SERIE CARCHI TRADICIÓN ORAL. VOLUMEN 4. LOS PASTOS Y SUS HISTORIAS DEL NORANDE

Share Embed


Descripción

E d i s o m i ^u.v/ám Av/aÍQS pl&r¡ez "~ v

• 1* -

^

I ^ L N P R-A N DE

.o

Serie Carchi Tradición O r a j j ^ o . 4 fíAJf

Gob»eífvo Autónomo D«tc*nt/alzado Murtdpal

Killari

Killari

Killari

Killari

Killari

Killari

Sóicionestf

.^

^Distribución G r a t u i t a

LOS PASTOS Y SUS HISTORIAS DEL NOR-ANDE Tradición oral de la Comuna la Esperanza

Luis Felipe Vásquez Narváez Edison Duván Ávalos Flórez

LOS PASTOS Y SUS HISTORIAS DEL NOR-ANDE Tradición oral de la Comuna la Esperanza

Autores: Luis Felipe Vásquez Narváez Edison Duván Ávalos Flórez SERIE CARCHI TRADICIÓN ORAL N° 4

© Luis Felipe Vásquez Narváez [email protected] © Edison Duván Ávalos Flórez [email protected]

De­re­cho de au­tor Nº 042813 De­pó­si­to le­gal Nº 005009

ISBN Nº 978-9978-17-382-4 Portada: Dibujo de la niña Nayeli Liseth Quintanchala Arévalo EDICIÓN 2014

Texto digital proporcionado por los autores. Esta obra no puede ser reproducida, total o parcialmente, sin autorización escrita de los autores o de Ediciones Killari. “Impresión Digital” Edición realizada en los talleres de Editorial Jurídica del Ecuador; con la calidad y tecnología de equipos de producción XEROX Editorial Jurídica del Ecuador Miguel de Trujillo Nº E5-55, Quito Teléfono: 2642 - 984 Telefax: 3131 - 470 www.editorialjurídicadelecuador.com Email: editorialjurí[email protected] Impreso en Ecuador

/ Printed in Ecuador

Í N D I C E Elogio a la Comuna La Esperanza........................................................................................................................................ 7 Agradecimientos .................................................................................................................................................................... 8 Análisis introductorio: Lo que significa ser Pastos.......................................................................................................... 13 Testimonios y dibujos El Cabildo, el compactado, la paila de cuatro orejas y la Moledora ............................................................................. 23 Por: Oswaldo Hernán Chiles Tarapués La Vieja y la Moledora.......................................................................................................................................................... 39 Por: Gerardo Malte Malte Los cusumbes, la Mala Hora, la Vieja, el mal rato y el duende ..................................................................................... 47 Por: Marco Tulio Ruano La Viuda, el duende, el guagua auca y el carro de la otra vida .................................................................................... 57 Por: Carmela Pérez López El Cabildo, el duende, los cagones, los maridos y el libro negro .................................................................................. 63 Por: María Etelvina Chiles Paguay El arrarray y la viuda ........................................................................................................................................................... 77 Por: Segundo Erasmo Paspuel Malte La vieja, los enduendados y el gringo de la huaca .......................................................................................................... 85 Por: José Ricardo Malte Malte El guagua auca ..................................................................................................................................................................... 93 Por: Pablo Marcial Tatamués Chiles Rosendo Paspuel, la viuda, la calavera, las huacas, los cagones, el carro de la otra vida y la vieja ........................ 97 Por: Aurelio Chiles Ruano Melchor, el carro de la otra vida y el cueche ................................................................................................................... 107 Por: Wilson Guillermo Ruano 5

El duende, el guagua auca, Lucifer, el perro, el cueche, Rosendo Paspuel, la viuda, el espíritu que cuida y la vieja del fogón ........................................................................................................................ 113 Por: Pastora Amelia Paguay Chiles El duende, la papa de la vieja y las mariposas .............................................................................................................. 121 Por: Rosalino Paguay Los cueches, el duende, la viuda, los entundados y la procesión ............................................................................... 129 Por: Miguel Ángel Paguay La muerte y los duendes .................................................................................................................................................... 141 Por: Luis Alfredo Lima Los cargueros y Rosendo Paspuel ................................................................................................................................... 147 Por: Marcos Paspuezan Paspuel La viuda, el alma y los cacharreros ................................................................................................................................. 157 Por: Ángel María Ruano Paguay Rosendo Paspuel, la vieja, el cueche, la Mala Hora y los entundados ....................................................................... 163 Por: Rosendo Paspuel Duque El duende, el aguador, Rosendo Paspuel, Juan Chiles y la cueva de plata ............................................................... 173 Por: Pablo Arturo Paspuel Paspuezan El duende, el alma, la vieja, los entundados, la huaca, el cueche, la viuda y José Aragán ..................................... 181 Por: José Florentino Duque Chuquizán El Cabildo y la Comuna .................................................................................................................................................... 189 Por: Jorge Bolívar Ipial Cadena Otros informantes .............................................................................................................................................................. 194 Bibliografía .......................................................................................................................................................................... 197

6

Elogio a la Comuna La Esperanza Las palabras no alcanzan para describir todas los encantos que encierra la Comuna La Esperanza. Su páramo, montañas, cerro, paisajes, ríos y especialmente, sus habitantes, quienes conforman un paraíso que enaltece a la provincia de Carchi y llena de orgullo al Ecuador. Este libro que la Alcaldía Municipal entrega es una muestra más de las enormes virtudes de un pueblo pujante. Aquí los lectores encontrarán primero, toda la riqueza cultural con las historias contadas por los mayores; segundo, la magia colorida de los dibujos realizados por los niños; y tercero, unos ejercicios pedagógicos para que los docentes conviertan este libro en material de estudio en el aula de clase. La Administración 2009-2014 entrega este libro para que fortalezca ese patrimonio que los habitantes de la Comuna La Esperanza poseen desde su cultura Pasto. Es una contribución que hacemos convencidos de que las figuras del taita Juan Chiles, don Rosendo Paspuel y el cacique Tulcanaza no deben desaparecer como referentes de liderazgo y de virtudes, sino que deben permanecer para siempre en nuestras memorias como un camino a seguir. La Comuna La Esperanza, páramo custodiado por el cerro Chiles, tierra cuyo poncho es la blanca neblina del amanecer, lugar donde el habla tiene su propio color… en vuestras manos dejamos este libro para que lo conviertas en un instrumento espiritual. ¡Vamos La Comuna, Avancemos…!

7

A G R A D E C I M I E N T O S Este libro es el resultado del esfuerzo, apoyo y dedicación de muchas personas. A ellos queremos manifestarles nuestro más sincero agradecimiento por los aportes que nos brindaron.

A LOS INFORMANTES: Oswaldo Hernán Chiles Tarapués Gerardo Malte Malte Marco Tulio Ruano Carmela Pérez López María Etelvina Chiles Paguay Segundo Erasmo Paspuel Malte José Ricardo Malte Malte Pablo Marcial Tatamués Chiles Aurelio Chiles Ruano Wilson Guillermo Ruano Pastora Amelia Paguay Chiles Rosalino Paguay Miguel Ángel Paguay Luis Alfredo Lima Marcos Paspuezan Paspuel Ángel María Ruano Paguay Rosendo Paspuel Duque Pablo Arturo Paspuel Paspuezan José Florentino Duque Chuquizán Jorge Bolívar Ipial Cadena 8

Rosa María Paspuel Chiles Luis Alberto Paspuel Chiles María Isabel Chuquizán Ipial Miguel Ángel Cadena Perengüez María Clemencia Paspuezán Paspuel María Laura Paspuel Paspuel Guillermo Pozo Paguay Elvia María Paspuezán Paspuel

A LAS NIÑAS Y NIÑOS QUE DIBUJARON: Anthony Alexander Almeida, Brayan Santiago Escobar Chenás, Cristian Fernando Puetate Arcos, Yajaira Castro Güiz, Erika Elizabeth Chiles Castro, Nilson Norvey Figueroa Cadena, Alex Ubeimar Yandún Ruano, Laura Milena Paspuel Quendí, Klever Stiven Figueroa Paspuel, Pedro Luis Játiva, Jordan Alexis Ruano Paspuel, Jonathan Tulcán Tarapués, Jersson Alexander Chunatá Chiles, Richard Arley Ipial Fraga, José Paúl Chiles Chamba, Yesenia Maribel Caipe Yanascual, Nathaly Cuesta Chenás, Damarís Belén Tarapués Chuquizán, Cintya Yorlenis Chuquizán Tulcán, Dayana Gisela Chiles Chiles, Steven Grayed Puetate Arévalo, Nayeli Liseth Quintanchala Arévalo, Janine Mishel Puetate Arévalo, Leyder Alejandro Guel Escobar, Camilo Roger Tarapués Chenás, Paola Milena Tulcán Tarapués, Ricardo Sebastián Chenás Moreno, Juliana Mabel Chenás Duque, Jeison Stiven Chiles Malte, Jaider Ramiro Taramuel Ipial, Ammy Mayerli Tapia Paspuezan, Karen Yoreli Cadena Yanascual, Amanda Guisela Puetate, Maryuri Shirley Puetate Duque, Daniela Estefanía Puetate Paspuel, Ana Milena Guzmán Paspuezán, Jaider Puetate Duque, Cinthya Micaela Paspuel Chenás, Melani Juliet Almeida Játiva, María José Buitrón Mora, Ángela Estefanía Tacán Mejía, Elvis Armando Tarapués Chuquizán, Alisson Karen Ipial Tulcán, Liseth Carolina Puetate Paspuel, Fernando Javier Puetate Malte, Anthony Joel Tatamues Ipial, Alison Estefanía Chenás Tatamués, Katherine Dayana Paspuezan Duque, Saira Briceida Quintanchala Arévalo, Jostin Sebastián Martínez Perengüez, Jennifer Damarís Paguay Ruano, Diana Gisela Malte Arévalo, Arley Santiago Pantoja Tulcán, Paola Mabel Malte 9

Ruano, John Sebastián Tatamués Guerrero.

A LOS MAESTROS:

Lic. Eduardo Villarreal, rector Lic. Zoila Teresa Tobar Lic. Grace Oliva Usiña Lic. Teresa Arteaga Lic. Lidia Marisol Urgiles Lic. Lucía Graciela Usiña Lic. Orlando Ramiro Hernández Lic. Dorís Cristina Chacón

A LOS DIRECTIVOS DE LA COMUNA LA ESPERANZA Presidente: Vicepresidente: Tesorero: Secretario: Síndico:

José Efrén Chiles Puetate Manuel Mesías Paspuezán Andrés Paspuel Paspuezán Álvaro Tatamués Paspuezán José Octaviano Paspuel

A LOS INTEGRANTES DEL GAD DE LA PARROQUIA RURAL DE TUFIÑO Presidenta: Vicepresidente: Primer Vocal: Segundo Vocal: Tercer Vocal:

Teresa Tarapués Agustín Paspuezán Irene Jiménez Mónica Chuquizán Alba Pozo 10

Secretaría Tesorera:

Tlga. Mónica Cuasapaz

AL EQUIPO DE CAMPO DE LA COMUNA LA ESPERANZA QUE APOYÓ LA RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Ing. Saydi Bravo, técnica de apoyo en la Comuna la Esperanza. Evelin Tamara Tatamués Güel Jenifer Alexandra Paspuel Paspuel Nathaly Lorena Paspuel Paspuel Efrén Ernesto Chiles Paspuel

A LOS CIUDADANOS QUE BRINDARON APOYO LOGÍSTICO Byron Alex Guzmán Patiño, promotor de la Comuna la Esperanza en la zona baja.

11

Lo que significa ser

Pastos de los dibujos realizados por los niños, los cuales son una expresión que muestra cómo ellos interpretan el mundo, cómo entienden su realidad y cómo observan cada uno de los detalles que hacen parte de su realidad social. Y el cuarto aspecto presente son una serie de ejercicios pedagógicos que acompañan a cada historia, con el propósito de que este libro se convierta en una herramienta de aprendizaje para que los docentes trabajen en el aula de clase.

Inicialmente este proyecto consistía en recopilar la tradición oral de la parroquia de Tufiño. Pero, a medida que fuimos avanzando en su desarrollo, comprendimos que tal delimitación geográfica no correspondía al conjunto cultural de los habitantes de la zona. Por ello nos vimos en la obligación de modificarlo para que el proyecto consistiera en una recopilación de la tradición oral de la Comuna la Esperanza, un territorio más compacto a nivel cultural y con unos procesos identitarios que los fortalecen como una sola comunidad o pueblo. De modo que aquí el lector encontrará historias de la parroquia de Tufiño y de tres comunidades que pertenecen a Maldonado pero hacen parte de la Comuna: Bellavista, Chilmá Alto y Chilmá Bajo.

En cuanto a la historia de la Comuna la Esperanza, hay que resaltar que este hecho apareció de manera espontánea y natural en la información que brindó cada una de las personas entrevistadas. No era nuestro propósito inicial recopilar datos en torno a ese tema específico ni de ningún otro; lo que queríamos era recoger cualquier tipo de información que libremente brindaran las personas para así poder acercarnos a su cosmovisión. Y, al preguntarles a los informantes por sus tradiciones culturales, casi siempre en todos los casos contaban cómo se había creado la Comuna la Esperanza. Así quedó evidenciado que este hecho ha marcado profundamente a la población y ha dejado, al menos en la generación que lo vivió, una profunda marca histórica y social.

En este trabajo se pueden evidenciar cuatro aspectos fundamentales. El primero es la historia de la formación de la Comuna la Esperanza, pero no una historia basada en los datos de archivos ni en el registro bibliográfico, sino una historia que nace desde los sentimientos étnico-culturales y el recuerdo de los habitantes. El segundo aspecto aquí presente es el reflejo de las creencias, tradiciones y costumbres de una comunidad que se identifica plenamente como perteneciente a la cultura Pasto. El tercer aspecto es la presencia 13

Pero ¿cómo entienden los habitantes de la Comuna el proceso de formación de su propia organización? Lo primero que sobresale en todos los testimonios es el orgullo que sienten de pertenecer a un mismo grupo social con el cual se sienten identificados. Lo segundo que sobresale es que para todos la Comuna nace como una exigencia de justicia por los abusos cometidos por algunos ciudadanos de Chiles, Colombia. De manera que la Comuna se instala en el imaginario social como un premio o recompensa fruto de la justicia.

Las diferencias han dejado a una misma zona dividida por dos países y dos marcos legales. En el lado colombiano, en el municipio de Chiles, se ha establecido el resguardo indígena cuya máxima autoridad es el gobernador; mientras que en el lado ecuatoriano, en lo que corresponde a parte de la parroquia de Tufiño y parte de la parroquia de Maldonado, se estableció la Comuna la Esperanza, cuya máxima autoridad es el presidente. De todos modos, a pesar de estas diferencias administrativas, jurídicas y legales, todos los informantes coinciden también en afirmar que las actuales relaciones con Colombia son de paz, armonía, respeto y solidaridad. Los conflictos que marcaron las diferencias, que provocaron rivalidades, peleas, que en un momento dado distanciaron a los habitantes, son hoy cosa del pasado, un recuerdo que todos llevan en su interior y que los identifica como grupo social, pero que no determina de ninguna manera las actuales relaciones entre los dos pueblos.

Muy aparte de lo que puedan indicar los archivos históricos, los testimonios de los informantes coinciden plenamente en afirmar que antes no existía la actual frontera que ahora divide a Ecuador y Colombia. En ese antes sin frontera plenamente establecida, todos los pueblos que ahora pertenecen a la frontera colombiana y a la frontera ecuatoriana estaban integrados en un mismo sistema de convivencia. Sin embargo, esa convivencia pronto se vio entorpecida por diferencias en el uso de los suelos, por la propiedad territorial y por el irrespeto a los marcos legales establecidos. Estas diferencias generaron un conflicto que marcó el origen de la Comuna y que terminó cuando se zanjaron todas las diferencias legales estableciendo la frontera colombo ecuatoriana. El origen de la Comuna se remonta, según Rappaport (1990), al año de 1958, cuando en el Acta 228 de la Corona Real, se otorgó el título de Resguardo y Comuna al territorio de los caciques de Cumbal.

Foto tomada por el equipo de campo. La belleza del Nor-Ande reflejada en la fauna del páramo de la Comuna la Esperanza.

14

tercambios comerciales de productos necesarios para la subsistencia. Pero ser Pastos, además, puede significar compartir unas mismas creencias que se establecen a partir de los mitos y leyendas que todos comparten como una creencia sagrada, es decir, como un mismo sistema religioso. Entre esos mitos y leyendas, sobresalen, tal como queda aquí demostrado, la Moledora, la vieja ciega, la viuda y el duende, entre otros. Más allá de todo eso, el ser Pastos significa, en el imaginario de los comuneros, pertenecer a una tradición donde el mundo es contemplado en profunda comunión con la naturaleza. En esa cosmovisión, el exterior que rodea al sujeto no es un ser inerte o inferior, sino que es un ser vivo que está al mismo nivel del humano, o incluso en un nivel superior. De modo que el ser Pastos es estar imbuido en un sistema de creencias que, influenciado por la religión católica, establece una fuerte conexión con la naturaleza, dotándola de vida y de sacralidad. Es, en otras palabras, asumir el mundo como una parte integrante del Nor-Ande, como un hijo de la cultura de la papa, como un contemplador de la hermosura barroca que forra las montañas, como un heredero del taita Juan Chiles, de don Rosendo Paspuel, del cacique Tulcanaza, como un poblador de la tierra fría, como un hijo que nació del volcán del Chiles, un hijo de la naturaleza que reflexiona a partir del churo cósmico, de la cuadratura del círculo y que reivindica el ethos Pasto como una condición necesaria e indispensable para desarrollar la vida. Toda esta complejidad de símbolos y significados culturales es, de manera sintetizada, lo que significa para los comuneros ser Pastos.

Foto tomada por el equipo de campo. Jóvenes comuneros apoyaron la investigación.

Y son precisamente muchas las cosas que hoy unen a los dos pueblos y pocas las que los separan. Una de esos aspectos que los une es el sentirse parte de una misma etnia, de una misma cultura, de una misma tradición, de un mismo origen, en este caso, el pueblo de los Pastos. Pero, ¿qué significa para los comuneros sentirse Pastos? Las respuestas a esta pregunta pueden ser múltiples y variadas. Ser Pastos es compartir un mismo territorio con diferentes pisos climáticos, un territorio que, de acuerdo a los informantes, se extiende desde el sur colombiano hasta los actuales límites de la provincia de Carchi con la provincia de Imbabura, en el río Chota. Las particularidades biológicas, geográficas y climáticas de ese territorio constituyen un punto de encuentro donde se desarrolla una cultura bajo condiciones sociales muy similares, tales como el vestido, la alimentación y los in15

Vásquez (2008) explora desde el interior de la misma comunidad el significado humano y cultural del sentir Pasto: “Somos Pastos, somos hijos del páramo y por ello devenimos en cultura de guerreros. / Pasto: seres humanos que actúan en sociedad y que su extensión geográfica está delimitada por el ensueño holístico del Taita Cumbal y la Mamá Chiles creadores de la fantasía serpentina. Hacedores del bohío sideral. / Entendemos que lo Pasto existe desde que el ser humano amaneció en el sueño del padre Cumbal y en el suspiro de la huarmi Chiles. / Lo Pasto está vigente en cada latir de los corazones pastusos y en cada rama del capulí genealógico”.

Luis Vásquez durante una de las entrevistas a uno de los informantes.

En esa leyenda, el manejo de los pisos ecológicos determina claramente el comportamiento social de cada uno de los grupos que aparecen. Así, el conocimiento ancestral de los guerreros quinyules estará siempre entre los habitantes de la parte baja; mientras que los habitantes de la parte alta, es decir, del páramo, estarán guiados por los poderosos chamanes del pueblo de los Pastos o por un guerrero quinyul que ha abandonado la parte de abajo para quedarse a residir en la parte de arriba. En todas las historias de la Moledora que se recopilaron, siempre el núcleo narrativo lo conforma una bruja de abajo que se instala arriba para generar caos, miedo, destrucción, es decir, para romper los lazos armónicos que unen al arriba y al abajo, lazos que se pueden entender en términos de intercambio comercial. Pero siempre, en todas las versiones, la bruja de abajo es destruida por la comunidad de arriba,

Además de lo ya expuesto, los textos aquí presentes son una clara evidencia de lo que significa ser Pasto para los comuneros. Ellos, en sus historias, reflejaron sus creencias, tradiciones y costumbres. Constantemente, entre esas historias, sobre sale en su cosmovisión la presencia de lo alto y lo bajo, no en el sentido católico del cielo y el infierno, sino en un mismo plano territorial, donde lo alto se identifica con el frío y con la sociedad propia; mientras que lo bajo se identifica con el calor y con la sociedad ajena, es decir, el otro que no pertenece a la misma cultura. Ese fenómeno se nota muy claramente en la leyenda de la Moledora, la cual, una vez más, tal como sucedió en el libro que se publicó sobre la tradición oral de Maldonado, apareció aquí con una fuerte presencia. 16

que recurre a sus líderes y a sus estratagemas para defender la unidad social.

la naturaleza, sobre todo en el hecho de que se transforma en toro para aparearse con las vacas y así aumentar su ganado. No obstante, la figura de Rosendo Paspuel se ha empañado con un suceso que más responde a una estigmatización proveniente de la iglesia católica: se trata de que todos los informantes aseguran que don Rosendo Paspuel tenía un pacto con el diablo, lo cual introduce a un ser que no corresponde al imaginario de lo Pasto y que, desde una nueva simbología, desacredita el papel de este personaje como líder formador de su sociedad. Así este personaje pierde su vigencia mítica del Nor-Ande y pasa a convertirse en una figura malévola que carece de méritos mágicos y poderes ancestrales que le permitan ejercer una fuerza simbiótica sobre la naturaleza. Es la clásica visión del chaman indio como el endemoniado, y no como el ser cercano a lo sagrado.

Otro de los elementos narrativos que aparecen con frecuencia es la selva virgen como hábitat de los seres del otro mundo. Esto demuestra que los seres del otro mundo están estrechamente relacionados con un espacio que se torna puro, donde la mano del hombre no ha entrado a modificar la vida. Así, esos seres aparecen revestidos de una figura sagrada y pura, de ninguna manera como seres demoniacos que se relacionan con lo detestable. Sin embargo, esta forma de representación revela un aspecto preocupante: los informantes aseguran que cada vez hay menos apariciones de los seres del otro mundo porque cada vez quedan menos espacios con selvas vírgenes, lo cual evidencia un terrible daño a la naturaleza, una depredación de espacios ancestrales que ahora son dedicados a la agricultura. Hay, de igual manera, la repetición constante de tres personas que han dejado una marca trascendental en el imaginario de los comuneros. Ellos son don Luis Chiles, el primer comunero, una persona que empieza a cobrar una relevancia mítica entre los habitantes por haber demostrado su valor, su heroísmo y su entrega durante los procesos de conformación de la Comuna; el taita Juan Chiles, quien de acuerdo a datos históricos, es uno de los caciques que lideró los procesos de emancipación y de apropiación de tierras en la zona; y don Rosendo Paspuel, una figura mítica con poderes sobrenaturales que representa la forma como el indígena se amalgama con

Foto tomada por el equipo de campo. Los jóvenes comuneros durante un momento de relajación en las jornadas de recolección de información.

17

go. Esto, más allá de delimitar fronteras raciales, lo que hace de trasfondo es mostrar los valores internos de los grupos, entre ellos el de los Pastos y el de los puendos. Todos estos factores muestran los procesos identitarios de la Comuna la Esperanza. Sin embargo, más allá de lo que aparece plasmado en las historias, durante el desarrollo de este proyecto se presentó un fenómeno que demostró la vitalidad con que cuenta este pueblo. Se trata de la enorme, desinteresada y valiosa colaboración que brindaron un grupo de jóvenes comuneros, quienes asumieron este trabajo con responsabilidad y amor para sacarlo adelante. Ellos son: Evelin Tamara Tatamués Güel, Jenifer Alexandra Paspuel Paspuel, Nathaly Lorena Paspuel Paspuel y Efrén Ernesto Chiles Paspuel. Este grupo de jóvenes, bajo la coordinación y capacitación continua y participativa de los directores del proyecto, buscaron informantes, tomaron fotografías, realizaron entrevistas y trazaron algunos caminos metodológicos para llegar al objetivo final que fue la publicación de este libro. Les corresponde ahora a ellos, con la experiencia adquirida y con la misma férrea voluntad que poseen, continuar con la labor de recuperar los saberes y las tradiciones que corren el riesgo de perderse o de transformarse en nuevos comportamientos sociales que poco aportan a la construcción identitaria del colectivo.

Los estudiantes de diferentes zonas de la Comuna la Esperanza realizaron los dibujos de las historias que contaron los mayores.

Por último, hay que resaltar la presencia en las historias de hechos que tienen un referente histórico. Estos hechos son los referentes a los muertos que se presentaron en la alcantarilla durante la construcción de la carretera que une a Tufiño con Maldonado, y los muertos que se presentaron en el túnel durante la construcción del canal de aguas de riego que surte a los cultivos de Bolívar. En estos hechos es notoria la binariedad de las culturas que están en juego, donde lo que surge desde el seno de la cultura es lo que se aprueba como válido. Quedan así evidenciados conflictos de valores entre los pertenecientes a la Comuna y los ajenos a ella. El conflicto se presenta al manifestar una visión cultural donde los otavaleños son entregados o sacrificados en pos de la construcción del túnel del canal de rie-

De igual manera, junto con estos jóvenes, se contó con la valiosa ayuda de integrantes de 18

la Comuna la Esperanza, entre ellos Saydi Bravo y José Chiles, presidente de la Comuna la Esperanza, quienes se apersonaron del proyecto con mucha entrega y colaboración; los integrantes del GAD de la Parroquia Rural de Tufiño, la tenencia política y los docentes y directivos de la escuela Los Ríos. En fin, fueron muchas las personas que colaboraron para sacar adelante este libro, sin ellas no habríamos podido ofrecer este resultado a la ciudadanía.

El apoyo de los docentes para llevar a cabo la actividad de los dibujos de los niños fue fundamental.

19

Oswaldo Hernán Chiles Tarapués

Edad: 68 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño, barrio Centro Escolaridad: Sexto grado de escuela 21

El Cabildo, el compactado, la paila de cuatro orejas y la Moledora Cuando yo me eduqué, por 1955, no había escuela completa, solo hasta cuarto grado. Pero mi papá le pagó particularmente a la escuela para que me diera quinto y sexto. A medida que yo iba terminando, iban creándose los nuevos grados. Somos indígenas, venimos de una raza indígena. Los orígenes no los tenemos claros, pero los rasgos, las ruinas, los hallazgos en Colombia y Ecuador determinan que aquí habitó el pueblo Pasto. Eso nos ha servido como referencia para que las comunidades que estamos aquí se consideren de origen Pasto. Antes no había límite territorial, todo esto pertenecía al Cabildo Indígena de Chiles, Colombia. Pero dadas las circunstancias de los límites fronterizos que en 1880 se empiezan a discutir, por el río Angasmayo, por el río Chota, en 1880 se hace el primer tratado. Ya se establece como límite una referencia, pero no exacta. Luego, en 1916, el tratado Muñoz Vernaza hace que se establezca el límite. Después de establecido el límite, la población quedó igual, no ha pasado nada, los dominios de la Comuna, aunque ahora estaban en territorio ecuatoriano, seguían en manos de la gente de Colombia, incluso hasta de Ipiales: se conoció que en Potrerillos una familia Vela tenía hasta rejos de ordeño. Por eso hubo que esperar hasta 1935. La gente mayor se preocupó y nos dijeron: “Si esto es de Ecuador ¿por qué los Velas, los Salazares siguen teniendo ganado en nuestra tierra?” Entonces ellos se organizan y piden protección a los guardias de estanco. Ven que no queda otra medida que desalojar. Así salieron de Potrerillos y del Artezón don Sergio Prado, que tenía más de 400 cabezas de ganado. Ese ganado se lo llevó la policía, y al animal que se desmanchaba o abría le disparaban. Desde ahí, desde 1941, sí empieza a tomar dominio la Comuna. En 1941 mueven a las autoridades, cancillerías, ejército. Ellos dicen: “Bueno, hemos repartido el terreno, hemos dicho este es el límite, pero no hemos hecho nada con los grupos humanos”. Ahí hubo, entonces, una consulta a toda la parcialidad, tanto a colombianos como a ecuatorianos. Le consultaban a la gente y la gente escogía dónde quería quedarse. Le preguntaban: “¿Usted dónde quiere quedarse? Y vaya para allá”. Los grupos humanos se dividieron. El grupo de Chiles quedó muy numeroso y se quedó con la sede del Cabildo, nosotros no teníamos nada. 23

Hasta 1945 esto se conocía como barrio Montañuela, porque esto era una montaña cubierta de piñuelas. Pero luego vino el cartógrafo Luis Tufiño y dice que no está bien que se llame Montañuela. Al señor Tufiño eso no le gustó y regaló su apellido. Posteriormente el municipio lo eleva a parroquia, y casi que nacen juntos la parroquia de Tufiño y la Comuna de la Esperanza. La Comuna en 1941 empieza a tomar dominio de Artezón, Orejuela y Potrerillos. Con eso sientan un precedente y se cristaliza en 1943, en agosto. Ahí aparecen los primeros documentos, las escrituras. El territorio queda desde el puente de los ríos Játiva y Capote hasta cerca de Maldonado, en los ríos Plata y San Juan. Así queda establecida la Comuna con su territorio y su gente. Pero era muy poca la gente que había. El censo que tenemos en las escrituras dice que eran cincuenta y siete familias, mientras que en Chiles pasaban de cien o doscientas familias. La mayoría de gente no quiso quedarse en Ecuador. Así quedó cada cabildo con su estructura, con su jurisdicción. El cabildo de Chiles es una corporación, nosotros simplemente un cabildo más pequeño con cinco personas, el cabildo de Chiles con trece o quince personas. Desde ese entonces los pueblos y la gente no han tenido problemas mayores. Todos nos llevamos muy bien, hermanablemente como que no hubiera límites, como que ni hubiera pasado nada. Cuando Colombia tiene buena producción de leche o papa se trae para acá, y viceversa. Podemos pasar las

Nombre: Anthony Alexander Almeida Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 24

veces que quiera a Colombia o ellos pasan acá y no hay problema, hay buena relación; además, la mayoría tenemos vínculos familiares, mi madre era de Panam pero quiso quedarse aquí. Esos casos se van dando hasta la actualidad, con chicas que contraen matrimonios con chicos de Colombia y viceversa. Lo que pasa es que antes, pues, había mucha vegetación, aquí mismo el pueblo era pantanos para abajo, ciénagas. No podíamos pasar porque nos pegaba el cueche, era un sitio respetado, el río Grande, el río Chico, eran haciendas de no fácil acceso, pero íbamos a la hacienda de San Luis a buscar leña, había que esperar que el río estuviera bajo para pasar, si se pasaba con un poco más de agua hay gente que se murió, se ahogaron, estaban pasando y bajó la crecienta y se lo llevó. La montaña era muy respetada. Lo de la Laguna Verde, lo del señor que se zumbaba a la laguna, dicen que había un señor que se zumbaba a la laguna y al otro lado salía un toro y después el toro se metía a la laguna y al otro lado salía la persona. A mí me contaron que cuando hacían el canal de Bolívar para llevar el agua, trabajaba mucha gente de Chiles y de aquí, pero llegaron a una parte que se llama los Violines. Ahí hicieron el túnel para que pasara el agua, y ya estuvo todo habilitado, y soltaron el agüita desde la toma en Santa Rosa. El agua corría normalmente, pero que llegó al túnel y de allí se regresó. No pasó.

Nombre: Brayan Santiago Escobar Chenás Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 25

Algún trabajador lo miró al jefe que pasaba caminando en el aire, pero en una neblina. Este señor había estado haciendo un compacto con el diablo. El diablo le exigió que le diera diez trabajadores para dejar pasar el agua. El señor jefe le dijo: “No, diez es mucho, cinco le doy”. Entonces, dio los cinco y ahí sí pasó el agua. Había testimonios de la gente que los conoció a esos trabajadores. Eran sanos, pero de pronto morían. Este señor los entregó y luego pasó el agua normalmente, eso entre muchas cosas que se ha oído. Dicen que un señor llamado Cecilio Tatamuez iba a rodear a sus ganados en Potrerillos. De pronto, en la Laguna Verde encontró en la orilla una paila de cuatro orejas. Le dio curiosidad y como estaba bien ataviado con su buen caballo y lazos, bajó a la laguna y la enlazó la paila. Así la estaba halando para sacarla, pensando en dejarla escondiendo mientras iba a Potrerillos a rodear el ganado y regresaba por la paila. Pero cuando ya la enlazó y la paila estaba saliendo, la laguna pegó un bramido y por poco se lo lleva a él, y el caballo quedó enterrado en el lodo de la laguna, y se rompió el cabestro. Pero el señor salió, aunque muy mal. Luego les comentó a los compañeros y le dijeron que otra vez no ande solo, sino acompañado.

Nombre: Cristian Fernando Puetate Arcos Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 26

Otra historia que se sabe es que la gente de Quinyul se hicieron caníbales. Esta gente allá casi se habían comido a toda la gente que iba a comprar plátanos. Entonces, estos quinyules decidieron salir a Chiles, diciendo: “Allá nos va bien porque hay mucha gente”. Así, un grupo de quinyules deciden salir. Alguien de la gente de allá mismo supo de esta idea de los quinyules, que estaban saliendo, y se vino calladito adelante para alertar a Chiles. Les dijo que se cuiden mucho porque ya vienen los quinyules y dicen que van a comer mucha gente. La gente de Chiles se puso alerta y dijeron: “¿Qué vamos a hacer?” Ellos se fueron a Cumbal y hablaron con el sacerdote que les ayude, qué pueden hacer. Algunos de ellos opinaban que lo mejor era ir a hacer enojar la Laguna de la Puerta porque era brava, que había que pasar en silencio porque si alborotaba echaba nevazones, había muerto harta gente, se habían entumido y ahí quedaban. Entonces, en Cumbal dijeron: “Bueno, padre, a ver si nos puede ayudar y puede darnos celebrando una misa y hacerla enojar la laguna para que neve y no puedan pasar los quinyules”. El padre aceptó, dijo que lleven dos quintales de sal. El sacerdote fue y celebró la misa en la laguna y le botaron la sal. Al punto que le botaron la sal ellos solo alcanzaron a salir y siguió una nevazón que acabó con todo. Los quinyules estaban en ese mo-

Nombre: Jersson Alexander Chunatá Chiles Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 27

mento llegando a la laguna, y la nevazón los alcanzó. Los que pudieron, los que alcanzaron a manejar las plantas que traían, entre todas, coca principalmente, se hicieron halcones, águilas, osos, para poder resistir la nevazón. Los que no alcanzaron murieron en la nevazón o tuvieron que regresarse a Quinyul. Pero entre ese grupo iba una bruja que también era caníbal. Esta señora dice: “Ya llegué a la montaña, bajo a la ceja y ahí me quedo, por ahí pasa todo el tiempo la gente de Chiles a los plátanos”. Entonces ella buscó un lugar estratégico para quedarse a dormir y vivir ahí. Después la gente pasaba por ese sitio en grupos de cinco y seis, pero al otro lado que salían, pasando la quebrada del Rosario, siempre faltaba uno menos. Todos lo buscaban, salían, se regresaban a buscarlo y nunca lo hallaban. Entonces la gente optó por abandonar el camino, se iban por las faldas del Cerro Negro y se amarraban y decían: “Ahora sí vamos a pasar todos”. Pero ni eso fue suficiente, al otro lado, cuando se daban cuenta, faltaba uno. Entonces la gente estaba muy inquieta de que eso no iba a parar, siempre la vieja se comía uno, ahí estaba la piedra y los huesos. Por eso dijeron: “¿Qué hacemos?” Y se fueron a conversar con un hermano de la vieja, de la bruja, que vivía en Mayasquer. Ese hermano era otro de los brujos quinyules, pero él estaba asentado en Ma-

Nombre: Jonathan Tulcán Tarapués Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 28

yasquer y no era caníbal. La gente le dijo a él: “Ayúdenos, la gente está muy miedosa y ya no quieren venir porque se están comiendo la gente”. El hermano dijo: “Voy a preparar una boda, matamos chanchos, gallinas, cuyes y la vamos a invitar a que venga acá y allí vemos qué hacemos con ella”. La gente dijo: “Bien, nosotros apoyamos y ayudamos en lo que haya qué hacer”. Entonces el hermano los mandó por leña seca. Este hermano le tendió una trampa en la entrada de su casa: puso toda la leña hecha en brasas y la camufló poniendo cueros de res y tierrita para que no se dé cuenta la vieja. Luego los mandó a sus hijos a que la llamaran a su tía. Pero, antes de mandarlos, los instruyó bien, los mandó protegidos con las brujerías y las plantas. Los niños fueron donde la tía, pero ella al verlos pensó: “Uno de estos guaguas me lo voy a comer”. Pero cuando ella intentó comerse uno, se dio cuenta que los niños no caminaban sino que volaban. Los niños le dijeron a la vieja que fuera a donde el papá de ellos, su hermano, que le había preparado mucha comida. La vieja se fue tras de los niños. Al llegar al cañón del río Cainacán el papá les tendió a los niños de un extremo al otro una tarabita y les dijo que se atravesaran el cañón por ahí, para que ni tuvieran que ir hasta abajo y luego volver a subir. Los niños pasaron así de esa manera por la tarabita. Luego, cuando

Nombre: Jordan Alexis Ruano Paspuel Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 29

ellos ya llegaron, el papá con su arte cortó la tarabita. Así la vieja ya no pudo pasar, sino que debió bajar hasta el río y luego volver a subir. Cuando la vieja llegó a donde el hermano, dijo: “¿Para qué me ha mandado a llamar, hermano?” El hermano le dijo: “Sí, entre, hermanita, le preparamos una bodita, una comidita, entre a comer”. Pero ella, desde afuera de la casa, sospechaba y pensaba: “Cómo así que nunca me ha invitado a su casa y ahora me prepara boda y todo”. Entonces por eso le respondía al hermano: “Aquisito no más, hermano, aquisito no más me quedo yo”. El hermano ya no sabía qué hacer. Entonces hizo llorar un niño chiquito que ha tenido, un guagüito, lo hizo llorar adentro de la casa y le dijo a su hermana: “Estito no más para que se lo lleve, hermana, este guaguito para que se lo coma”. Entonces la vieja se levantó rápido y dijo, entrando a la casa: “Esito sí, pásamelo, que me lo llevo”. Cuando la vieja entró a la casa, del peso de ella, se cayeron los cueros a la hoguera. Entonces salió la gente con horquetas y la aplastaron y la quemaron. Tenían que hacer que se consuma para que no quede nada.

Nombre: Pedro Luis Játiva Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 30

Cuando ya la terminaron de quemar, el hermano de la vieja cogió la boda que estaba preparada para su hermana, los cuyes, las gallinas, los chanchos y la echó en un canasto, porque esa comida también estaba con brujería. Esa boda no podía comer nadie, ni el mismo hermano, ni la misma gente. Luego echó en el canasto las cenizas de la vieja, y dijo: “Ahora sí, ¿quién bota esto en la peña más alta del Cainacán, pero sin mirar lo que hay dentro?” Por ahí saltó uno que maliciosamente dijo que él iba, pero no iba de bueno. Este señor pensaba: “¿Cómo voy a botar los cuyes, las gallinas? Esto me llevo a mi casa”. Entonces le dijeron que fuera a botar y corriera sin voltear a ver. Este señor se fue con el canasto, pero al llegar a la peña abrió el canasto a sacar los cuyes y las gallinas y los chanchos, pero lo que más salió fue moscos. Muchos moscos que se lo comieron a él. Esos moscos eran la misma vieja que ahora hecha ceniza se comió a otro. El espíritu de la vieja quedó. Ella seguía sacando a la gente, ya no se la comía físicamente, pero se los seguía llevando para matarlos. Entonces acudieron a un sacerdote y dijeron que se hagan bendiciones y conjuraciones ahí en el sitio para que se aleje la tentación. La vieja quedó en toda la montaña. A veces la oían gritar. Si alguien trabajaba hasta las cinco de la tarde ya la oía, en la casas tenían que tener sus protecciones, sus plantas, su aguardiente, eso es lo que se puede narrar de esta historia de la Moledora.

31

32

33

PARA REFLEXIONAR Identifica qué significa la palabra “desmanchaba” en la siguiente expresión: “al animal que se desmanchaba o abría le disparaban”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “compacto” en la siguiente expresión: “Este señor había estado haciendo un compacto con el diablo”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “manejar” en la siguiente expresión: “los que alcanzaron a manejar las plantas que traían”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “boda” en la siguiente expresión: “Esa boda no podía comer nadie”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ 34

Identifica qué significa la palabra “arte” en la siguiente expresión: “el papá con su arte cortó la tarabita”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________

Quien cuenta la historia dice: “La montaña era muy respetada”. ¿Cómo se respetaba la montaña? ¿Crees que hoy es respetada? ¿Por qué?

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________

En la historia de la Moledora se mencionan, entre otros, los siguientes personajes: la Moledora; su hermano, el brujo; y los hijos de este hermano, llamados guaguas. Responde las siguientes preguntas de razonamiento lógico a partir de esos datos:



• • • •

Quién es la hermana del papá de los guaguas? ______________ ¿Quiénes son los hijos del hermano de la vieja? ______________ ¿Quién es el papá de los sobrinos de la Moledora? ______________ ¿Quién es la tía de los hijos del brujo? ______________

PARA CREAR Investiga con tus familiares, vecinos y amigos quién fue Luis Tufiño, dónde vivió, a qué se dedicaba. También puedes consultar libros o Internet. Luego escribe una biografía con todos los datos que has logrado reunir.

35

Gerardo Malte Malte

Edad: 76 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Bellavista (desde hace 66 años) Escolaridad: Segundo año de escuela 37

La Vieja y la Moledora Yo sí, como le digo, avisando la verdad, no he visto nada. Pero a mi mamita abuela le había salido la Vieja. ¿Cómo sería? Nosotros no estuvimos ahí, estábamos abajo, trabajando en el monte. Pero contaba mi mamita abuela que los guaguas se habían ido abajo, contra el río, a buscar caña en los sembrados que tenía mi papá. Entonces los guaguas se dejaron estar allá, y salen ya de noche. Ahí es que los había seguido la Vieja hasta la casa. Allí mi mamita abuela se puso a defender a los guaguas hasta amanecerse toda la noche. Eso que llegaba la Vieja y gritaba alrededor de la casa, buscando por dónde meterse. Los guaguas estaban en la sala, acostados, tapados, con miedo. El peligro era que si la Vieja lograba entrar a la casa se los comía a todos, se les comía el corazón. Entonces mi mamita abuela, al verse ya perdida, tuvo la idea de coger piedra azufre, ají y todo remedio hediondo para tirárselo al potrero, por las hendijas de la casa. Así la pudo aquietar, hasta que ya amaneciendo, cuando han cantado los gallos, la Vieja lo que ha hecho es como llorar, ha pegado un grito y se ha ido.

Nombre: Klever Stiven Figueroa Paspuel Edad: 11 años Institución: Escuela José Tulio Yandún Cadena Lugar de residencia: Bellavista 39

Nosotros después llegamos a la casa y mi mamita abuela nos contó todo. Por eso yo no sé cómo será eso, porque como no se la ha visto no se sabe. Claro que de pequeño yo la oí gritar a la Vieja entre eso de las doce de la noche, cuando yo salí al baño, porque el baño estaba afuera. Es que antes las casas, en ese tiempo, eran de hoja, eran con un cercadito de guadua nomas, no eran de tabla porque aquí no se sabía aserrar la madera. Las casas se construían a lo alto para dormir, quedando una parte sin nada debajo. Pero ahí debajo desque llegaban las tentaciones a lamber las cenizas. Por eso, mi papito y mi mamita abuela tenían adentro de la casa una piedra, y con el machete la hacían sonar duro cuando ya sentían que una tentación andaba lambiendo las cenizas. Entonces la tentación salía, como salir un ganado. Los antiguas de Mayasquer, de Santa María, de Tiuquer y mi mamita abuela también conversaban que en La Moledora había una piedra ancha, gruesa, como una mesa, y otra piedra larguita, pequeña. Ahí decían que mantenía La Moledora, una que los acababa a los que salían de aquí por el lado de Mayasquer.

Nombre: Laura Milena Paspuel Quendí Edad: 10 años Institución: Escuela José Tulio Yandún Cadena Lugar de residencia: Bellavista

40

Pero después, para evitar eso, que le habían hecho los antiguas un hueco grande, y le han puesto leña adentro como un fogón. Y luego han tapado todo con una estera grande. Entonces que la Moledora ha salido a ver a los viajantes, a los pasajeros para comérselos. Y ellos la han hecho sentarse allí, en la estera, y cuando ella ha ido a comérselos, la han hecho caer al hueco y la han acabado y la han encendido. Luego, las cenizas que le han sacado las han hecho un atado en hojas para botar al rio. Pero que los guaguas traviesos han destapado el atado y han salido los moscos. Todo eso contaban los antiguas. Era un tiempo en que por esta zona de Chilmá Alto solo vivíamos mi papasito, mi mamita abuela y yo. Nosotros fuimos los primeritos que vinimos a vivir aquí. Claro que en Maldonado ya vivían otras personas. Allá estaban el finado Bartolo Güíz, el finado Briceño Quiroz, el finado Luis Mejía con la señora Trinidad Mejía, la señora Emperatriz Erazo, una mamá abuela, el finado Ramón Guanga y el Lázaro Güíz, que era de Maldonado más abajito. Eso nomas, pues.

41

42

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición

____________: ____________: ____________: ____________: ____________: ____________:

___________________________________________________ ___________________________________________________ ___________________________________________________ ___________________________________________________ ___________________________________________________ ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes personas:

PARA CREAR Comparte el texto con tu familia. Pregúntales si saben otras versiones o modificaciones de las historias que se cuentan aquí.

43

Marco Tulio Ruano

Edad: 80 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Chilmá Bajo (desde hace 60 años) Escolaridad: Tercer grado de escuela 45

Los cusumbes, la Mala Hora, la Vieja, el mal rato y el duende Antes, esto propiamente se llamaba Machines, como le habían puesto los mayores. Pero un señor supervisor de cuando se crio la escuela dijo que ese nombre de animales no estaba bien. Entonces él dijo, pues, que sea Chilmá Alto allá arriba y acá abajo Chilmá Bajo. Usted sabe de que cuando recién se viene a un terreno que no hay vía, es duro. Antes la carretera llegaba hasta el Azuay. Nos tocaba un día de camino para llegar hasta el Jucal; y otro día de camino llegábamos aquí. En esta zona se daba en cantidad, frejol, maíz, naranjilla, pero no se podía transportar porque no había vía, ni por el lado colombiano, medio alguna cosita se podía sacar con un caballito. La realidad es que aquí no vivía nadie permanente, esto dependía de la Comuna la Esperanza. Solo venían los antiguas a trabajar, como mi finado papabuelo Bautista Ruano, el finado Fidel Paguay, el finado Camilo Paguay, el finado Marcelo Malte, y así otros que estoy trascordado también venían a trabajar y se iban a Tufiño.

Nombre: Alex Ubeimar Yandún Ruano Edad: 9 años Institución: Escuela Consejo Provincial del Carchi Lugar de residencia: Chimá Bajo 47

Contaban nuestros abuelos que aquí en Chilmá venían a sembrar el morocho. Pero en cuanto estaba de cosecha, encontraban cebados a los animales, el cusumbe, el oso, todos venían a comerse el maíz. Una mañana el dueño de una cementera llegó a ver sus cultivos y los encontró con una porción de cusumbes colorados. Él se fue con el machete a machetearlos creyendo que eran cusumbes. Y les daba y los despedazaba pero ahí mismo ellos se entreveraban y volvían a armarse. No eran cusumbes, era la Mala Hora que le hacía ver cusumbes. El señor llegó a mi casa con los pies espinados porque andaba descalzo. Y también llegó ya enfermo. Yo le dije que se vaya breve para Tufiño. Él se fue pero allá ha seguido más enfermo y se murió. Es que en ese tiempo el misterio era bravo aquí, las tentaciones eran muchas porque no había casas, solo monte. Mi tío Manuel Ruano fue de los primeros que vino aquí a vivir. Mi tío Jesús Ruano también vino pero él vivía por allá arriba. Yo en ese tiempo era guambrito, de unos ocho años, y vivía en Tufiño. Una vez vine a verlo a mi tío Manuel Ruano. Ya oscureciendo, él salió al baño, y oyó que pegaron grito en esa cuchilla. Entonces él entra y le dice a la mujer: “Matilde, Jesús grita por allá arriba, parece que se ha enfermado”. Y luego me dice a mí: “Marcos, vamos a ver a Jesús, está enfermo y solito”. “Bueno”, le

Nombre: Erika Elizabeth Chiles Castro Edad: 10 años Institución: Escuela Consejo Provincial del Carchi Lugar de residencia: Chimá Bajo 48

digo yo. Los dos nos fuimos con dos armas, él con una carabina, yo con una escopeta. En ese tiempo no había linterna ni nada, solo fuimos con una lámpara de querosín. Los dos estábamos caminando cuando, como a los sesenta metros de la casa, pegó otra gritada fea. Mi tío dijo: “No, ese no es el Jesús y el grito tampoco viene de dónde está él. Esto es la Vieja, Marco”. Los gritos siguieron y siguieron, cada vez más feos. Mi tío y yo nos pusimos atentos a ver dónde es que la Vieja gritaba tan feamente. Entonces mi tío dijo: “Marco, hagamos unos tiros”. Pero cuando aparece ese misterio, la carabina no funciona, porque nosotros levantamos las armas y les dábamos y les dábamos al gatillo, pero en verdad ha sido que no disparan. Nosotros nos regresamos rápido a la casa. Mi tío le dijo a su señora: “Matilde, pásame el cuchillo”. Y él cogió el cuchillo, lo pasó por encima de la escopeta, lo puso en el gatillo formando una cruz, y salimos otra vez afuera. Ahí mandamos los tiros, y esta vez sí se fueron los tiros, cosa que quedaron retumbando. Entonces ya no se escucharon más gritos, y nos acostamos a dormir. A las cinco de la mañana del otro día nos fuimos a verlo al tío Jesús. De lejos ya se vio una candela. Cuando llegamos allá, lo saludamos. Él nos dijo: “Hijitos, ustedes me salvaron, a yo parecía que la Vieja estaba junto conmigo, pero a lo que hicieron los tiros se retiró y no se la oyó más”.

Nombre: Nilson Norvey Figueroa Cadena Edad: 10 años Institución: Escuela Consejo Provincial del Carchi Lugar de residencia: Chimá Bajo 49

Y es que en verdad aquí es pesado. Fíjese lo que le pasó al finado Segundo Castro. Él tenía un sembrío al otro lado del río Chilmá, en la finca San Pedro. Allí ha estado trabajando cuando le ha dicho a un sobrino sencillo que vivía con él, un sobrino que llamaba José, le ha dicho: “José, anda a traerte un espaldero de un canasto de camote”. Porque ellos tenían bastante camote sembrado. El sobrino, como era sencillo, fue y cosechó el camote. Pero en lugar de regresarse breve, él paró la olla de camotes para venir comiéndoselos. Y por estar en esas cosas, se le hizo la noche. Ya al pasar por el puente del río Chilmá lo empezó a seguir un bulto. Él escuchaba lo que el bulto daba el paso atrás. Más adelante, el bulto ya lo comienza a empujar hasta que lo manda al suelo. Hasta que saliendo a una lomita, ahí ya desque se vio en malas, ya se le fregó el camote, y ahí lo dejó botado. Cuando ya llegó a donde su tío, el finado Segundo Castro, contó lo que le ha pasado. Pero ese muchacho, por sencillo, ha seguido malo, enfermo, y murió. Eso también fue la Mala Hora. Otro caso que ocurrió aquí, en este Chilmá, fue el de unas dos familias Malte que eran de Colombia, de Chiles. Esas familias habían venido a coger terreno, dicho que era baldío querían coger y asentarse, sin ser propiamente comuneros. Entonces una familia cogió una parte y empezó a trabajarla, pero la otra familia también quería esa misma parte para trabajarla. Y los unos que no se dejaban, y los otros que se

Nombre: Yajaira Castro Güiz Edad: 12 años Institución: Escuela Consejo Provincial del Carchi Lugar de residencia: Chimá Bajo 50

vayan. Y así hasta llegarse a vengar. Dese cuenta: ¡puta!, llegaron a echarse palo y lomazos de hacha para matarse entre tíos y sobrinos. Eso fue un mal rato. Por aquí se han escuchado muchas otras cosas. Antes andábamos por el camino de Colombia, que es más corto, y por ahí había una piedra grande y otra más pequeña encima que es la guagua. Por eso le han puesto La Moledora, y contaban que ahí estaba la Vieja, una bruja que cogía a los que pasaban y los molía en la piedra para absorberlos. También se escuchaba del duende, que se lo oía silbar en las quebradas. A yo una vez me cogió la noche cuando me fui a la cacería de unas pavas, y lo oía que silbaba el duende, entonces yo le contesté. ¡Caramba!, me cogió un dolor de cabeza que ya no podía salir de esa cuesta, pero de ahí ya le hice un tiro con la arma que andaba, y ya se me fue pasando. El duende también los enduendó a dos hermanos, a Eliodoro Paspuel y a Ángel Paspuel. Ellos venían a sembrar maíz en un terrenito. Y para acabar breve se iban ya oscuro y le pegaban a la caminata hasta la noche, llueva o no llueva. Pero por irse ya tan tarde los cogió la Mala Hora del duende. En primer lugar, les dio el dolor de cabeza, y en seguida se olvidaron hasta de hablar, solo querían salir corriendo. A ellos tuvieron que amarrarlos, aunque por fuerza querían irse. Favorablemente aquí había el finado Ángel Arévalo, que sabía los secretos. Él hizo cortar la crin de los caballos, de los rabos, y esa la torció y la hizo trencita. Con esa los amarró y ellos ya se moderaron. Al otro día tocó con gente salir a dejarlos a Tufiño. Allá les tocó meter mucha plata para curarlos, eso fue un gasto.

51

52

PARA REFLEXIONAR Identifica qué significa la palabra “sencillo” en la siguiente expresión: “cuando le ha dicho a un sobrino sencillo que vivía con él”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “pesado” en la siguiente expresión: “Y es que en verdad aquí es pesado”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “paró” en la siguiente expresión: “él paró la olla de camotes para venir comiéndoselos”. ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________

PARA CREAR Busca en los periódicos u observa en los noticieros otros casos de familias o personas que hayan resuelto sus diferencias del mismo modo en que lo hicieron los integrantes de la familia Malte. Analiza las causas y las consecuencias de resolver los problemas con la violencia. Elabora con tus compañeros una cartelera donde expongan cuál es la mejor manera de resolver un problema. 53

Carmela Pérez López

Edad: 85 años Lugar de nacimiento: Chiles, Colombia Lugar de residencia: Tufiño, barrio Centro Escolaridad: Segundo grado de escuela 55

La Viuda, el duende, el guagua auca y el carro de la otra vida La viuda la encontramos en la Libertad, en el Ángel. Nosotros estábamos entre eso de las ocho de la noche buscando posada. Y cuando la vimos, la Viuda había estado entrando al pueblo. Íbamos mi mamita, mis hermanos. La viuda bajó por aquí, nosotros pasamos por allá. Era una mujer alta, cobijada de arriba abajo, toda de negro. Era oscuro, no le vimos la cara. Pero todos nos espantamos, porque a lo último nos gangoseó. Pero no nos hizo nada, nada. Sobre el duende, decía mi tía que ella había venido tardecito del agua caliente, cuando pasó por el puente se apegó al filo curiosa como los niños. Entonces ahí los vio a dos guaguitos pequeñitos que

Nombre: Ammy Mayerli Tapia Paspuezan Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 57

estaban jugando de una piedra a la otra, de un lado a otro. Ellos, a lo que la sintieron que ella estaba viendo, cogieron quebrada adentro. Lo favorable es que ella los vio de primero, por eso no la enduendaron. Si ellos la hubieran visto primero, la habrían enduendado. Así le pasó a la mamá de los Játivas. Ella salía corriendo botando piedras, decía que el duende le botaba caca de caballo diciendo que son naranjas, que el duende la llamaba. No la podían curar, ella salía y se iba. Decía que en la noche por el soberado le sonaba y le sonaba. De ahí le han mandado a curar con cuero de borrego negro y remedios. Conforme desollaron el borrego calentito le pusieron de arriba abajo, la forraron a ella. Así la pudieron curar. Decían que el duende que la afectó era el duende claro, que es trabajador; el duende negro es mudo. Eso nos conversaba porque ella era casi tía para mí. Por arriba, por el Infiernillo, veían un carro que le tenían miedo. Porque veían los focos y nunca lo veían llegar. Otra cosa que decían es que ahí en los niños del jardín salía el guagua auca. Por eso se enfermaban los niños. Por eso lo llevaron al padre Ponce, él fue dio una misa y dejó bendiciendo, así no apareció más.

58

59

PARA CREAR Investiga con tus padres, vecinos y amigos qué otras enfermedades producen los seres del otro mundo y cómo se curan. Con la información obtenida, realiza una presentación en clase donde muestres a tus compañeros las plantas medicinales utilizadas en esas curaciones.

60

María Etelvina Chiles Paguay

Edad: 82 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Tres meses de escuela 61

El Cabildo, el duende, los cagones, los maridos y el libro negro No tuve escuela, pero sí me he defendido. Nosotros nos llamamos indígenas Pastos. Antes, esto no era Ecuador, esto era Cabañuela. Todo Colombia y Ecuador era una sola. El puente no era internacional; ese puente lo hizo un señor Rosalino Rojas, que iba a traer azufre de Colombia. No fue que vino el presidente y lo hizo. Aquí el primer presidente que hubo fue el finado Antonio Chiles. Pero él se fue a Ibarra y lo que hizo fue comprar ropa para su mujer y sus hijos. Entonces mi papá, Luis Chiles Ruano, le dio iras y formó pleito y lo pusieron de presidente. Él dijo: “¡Qué voy a dejar que se lleve todo Colombia!”. Los colombianos hicieron casas en Potrerillos, en el Jucal, en el Artezón. Allá tenían ganado. Mis tías fueron a botar esas casas y a bajar ese ganado. Pero el ganado lo devolvieron por principio. Por eso, los dueños ya se armaron y bajaron con el ganado bravo que ya nos querían pisar. Ellos amenazaron a

Nombre: Jaider Ramiro Taramuel Ipial Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 63

mi papá, y mi papá se tomó en venganza. Dijo: “Yo no les voy a dejar de que vengan a hacerse a manos lavadas a hacer la suya”. Mi papá pidió auxilio a la aduana. Los de la aduana vinieron a llevarse la mitad del ganado y dejaron la otra mitad aquí. Mi papá se fue a Quito para arreglar estas cosas. De allá trajo un acta donde decía que acá no se deben pasar los colombianos, solo cuando pidan un permiso, porque ya está conformado un Cabildo. Los colombianos vinieron a comprar a mi papá. Le dijeron que le hacían una buena casa de teja, que le pagaban un sueldo. Pero mi papá no se vendió. Él dijo que entre todos más que sea sabíamos hacer nuestras papas. Mi papá dijo: “Yo me he de ir con mi cara limpia y la frente en alto”. Entonces, los colombianos ya mandaron comisionados. Ya vino el resguardo. Pero mi papá en la pobreza, francamente, no los podía atender. Mejor les dijo que se vayan y que cuando se ofrezca hacer la sesión que vengan. Esa noche, a mi papá le rompieron la casa. Hicieron pedazos una vajilla que le prestó el finado Isaac Flores. En la casa estaban los tres hermanos pequeños, el Julio, el Eduardo y el finado Segundo. Los colombianos atacaron tres veces. Lo querían matar a mi papá. Mi mamita gritaba, ella dijo: “Hasta

Nombre: Jeison Stiven Chiles Malte Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 64

aquí ya llegamos”. Entonces mi mamita me dijo: “Subíte en el soberado y gritá”. Yo grité: “Don León Pío, regrésese”. Cuando una voz respondió: “Ya voy”. Pero no era nadie, fue el espíritu el que respondió. Así los colombianos dejaron rompiendo y se largaron. El señor Alcobo Borja era el guardia de aduana. Mi papá le dijo a él: “Si me dejan con vida que me dejen, si no que me la quiten”. El señor le respondió: “No, si tu vida es amable, cómo la vas a perder por tonteras”. Mi papá dijo: “Entonces que me paguen porque en verdad han sido malos conmigo”. Entonces mi papá también trajo sus comisiones. Las cocineras eran una señora Luz Burbano y Olga Burbano, ellas eran las cocineras que cocinaban para las comisiones que traía mi papá, ellas preparaban las comidas para las comisiones. Esas comisiones fueron a dividir el terreno para Colombia y Ecuador. Hicieron una sesión. De allá vino el cónsul colombiano, de acá el cónsul ecuatoriano. Ellos le dijeron a la gente de aquí y de allá que quien quiera quedarse en Colombia que se quede y el que quiere quedarse en Ecuador que se quede. Entonces, los de allá que quisieron quedarse aquí, se quedaron, pero ya no lo querían a mi papá. Mi papá ya no podía pasar a Colombia. Nosotros, gracias a todo eso, tenemos ahora este terreno hasta Puente de Palo. Nosotros tenemos escritura jurídica, una escritura jurídica no se la debe pisotear ni ceder a otra gente extranjera. Ahora sí, cuando ya esto se formó, pusieron a Altrópico, al guardabosque, pero eso no es. Aquí lo que vale es la escritura. Hoy se oye decir que con esa escritura han comprado terrenos, han sacado plata. Esta comuna

Nombre: Juliana Mabel Chenás Duque Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 65

ya no es nuestra, es de minorías, esto ni el mismo presidente podía hacer nada contra la escritura. Ahora lo han quemado el archivo, no hay orden, de aquí corren a dar a Colombia, allá hacen sus cosas, han ido hasta Cali llevando sus cosas. Mi papá fue cuántas veces presidente, pero nunca sacaba las escrituras porque son cosas sagradas. Cuando vino el presidente don Velasco Ibarra yo hablé aquí. Él dijo: “Así me gusta, que hablen”. Entonces yo le serví un plato de habas con queso, yo cociné cuando entregaron el primer tramo de la carretera, en Potrerillos, el mismo presidente dijo: “Esta escritura no se la puede anulitar, porque los viejos terminan y esto queda para los que vienen y los que vendrán”. Por eso yo vivo chocada de los del Cabildo. Como yo siempre he vivido botada del marido, yo trabajaba. Una vez me iba a las tres de la mañana de aquí, era una fiesta de enero. Mi papá me dijo: “Espérate se aclare”. Yo le contesté: “Me voy no más”. Entonces cargué un pondito de chicha, un poquito de champús, y me fui llevando para allá. Al cruzar en la Rutina, yo como era campamentera, me salí calladita. Y, ¡ora, fuera!, se haya perdido la herramienta. Antes que me ganen acá, corra, pero total, dije, ya viene la volqueta. Pero parecía. Ahí me voy, qué pasa, que me arrinconé en una cueva que dejaban hecha los trabajadores, ahí ni sentí, me he dormido. Cuando recuerdo, veo los pies hecho maso, no tenía ni cómo moverme, ni cómo correr, ¡ele!, por golosa a dormirme.

Nombre: Paola Milena Tulcán Tarapués Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 66

Otra vez, en el Jucal, yo estaba trayendo agua. Dije: “¡Uta!, trayendo agua para el borracho. Que vaya a meter trago”. Y la regué de brava. Cuando en eso llega él y me dice: “Dame agua”. Ahora de miedo me tocó ir a traer el agua. Yo que cojo el agua, cuando un blanco venía, ¡talas, talas, talas! Venía volando. Yo cogí el agua con todo cascajo y me metí a la cama. De ahí cogió el Rosalino y me dijo: “¡E!, perrita, carajo, no vis, cuando yo me subí a la cama”. Y pasó como papel sonando, eso de todo era blanco y venía en el aire. Mi papá sabía contar de los cagones. Decía que una vez que había ido al terrenito de allá arriba, mi papá subía una zanja que ahora no existe. Uno decía: “Por vos compadre, por vos cagón”. Mi papá sabía traer su virgen, la ha sacado, y a lo que la saca, decían: “Por fin cagón, por vos compadre”. Eso rodaban, no podía desuncirse ni para allá ni para acá. Mi papá jugaba mucho a la baraja con un finadito que se llamaba Camilo Pozo. Entonces mi papá salió a desocuparse. Y cuando sacó así la cabeza, la vio a una negra bien cobijadita. Entonces regresó y le dijo a don Camilo: “Doña Rosa ya viene a traerlo, esta Rosa como sí es brava ahora sí me cagó”. Por eso mi papá le dijo a mi mamita: “Hágase una agüita de panela con quesillo para doña Rosa”. Pero cuando mi papá vio, la mujer siguió de largo, ya ni quiso entrar. Mi papá dijo: “La voy a atajar”. Y mi papá se fue tras ella, y que ya la atajaba pero ella más lejos caminaba. Ella era toda de negro. Mi papá no le vio la cara. Esa ha sido la viuda.

Nombre: Ricardo Sebastián Chenás Moreno Edad: 12 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 67

Otra vez mi papá había estado enamorado. Nosotras con mi mamita nos salimos a dormir a una rama grande que se llamaba sauco. Mi mamita me dijo: “Tu papá se ha arriado a la moza y ahora esa anda arriada”. Y cuando lo escuchamos a mi papá que decía: “Esperá, déjame pasar”. Y cada que él daba un paso sentía una tapia que lo zanjaba. Y él decía: “Esta mierda está zanjada, esta mierda venirla a zanjar”. Mi papá raspaba. Pero esa se lo llevaba al río, y mi papá conversaba solito. Y a lo que llegó al río lo venció la chuma, y ahí lo vía dejado encorquetado en unas matas y él sin poder salir, eso ni se acordaba, pero nosotros vimos. De ahí ya se le ha quitado la chuma. Una vez fuimos con el mío a un baile. Él, como estaba enamorado de una muchacha, me lanzó el sombrero que me vaya. Mi papá también le dijo a mi mamá: “Váyase y no se vayan a venir”. Nosotras no nos venimos, nosotras nos fuimos. Pero cuando ya nos fuimos, ellos dijeron: “Estas no se han de haber ido”. Entonces el mío se fue para la casa, cuando ya llega a la casa me dice: “¿Vos has estado en la casa?” Yo le dije: “Ni más he de ir”. Pero cuando él sale, dice: “Señor, líbrame, un carro viene brillando”. Y se entró y se pasó al cucho de la cama. Los mayores sabían contar del duende. El duende desque se le ha aparecido a un hombrecito llamado Ángel, que ha estado en la chorrera. Y él desque contaba: “En esa chorrera sube uno con sombrero así alto, y los ojos azulitos, y los sombreros blancos, y tocan el bombo y una orquesta bien bonita, es bien legal, y a lo que bajaba la chorrera, el agua, golpeaban las manos y bailaban”. El finado decía eso, que así vio. Hasta que se atontó, de ahí no lo curaron y quedó tontico. También se ha escuchado de la vieja del monte. Decían que viniendo de Maldonado, ahí conversaban que se murieron dos, se los ha comido la vieja. Ellos botaban sangre y espuma por la boca. Eso fue verídico, esa vieja los seguía y les decía que la esperen. Esos dos que murieron eran criados de Fermín Matura, el japonés, eran unos pajes de él que venían trayendo los puercos. La vieja le dio matando dos puercos, esa vieja que sabía decir: “Espérame, espérame, ya voy”, ellos conversaban. Mi papá contaba que había un señor de esta vida que ha estado leyendo una historia negra, un libro de magia. Ese hombre era soltero, se llamaba Juan. Él un día empezó a decir: “Ahora esa mujer no me deja, cada rato viene, se pega sus bailes y no me deja, viene un ventarrón”. Entonces le han preguntado qué es lo que hacís. Y él respondió: “No, yo estoy leyendo una historia negra”. Y eso le ha seguido duro, la mujer entraba y le bailaba en la sala y lo ha sacado. A ese hombre de ahí lo llevaron a las Lajas, le dieron los Santos Oleos y ya se ha acabado eso, quedó racional. Contaba mi papá que don Rosendo Paspuel ha sabido irse a la Laguna Verde y allá había sabido hacer un rezo a la media noche. A lo que desque rezaba venían unos ventarrones. Una vez yo fui a la Cueva de Candela, que no sé si existirá, ahí había una cruz larga y ancha. Yo fui y me llevaron a rodar el ganado. Y ahí constaba: “Rosendo Paspuel, compactado con el diablo”. Decían que en la laguna se ha compactado, que tenía buen rollo, pero eso no quedó en nada. Don Rosendo ha tenido plata, pero ha entregado su alma, el tiempo de llevárselo se lo ha llevado en cuerpo y alma 68

PARA RECORDAR:

Resuelve el siguiente crucigrama

• ¿Qué se escuchaba que hacía Astarón en Peñas Blancas? Horizontales ¿Cómo hacía Astarón para prestó que lloviera? A. •Nombre y apellido de quien la vajilla. ¿En qué seque transformó el padre para meterse a la cueva de Astarón? B. •Presidente llegó a Tufiño. C. Nombre y apellido del finado con quien jugaban a la baraja.

PARA REFLEXIONAR

D. Nombre del lugar donde hay una cruz larga y ancha. E. Nombre del guardia de aduanas. • ¿Por qué crees que Astarón vivía en Peñas Blancas? F. Japonés cuyos criados murieron en el páramo. • ¿Para qué tenía Astarón un libro? ¿Qué crees que decía ese libro? G. Nombre y apellido de la persona que realizó el puente de Tufiño. • ¿Qué crees que decía el libro que el padre, vuelto quinde, le cambió a Astarón? H. Nombre y apellido de quien hacía un rezo en la Laguna Verde.

PARA CREAR

Verticales

1. Lugar los colombianos levantaron • Armadonde un rompecabezas sobre Astarón. casas.

2. Nombre y apellidos del papá quiencon cuenta la historia. • Cuéntale esta historia a tu de familia tus propias palabras. 3. Iglesia a la que llevaron al hombre que leía la historia negra. 4. Nombres de la persona a la que le solicitaron ayuda. Glosario 5. Lo que Rosalino Rojas traía de Colombia. (Invertido) Bamba: bejuco o raíces de los árboles. 6. Nombre y apellido del primer dirigente del cabildo. 69

70

PARA REFLEXIONAR Investiga con familiares o vecinos de tu localidad quiénes fueron o son las siguientes

Identifica qué significa la palabra “principio” en la siguiente expresión: “Pero el ganado lo devolvieron por principio.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ 71

Identifica qué significa la palabra “chocada” en la siguiente expresión: “yo vivo chocada de los del Cabildo.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “negra” en la siguiente expresión: “yo estoy leyendo una historia negra.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “legal” en la siguiente expresión: “tocan el bombo y una orquesta bien bonita, es bien legal.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “duro” en la siguiente expresión: “Y eso le ha seguido duro.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________ 72

Identifica qué significa la palabra “rollo” en la siguiente expresión: “Decían que en la laguna se ha compactado, que tenía buen rollo.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “comprar” en la siguiente expresión: “vinieron a comprar a mi papá.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ Identifica qué significa la expresión “manos lavadas” en la siguiente expresión: “Yo no les voy a dejar de que vengan a hacerse a manos lavadas a hacer la suya.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ Identifica qué significa la palabra “pisotear” en la siguiente expresión: “una escritura jurídica no se la debe pisotear.” ¿Existen otros significados para esa misma palabra? ¿Cuáles? Presenta algunos ejemplos.

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ 73

Quien cuenta la historia dice: “Pero no era nadie, fue el espíritu el que respondió.” ¿A qué se refiere con el espíritu?

______________________________________________________________________ ______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________

PARA CREAR Pídeles a tus padres, vecinos o amigos que te cuenten cómo fueron superados los problemas que años atrás se presentaron con los habitantes de Chiles. Elabora una cartelera donde muestres las desventajas de no llegar a acuerdos y las ventajas que han tenido los habitantes de Chiles y Tufiño al llegar a acuerdos sobre el territorio.

Segundo Erasmo Paspuel Malte Edad: 85 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Tercer grado de escuela 75

El arrarray y la viuda Estudié hasta tercer grado, de ahí mi papá se fue a donde la señorita Polimia Arellano, que era la que nos enseñaba, y le dijo: “Señorita, ya lo voy a sacar a mi hijito de la escuela porque no tengo quién me ayude a trabajar para mantener a mis otros hijos”. Ella le dijo: “No lo saque, es inteligente su hijo”. Mi papá le contestó: “No hay quién me ayude a trabajar señorita”. Y así me sacó de la escuela. Cuando recién nací, viví aquí hasta los 25 años. Pero después nos mandaron a guardarnos porque esta Comuna estaba en pleito con Chiles, Colombia. Nos mandaron a guardarnos a un punto del páramo que se llama Jucal, que es parte de la Comuna. Nos dijeron que nos mandaban a guardar posesión y que nos iban a apoyar en comida. Nosotros nos vinimos así, sin platica, hasta entablarnos. Pero llegado el caso no nos dieron los comuneros ni una libra de sal, sino nada. Solo nos apoyaron con el terrenito, eso fue lo único, pero no se daba nada, calabacita era lo único, ese fue nuestro vivir de aquí de la montaña. Entonces nos tocaba así, yendo a Maldonado a cargar los platanitos a la espalda, así nos mantuvimos casi todo el tiempo, hasta que sembramos unas papitas en ese páramo.

Nombre: Camilo Roger Tarapués Chenás Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 77

De ahí nos fuimos a vivir al Moquillal. Allá me apee de peón caminero de Obras Públicas, con la Compañía Hernández, que era la que hacía el carretero. Yo era joven y me gustaba andar tomando. Un día, nos fuimos a jugar baraja con otros compañeros que salían de Maldonado, nos fuimos a tomar hervidos donde una señora que los vendía. Ahí nos estuvimos hasta las cuatro de la mañana. Entonces yo les digo a los compañeros: “Ya va siendo hora de irme al trabajo”, porque a las seis había que estar desayunando. Y así nos alzamos de la baraja. Yo que estaba pasando por allá donde hay un campamento cuando me salió un pequeñito no más, uno que le decían el arrarray, ese era el guardián de la compañía de la Hernández. El arrarray estaba puesto una chompita blanca y me salió a bailar al frente mío. Yo creía que era de esta vida y le dije: “Quita, quita, arrarray de mierda, que voy a sacar la mano y voy a proceder mal”. Pero nada, me siguió jugando adelante, adelante, ele, cuando yo que le digo así, cuando me puso la mano en la costilla, y parece que me exprimió la costilla. Ahí sí ya me olvidé, yo dije: “Virgen Santísima, nada debo”. Yo seguí andando, pero ya no pude irme así de frente al ranchito, me fui de trasero no más. Hasta que había llegado, había empujado la puerta, yo no me acuerdo de nada. Yo había quedado muerto en la

Nombre: Leyder Alejandro Guel Escobar Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 78

sala. Ese día había dormido todito el día, ya no había ido al trabajo ni nada. Dicen que fue la Mala Hora que me ha escapado de comer. Eso dicen. La viuda me salió en el Mortillal. Yo iba un poco chumado no más, no tanto. En ese tiempo no había baño, al campo era no más de salir. Entonces me dieron ganas de hacer el baño. Yo salí con un revólver en el bolsillo y me senté cerca del campamentico que tenía la Compañía Hernández. Y ahí fue cuando oí que me suspiró alguien aquí atrás. Yo regresé a ver y me levanté de un porrazo. Yo la vi a una grande. Entonces, pensando que ella era de esta vida, quería alcanzarla para estar juntos. Pero no, ella iba retrocediendo, retrocediendo, yo que quería alcanzarla y ella ya estaba lejitos. De ahí me puse a gritarle: “Carajo, vení te majo, te hago esto y lo otro”. Entonces mis hijos, que estaban en la casa con mi mujer, me escucharon y le dijeron a la mamita: “Qué será mi papá, de gana está alegando en la planta de luz”. Ella les dijo: “Vayan a ver, hijitos, prendan la lámpara y van a ver”. Y ellos fueron y la vieron a una grandota pasando por el monte. Dicen que si yo me dejaba llevar me moría allá.

79

80

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Quien cuenta la historia dice: “parece que me exprimió la costilla”. ¿Qué significa eso? Describe lo que debió sentir quien cuenta la historia. __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ Explica cuáles fueron las razones por las cuales quien cuenta la historia confundió a un ser del otro mundo con el arrarray, y a una mujer con la viuda. __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ 81

En el texto se cuentan tres historias. Una sobre cómo ha transcurrido la vida de quien cuenta la historia, otra sobre su confusión con el arrarray y otra sobre la viuda. Completa la siguiente figura indicando cómo se desarrollan cada una de esas tres historias.

PARA CREAR Léeles esta historia a tus padres y familiares. Pídeles que te ayuden a identificar cuál fue el ser del otro mundo que quien cuenta la historia confundió con el arrarray. Después de haberlo identificado, procede a dibujarlo.

82

José Ricardo Malte Malte

Edad: 70 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Chilmá Alto, desde hace 68 años Escolaridad: Segundo grado de escuela 83

La vieja, los enduendados y el gringo de la huaca Estudié dos añitos, pero no aprendí nada, no sé leer. Cuando nosotros vinimos aquí no había nada, esto era una montaña brava, no tenía nombre. Después le pusieron Machines porque había hartísimo machines, que es un animalito como el mono pero cariblanco. Después, cuando ya llegaron los supervisores a la escuela, le pusieron Chilmá. La montaña era brava porque no podían llorar los guaguas. Habían bastantes tentaciones. Eso es como se dice la vieja. Por eso no podían llorar los guaguas, las mamases les tapaban la boca o le daban de comer breve. Una vez mi papá me mandó a un rancho abajito donde sabíamos tener pollos. Yo tenía cinco años. Mi hermana se llamaba Luz, era más grandecita. Allá llegamos a la quebrada Shunsha, a donde había

Nombre: Janine Mishel Puetate Arévalo Edad: 8 años Institución: Escuela Víctor Manuel Peñaherrera Lugar de residencia: Chilmá Alto 85

un bejuco como columpio. Cuando nos damos cuenta, ya habían sido como las cinco de la tarde. A esa hora nos fuimos a darle de comer a los pollos. Ya para volver nos cogió la noche. Eran como las siete de la noche. Nosotros empezamos a llamar la perrita que teníamos, llamada Mestiza, ella llegó, nos olió y se largó. Mi abuelita nos habló cuando llegamos, nos dijo que ya iba a llegar la Vieja y nos iba a comer por llegar tan tarde. Cuando cierto, esa noche un bramido en la montaña, lejo, luego más cerca, más cerca, y cierto, llegó el bramido a la casa. Pero como nunca nos faltaba la candela, porque la manteníamos en una ollita prendida. Y el bramido tremendo al ruedo de la casa. La perrita raspaba y raspaba y chillaba y chillaba para que le abran, ya que la mataban. Y el bramido gritaba: “Mis guaguas”, y le daba la vuelta a la casa. Y eso olía jediondo. Entonces a mi abuelita le habían dicho los de Maldonado que acostumbre a tener el cacho de oveja o de ganado para ponerlo al fogón y espantar la Mala Hora. Pero el cacho quemado no sirvió de nada, seguía el bramido rondando la casa. Entonces se acuerda mi abuelita que tenía un pedacito de azufre. Se levanta ella y le coge el azufre y lo raspa a la brasa de candela, arde y suelta un olor. Y ahí sí comenzó a chillar la vieja y a irse, como que se iba yendo y se escuchaba ya poco.

Nombre: Nayeli Liseth Quintanchala Arévalo Edad: 11 años Institución: Escuela Víctor Manuel Peñaherrera Lugar de residencia: Chilmá Alto 86

Mi abuelita y mi papá me conversaban que esto han peleado duro para quitarle a los colombianos, que han estado hecho dueños. Ellos habían peleado y de ahí, claro, habían recuperado y le habían puesto la Comuna la Esperanza. Vino don Paspuel, sabía trabajar en Chilmá, acá abajo, se puso a trabajar desde las seis hasta las siete de la tarde. Y entre oscuro y claro, les ha salido una casota de hormigas. Ellos se han ido corriendo. Pero a eso de las siete de la noche, ya llegado a la casa, han seguido saliéndose de la casa, corriendo. Ya desque han seguido desvariando, viendo carros hermosos, mujeres desnudas, corriendo, y los vecinos los han visto, los han amarrado con las cerdas del caballo y con eso amanecieron, sino con cualquier soga no los sostenían, se van. Ellos conversaban que veían a dos señoritas que se los llevaban. Eso ellos no respetaban que había un tupido de moras, de zarzas. Ya vino don Manuel Chalapud y me dijo que fuera a ver la familia que se ha enduendado. Como en ese tiempo no había doctores, nada, mi papá tenía maticas de remedios sembrados y majó ajo, ishpingo, lagarto, urma, majó eso con un litro de trago y nos fuimos a curarlos. Ya llegamos allá y habían estado amarrados. Para curarlos los soltaron porque tenían por horas unos raticos que les pasaba. Ahí en esos raticos mi papá los cogió, los desnudó limpio, les dio un baño y les dio a tomar. Después de una hora ya estaban conversando con nosotros.

Nombre: Steven Grayed Puetate Arévalo Edad: 10 años Institución: Escuela Víctor Manuel Peñaherrera Lugar de residencia: Chilmá Alto 87

Otra vez llegó un gringo. Una tía vivía en el páramo, el gringo fue y le dijo al marido de ella que lo acompañe al páramo. Allá fueron y encontraron un hueco grande, como una puerta. Y enfocó adentro con la linterna y vieron unos pilares de oro. Y entraron con la herramienta a ver si podían cortar. Adentro lo que vieron fue un señor con un bastón y un perro negro acostado. El gringo ha llegado y cortado y se ha llevado. Ya nunca más se lo volvió ver, con eso no más se fue. Mi papá, Marcelino Malte, era hermano de ese señor, ese hombrecito se llamaba Adrián y le dijo a mi papá: “Marcelino, acompáñame a donde fui con el gringo, yo conozco la huaca, pueda que nos saquemos algo, cómo no voy a atinar, yo conozco, y allá dejamos botado latas, papeles, todo, cómo no voy a atinar”. Cuando al otro día van ya no encontraron nada, todo sellado. Eso es por el Salado, eso creo que llama la Rinconada, arriba del Pan de Azúcar. La huaca le quiso dar al gringo no más, a los demás ya no les dio nada.

88

89

PARA REFLEXIONAR ¿Por qué crees que la vieja no soportaba que los niños lloraran? ¿Por qué crees que lloraba diciendo “mis guaguas”? ¿Qué crees que le debió haber sucedido para que establezca ese comportamiento tan particular hacia los niños?

______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________

Completa la siguiente imagen indicando, dentro del embudo, los factores, sucesos o circunstancias que afectaron a la vieja. Luego, abajo del embudo, indica cómo esos factores determinaron el comportamiento de la vieja.

PARA CREAR Realiza un dibujo donde muestres todo lo que el gringo encontró dentro de la cueva. 90

Pablo Marcial Tatamués Chiles Edad: 54 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Sexto grado de escuela 91

El guagua auca Por aquí íbamos subiendo a San Francisco, como a las diez de la noche, íbamos medio tomados, pero ya sanos y buenos. Acá arriba donde hay una piedra grande, oímos un ruido, un guagua que lloraba. Decían que era el guagua auca. El otro guambra que iba conmigo lo vio, dijo: “Velo, ahí está el guagua auca, con un pañal blanco”. Eso era tentación. El otro guambra que lo vio, ya ha sabido qué hacer en esos casos. Entonces cogió tres piedras y las jaló. Ya de ahí se salió ese guagua y se fue por el aire. Nosotros nos pusimos a rezar al Señorcito del Río. Si no hubiésemos rezado o si no hubiésemos tirado las piedras, ¿qué podía hacer esa tentación con nosotros? En estas partes, verá, decían que aquí para abajo había una aguada que salían los duendes. Nosotros ya vivíamos por este sector. Una vez medio tomado me salió un hombre y me pegó, pero me daba palizas. En ese tiempo como no había luz salían muchas tentaciones. Ya vino la luz y se alejaron esos espíritus. Eso era jodido con esos espíritus.

Nombre: Dayana Gisela Chiles Chiles Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 93

94

Aurelio Chiles Ruano

Edad: 70 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Tercer grado de escuela 95

Rosendo Paspuel, la viuda, la calavera, las huacas, los cagones, el carro de la otra vida y la vieja Soy nativo de aquí, nosotros somos indígenas. Mis abuelos vivieron aquí en el primer tiempo. Nosotros somos los venideros de ellos. Nosotros ya vamos a la tercera época que Dios nos ha mandado. No sé de aquí en adelante cómo venga el tiempo. Dios lo sabe, no nosotros. Dios puso el bien y el mal. A base de eso existe el diablo y Dios todopoderoso. De Dios, que es el primer padre, sale el Dios padre. De ahí sale el hijo Jesús y de ahí se desprende Satanás, a base de eso hay pactos con el otro. Dicen que Rosendo Paspuel ha sido compactado con el diablo. Pasa que nosotros no lo hemos visto ni lo conocimos a Rosendo Paspuel, el abuelo de mi mujer. Pero él fue una persona igual a nosotros. Bajando de la Laguna Verde ahí está la R y la P, que quieren decir Rosendo Paspuel

Nombre: Cintya Yorlenis Chuquizán Tulcán Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 97

Tufiño era un caserío de una comunidad que fue Comuna la Esperanza: ahí están las convocatorias, los libros de los primeros antepasados. De ahí venimos nosotros saliendo, de ahí ya murieron. Nosotros hemos andado en nuestra juventud por esto que era oscuro. Yo bajé a donde mis tíos sin interés de ninguna ilusión a pedir un dinero prestado. Pasa que encontré a una señora sentada, le dije con respeto: “Buenas noches”. Pero ella no contestó, se quedó sentada, solo gangoseo, ¡ggrrr! Ahí la vi de que era la viuda, era una sombra negra. Otra vez con mis hijos y mi señora salimos al baño. En ese poste blanco estaba sentada una señora de negro. Ella les dijo: “Vengan, hijitos, a conocer esta fantasía”. Pero mi guambra, que llama Mauricio, dice: “Le voy a dar con una piedra”. Y hace que coge la piedra, y la fantasía para que la vean se zafa el manto negro, entonces la vimos patente que era una calavera. Otra cosa que me sucedió fue a las doce de la noche. Nosotros siempre hemos andado en el campo cuidando nuestros bienes, el ganadito, porque por Monte Lodo había mucho robo. Con mi guambra íbamos a andar rodeando, pero justo ese día salíamos viniéndonos para acá a la casa, cuando en una ladera vimos una sombra negra. Cada que nos acercábamos, se iba viniendo por este lado izquierdo y más arriba alzábamos caminando, y ella también, y después cruzó a otro pedazo. Hasta que por una mata se hizo humo esa sombra. Eso fue una fantasía y ahí se quedó. Yo conversé estas cosas con los

Nombre: Damarís Belén Tarapués Chuquizán Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 98

compañeros. Ellos dijeron eso es una buena seña, porque en esa mata tal vez hay algo como los infieles. Pasa que allá ha vivido mucha gente en los tiempos de antes, por eso tal vez haya una huequita grande de los antepasados. Dicen que cuando tienen el oro sembrado, se asoman a algún inocente. Nosotros somos indígenas de la Comuna la Esperanza. Esta Comuna nos dio recuerdos. Yo tengo un pedacito en un punto llamado Bellavista, mi pedacito es a la cordillera del río. Yo una vez fui a quedarme a la posada de una parienta, ya estaba acostado, cuando salimos por un ruido raro. Y vimos un tropel que bajaba sonando, como que tiran alguna cosa a la carretera, y justo cuando pasó al frente de la puerta donde estábamos en la posada, pasó diciendo: “Por vos, compadre”. Y otro contestó: “Por vos, comadre”. Y yo le digo a la pariente: “Voy a ver qué pasa”. Pero ella me dijo: “No, don Aurelio, esas son fantasías, nos comen a todos”. Otra historia que me pasó es que pasa que me saqué unos realitos al banco y me compré un ganadito. Yo me fui a cuidar al páramo el ganado. En el páramo había ya la chocita. Un cuñado me fue a dejar. Por tanta humedad que teníamos en el suelo, para dormir fuimos a cortar unas chanclas para poner ahí unos frailejones y dormir. Entonces nos fuimos al filo de la peña, ahí había un montesito, cortamos. Después ya nos íbamos, se hizo las seis, y ya saliendo con las varitas, le digo a mi cuñado: “Vea, una, dos, tres achupallas, las voy a cortar”. Él me dijo: “Bruto, nos coge la noche, yo sí me voy, si vos querés,

Nombre: Nathaly Cuesta Chenás Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 99

quedáte, si no vos verás, verás”. Al otro día, ellos ya se vinieron. Yo dije: “Voy a sacar esas achupallas en ese filo”. Y me fui… Cuando haiga. Eso ha sido plata de corte, si yo las sacaba esa noche no estuviera aquí. Contando eso me dijeron que eso ha sido la plata de corte. Inocentes del caso. Justo ahí mismo lo vi al carro de la otra vida. Yo estaba trabajando en las alcantarillas de la carretera. Yo venía con estos pilares de madera, venía en un carro del señor Aníbal Flores, veníamos creo que a las doce o tres de la mañana, no me acuerdo. Ya por el Artezón vimos unas luces azules. Yo le digo al compañero: “Pare, en la Peñablanca se están llevando el ganado”. Entonces pegué un grito porque yo era un poco mayordomo. Grité tres gritos. Y el carro bajó por la cuchilla y cogió la huecada a la Laguna Verde. “¡Chucha!”, dije yo, “se fue el ganado”. Pero al otro día amaneció y corre a ver el ganado. El ganado estaba ahí. En la montaña, cuando recién entré, todo esto era monte. Nosotros hicimos un aperadito de hoja en ese entonces, para la agüita que no se pase, esa hoja de capote, la hicimos con un hermano que era mudito. Ya se anocheció y la tapamos medio, medio. Recién llegados, ya nos acostamos, hicimos una candela para que nos abrigue y unas varitas como cama, para tratar de acomodarse. Mi hermano en el canto y yo al cucho. Y cuando el mudito me soba, me menea, cuando la veo una cabeza como calavera entrando al fogón. “Carajo, la gran putas”, dije, “quién putas es”. Hice sonar la peinilla, cuando de una salió a toda mierda. Por allá lanzó un gran grito, cosa que retumbó ese monte. ¡Qué putas sería! La vieja, otra fantasía, y se fue gritando, más después gritó otro rato, más lejos más gritó.

100

101

102

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura indicando cómo se organizan los tiempos de tus abuelos, de tus padres y el tuyo. Toma en cuenta lo que aparece explicado en el primer párrafo del texto.

Completa la siguiente figura indicando la relación que existe entre Dios, el diablo y Jesús. Toma en cuenta lo que aparece explicado en el segundo párrafo del texto.

103

Completa la siguiente figura comparando a la viuda con la calavera, de acuerdo a lo que aparece en el texto.

PARA CREAR Busca elementos naturales en tu medio como piedras, tierra, ramas, hojas secas y flores; luego reúne elementos reciclables de papel, plástico, vidrio y aluminio. Con todos ellos elabora un collage donde estén representadas la viuda y la calavera.

104

Wilson Guillermo Ruano

Edad: 77 años Lugar de nacimiento: Chiles, Colombia Lugar de residencia: Tufiño, desde hace 40 años Escolaridad: Ninguno 105

Melchor, el carro de la otra vida y el cueche Yo era guambrito cuando vinimos a trabajar en esta carretera. Ganaba cuatro sucres, después ganaba veinte sucres. Aquí habían unos poquitos caseríos, estaban los del finado José María Pozo, el señor papá de la finada Pastoriza. De ellos eran las poquitas casitas, eran pocas casas. Una vez, ahí en la Rutina, más acá abajito, ya estábamos venidos para acá, habíamos acabado el trabajo en la carretera. Al otro día fuimos a ver y el tractor había trabajado solito, toda la noche había estado trabajando solito, mientras el chofer dormía en el campamento. Eso había sido el trabajo del tío, el de arriba, Melchor, que le dicen. Ese es un ser que ayuda a trabajar al empactado, así ha sido antes. Eso ha sido algo lícito que han visto todos los mayores. En Cumbal también se supo que había pasado el carro de la otra vida. Eso fue en la procesión de la Semana Santa. Una señorita ha salido a ver la procesión y ahí atravesado lo encontró al carro. Ella se ha librado porque se ha acordado del Señorcito. Mi papasito abuelo también decía que ha estado saliendo de adentro de Mayasquer y se han quedado en Pindara. A lo que ha estado llegando ahí, ha estado el cueche hecho como toro, enroscado. Si mi papasito abuelo lo cogía se lo podía comer o lo enfermaba. Eso era lo que habían visto ellitos.

Nombre: Yesenia Maribel Caipe Yanascual Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 107

G

H

S

E

Ñ

O

R

C

I

T

O

Q

W

C

E

R

T

Y

U

J

U

K

K

P

O

S

E

M

A

N

A

S

A

N

T

A

I

C

F

G

A

D

S

C

S

A

S

U

C

R

E

S

Z

X

C

V

A

B

N

M

M

K

A

D

C

A

M

P

A

M

E

N

T

O

V

R

Q

A

S

D

B

R

C

U

E

C

H

E

F

R

G

H

J

K

R

Q

W

E

R

P

R

O

C

E

S

I

O

N

O

R

T

Y

U

O

U

I

O

P

Q

E

I

W

E

R

T

Y

T

S

U

I

O

P

D

M

P

O

M

U

T

Y

T

T

E

W

Q

O

A

S

D

F

G

E

A

M

P

A

M

E

N

T

O

G

H

Z

R

H

J

K

L

M

L

Y

Ñ

T

Y

L

R

K

J

H

G

O

F

O

R

U

T

I

N

A

A

Z

R

O

X

A

C

V

B

P

A

B

U

E

L

O

C

B

O

S

Z

A

R

X

C

V

B

A

B

N

M

Z

X

C

V

I

V

T

Q

V

B

E

S

O

L

I

T

O

F

R

E

C

D

X

T

F

R

U

G

A

S

F

E

R

S

R

E

C

X

F

H

E

D

O

D

A

E

A

J

Q

S

A

E

B

B

P

A

S

T

O

R

I

Z

A

V

R

X

O

C

M

C

U

M

B

A

S

S

D

F

F

G

H

J

I

Q

E

V

E

C

U

M

B

A

L

I

B

N

E

V

C

X

Z

D

Z

X

S

G

T

R

A

C

T

O

T

H

O

R

U

Y

T

F

A

Q

O

S

D

F

G

H

J

K

L

A

S

A

C

B

T

H

F

S

J

E

M

P

A

C

T

A

D

O

S

A

M

E

L

C

H

O

R

108

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Quien cuenta la historia dice: “Eso ha sido algo lícito que han visto todos los mayores”. ¿Qué significa que sea lícito? __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ Completa la siguiente figura indicando los hechos lícitos e ilícitos que pueden existir en tu zona.

109

PARA CREAR Dibuja al carro de la otra vida. Pregúntales a tus padres cómo es.

110

Pastora Amelia Paguay Chiles Edad: 71 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño, barrio Obrero Escolaridad: Ninguno 111

El duende, el guagua auca, Lucifer, el perro, el cueche, Rosendo Paspuel, la viuda, el espíritu que cuida y la vieja del fogón Más antiguamente en Tufiño no había ni una casa de teja, de ladrillo, era puro lodo, puro ramas, era callejones no más. Al cruzar esos callejones se encontraban los guagua aucas, unas fantasmas, caballos que relinchaban remoliéndose, un algo que daba miedo. Así nos criamos. No había trabajo, nuestros padres eran pobres, nos criamos en la pobreza. La lucha era dura. Al otro lado del río, había leña y yerba, vendíamos la leñita, la hierbita, nos íbamos a recabar a Colombia porque en Tufiño no había nada. Un ingeniero vino y nos dejó regalando el apellido para darle nombre a esto. En ese tiempo no había agua potable, nos íbamos al río a lavar la ropa. Ahí en unas piedras grandes, sabía estar el duende puesto un sombrero grande tocando el bombo, tas, tas, tas. Una vez lo vimos,

Nombre: José Paúl Chiles Chamba Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 113

como un niño, pero nos dio miedo y no volvimos a ver. Nuestros papases decían que eso no es de ver, que eso es malo, porque se lo comen a uno. Lo que sí víamos es que cuando yo fui escuelera nuestro profesor era Luis Osejo. Escuchábamos un guagua que lloraba, un lloro bien funesto. Yo le avisé al profesor, fuimos a ver, eso era en el terreno del finado Isaac Flores. Fuimos a ver y eso era en un moral, donde había muchas ramas, bien tupido, con flores. El profesor dijo: “Vean, niñas, ustedes bien que han visto adelante porque si no se las comían, eso no es guagua, eso es guagua auca”. Le dicen guagua auca porque son botados por las mujeres que están embarazadas, los botan en las ramas y se cría como fantasma. Decían, pues nosotros no sabimos. Cuando mi hermano se chumaba a nosotros nos sabía dar miedo, porque lo gritaba al Lucifer. En la puerta se escuchaba un caballo que relinchaba, remolía como frenos y se quedaba. Una vez al otro día, se alocó y gritaba, en el patio asomó bastante caca de caballo. Eso era el miedo porque remolía como frenos. Eso no habían casas modernas como ahora. Eso era un camino lleno de ramas de guantos. Aquí en esta puertica, una vez viniendo de recabar el monte, yo lo vi a un lindo toro, padrón, colorado. Otra vez, yo ya casada, no es mucho, ahí viniendo de la escuela, me parecía que mi marido chumado gritaba, y entonces yo me fui para allá. Aquí, donde vive la Nubia, ahí se me subió un perrito grande,

Nombre: Richard Arley Ipial Fraga Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 114

como uno que tenemos llamado Vencedor. Yo, como estaba encinta, estaba puesto así la mano, cuando el perrito se subió aquí a la mano y caminaba adelante, adelante. Era la frente blanca y la mano blanca. Pero yo no saqué mi mano, sino que estaba así. Cuando aquí en la esquina había un poco de sauco, el perrito bajó de mi mano y se metió a los saucos y no volvió a salir. Otra vez, en la montaña, no aquí, me salió el cueche convertido en culebra grandota. Dijeron que era el cueche porque yo me encogí, me engranujé y me emparalicé. Decían que es el cueche pero en culebra. Contaban los mayores que en ese tiempo todo era bravo, el monte grueso, el ganado bravo. En ese tiempo había una persona que tenía hartísimo ganado. Y lo veían que llegaba a la Laguna como persona, se desvestía y se metía; cuando lo veían al otro lado es que pasaba hecho toro. Ese era el que arriaba el ganado. Eso dicen que por ahí están las letras grandes de Rosendo Paspuel que ha sido compactado. Eso contaban nuestros papás. La viuda yo la encontré. Una vez me fui abajo entre tres y la topamos a la viuda. La viuda ha sabido andar alto y mirar de lado a la persona. Ella pasó y yo seguí. Otra vez vuelta la topé y ya vi que ha sido fea. No es mucho que estuvieron acomodando la carretera, en la vuelta de la Atusara, que llamaba antes, ahí un señor, en la pared de la carretera, en el tractor, encontró una olleta grande de plata. Es que los antiguas, cuando dijeron que venía la conquista, dejaron enterrando todos sus teneres. Por eso la gente sabía irse a cavar para sacar los muñequitos, las ollitas. Pero eso siempre hay un espíritu que cuida, eso es un ruido, un sonido. Por eso van varios y no pueden tener ambición, porque eso sabe esconderse. Mis papases conversaban que la vieja del fogón eso es para los mal mandados, para los hijos desobedientes. Contaban que un señor lo mandaba al hijo a acarrear agua, pero que el hijo no ha querido sino que se ha quedado en el fogón. Cuando sintieron un ruido y lo vieron al hijo colgado de cabeza por desobediente, muerto goteando la sangre en las tinajas de agua.

115

116

Completa la siguiente figura resumiendo las principales ideas expuestas en el texto.

PARA CREAR En el siguiente recuadro crea una sopa de letras con los términos empleados en el texto que son propios de Tufiño. Luego comparte tu trabajo con algún compañero para que se encargue de buscar las palabras que tú has puesto en la sopa de letras.

117

Rosalino Paguay

Edad: 74 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño, barrio Obrero Escolaridad: Segundo grado de escuela 119

El duende, la papa de la vieja y las mariposas Más antes Tufiño mismo se llamaba, apenas eran dos casas de paja que había en el centro, todo era montaña. Yo vivía por acá entrico, donde tenían una casita mis abuelos. Ahí vivía junto con ellos. En ese tiempo, como todo era montaña, mi abuelita se había enduendado. Había una playa por allá adentro y una piedra grande. Entonces la había cobijado el duende. Ella no podía estar tranquila por las tardes. Por la tarde llegaba el duende por la tronera de la casa y le tiraba piedras, basuras y tonteras adentro de la casa. Ella seguía haciendo fuerza a irse con el duende. Hasta que alguien le dio un remedio secreto: que mate un puerco negro y el cuero lo desuelle, no lo chamusque, y se lo cobije en la espalda con la carne para adentro. Y en verdad le hacían eso y poco a poco el duende se fue retirando.

Nombre: John Sebastián Tatamués Guerrero Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 121

El duende es como un niño chiquito con un sombrero grande, sabe andar brincando en los ríos, hace sonar un tamborcito. Eso es por ahí de seis y media en adelante, ya comienza a hacer ruido en los puestos de silencio del río. Yo viví una temporada en el Moquillal cuando trabajaba en la Compañía Hernández, en esta carretera que conduce a Maldonado. Yo trabajaba haciendo leña para pasar la vida. Yo tenía una chocita en una parte que la llamamos La Centella. Esa choza la dejamos botando por ahí unos tres meses. Hicimos una choza en la vía, porque ahí estaba la Compañía Hernández, para estar cerca de los demás amigos trabajadores. Un día se me ocurre devolverme al rancho que habíamos dejado botando. Y a mí se me ocurre arrancarle una mata de papa que había criado en el cerco de la choza. Eso decían que era la papa de vieja. Yo la cogí, la pellizqué y estaba aguadosa. A mí me dio recelo, miedo, me senté a fumar un cigarrillo. Estaba con bastante miedo. De ahí me vine a la choza de la carretera. Tuve que hacer fuerzas a salir corriendo para afuera. La mujer y los hijos les dio bastante miedo de mí. Me cogieron y me amarraron con una cuerda de cerda.

Nombre: Paola Mabel Malte Ruano Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 122

Por la noche yo quería salir corriendo, a irme. Fuera del rancho teníamos unas hojitas de tanque pegadas ahí para que no entre el viento. Y llegaba y raspaba durísimo de afuera. Se sentía clarito lo que raspaba. Yo, pues, al menos quería salir en desgracia de ahí. De ahí me amarraron con la soga, quemaron azufre, tantas fuerturas. Un amigo que vivía al lado, que llama Luis Arteaga, me favoreció. Hizo unas oraciones. Y así se alejó la tentación. Cosa que se iba quemando la montaña con ese ruido que se largó. En ese tiempo que trabajaba en el Moquillal, una tarde tenía que entregar un viaje de postes para cercas mismo. El que iba a entregar el viaje llegó ya tarde, retrasado. Y se soltó a llover por la tarde. Nosotros era de salir toda la familia en ese carro. Y pasa que ya se nos hizo de noche, pero nos venimos. En esa parte que llamamos Las Cruces, ahí el carro casi se nos va peña adentro. Ya colgada la delantera había estado. El señor chofer se bajó renegando con un machete y acomodó las luces, porque se apagó las luces. Y casi cae adentro al abismo. En ese rato los chicos que yo tenía chillaban durísimo porque la cabina se llenó de mariposas, una cosa tremenda que hacía bramar el parabrisas. Ya cuando se compuso las luces nos vinimos. En el Jucal estuvo más sorprendente. Clarito le vimos por la ventana del carro una mano que se extendió. Decían que eran los espíritus de los finados que murieron en esa alcantarilla de las cruces. Ahí murieron seis que se ahogaron, se tapó la alcantarilla y destapando la alcantarilla se fueron río adentro. Otra historia que me sucedió es ésta. Más antes yo tenía una finquita en Pan de Azúcar. Con un hijito sabíamos salir a pescar de noche en la quebrada de río Plata. Yo iba con anzuelo y ellos iban con atarraya adelante. Cuando de pronto un pescadito empezó a picar y a picar, y me tiraron un piedrazo y me agarró el sombrero. Ese rato cogí miedo y me fui con los jóvenes, ya no me despegué de ellos.

123

124

PARA CREAR Busca en tu zona una papa que se parezca a la papa de la vieja. Llévala a tu salón de clase y compárala con la de tus compañeros a partir del cuadro que abajo se presenta. Después de la comparación, escojan entre todos cuál es la papa más parecida a la de la vieja.

125

Miguel Ángel Paguay Edad: 67 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Chilmá Alto, desde hace 45 años Escolaridad: 8 meses de escuela 127

Los cueches, el duende, la viuda, los entundados y la procesión Soy soltero, casado, divorciado y amancebado público. Soy indígena de los de la Comuna la Esperanza de Tufiño. Fui un muchacho huérfano, me habían regalado a una familia Amuy, que me trajo a Tufiño. Con el pasar de los tiempos llegué a trabajar a la Comuna como curioso a las mingas. La Comuna la Esperanza me reconoció como indígena y me casé con una comunera. La vida pasa y ahora llevo 25 años de separación. Vuelta me conseguí a doña Segunda por acá. Aquí, antes, cuando recién entrábamos a pie, llamaba Machines, eso consta en una historia de la Comuna, pero como ya pasó la carretera se le puso Chilmá Alto. No nos hemos puesto al reconocimiento de por qué ese nombre. Pero se llamaba Machines porque había el mono machín, que en partes le dicen el mono mongón. Hemos pasado en el monte. Ya nos dieron los pedacitos de tierra. Los terrenos no tienen medición, sino que tienen el respeto por el documento. La Comuna, como es sabido que es Comuna de minoría, sigue produciendo para la juventud y estos terrenos no son embargables, de acuerdo a la ley de comunas, ni tampoco son autorizados para prendarlos como préstamo. Esto es como si nos hubieran emprestado, no más.

Nombre: Arley Santiago Pantoja Tulcán Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 129

Los mayores han sabido viajar a Quito a pie en las comisiones luchando por estas montañas para coger este poco de tierra. Ellos la han cogido para los que han venido y se han quedado, y vuelta para los que vienen y los que vendrán. Por acá, en este camino, yo trabajaba en la carretera. En el Rosal, de la antena para más arribita, sabíamos cargar las canecas de diesel a dar al Jucal, desde Potrerillos, que es donde estaba el campamento. Por ahí sabían chillar los cueches, que son como toros, que ardían como estar pelando una cabeza de res. Los mayores decían que no nos metamos por ahí porque lo mea el cueche y da como chanda. Con el duende tengo un caso que a mí me pasó. Cuando yo vivía en la hacienda de San Luis, cuando yo era muchacho, me mandaban a cuidar las ovejas. Mi almuerzo era mortiño, mora, lo que hallaba a la orilla del monte. Una vez movía allá atrás, del cuartel para atrás hay un dique, por allá movía y movía. A yo me daba miedo porque había una chorrera de agua, y tras la chorrera era que movía. Y yo miré y vi que había una hamaca y era que el duende vago se lo ha llevado a un señor. Me fui a avisar. Ya se hizo gente y nos fuimos a ver. Allá, como yo era muchacho, me fui metiendo con los mayores a ver qué pasaba. La hamaca era de bejuco moyantin, y ahí estaba atrapado. Y tenía majada de caballo que le llevaba el duende para que coma como si fuera pan De ahí lo sacaron y se salvó de morir.

Nombre: Diana Gisela Malte Arévalo Edad: 10 años Institución: Escuela Víctor Manuel PeñaherreraLugar de residencia: Chilmá Alto 130

A mí me pasó este caso. Nosotros sabíamos madrugar a traer la panela, en el bus del padre de Chiles, el padre Fernández. Nosotros sabíamos irlo a encontrar para que nos den una naranjita. Todos pasaron por una zanja. Pero a lo que yo piso se me zafa el bordo y me fui para dentro. Eso era un túnel de lodo. Yo miré y de un lado me acudían unos guaguas chiquitos, con sombreros grandes, tocando como banda bonita; alzo a ver al otro lado y vi un toro que me seguía a embestirme. Yo me agarraba a la pared y ese túnel que me tragaba. Yo chillaba que me favorezcan, pero no había quién. De ahí ya toman en cuenta y regresan a salvarme. Pero no podía caminar. Llegué a la casa a caballo, malo. El cueche se me había pegado a una pierna, la pierna era como tela de huevo, como picada. Por otro lado era que me había perseguido la duenda. No había curación, ¡chuta!, me amarraban. Entonces cogía y arrancaba el cabestro o soga que me ponían. Yo veía una señorita que saltaba por la casa y me ofrecía la mano, que vamos. Los mayores han tenido un secreto, las guascas de cerdas, de cola de los animales, y solo con eso me sujetaron. Mi mamá, la que me crió, no sabía para dónde coger. Pero le conversan que vaya a Chiles, por entre Tufiño y Chiles, a donde una señora que le han sabido decir por apodo doña Cumba La Negra. Eso era por el otro lado por donde el finado Leonardo Játiva. Entonces la trajeron a esta señora y de tanto soplar me curaba del cueche y de la duenda. Pero cuando me empezaron a curar, la señorita se me volvió a aparecer y me dijo que yo era un sucio por coger cosas sucias.

Nombre: Jennifer Damarís Paguay Ruano Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 131

Al año seis meses pude caminar. Ya caminaba poco. Podía asentar la pierna. Eso es una mala cuestión del duende y el cueche. Son cosas malignas. Decían que a mí me dio el cueche colorado, que el cueche blanco o el negro son más malos. A mí también me salió la viuda. Cuando fui joven me gustaba el traguito. Una vez me chumé en Tufiño. Les dije que me esperaran que iba por una botella. Me fui por el coliseo de Tufiño, por donde doña Matilde, a ella se le golpeaba la puerta y decía que si es con lo pronto para levantarse, quería decir que si va con la plata se levantaba a vender, o sino decía que si es fiadito vale masito. Y ahora ya picado qué va a estar con unita. Entonces me fui para donde doña Matilde. Y ya saliendo a donde es la entrada al mercado nuevo, la veo sentada como dormida, con los follados anchos de lana, y pañolón negro. Ya voy, me le acerco y le digo: “¿Qué hace, mama Matilde, aquí?”. Pero yo bien convencido y sencillote de que era ella. Cuando en eso me alza a ver, ¡puta!, era un monstruo. Cogió y se volteó los senos para atrás. Yo, francamente, no supe qué hacer. Se me fue la chuma. Ya del ansia pegué la carrera y a chillarle a los compañeros que me favorezcan, que la viuda me sigue. Otra vez, hubo un baile en la hacienda donde vivíamos. Después a mí y a otro compañero nos mandaron a traer trago. Nosotros del miedo no queríamos ir, porque había una cruz donde lo habían matado a un señor. Pero nos fuimos cogidos la mano. Y ahora, rezábamos del miedo. Y pasábamos derecho por el otro lado de la cuneta. En el puente había otra cruz, por donde pasaba la acequia de agua que caía a río Chico.

Nombre: Jostin Sebastián Martínez Perengüez Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 132

Entonces, vuelta, nosotros nos entundamos, del miedo nos entundamos. Y ahí en ese dique donde el agua se estancaba veíamos unas casas qué lindas como espejos. El compañero me decía: “Pasarás despacito, no vayas a quebrar esos espejos”. Y cuando nos despertamos, vemos que estamos al borde del dique, cosa que si caíamos abajo nos matábamos. Esta es otra historia. Nosotros estábamos destapando una alcantarilla. Y un pájaro cabecicolorado daba vueltas y era como si se riera. A mí me pusieron en la motoniveladora. Cuando, ¡tras!, un estruendo. No sé cómo se destapó esa alcantarilla, pero el caso es que se murieron siete hombres en Las Cruces. Yo voy a ver y miro las tripas de los finados en las puntas de los árboles. Ya los familiares salieron a llevárselos. Los sacábamos ya picados, como si fueran hornado. Los sacamos y ya se hizo el velorio. Había un amigo que era hermano de Damasio Paspuezán. Él era bien llevado conmigo, andábamos juntos a donde quiera que sea. Nosotros hallamos los cuerpos de los otros, pero a él no lo encontramos. Al mes, yo me soñé con él. Él me dijo en el sueño: “Chachay, qué frío, váyanme a sacar”. Yo les dije a los familiares. Ellos fueron y encontraron solo la pierna. Pero yo no trabajaba en la carretera, estaba de ayudante de un bus del finado Teófilo Flores. Entonces, por mala suerte el carro se quedó dañado por la Concepción y me tocó dormir ahí. A mí me dio pena de no

Nombre: Saira Briceida Quintanchala Arévalo Edad: 9 años Institución: Escuela Víctor Manuel Peñaherrera Lugar de residencia: Chilmá Alto 133

poder ir siquiera a la velación de la pierna. Entonces ya me dormí. Cuando en medio del sueño me llegó otra vez, y quería abrirme la puerta del bus, pero me desperté por la aullada de los perros. Luego se me presentó en otro sueño. Me avisó que estaba al lado de una puerta y debajo de una cortadera. Yo así mismo le avisé a la familia. Y así mismo encontraron una mano. Pero así mismo el bus en que yo trabajaba se varó, y me tocó quedarme a dormir por allá en la carretera. Y así mismo se me presentó en el sueño, pero bravísimo, ahora la abrió la puerta y me pegó una punta pié. Eso me hundió las costillas, cosa que al despertarme yo lloraba del dolor porque la costilla se me iba saliendo. Yo me salí del bus y me encontré con unas señoras de Chapuel que sabían ir a vender yerbas todos los días al mercado. Ellas dijeron: “Se ha dañado el carro de don Teofilito”. Yo salí y les dije: “Llévenme que me ha pegado un muerto”. Ellas, como sabían, me dijeron que ha de haber sido que no cumplió con el deber de amistad, no fue al velorio. A las cinco y media llegué. La mujer del dueño del bus dijo: “Cómo te vas a venir, ya te van a robar la herramienta”. Entonces don Teófilo, más calmado, me dijo que contara qué es que ha pasado. Yo le conté. De ahí me fui a confesarme, le pagué una misa y con eso ya no volvió más a molestarme. Hay otra historia de un hombre al que le salió el diablo. Este hombre tenía una en Cumbal, una en Panam, una en Chiles y la otra en la casa. Él pasaba en turno desde Cumbal visitándolas a todas. Él salió de Cumbal a las doce de la noche, cuando en el camino, ¡tas!, le salió un alma blanca que no lo dejaba pasar. Entonces se fue al agua a pasarse por ahí. Y vuelta, ¡tas!, el alma a atajarlo. Tres intenciones que hizo, hasta que dijo: “Pendejadas, voy a estar haciéndome burlar de esta alma en pena”. Entonces se quitó el calzoncillo y se lo puso en la nuca. El alma ya lo dejó pasar. Y siguió el camino, no carretera, antes callejones no más. Y cuando sintió que una sotana lo cogió de gancho y le roncaba, pero él no comprendía qué le decía. Al llegar al Cucurucho, ya para salir a la Poma, él miró que venía como un carro. Pero qué carro si no había carretera. Cuando en una de esas una trompada lo botó a la carretera. La ánima se le botó encima. Él alzó a ver y vio que era una procesión, el esqueleto nuestro desque era la carrocería, y en medio iba el cristiano en cuerpo y alma. La cabeza eran las ruedas del carro, los dedos eran las palancas, las espelmas eran las canillas, por eso decía que el cebo nuestro es azul, lo que lloraban las espelmas eran azules. Y el diablo patojo pasaba arreando con un juete a los diablitos chiquitos. Y esos diablitos decían: “La carne humana me hiede”. Cuando después de una hora, ya la ánima fue levantando, fue dejándolo que se levantara. Ya eran las cuatro de la mañana. Resulta que ya cuando ha llegado a Panam, la iglesia estaba abierta y el ánima lo ha dejado ahí. Él se despierta y se ve en la iglesia. Por eso es preferible dormir en un cementerio y no en la iglesia. Él, después, lloraba y aconsejaba a los hijos que no hay que ser como él, porque lo que le pasó fue por ser tan mujeriego. 134

PARA RECORDAR:

Resuelve el siguiente crucigrama • Elabora una lista con los principales acontecimientos que recuerdes. Horizontales

• ¿Qué hacían las personas para protegerse de los indios bravos? A. Nombre que antes tenía Chilmá Alto. • ¿En se convertían los muchas indios bravos? B. Así sequé le dice a quien tiene mujeres. ¿Quédel le echaron a la Laguna Verde para que se enfureciera? C. •Color cebo nuestro. D. Combustible utilizado en la construcción de la carretera. E. Animal que quería embestir a quien cuenta la historia. F. Familia que adoptó a quien cuenta la historia. H. Nombre y apellido del propietario del bus. • ¿Pordel qué creesque quelalaviuda Laguna enfureció I. Parte cuerpo se Verde la echasepara atrás. cuando le echaron sal? J. Lo que qué el enduendado creía que bravos era la majada de caballo. • ¿Por crees que los indios se comían a la gente? K. Apellido del sacerdote de Chiles. L. Tipo de prenda de vestir que llevaba puesta la viuda. M. Uno de los alimentos que consumía en la hacienda San Luis.

PARA REFLEXIONAR

PARA CREAR

Verticales

• Realiza un dibujo con esta historia. Conviértelo en un rompecabezas e 1. Ser que se llevó señor que estaba tras la chorrera en una hamaca. intercámbialo conaltus compañeros. 2. Ser que gritaba cerca del campamento de la carretera. • Cuéntale esta historia con tus propias palabras a tu familia o amigos. 3. Nombre del río al que caía la acequia. (Invertido). • Pídeles padres, abuelos o amigos que te cuenten otra historia parecida 4. Apodo de alatus curandera. a ésta. Compártela en la próxima clase con tus compañeros. 5. Lugar donde estaba el campamento de construcción de la carretera. 6. Nombre que también recibe el mono machín. 135

7. A donde viajaban los mayores a pie. 8. Enfermedad que produce el meado del cueche. (Invertido). 9. Tipo de guasca con que amarraron a quien cuenta la historia.

136

PARA REFLEXIONAR Quien cuenta la historia dice: “Ya nos dieron los pedacitos de tierra. Los terrenos no tienen medición, sino que tienen el respeto por el documento.” ¿Qué significa el respeto por el documento? ___________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________

Quien cuenta la historia dice: “Pero yo bien convencido y sencillote de que era ella”. ¿Qué significa la expresión “sencillote”? ___________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________

Averigua con tus familiares y vecinos quiénes fueron cada una de estas personas.

137

Completa la siguiente figura indicando las características de cada uno de los siguientes seres del otro mundo.

PARA CREAR Relee los últimos tres párrafos del texto. Dibujar la procesión de seres del otro mundo que ahí se describe.

138

Luis Alfredo Lima

Edad: 76 años Lugar de nacimiento: San Nicolás Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Cuarto grado de escuela 139

La muerte y los duendes En Tufiño había una casita por la iglesia, ahí había una escuelita a donde íbamos los niños. De ahí la pasaron la escuela más arriba, donde tiene la casa el Marcos Paspuezán. Aquí eran poquitas la casas, había cuatro o cinco, no había más; lo demás era potrero o ciénagas. Yo tenía unos 10 años. Una noche llegaron a buscarla a mi hermana, porque había una señora que iba a dar a luz, que estaba quejándose. Tonces, a eso de las ocho de la noche, mi hermana y yo nos fuimos. Yo, todavía guambra, me quedé en un camino, en ese camino había una puerta, jugando ahí. La señora gritaba de los dolores. Yo no sabía qué pasaba. Pasaba que daban la vuelta por la casa unos perros. Esos perros iban como chillando, como que peleaban. Eso siquiera aguantó dos horas. Mi hermana por el ruido no podía salir de la casa de la enferma.

Nombre: Katherine Dayana Paspuezan Duque Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 141

Yo me quedé esperándola hasta que me quedé quieto. Yo me acerqué a verlos a ver qué es lo que pasaba por ahí. La señora seguía quejándose, yo la escuchaba porque la casa de ella era de paja. Ya a las doce o una se murió la señora y esos animales también se perdieron. A la señora la llevaron al entierro. Los hijitos me pidieron que los acompañen. Yo no pude dormir en esa casa porque la señora seguía quejándose y había unos ruidos terribles. Los duendes también veíamos. Teníamos un terreno, con árboles de pumamaque y pandala, nos mandaban a coger leña en esa parte. Pero de la quebrada nos botaban unos terrones así, donde estábamos sentados, eso era por ahí las seis de la tarde. Nosotros curiosos a ver qué era, en la noche pasábamos por ahí y tocaban la caja. Verlos no, pero sí los oíamos.

142

PARA RECORDAR:

Encuentra en la siguiente sopa de letras algunos de los términos claves que aparecen en la • Elabora una lista con los principales acontecimientos que recuerdes. historia. • ¿Qué hacían las personas para protegerse de los indios bravos? • ¿En qué se convertían los indios bravos? • ¿Qué le echaron a la Laguna Verde para que se enfureciera?

PARA REFLEXIONAR • ¿Por qué crees que la Laguna Verde se enfureció cuando le echaron sal? • ¿Por qué crees que los indios bravos se comían a la gente?

PARA CREAR • Realiza un dibujo con esta historia. Conviértelo en un rompecabezas e intercámbialo con tus compañeros. • Cuéntale esta historia con tus propias palabras a tu familia o amigos. • Pídeles a tus padres, abuelos o amigos que te cuenten otra historia parecida a ésta. Compártela en la próxima clase con tus compañeros.

143

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura indicando cuáles son los momentos más importantes de la historia.

PARA CREAR Elabora con plastilina los dos árboles que aparecen mencionados en el texto. 144

Marcos Paspuezán Paspuel

Edad: 76 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Cuarto grado de escuela 145

Los cargueros y Rosendo Paspuel Soy nacido y criado en Tufiño, y posiblemente aquí fallezca. En mi tiempo que yo estaba en la escuela habían las profesoras, pero casi no enseñaban, ellas se pasaban con los aduaneros de Colombia conversando y no enseñaban nada. Las pobres mujeres no iban a la escuela, los papas sabían decirles: “¿Para qué? Para no más de que hagan la carta con uno o dos años de escuela es suficiente”. Nosotros al cuarto grado salíamos de la escuela y nos mandaban al trabajo. Yo alcancé a conocer a mi abuelo, Eleodoro Paspuel, el papá de mi mamá. Yo estaba en la escuela, él nos sabía coger y conversar dónde ha sabido andar, cómo ha sido el trabajo de ellos. Eleodoro Paspuel, Sansón Papuel, Fidel Paspuel, Nicanor Paspuel, ellos se han sabido ir, no solo ellos, para Barbacoas, de cargueros con el peso de un quintal y medio. De Chiles iba Rafael Chiles. Todo eso han sabido andar entre quince y veinte personas, han sabido llegar allá y entregar allá, y venir cargado y vuelta entregar por aquí. Y han sabido vuelta largarse a la provincia de los Ríos, en Quevedo, eso de Ventanas.

Nombre: Alison Estefanía Chenás Tatamués Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 147

Ellos han sabido traer de allá aguardiente, para nuevamente irse a vender, han sabido andar ellos. De aquí para los Ríos llevaban carne y de allá traen aguardiente. Y con eso han sabido mantener a los hijos, mejor dicho a toda la familia, hasta que ellos en verdad sabían desenvolverse con la familia. Eso han sabido irse a puro pie limpio, no con zapatos, botas. Ellos iban llevando recortes de piel de ganado, eso remojaban en los chorros de agua para vendarse el pie únicamente para pasar por donde ha sabido haber la guadua, y de ahí han salido a donde no hay guadua y a seguir a pie limpio. La comida que llevaban eran habas, tostado y pinol. De espíritus que se aparecían en el camino no han sabido conversar nada. Lo único que conversaban es que una vez, ya cerca de llegar a Barbacoas, arrimaron a un campamento donde les vendían la comida porque los ranchos han sabido quedar lejísimos en la montaña. Entonces en ese campamento grandísimo ahí les vendían la comida, el corredor era en lo alto abrigado. Ellos llegaron que les vendan la comida para merendar y dormir en ese campamento, entonces todos han comido y se han dormido, pero el otro, el más menor, Eleodoro Paspuel, se ha dado la vuelta así por la casa y se ha fijado por las hendijas de la tabla. Entonces cuando él se ha dado cuenta por las hendijas ha visto un montón de cabezas de gente. Tonces ha estado ahí piernas, brazos, costillas, colgado ahí con alambre colgado de los tirantes.

Nombre: Anthony Joel Tatamues Ipial Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 148

Eleodoro fue a donde estaba la gente durmiendo y le pasó la voz al uno. Tonces de uno en uno se fueron despertando y les fue avisando. Ya llegaron a saber toditos y dijeron: “Vámonos, tenemos que entregar esta carga a hoy por la noche, no hay nada qué hacer”. Entonces los que vivían ahí les han sabido decir: “No se vayan, la comida les vendimos barato, ha sido la carne de gente”. Entonces, ele ahí, por no comer esa carne ellos. El problema más que la tenían, sabía decir el papá abuelo nuestro, que donde han sabido estar durmiendo ahí han sabido ir con un combo y dar en la cabeza. Y han sabido vender esa carne a todos los que han sabido andar por ahí. Eleodoro Paspuel también conversaba que Rosendo Paspuel ha sido compactado. Se ha compactado en el páramo. El compacto de él ha sido para tener plata y comprar ganado, tener llenito Potrerillos, desde la Comuna hasta la Peñablanca. Todo eso ha tenido el yeguarizo, o sea, caballos, hartísimo. De aquí se iba a Potrerillos acaballo a rodear el ganado. La mujer de él ha llamado Purificación Paspuezan, colombiana. Como Rosendo Paspuel ha sido compactado con el diablo, ha sabido llegar, amarrar el caballo y tirarse en la Laguna del Cerro del Medio y salir al otro lado como un toro. Y ha sabido salir y seguirse

Nombre: Fernando Javier Puetate Malte Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 149

majando con los toros bravos. Y de ahí seguir montando en las vacas. Ya de cansado, ha sabido tirarse vuelta a la laguna y salir persona al otro lado. Pero cuando llegaba a la casa que ha sabido seguir quejándose. No ve que era una persona y le quedaban rayadas las costillas, y todo eso. Pero de ahí ya se iba vuelta otra vez a la laguna a convertirse en toro. Tonces de ahí que la mujer lo siguió, lo siguió por donde va el rastro del caballo. Pero ya el trato de Rosendo Paspuel no ha sido tan largo porque ya falleció. Y eso que ha dejado escrito en una cueva, en el año 1916. Y de ahí, verá, han estado haciendo la carretera de herradura de Tufiño a Maldonado, ¿y qué pasa? En la carretera de Maldonado ha sido que se han ido con herramientas, barras, palancones, todo lo que entra en un trabajo. Y se han quedado en la Laguna del Cerro del Medio, en una cueva. Como el páramo ha estado quemado ha habido leña buenamente. Entonces ellos se han puesto a recoger leña y se han puesto ahí a quemar la leña para tibiar los avíos. Y cuando ya han sido entre eso de las siete de la noche, y se ha escuchado un grito arriba en el cerro Chiles, después más abajo, cuando de ahí en la quebrada del Baño que saben decir ya ha gritado.

Nombre: Liseth Carolina Puetate Paspuel Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 150

Entonces han dicho: “Púchicas, ¿qué es esto?” Tonces cuando de ahí ha llegado un ventarrón que no ha dejado ni las cenizas de la candela, la ha floriado todita. Tonces ellos decían: “Ahora, esto aquí nos mata”. Pero al Rosendo Paspuel no se le daba nada, él seguía acostado, venga quien venga. De ahí, ellos decían que recen, haciendo sonar los machetes que se iban para abajo a la quebrada, pero los derrotaban. Mientras estaban ahí encerrados en la paja, el otro ya estaba en la cueva. Así, oiga. Entonces qué dijeron: “Éste ahora nos mata”. Se repartieron, unos que dormían hasta la media noche y otros que hasta amanecer, turnándose. Es que Rosendo Paspuel ha sabido dormir con él. Entonces de ahí ¿qué es lo que ha pasado? Decían: “Recen, recemos”. Pero que no, que no podían porque no tenían los libros. Después el abuelo nuestro desque dijo: “En un terremoto rezamos así: Santo Dios, Santo Fuerte, Santos Inmortales, Misere Nobis, Ora Pronobis”. Me acuerdo de esas cuatro palabras que había sabido decir. Y con eso se despidió y no volvió a regresar más. Eso me conversaba mi abuelo.

151

152

Completa la siguiente figura indicando las características de los alimentos que consumían los cargueros durante sus viajes.

153

Competa la siguiente figura indicando cada una de las partes más importantes de la historia sobre Rosendo Paspuel.

PARA CREAR Dibuja un mapa de Ecuador y del sur de Colombia. Luego ubica los sitios que aparecen mencionados en el texto. Con flechas señala el recorrido de los cargadores.

154

Ángel María Ruano Paguay

Edad: 66 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Tercer grado de escuela 155

La viuda, el alma y los cacharreros Tuve un matrimonio y al poco tiempo Dios me lo quitó. Quedé con seis criaturas a mi cargo y a mi responsabilidad. Pero dando gracias a Dios los crié sin ayuda de nadie. Les di la educación hasta sexto grado. De los seis, fueron cinco varones y una hembra. Ya todos son casados. Yo hago mi vida solo. Aquí mismo una vez encontré a la viuda. Ella se presentó en pos de una señora casada. Le cuento que nos pusimos frente a frente y estaba de un lado a otro lado. Yo le dije: “Buenas noches”, y no contestó. Vuelta se pasó al otro lado, le volví a decir: “Buenas noches”. Pero no saludó. No contestó. Ella se fue por su lado y yo por el mío. Nosotros creemos que sí andan las almas, otros no creen. Un día encontré un alma, en pos de guerrillero, pero no era un guerrillero, era el alma de mi hermana. A las dos noches que la encontré me hizo revelar un sueño con bastante gente en una tierra desconocida. Y ahí se acercó a otra persona y le dijo a la persona que estaba al lado de yo: “De favor, dame la mano”. A la otra noche la volví a soñar y ahí me di cuenta que era el alma de mi hermana, pidiéndome perdón a lo que había hecho conmigo, me pidió perdón por el disgusto que me había dado. Me doy cuenta que fue la almita que la encontré, en el sueño me pidió perdón.

Nombre: Alisson Karen Ipial Tulcán Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 157

La vida yo me la ganaba cacharreando. Eso, pues, nos cruzábamos estos páramos. Cargábamos a las siete de la noche en Chiles, a esa hora marchábamos a dar al Ángel, veces a San Isidro, veces a Mira. Ahí esperábamos en un punto que se llama El Cabuyal, es un socavón por donde pasa el tren, y en cuanto pasaba seguíamos. De ahí nos largábamos a Cahuasquí, Pablo Arenas, Estación Carchi, Ibarra. Esa era la vida nuestra. Llevábamos el cigarrillo Piel Roja, el Sol, y a veces la tela Popelina, otras veces Casimir. Eso íbamos por caminos desviados, por el páramo. Por la carretera nunca. Una vez nos quitaron en las Lagunas, en el Voladero, nos quitaron todo. Todo lo comprábamos en Chiles. El viaje se demoraba según a donde íbamos. Al Ángel era ida y vuelta: nos íbamos a las siete de la noche, a las diez o a las once ya llegábamos allá, todo a pie. Si íbamos a Pablo Arenas, eran dos días. Uno se llevaba un pedazo de dulce, un pan, con eso nos manteníamos. De acuerdo a los pedidos que nos hacían nos íbamos entre doce, entre trece cacharreros. Si era un pedido pequeño apenas éramos dos o tres. Nunca nos sentimos inseguros por las tentaciones; nos sentíamos inseguros por la policía que podía salir y nos quitaba todo.

Nombre: Elvis Armando Tarapués Chuquizán Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 158

159

Completa la siguiente figura indicando las ventajas y desventajas del trabajo de cacharrero.

PARA CREAR Dibuja un mapa del norte del Ecuador. Luego ubica los sitios que aparecen mencionados en el texto. Con flechas señala el recorrido de los cacharreros.

160

Rosendo Paspuel Duque

Edad: 73 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Tercer grado de escuela 161

Rosendo Paspuel, la vieja, el cueche, la Mala Hora y los entundados Rosendo Paspuel era mi abuelo. Dicen que era compactado con el diablo. Y claro que ha de haber llegado a hacer ese pacto, porque mi papasito, Froilán Paspuel, conversaba que mi abuelo llegó a tener 60 reses, 28 caballos y 70 puercos en el Artezón. Propiedades de terreno no tenía nada, pero todo lo demás ha de haber sido que el diablo le dio esa fortuna. Él era el hombre aquí en Tufiño, pero cuando murió se acabó todo. De los hijos, nadie llegó a tener nada, todo se destruyó, él se acabó y se fue con todo. El pacto me parece que fue con el diablo, si no cómo se podía hacer. A mi abuelo, en ese tiempo que trabajamos en esta carretera, ahí en el Azuay con el contratista de la carretera, se lo encontró con dos de aquí de la Laguna Verde que habían sido puenditos, y mi abuelo se los dio al diablo. Ahí murieron esos dos y los botaron en un hoyito de monte. No ha de haber habido quién venga a reclamarlos, este pacto existió de mucho tiempo antes y fue por la ambición de tener. Las letras R y P están escritas de la Laguna Verde más arriba.

Nombre: Ángela Estefanía Tacán Mejía Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 163

Mi abuelo hizo ese pacto y no había para un puñete quién le aguante; para un trago, tampoco. Mi papasito dice que mi abuelo se zumbaba por encima de las matas sin que le pasara nada. Hubo una temporada en que los señores Tatamues y Villarreales, de los mayores, bajaron un ganado bravo de Potrerillos y lo amarraron donde la finada Fermina Tatamues. Ellos, ya tomados el trago, le dijeron a mi abuelo: “Vamos al que suelte el toro más bravo”. Esa apuesta se la ganó mi abuelo, porque soltó el toro más bravo, un toro que se fue al comedero y los asustó a todos, menos a mi abuelo. Él, por ese pacto, no había quién le gane en nada. Nosotros somos Pastos, somos indígenas de nuestra comuna. El nombre de Tufiño se le puso a todo esto por un señor de apellido Tufiño, me parece que era un ingeniero que regaló el terreno. Lo mismo en Cruzerira, ahí hubo un terremoto, los dueños murieron, y esto se repartieron en la Comuna, por ese motivo esta parte llama Cruzerira. Nosotros antes teníamos un terrenito ahí, en Cruzerira. Yo era guambrón todavía. Mi papasito en ese tiempo salía de acaballo a Tulcán y regresaba por ahí a las seis y media a la casa. Un día me dijo: “Váyase, mijo, a dejar el caballo al Cruzerira”. Pero ¿qué pasó?: que en un camino yo la vi a una mujer, yo iba cerquita a toparla, cuando le vi tenía tres patas para adelante, y llevaba la rueca tapándole la cara, la rueca es una cosa que hilan la lana, ponen ahí las mayores, eso era una rueca de tres patas, y ponían la

Nombre: María José Buitrón Mora Edad: 7 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 164

lana para tizar, tizar es aflojar para estos ponchos, es suavizarla, se la hila y hacen el poncho. Entonces ya me di cuenta que no era de ésta, y pasé por el lado, la saludé y ella me contestó con un gruñido, yo solté el caballo, pasé a Colombia y bajé a salir a Tufiño. Esa era la viuda. La vieja del monte conversaban los mayores que en esta montaña del finado Alejandro la vieron. Ellos fueron con los perros a echarle bala. Pero el finado Mesías Fraga decía que las carabinas no funcionaban, se cortaban y no podían pegarle. La vieja ha sido folleriamarilla y brinca de un árbol a otro, brincando, y con los senos se los botó para atrás, y se iba yendo de árbol en árbol, eso conversaba un mayor en esos tiempos que todo ha sido montaña. Nosotros, en ese tiempo, sembrábamos en esta parte del Salado. A mí me gustaba la cacería, yo tenía un fusil de los buenos, de los antiguas. Nosotros sabíamos irnos con el primo Néstor a matar las pavas. Pero una vez cuando salimos al Mirador, ahí había estado el cueche blanco. Eso era como un fuego blanco. Mi primo dijo: “No nos metamos, ese nos puede hacer algo”. El Néstor, que ya es muerto, fue y buscó caquita de caballo y se la puso en el sombrero. Entonces el cueche se hizo a un lado, eso estaba un sonido como cuando la paila está hirviendo.

Nombre: Melani Juliet Almeida Játiva Edad: 8 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 165

También otra vez nos apareció el cueche negro. Eso fue con mi papasito, cuando salíamos a pescar. En la quebradita había estado el cueche y cuando íbamos a pasar se encrespaba como cuando los perros van a pelear, por eso dejamos de ir a pescar, porque el cueche negro se encrespó. En Chilmá sí ha habido los entundados. Eso es Mala Hora. Aquí hubo dos Paspueles que fueron enduendados. Ellos desque querían irse tras una enamorada pero lindísima. Esa era la duenda. Para curarlos era buena una cerda y amarrarlos para que no se vayan. De allí los soplan con trago, ruda, ishpingo. En cambio, el duende se enamora de la mujer. Una señora en Chilmá se había enamorado del duende. Ella desque se iba detrás y no la podían detener. Pero la curación es la misma. Cuando el duende se lleva a las personas a una quebrada, les lleva el abono del caballo y a las personas les parece naranjas, y les dice que coman; así mismo el abono de ganado, al enduendado le parece que es cosa de comer. Yo también sé del carro de la otra vida. Yo tenía un cuñado de Tulcán. Él vino aquí a Tufiño como a las cuatro de la mañana. Me dijo: “Vámonos para adentro a Maldonado y llevará un costalito”. Yo entré a la casa y llevé el costalito. Nosotros nos fuimos hasta el Pan de Azúcar, porque por ahí había dicho el padre Ponce que estaba la mina de plata. Entonces nosotros íbamos a traer esa plata en el costalito. Total, nos fuimos a dar ese recorrido. Luego, nos vinimos como a las seis de la tarde. Nosotros vimos que venía un carro venia atrás por la parte del Rosal. Pero el carro no nos alcanzó en ninguna parte. Nosotros llegamos a Tufiño y nos quedamos esperando para verlo llegar al carro, pero no llegó. Ahí nos dimos cuenta que sí anda el carro de la otra vida.

166

167

168

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura comparando al cueche blanco con el cueche negro.

PARA RAZONAR Quien cuenta la historia se llama Rosendo Paspuel Duque. Su padre se llama Froilán Paspuel. Su abuelo se llama Rosendo Paspuel. De acuerdo a esa información responde las siguientes preguntas: ¿Quién es el papá del papá de Rosendo Paspuel Duque?

_________________

¿Quién es el hijo del hijo de Rosendo Paspuel?

_________________

¿Quién es el papá del hijo del hijo de Rosendo Paspuel?

_________________

¿Quién es el hijo del papá del hijo de Rosendo Paspuel?

_________________

169

PARA CALCULAR Rosendo Paspuel tenía 60 reses, 28 caballos y 70 puercos. De acuerdo a esa información responde las siguientes preguntas: ¿Cuántas reses le faltaban para igualar el número de puercos que tenía? ¿Cuántos puercos le faltaban para igualar la suma de reses y caballos? ¿Cuántos caballos le faltaban para que el número total de caballos fuera igual a la mitad de reses que tenía? ¿Cuántos caballos le faltaban para que el número total de caballos fuera igual a la mitad de puercos que tenía? ¿Cuántos caballos debía perder o adquirir para que el número total de caballos igualara a un cuarto de las reses que tenía? Si se suman todos sus animales, ¿cuál es el porcentaje que le corresponde a las reses? Si se suman todos sus animales, ¿cuál es el porcentaje que le corresponde a los caballos? Si se suman todos sus animales, ¿cuál es el porcentaje que le corresponde a los puercos? Si se suman todos sus animales, ¿cuál es el porcentaje que le corresponde a la suma de caballos y reses? Si se suman todos sus animales, ¿cuál es el porcentaje que le corresponde a la suma de puercos y reses?

170

Pablo Arturo Paspuel Paspuezan Edad: 53 años Lugar de nacimiento: Tufiño, barrio Centro Lugar de residencia: Tufiño Escolaridad: Sexto grado de escuela 171

El duende, el aguador, Rosendo Paspuel, Juan Chiles y la cueva de plata Somos indígenas Pastos porque somos oriundos de aquí. No somos blancos ni de otra raza, somos indígenas. A yo me pasó una historia verídica. Un día salí de pesca al Artezón. Ya por eso de las doce del día o una de la tarde oí una música en el río. A mí ya me habían contado que cuando hay música hay duende. Entonces agarré un frailejón chiquito, y dije: “Aquí está el duende”. Yo saqué la cabeza y ya lo vi un chiquito sombrerón que brincaba de piedra en piedra, y corrí para abajo. Porque dicen que cuando el duende lo ve a uno lo enduenda, por eso hay que ganarle y verlo primero. Es pequeño de unos cincuenta centímetros, tiene un sombrero grande y estaba brincando en el río; la música es pum, pum, pum, es muy de repente que se lo encuentra, sale al descuido.

Nombre: Cinthya Micaela Paspuel Chenás Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 173

Por el mismo sitio me sabían conversar cuando trabajábamos en la acequia de Bolívar que el agua no se dejaba pasar en un túnel. El agua llegaba ahí y se regresaba de cuesta. Entonces un contratista le ha dado al diablo uno o dos peones para que deje pasar el agua. Ya con los años a ese peón lo han visto andando, que decían: “Allá viene el aguador, ya sube”. Y veían a una persona con un perro negro, que es una persona de los puendos de Otavalo. Ahora estuvimos haciendo vuelta esa acequia y por ver el túnel yo me lo crucé con varios compañeros, eso tiene unos huecos y por ahí se lo conduce a Bolívar el agua de riego. Otra que le cuento es en la Laguna Verde. Mi papá sabía contar, cuando íbamos para adentro, a Potrerillos, que la laguna ha sido brava, que medio sentía pasos, seguía lloviendo, granizando, nevando, que había que pasar suavecito. Ahí disque sabía salir una paila. Un señor Rosendo Paspuel le echó guasca a esa paila para atraparla, dicho que la va a sacar, pero que de un bramido se le ha ido el cabresto con todo. Ese señor Rosendo Paspuel y Juan Chiles son los famosos caciques. Dicen que ellos han sido compactos con el diablo para tener cosas, antes que tenían ese páramo lleno de ganado solo de los dos. Don Juan Chiles que llegaba y se tiraba a la laguna y salía convertido en toro, iba balando, balando y el ganado se le arrinconaba de una. Don Rosendo Paspuel dicen que ha hecho un compacto con el diablo,

Nombre: Jaider Puetate Duque Edad: 9 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 174

por eso existen las iniciales de él en una roca, yo he sido curioso y no he visto, porque solo las ven los inocentes, nosotros no las vemos. En el Salado dicen que hay una cueva donde han sabido sacar plata de corte. Varias gentes han ido y han buscado pero no han encontrado. Ha ido Luis Lima, el finado Padre Ponce, pero no se la encuentra, parece que es hecho derrumbe y tapado, por eso la llaman el río de la Plata. Pero hay un libro donde un señor dice haberlo visto y él sí avisa todo. Dice que debe irse de Tufiño al Panesillo, luego a la Piedra Negra, de ahí al Botas, baja a la Laguna Verde, sube al Azuay, se mete a la Cueva de Candela, luego sale a la Orijuela, de ahí al Naranjo, ahí dejan los caballos y luego adentro entra a cortar la plata.

175

176

Escribe algunas de las palabras encontradas en la sopa de letras y luego defínelas. Palabra Definición ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________ ____________: ___________________________________________________

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura indicando cuáles fueron las principales características de Juan Chiles.

177

PARA CREAR Organiza con tu maestro, con las directivas de la institución, con tus padres de familia y con los líderes de la Comuna la Esperanza una caminata por los sitios que aparecen mencionados en la historia.

178

José Florentino Duque Chuquizán Edad: 66 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño, El Carrizo Escolaridad: Tercer grado de escuela 179

El duende, el alma, la vieja, los entundados, la huaca, el cueche, la viuda y José Aragán Antiguamente Tufiño era propiamente solo tres casas que habitaban en la vía. Día a día fue naciendo y fue creciendo. Del duende yo lo conozco, nosotros cuando estábamos en la Comuna vivíamos arriba de las Aguas Hediondas más acá abajo. Ahí teníamos una propiedad que nos adjudicó la Comuna. Ahí teníamos nuestro ganado. Pero como siempre han existido los ladrones, nosotros teníamos que cuidarlo el ganado. En el día lo sacábamos al páramo y en la tarde lo íbamos a buscar y lo metíamos a la estaca. Un día se me hizo mucho tarde. Pasé por la quebrada y me voy por el filo viendo el ganado de repente en alguna playa. Cuando ahí los vi a los duendes, sombrero verde, poncho verde, han sabido andar brincando de piedra en piedra. Yo como estaba de lejitos, ni me vieron siquiera.

Nombre: Ana Milena Guzmán Paspuezán Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 181

Yo también he visto un alma. El caso era de que había estado para morirse mi hermana. Estábamos en el patio abrigándonos, y después ellas se olvidan la puerta abierta. Yo voy a la carrera a cerrarla, cuando cojo la hoja de la puerta y me fijo al cucho, cuando ahí mi hermana, cogiendo alguna cosa de una tabla que había. Ella me alzó a ver, y yo me espanté y salí chillando. De ahí a los dos días murió. Nosotros fuimos los primeros que entramos a esa montaña de Chilmá, que esa sí ha sido brava de a de veras. Contaban los mayores que ellos pasando la habían visto a la vieja, que tiene unos pechazos tremendos, que cuando se bañaba los cogía así vuelta para el hombro. Por eso dicen que la vieja ha criado hartos viejos. Eso es una mala hora, una tentación que se le puede comer el corazón y muere. Solo con mirarlo se le come el corazón. La gente muere espumando por la boca. Eso sí ha pasado por la montaña. Cuando vivíamos allá, éramos unos guambritos. Mis papas sembraban maíz. Nos dejaban cuidando el maíz, y ellos se venían para acá. Pero teníamos la hora de que hasta las tres podíamos estar en el maizal. Y de ahí largo a la casa. Si nos pasábamos nos perseguía. Una vez nos demoramos un poquito, cuando como a las cuatro pegó un grito funesto que hizo temblar la casa.

Nombre: Daniela Estefanía Puetate Paspuel Edad: 11 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 182

En Chilmá también cuentan que por esa misma razón se entundaron Eleodoro Paspuel y Ángel Paspuel. Allá era montaña brava, pero ellos trabajaban hasta bien tarde, y la montaña como era virgen no permitía. Ahí se habían entundado, y les hacía ver las guambras. Nadie los podía asujetar, con cables, guascas, nada, se largaban con fuerza. Por eso es bueno tener en las montañas cola de cerda de caballo o de ganado. Con esa los amarraron y los pudieron sacar para acá, y los llevaron a donde un médico que los cure. En las huacas hay cuidadores. Los antiguas cuando han muerto han enterrado las minas de oro y plata. Cuando alguien va a sacar, ahí está el guardián cuidando, una sombra, un bulto. Contaba Rosalino Paguay que ellos sacaban huacas. Dice que ha ardido una llama alta. Seguro que ahí está la plata. Dicen que el tres de mayo arde. Y la encuentra, cuando el guardián lo tiraba de un lado a otro de la acequia. “¡Que miedo!”, contaba. Los mayores contaban que cuando se encariñan entre compadres se convierten en una pareja de animales uncidos. Y a cualquier persona que la encuentren la quieren envolver. Dicen que eso es un gran pecado que deja las almas sin salvación. Esos son los cagones.

Nombre: Maryuri Shirley Puetate Duque Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 183

Nosotros cuando andábamos en Potrerillos en el bosque hacía un solazo y un páramo. Ahí sabía aparecer el cueche, que es como la figura de un caballo. Cueche blanco, caballo blanco; cueche rojo, caballo colorado. Pero asoma el pescuezo, no se lo ve todo. Los cueches propiamente le pegan un virus que cae a la cara, le engranoja, si no se cura, lo sigue enconando. Hay que buscar yerbas del campo para hacerse soplar y curar. Dicen que también ha habido la viuda. Dicen que es una sombra que se la ve como una persona, eso lo atonta al chumado, parece en forma de una mujer que a uno le guste o si tiene su mujer aparece en forma de su mujer. Esa lo atonta y por ahí lo deja metiendo. Eso no me ha pasado pero sí se ha oído. José Aragán ha sido un vago. Le preguntaban que por qué no trabajas. Y siempre decía: “Cuando Dios quiere dar, por la puerta ha de entrar”. Ya por ahí se ha dormido y desque tenía una cuadrita. Y dejó la puerta abierta. Entonces el ganado de una hacienda se ha salido y se le ha entrado a la cuadrita de él. Y entonces eso fue que le llegó el ganado. Él, como ha sido una persona vaga y sencilla, se ha ido a la luna, donde ha estado sacando las semillas. Por eso es mejor no trabajar para irse a la luna. Los mayores decían que cuando a las vacas se les hinchaba la ubre, era el chutún que se le mamaba la leche. Eso debían curarlo con remedios de pasmos.

184

185

PARA REFLEXIONAR Completa la siguiente figura indicando las características de los seres del otro mundo.

PARA CREAR Averigua con tus padres, vecinos y amigos quién fue José Aragán. Después de haber reunido suficiente información, escribe una historia sobre él. 186

Jorge Bolívar Ipial Cadena

Edad: 71 años Lugar de nacimiento: Tufiño Lugar de residencia: Tufiño, El Carrizo Escolaridad: Tercer grado de escuela 187

El Cabildo y la Comuna Soy propio Pasto. De lo que me han contado, Tufiño ha sido de la mayor parte de la familia Ipial, una familia que viene de Chiles. Esto se ha llamado Montañuela, pero en el 43 ha llegado a ser parroquia. Cuando yo ya fui trabajador, de unos 13 años, cuando me fui a trabajar a las Lagunas Verdes en la carretera, desde el Azuay hasta Potrerillos. Yo andaba con las sandalias hechas de llantas de caucho. Yo ganaba en ese entonces siete sucres. Ahí trabajamos con el señor Rosalino Rojas, cuencano. Nos quedábamos en partes a dormir y en partes nos veníamos. No apareció nada de espíritus jamás. El frío atacaba. Me entumí dos veces. Pero tenía mi bendito padre, él me trajo al campamento, me sopló candela y me desentumió. Ya se oía la leyenda de la R y la P, del señor compactado, que había tenido mucha ganadería por Potrerillos. Eran los comentarios del señor Rosendo Paspuel. Gonzalo Paspuel, hijo de Rosendo Paspuel, llegó a ser mi suegro.

Nombre: Amanda Guisela Puetate Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 189

Rosendo Paspuel ha vivido por 1800, o por el 1920, o por el 1911. Por ahí ha vivido él. Hay gente que cuenta que ha visto, yo nunca he visto ni he oído nada. Nosotros somos desmembretados de la comunidad de Chiles. Esto ha sido Colombia. Todo lo que es pueblo Tufiño ha sido de la familia Ipial. De ahí ha habido otra descendencia. Unas partes han sido de un Darío Ipial, otras de un Fernando Ipial, de un José Ipial, que ha sido mi abuelo. Todo el pueblo de Tufiño ha sido de la familia Ipial. No ha habido escrituras, después se ha llegado a que el que vivía en Tufiño se quedaba en Tufiño. Desde 1916 viene la lucha. El que ha hecho las cosas ha sido un Luis Chiles Ruano. Esta Comuna en ese entonces la amparaba el Ministerio de Bienestar Social y después el Ministerio de Agricultura. Esto han sido unas peleas duras, porque la gente colombiana tenía posesiones adentro en Potrerillos, Artezón y Chilmá. Por allá ha habido desgracias con unas familias mías, las familias Malte. Ser Pasto es una organización a base de que hemos sido Pastos. Yo entiendo, y así han dado a entender que desde Pasto hasta el Juncal hemos sido Pastos. Ha habido alguno que otro mestizo o blanco. A base de eso se han tenido acuerdos con la gente de Chiles y Panam. Hemos llegado a saber nuestros usos y costumbres.

Nombre: Karen Yoreli Cadena Yanascual Edad: 10 años Institución: Escuela Los Ríos Lugar de residencia: Tufiño 190

El Cabildo se compone de cinco miembros. En Chiles es con gobernador, aquí con presidente. Él manda todo, de ahí viene el vicepresidente, a él toca obedecer; de ahí viene el Síndico, él es el abogado; de ahí viene el tesorero, que administra el tesoro con ingresos y egresos. Yo he sido cuatro veces tesorero, fui presidente en 1987, vicepresidente en 1999, secretario en 1977. Por eso digo a hoy que antes no teníamos máquina como a hoy computadora. Hacíamos con nuestro puño y mandábamos a los Ministerios, y eran bien recibidos los oficios. El Cabildo era nombrado por Asamblea General de acuerdo a la votación. Se tomaba un juramento a cada Cabildo. Se la lavaba la vara, pero la vara no teníamos. Eso era una costumbre que nos pasaban de Chiles. Ahora ya hay vara pero no se llega a lavarla como manda el Derecho Mayor. Cuando se entregaba la tierra se firmaba un documento con sus respectivos mojones. La mujer es compañera del esposo, casádose por lo civil como cualquier ciudadano en cualquier parte. Toca irla a pedir, saber si están de acuerdo o no. A los expresidentes sí nos preguntan. Más antes ha habido trompiezos con Chiles. A nosotros no nos respetaban porque hemos sido pocos. Pero la ley civil, la gobernación, la policía nos ha amparado. Han sacado ese ganado. Ha habido personas de Chiles que tenían hasta trescientos ganados.

191

192

PARA CREAR Organiza un grupo con tus compañeros. Cada uno asuma una de las siguientes funciones: Presidente, vicepresidente, síndico, tesorero y secretario. Luego averigua con tus padres, vecinos o líderes de la Comuna en qué consiste el puesto que has elegido. Por último, bajo la orientación de tu docente, juega con tus compañeros a que ustedes son los dirigentes de la Comuna.

193

OTROS INFORMANTES

guay ozo Pa P o m r le e: Guil Nombr años Tufiño 85 iento: Edad: im c a n Tufiño de uela encia: Lugar id s e de esc r o e ñ d a r a to Lug Cuar ridad: Escola

uel

n Pasp

puezá ría Pas

Ma e: Elvia Nombr años Tufiño 63 iento: Edad: im c a n de : Tufiño Lugar idencia o de escuela s e r e ñ d Lugar ercer a idad: T r la o c Es

erto P Luis Alb : e r b Nom s 65 año iento: Tufiño Edad: im c a n Tufiño de uela encia: Lugar id s e de esc r o e ñ d a r a to Lug Cuar ridad: Escola

194

lemen María C : e r b Nom s 66 año iento: Tufiño Edad: im c a n Tufiño de encia: Lugar id s e r de guna Lugar ad: Nin id r la o Esc

uel

n Pasp

puezá cia Pas

Chiles aspuel

spuel puel Pa s a P a ía Laur Tufiño e: Mar : Nombr nacimiento e Tufiño d : r cuela encia Luga id s e o de es r ñ a e d o r d Luga Segun ridad: Escola

ial

uizán Ip

Chuq Isabel

ía e: Mar Nombr años Tufiño 74 iento: Edad: im c a n Tufiño de cuela encia: Lugar id s e o de es r ñ a e d o r d Luga Segun ridad: Escola

dena gel Ca

üez

Pereng

hiles

puel C

el Án e: Migu Nombr años ace rtad 55 o: Libe Bajo, desde h t n ie Edad: im de nac ncia: Chimá e Lugar id s e r de Lugar s primaria 35 año Toda la : d a id r Escola

ía Pas sa Mar

e: Ro Nombr años o 75 o: Tufiñ Edad: imient c o a ñ n fi u e T d cuela encia: Lugar o de es e resid ñ d a r r a e g Lu Prim ridad: Escola 195

Ruano Castro s ú s e J e: José Nombr años María 65 : Santa ajo : o t d n a d ie E B im de nac ncia: Chilmá cuela e Lugar s e id s e e d r ño de rimer a Lugar P : d a rid Escola

196

BIBLIOGRAFÍA 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 8) 9) 10) 11) 12) 13) 14) 15) 16) 17) 18) 19) 20) 21) 22) 23) 24) 25) 26) 27) 28) 29) 30) 31)

BARTHES, Roland: Mitologías, Siglo XXI Editores, Madrid, 2009. CARVALHO-NETO. Paulo de, Diccionario del Folklore Ecuatoriano, Segunda Edición, Quito, C.C.E 2001. CASTANEDA, Carlos: Las enseñanzas de Don Juan, Fondo de Cultura Económica, México, 1987. CLASTRES, Pierre: Investigaciones en Antropología Política, Editorial Gedisa, Barcelona, 1981. CIEZA DE LEÓN, Pedro: La Crónica del Perú, Editorial, Espasa-Calpe, S: A., Madrid, 1962. CIEZA DE LEÓN, Pedro: El Señorío de los Incas, Instituto de Estudios peruanos, Lima, 1967. CHIRIBOGA, Gerardo. Maldonado Cultura Patrimonio y Ecología. Gobierno Municipal de Tulcán. Noviembre de 2005 ECHEVERRÍA, José – URIBE, María Victoria: Área septentrional Andina Norte: Antropología y Etnohistoria, Ediciones Abya- Yala, Quito, 1995. ECHEVERRÍA, Bolívar: La modernidad de lo Barroco, Ediciones Era, México, 2011. ELIADE, Mircea: Lo Sagrado y lo profano, Ediciones Guadarrama. ELIADE, Mircea: Mitos, sueños y misterios, Ediciones Gallimard, España, 1991. ELIADE, Mircea: El Chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 1994. GARCILASO DE LA VEGA, El Inca: Comentarios Reales 2 tomos, Ediciones Fundación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1985. GUERRERO, Patricio. Guía Etnográfica. Quito, Ediciones Abya-Yala, 2002. GUEVARA, Darío. Esquema Didáctico del Folklore Ecuatoriano. Quito, 1951. GRIJALVA, Carlos Emilio: Cuestiones previas al estudio filológico – etnográfico de las provincias de IMBABURA y CARCHI, Ediciones del Banco Central del Ecuador, Quito, 1988. GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe: Nueva Corónica y Buen Gobierno, 2 tomos, Ediciones fundación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1980. GUERRERO ARIAS, Patricio: Guía Etnográfica, Ediciones Abya- Yala, Quito, 2002. GUERRERO ARIAS, Patricio: La Cultura, Ediciones Abya- Yala, Quito, 2002. HARO ALVEAR, Silvio Luis: Mitos y cultos del Reyno de Quito, Quito, 1981. JARAMILLO GIRALDO, Carlos Arturo: Murmullos del lenguaje UIK, (la práctica del Mopa –Mopa), Ediciones IADAP, Medellín 1986. JIJÓN Y CAAMAÑO, Jacinto: El Ecuador Interandino y occidental, tomo I, Editorial Ecuatoriana, Quito, 1940. JIJÓN Y CAAMAÑO, Jacinto: Antropología Prehispánica del Ecuador, Ediciones Abya- Yala, Quito, 1997. JIJÓN Y CAAMAÑO, Jacinto: Una gran marea cultural en el Noroeste de Sudamérica, Ediciones Abya- Yala, Quito, 1997. LA BIBLIA DE JERUSALÉN, Editorial Grafo S:A:, Bilbao, 1976. LANDÁZURI, Cristóbal: Los curacazgos Pastos prehispánicos: Agricultura y Comercio, Siglo XVI, Ediciones B.C.E., Quito, 1995. LEVI-STRAUSS, Claude: Antropología Estructural- Sociedad- humanidades, siglo veintiuno editores, México, 2001. LEVI-STRAUSS, Claude: Mitológicas I- lo crudo y lo cocido, Fondo de Cultura Económica, México, 2002. LEVI-STRAUSS, Claude: El Pensamiento Salvaje, Fondo de Cultura Económica, México, 2001. MEJÍA Y MEJÍA, J.C.: Geografía pastusa de la fe, Bogotá, 1961. MURRA, John: Formaciones económicas y políticas del mundo andino, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 2007. 197

32) ORTIZ, Sergio Elías: Estudios sobre lingüística de Colombia, Editorial Kelly, Bogotá, 1954. 33) PAZ, Octavio. Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo. Biblioteca de Bolsillo, Bogotá, 1993. 34) PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR. Plan de Ordenamiento Territorial. Escuela de Ciencias Geográficas, junio de 2012. 35) RAPPAPORT, Joanne: Cumbe Renaciente, una Historia etnográfica Andina, Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Universidad del Cauca, Bogotá, 2005. 36) RIVET, Paul: Los orígenes del hombre americano, Fondo de Cultura Económica, México, 1964. 37) RIVET, Paul: Selección de estudios científicos y biográficos, B.C.E. Quito, 1977. 38) ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María: Estructuras Andinas del Poder, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 2000. 39) SALOMON, Frank: Los señoríos étnicos de Quito, en la época de los Incas, Biblioteca Básica de Quito, Quito, 2011. 40) TAPIA TAMAYO, Amílcar: Estudios preliminares sobre la historia de Tulcán, Ediciones “Pablo Muñoz V.”, Tulcán, 1997. 41) TAPIA TAMAYO, Amílcar: Pueblos y doctrinas de la antigua provincia de los Pastos, Editorial La Prensa, Tulcán, 1992. 42) TAPIA TAMAYO, Amílcar: Monografía histórico-social – Provincia del Carchi 3 tomos, Tomo 1 Edifénix Cía. Ltda., Quito 2011. – Tomo 3, Fabrisobres, Quito, 2011. 43) TORO, Luis Dávila. Plan de Desarrollo Local de la Parroquia de Tufiño. Universidad Central Del Ecuador. Quito: 2009. 44) UBIDIA, Abdón. Cuento popular ecuatoriano. (Estudio Introductorio). Colección Antares N° 96, Quito, Libresa, 1999. 45) VÁSQUEZ, Luis: Historia de la comuna “La Esperanza” Impresión Gráficas Iberia, Quito, 2008. 46) VILLA POSSE, Eugenia (compiladora): Mitos y leyendas de Colombia, 3 tomos, Editorial IADAP, Quito, 1993. 47) VIQUEIRA, Carmen - PALERM, Ángel, OLIVOS, Luis: Manual de campo del antropólogo, Editorial Comunidad, Instituto de ciencias sociales, México, 1971. 48) WACHTEL, Nathan: Sociedad e Ideología, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1973. Revistas 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7)

Revista Colombiana de Antropología, órgano del Instituto Colombiano de Antropología, No.XXI, Imprenta Italgraf. S.A., Bogotá, 1978. Revista de la Escuela de Antropología –P.U.C.E., Antropología – cuadernos de investigación No.7, Impresiones Nina comunicaciones, Quito, 2007. Ayer y hoy Cumbal, Cumbal. En los tiempos de adelante. Diócesis de Ipiales, Comisión Pastoral Indígena, Ipiales, 1988. Memorias, Primer encuentro por la identidad del Carchi, Cuadernos No.3, Imprenta papelería Pichincha, Tulcán, 1995. MEMORIA, MARKA, Instituto de Historia y Antropología, Año 1, No.1, ABYA-Yala, Quito, 1990. HORIZONTES. N°1. Escuela Roberto Andrade.

Archivo 1. Archivo del Gobierno Autónomo Descentralizado del Cantón Tulcán. 2. Archivo del GAD de la Parroquia Rural de Tufiño. 3. Archivo de la Tenencia Política de Tufiño.

198

“Ediciones Killari ”

Es el reflejo de un pueblo que vive, trabaja, crea y expresa libremente su pensamiento

“Impresión Digital” Edición realizada el mes de enero de 2014 en los Talleres de Editorial Jurídica del Ecuador; con la calidad y tecnología de equipos de producción XEROX QUITO - ECUADOR

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.