia como amenaza latente de las posiciones recién adquiridas y como posible plataforma desde la cual organizar una ulterior contraofensiva por parte del ejército republicano. Desde lo alto de estos cerros la ciudad quedaba expuesta a la observación directa de los militares republicanos, constitu\HQGRGHKHFKRXQDPDJQt¿FDSODWDIRUPDSDUDHODWDTXHDUWLOOHURVREUH7ROHGR\GHPRGRHVSHFLDOVREUHOD)iEULFDGH$UPDVREMHWLYR preferente de la artillería republicana. Fue precisamente esta circunstancia la que motivó que el Mando nacional trasladara la mayor parte de la producción de municiones a otras zonas más resguardadas del territorio controlado por los sublevados. El material asociado, sin embargo, es claramente nacional y corresponde a los primeros intentos de ruptura del frente que implicó la conquista de las lomas que dominan Toledo al inicio de los combates de la batalla del cerro de los Palos. Su claro dominio es el UHÀHMRDUTXHROyJLFRGHXQDWDTXHUiSLGRHLQWHQVRTXHQRREWXYRUHVSXHVWDSRUSDUWHGHODVWURSDVUHSXEOLFDQDVTXHVLPSOHPHQWH abandonaron la posición. 'HQWURGHHVWHFRQWH[WRGH¿MDFLyQGHOIUHQWHGHJXHUUDHQWRUQRDOFXUVRGHO7DMRVHHQWLHQGHODRFXSDFLyQGHOFLJDUUDOGH0HQRUHV por parte de las tropas de la 9ª División del Ejército Popular. 'HVSXpVGHODWRPDGH7ROHGRSRUODVWURSDVGH9DUHODODRFXSDFLyQQDFLRQDOKDEtDTXHGDGR¿MDGDHQODPDUJHQRFFLGHQWDOGHOUtR con la ciudad de Toledo como punto más importante, y dos cabezas de puente en torno a los puentes de Alcántara, que incluía el FDVWLOORGH6DQ6HUYDQGR\6DQ0DUWtQ(OGLVSRVLWLYRGHIHQVLYRGHODFLXGDGTXHGy¿MDGRSRUHOPDQGRQDFLRQDOHQWUHVVHFWRUHV las fuerzas de Barrón se encargarían de la defensa del puente de San Martín y la Fábrica de Armas; el destacamento de la Academia defendería el puente de Alcántara, y las tropas del comandante Mizzian tendrían a su cargo el Hospital de Afuera, el arrabal de las Covachuelas, la plaza de toros, el Colegio de Huérfanos y las lomas del castillo de San Servando. Estas últimas, junto con las de Barrón, se encargarían también de la vigilancia del casco histórico. Como ya se ha dicho, debido a su situación particular dentro del denominado Frente Sur del Tajo, Toledo quedaba en una posición muy expuesta tanto para la artillería como para un previsible contraataque republicano. Ambas circunstancias eran evidentes para el alto mando nacional, razón por la cual el general Varela, por entonces a cargo de la plaza, ordenó la realización de diversas operaciones destinadas a ampliar las reducidas cabezas de puente de Alcántara y San Martín y obtener así el control de los cerros ubicados al otro lado del cauce del Tajo que dominan la ciudad. La operación más ambiciosa fue el intento de ampliación de la cabeza de puente de San Martín en el tantas veces citado combate del cerro de los Palos, que se desarrolló entre los días 7 y 13 de mayo de 1937 y afectó directamente a este sector de los cigarrales. Entonces las tropas de Varela realizaron una incursión sobre los cerros de La Bastida, las Olivas de la Virgen, cerro de los Palos, cerro Pelao, vértice Pozuela, Las Lomas-Narizones y la dehesa de Loches. La operación de ampliación de la cabeza de puente de San Martín y la subsiguiente desbandada de las tropas de Uribarri fueron interpretadas por el Estado Mayor del Ejército del Centro como un intento en toda regla de ruptura del Frente Sur del Tajo y avance nacional. A partir de ese momento el cerro donde se levanta el cigarral de Menores quedaría marcado como objetivo de una contraofensiva republicana. El peso de la operación fue encargado a la 11ª División de Líster, originándose entonces una lucha encarnizada entre ambos bandos contendientes, en la que se llegó incluso al combate cuerpo a cuerpo. Legionarios y regulares ocuparon posiciones en varias de las pequeñas lomas existentes junto al cigarral de Menores que sobresalen en altura dentro del área de estudio, atrincherándose en los mismos y levantando parapetos con escombros de construcciones anteriores. Desde estas alturas, las tropas nacionales allí desplegadas consiguieron una excelente posición para controlar el entorno circundante.

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(Q FRQMXQWR FRQVWLWX\HQ XQ PDJQt¿FR WHVWLPRQLR GH ORV HQfrentamientos ocurridos, en los que se produjeron situaciones comprometidas y actuaciones personales destacadas, protagonizadas por combatientes de ambos bandos. Un testimonio de la intensidad alcanzada en la lucha por las posiciones ubicadas en este entorno, hoy tan apacible, lo tenemos en el expediente para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al alférez Juan José Orozco anteriormente citado. En el Diario 2¿FLDO GHO 0LQLVWHULR GHO (MpUFLWR Qž  HQ HO TXH VH publicó la Orden de concesión de la prestigiosa condecoración, se reconoce como mérito la defensa de la posición nº 7 de la cabeza de puente de Toledo, el 11 de mayo de 1937, cuya descripción encaja perfectamente con la que estamos estudiando en el cigarral de Menores.

Figura 11. Ubicación del cigarral en las cercanías de la ciudad de Toledo.

Del conjunto de piezas documentadas destaca la munición, en su mayor parte percutida, que incluye, a partes casi iguales, proyectiles y casquillos, aunque también aparecen piezas sin disparar. La gran mayoría de la munición se corresponde al calibre 7x57 de punta redondeada procedentes de la Pirotécnica de Sevilla y la Fábrica Nacional de Toledo. Además, se han encontrado otros materiales relacionados con la vida cotidiana como son dedales, hebillas, medallas, material médico, botes de leche condensada o latas de conserva, que formaban parte del rancho diario que permitió el mantenimiento de los soldados durante su estancia en estas posiciones. Este cruce de datos tan evidente entre el registro arqueológico \HOGRFXPHQWDOSRQHGHPDQL¿HVWRODLPSRUWDQFLDTXHWLHQHOD adecuada recogida y estudio de los materiales asociados a las posiciones de ambos bandos, al permitir encuadrar cronológicamente el uso de cada posición y su correcta interpretación ante el constante cambio de posiciones producido. A modo de resumen, la excavación del Cigarral 3, una construcción del siglo XVI/XVII, ha permitido documentar con detalle un momento concreto de la Guerra Civil Española. También, el amplio conjunto de material mueble relacionado que se convierte en un testimonio mudo de los combates ocurridos en los cigarrales toledanos, mucho tiempo después de la llegada de las tropas del general Varela al interior del Alcázar. Todos ellos sirven para recordar que Toledo se mantuvo en primera OtQHDGHJXHUUDKDVWDHO~OWLPRGtDGHOFRQÀLFWR

Figura 12. Posibles parapetos reutilizando restos constructivos del antiguo Cigarral 3.

3DUD¿QDOL]DUHVWHDSDUWDGRKDEUtDTXHGHVFULELUODVHVWUXFWXUDV y estratigrafía documentadas de este periodo. En un paisaje de monte bajo y restos constructivos del antiguo cigarral la posición se establece realizando pequeñas obras de carácter defensivo para crear un puesto de pequeño-mediano tamaño. Las construcciones se adaptaron claramente a la ruina del cigarral, aprovechando la pequeña planicie de las antiguas estancias, así como los pocos muros que todavía quedaban en pie. Se levantaron varios parapetos de piedra suelta, abundante en

Figura 13. Posiciones militares dentro del Cigarral de Menores.

Excavación del Cigarral 3

el cerro por la destrucción del cigarral, situados en los alzados de los desusados muros de granito sin uso. De esta manera, se dibuja un pequeño recinto de unos 60 m² protegido en todos VXVÀDQFRVHVSHFLDOPHQWHKDFLDHOVXUGRQGHVHVLWXDUtDODOtnea de frente. Igualmente, también se construyeron líneas de trinchera excavadas en el terreno. Se ha podido constatar la existencia de una trinchera ubicada al oeste del cigarral. Únicamente se excavaron tres metros de longitud, documentándose una anchura de DOJRPHQRVGHP1RREVWDQWHHQDPERVSHU¿OHVGHH[FDYDFLyQVHYHUL¿FDTXHODWULQFKHUDDYDQ]DSRUGHQWURGHOFLJDUUDO \IXHUDGHpVWH VHSRGUiFRQ¿UPDUODSODQWDHQSUy[LPDVH[FDvaciones). La línea de trinchera hacia el oeste parece virar con el emplazamiento de un muro antiguo de cerca, seguramente reutilizado, transcurriendo la línea parejo al mismo.

Figura 14. Trinchera documentada durante la excavación arqueológica.

En cuanto a la estratigrafía, los niveles que contienen materiales asociables al periodo de contienda son reducidos, aunque se localizan, una amplia extensión. Prácticamente en todo el QLYHOVXSHU¿FLDODSDUHFHQUHVWRVGHFDUWXFKRVSUR\HFWLOHVSHLnes, etc. así como de objetos de la vida cotidiana (ver apartado de materiales). Además, debido a las remociones relacionadas con las obras de acondicionamiento del puesto defensivo, otros estratos arqueológicos de abandono del cigarral (UU.EE. 101, 103, 200, 400) contienen también municiones y otros materiaOHVGHHVWDpSRFD,QFOXVRHQRWUDVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDV 88 EE 201, 401, 402), plenamente relacionadas con actividades pretéritas (siglos XVII-XVIII), aparecen testimonios de la guerra, quizá por procesos postdeposicionales de permeabilidad HVWUDWLJUi¿FD SRUHMHPSORSRUDFFLyQGHURHGRUHV\DTXHH[LVtían muchas madrigueras en la zona). Por otro lado, la zona GHODHVFDOLQDWDSDUHFHTXHIXHXWLOL]DGDFRQ¿QHVGHIHQVLYRV al apreciarse pequeños parapetos y unidades de revuelto con material contemporáneo (U.E. 404). Figura 15. Detalle de la línea de trinchera, cortando estructuras del Cigarral 3.

Figura 16. Plano de estructuras pertenecientes a la posición durante la Guerra Civil.

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Excavación del Cigarral 3

El Cigarral /DH[FDYDFLyQGHO&LJDUUDOWHQtDFRPRSULQFLSDOREMHWLYRSRGHUGHOLPLWDUODVHVWUXFWXUDVPiVLPSRUWDQWHVGHODHGL¿FDFLyQGHO &LJDUUDODVtFRPRODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDGHODVUHPRGHODFLRQHVGHOPLVPR$XQTXHWDO\FRPRKHPRVUHVHxDGRHQDSDUtados anteriores, no se ha podido excavar todo el conjunto de manera extensiva, sí se ha podido establecer una secuencia clara y FRKHUHQWHDGHPiVGHSRGHUERVTXHMDUXQDSODQWDGHOHGL¿FLR\VXVIDVHVHQFRQMXQWR /DFRQVWUXFFLyQHVWiHVWUXFWXUDGDHQXQDHGL¿FDFLyQWHFKDGDFRQYDULRVPyGXORVRKDELWDFLRQHVXQDJUDQSODWDIRUPDSULQFLSDOD modo de patio, además de una escalinata de acceso y dos plataformas anejas para uso indeterminado hasta el momento. La edilicia se compone de un total de tres módulos que se han ido construyendo sucesivamente en remodelaciones del cigarral. (OSULPHUPyGXOR SRVLEOHPHQWHXQDDQWLJXDWRUUHGHIHQVLYDPHGLHYDOFRPRYHUHPRVPiVDGHODQWH SRVHHXQDVXSHU¿FLHXQRV m² delimitado por muros de aproximadamente 70 cm. de espesor. A este módulo se añaden otros dos de forma consecutiva y de GLPHQVLRQHVVLPLODUHV(QXQPRPHQWRGHOVLJOR;9,,VHDxDGHHOJUDQSDWLRTXHDUWLFXODUiHOFRQMXQWRGHODHGL¿FDFLyQFRQOD escalinata y demás plataformas construidas en la misma fase, posiblemente coincidente con la ampliación del segundo módulo o KDELWDFLyQ(VWDJUDQSODWDIRUPDWLHQHXQDVXSHU¿FLHLQFOX\HQGRHOSDVLOORKDFLDODVHVFDOHUDVGHPð/DSODWDIRUPDSHULPHWUDO SODWDIRUPD WLHQHPð\ODSODWDIRUPDXQRVPð7HQLHQGRHQFXHQWDTXHODPLVPDHVFDOLQDWDJR]DGHXQDVXSHU¿FLH GHPðODVXSHU¿FLHFRPSOHWDHGL¿FDGDVXSHUDORVPðVLQFRQWDUFRQTXHHQOD]RQDRHVWHQRHVWiYHUL¿FDGDODH[LVWHQFLD de más estructuras.

Figura 17. Nivel de colmatación que sellaba las estructuras murarias del Cigarral 3.

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Primera plataforma: La plataforma es el primer elemento estructural en el que se intervino. La hipótesis con la que se partía desde un primer momento era la posibilidad de que los estratos de colmatación fueran extensos pero de poca potencia. Esta teoría pronto se vio desarmada al documentar una potencia total, entre estratos de nivelación y colmatación, de cerca de un metro de potencia. La U.E. 101 estaba compuesta por tierra silícea de tonalidad anaranjada con restos constructivos y diverso material mueble. La cerámica, metal y otros elementos tenían una cronología muy variada, destacando cerámicas de principios del siglo XVII hasta, como vimos en el capítulo anterior, restos de balística de la Guerra Civil. La formación de este estrato probablemente se debe al depósito natural y alteraciones antrópicas a lo largo GHOWLHPSRGHVGHHODEDQGRQRGHO&LJDUUDOGHVGH¿QDOHVGHO VLJOR;9,,,±SULQFLSLRVGHO;,;3RUHVWHPRWLYRDSDUHFHXQD gran variedad en el repertorio material.

Figura 18. Plano de estructuras pertenecientes a la posición durante la Guerra Civil.

Hay que destacar que la unidad 101 sellaría las estructuras en todo el cerro, sin embargo, se ha subdividido por razones de localización de materiales en varias unidades (UU.EE. 111, 200, 301 y 400). Por otro lado, hay que destacar que el plan de excavación tuvo que cambiarse de manera forzada debido a la cantidad de tiempo empleado en excavar estratos de tanta potencia. El cubicaje aproximado para la excavación del nivel 101 fue de 35 m³, equivalente a dos camiones de carga de tres ejes. Se estimó hacer una excavación parcial de la plataforma SDUDSRGHUGRFXPHQWDUODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FD\XWLOL]DUORV recursos en otros sectores del yacimiento. Por debajo de este nivel, de aproximadamente 25 cm. de espesor, se documentó un estrato de color blanquecino y gran cantidad de restos constructivos (U.E. 103). Este nivel, con una potencia de unos 45 cm., se sitúa por encima del nivel de uso GHOSDWLR(OHVWUDWRVHIRUPyGHELGRDOFRODSVRGHODVHGL¿FDciones ya en abandono pleno. Las dataciones numismáticas nos VLW~DQHQ¿QDOHVGHOVLJOR;,;±SULQFLSLRVGHOVLJOR;;

Figura 19. Vista del corte de excavación donde se aprecia la potencia de los estratos. Hay que destacar que la unidad 101 sellaría las estructuras en todo el cerro, sin embargo, se ha subdividido por razones de localización de materiales en varias unidades (UU.EE. 111, 200, 301 y 400).

Al exterior y al oeste de la plataforma hay varios estratos en la zona que podría ser un vano de acceso a esta terraza. Entre varios estratos de nivelación destacan dos por sus características y cronología. Se trata de un pavimento de gravilla (U.E. 302) limitado justo donde estaría el vano y con una Blanca de Felipe II; y también una reparación posterior de este pavimento (U.E. 303) que contenía una moneda de ocho maravedíes de Felipe III. Si analizamos la teoría de la puerta como válida estos esWUDWRVVHUtDQSRVWHULRUHV\IHFKDUtDQODFRQVWUXFFLyQHQ¿QDOHV GHOVLJOR;9,±SULQFLSLRVGHOVLJORV;9,, (OUHOOHQRGHODSODWDIRUPDDUWL¿FLDOHVWiFRQIRUPDGRSRUORV niveles 116, 115 y 122, que aparecieron con apenas restos materiales asociados. Por sus características físicas y disposición

Figura 20. Vista del corte de excavación donde se aprecia la potencia de los estratos. Hay que destacar que la unidad 101 sellaría las estructuras en todo el cerro, sin embargo, se ha subdividido por razones de localización de materiales en varias unidades (UU.EE. 111, 200, 301 y 400).

Excavación del Cigarral 3

Figura 21. Plano con la ubicación en planta de la U.E. 103

)LJXUD$UULEDSODQRFRQORVFRUWHVDUWL¿FLDOHVGHH[FDYDFLyQHQODSODWDIRUPD principal. Abajo: Unidades estructurales de nivelación constructiva (UU.EE. 116 y 122) y colmatación (U.E. 103)

)LJXUD5HVWRVGHODHGL¿FDFLyQSRUGHEDMRGHODFLPHQWDFLyQGHODSODWDIRUPD

se llegó a la conclusión de que estábamos en la base de la plataforma del patio, como elementos constructivos de nivelación de la plataforma principal. Los estratos 115 y 122 estaban junto a los muros de la plataforma para servir de drenaje y dar plasticidad a la construcción. Estaban compuestos por cantos de piedra granítica menuda y teja con ladrillo respectivamente. La U.E. 116 estaba FRPSXHVWDSRUDUHQDDQDUDQMDGDFULEDGD\FRPSDFWDGDIRUPDQGRHOJUXHVRGHODVXSHU¿FLHGHODSODWDIRUPD/DFURQRORJtDGH este estrato, fechado por la cerámica, ha sido inesperada. Los tipos cerámicos se corresponden con la época Taifa y un fragmento de loza de mediados del siglo XV. Esta cronología es demasiado antigua, ya que tenemos datos secuenciales de estructuras que LQGLFDQFODUDPHQWHTXHGHEHUtDVHUXQPRPHQWRSRVWHULRUD¿QDOHVGHOVLJOR;9,6HJXUDPHQWHODDUHQDGHOD8(IXHH[WUDtGD de un barranco cercano donde se ubica una noria que sí se correspondería con estas fechas tan lejanas. /DH[FDYDFLyQGHOFRUWHDUWL¿FLDOLQFOX\yHOUHEDMHGHORVHVWUDWRVGHQLYHODFLyQSDUDLQWHQWDUGRFXPHQWDUFyPRVHSURGXFtDpVWD FRQUHVSHFWRDOQLYHOGHEDVHJHROyJLFR6LQHPEDUJRQRVHOOHJyDOQLYHOGHOPDFL]RJUDQtWLFRHQWRGDODVXSHU¿FLH\DTXHDQWHV VHHYLGHQFLyODSUHVHQFLDGHXQDHGL¿FDFLyQDQWHULRUFROPDWDGD\QLYHODGDSRUODVREUDVGHFRQVWUXFFLyQGHODSODWDIRUPD6HJXUDPHQWHSHUWHQHFLHQWHDSDUWHGHXQDQWLJXRFLJDUUDOHOHGL¿FLRVHGHPROLy\VHGHMDURQODVFLPHQWDFLRQHVSDUDGDUPD\RUFRPSDFLGDG estructural a la plataforma. Estos restos se componen de un muro de mampostería (U.E. 117), un umbral de piedra de granito (U.E. 119), un pequeño tabique de entrada (U.E. 120) y restos constructivos de derrumbe (U.E. 118). En el eje con el umbral se ha docuPHQWDGRXQDJXMHURUHDOL]DGRHQODURFD 8([[ \SRGUtDVHUXQSLHGHUHFKRGHXQSRVWHFHQWUDOGHODHGL¿FDFLyQ Además, se pudo documentar el suelo original (U.E. 137) compuesto por arena de miga y cal en poca proporción. Aunque posiblemente no se trataba del suelo sino del preparado para la construcción de un losado de ladrillo. Hay que destacar que aparte de pequeños fragmentos cerámicos se localizó una moneda de bronce en el contacto con la roca natural. Se trata de una Blanca de Castilla de los Reyes Católicos doblada por la mitad, sin resello, ni contramarca, ni recorte. Es decir, que si bien es una moneda GH¿QDOHVGHOVLJOR;9SDUHFHTXHHVWXYRPX\SRFRWLHPSRHQFLUFXODFLyQ(VWHGDWRDFRWDEDVWDQWHODFURQRORJtDGHHVWHHVWUDWR

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Figura 24.

Figura 25.

HQWUH¿QDOHVGHOVLJOR;9RGXUDQWHDOJ~QPRPHQWRGHSULQFLSLRVGHOVLJOR;9,$GHPiVSDUHFHTXHHVWDPRQHGDTXHFRQVHUYDHO cuño de troquel fue doblada con una cizalla para que quedara condenada. La importancia de este hallazgo radica en que el grado de intrusión es nulo. La situación de la moneda en la misma roca y la construcción del suelo sellándola nos puede indicar incluso una intencionalidad de carácter fundacional. Por último, hay que destacar que no se continuó con la excavación de los nuevos restos ni con la nivelación de la plataforma hasta ODURFD6HUHVROYLyGHMDUODVHVWUXFWXUDVH[FDYDGDVLQVLWXSDUDTXHVHSUHVHUYHQFRPRWHVWLJRGHODDQWLJXDHGL¿FDFLyQEDMRODSODWDIRUPD/RVUHVWRVGHODDQWLJXDHGL¿FDFLyQEDMRODSODWDIRUPDVHWDSDURQFRQWHODJHRWH[WLOTXHGDQGRSRUGHEDMRGHODQLYHODFLyQ DUWL¿FLDOGHOUHFLQWR Segunda y tercera plataforma &RQ HVWD GHQRPLQDFLyQ VH KDQ GH¿QLGR ODV HVWUXFWXUDV FRQVWUXFWLYDV \ ORV HVWUDWRV SHUWHQHFLHQWHV D XQD SODWDIRUPD SHULPHWUDO articulada en torno a los muros de contención del patio (2ª plataforma), y los vinculados a otro abancalamiento situado al este del Cigarral y al norte de la escalinata (3ª plataforma). La razón de que se incorporen ambos en el mismo apartado responde a que si bien las estructuras están plenamente diferenciadas los estratos de colmatación se ubican en extensión en ambos sectores estructurales, también construidos en el mismo momento. En cuanto al momento cronológico habría que decir que sería el mismo que la primera plataforma, al tratarse de una reforma global realizada en un solo momento. El sistema constructivo de aterrazamiento genera una estratigrafía deposicional lógica aunque poco común. La plasticidad de los estratos de colmatación lenta, como es el caso, genera niveles inclinados, en algunos casos con una graduación acentuada. Éstos contrastan sobremanera con los estratos horizontales de nivelación de carácter constructivo. El único inconveniente generado se produjo durante las labores de excavación. Ante la imposibilidad de trabajar de forma inclinada, se fuerzan los cortes de excavación hacia la nivelación, dando lugar en ocasiones a trabajar con dos estratos diferentes en un mismo plano. No obstante, gracias a una excavación cuidadosa creemos que no hubo ninguna intrusión de materiales entre estratos durante las tareas propias de excavación manual, además de la recogida y embolsado de material. La importancia de la excavación de estos sectores radicaba en la correcta delimitación de las partes estructurales del Cigarral. Los alzados del muro de contención de la plataforma superior, así como documentar cómo se articulaban los aterrazamientos, fueron en sí mismos un objetivo prioritario del plan de excavación. De hecho, se superaron las expectativas, al evidenciar la existencia de un gran muro de contención con una altura muy superior a lo esperado. El nuevo descubrimiento otorgó una nueva visión del Cigarral 3 como conjunto, al aparecer ahora con mayor monumentalidad y riqueza arquitectónica. Por otro lado, los estratos de colmatación también iban a deparar resultados sorprendentes, ya que materiales muy antiguos del Cigarral aparecieron aquí y en gran número. Las UU.EE. 201, 401 y 402 son auténticos cenizales previsiblemente formados por una actividad dilatada en el tiempo. La hipótesis que se baraja relaciona la aparición de estos niveles con una fase posterior al abandono

Excavación del Cigarral 3

)LJXUD6HFFLyQWLSRGHODIRUPDFLyQHVWUDWLJUi¿FDHQODVWUHVSODWDIRUPDV

GHO&LJDUUDOHQVXFRQFHSWRGHFDVDGHFDPSRGHXVR\GLVIUXWHLQWHOHFWXDO/DHGL¿FDFLyQVHUtDUHXWLOL]DGDFRPRFDVDGHODEUDQ]D de campesinos, vinculados al propietario de la tierra y su explotación. La casa de aperos tendría actividad en los momentos de descanso del trabajo (comidas, habilitación para dormir, etc.). /DFURQRORJtDGHORVHVWUDWRVVHSXHGHFRQFUHWDUJUDFLDVDODLGHQWL¿FDFLyQGHPRQHGDVFDVLHQVXWRWDOLGDGGHPHGLDGRVGHO siglo XVII, salvo una moneda de Fernando VI y dos de Carlos III. Además, el material cerámico también ofrece datos interesantes. /DVVHULHVFHUiPLFDVLQFOX\HQUHSHUWRULRVGHPXFKRVDOIDUHVGLYHUVRVORFDOHVQDFLRQDOHVHLQWHUQDFLRQDOHV6HKDQLGHQWL¿FDGR VHULHVGH7DODYHUD\3XHQWHDVtFRPRORFDOGH7ROHGRGHHQWUHSULQFLSLRVGHOVLJOR;9,,\¿QDOHVGHOVLJOR;9,,,(QFXDQWRDOD

Figura 27. Estratigrafía inclinada.

Figura 28. Estratos cenicientos de colmatación en la 2ª y 3ª plataforma

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cerámica foránea, hay importaciones de ámbito nacional y de ámbito internacional. Se ha registrado cerámica, sobre todo de la segunda mitad del siglo XVIII, de importaciones francesas y británicas, con probabilidad de ser extensible al mercado italiano y holandés. La formación de los cenizales surgió entonces en un momento posterior al de este complejo y lujoso repertorio cerámico, con ODVVHULHVPiVWDUGtDVHQ¿QDOHVGHOVLJOR;9,,,/DDFWLYLGDG de acopio de ceniza se realizaría entonces desde principios del siglo XIX y por un dilatado periodo indeterminado. Ésta consistiría en el vaciado de los elementos muebles que ya no UHVXOWDUDQ~WLOHVSDUDHOQXHYRXVRGHOHGL¿FLRDGHPiVGHYHUter los restos de ceniza y desperdicios de continuas actividades relacionadas con la cocina y labores agrícolas (desbroces, acopios, etc.).

Figura 29 . Vistas de las estructuras que articulan las diferentes plataformas.

Los resultados polínicos y carpológicos nos muestran una gran variedad de taxones. El registro de algunas especies como el cereal, vid, olivo, lenteja,… nos indican el aprovechamiento agrícola. Mientras que la documentación de otra gran cantidad de plantas, arbustos y árboles nos revelaría un uso como combustible. También habría que pensar en un periodo de impasse con el abandono del cigarral hasta la reutilización. El abandono se SURGXFLUtDD¿QDOHVGHOVLJOR;9,,±SULQFLSLRVGHOVLJR;,; coincidiendo con las luchas de la Guerra de la Independencia. (QHOiUHDGHORVFLJDUUDOHVVHKDQGRFXPHQWDGRLQ¿QLGDGGH impactos de proyectil de mosquete de esta época. Seguramente con las tropas napoleónicas ocupando las posiciones estratégicas (como ocurrirá después en la contienda civil) los propietarios de los cigarrales desparecieron de la zona, y con ellos la actividad de ocio y el material ligada a ella. Aunque la situación se estabilizó con Fernando VII, la actividad palaciega de nuestro cigarral nunca más retornó. Habría que pensar en un periodo de pocos años en los que el Cigarral es totalmente abandonado sin que haya alguna actividad. El estrato U.E. 403 apoyaría esta teoría, ya que se encontraba por debajo de los niveles cenicientos, con una composición silícea y anaranjada, y justo por encima del estrato de nivelación de la 2ª plataforma. Este nivel indicaría una actividad intermedia, relacionada con acciones de derrumbe o desescombro, dada la cantidad de material constructivo presente en el mismo. Efectivamente, todo se puede deber al vaciado de la casa, arrojando la cerámica rota y demás enseres inservibles. La tercera plataforma también fue objeto de intervención arqueológica. Se realizó una cata de 2 X 6 metros para comproEDUODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDGHODHVWUXFWXUD/DH[FDYDFLyQ del total de la plataforma fue inviable debido a su gran extensión y potencia de los estratos (más de 50 cm.).

Figura 30.

Figura 31.

Excavación del Cigarral 3

Figura 32. Vista aérea de la escalinata de acceso.

Los resultados de la intervención parcial fueron muy interesantes. La construcción de la plataforma se realizó gracias al aporte de tierra de otro lugar, seguramente del desescombro efectuado durante las reformas del cigarral de este momento. Los niveles inferiores contienen tal cantidad de ladrillo, teja, cerámica y piedra menuda, que hace pensar que se emplearon los escombros de RWURHGL¿FLRSDUDUHOOHQDUODWHUUD]D(QHIHFWRVHKDUHFRJLGRJUDQFDQWLGDGGHFHUiPLFD\RWURVPDWHULDOHVGHORVHVWUDWRV8( 409 y, sobre todo, U.E. 410. Por otro lado, la topografía de la terraza, marcadamente inclinada siguiendo las escaleras, y la composición de la tierra hacen SHQVDUTXHHOXVRGHVWLQDGRDHVWHUHFLQWRIXHHOGHMDUGtQRKXHUWR1RVHKDQLGHQWL¿FDGRHVWUXFWXUDVDVRFLDGDV\HO¿UPHDGHPiV de inclinado, sería irregular e inestable. Por su parte, también hay que reseñar otro elemento arquitectónico de alcance dentro del conjunto: la escalinata. Ésta fue despejada en su parte larga ya hace décadas gracias al interés despertado por este lugar en Gregorio Marañón. La intervención en esta zona fue mínima, ya que se resumió en el desbroce manual de la vegetación y retirada de la tierra suelta. El segundo tramo de escaleras, que articula el acceso de la segunda plataforma a la principal, sí fue objeto de limpieza y excavación parcial. La zona se encontraba bastante alterada por las madrigueras, que habían causado el hundimiento de varias de las piedras al quedar huecas por debajo. Por este motivo se hizo necesaria una consolidación de las piedras, para que no se perdieran para siempre las ya de por sí desplazadas piezas de la estructura.

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(OHGL¿FLRSULQFLSDO /DHGL¿FDFLyQGHVWLQDGDDODUHVLGHQFLDGHUHFUHRVHFRPSRQtD de varios módulos o estancias anejas. La primera de ellas, la Estancia 1, era la que mejor se conservaba en altura por enciPDGHOQLYHOVXSHU¿FLDO/DHVWUXFWXUDUHFWDQJXODUFRPSXHVWD por muros de granito se adapta al macizo granítico del cerro. ,QFOXVRYDULRVGHORVDÀRUDPLHQWRVWDOODGRVHQSDUWHVHLQWHgrarían dentro de la estructura. De hecho, uno de los tres vanos documentados tiene cincelado el agujero del gozne del eje de la puerta y el hueco para facilitar la apertura de la hoja. La parte del muro mejor conservado en alzado es el de orientación este, manteniendo hasta tres hiladas. Sin embargo, el resto de los muros de la estructura apenas conserva algunas piedras, ya que se apoyaban sobre el granito natural por encima del nivel de uso actual. Figura 33. Estratos cenicientos de colmatación en la 2ª y 3ª plataforma

Estos mampuestos se encontraban totalmente enlucidos con una capa gruesa de mortero de cal, de unos 5 mm. de espesor, tanto en la cara externa como en la interna. Se han documentado varios tramos en los que todavía perduraba el enlucido en el mismo muro (U.E. 107 al exterior y U.E. 105 al interior). Además, al interior también se constata la existencia en algunas zonas localizadas de los derrumbes de los enlucidos de cal (U.E. 106). Este abandono se fecha con cerámica de mediados del siglo XVI, lo que nos indica que estos niveles fueron amortizados para construir un suelo encima, pero de éste último no nos quedaría nada.

Figura 34. Muro este de la Estancia 1.

Figuras 35 y 36. Enlucidos conservados in situ en los muros y estratos de derrumbe de los mismos (U.E. 105-106).

Excavación del Cigarral 3

Figura 37. Estancia 1 después de la consolidación de estructuras.

Figura 38. Sección arqueológica de las estancias.

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La estratigrafía del interior de la estancia se encontraba muy alterada, posiblemente debido a la reutilización de las estructuras de la ruina para la construcción de un puesto defensivo durante la Guerra Civil. Estas transformaciones afectaron al 80 % del espacio del recinto. Sin embargo, en una pequeña franja al interior y paralela al muro este se ha registrado una VHFXHQFLD HVWUDWLJUi¿FD SHUWHQHFLHQWH D OD pSRFD GHO &LJDUUDO del siglo XVI. Por un lado, y a escasos centímetros del nivel GHVXSHU¿FLHVHKDOOySDUWHGHXQVRODGRGHODGULOOR 8(  Por encima del piso se ha documentado en el mismo nivel de uso un pequeño hogar con ladrillo reutilizado (U.E. 112) en la esquina noreste. Sin poder determinar con exactitud de qué periodo es este suelo, es probado que está en relación con la reforma del anejo de la Estancia 2, entre los siglos XIII y XV. Las fechas vendrían dadas por la secuencia estructural, que indica TXHGHEHUtDVHUDQWHULRUD¿QDOHVGHOVLJOR;9\WDPELpQSRUHO material cerámico del relleno de la Estancia 2 (U.E. 124) con tipos y tonalidades de pasta bajomedievales.

Figura 34. Estancia nº 2 se adosa a la existente.

Hay que destacar, por otro lado, al menos tres reformas estructurales pertenecientes a la remodelación del espacio. La primera de ellas es la apertura de un vano en la esquina suroeste, coincidiendo con la construcción de la Estancia 2, para dar comunicación entre ambas. El muro en esta zona se encontraba en un primer momento macizado, como demuestran los enlucidos exteriores en la zona. Luego se abriría y enlosaría para dar paso la otra habitación. La segunda reforma se trata de la construcción de un banco corrido o un alféizar de ladrillos (UU.EE. 108 y 109). Este elemento se realiza por encima de los ladrillos de base y tapando un paño de enlucido. Parece que se correspondería a una fase avanzada, dada la tosquedad de la factura. Además, una última remodelación posible sería la apertura de otro vano en el muro este. Se conservaba un pequeño tramo de ladrillo y piedra a “sardinel”. No se puede determinar a qué periodo pertenece, pudiendo ser original de la primera fase del Cigarral.

Figura 35. Sección arqueológica de la Estancia 2.

También se excavó por debajo del nivel de pavimento, en el espacio donde no había solado de ladrillo. Los niveles más suSHU¿FLDOHVHVWDEDQPX\DOWHUDGRV\VXHOWRV 8(LJXDOD 101). Sin embargo, se constató un estrato de nivelación (U.E. 123) con tierra anaranjada silícea muy “limpia” y sin material asociado. Parece que la tierra fue cribada y compactada para FRQVHJXLUXQDVXSHU¿FLHSODQDTXHVLUYLHUDGHEDVHSDUDORVHQlosados de ladrillo. /D PRGL¿FDFLyQ GHO HGL¿FLR YLQR GDGD SRU OD DPSOLDFLyQ GHO mismo al anejar otro módulo o habitación (Estancia 2). Durante la excavación se documentaron varios muros de mampostería, así como varios niveles de uso y estratos de relleno. Gracias a la lectura vertical de paramentos también se pudo confrontar la secuencia de fases desde el punto de vista cronológico. El alza-

Figura 36. Detalle estratigrafía Estancia2.

Excavación del Cigarral 3

do exterior del muro de la Estancia 1 presentaba restos in situ del enlucido exterior, demostrando que la segunda estancia fue FRQVWUXLGDHQXQDIDVHSRVWHULRUFRPRXQDUHIRUPDGHOHGL¿FLR Asimismo, la diferencia de la fábrica de los paramentos (muros con piedra más careada y anchura muy inferior) y orientación diferente constataría esta teoría. Con unas dimensiones similares al primer módulo, la construcFLyQ VH LGHy WHQLHQGR HQ FXHQWD OD FRWD GHO VXHOR GHO HGL¿FLR original. Así, se ha podido documentar un estrato de nivelación (U.E. 124) para poder levantar un pavimento a plomo con el ya reseñado (U.E. 104), aunque no se conservan restos del mismo. Este nivel se compone de tierra arenosa de tonalidad anaranjada y se apoya directamente sobre un nivel de uso anterior (U.E. 125). Éste se trata con casi total seguridad del suelo exterior del SULPHUHGL¿FLRFRQFHUiPLFDEDMRPHGLHYDOLGHQWL¿FDGD

Figura 37. Sección arqueológica de las Estancias 3 y 4.

La segunda de las reformas generales documentadas corresponde a la construcción de la Estancia nº 3. Como puede apreciarse en las fotografías, el tipo de paramento es muy similar al de la habitación aneja. Se trata de muros de mampostería realizados con piedra pequeña y mediana y de buena factura. Los careados de la piedra están bien dispuestos, formando líneas muy homogéneas en los paños alzados. 6LQHPEDUJRVHSXHGHD¿UPDUTXHHVWDREUDFRUUHVSRQGHDXQ momento posterior debido a varios factores concluyentes. Se aprecia claramente cómo las piedras del muro se adosan a la esquina de la otra estancia, además de ofrecer una orientación OLJHUDPHQWHGLIHUHQWH$OLQWHULRUODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDHV totalmente diferente, con estratos de relleno y nivelación muy GLVWLQWRVDORVLGHQWL¿FDGRVHQODVKDELWDFLRQHVDQWHULRUHV

Figura 38. Niveles de relleno al interior de la Estancia 3.

En efecto, el estrato de nivelación de piso inferior (U.E. 129) tenía una composición de tierra blanquecina con alto componente de cal, a diferencia de las otras nivelaciones con arena de miga. La nivelación se realizó por encima del estrato U.E. 136-142, de arena de miga posiblemente natural (no se puede distinguir una de otra por su composición). Los muros están construidos por encima de la misma, y al exterior continúa el estrato. La cronología atribuible por cerámica es de mediados ± ¿QDOHV GHO VLJOR ;9,, FRQ VHULHV GH7DODYHUD \ 3XHQWH GHO Arzobispo. En el interior y por encima del nivel blanquecino se ha podido documentar un estrato (U.E. 128) compuesto por gran cantidad de material constructivo, sobre todo de piedra. La formación de esta capa se produciría por una actividad de amortización de otras estructuras con la intención de conseguir una nivelación al interior de los muros. En algunas partes la piedra es de mayores dimensiones y está colocada formando un solado de lajas (U.E. 138). Posiblemente todo estaría cubierto por una capa de arena de miga (U.E. 127). También habría que destacar que por

Figuras 39 y 40.

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encima de este suelo aparece tallado el granito que, junto con paños de mampuesto, formaría un banco corrido (U.E. 140) enlucido con cal (U.E. 139). Por otro lado, el acceso se haría directamente al exterior por un vano documentado en el muro norte (de ladrillo). No se ha registrado ningún acceso al interior GHOHGL¿FLR /D FXDUWD \ ~OWLPD HVWUXFWXUD LGHQWL¿FDGD HV OD SHUWHQHFLHQWH a la designada como Estancia 4. De igual manera se ha excavado parcialmente siguiendo el muro sur, esta vez de menores dimensiones debido al mal estado de conservación. La excavación de la trinchera de la Guerra Civil descrita en apartados anteriores (U.E. 131) destrozó la estructura muraria hasta más allá de los cimientos. Así, se ha podido comprobar la existencia de un nuevo muro adosado, pero que únicamente conserva 1,5 m. de longitud. La excavación al otro lado de la trinchera no ha YHUL¿FDGRVXFRQWLQXLGDG3RUHVWDUD]yQQRVHSXHGHD¿UPDU si la denominada Estancia 4 era otra habitación más, anejada DOHGL¿FLRSUHH[LVWHQWHRSRUHOFRQWUDULRVHWUDWDGHRWUDHVtructura como un muro perteneciente a un porche o similar. No se pudo documentar ningún suelo asociable, contando con un estrato oscuro (UU.EE. 130 y 135) de gran potencia y con materiales de los siglos XVII y XVIII.

Figura 41. Planta con la ubicación del muro de la Estancia 4, adosada a la tercera.

Por último, únicamente habría que destacar la imprecisión, con los datos disponibles hasta el momento, a la hora de poder GHWHUPLQDUODVHFXHQFLDFURQRHVWUDWLJUi¿FDHQUHODFLyQFRQHO HGL¿FLR SULQFLSDOXOR VHFXHQFLDO GHELGR D OD IDOWD GH FRQH[LyQ entre los estratos estructurales y de relleno de ambos tipos de construcción. Sin embargo, sí se ha elaborado una hipótesis de la secuencia histórica teorizando sobre los fenómenos arqueológicos e históricos entrelazados de manera lógica. Figura 42. Muro de la estancia 4 cortado por la construcción de una trinchera de la Guerra Civil.

Excavación del Cigarral 3

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Fichas de U.E:

P01.- Plano de unidades murarias de diferentes épocas.

33ODQRGHUHOOHQRVXSHU¿FLDO7RGRVHHQFRQWUDEDFXELHUWRSRUHVWUDWRVGHDUHQD de deposición lenta. Se han diferenciado varias unidades por su situación espacial, no por tener diferencias físicas concretas. S. XX

P03.- Plano de estratos el la terraza de la Primera Plataforma. Las UUEE 102 y 103 son depósitos de derrumbe. S. XIX y XX. La UE 113 y UE114 son rellenos constructivos anteriores.

Excavación del Cigarral 3

P04.- Disposición de los cenizales en la Segunda Plataforma. S. XIX

P05.- Suelos de la Segunda Plataforma (UUEE 202 y 406) y derrumbes (UUEE 403 \ 6;9,,±;9,,,

P06.- Plano correspondiente al relleno de la Tercera Plataforma.

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P06.- Plano correspondiente al relleno de la Tercera Plataforma.

P07.- Plano del interior de la Estancia 1: destacan los suelos (UE 104) y enlucidos 88((\ 6;9,7DPELpQHVWiQUHÀHMDGDVUHIRUPDVSRVWHULRUHV 88(( \ \XQKRJDUIRUWXLWR 8( 6;9,±;9,,

P08.- Plano del interior de la Estancia 1: derrumbes de enlucidos (UE 106). S. XVI.
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