SERIE CARCHI TRADICIÓN ORAL. VOLUMEN 5. LAS HIJAS DEL RAYO

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Descripción

LAS HIJAS DEL RAYO Tradición oral de la parroquia Julio Andrade

Luis Felipe Vásquez Narváez Edison Duván Ávalos Flórez

LAS HIJAS DEL RAYO Tradición oral de la parroquia Julio Andrade Autores: Luis Felipe Vásquez Narváez Edison Duván Ávalos Flórez SERIE CARCHI TRADICIÓN ORAL N° 5

© Luis Felipe Vásquez Narváez [email protected] © Edison Duván Ávalos Flórez [email protected]

De­re­cho de au­tor Nº 043132 De­pó­si­to le­gal Nº 005046

ISBN Nº 978-9978-17-384-8 Portada: Alex Fabián Vega Vaca, de 12 años, estudiante de la Escuela Municipal 13 de Diciembre. PRIMERA EDICIÓN 2014

Texto digital proporcionado por los autores. Esta obra no puede ser reproducida, total o parcialmente, sin autorización escrita de los autores o de Ediciones Killari. “Impresión Digital” Edición realizada en los talleres de Editorial Jurídica del Ecuador; con la calidad y tecnología de equipos de producción XEROX Editorial Jurídica del Ecuador Miguel de Trujillo Nº E5-55, Quito Teléfono: 2642 - 984 Telefax: 3131 - 470 www.editorialjurídicadelecuador.com Email: editorialjurí[email protected] Impreso en Ecuador

/ Printed in Ecuador

ÍNDICE Elogio a Julio Andrade, por Ingeniero Julio César Robles Guevara, alcalde del Cantón Tulcán......................... 7 Agradecimientos .................................................................................................................................................. 9 Análisis introductorio: Manifestaciones de lo Pasto en Julio Andrade.............................................................. 13 Testimonios y dibujos No temo tanto estar hecho con tizones del infierno, ni arder por eternidades............................................ 25 Por: María Isabel González Me salió un lobo grandote al que le brillaban esas muelas.............................................................................33 Por: Abdón Castillo Góyes El guagua le sonrió con unos colmillos grandotes......................................................................................... 41 Por: Bertha Leonor Ibarra Benavides El mal espíritu me atormenta ............................................................................................................................ 49 Por: Segundo Nabor Villarreal Velasco Más antes ha habido todo cosas feas............................................................................................................... 57 Por: Alba Luz Jojoa Imués Eso era un poco de gentes con espelmas, arrastrando cadenas ..................................................................69 Por: Thelmo Gonzalo Castro Quelal La tía muerta seguía insistiendo en el sueño ...................................................................................................75 Por: Gladis Marina Fuertes Fuertes Las voladoras eran de cualesquier nación de cualesquier parte .................................................................. 83 Por: Aurelio Elías Erazo Chapi ¡Ahora tienes que darme tu sangre porque te has compactado con el diablo! ........................................... 91 Por: María Leobigilda Ayala Benavides El gritón iba llevando en su mano, cogida de los pelos, su propia cabeza ................................................. 99 Por: José Luis Chamorro Chamorro Un mal espíritu que se hizo pasar por otra persona ...................................................................................... 117 Por: María Dioselina Castillo Burbano 5

Este hombrecito quedó con la mente perdida ................................................................................................ 125 Por: Alfonso Vicente Erazo Cuasapaz Nosotros, los niños, la llamábamos la casa del terror .................................................................................. 133 Por: María Auxiliadora Yar Imbacuán Nunca lograron encontrarlo, nunca más, hasta el sol de hoy ...................................................................... 139 Por: Segundo Agustín Andrade Yo ni en el infierno he visto este animal ......................................................................................................... 145 Por: María Fredesulinda Quelal Jiménez Yo tuve la sensación de estar con las cosas de la otra vida ......................................................................... 157 Por: Raúl Agapito Ayala Erazo Yo soy sobra del rayo ....................................................................................................................................... 165 Por: Rosa Isabel Erazo Hay quienes dicen que oyen llorar que lloran ................................................................................................ 173 Por: Juan Elías Rosero Changuan Yo no soy de ésta; soy de la otra ..................................................................................................................... 181 Por: Leonor María Lomas Vela Yo vía que la sombra estaba allá y no me dejaba pasar ................................................................................ 191 Por: Alfredo Basantes Román Tres zurrones de cuero llenos de oro en polvo .............................................................................................. 201 Por: José Luis Oviedo Huera Yo quería chillar pero no podía ........................................................................................................................ 207 Por: Luis Alfredo Ayala El perro ha sido religión para esos fantasmas ............................................................................................... 213 Por: Segundo Hernando Yar Ayala Otros Informantes ............................................................................................................................................. 217 Bibliografía ......................................................................................................................................................... 222 6

Elogio a Julio Andrade La mejor forma de describir a la parroquia Julio Andrade sería través del viento para que durante su recorrido nos cuente sobre la hermosura de sus montañas, la majestuosidad de sus paisajes, los colores de sus flores, la espuma que brota de sus quebradas, los espejos que reflejan el cielo en sus lagunas, las nieblas que caminan por sus bosques y las tradiciones de sus habitantes. Todas esas maravillas naturales y humanas que solo es posible hallarlas en la valerosa, hidalga y siempre altiva parroquia juliana. Este libro que la Alcaldía Municipal entrega contiene una pequeña muestra de esas maravillosas cualidades que posee Julio Andrade. Aquí los lectores encontrarán un vocabulario que nos remite a nuestros abuelos, una cosmovisión que se arraiga en la cultura Pasto, unas historias muy interesantes que demuestran la sabiduría andina, unos coloridos dibujos que revelan la creatividad infantil, unas actividades didácticas para que los docentes las aprovechen en sus temáticas de clase y una serie de tradiciones que amalgaman la fe y el amor a la naturaleza. La Administración 2009–2014 está convencida de que esos valores deben ser transmitidos a las nuevas generaciones, para que los niños crezcan con las mismas virtudes de sus padres y abuelos. Porque nuestro compromiso siempre ha sido y será trabajar por el desarrollo social, cultural y económico de los pueblos que nos han encomendado la ardua responsabilidad de gobernar. Queridos Julianos, en vuestras sabias manos dejamos este libro para sea aprovechado de la mejor manera. Serán vuestros hijos quienes lo conviertan en una semilla que dará frutos de amor para el crecimiento social.

¡Vamos Julio Andrade, Avancemos…! Ing. Julio César Robles Guevara Alcalde del Cantón Tulcán 7

AGRADECIMIENTOS Este libro es el resultado del esfuerzo, apoyo y dedicación de muchas personas. A ellos queremos manifestarles nuestro más sincero agradecimiento por los aportes que nos brindaron.

A LOS INFORMANTES: Alfonso Vicente Erazo Cuasapaz

Alba Luz Jojoa Imués

Abdón Castillo Goyes

Juan Elías Rosero Changuán

Raúl Agapito Ayala Erazo

Aurelio Elías Erazo Chapi

María Teresa Cuasapaz Guamalamay

Rosa Isabel Erazo

Rosa Elena Masmuta Rodríguez

María Fredesulinda Quelal Jiménez

Bertha Leonor Ibarra Benavides

Segundo Lizandro Yar Pozo

María Isabel González

María Auxiliadora Yar Imbacuán

Luis Alfonso Ayala Ayala

Alfredo Basantes Román

José Luis Oviedo Huera

Thelmo Gonzalo Castro Quelal

Segundo Hernando Yar Ayala

Segundo Nabor Villarreal Velasco

María Teresa Pastaz Pantoja

Ignacio Sigifredo Mejía

Jesús Mueses

María Dioselina Castillo Burbano

Carlos Efraín Ramírez Basantes

María Leobigilda Ayala Benavides

José Luis Chamorro Chamorro

Luis Alfredo Ayala

Gladis Marina Fuertes Fuertes

María Alejandrina Cuastumal

José Elvar Mitiz Reina

Rosa María Esther Villarreal Ayala

Olga María Ismaelina Tulcanaza López

Segundo Agustín Andrade

Aura Elena Montenegro Valenzuela

María Isolina Villarreal Patiño

Segundo Victoriano Castro Rosero

Efraín Ricardo Pérez Reyes

María Clemencia Patiño Villota

Leonor María Lomas Vela 9

A LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES QUE DIBUJARON: Karen Maricela Criollo Yar Wendy Micaela Mafla Campaña Karen Liceth Patiño Changuán Hamilton Alexander Cheza Pantoja Evelyn Dayana Mejía Romo Lady Jasmin Oviedo Chugá Efraín Fernando Chaluisa Pastuña Alex Fabián Vega Vaca Edwin Arturo Yar Pozo Alán Jesús Revelo Tobar Maicol Ramiro Tatés Bustamante Lenin Amilcar Cucás Chalavarri Edison Meneses Cristian Gabriel Jiménez Ayala Odalys Andrade David Ávila Erazo Danilo Jhair Montenegro Erazo Brayan Xavier Chilangua Salazar Anayeli Maribel Erazo Arciniega Jefferson David Imbaquingo Pantoja Edwin Yanascual Guamialamá Edison Ramiro Romo Enríquez Jairo Sebastián Nazate Paspuel Jaime Iván Huera Contreras Estalin Leandro Rosero Díaz Cristhian Sebástian Chávez López Cristian Darío Rosero Colimba Dayana Arellano Guerrero Angela Shirley Arellano Guerrero Katerin Zuleimi Montenegro Castillo

Aracelly Geovanna Ayala Criollo Rosa Lisbeth Quel Martínez María Aracely Benavides Coral Micaela Heredia Chamorro Maritza Lorena Morillo Narváez Leonardo Fabricio Aguilar Huera Juan Carlos Huera Acero Jhonatan Raúl Mueses Chamorro Evelyn Montenegro Huera Edwin Andrés Heredia Chamorro Deiman Figueroa Chávez Celina Beatriz Ruano Montenegro Camilo Ribaldo Ruano Montenegro Richard Mauricio Romo Cando Marlon Alexander Cando Ayala Edgar Leonardo Salazar Villarreal Juan Carlos Chaluisa Pastuña Cristian Fernando Salazar Chacua Lissbeth Narváez Montenegro Camila Senteno Erazo Muñoz Jhon Mauricio Vega Vaca Mayerli Dayana Usamag Castillo Mauricio Potosí Benavides Lenin Fernando Huertas Benavides Johana Patricia Ayala Potosí Johana Rodríguez Escobar Stiven Emilio Montenegro Erazo Diego Jeanpier Montenegro Erazo Margarita Sofía Rodríguez Narváez Margarita Chipantiza Pérez Gabriela Mishell Cucás Haro Yadira Lizeth Criollo Puetate 10

La ortografía de los nombres en este listado de agradecimientos, así como en los dibujos del interior del libro, es idéntica a la que las niñas, los niños y adolescentes escribieron bajo la supervisión de sus docentes en los formatos que les entregamos para que dibujaran.

A LOS MAESTROS: Lcda. Laura Changuán Lcda. Silvana Andrade Lcda. Nuvia Espinoza Fuertes Lcdo. Fernando Cáliz Lcda. Guadalupe Hernández Lcda. Norma Rueda Lcda. Alexandra Usiña Lcda. Johana Arrubla

A LOS INTEGRANTES DEL GAD DE LA PARROQUIA RURAL DE JULIO ANDRADE Presidente

Dr. William Amilkar Guerrón Pereira

Vicepresidente

Lcda. Magali Monserrat Romo Ayala

Primer Vocal

Sr. Segundo Arturo Villarreal Patino

Segundo Vocal

Lic. Segundo Alipio Yar Imbacuán

Tercer Vocal

Lcda. Janneth Maricela Sarmiento Díaz 11

A LOS CIUDADANOS QUE BRINDARON APOYO LOGÍSTICO Luis Adolfo Erazo Quelal, promotor cultural y bibliotecario Magali Monserrat Romo Ayala, líder y gestora social José Luis Chamorro Chamorro, líder comunal Mariuxi Esthefania Espinoza Cribán, estudiante universitaria Marylin Morelia Polo Borja, estudiante universitaria

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Análisis introductorio: Manifestaciones de lo Pasto en Julio Andrade Este es el quinto libro de la colección Serie Carchi Tradición Oral, una colección que durante cuatro años ha recogido las historias de los mayores y los dibujos de los niños en las poblaciones carchenses de Chical, Mariscal Sucre, Maldonado, la Comuna la Esperanza y, en este caso, de la parroquia tulcaneña de Julio Andrade. Este libro, al igual que sus cuatro antecesores, tiene el firme propósito de potenciar los saberes locales en las nuevas generaciones, para así fortalecer lo pluriétnico, lo plurisocietal y lo plurilingüístico, todo enmarcado en intentar descifrar, desde la tradición oral, qué significa ser Pastos.

constituyen para nosotros el pilar fundamental de este trabajo etnográfico. Los esfuerzos realizados para encontrar a los informantes siempre fueron menguados por la desinteresada y enorme colaboración brindada por algunos líderes y gestores culturales de la zona. Ellos nos dieron la mano para acompañarnos hasta los lugares donde estaban los informantes o nos dieron las indicaciones precisas para llegar a esos lugares; pero, más allá de ayudarnos con las coordenadas geográficas, el gran aporte que nos brindaron consistió en que siempre, en las respectivas comunidades, nos presentaron como personas que llegaban con intensiones sanas y con una propuesta que se convertiría en un aporte a la sociedad, lo cual permitió que siempre las puertas se nos abrieran y que en ningún caso nuestra presencia generara desconfianza y rechazo. Ese apoyo, esa valiosísima intervención de los líderes sociales y los gestores culturales, hizo posible que el trabajo de campo se pudiera realizar dentro de los plazos planificados.

Para realizar este libro se entrevistaron 41 personas de las diferentes comunidades y barrios de Julio Andrade. Fue una búsqueda exhaustiva que nos permitió visitar los lugares más recónditos de esta parroquia, hasta lograr encontrar a esas personas mayores que con poca o ninguna escolarización eran dueñas de historias míticas, leyendas o casos transferidos desde generaciones pasadas por medio de la lengua hablada. Ellos, que desde los estudios folclóricos son denominados “informantes” o “guardianes de la memoria”,

Ahora bien, al lograr el ingreso a cada uno de los hogares de los informantes nos en13

contramos con una de las experiencias que más enaltece al pueblo Pasto. Se trata de la impresionante generosidad de las personas, quienes, pese a las dificultades económicas, siempre tuvieron a la mano un pedazo de queso amasado, un pan tierno y una taza de café de chuspa para brindarnos con una espontaneidad y un gusto que nacía desde sus raíces más profundas. Luego, con esa misma generosidad, con ese mismo gusto de brindarse al otro, se dispusieron a entregarnos sus mayores legados culturales: esas historias de aparecidos y de seres del otro mundo que desde lo social constituyen una información que consolida los núcleos afectivos y de unión comunitaria; mientras que desde lo etnográfico constituyen una fuente de información rica en elementos simbólicos para identificar las características de cada sociedad.Es precisamente esa la labor que queremos abordar en este estudio introductorio: un acercamiento interpretativo a esas historias para poner un nuevo grano de arena en la búsqueda que han adelantado muchos estudiosos en busca del significado de ser Pastos. Este estudio se basará en la información brindada por los 41 informantes entrevistados, aunque en el libro solo aparecen los relatos brindados por 23 de ellos. La razón de esta reducción no obedece a cuestiones de espacio editorial, sino a un filtro que aplicamos con el propósito de publi-

car únicamente aquellos relatos que hablan de los seres del otro mundo, bien sea en el género del mito, de la leyenda o del caso. Dejamos por fuera aquellos relatos que se enfocaban más en tradiciones, costumbres, acontecimientos de orden histórico o anécdotas exclusivamente personales. Temas que, aunque hacen parte de la tradición oral y ofrecen riquezas inigualables, desbordaban el propósito de esta investigación y superaban los límites establecidos en la Serie Carchi Tradición Oral. Sin embargo, aunque esos relatos quedaron excluidos, todos los 41 informantes aparecen en el libro, con su respectiva foto y sus datos, tal como nos comprometimos a hacerlo con cada uno de los entrevistados.

Este proyecto de tradición oral fue socializado con la comunidad. 14

racterísticas míticas porque nos habla de un fenómeno relativo al hecho creador: una niña recién nacida que apenas está llegando al mundo; pero también lo es porque nos habla de un fenómeno natural que está profundamente anclado en el imaginario de los pueblos: “El rayo es a menudo el arma principal del dios más poderoso. Su repentino alumbrarse en las tinieblas tiene el carácter de una revelación. El rayo alcanza e ilumina. De su comportamiento peculiar se procura deducir conclusiones respecto a la voluntad de los dioses. ¿Con qué forma se presenta y en qué lugar del cielo? ¿De dónde viene? ¿A dónde va? Entre los etruscos la interpretación del rayo era tarea de una clase especial de sacerdotes que fueron adoptados por los romanos como Fulguratores”. (Canetti, p. 279).

Los informantes recibieron este proyecto de tradición oral con generosidad, alegría y muchas ilusiones.

Lo primero que llama la atención en todas las historias que escuchamos es el papel trascendental que juega la mujer en la zona de Julio Andrade. A diferencia de las otras cuatro investigaciones de tradición oral que hemos desarrollado en diferentes partes de la provincia de Carchi, aquí las mujeres son constantes protagonistas del quehacer social y trazan los derroteros de la sociedad con el papel que desempeñan.

En el shamanismo, la persona que sobrevive a la caída de un rayo es un ser poderoso que cuenta con unas características especiales para convertirse en un iniciado, en alguien capaz de alcanzar los misterios insondables de la vida. En este sentido, y de acuerdo a la explicación brindada por Canetti, Rosa Isabel Erazo se sitúa como una mujer elegida por la divinidad para cumplir una tarea trascendental en su comunidad. Nótese que, en este caso, no es el varón el que ha sido designado

Una de las historias más fascinantes en este sentido es la que se titula “Yo soy sobra del rayo”, relatada por Rosa Isabel Erazo, de 84 años. Ella cuenta cómo, cuando era una recién nacida, sobrevivió a la experiencia de que le cayera un rayo. Es un relato con ca15

por las alturas para llevar un gran mandato; es una mujer la elegida.

divinidad escogió a su elegida. Luego, cuando los hombres llegan, asustados, la historia presenta otros fenómenos de gran riqueza simbólica. Uno de los varones, un tío de la recién nacida que ha sido elegida, alerta a los demás de que la niña debe ser bautizada cuanto antes. Es el varón, entonces, quien rompe los lazos sagrados que de modo genuino se han establecido con lo natural y hace un llamado a una inserción en lo católico. Es el varón quien obliga a que el ser elegido abandone su estado natural, para que así ingrese en la civilización, en la corriente cultural. La mujer, de este modo, estaría en un plano de lo natural y sagrado, mientras el varón se situaría en un plano de lo terrenal y cultural.

En la historia que cuenta Rosa Isabel Erazo aparecen elementos de gran realce que sirven para desentrañar aún más los significados de esta historia. Ella está lactando cuando cae el rayo, así como también se encuentran en lactancia una cría de chanchos en las afueras de la casa. Es la maternidad omnipresente en el momento de la circunstancia definitiva, es la naturaleza y el ser humano compartiendo una misma actividad, en una comunión sagrada que borra toda frontera cultural que los pueda separar. Pero luego, cuando el rayo cae, quien muere es la chancha que había estado alimentado a sus hijos. La chancha, un ser que en este caso nos remite al jabalí, animal sagrado dentro de las culturas del Nor-ande, entrega su vida, se sacrifica por salvar la existencia de la mujer elegida por la divinidad. Un animal sagrado que había estado compartiendo la actividad maternal con el humano sacrifica su existencia y se integra así a la humanidad de la elegida. Pero luego viene en la historia otro elemento igual de interesante. La presencia masculina no existe. Los hombres son mandados a llamar porque se encuentran alejados del lugar en labores agrícolas. Es decir, el elemento masculino estuvo ausente en esa suerte de ritual, en esa ceremonia de iniciación donde la

Este trabajo nos permitió conocer los paisajes barrocos de Julio Andrade. 16

mite a una mujer que hace parte de la misma naturaleza, o, mejor dicho, remite a una naturaleza humanizada que se identifica mucho con la Madre Monte, un ser sobrenatural que hace parte del imaginario del Nor-ande, pero que hasta ahora, en todas las investigaciones anteriores realizadas en la Serie Carchi Tradición Oral, no había aparecido.

Uno de los valores más significativos que tiene esta historia es que no se presenta como un hecho ocurrido a otra persona, sino que es el relato testimonial de lo que le ocurrió al mismo informante. Es decir, aquí el mito no ha sufrido las transformaciones propias de las dinámicas del lenguaje oral, con cambios en el sentido y, a veces, mutaciones o amputaciones de tipo cultural que tienden a suavizar lo dramático. No, esta historia, que se constituiría plenamente como un mito de contar con un ámbito sagrado en la comunidad, llega de primera mano, como si fuera el mismo Edipo quien contara su propia tragedia.

La mujer de los pétalos en el rostro es una protectora que castiga al varón que intentó derribar el árbol sagrado, un árbol que se identifica con el axis mundi, con el árbol que da vida, que conecta lo de arriba con lo de abajo, que une lo divino con lo humano. La mujer aquí es la protectora de lo sagrado, la custodia de la naturaleza, mientras que el varón se yergue como una suerte de amenaza que por su costumbre, por su labor agrícola, por su cultura, intenta acabar con lo natural. La mujer, así, (retomando en otro contexto una clasificación que Lévi-Strauss hace sobre la mitología amerindia) sería lo crudo, mientras el varón estaría en lo cocido. La mujer como lo natural, lo ligado a lo sagrado; el varón como lo aprendido, lo ligado a lo cultural. La mujer creadora; el varón destructor.

Una representación de la relación varón y mujer muy similar a la que expuso Rosa Isabel Erazo se observa en el relato de José Luis Chamorro, de 60 años, quien cuenta lo ocurrido a don Luis Guerrón, quien se encontraba en la selva intentando talar un árbol de dimensiones descomunales cuando se le apareció una mujer cuyo rostro estaba cubierto por pétalos de flor, “como si los pétalos nacieran de su propia piel”. Esta descripción, que está bastante alejada de las comunes características de la vieja del monte o de la viuda, re-

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otras brujas que llegaban de diferentes partes a reunirse en un árbol que nuevamente nos remite al axis mundi, el árbol sagrado, el árbol que en la tradición del Nor-ande es abuelo de los humanos. A pesar de que estas mujeres aparecen bajo el calificativo despectivo de brujas, hay algo particular en el relato de Aurelio Elías Erazo Chapi. Él las describe con tal cercanía, con tal detalle de sus actividades, indicando sus mínimos movimientos, su presencia evidente y normal, que en el lector queda la clara sensación de que no está refiriéndose a seres extraños o ajenos a su grupo social, sino que está hablando de seres que hacen parte de la cotidianidad de los habitantes. Las brujas, en una surte de hipótesis que debe someterse a una indagación mucho más profunda, pueden interpretarse aquí como las mujeres sabias y sagradas de una comunidad Pasto que, bajo la imposición cultural del catolicismo, fueron satanizadas para provocar un rechazo a lo propio y adquirir una nueva visión del mundo. El tono afectivo y cercano con que Aurelio Elías Erazo Chapi describe a las brujas sería, entonces, una prueba de que la tradición de las mujeres sagradas del pueblo Pasto, pese a las influencias del catolicismo, no ha desaparecido, sino que ellas siguen resonando con su legado de misterio y magia desde las voces más profundas que brotan en cada historia. Habría que analizar, también, cómo este fenómeno es causa de

Varios recintos de Julio Andrade fueron visitados para entrevistar a los adultos mayores.

No es entonces gratuito que entre todas las historias contadas por los informantes sobresalgan los relatos de brujas. Aquí la mujer, ese ser poderoso que ilumina el imaginario Pasto de los habitantes de Julio Andrade, se ha desfigurado para convertirse en un ser oscuro que representa el mal. Se trata, muy seguramente, de una visión catolizada que, en una posible lucha de imposición cultural, desvirtuó el papel sagrado de la mujer y su comunión con la naturaleza para disfrazarla de malvada y satánica. El informante Aurelio Elías Erazo Chapi, de 89 años, es uno de los que más detalladamente habló de las voladoras. En su relato las describe como seres sobrenaturales, capaces de volar, que celebraban rituales con 18

la actual crisis de identidad y valoración que vive la mujer en el territorio de los Pastos.

En este relato aparece otro elemento que también tiene gran fuerza en otras historias. Hablamos de la presencia del otro, del extranjero, de la persona ajena a la comunidad que llega y pasa dejando una huella, pero nunca quedándose a hacer parte de la cotidianidad social. La Virgen Negra se le ha aparecido a “los puendos”, es decir, a los otavaleños que van llevando el cacharro hacia Colombia para luego retornar a su ciudad. Esto, por un lado, evidencia la presencia de una economía de intercambio con Colombia, una economía basada en el paso de productos por la frontera como contrabando. Pero, por otra parte, esto evidencia que Julio Andrade, desde tiempos ancestrales, ha sido un punto de conexión con otras geografías, un paso obligatorio para todos aquellos que deseaban ir hacia el norte o hacia el sur. Así también lo demuestran otras historias, donde aparecen figuras como Simón Bolívar, los Quitucaras, Quillacingas, Incas, el mismo Atahualpa y los gringos, quienes, desde la visión de la tradición oral, tuvieron que pasar por Julio Andrade. Esta población, entonces, se convierte desde el imaginario social en el epicentro de una red de caminos que conectan económica y socialmente a los pueblos del norte con los del sur. Julio Andrade representa la interculturalidad, la posibilidad de unirse al otro, de intercambiar con el que va de paso, de adquirir y dar. La gente se extraña del otro, no lo convierten

Pero, pese a esta realidad, la mujer retoma su papel sagrado en la comunidad a partir de otro relato contado por José Luis Chamorro. Es un relato que puede marcar una especie de sincretismo cultural, donde la sabia y sagrada mujer Pasto se ha convertido en una virgen, la Virgen Negra. La hipótesis toma fuerza con los elementos que aparecen en el relato: una virgen que brota de la naturaleza, en plena comunión con la laguna, ubicada en la parte alta de una cascada, ligada estrechamente a los árboles, a la tierra, que cuida y protege el medio ambiente, una virgen que indiscutiblemente presenta el mismo contexto de las mujeres sagradas del pueblo Pasto. Es, en otras palabras, una mujer Pasto que lleva el atuendo católico. De hecho, la virgen no es negra por una conexión ancestral con lo afro, no, ella es negra por la tierra, por brotar de la tierra negra, que es la más fértil para los cultivos. Nótese que la virgen brota de la naturaleza para darle oro al varón cansado y agotado físicamente, es decir, para entregarle el alivio sagrado, lo más preciado y valorado por él. Sin embargo, en el momento decisivo, el varón demuestra su incapacidad para retornar a la mujer y pierde la posibilidad de adquirir el tesoro. Es la virgen repitiendo la misma estructura o relación matriarcal que hemos analizado en las anteriores historias. 19

Pasto, como símbolo de amor y pureza, pero luego, al carecer de bautismo, es decir, al no entrar a la cultura occidental, se lo califica como auca, en un nuevo contexto de significaciones donde el niño pierde sus encantos y se transforma en la representación monstruosa de un castigo divino. Está también el matrimonio de los alimentos: la papa, los mellocos, las habas y el ají (coraje andino) procedentes de lo indígena casados con la carne, el queso y la sal en grano de procedencia española, mixtura gastronómica que revela una amalgama cultural y étnica. El frío, la montaña, la laguna, el viento, la lluvia, el bosque, las estrellas, los silencios y todos los demás paisajes que forman una verdadera muestra del ethos barroco, adquieren formas económicas no nativas como la gran hacienda con sus mayordomos y demás empleados, los cuales aparecen imbuidos en mecanismos administrativos propios de la sociedad occidental. El duende, ese ser que puebla el imaginario Pasto con su alegría, su candidez, su misterio y su sabiduría, adquiere rasgos propios de lo español, convirtiéndose en un niño rubio, de ojos azules, “bonito”, en contraste con lo indígena, que vendría a ser lo “feo”.

en uno de su grupo, pero tampoco lo rechaza. Más bien el otro es una forma de arraigarse a lo propio. Hay, de igual modo, otro factor muy importante que se encuentra de modo recurrente en varias historias. Ese factor es el reconocimiento y, a la misma vez, el rechazo a la tradición de lo Pasto. El reconocimiento se presenta en cuanto a que aparecen nombres como el Pu, Cerro Negro, Orejuela, que están relacionados con esta matriz cultural. También se presenta en cuanto a que existen seres sobrenaturales que cuidan la naturaleza, castigan algunos comportamientos y establecen un ritual sagrado con la tierra. Es el hombre y la naturaleza en una misma visión, no como el sujeto y el objeto, sino los dos como un mismo todo. El rechazo, por su parte, está presente en la demonización de los seres sobrenaturales y, en algunos casos, en su negación desde un punto de vista eminentemente occidental. Esto demuestra, de algún modo, una constante lucha entre lo español y lo indígena, una lucha que provoca una crisis y se desenvuelve en algunos casos remitiendo la historia sagrada a aquello que “no me consta”, “eso cuentan”, “dicen que así pasó”.

El velorio, ese ritual que recoge los rasgos más identitarios de cada cultura, es aquí un espacio donde la naturaleza cobra vida propia en una plena identificación con lo indígena,

En este sentido, hay historias, por ejemplo, donde el niño aparece, desde la cosmovisión 20

pero el enfoque desde el cual aparece esa vida es catolizado, porque los animales se transforman en una evidencia de lo pagano, de lo infiel, de lo pecaminoso, olvidando por completo que San Martín de Porras los volvió sus aliados. La historia de los cagones, a diferencia de lo sucedido con la tradición oral recogida en otras latitudes carchenses, se presentó muy frecuentemente en Julio Andrade, con la presencia mágica de dos seres que conforman un todo espiritual, pero que devienen del pecado sexual cometido por dos compadres y que siempre tienen la intención de arrastrar a su mundo oscuro a más personas. El gritón, un ser fabuloso y digno de un filme de terror, evoca lo macabro en la cosmología andina, pero, al mismo tiempo, puede representarse como el castigo que sufre el hombre curioso, como el instrumento de una normativa social que busca regular las relaciones en la comunidad. La huaca que evoca la relación eterna del indígena Pasto con la tierra, el retorno del indígena a la tierra, ese lugar del cual nació, es desacralizada por una suerte de moraleja donde se condena la ambición, la envidia y otras emociones negativas.

cultura del conquistador. Sin embargo, al lado suyo tenía una soga elaborada con cerdas de caballo, una soga, elemento de origen español, cuya función es atrapar al duende, clásico ser de la cosmovisión Pasto. Así, mientras María Isabel González, con sus palabras se identificaba con lo occidental, demostraba a la misma vez con su actuar una raigambre en lo Pasto. Además de esto, en su casa de bahareque, poseía un cute que formaba una cruz, es decir, con la herramienta de arado más primitiva del Nor-ande formaba el mayor símbolo de lo occidental. Al observarla, no nos quedó sino la certeza de que lo Pasto sigue vigente en su actuar, en su modo de ser, obviamente amalgamado con nuevas formas culturales que, sin embargo, le permiten a ella resaltar su inmenso valor como mujer india.

La historia donde este fenómeno del sincretismo cultural se palpa con mayor fuerza es la de María Isabel González, de 70 años. Ella, una persona analfabeta, pronunció de memoria y con gestos teatralizados una hermosa y extensa oración dirigida a Dios, lo cual muestra que ha interiorizado el saber del blanco, la

En el casco urbano de Julio Andrade también se consiguió valiosa información. 21

En definitiva, todas estas historias nos muestran una pelea entre el mundo shamánico y el mundo occidental, el enfrentamiento entre la cultura judeo cristiana y la cultura andina de los Pastos. Es una resistencia del mundo de los Pastos que se niega a desaparecer y más bien se fusiona con el mundo occidental. Es el rechazo y la afirmación de una cultura que, pese a las imposiciones arbitrarias, se mantiene viva en la palabra hablada de los informantes

cen recogidos en este libro no son una reproducción fiel del lenguaje oral. Haberlo hecho de esa manera implicaba ofrecer un producto casi ilegible y carente de coherencia textual. Por eso, nos vimos obligados a realizar una leve edición de los testimonios, esforzándonos por no alterar considerablemente el habla, por trasladar lo que contaron los informantes a un lenguaje escrito conservando sus giros, sus vocablos, sus estructuras, sus figuras literarias, sus gestos y su modo de representar el mundo. La modificación realizada consiste tan solo en permitir que el discurso oral sea funcional a nivel escrito.

Pues bien, ha quedado aquí esbozada muy superficialmente, a partir de nuestra interpretación, la riqueza de los testimonios a nivel social, lingüístico, histórico y antropológico. El papel trascendental que desde el poder tuvo la mujer en la sociedad Pasto, la presencia del otro para reafirmar lo propio, la importancia geográfica de Julio Andrade como punto de encuentro intercultural, y la sobrevivencia de una cultura Pasto que desde la negación se resiste a desaparecer, son algunos de los valores que han sido esbozados en este estudio introductorio. Es trabajo ahora de los investigadores profundizar, analizar, caracterizar o, incluso, rechazar estas apreciaciones, todo con el fin de seguir extrayendo nuevas riquezas de la veta que ofrece este libro.

Niñas, niños y adolescentes del centro urbano de Julio Andrade y de sus recintos se reunieron para dibujar las historias contadas por los mayores de sus respectivas zonas.

Sin embargo, hay que aclararles a los investigadores que los testimonios que apare22

Más allá del trabajo que aquí se ofrece para los investigadores, la labor más importante deben realizarla los docentes y los estudiantes. Serán ellos los que extraigan el verdadero valor que como construcción social e identitaria posee este libro. Es por eso que cada uno de los testimonios lo hemos acompañado de una serie de ejercicios que giran alrededor de tres ejes. El primero de ellos, llamado para recordar, está enfocado en lo memorístico, de modo que el estudiante pueda grabar en su mente los pasajes, los nombres, los lugares y los eventos que nutren cada historia, para que así pueda convertirse en su replicador; el segundo eje, llamado para reflexionar, está enfocado en lo interpretativo, pues de esta manera el estudiante, desde su propia realidad, podrá recuperar la información más importante de cada testimonio y enfrentarla con su propio contexto; y el tercer eje, llamado para crear, consiste en una actividad donde el estudiante puede ejercer su papel de creador para concebir una nueva manifestación cultural a partir de lo leído.

cultura, creyendo en su modo de interpretar el mundo, valorando el uso que le dan a la lengua, cuidando su medio ambiente, apreciando el papel que juega el otro, podrán construir su propio engrandecimiento espiritual. Además de eso, este libro puede enmarcarse dentro del Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Cantón Tulcán, que busca el desarrollo cultural para generar una mejor calidad de vida en las personas.

Diversas personas, de un modo desinteresado, se unieron a este proyecto para colaborar en su realización.

El valor de este libro no reside tanto en convertirse en un objeto de estudio científico, como sí en convertirse en un instrumento de crecimiento personal y social. Los habitantes de Julio Andrade deben ver en estas páginas la riqueza que poseen como sociedad. Porque solo de este modo, afianzando su propia

Y, en el mismo marco jurídico, este trabajo puede ubicarse en todos los principios del Buen Vivir, especialmente en la Sección Tercera del Primer Principio, que en su Artículo 16, dice“Todas las personas, en forma individual o colectiva, tienen derecho a: 1. Una 23

comunicación libre, intercultural, incluyente, diversa y participativa, en todos los ámbitos de la interacción social, por cualquier medio y forma, en su propia lengua y con sus propios símbolos”. Es eso precisamente lo que se propone este libro: mejorar las condiciones de vida dentro de las políticas del Buen Vivir, entregándoles a los maestros, a los jóvenes, a los mayores, a los investigadores, en fin, a toda la sociedad, un espejo donde puedan apreciar una de las muchas riquezas que posee Julio Andrade

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María Isabel González . Edad: 70 años Lugar de nacimiento: San Luis de Chauchín Lugar de residencia: San Luis de Chauchín Escolaridad: Ninguna 25

No temo tanto estar hecho con tizones del infierno, ni arder por eternidades Una señora se fue a lavar la ropa aquí nomás, en esta quebrada de Yalquer. A lo que ya ha acabado un costalito de ropa, empezó a escuchar una banda, pero qué linda banda. Ella se asomó al fondo de la quebradito y vio a unos que bailaban con un sombrerote y emponchados con ponchos rojos. Lo que ella hizo fue tirarles una piedra porque le daba miedo. Tonces ellos dejaron de tocar. La señora les tiró otra piedra para que se fueran, y solo en ese momento los duendes se fueron. Lo que querían esos duendes era enduendarla a la señora. Si la hubiesen enduendado, tocaba que amarrarla con guasca de cerda, hasta poderla llevar a hacer curar. Otra vez, yo, por necia, me fui a esta lomita a traer la leña. Allá llegué, ¡pis!, a una cocha grande y virgen, una cocha santita. Yo escuché que alguien tocaba la guitarra. Tonces, tiritando, me hinqué para ver de dónde salía la música. Y observé que los duendes habían estado el filo de la chorrera. Tonces, recé una oración que sabía mi mamita abuelita. Ellos se desaparecieron.

Nombre: Karen Liceth Patiño Changuán Edad: 10 años Institución: Belisario Quevedo Lugar de residencia: Julio Andrade 27

Mi mamita conversaba que una vez, a las doce de la noche, entró a la casa una mujer grandota que dejó poniendo en el fogón un tronco grandote. Luego dejó amarrando las herramientas en la cama, acá las peinillas y allá los cuchillos puestos en cruz. Esa mujer daba unos soplidos fuertes y mascaba los piojos, mascaba los piojos, mascaba los piojos. Ella tenía unos grandes colmillos y unas tetas enormes que se las mandaba para atrás. Esa era la vieja del monte. Cuando ya se iba a ir, dejó apagando limpio la candela. La perrita que mi mamá tenía, una perrita blanquita, chiquitica se quedó sentadita en el filo de la cama, sin moverse. Mi mamá me contaba que ella esa vez se había quedado seca del miedo, ni hablar ni nada podía. Hasta que ya recobró el valor y pudo decir la oración a la Santísima Trinidad, una oración que ella me enseñó y que es ésta:

“Dios soberano y eterno principio, eterno ser, sublime majestad, te lleno de honra, a ti, el más divino, porque ante ti yo soy un gusano que sustenta el suelo. Yo soy el que te ofendí, por eso me atrevo a pronunciar tu nombre, aunque con grande arrepentimiento temo que volveré a ofenderte antes de haber muerto. Perdóname, Señor, las ofensas que te he hecho. A mí me pesa, Señor, haber ofendido a un Dios tan bueno. Ay, Dios, cómo ofendí tu justicia. Temo, Señor, que si por desdicha te pierdo, no sé qué será de mí. No temo tanto estar hecho con tizones del infierno, ni arder por eternidades. A lo que sí mucho temo, Padre, es a estar sin ti. Yo daría mi grande maldad, confieso,

Nombre: Wendy Micaela Mafla Campaña Edad: 11 años Institución: Belisario Quevedo Lugar de residencia: Julio Andrade 28

para a tus pies poder inclinarme. La esperanza que tengo, tu frente santa, tu frente hermosa, confieso que son tan ciertas como si vieras todo lo que tengo. Quisiera tener hecho un altar en mi pecho para hacerte agradar mi alma, para que a tus santos sacramentos yo continúe amando, sirviendo y agradeciendo. En ti libro mis trabajos con justa razón para que seas mi premio. Tú fuiste quien me sacó del nacer, tú me conservas en él, por ti vivo, por ti muero. Quisiera darte la gloria, el amor con que te sirviera todos los siglos pasados, presentes y venideros. Tuya es mi alma y mi cuerpo. Tuyo soy, Señor, espero que nos hemos de ver en tu reino”. Antes, este potrero era grande. Por ahí vivía un tío que salió de su casa una noche clara, de luna tierna menguante. Mi tío, cuando iba caminando, vio que rodaban unos dos. Ellos rodaban y se les paraban para arriba los pelos. Mi tío no podía ni hablar. Él había llegado donde la señora derrumbándose. Fue y se metió al cucho de la cama. Al otro día se levantó y dijo: “No me ha de creer, mamita, anoche me salieron los cagones. Yo no voy más de noche. Ellos, verá, mamita, decían que por vos, compadre, calla cagón, por vos, comadre. Y ambos rodaban abrazados. De ahí ya se han de ver perdido”. Tonces contaba mi mamita que eso sucedió porque hubo una parejita de compadres que los vio una vez abrazados, labrando un cute. Ellos cometieron ese pecado grandote. Por eso se hicieron así, se condenaron, y cada menguante salían transformados en cagones.

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PARA RECORDAR: • Elabora un resumen de cada una de las historias que se cuentan en el texto.

DUENDES VIEJA DEL MONTE CAGONES PARA REFLEXIONAR ¿Qué significa para ti la expresión: “ante ti yo soy un gusano que sustenta el suelo”? ____________________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________________________

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¿Qué significa para ti la expresión: “una cocha grande y virgen, una cocha santita”? ____________________________________________________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________________________

PARA CREAR Relee la oración que aparece en el texto. Escribe una oración creada por ti.

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Abdón Castillo Góyes Edad: 72 años Lugar de nacimiento: Cristóbal Colón, Montúfar Lugar de residencia: Yalquer, desde hace 68 años Escolaridad: Tercer grado de primaria 33

Me salió un lobo grandote al que le brillaban esas muelas Esto antes era una hacienda tremenda que se llamaba Yalquer, una hacienda que iba desde Chunquer hasta deslindar con la línea de la Casa Pintada. De allí ya los dueños se la repartieron. La señorita Mercedes Rivera se hizo dueña de la hacienda propiamente de Yalquer. Nuestra comunidad arriba se llamaba Chucambú. Pero ese nombre, según el señor obispo Moisés, estaba malo. Él nos dijo: “Cambiémosle de nombre. Pongámosle San Antonio de Yalquer”. Y así se quedó el nombre. En ese tiempo de antes todo esto ha sido pueblo de infieles. De noche sabía dar miedo; no se podía andar tranquilo. Tocaba andar con el perrito y con la lámpara. Arriba, en lo que es ahora la escuela, salía

Nombre: Karen Maricela Criollo Yar Edad: 11 años Institución: Víctor Elías Jaramillo Lugar de residencia: Yalquer 35

un toro. Ahí ha habido una huaca. Don Segundo Pillajo, don Justo López y el hermano Raúl la habían estado sacando, pero total que se les apareció una yunta de bueyes que venían con los ojos echando candela. Ellos, del susto, cayeron dentro del hueco y se les desapareció la huaca. En otra ocasión a mí me sucedió lo siguiente. Yo había estado tomando en una fiesta y me entundé. Salí de la fiesta y cogí para arriba, luego para abajo. Eso era tremendo. Yo caminaba y caminaba sin saber dónde estaba, pero resulta que había estado pasando y repasando por delante de mi casa. Otra vez, cuando yo ya fui casado, me sucedió lo siguiente. El finado Jesús, que era vecino mío, se murió. Entonces lo llevamos a la morgue, a San Gabriel, con los dos hermanos de él. Luego yo me regresé para mi casa, con los brazos manchados de la sangre del finado. El problema es que me regresé sin un fósforo ni un cigarrillo. Por eso, a lo que estaba llegando a mi casa, ¡uta!, sentí que algo me soplaba atrás. Yo quería gritar pero no podía. Hasta que por un partidero me salió un lobo grandote al que le brillaban esas muelas. Yo, como no tenía con qué defenderme, le boté el sombrero y salí corriendo, ¡chucha!, para llegar a mi casa. Ahí la marqué a mi guagüita, a mi Carmen. Pero ¿qué sucedió? Pues que la guagüita se puso mala, ya se nos moría, ella era llora, llora y llora. Luego me dijeron que era malo llevar la sangre del finadito.

Nombre: Yadira Lizeth Criollo Puetate Edad: 11 años Institución: Víctor Elías Jaramillo Lugar de residencia: Yalquer 36

PARA RECORDAR: • Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la historia. C

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Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra

Definición

____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Identifica qué significa la palabra “partidero” en la siguiente expresión: “por un partidero me salió un lobo grandote” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos._______________________________ ___________________________________________ __________________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “infieles” en la siguiente expresión: “antes todo esto ha sido pueblo de infieles” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos._______________________________ ___________________________________________ __________________________________________________________________________________ 38

Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes personas:

Don Segundo Pillajo

Don Justo López

PARA CREAR Elabora con plastilina o arcilla el lobo que aparece en la historia.

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Bertha Leonor Ibarra Benavides Edad: 67 años Lugar de nacimiento: San Luis de Chauchín Lugar de residencia: Julio Andrade, desde hace 40 años Escolaridad: Toda la educación primaria 41

El guagua le sonrió con unos colmillos grandotes En el paso del río de la Estrellita a Chauchín pasaban bastantes tentaciones. Mi papá decía que una vez, por ahí le salió una puerca parida con hijitos. Esa puerca le daba la vuelta y le daba la vuelta a mi papá, no lo dejaba pasar. A un sobrino también le había salido una tentación por ahí. A él le salió una señora vieja que lo abrazaba y lo quería botar al río. Tonces el sobrino luchó porque era joven y logró llegar a su casa. Cuando la mamá le abrió la puerta, él estaba desmayado, botando espuma por la boca. Pero lo salvaron. El nieto de ese muchacho es el que ahora es el rey de la papa. Otra anécdota que nos sucedió por ahí fue cuando nosotras éramos señoritas. Nosotras éramos hartas jóvenes que bajábamos a la Misa del Gallo. Tonces, cuando estábamos pasando el puente, empezó a llorar una señora, bien desesperada. Era la llorona.

Nombre: Gabriela Mishell Cucás Haro Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar de residencia: Julio Andrade 43

A don Alfredo Benavides también le pasó algo por ahí. Él iba por ahí chumado en su caballo cuando alguien lo arrancó del caballo. Al otro día lo encontraron arriba de la capilla, en la propiedad del papá de la vecina Judit, por un montesito que está abajo en el río, lleno de ramas carrizo, árboles, por unos quingos viejos. Ahí se despertó don finado Mono a las diez de la mañana, con el caballo en la orilla del río, sin saber cómo había llegado ahí. Por allá mismo, le sucedió a mi hijo un caso. En ese tiempo él tenía siete años, ahora tiene 42 años. Mi hijo se fue con el papá a ajuntar madera para hacer esta casa donde estamos ahora. Los dos se fueron con los bueyes a una chorrerita donde no entra casi nadie, a un bosque grande donde estaban unos aserradores que venían de Tulcán. Entonces mi hijo y el papá se fueron llevando los bueyes para ayudarse a sacar la madera. Pero cuando ya iban llegando, los bueyes empezaron a querer salir de ese bosque, a no dejarse llevar por donde los guiaban. Mi esposo les daba fuete pero los bueyes se regresaban, no lo obedecían. Mi guagua también los atajaba por un lado, pero los bueyes a salir por el otro lado. Eso era muy raro, porque esos bueyes siempre fueron mansos. Pero ahora tenían los ojos rojos de la rabia, no obedecían y resollaban como si quisieran salir corriendo.

Nombre: Margarita Michaela Chipantiza Pérez Edad: 15 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar de residencia: Julio Andrade 44

En esas estaban, cuando mi hijo alzó a ver para el bosque y lo vio a un niño de poncho rayado, calzoncillo blanco, pie limpio y un sombrero blanco, un niño que estaba parado al lado de la chorrera. Ese era el duende. Pero ni a mi esposo ni a mi guagua les pasó nada. El único problema fue que por ese duende los bueyes no querían acercarse al bosque. De la vieja del monte también sé una historia. Un primo de mi marido se casó en Chauchín y se fue de mayordomo a una finca en el monte, en lo que ahora es la Mariscal, a trabajar quemando carbón. Todos los días salía a las dos de la mañana con un perrito blanco que tenía, y se iba madrugado a ganar el diario con el carbón. Una mañana salió como todos los días, pero el perrito se le paraba adelante del camino y le ladraba para que no siguiera caminando. Era como si el perrito blanco le anunciara que no quería que vaya para dentro del monte. Pero pasa que el primo siguió caminando sin hacerle caso al perrito. Y cuando ya estaba cerca de llegar al carbón se le apareció una señora de negro, cubierta desde la cabeza hasta los pies con un pañolón. El primo decía que la vio agachada, abrigándose en el montón de carbón.

Nombre: Margarita Sofía Rodríguez Narváez Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar de residencia: Julio Andrade 45

El perrito le agarró a morderle el pantalón al primo para atajarlo a que no siguiera acercándose. Pero él no le hizo caso y se fue acercando a ver la señora. Entonces el perrito ya se quedó atrás y el primo siguió acercándose. Cuando ya el primo estuvo cerca de la señora, ya para hablarle, vio que ella estaba abrigándose los senos, pero dizque eran unos senos enormes que se arrastraban hasta el suelo. Tonces el primo dijo: “Esta mujer no es cosa de esta vida”. Y el primo tenía razón. Esa mujer era la vieja del monte que estaba ahí abrigándose. El primo se apartó un poco. Buscó su perrito y se sentó a esperar. Luego regresó al carbón y esa tentación ya se había ido. A mi tío Vicente Benavides también le sucedió un caso. Él era mayordomo de una hacienda grande por acá, una hacienda donde había escribiente, administrador, cinco mayordomos y el mayordomo de labranza, el del ganado, y así. Entonces los mayordomos se iban a Cristóbal Colón a jugar las barajas los fines de semana. Mi tío, cuando ya terminó de jugar, se vino montado en una mula, ya con sus tragos. Cuando pasó por el cementerio de Cristóbal, encontró a un niño botado. Mi tío se bajó de la mula y, mientras recogía al niño y lo envolvía en el poncho, dijo: “Estas chinas sucias. ¿Cuál sería la que parió y vino a botar aquí en el cementerio al guagua?” Mi tío se montó en la mula cargando el niño y siguió el camino para la hacienda. Al poco rato, él alzó a ver al guagua para saber cómo iba. Tonces dizque el guagua le sonrió con unos colmillos grandotes y le dijo: “Gracias, papito, por alzarme. Ya tengo unos dientes grandotes para comerte”. Mi tío dijo: “¡Virgen Santísima! Esto no es de esta vida”. Mi tío despejó la cabeza, se quitó la chuma y tomó cordura. Ahí mismo dio la vuelta en la mula y se fue rápido a dejar el guagua donde lo halló, en la puerta del cementerio de Cristóbal Colón. Luego regresó en su mula para la hacienda. Esa noche mi tío tuvo un sueño. Soñó que el guagua con sus colmillos grandotes le decía: “Agradecé que me fuiste a dejar donde me encontraste, porque si no te llevaba a donde yo vivo”. Ese niño marcó la vida de mi tío.

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PARA RECORDAR: Con una línea une el enunciado y el concepto que se relacionan. Lugar por donde pasaban bastantes tentaciones. La vieja del monte Señora que lloraba desesperada. Cristóbal Colón Niño de poncho que apareció en el bosque. Mula Mujer cuyos senos llegaban hasta el suelo. Paso de la Estrellita a Chauchín Tío de quien cuenta la historia. La llorona Lugar donde los mayordomos jugaban barajas. Duende Animal en que se transportaba el tío. Vicente Benavides

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PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las características de cada tentación.

Duende LA VIEJA DEL MONTE GUAGUA DE COLMILLOS PARA CREAR Elabora con materiales reciclables un mapa del Carchi. Ubica en el mapa cada uno de los puntos que aparecen mencionados en la historia. Indica qué sucedió en cada uno de esos lugares.

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Segundo Nabor Villarreal Velasco Edad: 87 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Centro Escolaridad: Sexto grado de primaria 49

El mal espíritu me atormenta A esto por acá abajo, por la quebrada, le han puesto de nombre Cucacho, por lo que había muchos espíritus más antes. Yo, cuando fui niño, oí a algunos de esos espíritus tocando el tambor. Nosotros íbamos a traer el agua acá abajo, donde hay un arroyo, una fuente, y allí oíamos que hacían sonar el tambor. Después, cuando ya casi éramos jóvenes, ya no se oía. Eso era el duende, que lo ha habido mucho, circulando con la caja, haciendo sonar. Otro espíritu que también había era el de los cagones. Había un señor que se llamaba Carlos, él se llevaba mucho con mi papa, él contaba de los cagones porque andaba mucho por las noches. Los cagones, a según lo que contaba él, eran unos espíritus malos, una hembra y un macho que estaban uncidos, y que andaban solamente a saltos. Pero ¿qué hacían estos cagones? Por donde uno andaba, ellos saltaban y saltaban a detener a las personas, a no dejarlas pasar. Ellos eran compadres que han sabido… digamos, compadres que han sabido unirse y vivir como casados. Eso han sido los cagones. Otro espíritu que ha habido por acá, en Julio Andrade, es el del duende. Todo empezó porque el duende se enamoró de una señorita simpática que ha habido más antes, en la esquina donde los Erazos. Entonces, la familia de la señorita simpática, de ver esa situación, se ha pasado a vivir más acá, por el

Nombre: Diego Jeanpier Montenegro Erazo Edad: 11 años Institución: Escuela Municipal 13 de diciembre Lugar de residencia: Julio Andrade 51

colegio, por esa calle de los arrayanes para arriba. Pero el mal espíritu los ha seguido y se ha chupado a la señorita. Y ese espíritu no la dejaba andar tranquila, ¡oiga! La perseguía mucho. Hasta en la cocina, cuando ella se ponía a cocinar, le regaba las ollitas de comida que hacía sonar, los platos, y le hacía mil horrores. Hasta que al fin los curitas que venían en ese tiempo de Pasto a celebrar las misas cada año, se han hecho cargo de esa señorita. Ellos han descubierto que el espíritu ha sido un pequeñito nomás, con un sombrero grande, uno que le han sabido llamar el duende. Pero ese espíritu no la dejaba a ella tranquila, ni de noche ni de día. Por eso, ella iba enflaqueciendo el organismo, porque claramente el espíritu le atormentaba. Al poco tiempo, contaban los abuelitos, el duende incluso ya se acercaba a dormir con ella. Ella estaba bien atormentada, bien flaca. Mis tíos, en una ocasión, han ido a ver qué es lo que pasa con la señorita. Porque los papases de ella se iban a trabajar a una parte y a otra, dejándola sola.

Nombres: Stiven Emilio Montenegro Erazo Edad: 12 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 52

Entonces mis tíos la encontraron bien asustada. Ellos le preguntaron que por qué estaba así. Ella les contestó: “El mal espíritu me atormenta, no me deja tranquila”. Mis tíos le dijeron: “¿Dónde está, donde está ese gran carajo”. Cuando ellos han dicho eso, de arriba, del soberado, les han tirado una piedra de moler ají que le dio en la cara a un tío mío. Entonces, mi tío, lastimado, dizque ha alzado a ver al soberado y cuando nuevamente, ¡oiga!, le manda otra pedrada. Esta vez sí la esquivó. Pero ninguno de mis tíos podía ver nada arriba. Mis tíos decidieron irse de esa casa. En ese tiempo ha venido un curita capuchino de Pasto, porque le habían dado parte que aquí no había ni capilla ni nada. Cuando el rato menos pensado, el padrecito se ha puesto a bautizar con agua bendita y a regarla por las casas. Pero cuando ha llegado a la casa donde estaba la señorita, el agua se le ha regado en el suelo, se le botó toda. Al poco tiempo, la pasaron a la señorita a otra casa, una casa de paja donde había un señor que sabía tejer cedazos, un señor que le decían el Cedacero. Pero el duende ha ido y le ha quemado la casita al señor. Y todos escuchaban que el duende decía: “Que regrese nuevamente a la casa nativa”. Ya la pobrecita señorita estaba bien sufrida, no tenía cómo defenderse. Los papases nuevamente la pasaron a la casa propia de ellos. Hasta que al fin allí lograron despacharlo al duende. Pero yo no sé cómo seria, tal vez con las oraciones del padre que rezaba de una forma y de otra. Así al fin lo despacharon al duende. La señorita ya quedó tranquila.

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PARA RECORDAR: Completa las siguientes oraciones. El duende toca el _________ para atraer a las personas. Los _________ son espíritus de compadres que se han unido. El _________ les lanzó piedras a los tíos. El cura capuchino regó _________ _________ por las calles. Con las _________ lograron despacharlo al duende.

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las partes más importantes de la historia sobre el duende que atormentó a una muchacha:

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PARA CREAR Dibuja un duende de acuerdo a los datos que se brindan en el texto.

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Alba Luz Jojoa Imués Edad: Lugar de nacimiento: Lugar de residencia: Escolaridad:

77 años Potosí, Nariño, Colombia Julio Andrade, Barrio la Estrellita, desde hace 52 años Segundo grado de primaria 57

Más antes ha habido todo cosas feas A nosotros nos contaban cosas de los fantasmas. Dicen que había un señor, algo tomado, al que no lo dejaba la viuda. Los dos iban siempre juntos. Ella, vestida como la novia, se elevaba por el aire. Entonces él dizque decía: “¿Cómo es esto: si ésta ya es muerta? ¿Cómo es que se me presenta?”. Eso contaban, ¡pis! Lo mismo sucedía en Chunquer. Allá había una señora que se había enduendado. No la podían tener en la casa, porque se les escapaba, se les quería ir para abajo, a una cocha, a una quebrada. Por eso la tenían amarrada. Pero ella decía que tenía hambre. Entons dizque cogía la orina de la vaca y eso comía. Ella dizque decía: “¡Qué rico pan”. No sé dónde la llevarían, pero la curaron. Eso contaban. Decían que acá arriba, yendo de Julio para Tulcán, por las mangueras, dizque aparecía algo que seguía al que pasaba, y lo entundaba, llevándolo a botar a una peña. Ahí los entundados se dormían en unas casas con unos colchones ¡qué suavitos! Pero cuando ya despertaban se daban cuenta que en realidad estaban en unos pencos, al filo de la peña. Los entundados decían: “¿Por qué vine acá? ¿Quién me trajo acá?”

Nombres: Johana Katherine Rodríguez Escobar Edad: 10 años Institución: UNESCO Lugar: Comunidad La Estrellita 59

A mí me pasó un caso. Yo iba con mi hermana por allá lejo, al monte donde vivíamos. Eso era montaña gruesa, monte. Tonces por allá dizque había una pareja que vivía en el mal estado. Ellos estaban compactados con el cuco. Cuando mi hermana y yo pasamos por allá, lo vimos bajar al carro de la otra vida. Tenía unas luces como brazas de candela, se lo escuchaba bramando por un camino, por el filo del monte. Ese carro llegaba a la casa de los compactados y allí pitaba, para llevárselos a esos dos, a la pareja que vivían tanto el uno como el otro en mal estado. También decían que más antes ha habido todo cosas feas. Un guambrito decía: “¿Por qué será que aúllan los perros? ¿Por qué será?” “Eso es porque ven la ánima”, le respondían los papases. Entonces el guambrito dizque decía: “Yo también quiero verlas, quiero verla al ánima cómo es”. Entons el guagua cogió las lagañas del perro y se las puso en los ojos. Por eso empezó a ver los diablos, unos patojos, otros bien con unos bordones; y vio que las canillas de los muertos eran las espelmas que iban aclarando. El guagua se arrepintió, y dizque dijo: “Ni más”. Mi mamita contaba que había una señora que se quedaba hilando lana ya de noche, en una casa como las de antes: las paredes de tamo, de paja, y la lamparita de querosín. Entonces el marido de la

Nombres: Johana Patricia Ayala Potosí Edad: 10 años Institución: UNESCO Lugar: Comunidad La Estrellita 60

señora dizque se fue con los guaguas a dormir: “Camine breve”, dizque le decían ellos. “Camine a dormir”. Pero ella contestaba: “Ya voy, ya voy, otro ratico”. Y cuando ella estaba ahí sentada, ¡pis!, le abrieron de afuera el tamo y le dijeron: “Ya no trabaje, esta noche es mía, esta hora ya no es tuya, esta hora ya es mía”. Del miedo, a la mujer se le cayó la lámpara y se le apagó. Ella temblaba, pero de un salto salió y cayó en la sala desmayada. El marido se levantó a verla, y le dijo: “¿Qué te golpeaste? ¿Qué estás? ¿Qué estás?” Pero ella contestaba: “¿Qué pasó? ¿Qué pasó?”. A ella le daban agüita, pero nada que le pasaba. Después, cuando ya dizque había vuelto, ella dijo: “¿Quién sería que por ahí abrió el tamo y metió las manos y me decía: ‘estas horas ya no son tuyas, estas horas son mías, la noche es mía’”. Otro espíritu que ha habido por acá es la vieja del fogón. Esa lo sabía espantar a mi finado marido y a los guaguas. Ellos eran sordos, desobedientes. Una les decía: “Vayan a dormir”. Pero ellos contestaban: “No”. Yo les decía vuelta: “Vayan breve a dormir, tienen que levantar a la escuela”. Pero ellos eran: “Más ratico, más ratico”. Entonces yo les hacía tener miedo diciéndoles: “Ahí viene la vieja, verán, caminen breve a dormir, caminen”. Pero nada, ellos eran sordos. Una vez mi marido se fue a un velorio. Había muerto una señora que cuando ha sido joven decían que había estado compactada con el cuco. ¿Cómo sería la vida de ella ¡pis!? Allá, en el velorio, hubo

Nombres: Lenin Fernando Huertas Benavides Edad: 11 años Institución: UNESCO Lugar: Comunidad La Estrellita 61

harta gente, bastante gentesita. Y dicen que venían gallinazos, luego se iban, algunos llegaban un ratico y se iban, otros sí dezque se sentaban arriba, en el techo de la casita, que era de paja. Entonces llegaban los gallinazos y aleteaban, como peleándose. Cuando, en una de esas, se voltearon las espelmas dentro de la casa, se apagó limpio, quedó todo oscuro. De allí, vuelta dizque intentaron todos prender las espelmas, pero ni los fósforos prendían. Después empezaron a sentir que por la pared, desde la paja, caía ¡una de ratones!, ratas, cosa que derrumbaban la casa. Todos decían: “¿Qué será? ¿Qué será?” Tonces ya dizque lograron prender las espelmas. La gente empezó a llamar a una señora que tenga un guagüito chiquito, que venga, que aunque sea lo pellizque, pero que se pare en la puerta con el guagüito y lo haga llorar, para que así se corra el cuco. “¡Qué feo”, decía mi marido, “qué miedo, yo cogí y me vine, porque allá el cuco se la quiere llevar en cuerpo y en alma a la finada”. No sé qué más pasaría en ese velorio, allá chillaban gatos, se peleaban esos gallinazos afuera, ese poco de ratas que derrumbaban la casa, prendían las espelmas y vuelta se apagaban, vuelta prendían y vuelta se apagaban. ¡Qué miedo! Una prima de mi marido, una prima que era de Buenos Aires, venía aquí a mi casa y nos agarrábamos a las conversas. Ella también contaba otra historia. Decía que ha habido una abuelita que ha vivido solita.

Nombres: Mauricio Alexander Potosí Benavides Edad: 11 años Institución: UNESCO Lugar: Comunidad La Estrellita 62

Todos le decían que se vaya a la misa, pero ella contestaba: “No, mi gatito queda chillando, mi gatico queda solito, no me voy”. Otras veces decía: “No, este domingo sí me voy a ir a la misa”, y cuando decía así, el gato dezque comenzaba: “Miauuuuuu, miauuuuu”. Entonces ella ya no iba a la misa de ese domingo porque decía: “¡Huy, mi gatico!, está chillando, no me voy a ir a la misa, mejor el otro domingo que viene me he de ir a la misa”. Y ya llagaba el domingo, pero vuelta así mismo sucedía: ella ya estaba cambiadita para ir a la misa cuando el gato empezaba alrededor de ella a seguir por allí chillando y chillando. El gato no la dejaba ir a la misa. De allí, como todo ha sido monte por donde vivía la abuelita, han ido a verla y la han encontrado muerta. Al gato lo encontraron enroscado en el cuello de ella, con el rabo bien ajustado. Todos decían que ha muerto solita con su gato, pero cuando se dan cuenta, ¡ora!, el gato ha estado vivo, ¡pis!, y no ha sido solo ese gato nomás, ha habido más gatos. Ya los familiares la han ido a llevar al cementerio. Pero el gato dizque iba chillando atrás: “Miauuu, miaauuu, miaaauuu”. El gato dizque se subía al ataúd. La gente lo bajaba, pero vuelta se subía. Entonces lo metieron en unas talegas y lo dejaron, diciendo: “Ya se quedó allí”. Pero nada, el gato se salió, los alcanzó y de un brinco saltó arriba al ataúd, y ahí ya tuvieron que llevarlo. Cuando ya iban cerca de

Nombres: Mayerli Dayana Usamag Castillo Edad: 11 años Institución: UNESCO Lugar: Comunidad La Estrellita 63

llegar al cementerio, por donde hay un río, subiendo una cuestica, reventó como un tronante. Ahí se desapareció el gato. Otra vez había un niño que no quería ir a dormir, sino que se quedaba en el fogón. La mamá quería llevarlo a dormir, pero él que no y que no y que no. Pero de tanto hacer que lo llamaban, él dijo: “Ya voy, ya voy”. Y le dijeron otra vez: “Venga breve a dormir”. Y él contestó: “Ya voy, ya voy”. Pero habló en otra voz. Y ahí ya se levantó la mamá y dijo: “¿Qué es? Ya es otra voz, ya no es el guagua nuestro”. La mamá dizque se fue a verlo. Pero lo encontró colgado en la tinaja de agua, solo la cabeza se le vía. La vieja, dicen, se lo mató. Pero no la vieja del cutulagua, esa no es la vieja. Se llama es como un espíritu cutulagua, así decía ella: “Cutulagua, cutulagua”. Había una hermanita mía. Ella, con las cuñadas de mi mamita, se pusieron a hacer humitas. Pero les faltaron las hojas. Entonces lo mandaron a un guagüito, ha de haber sido de unos diez años, tal vez diez a doce años, ya era grandesito. Le dijeron: “Váyase a traer más hojas, allá, en tal parte hay, váyase”. Y lo mandaron a buscar en un chaparro que había, un monte feo, una ladera bien fea. Allá, abajo, había hojas de bijao. Eso ya fue a las cinco de la tarde. Y él se fue. Pero no venía y no venía y no venía. De ahí, ellas dizque ya se fueron a una loma y lo gritaron: “Camine breve”. Entonces ya el guambrito vino trayendo las hojas, pero llegó malo, como demacrado. Ellas le dijeron: “¿Qué estás?”. Él contestó: “Nada”. “¿Qué te duele?” “Nada”. Y al fin se fue a la cama. Ellas ya se pusieron a acabar de hacer las humitas. Al otro día el guambrito siguió malo. De noche ya se quería levantar, irse, pero estaba malito, le dolía la cabeza, se caía. Así, siguió malo, malo, malo. Ellas lo hacían curar de eso que dicen pasmo, pero nada. Lo llevaban donde brujos, pero ellos decían que es quedado, que lo llamaban los espíritus, que venga. Pero nada, no lo pudieron curar y no lo pudieron curar. Hasta que murió. Decían que ha sido comido el corazón por la vieja, la vieja se le ha comido el corazoncito, porque dizque contaba él mismo: “Ya me caía qué feo allá abajo, unas hojas más grandes, más grandes, más bonitas, más verdesitas”. Eso nomás me acuerdo.

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PARA RECORDAR: Resuelve el siguiente crucigrama. Horizontales A. Animales que llegaron al velorio. B. Animal que puede ver el ánima. C. Espíritu que espantaba al esposo de quien cuenta la historia. D. Lugar al que mandaron al niño a buscar las hojas para las humitas. E. Alimento que preparaban las mujeres. F. Lo que estaba haciendo la mujer con la lana. Verticales 1. Sitio donde dormían los enduendados. Invertido. 2. A donde no quería ir la abuelita que vivía sola. 3. Vehículo que se quería llevar a la pareja compactada. 4. Lugar donde vivía la señora enduendada. 5. Espíritu con el que se había compactado la pareja. 6. Animal que no dejaba ir a la misa a la abuelita. 65

3

4

5

1 A

B 6 2 C

D E F

66

PARA REFLEXIONAR Describe en la siguiente figura algunos de los síntomas que se encuentran en el texto, cuando alguien ve una realidad diferente a la de los demás.

LO QUE LA PERSONA VE

LO QUE LOS DEMÁS VEN

Identifica qué significa la palabra “sordos” en la siguiente expresión: “Pero nada, ellos eran sordos”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejem plos._______________________________________________________ _______________________ __________________________________________________________________________________

Identifica qué significa la palabra “malo” en la siguiente expresión: “vino trayendo las hojas, pero llegó malo”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.____________________________________________ ______________________ __________________________________________________________________________________ 67

PARA CREAR Elabora con tamo y madera una casa como la que aparece descrita en el texto.

68

Thelmo Gonzalo Castro Quelal Edad: 80 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Centro Escolaridad: Tercer grado de primaria 69

Eso era un poco de gentes con espelmas, arrastrando cadenas Mi hermano Homero, que vive en Pomasquí, y yo estábamos abajo, cuidando las papas. Entonces él, bajando esa bajada de allí de donde don Alfredo, se encontró con dos marranos uncidos. Esos marranos dizque chillaban diciendo: “Por ti, por mí”, y rodaban ladera abajo. Mi hermano, del susto, se puso ciego y cayó rodando por esa ladera, hasta que llegó al camino de abajo. Después vio que los marranos cayeron al río. Él cogió camino arriba a donde estaba yo. Me dijo: “Hermano, hermano, ¿no tienes un cuete?” Entonces amarramos la pepa del cuete y con un fósforo lo botamos. Eso reventó. Eso fue nuestra salvación. En otra ocasión nos sucedió lo del carro de la otra vida. Nosotros estábamos yendo a vender unas papas en la camioneta. En Cunquer, por la carretera vieja, había una tienda. Ahí estaba un hombrecito que se caía y se levantaba. Nosotros paramos con el carro y le preguntamos: “¿Qué le pasa?”. Pero no contestó, por eso lo levantamos, lo subimos a la camioneta y seguimos.

Nombres: Jhon Mauricio Vega Vaca Edad: 10 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 71

Pero fue ahí que nos encontramos con el carro de la otra vida. Eso era un poco de gentes con espelmas, arrastrando cadenas. Los perros aullaban al ver esa millonada de espelmas. A mí me dio un poco de nervios. Mejor nos fuimos más allá y nos paramos. Yo no quería mover el carro porque me daba miedo ese hombrecito que lo habíamos alzado. Él también iba nervioso limpio, y seguía cayéndose y levantándose. Ese hombre había estado yéndose a San Rafael. Nosotros lo llevamos hasta Piquiucho, pero demorándonos porque yo manejaba bien nervioso. Tiempo después, en otra ocasión, fuimos cinco hombres en el camión a vender papas a Ibarra. Nosotros íbamos a media noche. Bajando el tercer puente de Duendes nos encontramos con un hombrecito escampando parado en un hueco de donde sacaban tierra y arena. Nosotros lo vimos cruzados los brazos, con la cabecita agachada, con los pelos levantados y no hablaba nada. Nosotros llegamos mudos a Cunquer. Allí, por donde pasaba la sequía, le dije a mi cuñado Humberto Revelo que le ponga agua al carro. Pero él no me entendió. Entonces seguimos a Piquiucho. Al llegar allá sí pusimos agua, y ya soltamos el habla. Se supone que este señor era fantasma. De esos había hartos antes en las carreteras.

Nombres: Camila Senteno Erazo Muñoz Edad: 5 años Institución: María Auxiliadora Lugar: Julio Andrade 72

PARA RECORDAR: Elabora un resumen de cada una de las historias que se cuentan en el texto.

LOS CAGONES EL CARRO DE LA OTRA VIDA EL FANTASMA

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PARA REFLEXIONAR Quien cuenta la historia ¿cómo se salva de los cagones? Averigua con tus padres si existen otras formas de enfrentar o salvarse de las tentaciones. Descríbelas. _______________________________ __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ Quien cuenta la historia dice: “un poco de gentes con espelmas, arrastrando cadenas.” ¿A qué se refiere? ¿De quiénes habla? ______________________________________ _____________________ __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “limpio” en la siguiente expresión: “Él también iba nervioso limpio” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.______________________________________________ ____________________________ __________________________________________________________________________________

PARA CREAR Dibuja al carro de la otra vida.

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Gladis Marina Fuertes Fuertes Edad: 89 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade Escolaridad: Quinto grado de primaria 75

La tía muerta seguía insistiendo en el sueño Mi mamá tenía una capilla que era oratorio. Ella y mi tía eran muy devotas de las almitas del purgatorio. Tenían como patrono el calvario. Las dos se querían mucho. Mi tía, que era muy pudiente y tenía muchas riquezas y joyas, murió. Pero ella, después de muerta, venía todas las noches y se le presentaba a mi mamá en el sueño. Mi tía le decía en el sueño a mi mamá que le daba todos sus tesoros que había dejado escondidos. Y le decía cómo debía sacar el tesoro. Tonces mi mamá le avisó a otra hermana. Las dos se fueron como a las diez de la noche a la casa donde había vivido mi tía muerta. Cuando ya dizque iban cerca de llegar, vieron un gato con los ojos que le iluminaban. Ellas del miedo se regresaron temblando a su casa. Pero la tía muerta seguía insistiendo en el sueño. Le decía a mi mamá que fuera por el tesoro, incluso a veces la pegaba porque no había ido. Mi mamá al otro día se levantaba y se veía en el cuerpo los moretones del cordón con que mi tía la pegaba.

Nombres: Lissbeth Yomaira Narváez Montenegro Edad: 17 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 77

Pero mi mamá se acobardó tanto que ya no quería saber nada de eso. Tonces le contó a unos guaqueros. Mi tía se volvió a aparecer en el sueño y la volvió a pegar a mi mamá por haberle dicho a los guaqueros. Esta vez mi tía dijo que no iba a permitir que ellos sacaran el tesoro. Los guaqueros se fueron al lugar y lo varillaron todo. Así sacaron el cajón del baúl donde mi tía guardaba el tesoro, pero ya no había nada. Estaba vacío.

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PARA RECORDAR: Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la historia. P Q W M O R

E

T

O N N Q W E

R B

U

I

L

L

A

T

O Y

U

U

I

P M A S

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C G H

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H A S

S

R O N O

79

D

F

T

T

G A E

T

A D

S X

F

A

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las partes más importantes de la historia en el orden en que se presentan:

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PARA CREAR Dibuja en cada uno de los cuadros las situaciones más importantes de la historia en el orden que se presentan: 1

2

3

81

4

Aurelio Elías Erazo Chapi Edad: 89 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade Escolaridad: Quinto grado de primaria 83

Las voladoras eran de cualesquier nación de cualesquier parte Nosotros sabíamos andar a las dos de la noche, conversando. A esas horas la encontrábamos ahí en el corredor, ahí sabía estar la viuda. Entonces se nos aparecía y veces nos hacía correr a yo y a otro joven. También la encontrábamos sentada en el colegio, o en unos montones de tierra que estaban ahí. A veces nos seguía y a veces no. De noche, al menos, no se podía andar. El camino era de herradura nomás. Ahí sabían estar los duendes, bailando, se los vía de lejos. Cuando ya iba uno a llegar, ellos se iban. Eran unos donositos, asisitos nomás, con los sombreros grandes. Ellos le llamaban a uno con la mano, pero como era lejos no se podía distinguir tanto. Otros que salían al camino eran los cagones. Si uno se dejaba atrincherar, lo agarraban y lo botaban para un lado. Eran peligrosos, pues. También el guagua auca sabía salir a veces. Esos son guaguas que

Nombres: Cristian Fernando Salazar Chacua Edad: 12 años Institución: Belisario Quevedo Lugar: Julio Andrade 85

los botaban en el camino, así, a un lado. Cuando uno iba a pasar le lloraban, le lloraba y lo aterrorizan a uno. Lo mismo las voladoras. En el colegio, que es ahora arriba, había un corredor donde sabían estar las voladoras. Ahí, primero, sabían pintarse con tantos remedios en frascos; luego sabía criarles plumas. Ellas sabían tener una mesa de suelo, por ahí volaban encima de la mesa dando vueltas. Luego, cuando estaban bien acomodadas, volaban por las troneras de las casas, de ahí cogían por arriba de las casas y salían por las chimeneas, volando por ahí. Entonces aparecían encima de la casa y cogían a volar largo, hasta llegar a un árbol grande. A ese árbol llegaban todas las voladoras a contar las situaciones que habían en cualesquier parte. Así se reunían de una parte y de otra. Tonce, ahí contaban lo más que podían. Cuando vían que estaba uno así llegando al árbol, por ejemplo, lo llamaban al pie del árbol y ahí le decían que coja ramas del árbol, que se friegue en las manos y que se unte en los ojos para que le dé la claridad. Así lo hacían y de ahí ya se iban.

Nombres: Juan Carlos Chaluisa Pastuña Edad: 12 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 86

Las voladoras eran de cualesquier nación de cualesquier parte. Se reunían de todas partes y lo que más hacían era conversar. Por eso le digo: ¿ahí cómo sabrían estar entre ellas, qué sería tanto que conversaban de una parte y de otra, qué más sabrían hacer las voladoras? Las voladoras sabían estar en el árbol hasta las doce de la noche. De allí ya se iban yendo. Otra historia también real es que había dos hermanos que vivían así, en una montaña, con la mamá. Entonces llegaban y le contaban a la mamá lo que pasaba, y le decían que les dé pelando una gallina, para llevar de avío. Ellos se iban y, en el camino, se encontraban con una virgen. La virgen les pedía alguna cosa de comer, porque estaba con el niño llorando del hambre. Entonces ellos no le hacían caso, cogían y se iban. De allí llegaban a una parte honda que era hacia un centro. Ahí era de los diablos. Entonces un hermano se metió. El otro quedó afuera esperando. Pero de ver que su hermano no salía, se regresó a donde la mamá, a que le dé haciendo otro avío. Y así se fue otra vez por el camino. Pero ya le hizo caso a la virgen que le pedía que le dé de comer para el hijo. La virgen, tonces, sacó seis huevos en una funda y se los dio para que sacara al otro hermano de la parte honda donde estaban los diablos. El hermano se fue a la parte honda y aventó al fondo un huevo. Ese huevo se crio en el aire como árbol. Entonces aventó el otro encima del árbol y también se crio como árbol encima del árbol. Y así con los demás huevos. Y los árboles uno encima del otro avanzaban para arriba. El hermano que estaba abajo se subió en la cadena de árboles para salir. Pero abajo los diablos le querían botar los árboles tumbándolos para no dejarlo salir. Y le soltaron dos perros, el uno se llamaba Rompecadenas, el otro se llamaba Mascavientos. Entonces los diablos estaban ya para botar el árbol, los perros ladraban y ladraban. Pero de ahí nada más. Ya no me acuerdo de más.

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PARA RECORDAR: Con una línea une el enunciado y el concepto que se relacionan. Tentación que los perseguía.

Guagua auca

Tipo de camino que había antes.

Las voladoras

Tentación que permanecía bailando.

Diablo

Tentación que llora porque la han botado en el camino.

De herradura

Tentación que volaba.

Rompecadenas

Tentación que estaba en una parte honda.

Mascavientos

Nombre de uno de los perros.

La viuda

Nombre del otro perro.

Los duendes

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PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las características de cada tentación.

Guagua auca Las voladoras Diablo La viuda Los duendes

PARA CREAR Busca elementos de la naturaleza como piedras, ramas, raíces, guadua, tierra, flores, hojas, chamizos y todo lo demás que encuentres. Busca también en tu casa elementos reciclables como botellas de plástico, de vidrio, papel y latas. Luego, con todo lo que has reunido, elabora una maqueta donde representes la casa y las voladoras que se describen en el texto.

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María Leobigilda Ayala Benavides Edad: 76 años Lugar de nacimiento: Casa Fría Lugar de residencia: Casa Fría Escolaridad: Cuarto grado de primaria 91

¡Ahora tienes que darme tu sangre porque te has compactado con el diablo! Aquí, en Casa Fría, no había quien enseñe el catecismo. Por eso mi mami las ha mandado a mis hermanas mayores a Julio. En ese tiempo todo el camino era monte, con muchos árboles grandes. Entonces mis dos hermanas se han ido. Pero una de ellas, una que era rebelde, no quería caminar, se enojaba y decía que no quería ir. Hasta que en una parte, por abajo, en el hueco, le han visto a una señora muy grande, con unos senos bien grandes que se arrastraban por el suelo. Esa señora se cogía los senos, los echaba para atrás y seguía caminando hacia donde mis hermanas estaban. Entonces mi hermana Carmen le dijo a la otra, a la rebelde: “Ve, Georgina, camina. Esa mujer nos va a llevar”. Y allí mi otra hermana, la rebelde, se fue a abrazar con la otra hermana que iba adelante. Las dos se fueron al catecismo. Y esa señora de los senos grandes se perdió en el monte. Esa era la viuda. Otra hermana mía, Etelvina, también en una ocasión vio personalmente a la viuda. Mi hermana vivía en Tulcán y sabía trabajar yendo a Ipiales a vender las cosas los días sábados. Ella salió, pues, por

Nombres: Edgar Leonardo Salazar Villarreal Edad: 11 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 93

un callejón a la carretera. Y allí vio sentada a una señora. Mi hermana le dijo: “Hola, compañera, ya ha estado acá sentada esperándonos, camine”. Pero cuando mi hermana se le acercó, la señora se paró vestida de negro, con las enaguas bien abajo y blancas, unas enaguas que se arrastraban a lo que caminaba y sonaban. Tonces mi hermana ya recapacitó. Ella regresó chillando donde las compañeras. En otra parte también se apareció la viuda. Eso fue en una casa donde ha habido una fiesta. Ahí había muchos jóvenes que se portaban molestosos con las señoritas. En una de esas, entró una señorita bien elegante, bien guapa. Todos los jóvenes decían que yo voy a bailar con ella, que yo bailo con ella, y que por aquí y que por acá. Y la señorita bien elegante bailaba con el que la iba a sacar. Hasta que bailó con uno de los jóvenes, con el más molestoso, y lo empezó a sacar para la puerta, y poco a poco lo fue sacando hasta que se lo llevó. Los otros jóvenes no se dieron cuenta de lo que sucedía. Al otro día lo fueron a buscar al joven que la viuda se había llevado. Lo encontraron metido en unas matas de chilca, en unas raíces bien metido. Estaba desmayado. Eso ha sido un hecho verídico.

Nombres: Marlon Alexander Cando Ayala Edad: 12 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 94

Otra cosa que es verídica es la del carro de la otra vida. Mi papi y mi mami conversaban que yéndose por aquí a Tulcán, por el páramo, por un hueco llamado El Agua Amarilla se veían unas luces, bastantes luces que cambiaban de colores. Era algo feo. Mi mami le decía a mi papi: “¡Vea, regresémonos!” Pero mi papi contestaba: “No, estos vienen a salir por acá y se fueron”. Y ellos dos veían que eso feo venía rechinando durísimo, como cadenas, como fierros, con gente que lloraba y gritaba que los favorezcan porque se los lleva el diablo. Cuando mi mami y mi papi han salido arriba del Barro Blanco, lo vieron al carro de la otra vida aquí en la tola, bajando por este camino. Los de antes también nos contaban otras cosas. Nos decían que un hombrecito con bastantes hijos no tenía nada, ni con qué mantener a la familia. En ese tiempo no había trabajo, era peor que ahora porque todo era monte. Tonces un día el hombrecito le dijo a la señora: “Me voy a buscar la vida o la muerte”. Y se fue por el camino. Al rato de estar andando por allí, se lo encuentra a un señor bien montado en una mula, un señor bien simpático, con una buena maleta de plata.

Nombres: Richard Mauricio Romo Cando Edad: 10 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 95

Tonces el hombrecito dezque le dijo al señor de la mula: “Buenos días, señor”. Pero el otro le contestó: “No me trates de señor. Decime vos”. El hombrecito, tonces, le dijo: “Señor, estoy buscando la vida porque yo no tengo con qué mantener a mi familia”. El señor de la mula le volvió a decir: “No me digas señor. Yo te doy trabajo”. El hombrecito, muy contento, le dijo: “Bueno, señor, yo trabajo por lo que usted me pague”. El de la mula le dijo: “No hay problema, yo te doy la plata que tú quieras ahora mismo”. “Gracias, señor, muchas gracias”, decía el hombrecito que había salido a buscar la vida. El hombrecito regresó a su casa con un poco de plata que le había dado el señor de la mula. Fue a dejarle la plata a la señora para que compre la comida para los niños. Luego volvió a salir para irse a trabajar con el señor de la mula. Al llegar al mismo lugar, el hombrecito le dijo: “Señor, ya estoy listo para trabajar”. Pero el otro le contestó: “Que no me digas señor. Decime vos”. Tonces el hombrecito le dijo: “¿Y a dónde es lo que me vas a llevar a trabajar?”. El señor le contestó: “Subite en la mula”. Los dos se fueron, hasta que llegaron a donde ha habido bastante mulas y bastante leña. “Aquí vas a hacer cargas de leña y vas a dejar a donde yo te mande”, dijo el señor de la mula. El hombrecito, al ver eso, dizque le dijo: “Pero este trabajo no es lujo, tal vez está difícil, yo no avanzo solito. Mejor le voy a traer la plática que me dio, porque son demasiadas cargas de leña”. Entonces, el señor de la mula le dijo: “No te preocupes, lo que yo quiero es que me des tu nombre y un poquito de tu sangre, y yo te doy más plata todavía”. El hombrecito le dijo: “¿Y la sangre para qué?” Entonces el señor de la mula se transformó en el diablo, y le dijo: “¡Ahora tienes que darme tu sangre porque te has compactado con el diablo!”

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PARA RECORDAR: Completa las siguientes oraciones. A las hermanas mayores las mandaron a Julio Andrade a aprender el ______________ La señora de los senos enormes era la ______________ Al joven que la viuda se llevó lo encontraron metido en unas ___________ de _____________ El vehículo que es tentación se llama el ______________ de la otra ______________ El señor simpático, bien vestido, que llevaba una maleta llena de plata iba montado en una ______________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura con la información que encontraste en el texto sobre la viuda. ¿Quiénes eran?

¿Qué hacían?

LAS VIUDAS ¿A quién se le aparecían?

¿Dónde aparecían?

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Completa la siguiente figura indicando tu opinión acerca del trabajo que consiguió el hombrecito. VENTAJAS

DESVENTAJAS

PARA CREAR Léeles a tus padres y familiares la historia del hombrecito que fue contratado por el diablo. Luego, entre todos, comenten cuál fue el error que cometió el hombrecito.

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José Luis Chamorro Chamorro Edad: 60 años Lugar de nacimiento: San Francisco del Troje Lugar de residencia: San Francisco del Troje Escolaridad: Segundo grado de bachillerato 99

El gritón iba llevando en su mano, cogida de los pelos, su propia cabeza Contaba mi abuelito que han sabido venir en mulas unos señores desde Otavalo, unos longuitos, que querían pasar a Colombia a entregar cacharro. Como esos caminos han sido por el monte, ellos han estado ya perdidos y con sed. Uno de ellos dijo: “A yo ya me cansa. Anda a buscar un poquito de agua por ahí”. El otro se ha ido con un machete hacia una chorrera de agua que se escuchaba a lo lejos. Allá llegó y se ha puesto a recoger el agua en el sombrero que ellos llaman paleta, sin fijarse de dónde salía el agua, solo mirando la corriente que tenía a sus pies. Luego tomó un poco y esa agua se ha hecho como cuajo, pesadísima, y se le ha caído al suelo toda la que tenía recogida, porque el sombrero se puso pesadísimo. “¿Qué será esto?”, decía ese hombre.

Nombres: Camilo Ribaldo Ruano Montenegro Edad: 11 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 101

Ese hombre dejó el sombrero en el suelo y se fue a avisarle a los demás compañeros lo sucedido: “Miren, encontré el agua pero no sé qué será que le pasa a esa agua, porque se cuajó”. Los demás le preguntaron: “¿No vistes de dónde venía el agua? Anda a asomarte”. Tonces el hombre se ha regresado con otro de sus compañeros a la chorrera. Cuando llegaron allá, han encontrado el sombrero paleta lleno de oro cuajado. Ellos alzaron a ver de dónde salía el agua y vieron arriba de la chorrera a una virgencita pequeñita, morena, al pie de una ollita de donde se originaba todo el chorro de agua. Los dos hombres, tonces, han pensado en llevarse el sombrero lleno de oro, pero no lo han podido mover. Ellos se regresaron y les contaron a los demás. Esta vez se fueron todos los otavaleños a buscar la chorrera para sacar el oro. Pero por más que caminaron no lograron encontrar el camino. Eso ha sido como una fantasía para ellos. Por eso, al monte que queda allá se le ha denominado La Montaña de la Virgen Negra. Por acá también sucedió otro hecho. Los señores de aquí, de la comunidad, de repente salían a jugar baraja de tarde, tomándose sus copitas. Una vez, cuando ya estaban regresando a sus casas a media noche, les salió por esos caminos sólidos, uno que dizque gritaba durísimo. Ese era un espíritu al que llaman el gritón.

Nombres: Celina Beatriz Ruano Montenegro Edad: 12 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 102

Uno de los que iban ha dicho: “Eso es mentira. Ustedes nomás se inventan. Voy a ver si es cierto cosa de este o del otro mundo”. Y ese señor, ya tomado sus copas, se ha ido a ver si podía ver de dónde salían los gritos. Así, ha salido a una parte que era una quebrada, donde ha comenzado a hacerle un viento frío y funesto. Tonces él escuchó que gritaban a lo lejísimo, pero era que el gritón estaba cerca. En cambio, cuando lo oía que estaba cerca es que ha estado lejos. Y este señor, andando por ahí, ha logrado verlo al gritón: era un espíritu sin cabeza que andaba en caballo. El señor, tonces, se preguntó: “¿Cómo, este sin cabeza y gritando?” El señor se ha puesto a verle bonito para saber cómo es que gritaba. Ya detallándolo descubrió que el gritón iba llevando en su mano, cogida de los pelos, su propia cabeza. Esa cabeza era la que gritaba. Los ojos eran como llamas. El caballo iba puesto montura y caminaba suavísimo. El señor, como desmayado, ha regresado donde los amigos. Él les contó lo que había visto. Ellos le dijeron: “¿No decías que no creías? Ahora ya tienes que creer”. El señor, que era mi abuelito y siempre nos contaba lo que había visto, les contestó: “Ahora sí creo porque lo he visto con mis propios ojos”.

Nombres: Deiman Figueroa Chávez Edad: 9 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 103

También contaba mi abuelo que otro espíritu que sabía salir de noche era una alma blanca. Un señor le dijo a mi abuelo: “No, señor, esos son cuentos, son historias de los antepasados. Eso para mí es historias y nada más”. Pero mi abuelo le dijo: “Verás, así no crea, aprendé que si de pronto te sale vos tienes que decir: ánima bendita, de quien quiera que seas, si sos de ésta o si sos de la otra, ¿qué queris: darme o que te dé?” El hombre ha dicho: “Ya me la sé”. Mi abuelo le dijo: “Repítala”. Pero él, incrédulo, dijo: “Ya me la sé, ya me la sé, y punto”. Ese hombre siempre salía a echarse sus tragos, jugando al 40. Hasta que una vez, cuando regresaba a la media noche para su casa caminando por la montaña, en una recta ha visto a lo lejos un hombre blanco que se acercaba. El hombre ha dicho: “¡Chuta!, el ánima bendita”. Tonces el hombre iba andando con un poco de precaución, queriendo hacerse a un lado, para no toparse de frente con el ánima. Pero dizque el ánima le hacía como señas con el brazo y cada vez se le acercaba más. El hombre pensó: “A lo mejor me está llamando, ¡Virgen Santísima! A ver, ¿cómo era que había que decirle? Ah, ya la recordé”. Y el ánima cada vez iba más cerca y más cerca. Cuando ya estuvieron frente a frente, el hombre le ha dicho: “Ánima bendita, de quien quiera que seas, sos de esta o de la otra, ¿quieres darme o que te dé?” Pero el ánima no decía nada. El hombre

Nombres: Edwin Andrés Heredia Chamorro Edad: 8 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 104

dijo: “¡Chuta! A lo mejor me va a dar algo”. Por eso se le acercó más al ánima hasta que la logró tocar y le dijo: “Vea, ánima bendita, ¿usted quiere darme alguito o quiere que yo le dé?” Cuando el hombre sintió fue un par de patadas que lo botaron al suelo, golpeado y adolorido. Había sido que el ánima bendita no era espíritu, sino que era una yegua blanca que estaba por ese camino. Así mismo le pasó por acá a un muchacho que sabía salir todos los fines de semana a tomarse sus aguardienticos. La gente le decía: “Ve, no salgas, por ahí te va a cargar la viuda”. Él contestaba: “Qué viuda, más viuda son ustedes”. El muchacho no creía. Un día el muchacho se ha chumado y se ha puesto a decir: “Ahora que me salga la viuda para ver si no me la abrazo también. Dicen que son de la otra vida, pero mentira. No ha de ser cierto”. El muchacho ha dicho todo eso y se ha ido chumado. Al pasar el puente, ya bien oscuro, por donde es todo tapado de ramas, en una vuelta, ha visto una señorita bien elegante, bien peinada, con una buena mini, con unos zapatos de taco y cartera. El muchacho ha dicho: “Ésta qué va a hacer la viuda”. El muchacho siguió caminando para acercarse a la señorita, pero ella seguía caminando y caminando. El muchacho pensaba: “Yo sí la voy a alcanzar a esa linda”. Hasta que la vio ya cerca, cerquita, ya la quería alcanzar y saludarla. Pero vuelta se le perdía, vuelta la alcanzaba, vuelta se le perdía.

Nombres: Evelyn Dammaris Montenegro Huera Edad: 9 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 105

Cuando el muchacho se ha dado cuenta ya no iba por la carretera. Iba por unos montes y chaparros, dando vueltas por una quebrada. Y se le dificultaba mucho caminar, pero él alzó a ver la señorita y descubrió que ella nunca había estado caminando, sino que ella iba como volando, como flotando por encima del suelo. El muchacho dijo: “¡Chuta! A lo mejor sí es la viuda. Pero dicen que la viuda lo carga en la espalda. Entonces esta señorita no es la viuda”. Hasta que de tanto caminar ya le empezó a pasar bonito el trago, ya se le empezó a ir la chuma. El muchacho se dio cuenta que estaba metido dentro de una quebrada oscurísima, bajo un aguacero tremendo. Y la señorita ya no estaba por ninguna parte, se había ido. Al otro día lo han encontrado al muchacho entumidísimo en una quebrada. No se podía parar. Le preguntaron que qué le había pasado. Él respondió: “Yo atrás de una muchacha bien elegante, y cuando ya me di cuenta estaba aquí en la quebrada”. Los demás le dijeron que esa era la viuda. El muchacho respondió: “Cierto que me dejé embobar. Esa no era una señorita. ¿Cómo va a haber por acá, en tremendo lodo, una señorita tan elegante?”. Los demás le dijeron: “Ya vis que es la viuda que te quiso cargar”. De la vieja del monte también han sucedido situaciones por acá. Don Luis Guerrón, que vivía como yendo a la Playa, por el Salado, se ha ido a trabajar solito, a socalar un monte. Allá ha visto un árbol de

Nombres: Jhonatan Raúl Mueses Chamorro Edad: 11 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 106

pundé bien alto, donde ha sabido escamparse el ganado. Él ha dicho: “Este árbol también lo voy a botar porque no deja que crie bastante hierba”. Tonces, ha cogido su hacha, su machete, y se ha puesto acortarle las ramas. Después se ha puesto a cortarle el tronco grueso. En esas estaba cuando dizque le empezó como comezones en la nuca. “Eso será que me está cayendo basura de arriba del árbol”, pensaba. De repente, apareció por ahí una mujer grandotota, con una falda anchota y abierta. A lo que fue acercándose, don Luis Guerron vio que esa mujer tenía pegado en la cara de pétalos de flor de taxo, como si los pétalos nacieran de su propia piel. Don Luis no le ha dicho nada. Solo pensaba: “¿Ésta quién es? ¡Virgen Santísima! No vaya a ser la vieja del monte”. Él siguió dando hachazos al palo, pero cuando observa lo que está haciendo se da cuenta que el hacha no entraba ni un milímetro. El hacha estaba bien afilada y cortaba hartísimo, pero en ese árbol no penetraba nada. Don Luis siguió insistiendo, hasta que después de tanto esfuerzo se ha desmayado. Él no supo qué sucedió ese rato, solo supo que cuando se despertó se ha venido a su casa. Allá le dijeron: “¿Qué te pasó? Estás como pálido, como enfermo”. Tonces él contó que había visto a la señora de los pétalos en la cara mientras intentaba cortar el árbol.

Nombres: Juan Carlos Huera Acero Edad: 11 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 107

Esa noche, don Luis empezó a levantarse todas las noches a gritar, cogía un fuete y salía al patio a gritar que se iba con la mujer de los pétalos. Hasta que volvía en sí y se ponía a llorar del miedo. Un señor que hasta ahora vive, don Julio Güera, un día se encontró con don Luis y le dijo: “Ya te ha pegado la vieja del monte. Me pagas doscientos mil sucres y te curo”. Don Luis le contestó: “Bueno, cúreme”. Ese señor llegó a la casa de don Luis con un poco de hierbas, de hechicerías, rezos, tragos, tabaco, todo eso. Así le hizo dos curadas. A la tercera curada, el señor don Güera le dijo a don Luis: “Véase. Ya está un poco más bueno. Pero la tercera es la más dura. Voy a venir con mi amigo para curarte. Espérame con dos silletas y unas dos de Norteño y Pielroja”. Don Güera se ha ido y al rato, como a las siete de la noche, ha llegado con una calavera de un cristiano. Tonces dizque la ha puesto por ahí, ha descorchado la de Norteño, prendido el Pielroja y le ha dicho a don Luis que repita tales oraciones, soplándole trago y haciéndole de todo. Pero ninguno se dio cuenta que habían dejado la botella de Norteño y la de Pielroja al lado de la calavera. Tonces siguieron curando, venciendo ese mal que a ratos quería ganarle. Don Güera le dijo a don Luis: “Ayúdeme, don Lucho Guerrón, que este mal me está venciendo”. Pero don Luis Guerrón

Nombres: Leonardo Fabricio Aguilar Huera Edad: 11 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 108

le dijo: “Calla, compañero, vos me mentiste. Me dijiste que vas a venir con un compañero que te va a ayudar y nos has traído a nadie”. Don Güera le contestó: “Calle usted, don Lucho, que yo sí traje mi compañero. Véalo ahí está. Es esa calavera”. Y don Luis Guerrón alzó a ver la calavera y ya la botella de Norteño estaba vacía y no quedaba ni un Pielroja. Don Luis Guerrón pensó: “Pero ¿cómo se acabaron si los dejamos ahí enteritos?” En ese momento, don Luis Guerrón se mareó la cabeza y cayó a la cama dormido. En el sueño vino esa mujer de los pétalos en el rostro, grandota, arrastrando las folleras. Esta vez vino con un fuete y le ha dado en el cuerpo a don Luis Guerrón. Luego ha alzado el vuelo y se ha ido. Al otro día, don Luis le preguntó a su esposa: “Veme la espalda, porque anoche en mi sueño esa mujer vino y me pegó”. La mujer miró y le dijo: “No estás nada”. Don Luis le insistió: “Pero si me dio durísimo, parecía que me rompía con ese látigo”. La esposa, tonces, le ha sacado la camisa y le ha dicho que no está nada. Don Luis Guerrón mandó a llamar a don Güera para saber si ya estaba curado. Don Güera le ha dicho: “Verás, ya estás alentado, curado, pero a lo que vayas a salir de la casa, a lo que vayas a poner el pie en el umbral, dirás estas palabras…” Así quedó curado don Luis Guerrón. Ya nunca más le volvió a pasar eso, pero la vieja del monte lo ha dejado cueriado por él haberse hecho curar. Eso nos contaba

Nombres: Maritza Lorena Morillo Narváez Edad: 10 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 109

siempre don Lucho. Y cuando nos contaba se sabía pegar su trago y sabía llorar de esa experiencia que le ha tocado vivir. Otra historia que sucedió por acá es la que le voy a contar. Yo tengo una cuñada que vive por el Minas. Ella, yendo para abajo, para Santa Bárbara, por esas carreteras bien feas, se encontró con unos señores colombianitos que iban a buscar trabajo en las fincas. Todos ellos siguieron el camino juntos. A media noche, le ha ganado un dolor de estómago a uno de los jóvenes colombianos, pero estaba bien malo. Nadie sabía qué hacer, porque estaban lejísimos de la casa más cercana. Entonces los compañeros del joven se han ido a buscar algún remedio. Al llegar a la primera casa les dijeron: “No tenemos ningún remedio. Váyanse nomás a la otra casa, a tres horas de camino”. Los compañeros siguieron buscando, hasta que ya se les ha aclarado el día. Hasta que han encontrado unas familias y les han dicho: “¿Nos pueden hacer un favor? Nos pueden regalar un remedio para un joven está que se nos muere con dolor de estómago”. Las familias les respondieron: “Llévese estas pastillas y unas aguas curativas”. Los compañeros retornaron con los remedios y las agua a donde el joven enfermo. Cuando ya llegaron, eran pasadas las dos de la tarde. Los que estaban cuidando al joven les dijeron: “Ya ni traigan

Nombres: Micaela Heredia Chamorro Edad: 9 años Institución: Francisco Miranda Lugar: San Francisco del Troje 110

el remedio, si ya se murió, ya lo tenemos allí velándolo. Verán, lo que pasa es que les vamos a contar una cosa que pasó. Después de que ustedes se fueron el guambra cómo lloraba y gritaba del dolor de estómago. Nosotros sin atinar qué hacer le pusimos en una cama hecha como barbacoas de madera; le pusimos a la camita para que se recueste, porque parecía que ya se iba a morir, ya se le había quitado el habla. Tonces, cuando le fuimos a tocar la cabecita y las manos ya estaba frio. Nosotros pensamos que ya se murió. Nos quedamos sentados, sin una cerita con qué iluminarlo. Pero de repente, el guambra ha cogido y se ha recuperado, se ha sentado, se ha sacado las botas, ha sacado una batea de madera, se ha bañado bien los pies, ha botado esa agua, ha traído otro poco de agua y se ha lavado bien la cara, las manos, todo, se ha secado, se ha peinado, ha sacado una espelma chiquitita y se ha costado en la cama. Nosotros lo veíamos sin poderlo creer. Tonces pensamos que ya está bueno, que ya se ha curado solo. Pero fuimos y lo tocamos y seguía heladísimo, seguía muerto, bien muerto. Nosotros le gritábamos, le hablábamos pero no contestaba. Seguía muerto, totalmente muerto”. Tonces, los compañeros que le habían ido a buscar la medicina le construyeron un cajón de madera rústica nomás. Ahí lo llevaron por el monte a sepultarlo a la Bonita. Todos dezque decían: “Cogerán duro que con un golpesito de repente el muerto se reviva otra vez”. La gente pensaba que a lo mejor se estaba haciendo el muerto, y que tal vez lo iban a enterrar al vivo. Por eso, antes de enterrarlo en el panteón, lo revisaron bien para ver si estaba muerto. Y muerto mismo había estado.

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PARA RECORDAR: Resuelve el siguiente crucigrama. Horizontales A. Nacionalidad del guambra que despertó de la muerte. B. Nombre que le dan los otavaleños al sombrero. C. Lo que el gritón llevaba en su mano. D. Bebida empleada para la curación de la vieja del monte. E. Tentación que se disfrazó de señorita elegante. F. Lo que era el compañero del curandero. G. Nombre del espíritu que gritaba durísimo. H. Animal que confundieron con un ánima bendita. I. Persona que curó a don Luis Gerrón. J. Mujer cuyo rostro era de pétalos de taxo.

Verticales 1. Persona a la que se le apareció la vieja del monte. 2. Nombre que se la dado al monte donde encontraron la fuente de oro. 3. Lo que entregaban los otavaleños en Colombia. 112

2

3

A B C D E 1 F

G H

I J 113

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las partes más importantes de la historia de la Montaña de la Virgen Negra:

Completa la siguiente figura describiendo las características de cada tentación.

Ánima bendita El gritón La Viuda La vieja del monte 114

Completa la siguiente figura comparando la viuda con la vieja del monte.

VIEJA DEL MONTE

VIUDA

PARA CREAR Realiza un dibujo del gritón tal como aparece descrito en la historia. Dibuja también a la vieja del monte. Utiliza pétalos de flores para decorar su rostro.

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María Dioselina Castillo Burbano Edad: 72 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Norte Escolaridad: Tercer grado de bachillerato 117

Un mal espíritu que se hizo pasar por otra persona Les voy a contar una leyenda que sucedió aquí. Una persona fue insultada. Luego, al rato de eso, se encontró con otra persona que era influyente aquí, como decir autoridad, una persona llamada Arsenio Burbano, quien había ayudado mucho en la parroquialización y donó la imagen de la iglesia, un señor muy bueno. Tonces, Arsenio Burbano le dijo a la persona que había sido insultada: “¿Por qué no te vengas? Yo tengo un cuchillo. Te lo presto. Ve y pégale a ese que te insultó. Vas y le das una buena pisa. Anda y lo matas con mi cuchillo”. Y así le dijo hasta que lo convenció. La persona que había sido insultada dijo: “Cierto, me voy a vengar, voy a pegarle al que me insultó”. Y se fue a buscarlo al otro hombre. Y lo encontró y lo dejó pegando, casi lo mata. Hasta que llegó harta gente allí y lo detuvieron. Aquí como no había tenencia política, lo llevaron a Huaca. Ese hombre ya tenía antecedentes. Allá le preguntaron que por qué había hecho eso. Él respondió que el otro señor que era autoridad, don Arsenio Burbano, el señor influyente, lo había convencido de ir a pegarlo al que lo había insultado.

Nombres: María Aracely Benavides Coral Edad: 17 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 119

Entonces los de Huaca mandaron a llamar a don Arsenio Burbano para que confirmara o negara lo dicho. Arsenio Burbano fue y se presentó allá. Él demostró que nunca había estado con el señor detenido, que él ese día había estado conversando con los amigos en su casa.

Entonces, lo que había sucedido aquí es que un espíritu se le había presentado al señor detenido, un mal espíritu que tomó la figura de Arsenio Burbano, un mal espíritu que se hizo pasar por otra persona. La moraleja de esta leyenda es que no hay que dejarse convencer de las personas, porque de pronto no son las que uno ve, sino que son un mal espíritu que ha tomado la forma de alguien conocido. También tengo otra historia con moraleja para las señoras chismosas. Esta historia sucedió un día en que las mujeres se quedaron hasta de noche despiertas conversando. Luego ya se han quedado dormidas. Pero de repente las despertó una bulla, un no sé qué. Ellas, como era tan curiosas, salieron a ver por la ventana qué era lo que sucedía. Y vieron una procesión bien bonita que venía bajando por la calle.

Estas mujeres, en vez de entrarse a su casa, siguieron viendo por la ventana la procesión. Entonces, el diablo disfrazado de cualquier persona se les acercó por la ventana, les dio una vela encendida y les preguntó: “¿Qué hacen aquí mirando?”

A ellas ya les dio miedo. Mejor cerraron la ventana y se fueron a dormir. Entonces empezaron a escuchar muchos gritos, cosas espantosas. Ellas cogieron la vela que les había dado el señor para alumbrarse, pero ahí fue que descubrieron que no tenían una vela sino la canilla de un muerto.

Nombres: Rosa Lisbeth Quel Martínez Edad: 17 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 120

PARA RECORDAR: Elabora un resumen de cada una de las historias que se cuentan en el texto.

EL ESPÍRITU QUE TOMA UN CUERPO AJENO LA CANILLA DEL DIABLO

121

PARA REFLEXIONAR Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes personas:

ARSENIO BURBANO

DIOSELINA CASTILLO

Completa la siguiente figura comparando las dos historias que se cuentan en el texto.

COMPARACIÓN Aspectos en común

Aspectos diferentes

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¿Qué enseñanza te dejan las dos historias del texto?___________________________________ _____ __________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________

PARA CREAR Escribe una historia de tentaciones que te deje una enseñanza. Puedes enfocar tu enseñanza en el cuidado del medio ambiente, el respeto a los mayores, la obediencia a los padres, la importancia de la educación o cualquier otro aspecto que se te ocurra.

123

Alfonso Vicente Erazo Cuasapaz Edad: 63 años Lugar de nacimiento: Piedra Hoyada Lugar de residencia: Piedra Hoyada Escolaridad: Cuarto grado de primaria 125

Este hombrecito quedó con la mente perdida De lo que yo sé, antes había un camino de herradura con una piedra grande. Mi papá me contaba que era una piedra redondita, muy linda, con una escritura extraña. Pero un día habían pasado unos gringos y le habían dejado haciendo un hueco donde estaba el escrito. Después, cuando ya pasó la Pana, todo eso lo rellenaron y se tapó. Entonces, desde allí, este sector quedó como la Piedra Hoyada. También decían que antes de que construyeran la escuela eso ahí era una granja, con árboles de pino bien altos. En ese tiempo no había ni el alumbrado público ni nada. Entonces los amigos se chumaban y en ese sector les salía la vieja. También les salía en el sector de La Estrellita, en un punto del Guagua Negro. A un amigo nuestro que siempre tomaba trago le había salido una señora que le había dicho: “Lleve la fritada a la mujercita”. El amigo había cogido la fritada y la había millado en el poncho, o sea, la había

Nombres: Aracelly Geovanna Ayala Criollo Edad: 11 años Institución: Víctor Elías Jaramillo Lugar: Yalquer 127

envuelto para llevarla. Y así se fue, pero llegó a la casa como desmayado. Él le dijo a su mujer: “Una señora me dio esta fritada, tome”. A lo que la mujer abrió el poncho encontró fue la majada del caballo. Otra historia que pasó por acá fue que un hombrecito y yo trabajábamos en la hacienda, donde era bien tupido. Entonces empezó a llover y el hombrecito se fue a escampar a una choza de carrizo. Ahí él empezó a oír una banda de música, pero en verdad era el duende músico. Este hombrecito quedó con la mente perdida. Fue a su casa y allá tuvieron que amarrarlo con la soga de cerdo, porque no quería irse. De ahí le hicieron el gasto para curarlo. La persona que lo curaba decía que había que dejar una canasta de panes y golosinas a las doce de la noche en donde se ha quedado. Y eso fue lo que hicieron. Así el hombrecito se alentó, pero solo aguantó unos cuatro o cinco años más. De ahí murió. A otro amigo también le sucedió un caso así, cuando el monte era más cerrado, no como ahora que todo es limpio. A este amigo siempre le salía de noche la vieja por donde trabajábamos. Él la soñaba y no podía dormir ni estar tranquilo. Él estuvo siquiera unos seis meses echando bastante agua bendita. Pero siempre la sigue viendo en sueños.

128

PARA RECORDAR:

Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la historia. A L

U M B R A D O S

E

Ñ O R A Q W R T

T

G R A N J

S

M A Y

Y

A D E

G U A G U A N E

G R O U I

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D S

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R E

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A H E

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A Z

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M U J V

R C I

B N M C A M I

M A J A L L

E

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K L

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C V

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A D F

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N O C O R L

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K J

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W Q S

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C R I

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A N A A A Q R W E

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C T

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N H G L

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A X

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B N R P

O N C H O Q W I

D A A S

D F

H G A R B O L 129

V

A H H

N G H T

N T

D

R A Ñ A Z

A F

B N E

H E

D R A G R A N D E

N I

D F

A Y

J

R C D R F

B M A S S

K L

T

U M B R A D E

U E

O P

U I

X

A D A H G H F

D Q W E

A D O Y

P

E

S

D F

T

G H J

K

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR ¿Por qué razón el chumado no se enteró de lo que en realidad le había puesto la vieja en el poncho?__________________________________________________________ _________________ __________________________________________________________________________________ _______________________________________ ¿Por qué debieron amarrar al hombre que escuchó al duende?____________________ ____________ __________________________________________________________________________________ ____________________________________________ ¿Por qué la vieja se aparece en sueños?_____________________________________ _____________ __________________________________________________________________________________ ___________________________________________ 130

De acuerdo a lo contado en el texto, escribe las características de la vieja en la siguiente figura.

LA VIEJA

PARA CREAR Dibuja un mapa de tu zona. Identifica los lugares mencionados en el texto. Indica qué sucedió en cada lugar.

131

María Auxiliadora Yar Imbacuán Edad: 62 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Santa Clara Escolaridad: Tercer grado de bachillerato 133

Nosotros, los niños, la llamábamos la casa del terror Le voy a contar acerca de la casa del terror. Cuando yo era una niña, en la parte alta de aquí, de nuestro sector, que es el barrio Santa Clara, había muy pocas viviendas. Una de esas casas, una casa que quedaba por un callejón, nosotros, los niños, la llamábamos la casa del terror. Lo cierto es que allí habitaba una familia de gente que tenía sus facilidades económicas. La familia estaba conformada por el señor, la señora, sus hijos. Pero, según contaba la historia, el señor de la casa era muy mujeriego, ¡ele! Él maltrataba a su esposa y tenía en mente que las hijas no deben ser de nadie, sino de él. Entonces la gente refiere esa situación: que el padre abusaba de sus hijas. Lo cierto es que una de las hijas del señor tuvo un hijo que, se dice, era del señor. Este hijo no era hijo normal. Era como una persona media distraída, medio tontico. Físicamente, era zarco, blanco, con el cabello rizado, parecido a su padre, no a la madre.

Nombres: Edwin Arturo Yar Pozo Edad: 12 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 135

Pues sucedió que esta mujer se fue huyendo. Y las hermanas de ella también huyeron. Todas se fueron por el maltrato del padre, se fueron muy lejos. El señor quedó solo en la casa del terror, solo con su hijo y su esposa. Después, la esposa se murió. Él quedó con el hijo que había tenido con su hija. Ellos vivían solitos. Luego ya murieron los dos. Se cuenta que mucho tiempo después de eso, en una ocasión estuvieron arando en esa tierra unos señores para sembrar no sé qué. Entonces estos señores vieron que en la casa del terror había un señor muy elegante, un señor malo que estaba sentado al lado de un muchacho, los dos viendo lo que ellos araban. Los dos señores que estaban arando dicen que miraron y miraron, hasta que el señor elegante y el muchacho salieron de la casa del terror. Ahí se dieron cuenta que el muchacho tenía un rabo, una cola. Esos señores que estaban arando decían que posiblemente era el demonio y se los quería cargar. Desde allí más o menos le pusieron la casa del terror. Nosotros, cuando éramos unos niños de cinco a diez años, subíamos a conocer esa casa. Era una casa ruidosa, que provocaba un poco de recelo. Lo cierto es que hay personas que iban a vivir ahí, pero, pobrecitas, no aguantaban, decían que era muy ruidoso. Todos los vecinos que conocían esa casa decían que allí se oía ruidos, cosas feas. De las hijas del señor, las hijas que huyeron por el maltrato del padre, no sé mucho. Lo único que sé es que una se casó con uno de Huaca.

Nombres: Katerin Zuleimi Montenegro Castillo Edad: 8 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 136

PARA RECORDAR:

Con una línea une el enunciado y el concepto que se relacionan. Barrio donde estaba la casa del terror. Característica del señor de la casa del terror. Con quien el señor de la casa del terror tuvo un hijo. Característica mental del hijo que tuvo el padre con la hija. Característica física del hijo que tuvo el padre con la hija. Lo que tenía el hijo del señor malo. Lo que provocaba la casa del terror.

Distraído Cola Zarco Recelo Santa Clara Con su hija Mujeriego

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las partes más importantes de la historia en el orden en que se presentan:

137

PARA CREAR Busca elementos de la naturaleza como piedras, ramas, raíces, guadua, tierra, flores, hojas, chamizos y todo lo demás que encuentres. Busca también en tu casa elementos reciclables como botellas de plástico, de vidrio, papel y latas. Luego, con todo lo que has reunido, elabora una maqueta donde representes la casa del terror.

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Segundo Agustín Andrade Edad: 70 años Lugar de nacimiento: Huaca, Carchi Lugar de residencia: Casa Fría, desde hace 40 años Escolaridad: Cuarto grado de primaria

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Nunca lograron encontrarlo, nunca más, hasta el sol de hoy Cuando tuve la edad de 25 años, yo era soltero, pero estaba enamorado de la que es ahora mi esposa. Entonces fuimos con dos amigos a darle a ella sereno. En ese tiempo cogíamos por Julio Andrade para atrás, por la Encañada, hasta salir a Michuquer Alto. Durante el recorrido, por donde los señores Velas para arriba, sopló un caballo con las narices. Nosotros hicimos el intento de continuar el camino, pero vuelta sopló el caballo. Tonces nosotros nos tomamos un trago y lo soplamos diciendo al aire todo eso. Pero cada vez que hacíamos el intento de pasar, el caballo soplaba.

Nosotros no teníamos idea de que más arriba, en el plan, estaban siguiendo una huaca. A ninguno se nos vino a la mente que eso podía ser. Así estuvimos hasta las doce de la noche intentado pasar sin conseguirlo. Entonces, de ver que el caballo soplaba y soplaba, nos pasamos al otro lado de la zanja, y nos fuimos. Pero en cuanto pasamos la zanja, el caballo salió y nos siguió, caminando con unas herraduras que sonaban durísimo en la carretera. Luego el caballo se fue camino arriba, donde estaban los huecos de la gente que cavaba. Allí se perdió el ruido. Ya no le vimos.

Nombres: Angela Shirley Arellano Guerrero Edad: 10 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 141

Le cuento otra cosa que me sucedió. Yo fui peón aquí, en esta finca. Por allí había unos árboles de ciprés bien altos, cerca de una casita vieja, ya de bastantes años. Un día cayó un rayo en el árbol, un rayo que le agarró por la punta y bajó hasta el suelo, partiéndolo por la mitad. Mis tíos creían que la huaca estaba allí en ese árbol. Por eso nos pusieron a sacar el tronco y a cavar bien profundo. Pero la verdad era que la huaca había estado en la esquina de la casita vieja, al lado del fogón. Nosotros supimos que la huaca estuvo allí porque siempre venía una yunta de bueyes que querían derrumbar la casa. Yo propiamente no sé quién mismo sacó esa huaca. Pero cuentan que fue un señor que vino a cuidar esa casita. Porque ese señor vino y al otro día ya no asomó; lo único que vimos fue la tierra removida del fogón. Este señor se fue a vivir a Monte Olivo, allá se compró una finca con ganado. Un día él se levantó a remover el agua del río que ha estado estancada, y vino un derrumbo y se lo llevó. Nunca lograron encontrarlo, nunca más, hasta el sol de hoy. Hace un año me sucedió otra cosa. Eso fue en mi propiedad, en El Moral. Yo me fui para allá a pie, como a las dos de la mañana. En un punto yo me paré y me puse a observar todo, porque la noche estaba clarita como el día. Así estaba cuando en el cielo salió un globo como la luna, amarillo, medio azulito. Yo lo vi que volaba bien alto, hasta que cayó a la tierra y se desvaneció. Yo estaba embelesado de ver eso. Entonces vino otro globo así mismo, bien grande, y se desvaneció en el mismo estado que el anterior. Y luego vino otro así mismo, pero iba avanzando para adelante, y después otro acá y otro allá. Pero no se vía quién botaba, no se vía nadie. A mí no me dio miedo, solo me quedé preocupado.

Nombres: Dayana Alejandra Arellano Guerrero Edad: 12 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 142

PARA RECORDAR: Completa las siguientes oraciones. El enamorado fue a darle __________ a su futura esposa. Un __________ les cerró el paso con sus resoplidos. Las __________ del caballo sonaban durísimo con cada paso. El árbol grande fue partido por un __________. Una __________ de __________ quería derrumbar la casa. Por El Moral observaron __________ que volaban en el cielo.

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura con la información que encontraste en el texto sobre las huacas. ¿Qué son?

¿Dónde están?

LAS HUACAS ¿A quién benefician?

¿Qué peligro representan?

143

PARA CREAR Extrae las palabras que más te llamaron la atención de la historia. Elabora con ellas una sopa de letras en la siguiente cuadrícula. Comparte tu ejercicio con un compañero para que encuentre las palabras que has puesto en tu sopa de letras.

144

María Fredesulinda Quelal Jiménez Edad: 76 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Santa Clara Escolaridad: Cuarto grado de primaria 145

Yo ni en el infierno he visto este animal En la “Y”, más allasito, había unos chorros de agua. Ahí decían que sale la viuda. Ella detenía a las personas cuando querían pasar. Al marido de mi tía le sucedió. Él pasó por ahí, por la vuelta del Jesusito, cuando ella, la viuda, empezó a seguirlo, pis. Entonces él, como se dice, casi cayó en coma del susto cuando le vio la cara, casi no podía ni caminar. Pero el peor susto fue cuando la viuda lo abrazó. La viuda lo llevó así hasta debajo del Jesusito, en una zanja que decíamos nosotros el número siete. Ahí lo cogió y lo empujó y lo botó a la zanja de agua. Él gritaba y gritaba, dizque decía: “¡Favorézcanme, me matan!”. En ese tiempo los mayores madrugaban a cuidar los bueyes para trabajar. Uno de ellos era Albino Prado, que alcanzó a oír los gritos. Él dizque entonces dijo: “¿A dónde será que gritan? Yo oigo que gritan”.

Nombres: Cristian Darío Rosero Colimba Edad: 14 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 147

Entonces se fue a donde escuchaba los gritos, al lado de la zanja de agua. Ahí lo encontró al marido de mi tía, caído, ya muriendo, y le dijo: “¿Vos no sos José Imbaquingo?”. El otro contestó: “Sí, favorézcame, una mujer me trajo aquí. Ella está sentada allí, al filo, véala, en el filo está sentada”. Y Albino Prado le decía: “No, José, allí no hay nadie, salí nomás, si no hay nadie”. Lo que pasaba es que él no la vía, pero el que estaba en la zanja de agua sí la vía sentada, cuidándolo. Don Albino, como era de los de más antes, de los que sabían andar a traer un escapulario, ha sacado el escapulario y se ha santiguado. Así, la viuda se ha desaparecido. Luego lo sacó de la zanja al José Imbaquingo y, de allí, prendió una candela para que se abrigara, porque dizque estaba encanijado, o sea, tieso todito del frío, pis. Así lo hizo abrigar, lo hizo dormir y después lo mandó a la casa. Pero don José ha llegado a una vuelta que hay en Huaca y se ha entundado. Ahí ha buscado una choza y se ha acostado con una puerca, pensando que era una mujer. Él dizque la refregaba y la refregaba, diciéndole: “¿Quién te dio esta batica con cuanto botón? Esto es un abrigo que te han regalado. Cuánto botón”. Pero en verdad eran las tetas de la puerca. Es que él había sido bien borracho. Todos los domingos y entre semana se chumaba. Esta es otra historia que también ha sucedido por acá. Es una historia que conversaba el Lucho Velasco, la historia de los cagones. Lucho decía que había aprendido de medio médico en el subcentro

Nombres: Cristhian Sebástian Chávez López Edad: 14 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 148

de salud. Entonces, un día venía de Casa Fría, por aquí, por estos potreros de aquí al frente, venia ya de noche, cuando dizque chillaban como puercos chiquitos, chillaban y rodaban, rodaban por aquí, por el cementerio rodaban. El Lucho se ha quedado asustado, pis. No podía caminar. Y entonces los vio cuando han pasado por su ladito, han pasado así rodando. Eran dos que estaban uncidos, y mientras rodaban decían: “Por vos, compadre; por vos, comadre”. Y justo cuando pasaron rodando por el lado de él, los que iban rodando le dijeron: “La cosa es que vos has estado como inocente, si no, con todo te hubiéramos llevado”. Y siguieron rodando y rodando hasta dar a una quebrada que viene de los baños. Lucho, del miedo, ya no quiso salir a ninguna parte. Los cagones son los compadres que han estado en pecado. Porque cuando se conocen entre compadres y se enamoran se transforman en los cagones. Dicen dizque dándole con una vara de rosa, los cagones se desunen. Así se los puede conocer para saber quiénes han sido los compadres que se unieron. Así dicen, pero eso sí yo no he visto. Verá, otra historia es la que mi papá conversaba. Mi papi era viajante. Él se dedicaba a traer panela, traer sal de Salinas, todo eso. Nosotros, pis, le decíamos: “Cuente, papi, un cuento, cuente”, y le hacíamos bomba. Él comenzaba a contar todo. Él decía que había una huaca allá en Picuales. Entonces, un

Nombres: Estalin Leandro Rosero Díaz Edad: 13 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 149

hombre de allá mismo dezque les ha dicho: “Chiquillos, vamos a cavarla, ahora es 3 de mayo, vamos a cavarla”. Y contaba mi papá que se fueron entre cuatro o cinco a cavar la huaca. Cuando estaban cavando, lo vieron a un señor que se ha escondido en las zanjas y los ha estado viendo. Ellos todos siguieron cavando. De repente, vino una bramazón, como una granizada, pero no era una granizada, eran como unos toros bramando que solamente se dirigían a donde estaban ellos. Ellos estaban en eso cuando dezque el señor que los había estado viendo, el que estaba escondido en la zanja, les dijo: “¡Ánimo!, no se acobarden, solo son ilusiones, no se acobarden, sigan nomás cavando, son cosas que pasan, no son ciertas”. Entonces, cada uno de los que estaban cavando había pegado un barrazo en el hueco, y había sonado la caja de plata. Entre todos la sacaron. El hombre de allá, de Picuales, que los había llevado a cavar, tenía listo el aguardiente. Entonces dizque lo regó encima de la plata. Pero el otro hombre, el que había estado escondido en la zanja, les dijo con mala intención: “Pis, era de haber venido yo también a ayudar, así hubiera tenido parte en la huaca”. En ese momento dizque

Nombres: Jaime Iván Huera Contreras Edad: 13 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 150

vino un ventarrón, una bramazón, y, ¡pum!, se fue todita la plata al hueco, la tierra se enduró y el hombre que había estado en la zanja se desapareció. No les quedó nada. No les quedó ni un rial. No lograron sacar nada. El hombre de allá de Picuales dezque buscaba por todas partes, pero no encontraba nada. Entonces dijo: “Uno de ustedes tuvo envidia. Si a todos les iba a dar, yo no me iba a repartir yo nomás, ¡pis! Ustedes han tenido mala intensión”. Entonces todos le explicaron al señor que ellos no habían tenido envidia, que el de las malas intenciones había sido el señor que estaba escondido en la zanja, el que se había desaparecido. Así se dieron de cuenta que ese señor también había sido un espíritu, un espíritu que los engañó y les hizo desaparecer la huaca. Más antes andaban solamente a caballo. A mi abuelito, al papá de mi papá, un gringo le ha pagado para que lleve unas dos cargas de plata a Colombia. Mi abuelito se ha ido, entonces, con mi papá y el gringo. Pero aquí, en la línea que decimos, los caballos se han cansado y ya no podían cargar la plata. Mi papá ha dicho: “Yo me voy a regresar por más caballos”. Pero el gringo se ha golpeado la nariz y ha chorreado sangre, por eso se lo han llevado en el caballo para hacerlo curar. Tonces, ellos han bajado

Nombres: Jairo Sebastián Nazate Paspuel Edad: 13 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 151

la carga de plata y la han puesto ahí, en un potrero. Mi papá ha dicho: “Estos cómo han sabido dejar la plata encimita, fácil para sacarla”. Entonces se llevaron al gringo y dejaron la plata ahí. Pero cuando ya lo llevaron al gringo a curarse, mi papá se ha devuelto con mi abuelito, los dos han dicho: “Vamos, ahí quedó la carga, yo dejé señalando dónde está la carga de plata”. Pero, cuando han llegado, no han atinado a dónde ha sido que ha dejado la plata. Todo era potrero y ramas. No han sabido dónde el gringo ha dejado la plata. Tonces se regresaron por el gringo. El gringo, cuando se encontró con mi abuelito y mi papá, les ha dicho: “¡Ah!, así nomás los quería coger, ¿cierto que fueron a buscar la plata?” Mi papa le contestó: “No hemos ido”. Pero el gringo respondió: “Yo te vi que fuiste a buscar la plata, no le encontraste porque te perdiste de puesto, ahora sí préstame otros caballos y vámonos a Barbacoas a dejar la plata”. Entonces todos se regresaron con los dos caballos nuevos al puesto donde estaba la plata. Dice mi papá Nicolás que apenas el gringo alzó la tierra con una peinilla, ahí estaba la carga de plata, al gringo se le hizo fácil encontrarla. En cambio, ellos se habían perdido de puesto. Solo el gringo les adivinó. Y dizque les dijo: “No iban a hallar la plata, ahí estaba, vamos a verla”. Y así cargaron las dos bestias nuevas que habían llevado. Eso ha de haber sido encanto, tal vez. Porque, cuando sacaron la plata, el gringo la puso en el suelo, se golpeó otra vez la nariz y chorreó la sangre encima de la plata. Así llevaron las dos cargas de plata a Barbacoas. Ahí estaba el secreto del gringo. Era de golpearse la nariz y chorrear de sangre la plata para que nadie la encontrara, y luego volverla a chorrear de sangre para encontrarla. Otra historia que contaba mi papá era la siguiente. Él estaba con mis hermanos y los peones cosechando el maíz en Picuales. De repente, cuando fue a sacar los costales, sintió una calor en la pierna y ya no pudo llegar a la casa. Entonces mandó a decir que lo vayan a traer porque le ardía la pierna, la tenía hinchadota y morada. Eso vía sido el cueche. Una señora llamada doña Rosenda lo curó. Esa mujer lo venía a curar toditos los días. A él le salía de la pierna un cuero como de res. Otra cosa que puedo contar es sobre el carro de la otra vida. Conversaba la mamá de la Carmen que una señora hizo un juramento, un contrato con el diablo. Esa señora le dijo: “Si me da tanto de plata yo me entrego a usted”. Entonces el diablo aceptó y le entregó el dinero. El diablo le dijo que cuando se cumpliera el tiempo iba a venir con el carro de diablos a llevársela. Un joven le dijo a la señora: “Ve, para librarte vos de eso tienes que reunir bastantes niños, y a lo que viene el carro vos tenis que hacerlos llorar, los pellizcas más que sea y los haces llorar que lloren 152

toditos”. La mujer hizo eso. Entonces, cuando llegó el carro, se tapó la cara con todo el pelo largo que tenía. Luego prendió tres ceras bendecidas. El diablo se bajó del carro en la casa de la señora. Ella le mandó una cera bendecida con un niño de los que había conseguido. A los demás niños los pellizcó para que lloraran. Entonces, el diablo entró a la casa y le dijo a la señora: “Devuélveme la plata, vuélveme la plata”. Pero la señora le contestó: “No tengo”. Pero cuando el diablo vio a la mujer tapada con el pelo y cuando escuchó a los niños llorando y cuando vio a los niños con las ceras, se asustó mucho y dijo: “¡Huy! ¡ratay! Yo ni en el infierno he visto este animal”. Y se fue con todos los diablos que había traído.

153

PARA RECORDAR: Resuelve el siguiente crucigrama Horizontales A. Animal con el cual don José se acostó. B. Mayor que encontró en la zanja al marido de la tía. C. Parte del cuerpo que el marido de la tía le observó a la viuda. D. Nombre de quien contaba la historia de los cagones. E. Como se encontraba don José Imbaquingo cuando lo sacaron de la zanja. F. Animal con el cual los mayores trabajaban. G. Lo que el gringo le echó encima a la plata. H. Cuando ellos están en pecado se transforman en cagones. Verticales 1. Sitio por donde se le apareció la viuda al marido de la tía. 2. Nombre de la tentación que rueda y chilla. 3. Nombre del marido de la tía. 154

1 A

2

B C D E F G

H

155

3

PARA REFLEXIONAR Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes personas:

ALBINO PRADO

JOSÉ IMBAQUINGO

LUCHO VELASCO

¿Qué enseñanza te dejan las siguientes historias?

LA VIUDA LOS CAGONES EL GRINGO EL DIABLO

PARA CREAR Dibuja un mapa de tu zona. Ubica los sitios mencionados en el texto. Explica qué sucedió en cada sitio.

156

Raúl Agapito Ayala Erazo Edad: 66 años Lugar de nacimiento: Casa Fría Lugar de residencia: Julio Andrade, desde hace 50 años Escolaridad: Tercer año de universidad 157

Yo tuve la sensación de estar con las cosas de la otra vida Cuando yo tenía 6 años de edad, mi mamá me llevó a un velorio. Allí, en donde velaban el cadáver, había flores, un ataúd y cortinas. Al poco rato de haber llegado, me dormí, mientras la gente hacía la costumbre de los rezos y las ceremonias que tienen que ver con los asuntos religiosos. Después, como a las once de la noche, nos volvimos para la casa con las personas mayores, que estaban rendidas de cansancio. Al llegar a la casa, los mayores se durmieron rápido, pero yo me quedé despierto porque ya había dormido. De repente sentí un aire bastante pesado en la casa. Las palomas que teníamos comenzaron también a espantarse, a corretearse, como si sintieran la presencia de alguien. Yo quedé, como se puede decir, hipnotizado. Entonces, cerré los ojos y en la mente se formó una pantalla. En esa visualización, yo vi una hoguera bastante pronunciada, en la superficie de un patio como de 300 metros cuadrados. En medio

Nombres: Edison Ramiro Romo Enríquez Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 159

de la hoguera, en medio de las llamas, yo le vi al muerto del velorio. Ese muerto estaba como hecho carbón y me pedía que le coja y le saque de las llamas. Pero de repente, estando en esa visualización, llegó un personaje de blanco entero, me cogió, me cargó en sus brazos y me sacó de allí. Así terminó la visualización. Claro, después yo conversé con los mayores lo que había visto. Algunas personas creían; otras decían que no ha de haber sido cierto. Pero los que me creyeron me dijeron que eso era la visión del infierno. En otra ocasión me sucedió lo siguiente. Era el año 1999 y yo estaba aquí, en la casa, durmiendo en mi lecho. Entonces, cuando faltaba como un cuarto para las doce de la media noche, me desperté. Mi hermano tenía unas revistas que eran de agricultura y ganadería, yo cogí una de ellas y me puse a leer. Estaba en eso cuando escuché como que alguien tiraba una piedrita a la puerta de mi dormitorio. Yo, en mis adentros, pensé que era una tentación. Cerré la revista, la puse en el velador y apagué el foco. Enseguida sentí unos pasos en mi cuarto, unos pasos que llegaron hasta mi cama. Luego sentí que me alzaron las cobijas y alguien se metió en la cama conmigo y me abrazó. Yo sentía su presencia fría contra mi pecho. Era un espíritu que me hablaba y me decía: “He venido, he de venir la próxima vez”. Yo

Nombres: Edwin Marcelo Yanascual Guamialamá Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 160

lo único que pude decir fue: “En la próxima vez que venga no me haga espantar así de feo”. Ese fue un momento donde yo tuve la sensación de estar con las cosas de la otra vida. En otra ocasión, apareció por acá el pitador. En ese tiempo yo estaba estudiando en Julio Andrade. Allá me enseñaron la novedad de que las cosas del otro mundo no existen, que todo es creación de Dios y no existe el otro mundo. Entonces yo regresé acá, al pueblo, con esa mentalidad. Una noche, mientras estaba jugando los naipes con mis amigos, muy cerca de la puerta de la calle, escuchamos dos veces un pito. Mis amigos me conversaron que ese era el pitador, un espíritu del otro mundo que todas las noches pasaba por el lugar. Yo les contesté que todo eso era fantasía, que esas eran cosas que no existían. Pero yo estaba diciendo eso cuando volvió a pitar. Entonces salí de la casa a buscar y no encontré nada por ninguna parte. Allí ya me convencí de que eso era cuestión espiritual. Yo comencé a averiguar y los vecinos me contaron que el pitador había empezado a aparecer por el pueblo hace más o menos un año atrás. Los primeros que lo habían oído eran ciertos jóvenes que jugaban billa por el parque. Como en ese tiempo el pueblo recién empezaba a crecer, no tenía el servicio suficiente de luz. La gente, entonces, pensó que el pitador era algún policía que pasaba por el lugar. Todos dijeron: “Vamos

Nombres: Jefferson David Imbaquingo Pantoja Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 161

a ver si el que pita es un policía, porque a lo mejor se encontró con un ladrón”. Entonces, la gente, en un número de quince a veinte personas, se fueron a seguir los pitos que seguían sonando, todos con antorchas iluminándose por el camino. Y así todos llegaron hasta la vía principal, por donde pasaban los carros de transporte interprovincial. Y todos seguían andando y subiendo rápido las cuestas para alcanzar al pitador, que se lo escuchaba que iba adelante. Algunos, de ver que ya no alcanzaban, empezaron a correr para intentar alcanzarlo; otros ya del cansancio se iban quedando, y no seguían avanzando. Y sucedió, entonces, una cosa extraña. Los que iban adelante escuchaban al pitador más adelante; los que iban atrás escuchaban al pitador que iba atrás. Toda la gente se perdió, unos iban por unas calles, otros por otras calles, unos oían al pitador por allá, otros lo oían por acá, y así. Hasta que poco a poco todos fueron llegando al cementerio, porque era de allí de donde salían todos los pitidos que los tenían confundidos a todos. Así la gente se dio cuenta de que el pitador no era cuestión de esta vida, sino que era un espíritu del otro mundo. Después, ya conversando, la gente comentaba que el pitador era el espíritu de un vecino de la parroquia nuestra, un hombre de la familia Carvajal. Este hombre, en vida, había sido una persona bastante interesada en el desarrollo del pueblo. Él hacía las veces de autoridad para convocar a las mingas y así construir ciertos servicios básicos, como el agua potable. Entonces, este señor era el encargado de llamar a la gente con un pito.

162

PARA RECORDAR: Elabora un resumen de cada una de las historias que se cuentan en el texto. EL MUERTO DEL VELORIO EL ESPÍRITU DEL OTRO MUNDO EL PITADOR

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo las partes más importantes de la historia del pitador en el orden en que se presentan:

163

Completa la siguiente figura manifestando tu opinión acerca de las ventajas y desventajas del pitador.

VENTAJAS

DESVENTAJAS

PARA CREAR Con la ayuda de tu docente y tus compañeros, monta una obra de teatro basada en la historia del pitador.

164

Rosa Isabel Erazo Edad: 84 años Lugar de nacimiento: Guanangüicho Alto, Huaca Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio Santa Clara, desde hace 84 años Escolaridad: Tercer grado de primaria 165

Yo soy sobra del rayo Yo tenía dos días de nacida y mi mamá me estaba dando seno. No me habían siquiera bautizado. Cuando de repente ha caído un rayo en la casa. Eso fue una bola de fuego que entró por el techo rompiéndolo todo y luego salió por la puerta. En el corredor de afuera, mi mamá tenía una puerca paridita con doce puercos, una puerquita que se había echado en el corredor para evitar el agua de la lluvia, pero todos los animalitos se han muerto a lo que salió la bola del rayo por la puerta. Y ahora, como no han estado los dueños de casa, mi mamá le dijo a un guambra: “Corre a gritar a los trabajadores, arriba en la peña, que bajen, que bajen, que bajen”. Los trabajadores, al escuchar los gritos del guambra, dizque dijeron: “Algo pasó, alguna madre de familia se murió”. Pero ellos más que sea cayendo y levantando por la bajada de la montaña, que es lejos, se han bajado corriendo. Cuando ellos iban llegando, las vecinas empezaron a contarles de lejos nomás que por la puerta de nuestra casa ha salido una bola amarilla de fuego. Nada más. Y dezque yo estaba espumando la boca. Todos decían: “No, esta guagua no vive, ésta se va a morir”. Entonces, al otro día de eso, mi tío, como

Nombres: Anayeli Maribel Erazo Arciniega Edad: 10 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 167

buen bueno que era, como era bien paciente, dijo: “A bautizar esta guagua, no se vaya a morir con ese susto del rayo”. Por eso me habían sacado a Huaca. Pero Dios es bueno. Ni mi mamita ni yo nos morimos con el rayo. Por eso yo soy sobra del rayo. Yo soy sobra del rayo. Hasta ahora vivo. No ha sido de morir breve, pis, no. Mi mamá tampoco. Ella murió de ochenta nomás. Yo ya voy ajustar ahora, el cinco de diciembre, ochenta y cuatro años. Cuando era niña, primero estuve en la escuela fiscal con la profesora Virginia Mera. Después ya vinieron las madrecitas, entonces mi mamá me pasó allá. Ahí estuve tres años donde las monjitas. El problema con los de Huaca empezó en los tiempos que no teníamos siquiera iglesia bonita. Las señoras de Huaca, como no tenían trabajo sino que mantenían sentadas en las calles, en las puertas con las vecinas nomás contando y hablando, decían que nuestra iglesia era un chiquero de puerco. Nosotros íbamos a Huaca a traer el aguardiente allá, nos pagaban dos reales por litro. A veces traíamos veinte litros; otras veces diez, y a veces cinco. Se traía porque aquí no había, pues, agencia de aguardiente. Pero allá sí median en decalitros, según los litros que fuera a comprar. Le pasaban y uno cogía el embudo y estaba llenando al gusto de uno. Pero en Huaca lo componían el trago, le echaban un poco de agua y qué tanto sería, pues.

Nombres: Brayan Xavier Chilangua Salazar Edad: 10 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 168

Pero los problemas con Huaca empezaron por los linderos. San José de la Bolsa ha pertenecido a Julio Andrade, que en ese tiempo, pis, se llamaba la Orejuela, no ha sido Julio sino la Orejuela, incluso hasta ora mismo mi tío sabía decir: “Antes Orejuela era; ahora nomás es Julio”. Entonces han venido las autoridades de Tulcán porque aquí vivían peleando con los de Huaca. Ellos han ido a ver el lindero atrás, al río. Entonces mi mamá corre a ver. De allí, don Mario Revelo ha dicho: “Lo que se escribe con la mano, nunca se borra con el codo”. Y allí se han quedado hablando bastante. Pero las autoridades de Tulcán han dicho: “Vamos a Huaca para que firmen y vean cómo es lo que queda el lindero”. Pero de acá, de la Orejuela, nadie quiso ir a ver allá cómo quedaban los linderos. Y, tonces, las autoridades de Tulcán se han ido a Huaca, y allá han dicho: “San José de la Bolsa más que sea que se la lleven los de Huaca, porque los de Orejuela no están reclamando”. Pero mi mamá, pis, ha corrido a Huaca a ver cómo es que era eso, a ver qué tanto hacían allá las autoridades de Tulcán. Pero mi mamá no podía leer, no sabía nada, porque no le habían dado escuela. La pobre no sabía nada. Los que han podido leer y escribir son los que han de ver firmado, pis, han de ver hablado.

Nombres: Danilo Jhair Montenegro Erazo Edad: 9 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 169

De allí, ya no han molestado mucho para acá; solo a los pobres escueleros. Ellos iban a Huaca y allá les echaban más que sea pepa de guanto. ¡No vaya a creer! De ahí, pis, más no sé del problema de linderos. Otra cosa que le puedo conversar es que decían que por aquí sale la viuda y coge la carretera para arriba. Al finado Matías Mendoza le había salido. ¿Cómo sería eso, pis? Se lo ha de ver cargado o él sabría alguna oración que rezaría. ¿Qué pasaría? Pero total que él vivía allí en la casa vieja de doña Osejo. Allí vivían ellos, pis, él era el hijo y ella la mamá, nomás. La mayor no mucho joven pero ni tampoco mucho vieja. Era de regular edad. Ellos sabían andar en negocio, así, alguna cosita llevaban a Ipiales. Mi mamá también sabía ir a Ipiales, a veces nos íbamos a El Ángel. Allá nos pagaban a cocinar para peones. Cuando pasaba alguna cosa, me tocaba quedarme. Pero mi mamá no. Ella ha sabido irse donde doña Ester Revelo, arriba, ya de noche, a qué horas serían, pis, sin saber qué horas sabrían ser. Hasta que por ahí la vio a una mujer sentada a la orilla de la calle. Tonces, ella dizque dijo: “Está ventoseando allí, pis,”. Eso se le hizo feo, feo. Al otro día, de curiosa fue donde la vio a la mujer sentada. Pero nada. ¿Sería espíritu? ¿Sería la viuda? ¿Qué también sería? ¡Ah, pero de allí ni más salió!

170

PARA RECORDAR: Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la historia. R I

O F

C A

A G G U P Y

M U

O A A P

E

B

U T

G E

T

M M O R T

S

A R

O L

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P

W E

A R I

D A Q A M V

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S

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R I

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B C L

T

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D F

G E

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G L

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M A

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G U A R

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V

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W A T

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A G U A R

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W T

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D I

W A T

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Q C P

B N

W A P

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R I

W E

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A E R

A O Q U O Q O U O Q O U O Q O O Q A A A S

A A

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R

F

A A

Y

F

A

A

Y

F

A A

Y

A A

L

S

T

J

T

Z

J

T

R

Z

J

T

Z

T

E

E

R

R

171

R

R

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura describiendo cómo son las relaciones con Huaca en las dos posibilidades indicadas.

COMO ENEMIGOS

COMO AMIGOS

PARA CREAR Realiza un dibujo del momento en que el rayo cayó sobre la casa. 172

Juan Elías Rosero Changuan Edad: 80 años Lugar de nacimiento: Pimampiro, Imbabura Lugar de residencia: Pispud, desde hace 76 años Escolaridad: Cuarto grado de primaria 173

Hay quienes dicen que oyen llorar que lloran De eso de los duendes yo no he pasado. Pero sí saben decir que de aquí para abajo ha sido un mal punto. Eso antes ha sido un carrizal. Allí dizque han sabido bailar, han sabido tocar bombo a las cinco de la tarde. No podían andar por ahí porque existen los duendes. Pero, como ya después fue cambiando el tiempo, ya socalaron limpio, ya trabajaron todito eso, ya se han deber largado, ya no se ha oído más ruidos de duendes. Yo no he oído nunca a los duendes, pero una vez sí los escuché en mi sueño. Yo soñé que venía con mi hermana de buscar leña en los montes. Tonces salieron unos guaguas fieritos. Ellos iban y bailaban, decían: “Chanarigú, chanarigugua, chanarigú, chanariguanga”. Y bailaban. De ahí me desperté asustado, porque esos duendes han sido despachados por el Señor y han caído para acá.

Nombres: David Ávila Erazo Edad: 8 años Institución: María Auxiliadora Lugar: Julio Andrade

175

También sé de los infieles. Ellos son cristianos sin bautizar, porque no ha habido en ese tiempo los sacerdotes. Ellos son otra generación, ¡pis! Pero ya vino la generación nueva, la gente española. Entonces los infieles han buscado la forma de desaparecerse. Uno de ellos ha sabido hacerse como el diablo, se ha enterrado y dizque salía y le decía a los otros que hagan así mismo, que se entierren. Ora los demás se han enterrado y no han salido más, ¡pis!, se han quedado en la tierra. Otros han sido hacedores de ollas, han sido de comunidad, han tenido oro. Ellos han sido pobres, las ollas las han trabajado hechizas. Los que han sabido más han hecho las ollas, los platos, las copitas, y las han hecho vidriaditas, con líneas rojas, líneas cafeses. Todo eso han sabido hacer los indígenas ¡pis! Otros se han ido para las montañas. A ellos les dicen los jíbaros, los áparos, los guancavilcas, los gualcabambas. En fin, ellos se han derrotado para las montañas. También a algunos les han sabido decir los pastos y quillasingas, los incas. Unos han sido llamados Guascar, Tupac Yupanqui. Dicen que cuando la comadre actúa con el compadre se convierten en los cagones. Ellos dicen: “Por vos, comadre, cagué; por vos, compadre, cagué”. Los cagones salen de noche, como perros uncidos. Es que antes, cuando se unían la comadre con el compadre, ha sido lo más grave, lo más adulterio, lo más malo. El remedio más respetuoso era respetar a la comadre y al compadre.

Nombres: Odalys Andrade Edad: 9 años Institución: Belisario Quevedo Lugar: Julio Andrade 176

Algunas personas tienen la costumbre de ponerse a cuidar bueyes amadrugados a las cuatro de la mañana. A ellos, por salir a media noche se les aparecían algunos hombrecitos, se encontraban con el cuco. A un señor le sucedió esto. Se fue al monte a cuidar sus bueyes, pero antes de llegar allá escuchó un ronquido de cristiano. Él le dijo: “Adiós”. Pero no le contestó nadie, sino que vuelta roncó nomás y se fue. Después, cuando ya dizque llegaba a donde estaban los bueyes, escuchó una aullación de los perros. Eso había sido la mala hora, pues, andando a esas horas, a las doce, los días viernes y martes, porque esos días son de ellos. Hay quienes dicen que oyen llorar que lloran, aquí nomás en esta alcantarilla. Ahí sabe llorar un guagua cuando hay la luna tierna. Por ahí dizque le había llorado a un hombrecito que ha estado mudando las vacas. El hombrecito, tonces, dijo: “Ah, hagan callar ese guagua, carajo, silencio”. Pero no había sido eso, sino el espíritu del guagua que han botado por ahí. Todavía existe ese espíritu que llora, llora, llora. Eso se debe a que algunas mujeres arrojaron y mandaron botar a sus criaturas. Entonces los guagüitos regresan a llorar porque quedan como mala hora. Ellitos pasan escondidos ahí, ele, botados.

177

PARA RECORDAR: Con una línea une el enunciado y el concepto que se relacionan. Los duendes se apartaron porque _____________ el territorio. “Chanarigú” es un sonido realizado por los _____________. Uno de los infieles ha sabido _____________. A los indígenas que se fueron a las montañas los llaman _____________. Cuando la comadre actúa con el compadre se convierten en _____________.

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura. En el círculo pega alguna imagen (animal, lugar, paisaje, persona, cosa…) que, a tu parecer, represente al personaje o concepto que aparece en el rectángulo. Explica las razones por las cuales relacionas esa imagen con el personaje o concepto:

178

DUENDES

INDÍGENAS:

CAGONES:

MALA HORA:

PARA CREAR Elabora con plastilina alguna de las tentaciones que se mencionan en el texto.

179

Leonor María Lomas Vela Edad: 71 años Lugar de nacimiento: Julio Andrade Lugar de residencia: Julio Andrade, Barrio la Estrellita Escolaridad: Segundo grado de primaria 181

Yo no soy de ésta; soy de la otra Sabían contar mi mamá y mi papá que antes, para hacer cualesquier trámite, les tocaba ir a Tulcán a pie o a caballo. A un tío mío por parte de mi madre le tocó ir a una oficina allá, y luego tuvo que venir solito a pie, en la noche. Durante el trayecto, él quería encontrar a alguien para conversar. Entonces, a lo lejos divisó un indígena vestido de blanco con poncho y sombrero. “Lo voy a alcanzar”, se dijo mi tío. Pero por más que caminaba no le alcanzaba. Hasta que en un punto que se llama Los Aisladores, el indígena se detuvo a esperar. Mi tío lo alcanzó y le dijo: “Amigo, ¿a dónde va? Espéreme para ir juntos”. Entonces el indígena, con una voz fúnebre, le contestó: “Yo no soy de ésta; soy de la otra. No me mires a la cara”. En ese momento empezó a sonar un carro viejo; se veían las luces azulitas que venían bajando por la carretera. El indígena dijo: “Ese carro que ahí viene es el de la otra vida. Vos me vas a salvar porque yo estoy cumpliendo una penitencia. Escondámonos tras de un ramaje”. Los dos se metieron a la hilera del camino, a un sitio con ramas tupidas. Ahí se escondieron.

Nombres: Cristian Gabriel Jiménez Ayala Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 183

Cuando ya el carro venía cerca, ellos oían unos quejidos como si le pegaran a la gente. El indígena le dijo a mi tío: “Ni respires, ni respires, porque si nos oyen nos llevan a los dos”. Y a lo que el carro pasó por el frente de ellos, mi tío vio a algunos amigos ya muertos que iban ahí. También vio a un espíritu que iba con una horqueta sentado encima del camión dándoles juete y castigando a los demás espíritus. Todos los que iban en ese carro gritaban y lloraban. Así poco a poco se fue perdiendo el carro de la otra vida. El indígena le dijo a mi tío: “Ahora sí, vámonos”. Los dos se fueron hasta llegar a Huaca. Ahí, el indígena volvió a hablar: “Amigo, tú me salvaste y te salvaste”. En ese momento, la puerta de la iglesia de Huaca se abrió. El almita del indígena entró. Mi tío siguió su camino. Le voy a contar otra historia que también sucedió. Había un borrachito que era de nuestro barrio. Él sabía irse ya bien de noche, como a las doce, a ver a los papás que vivían en el caserío de Chauchin. En ese tiempo, el camino era un callejón cerrado de ramajes y espinas. No era calle de andar carros; era solo camino de herradura. Entonces, el borrachito ya iba llegando a una quebrada, por un puentecito, cuando empezó a renegar porque estaba lloviendo y el camino se encontraba resbaloso. Él decía que una gran tal y cual.

Nombres: Edison Meneses Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 184

En ese momento se apareció una señorita bien vestida, bien alhaja que le preguntó: “Oye, joven, ¿a dónde se va?” El borrachito quiso verle la cara, pero la mujer no le mostraba. Mi tío, entonces, le respondió: “Acá nomás voy. Y usted, señorita, ¿a dónde va?” La mujer le respondió: “¿Le puedo hacer compañía?” El borrachito le dijo: “Sí” La muchacha le propuso: “Entonces, vámonos por acá, por el camino más bonito. Al borrachito le parecía que el camino por donde lo llevaba la mujer era pavimentado, bien bonito. Pero la verdad es que iban metiéndose debajo del puente de la quebrada, donde todo era pura rama y espina. Al otro día, el borrachito se despertó en ese lugar, en medio de las ramas, espinado, arañado. El borrachito gritaba: “¡Auxilio, socorro!” La gente fue y lo sacó de allá, pero estaba arañado todito de espinas. Lo que sucedió es que el borrachito ha de haber estado muy pesado, por eso la muchacha no se lo cargó. Cuando nosotros éramos guaguas, manteníamos con las orejas largas para escuchar todo lo que contaban los mayores. Yo tenía una tía que contaba con punto y seña las historias, como si ella hubiese estado viendo lo que había sucedido. Ella tenía carisma para contar las cosas.

Nombres: Lenin Amilcar Cucás Chalavarri Edad: 14 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 185

Esa tía nos contaba que en los tiempos antiguos han sabido ir a Ibarra por El Ángel a caballo. Mi abuelito se ha ido a Ibarra llevando comida, porque más antes intercambiaban comida: de aquí llevábamos lo que se daba aquí; y de allá vuelta traían lo que se daba en Ibarra. Entonces, en el camino había una casa grande donde llegaba todo viajero a descansar. Ahí llegaron unos indígenas bien anchos, bien papeados, como decimos acá, y se han acostado en unas esteras. A media noche, uno de los indígenas empezó a conversar en baja voz: “Éste está más gordo”. Entonces, mi abuelito pensó: “¿Éste por qué dice así?” Cuando de repente los indígenas cayeron sobre ese hombre gordo, que no tuvo tiempo ni para quejarse. Mi abuelo pensó: “¿Y ahora? Ya han de venir contra mí”. Pero los indígenas dijeron: “Éste está flaco”. Mi abuelo, tonces, salió gateando y dejó botando la carga, los caballos, todo; él se fue montaña arriba. Pero los indígenas salieron a perseguirlo con unos perros que han tenido. Mi abuelo se subió a un árbol y así los perros le perdieron el olfato. Al rato, se bajó del árbol y se fue a Ibarra. Allá dio parte a los viajeros que estaban ahí. La policía ya vino a esa casa y ha encontrado un gran hueco con la cabeza de una persona y la ropa del muertico. Es que los indígenas tenían la costumbre de matar a alguien para despresarlo y hacer tremendas pailas de fritada.

Nombres: Maicol Ramiro Tatés Bustamante Edad: 16 años Institución: César Antonio Mosquera Lugar: Julio Andrade 186

Otra cosa que conversaba mi tía es que un día se puso a hacer pan en un horno grande de leña que tenía por allá, y le ha cogido la noche. Entonces ella se ha regresado con otras personas para su casa, en la Concordia. Pero cuando iban subiendo la cuesta han visto unos dos puercos amarrados, como perros. Mi tía dijo: “Estos puercos amarrados aquí, ¿cómo así? si aquí no hay nadie. ¿Por qué estos puercos están así?” Y de repente esos puercos empiezan a tratar de envolverlos a ellos, porque no querían condenarse solos, sino que también querían condenar y arrastrar a los que les han visto para llevárselos. Entonces uno de los hombres que iba con mi tía dijo: “¿No serán estos los cagones?” Ese hombre, como andaba con machete, le pegó un machetazo -¡paz!- a los puercos y los separó. Así cada puerco cogió por su lado, el uno para una parte, el otro para otra parte. Al otro día, mi tía notó que la vecina, que era bien madrugadora, no se levanta, no salía de la casa. Entonces mi tía la fue a ver y le dijo: “¿Qué le pasa, comadrita?” La vecina le respondió: “Es que anoche me asaltaron, estoy mal, me dieron un garrotazo”. Mi tía ya empezó a sospechar, porque la gente comentaba que esa vecina andaba enmozada con el compadre. Mi tía se fue a ver al compadre de la vecina, para saber cómo había amanecido. La sorpresa es que el compadre de la vecina estaba malo de la oreja porque le habían dado un machetazo. Ese compadre desque dijo: “Anoche me pegué los tragos y me pegaron”. Pero ya todos sabían lo que había sucedido.

187

PARA RECORDAR: Completa las siguientes oraciones. Antes, los trámites se realizaban en ____________. El indígena que encontró en el camino era de la ____________ ____________. En el carro viajaban los espíritus de algunos ____________. En ese tiempo, el camino a Chauchin era de ____________. La muchacha que se le apareció el chumado era la ____________. Los perros perdieron el rastro cuando el hombre se subió a un ____________. Los dos puercos amarrados eran los ____________.

188

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura manifestando tu opinión acerca de las ventajas y desventajas de las tentaciones. VENTAJAS

DESVENTAJAS

PARA CREAR Escribe una historia cuyos personajes sean las tentaciones antes mencionadas.

189

Alfredo Basantes Román Edad: 82 años Lugar de nacimiento: Quito, Pichincha Lugar de residencia: Julio Andrade, desde hace 76 años Escolaridad: Sexto grado de primaria 191

Yo vía que la sombra estaba allá y no me dejaba pasar A mí nadie me ha contado sobre el tema de los espíritus. He tenido conocimiento sobre el tema porque yo mismo lo he vivido. Eso me sucedió cuando yo era joven y pertenecía a un grupo musical donde tocaba la guitarra. Nosotros sabíamos andar dando serenata en Huaca, en Paja Blanca, en la línea y así donde se nos ofrecía dar sereno. Una vez me vinieron a llevar a Paja Blanca para dar un sereno. Yo me fui con los amigos, pero ellos se quedaron porque eran de allá. Al regreso, yo venía con un poquito de trago y tabaco. En el trascurso del camino, por el sector que en ese entonces se llamaba La Vuelta de la Arena, yo venía caminando por el lado derecho del camino, cuando por el lado izquierdo de la carretera se formó una sombra. Yo vía que la sombra estaba allá y no me dejaba pasar. En un desagüe me senté, puse la guitarra al lado y saqué el cigarrillo, traté de prenderlo pero no se me prendieron los fósforos. Entonces cogí la botellita, me eché un bocado de trago y así pude seguir el camino.

Nombres: Alán Jesús Revelo Tobar Edad: 10 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 193

Pero por donde había un arrayan, por una fosa de agua renaciente, volvió a aparecer la sombra. Ahí eso fue como reventar una cosa así. Yo pude controlar ese tema y seguí mi camino. Pero no me rendía el camino, ni por nada me rendía el camino. Yo andaba y andaba y andaba, y no me rendía y no me rendía. Tanto hacer, tanto hacer salió por ahí un señor que me ha conocido y me dijo: “Alfredito, ¿de dónde vienes?”. Eso fue como despertarme. Yo lo saludé y le dije: “Buenas noches”. Él me preguntó: “¿Qué le pasa, Alfredito? ¿De dónde viene?”. Entonces le armé la conversa y le dije: “Vengo de Paja Blanca, de dar un sereno y me resulta esta cosa y no puedo andar”. Él me contestó: “¡Uta! No es la primera vez que pasa esto. Así le ha pasado a algunos. Siempre sale este fantasma. Con todo, usted está descontrolado”. Entonces, él me vino trayendo y me dejó en la casa. Eso es lo que pasó esa noche o por la madrugada. Eso es lo que yo le puedo contar. Otra cosa que me sucedió es que estaba yo tomando unos traguitos con los amigos, cuando éramos jovencitos. Estábamos en reunión hasta con la policía. Entonces digo yo: “Se nos acabó el trago”. Todos le dimos la plata al Segundo y le dijimos que vaya a traer el traguito donde la señora Rosita Batallas. Nosotros nos quedamos en la esquina esperando que llegara con el trago, que llegara con el trago, que llegara con el trago. Pero no llegó. Nosotros nos preguntábamos qué pasó. Pensábamos que se había agarrado a tomar nuestra botella con otros. Esa fue nuestra idea.

Nombres: Alex Fabián Vega Vaca Edad: 12 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 194

Entonces salimos a comprar otra botella. Pero no lo encontramos al Segundo por ningún lado. Al otro día a las seis de la mañana nos vienen a buscar unos de donde vive el Fabián Quelal. Nos venían a avisar que el Segundo se había ido por el camino que subía a la cordillera, y por allá se había metido en unas matas de espina que se llamaban el Pata de Gallo. Nosotros nos fuimos a verlo. Y en realidad estaba metido en la mitad de la mata. Así que nos tocó llevar machete para cortar las ramas y sacarlo. Le preguntamos qué le había pasado, por qué fue a dar allá. Entonces él nos dijo: “Verán, yo salí de onde estábamos tomando. Todo era como el mercado que anteriormente había aquí. Tonces pasó una señorita. Yo la seguí, pensando que quizás me resulte. La seguí, la seguí, la seguí, pero no la pude alcanzar. Seguramente ella me trajo aquí”. Esa era la viuda. Ella se lo fue llevando y lo dejó enterrando ahí en la mata de espina. Otro caso me pasó con el Alfonsito Carvajal, el Pepe Dávila, el Olmedo y mi persona. Nosotros, enamorados, nos fuimos a darles serenos a unas muchachas que vivían al otro lado. Pero ahí estaba un mayordomo que nos hacía estorbo. Ya, pues, nos fuimos a darles sereno, pero no llegamos a la casa porque amanecimos metidos en la zanja de agua. Todos llegamos al otro día, cuando ya cantó el gallo, ¡uta!, estilando agua por aquí, por acá. Nosotros nos preguntábamos: “¿Cómo va a ser posible? ¿Qué pasó? ¿Qué sucedió? ¿Por qué nos metimos aquí?” Nunca supimos cómo nos deslizamos y nos metimos a la zanja.

Nombres: Efraín Fernando Chaluisa Pastuña Edad: 10 años Institución: Escuela Municipal 13 de Diciembre Lugar: Julio Andrade 195

También tengo un caso con las huacas. Nosotros nos fuimos a cavar una huaca acá abajo, en el numero 7. Ahí estábamos cava, cava, cava. Hasta que se nos enduró el suelo. Entonces con la baqueta le seguimos tocando, y sonó como en madera. Nosotros dijimos: “Ya de aquí vamos a cavar más poco y ya casi encontramos”. Nosotros estábamos terminando de cavar, estábamos abajo, en el hueco, cuando encima se asomó el finadito Elías Obando, diciendo: “¿Por qué no me han invitado? Ustedes han venido a cavar la huaca y no me han invitado”. Nosotros le dijimos: “¿A usted quién le ha avisado?” Pero ya era tarde. La tierra se enduró, se hizo piedra. Nosotros queríamos salir del hueco, pero no podíamos salir. “¡Uta!”, decíamos, “¿cómo va a ser posible de que lo hayan llamado al don Elías Obando?, ¿quién lo ha invitado?” Pero nadie decía nada, porque nadie lo había invitado. Hasta que por fin logramos salir del hueco. “¿Y dónde está don Elías?” Ya no estaba. Alguien dijo: “Ese infeliz ha venido, nos ha dejado diciendo y se ha ido. No hay nada. Este puerco solo vino a dañarnos la cavada”. Entonces nos fuimos a donde vivía don Elías Obando. Nosotros, tras la puerta, lo llamamos. Él nos contestó roncando. Entonces nosotros le dijimos: “¡Uta!, usted se ha venido rápido a dormir”. Él dijo: “Yo breve me acosté a las nueve nomás, y hasta ahora no me levanto”. Entonces eso había sido el espíritu que llegó a la huaca y nos dejó diciendo que no lo habíamos invitado. Eso fue para dañar la huaca.

196

PARA RECORDAR: Resuelve el siguiente crucigrama. Horizontales A. Uno de los pueblos donde daban serenata. B. Nombre de la persona que llegó a la huaca. C. Nombre de la persona que vendía el trago D. Nombre de las plantas de espina. E. Espíritu que realmente era la señorita. F. Lo que bebió para poder seguir el camino. G. Nombre de uno de los amigos enamorados.

Verticales 1. Nombre del sector donde se apareció la sombra.

197

1 A

B C

D E F G

198

PARA REFLEXIONAR Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes personas:

ELÍAS OBANDO

ALFONSITO CARVAJAL

PEPE DÁVILA

PARA CREAR Escribe una historia cuyos personajes sean las tentaciones antes mencionadas.

199

José Luis Oviedo Huera Edad: 74 años Lugar de nacimiento: Ipuerán Lugar de residencia: Ipuerán Escolaridad: Tercer grado de primaria 201

Tres zurrones de cuero llenos de oro en polvo Un señor medio sencillo que vivía en una casa detectó en su terreno una guaca. El hombre no quiso ir a sacarla. Pero otros hombres le dijeron que ellos la sacaban y luego le daban su parte. A las seis de la tarde, estos hombres se fueron a sacar la guaca. Tonces empezaron a cavar, cavar, cavar, hasta que se toparon con unas piedras. Ellos sacaron esas piedras y empezaron a martillarlas con la barra para romperlas. Pero esas piedras echaban chispas. Ya se cansaron de tanto martillar y se fueron otra vez al hueco a seguir cavando. Pero ya no encontraron nada. Tonces, estos hombres quisieron hacerle una mala pasada al señor medio sencillo que era dueño del terreno. Estos hombres cargaron las piedras y se las llevaron al señor medio sencillo, se las dejaron en su casa, al lado de la cama. Ellos se reían pensando en la broma que le iban a hacer.

Nombres: Lady Jasmin Oviedo Chugá Edad: 9 años Institución: Víctor Elías Jaramillo Lugar: Yalquer 203

Al otro día el señor medio sencillo se levanta de la cama y encuentra lo que le habían dejado. Pero ya no había tres piedras. Lo que encontró fue tres zurrones de cuero llenos de oro en polvo. Estaban tan pesados esos zurrones, tan llenos de oro, que el señor medio sencillo no podía levantarlos. Ese señor dizque dijo: “¿Cómo estaría esa guaca de inmensa para dejarme tres zurrones llenos de oro? ¿Cuánto no se llevarían ellos?”. Tonces el señor dejó tapando los zurrones con las cobijas y se fue a donde los otros hombres que habían cavado la guaca. Estos hombres le dijeron: “¿Qué milagro que vienes, tonto? Anoche te dejamos tu parte en tu casa”. Y ellos se reían burlándose. Pero el hombre medio sencillo estaba sorprendido. Él les preguntó: “¿Y cómo hicieron ustedes para acarrear con todo ese oro tan pesado que me llevaron?”. Los hombres dejaron de burlarse y quedaron sorprendidos. Tonces se fueron con el señor medio sencillo a ver si era verdad lo que decía. Y comprobaron que era cierto. El señor medio sencillo se hizo rico, con mucho oro, y los otros siguieron pobres como siempre.

204

PARA RECORDAR: Elabora un resumen de la historia que se cuenta en el texto.

LA HUACA

205

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura escribiendo las ventajas y desventajas del hombre sencillo.

VENTAJAS

DESVENTAJAS

PARA CREAR Realiza un dibujo sobre cualquier aspecto del texto.

206

Luis Alfredo Ayala Edad: 59 años Lugar de nacimiento: Tulcán Lugar de residencia: Casa Fría, desde hace 58 años Escolaridad: Cuarto grado de primaria 207

Yo quería chillar pero no podía A veces yo andaba madrugado. Una vez me fui con los compañeros a las cuatro de la mañana a un trabajo. Durante el camino me quedé solo en una quebrada bañándome las manos. Entonces oí un ruido y pensé que era algún animalito. Yo me seguí bañando, y empecé a mojarme la cabeza. Así estaba cuando vuelta oí otra vez el ruido, pero esta vez era como si alguien quisiera llorar. Yo me seguí acabando de bañar. De allí ya escuché fue que lloró un niño, con una voz medio gangosa. Entonces ahí sí me retiré de la quebrada y me hice para más arriba. Pero hasta allá escuché que lloró más duro. Yo ya sentí miedo. Me puse mi sombrero y cogí cuesta arriba lo que más avanzaba. Yo corría y corría, pero sentía que me agarraban de atrás. Hasta que alcancé a los demás. Nunca les dije nada. Yo llegué y me metí no más a la mitad de ellos. Eso es lo que me pasó.

Nombres: Evelyn Dayana Mejía Romo Edad: 11 años Institución: Chimborazo Lugar: Casa Fría 209

En otra ocasión, cuando yo era soltero, llegué aquí, a la casa, como a las once de la noche, y me acosté en la cama. Entonces el perro se levantó de donde estaba echado y empezó a ladrar y ladrar. Yo todavía estaba despierto cuando sentí por la pared de la casa un papel plástico que sonaba. El ruido siguió y avanzó a la puerta por donde se entraba. De ahí llegó una mujercita y me dijo que agradezca que ella no me ha alcanzado, porque si me alcanzaba en el camino me castigaba. Entonces me agarró del brazo y me empezó a castigar. Ella decía que era mi mamá, pero yo sabía que no podía ser mi mamá porque ella estaba fallecida. Yo quería chillar pero no podía. Entonces, como en ese tiempo no había luz, encendieron las lamparitas y me desperté. Todos me preguntaban qué me pasaba, porque me habían visto la cabeza colgada de la cama.

210

PARA RECORDAR: Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la historia. M I

E

D O X

G H Q X

G H I

M M A N O S

Q M U J

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R

A X

G H I

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H K L

H K L

H K L

G H I

V

N U P

N U P

N U P

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas.

Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ 211

____________: ____________: ____________:

___________________________________________________ ___________________________________________________ ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura comparando las dos historias que se cuentan en el texto.

PRIMERA HISTORIA

SEGUNDA HISTORIA

PARA CREAR Dibuje una de las dos historias que se cuentan en el texto.

212

Segundo Hernando Yar Ayala Edad: 83 años Lugar de nacimiento: Ipuerán Lugar de residencia: Ipuerán Escolaridad: Cuarto grado de primaria 213

El perro ha sido religión para esos fantasmas Mi papá, cuando era joven, sabía ir a Tulcán a vender el carbón que aquí quemábamos más antes. Él tenía hombres que se encargaban de las cargas. Ellos salían a la media noche. Una vez, yendo a Tulcán a esas horas con el carbón, mi papá escuchó que golpeaban como cortar leña. Mi papá dizque dijo: “Aquí ha habido gente cortando leña”. Tonces empezó a gritar: “Hey, los que están cortando leña, caminen vamos juntos a Tulcán; caminen vamos juntándonos para conversar”. Pero nadie le respondía, todo era silencio. Mi papá vuelta se quedaba parado esperando que le respondan, pero lo único que escuchaba eran los golpes. Mi papá le dijo a los cargueros: “Vamos a ver en la quebrada lo que suena. Caminen, vamos”. Y cuando llegaron allá se enteraron que no ha sido gente la que hacía el ruido, sino que ha sido la viuda. Mi papá apenas la ha visto volvió a coger su camino con los cargueros, y sacó los tabacos a seguir fumando para que lo favorezca. Pero la viuda los ha empezado a seguir. Ellos salieron a un quingo y sentían que ella venía atrás, cada vez más cerca. De allí ya cogieron el camino que estamos ahora andando, y salieron a una tola donde hay un quingo, cerca de la tola. Ahí, por un pozo de agua, salió a latir un perro latió un perro. Tonces la viuda se desapareció. El perro ha sido religión para esos fantasmas.

Nombres: Hamilton Alexander Cheza Pantoja Edad: 11 años Institución: Víctor Elías Jaramillo Lugar: Yalquer 215

PARA RECORDAR: Con una línea une el enunciado y el concepto que se relacionan. El carbón que se producía en la zona era vendido en _____________. Cuando el papá salió a camina escuchó _____________. La tentación que hacía los ruidos era la _____________. La forma en que se defendieron de la viuda fue _____________.

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura escribiendo las partes más importantes de la historia en el orden en que se presentan:

PARA CREAR Dibuja cómo era antes el proceso de elaboración de carbón. 216

OTROS INFORMANTES

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Archivo 1) 2) 3)

Archivo del Gobierno Autónomo Descentralizado del Cantón Tulcán. Archivo de la Biblioteca Municipal Monseñor José Avelino Fuertes de la Parroquia Julio Andrade. Archivo de la Junta Parroquial de Julio Andrade

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“Ediciones Killari ”

Es el reflejo de un pueblo que vive, trabaja, crea y expresa libremente su pensamiento

“Impresión Digital” Edición realizada el mes de febrero de 2014 en los Talleres de Editorial Jurídica del Ecuador; con la calidad y tecnología de equipos de producción XEROX QUITO - ECUADOR

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