Semblanza de Tiy, esposa de Ay, en la representación de tres tumbas tebanas

June 20, 2017 | Autor: Carlota Lopez Frese | Categoría: Amarna Egypt, Theban Necropolis (Ancient Egypt), Egiptologia, Egipto Dinastías
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Descripción

SEMBLANZA DE TIY, ESPOSA PRINCIPAL DE AY, EN LA REPRESENTACIÓN DE TRES TUMBAS DE FINES DE LA DINASTÍA XVIII PROFESORA CARLOTA LÓPEZ UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

ABSTRACT Tiy, conocida también como Tiya, gozó de grandes privilegios en la corte amarniana. Sus títulos de 'Gran Nodriza', 'Nodriza de la Gran Esposa del Rey, Nefertiti' y 'Tutora de la Diosa', entre otros, incrementó los favores reales que le fueron otorgados también por ser la esposa principal del entonces Visir Ay, hipotético padre de la reina Nefertiti. La trascendencia de esta distinguida mujer no radica tan sólo en los cargos que pudiera tener sino además en su abolengo, aunque confuso, manifiesto en diferentes representaciones en que acompaña a su esposo Ay, el sucesor de Tutankhamón. A partir del análisis de la evidente posición de preeminencia de Tiy en la iconografía de la sepultura inacabada del noble Ay en Tell el-Amarna (TA25); de la construida para su enterramiento como faraón en el Valle Occidental de Tebas (WV23) y de la tumba del Jefe de Escribas Neferhotep en el Valle de Nobles (TT49), pretendemos construir una semblanza que coopere con la interpretación de esta distintiva egipcia.

Tiya, also known as Tiya, enjoyed great privileges in the court amarniana. His titles of 'Big Nurse’,’nurse of the Great King's Wife, Nefertiti' and 'Guardian of the Goddess', among others, increased the royal favors that were also awarded for being the principal wife of the Vizier Ay, hypothetical father of Queen Nefertiti. The significance of this distinguished woman lies not only in office but also you may have in your ancestry, though confusing, manifest in different representations accompanying her husband Ay, Tutankhamun's successor.

From the analysis of the apparent position of preeminence of Tiy in the iconography of the unfinished tomb of the noble Ay at Tell el-Amarna (TA25); built for the burial as pharaoh in Thebes West Valley (WV23) and the tomb of Chief Scribes Neferhotep in the Valley of Nobles (TT49), we intend to build a semblance cooperate with the interpretation of this Egyptian distinctive.

I.

I NTRODUCCIÓN Tiy, conocida también como Tiya, gozó de grandes privilegios en

la corte del faraón Akhenatón y de su esposa principal Nefertiti. Como su homónima, la reina de Amenofis III, esta mujer fue de algún modo especial, aunque no se condujera por fuera de la -por nosotros interpretada- “norma egipcia” y ni tampoco viviera alejada de los rígidos modelos que creemos que fueron aceptados en aquél mundo. Tal vez su estrecha vinculación con la casa de Amarna y sus actividades concretas la diferenciaron bastante del común de las mujeres de su época, aún de las de noble linaje, convirtiéndose en una dama influyente en la vida pública de la elite burocrática del fin de la dinastía XVIII. Como casi todas las egipcias, no tuvo una autobiografía en su tumba ni conocemos sobre su vida de forma independiente, salvo por la relación que mantuvo con los hombres que la rodearon. De este modo, conocemos de su existencia manifiesta en diferentes representaciones en que acompaña a su esposo Ay, el sucesor de Tutankhamón, evidenciando que su trascendencia radica más allá de los cargos que desempeñó y de su confuso abolengo. Es así que a partir del análisis de la clara posición de preeminencia de Tiy en la iconografía de la sepultura inacabada del noble Ay en Tell el-Amarna (TA25); de la construida para su enterramiento como faraón en el Valle Occidental de Tebas (WV23) y de la tumba del Grande de Amón Neferhotep en la Necrópolis de Nobles

(TT49), nos proponemos construir una semblanza que coopere con la interpretación de esta distintiva egipcia.

II.

T IY

A PARTIR DE SUS T ÍTULOS Y FUNCION ES

La realeza egipcia no retrató personalidades individuales que no tuvieran relación con el modelo oficial programado para un determinado monumento.

Por

esto,

difícilmente

podríamos

encontrar

una

representación individual de Tiy si no es en relación al hombre que – pensamos- acompañó durante la mayor parte de su vida, su esposo Ay. Los orígenes de Tiy son bastante oscuros hasta el momento. Sabemos positivamente de su existencia a partir de su presencia en la corte de Akhenatón, donde su principal virtud fue la de haber sido “Nodriza de la Gran Esposa Real, Nefertiti” (mnat aAt Hmt wrt nsw nfr-nfrw nfrtiti), “Gobernanta de la Diosa” (Sdit nTrt) e inclusive “Favorita de la Gran Esposa Real” (Hsyt n Hmt wrt nsw) (Hari 1976). Siendo la nodriza (1) propiamente dicha de la esposa principal de Akhenatón durante su infancia, el amamantamiento de la pequeña implicaría que Tiy había dado a luz un hijo propio, que algunos autores consideran vástago también de Ay. Seele, por ejemplo, infiere que ese niño fue el padre de Smenkhkara y de Tutankhamón, casado con una hija desconocida de Amenofis III y de la reina Tiy (1955:178/79). Sin embargo, pensamos que Tiy desde muy temprana edad podría haber pertenecido al harén (2) tebano de Amenofis III, gracias a su cuna del más alto linaje, siendo quizás descendiente por ramas diversas de la reina Ahmose Nefertari, la “Esposa del Dios” por excelencia, o más probablemente pariente de la reina Tiy (Seele 1955:170). Como dama del harén de Amenofis III, dio a luz a un hijo que pudo haber muerto al poco tiempo de nacer e inmediatamente fue escogida como nodriza de la pequeña Nefertiti, de quien nada se conoce en torno a su nacimiento pero que las circunstancias muestran como huérfana de madre (3). Hoy se encuentra superada la teoría de

Ludwing Borchardt de que Tiy fuera su madre (Aldred 1989:226; Seele 1955:169) y la mayoría de los autores afirman que sólo actuó como su nodriza, aún cuando discurren sobre que la bella esposa de Akhenatón fuera hija de Ay con una esposa secundaria y desconocida (Aldred 1989; Clayton 1996; Dodson 1995) o de Amenofis III en idénticas circunstancias (Seele 1955). Los estudiosos que consideran cierta esta coyuntura, infieren que Ay y Tiy elevarían aún más su rango al aparecer como padres políticos de Akhenatón. Tal como ya apuntara Keith Seele en la década del „50 y que aún es vigente, hasta el momento no existe evidencia alguna de otra esposa de Ay anterior a Tiy. Es admisible y nada insensato razonar que si hubiese existido la mujer que lo distinguiera y elevara al significativo rango de “suegro del faraón”, tal como declaraba la incierta hipótesis de Borchardt (Aldred 1957:37; 1989:226), Ay la habría recordado, al menos, en su tumba de Tell el-Amarna. En este mismo sentido, Redford (1994:151) apunta que Ay nunca se refirió a sí mismo como padre de Nefertiti y que la reina tampoco hizo lo propio respecto del favorito de su esposo Akhenatón ni de Amenofis III, en la probabilidad de que este fuera su progenitor. La acumulación de títulos aparece contemporáneamente con la documentación más temprana de fines de la dinastía XVIII (Troy 1986:108). El uso compuesto de la doble titulatura de “hija del rey” (sAt nsw) y “esposa del rey” (hmt nsw) resultó una combinación relativamente común a partir de la dinastía IV y más aún al concluir la XVIII. Es extraño, entonces, que Nefertiti jamás aludiera a su padre Amenofis III evidenciando el título, y obviamente que si su progenitor fue Ay, Nefertiti no lo ostentaría hasta la entronización de su padre, pero tal como la evidencia corrobora hasta ahora, la bella esposa de Akhenatón no lo sobrevivió (4). Aún cuando, hasta el momento, ningún investigador haya podido confirmar con seguridad la genealogía de Nefertiti, es incuestionable que Tiy fue favorecida gracias a que cumplió la función de amamantarla e instruirla, logrando seguramente con ello una gran influencia sobre la futura reina, atendiendo a la función sobrehumana de la leche como

protección mágica y garantía de crecimiento para ejercer los designios de la divinidad. Tiy, en su función de nodriza, encarnó el principio femenino de las diosas Isis y Hathor (5), símbolos de la fertilidad, maternidad y sexualidad, al actualizar el ritual de la perpetuación de la renovación cósmica a través de la lactancia, el don mágico de la prolongación de la vida. No

resultaría

improbable

que

al

heredar

definitivamente

Akhenatón el trono egipcio y contraer matrimonio con Nefertiti hacia el segundo año de su reinado, Tiy pasara a integrar la corte real con los títulos ya mencionados de Nodriza, Gobernanta y Favorita de la Gran Esposa Real. Unos años después debe haber contraído matrimonio con el entonces Visir Ay (6), quien ya estaba relacionado con la corte de Amenofis III (7). No sería sorprendente que el matrimonio hubiese sido pactado entre parientes cercanos, como fue costumbre durante el Egipto faraónico (Tyldesley 1998:61). Si es cierto que Tiy estuvo emparentada con la reina homónima (Seele 1955:170), se vincularía de la misma forma con Ay, reforzando ambos con su unión las posiciones patrimoniales y jerárquicas de la familia (8). Tal vez influenciado por Nefertiti, Akhenatón sumó a los títulos de Tiy los de “Insignia Real” (Xkrt nsw) (9) y “Gran favorita de Wa-en-ra” (Hsyt aAt n wan-ra) (Hari 1976), declarándola de su predilección. Recordemos que la de Amarna fue una época en donde la importancia que se concedía a las mujeres no se limitaba a la reina y en la que se manifestaron abiertamente muchos de los secretos de la vida de la familia real. Más que nunca, las mujeres fueron exhibidas de forma destacada como participantes activas de la vida pública. Tiy, además de ser la nodriza de Nefertiti, fue registrada como mnat de la princesa Ankhesepaatón (10), implicando esta situación no el amamantamiento de la heredera (nacida probablemente hacia AK7/8) sino quizás tareas de institutriz, aunque no apareciera designada con el término alusivo Sdit. Ankhesepaatón y sus hermanas pueden haber

crecido aprendiendo a leer y escribir en el harén (11), aún cuando la alfabetización femenina no fue plasmada en la iconografía quizás por no ser esta una actividad burocrática específica del género. Tal vez la instrucción fue de uso corriente dentro de la corte y no debemos excluir a las mujeres de cierto nivel de alfabetización (Robins 1996:123) a partir de que no existen pruebas irrefutables de su condición de letradas o iletradas. Al parecer Tiy y Ay tuvieron descendientes propios, uno de los cuales podría haber sido Mutnedjemet, destacada de forma prominente en la decoración de la tumba de Ay en Tell el-Amarna (Aldred 1988:222). Varios egiptólogos creen ver en ella a la esposa principal del “General de las Tropas del Rey” Horemheb, con cuya unión se supone legitimó su ascenso al trono egipcio. Aldred (1989), Clayton (1996) y otros autores sostienen que Mutnedjemet era hermana de Nefertiti. Su figura en la tumba amarniana del “Copero del Rey” Parennefer (TA7), en el extremo izquierdo de la Ventana de la Aparición (12) se acompaña del texto: “La hermana de la reina Neferneferuaton-Nefertiti, viva por siempre y para siempre, Mutnedjemet” (Aldred 1989:227). Acaso tal denominación se refiriera a su condición de hermanas de leche, ya que los hijos biológicos de las nodrizas que amamantaban a niños reales alcanzaban atributos, beneficios y consideraciones especiales, y en el futuro eran considerados “hermanos” con todas las consecuencias implícitas en esa relación (Smith, Redford 1976:122). Hasta lo que conocemos, Tiy no ejerció funciones sacerdotales ni ceremoniales por su cuenta, sino solamente acompañando a su esposo Ay en adoración al Atón en su tumba de Amarna y, ya como faraón, en la veneración del dios Min en Akhmin (ipw), capital del noveno nomo del Alto Egipto, de donde presumiblemente Ay era originario. En una capilla excavada en la roca, probablemente erigida durante el reinado de Tuthmosis III, los relieves decorativos -atribuidos inicialmente al "Primer Profeta de Min, Nakhtmin” del reino de Ay- muestran al faraón y a Tiy rindiendo culto a los dioses locales.

III.

T IY

A PARTIR DE LA IC ONOGRAFÍA FUNERARIA

Las imágenes de las tumbas egipcias, plasmadas mediante un lenguaje codificado donde se buscaba representar los objetos y los seres desde un realismo conceptual y con capacidad mágico-religiosa, conducían al estado perfecto en el que se había encontrado el mundo en el momento de su creación, evitando por todos los medios el retorno al caos primigenio. En el ámbito funerario, las representaciones de la noble Tiy no escapan a esta regla de virtuosa personificación de las mujeres egipcias, atractivamente destacadas en casi todos los casos e inmortalizadas con gracia y dignidad. Tiy fue caracterizada según los cánones del arte amarniano, por muchos interpretado como expresionista, antinaturalista y simbólico. Recordemos que con este estilo, la transformación de las expresiones artísticas -colmadas de nuevas temáticas e iconografía- introdujo un sistema original con escasa sujeción a las normas ortodoxas. No obstante la búsqueda de una nueva forma de expresión, las representaciones de las figuras humanas continuaron fundadas en las proporciones

jerárquicas

y

en

la

severa

“ley

de

frontalidad”.

Posteriormente se inició una atenuación del corpus, que terminó por suavizarse al término del período amarniano, siendo finalmente erradicado –aunque no en su totalidad- con el retorno a la sagrada ciudad tebana y la reanudación del poderío del sacerdocio de Amón en tiempos de Tutankhamón. En las imágenes de Tiy se pueden apreciar ciertas normas del arte amarniano: un tanto exageradas caderas, senos y vientre; vestidos de velos plisados, transparentes, ajustados al cuerpo dejando ver sus formas; joyas y pelucas complejas, pesadas y largas, todo ello denotante de prosapia y connotante de simbolismo religioso. Analizaremos las prominentes imágenes de Tiy, única compañera de su cónyuge a pesar de habérsele atribuido más de una esposa (13), en la representación de la recompensa en la Ventana de Aparición de la

tumba nobiliaria de Ay de Tell el-Amarna (N. de G. Davies 1908 Pls. XXVIII-XXX); en la escena de caza de su sepulcro faraónico del Valle de los Monos (reconstrucción ejecutada por el equipo del “Theban Mapping Project”, Weeks 2000: KV 23, Pls. 1-2, Nº 16596), y en las composiciones de la escena de recompensa elaboradas por Robert Hay -entre 1824 y 1838- (Davies 1933:Adicional ss., 29823 y 29824 British Museum) y por Norman de Garis Davies (1933:Pl. IX) en la tumba de Neferhotep en el Valle Occidental de Tebas.

III.1. TA25 (T ELL el-Amarna) La tumba de Ay, en la que aparece con los títulos de “Favorito” (Hsy), “Compañero” (smr), “Portador del Abanico a la Derecha del Rey (TAy-xw Hr wnmy n nsw)”, ”Escriba Real” (sS nsw), “Superintendente de todos los Caballos de su Majestad” (imy-r ssmt nb n Hm.f), “Portador del Sello del Rey del Bajo Egipto” (sDAwty bity), “Hacedor de Maat” (iry mAat) y “Padre del Dios” (it nTr) (Hari 1976), entre otros, es una sepultura particular con un planteamiento suntuoso que prevalece por sobre las otras tumbas de funcionarios casi contemporáneos y que posee la decoración más bella, acaso indicando esto su aventajada condición en la estimación del rey (Seele 1955:168). Desgraciadamente, y como es común en la necrópolis de Amarna, no se llegó a completar. La tumba quizás fue construida y decorada entre el año 8 y el 10 de Akhenatón, ya que se supone que la menor de las tres hijas que se registran en la Ventana de la Aparición, Ankhesepaatón, no nació antes de AK8. Las imágenes reflejan hechos de la vida cotidiana y los triunfos de Ay, así como referencias a la familia real. En ella se usó la técnica de relieve encastrado, de ejecución más simple que el bajorrelieve empleado en las tumbas de Tebas, cuya calidad de tallado y buena conservación la destacan entre los sepulcros de la necrópolis sur de Amarna. Es la única tumba, además, donde Ay y la “Mujer Noble” (rt-pat) Tiy aparecen mencionados y representados en idéntico rango (Davies 1908:21). Esto concede argumentos que resaltan

la jerarquía de Tiy, a quien Ay podría deberle favores influyentes en la corte amarniana. El registro superior de la pared de la izquierda del pasillo de entrada representa a Akhenatón y a Nefertiti consagrando al Atón delante de una mesa de ofrendas; más abajo aparecen las tres primeras hijas del matrimonio y la presumible medio hermana de Nefertiti, Mutnedjemet. Bajo ese panel hay una larga oración y las agraciadas figuras modeladas con equivalente proporción de Ay y de Tiy en posición de adoración al Atón. La pared derecha de este mismo pasillo registra, aunque dañado, el texto completo del Gran Himno de Atón. En las únicas cuatro columnas terminadas -frente a la entrada- de la proyectada sala hipóstila que constituye la antecámara, se representa a Ay y a su esposa adorando cartelas. La única escena completa es la de la pared Oeste -adyacente a la entrada- que representa las recompensas (14) de Ay y Tiy en la Ventana de la Aparición (Davies 1908:Pls. XXVIII-XXX) por la familia real (15) (Fig. 1). En el patio de la residencia real -a la derecha de la Ventana- Ay y Tiy, nuevamente en idéntica jerarquía de proporciones, reciben los dones de manos del rey, la reina y sus hijas, regalos que incluyen collares y otros objetos de oro. La escena se completa con cinco registros que destacan carros reales, escribas, oficiales y soldados y, finalmente, un grupo de danzarines. Tiy aparece ataviada con un largo vestido de lino ajustado y penden de su cuello los numerosos collares de oro otorgados por el rey y su familia. Lleva una pesada peluca larga, clásica de las postrimerías amarnianas, sujeta con una cinta y ceñida en la frente con una diadema seguramente de oro y piedras preciosas, rematando con un cono perfumado.

Fig. 1 (Davies, N. de G. 1908. Plates XXVIII-XXX)

III.2. WV23 (V ALLE

DE LOS

M ONOS , T EBAS O CCIDENTAL )

La inacabada tumba catalogada como WV Nº 23 (16), supuestamente la primera que se construyó para Tutankhamón, estaba evidentemente destinada a recibir a un rey por sus dimensiones y planta. Su línea arquitectónica parece anticipar las típicas plantas de las tumbas de la dinastía XX (Siliotti 1999:45), aunque de haberse finalizado, seguiría en parte los cánones de la XVIII ya que la cámara funeraria se encuentra perpendicular al eje principal, que continúa siendo recto como en las tumbas de Amarna. En las particulares composiciones de la cámara funeraria –la única sala decorada- están representados pasajes del Libro de Amduat, análogos a los de la tumba de Tutankhamón, donde doce deidades babuinas

representan

las

horas

nocturnas.

A

partir

de

esta

representación los nativos la bautizaron con el nombre de Bab el-Gurud, “Tumba de los Babuinos”, y por extensión al Valle del Oeste, Wadi elGurud, el “Valle de los Monos”.

El lado derecho del muro Sur contiene una original representación de Ay harponeando hipopótamos y en el lateral izquierdo se lo observa cazando pájaros en los pantanos acompañado por Tiy (Weeks 2000), constituyendo imágenes exclusivas localizadas en una tumba real (Robins 1996:197). Se pueden apreciar indicios de mayor calidez y flexibilidad en las figuras, ejecutadas sobre un fondo amarillo dorado, evocando ciertos aspectos del arte amárnico (Fig. 2). La soberana lleva un ceñido vestido largo de lino ajustado a la cintura con una faja, sobre el que se superpone una túnica plisada con mangas que le cubre los hombros en forma de abanico; además, porta una peluca real tripartita que seguramente se ajustaría con una diadema rematada en la frente con el protector doble ureus. En su mano derecha sostiene un flagelo o cetro nxx, que solía llevarlo el monarca en escenas rituales o en contextos funerarios para simbolizar su derecho a ser rey de Egipto (17). En su mano izquierda sostiene una flor de loto (sSn) asociada a Nefertum, el dios de los aromas y los ungüentos, habitualmente representado como un niño o un joven surgiendo de una flor de loto, en clara referencia al ciclo solar a partir de que florece al amanecer -orientada al Este- y se cierra y desaparece bajo el agua en la oscuridad. En una interpretación cosmológica de la escena del pantano (Robins 1996:204), este representaría las aguas primigenias y las aves, el caos original. El faraón Ay es quien restablece el orden cósmico al cazar las aves, mientras que su esposa Tiy, en pasiva actitud, se identifica con Maat (18) en su representación de acompañante del rey, como la diosa se une a Ra en la barca solar durante la noche (Troy 1986:62/63). Las pinturas de la cámara funeraria se encuentran bastante dañadas en algunas de las paredes. Los nombres y los rostros de Ay y de Tiy han sido borrados en la antigüedad (aunque no se sabe a ciencia cierta en qué época), a excepción de una de las figuras que representa a su ka y otra similar que resultó ligeramente deteriorada en el muro noroeste. Sin embargo, los textos que no han sido estropeados alrededor de la imagen de la soberana aluden a ella como “Gran Esposa

Real” (Hmt wrt nsw [ti]), exaltando su distinguida condición al expresar “Dama Noble, Grande de Favores, Señora de las Dos Tierras (...) ¡que ella viva!” (irt-pat wr(t) Hs(w) nbt tAwy (...) anh ti).

Fig. 2 (Weeks, K.R. 2000. KV 23, Pls. 1-2, Nº 16596)

III.3. TT49 (V ALLE

DE

N OBLES , T EBAS O CCIDENTAL )

En Tebas Occidental, la tumba Nº 49 (Porter y Moss 1962-1981), ubicada en el-Khokha, considerada como una de las más atractivas de la necrópolis de nobles, perteneció a Neferhotep, “Escriba, Grande de Amón” en Karnak, funcionario de alto grado que prestó servicios a finales de la dinastía XVIII bajo el gobierno del faraón Ay (ca. 1327-1323 a.C.). En la pared oeste del ala sur (IV-g) del vestíbulo (Sala IV) se encuentra una pintura mural realizada con la técnica de fresco secco seriamente dañada, que representa al faraón Ay y a Tiy en su palacio recompensando al noble y a su esposa Merytra, “Cantante del Templo de Amón” en Karnak (Fig. 3).

Hacia la derecha, junto a su esposo que se asoma en la Ventana de la Aparición (Davies 1933:Pl. IX), la reina Tiy fue representada vistiendo un ajustado vestido plisado cubierto con un chal longitudinal y ornada con un collar wsx -o quizás mnat-. Porta la corona Swty, compuesta por dos plumas de halcón que es atributo de la realeza desde la dinastía IV (19) y de explícita asociación con la majestad femenina a partir de la XIII. Esta corona fue de uso exclusivo de las mujeres de la casa real y divinas adoratrices hasta los últimos años de la dinastía XVIII y, tiempo después, con referencias asociadas a diosas como la propia Isis. Esta representación encarna en Tiy la dualidad del prototipo femenino vista de forma integrada con el simbolismo de las Dos Tierras. La inclusión del disco solar con el doble ureus entre las plumas -datada en la transición entre los reinados de Amenofis III y IV- agregó al simbolismo referente a los dos horizontes el de la aparición del sol entre ambos, como renovación divina del dios. Estas connotaciones solares hicieron de la corona un elemento popular iconográfico durante la era de Amarna (20). En su mano derecha, Tiy sostiene el flagelo o cetro nxx, sobre cuya simbología nos hemos referido más arriba. La escena connota la potestad no sólo del faraón, sino también de su esposa a partir de la portación de los ornamentos regios simbolizantes de autoridad, protección y justicia. La exhibición de estos atributos reales demuestra la posición cósmica de Ay y de Tiy complemento

opuesto-,

manifiesta

en

un

ritual

disciplinador

plásticamente representado. La presencia de la soberana actualiza la dualidad de la pareja imperial, connotando los principios cosmogónicos que representan los pares opuestos pero al tiempo necesarios, eternos e independientes el uno del otro: la “androginia divina”, poseedora de las cualidades femenina y masculina, unidas en un solo cuerpo capaz de la autogeneración

y

de

la

creación

ininterrumpidamente el mito fundacional.

infinita,

actualizando

La lámina que realizó Robert Hay de la Ventana de la Aparición casi un siglo antes que Davies (1933:Adicional ss., 29823 y 29824 British Museum 1824-1838), muestra a la pareja real de cuerpo entero (Fig. 4). Con simples líneas rojas escasamente hoy perceptibles, la reina, parada descalza sobre una tarima, sostiene en su mano izquierda un anx, cuya connotación en el contexto funerario sería motivo de debate. Podríamos, quizás, ver en este símbolo que Tiy había muerto durante el reinado de su esposo, ya que en muchas ocasiones la representación del anx indicaba la condición de difunta de su portadora (Robins 1996:27). La soberana, además, lleva en su garganta un collar wsx de oro, piedras preciosas y lapislázuli, con cualidades protectoras relacionadas con la diosa Hathor. El texto jeroglífico que acompaña el registro enaltece la figura de Tiy al llamarla “... su Señora en las Celebraciones ... Grande de Favores, Distinguida [dama] del Bajo y del Alto Egipto, Grande de su Señor ... ¡que viva y tenga salud ... rejuvenecida...!” (... nbt.f m Hb(w) ... wrt Hswt Hsit mHw nsw wrt m f [nsw] ... snb ... rnp(y) ...). El título de “Gran Esposa del Rey” (Hmt wrt nsw) y “Gran Esposa del Rey que la ama” (Hmt wrt nsw mrt.f) (Troy 1986:168; Seele 1955:180) actualmente no es legible, pero así fue documentado por Norman de Garis Davies en su exhaustivo estudio (1933:3) (21).

Fig. 3 (Hay, R.: Pl. X en Davies, N. de G. 1933: Plate IX)

IV.

C ONCLUSIÓN

La noble Tiy fue, indudablemente, una de las grandes mujeres del Egipto antiguo, privilegiada no sólo por su estirpe sino por las destacadas funciones que debió cumplir durante su existencia. Dama influyente en la vida pública de la culminante dinastía XVIII, mantuvo una clara posición de preeminencia en toda la iconografía y titulatura que la registra, alineando su rol con el atributo femenino del dios creador. Distinguida entre sus contemporáneas con la función de nodriza, gobernanta y favorita de la reina Nefertiti, llegó a ampararse en la corte como insignia y predilecta del propio Akhenatón. Años después, como consorte del notable Ay, alcanzó la máxima dignidad aspirada, la de ser reina de Egipto. Su patrimonio familiar, quizás cuantioso desde los tiempos de Amenofis III, ganó posiciones con su matrimonio al igual que su rango jerárquico dentro de la burocracia estatal de Akhenatón y sus sucesores. Es probable que Tiy no sobreviviera a su esposo y menos aún que presenciara el ascenso al trono de Egipto de su yerno Horemheb, adosando a su titulatura el epíteto de “Madre de la reina Mutnedjemet”. Tiy fue encarnación del prototipo femenino egipcio reflejado divinamente en Hathor, elevada e imbuida de un papel mítico, relacionado como contraparte con el aspecto masculino de los dioses y del faraón mismo en el proceso de creación y renovación cósmica. Finalmente, como personificación mortal de Maat, asistió al faraón en el supremo deber ordenador del caos original que era inherente a su función real.

N OTAS (1) Las mujeres del harén escogidas como amas de leche de los hijos reales generalmente eran nobles por ser esposas o madres de altos funcionarios del palacio (Robins 1996:96). Varias de ellas pertenecieron a las familias sacerdotales del clero de Amón Ra y sus intervenciones se hicieron cada vez más frecuentes durante la dinastía XVIII. Aunque las nodrizas no tenían un rango jerárquico dentro de la burocracia estatal ni eran consideradas dentro del funcionariado (Robins 1996:126), es posible reconocer cierta influencia de la madre sustituta en el niño amamantado. Es usual reconocerlas por sus títulos, pero no aparecen frecuentemente representadas amamantando a los niños.

(2) La colectividad de mujeres encontrada en el palacio del rey y en el harén (xnr, ipt) está asociada a las mujeres egipcias en general. El status de las mujeres regias que participan en la realeza emana de su rango como el principal de las mujeres de Egipto. La jerarquía aparece jugando un importante rol, que funcionaba no sólo conceptualmente en la formulación de la titulatura sino también influenciando la organización del grupo de mujeres asociado al palacio real. Los textos hablan de las mujeres reales como las líderes del harén y son llamadas “líderes de las Spswt y de las nfrwt” -“líderes de las mujeres nobles y de las bellezas”- (Troy 1986:76) y el período de la Dinastía XVIII coincide con un creciente interés en el rol de las integrantes del harén como colectividades religiosas (Robins 1996:72).

(3) Como parte de la familia solar, Nefertiti fue llamada en los comienzos del reinado de Akhenatón como “hija del Atón”, tomando entonces el papel de Tefnut (hija y esposa de Atum-Ra, forma primigenia de Atón). Según Aldred (1989) esto puede explicar que no aparezca como hija de Tiy, ya que como Tefnut, una mujer común no podía ser su madre.

(4) Hacia año 14 de Akhenatón, tras la muerte de Meketatón, Nefertiti desaparece de escena. La última representación de la reina es su luto en la cámara gamma de la Tumba Real de Amarna (TA26). Las teorías más recientes (Reeves:2002; Redford:1984; Samson:1985, entre otros) sugieren que su desaparición se debe más a un cambio de posición, como corregente, que a una caída en desgracia y de ahí la ausencia de inscripciones en las postrimerías del reinado de Akhenatón.

(5) El dualismo inherente a la diosa Hathor provee el respaldo para la relación con sus contrapartes mortales. Complementa el rol de la madre real y junto a la mujer que amamanta, funcionan como las dos madres que reiteran el conitnuum de la dualidad femenina que da acceso al nacimiento y renacimiento (Troy 1986:72).

(6) Se cree que Ay era hijo de una pareja eminente de Akhmin, Yuya y Tuyu, nobles que acumularon los más importantes títulos militares y sacerdotales en tiempos de Tutmosis IV y probablemente Amenofis II (Aldred 1989; Cabrol 2000). Yuya fue “Profeta Principal del dios Min” y “Superintendente del Ganado de Min” en Akhmin. Bajo Tutmosis IV actuó como “Comandante de Carros” y “Maestro de Caballería”

(Aldred 1989:223). Su esposa Tuyu se desempeñó como “Superiora del Harén de Min” en Akhmin y de Amón en Tebas, además de ostentar un puesto de jerarquía en el culto de la reina Ahmosis Nefertari (Aldred 1989: 224).

(7) Una hipótesis asevera que Ay era hermano de la reina Tiy. El ingreso de Tiy al harén principal de Amenofis III vincularía en forma directa el controvertido título de “Padre del Dios”, it nTr (Borchardt 1905; Newberry 1929,1932; Gardiner 1947; Pendlebury 1933,1935,1951; Seele 1955; Aldred 1957,1975,1989), que Yuya usara con preferencia y que fuera empleado por Anen (Cabrol 2000:94) y por Ay, incluso antes de su ascenso al trono de Egipto. Cabrol (2000) piensa que Tiy pudo tener una hermana llamada Mutemnebu, que podría ser la madre de uno de los funcionarios vinculados a su servicio, Iÿ (Ay), porque “este es hijo de la Insignia real, la hermana de la gran esposa real, Mutemnebu”.

(8) Aldred (1989) vincula a Tuyu en línea directa con la reina Ahmosis Nefertari.

(9) El término usado para las mujeres del harén es xkrt, comúnmente traducido como “ornamento” o “insignia”. El título xkrt nsw frecuentemente fue interpretado en referencia a las concubinas del palacio real, o bien en relación al papel ritual ejecutado por las mujeres del harén. Troy (1986:77/78) cree que su comprensión se favorece contrastando el título con nfrwt, también asociado al harén, de connotaciones específicas y relacionado con el culto hathórico. El título xkrt nsw surge en la documentación como status de mujeres casadas, en tanto que nfrwt –como aparece en el Papiro Westcar- alude a doncellas solteras. La función de ambos términos refieren a la dualidad femenina en la secuencia de transformación del ojo solar como un medio de renovación.

(10) En un talatat de Tell el-Amarna se lee “Nodriza de la Hija del Rey, Ankhesepaatón, Tiy” (Wilkinson & Hill 1983), que Cooney ha interpretado como otra mujer llamada “Tiya” (Amarna Reliefs, p. 19, Nº 10, en Smith y Redford 1976:107).

(11) Kemp (1996) considera que en el harén residían también los niños reales como miembros adicionales de esta colectividad predominantemente femenina, descriptos por Feucht (1985, en Troy 1986:77) como xrdw n kAp, “niños de la guardería”, también denominados msw nsw, “hijos del rey” (Troy 1986:89).

(12) El elemento arquitectónico denominado “Ventana de la Aparición”, originado en época amarniana, se representó en el ritual de la recompensa del faraón a sus fieles en un ambiente de solemnidad oficial. La rica escena, cargada de simbolismo, consiste en la aparición del faraón desde la ventana del palacio, además de la representación de toda la festividad del entorno palaciego.

(13) Una incierta anterior a Tiy -desconocida y asumida como la madre de Nefertiti- y la posterior Ankhesenamón, viuda de Tutankhamón, cuya unión es argumento aún no

resuelto entre los estudiosos (Newberry 1932; Davies 1933; Seele 1955; Hari 1976; Aldred 1989; Clayton 1996; Arnold 1996; Cabrol 2000).

(14) La donación de regalos fue un hecho fundamental en la descripción del funcionamiento de las sociedades primitivas. La instalación de tres tipos de obligaciones (dar presentes, recibirlos y devolverlos, esto es “don y contra-don”), denota que los objetos intercambiados no tienen fuerza propia. Mediante el intercambio se crean, entre los individuos y los grupos, lazos que fundan un sistema de relaciones de complementariedad. El acento está puesto en las relaciones más que en la naturaleza de los términos de la reciprocidad, vínculos que debían ser estables para permitir el mantenimiento del sistema en una estructura social de constantes relacionales.

(15) La familia real en la Ventana incluye a las tres hijas mayores: Meritatón, a la izquierda, le entrega un collar a Ay; Meketatón y Ankhesenpaatón se mantienen entre la pareja real. La familia real en la Ventana incluye a las tres hijas mayores: Meritatón, a la izquierda, le entrega un collar a Ay; Meketatón y Ankhesenpaatón se mantienen entre la pareja real.

(16) Western Valley. Descubierta por Giovanni Battista Belzoni en 1816, recibió otras denominaciones además de WV23: 1 [Belzoni], b [Burton], W2 [Wilkinson].

(17) Se trata de un símbolo de autoridad para conducir el Estado, identificado funerariamente con Osiris.

(18) El rol de Maat junto a Ra juega una parte importante en la formulación de la identificación entre las mujeres reales y la diosa de la justicia, que proviene del Imperio Antiguo.

(19) A partir de la dinastía XVIII, la corona Atf se vinculó al rey y la Swty comenzó a establecerse como parte de la iconografía de las reinas, aunque su uso no se conoce más allá de la dinastía XIII (Troy 1986:126 ss).

(20) Durante el período amarniano, donde se continuó en algún sentido con caracteres hathóricos de la nobleza femenina particularmente como una referencia a Tefnut, también se relacionó en las formas de los epítetos femeninos: Nefertiti fue “hermosa de rostro, complacida en las dos plumas” (ant m Swty) y otros hat Swty y nbt Swty. En su dualidad femenina/masculina de renovación de la creación, asociadas al Atón, personifican a sus hijos Shu y Tefnut, equivaliendo al dualismo de las dos cobras y los dos ojos del dios. El poder transformador femenino en el proceso de renovación se sostiene en la compleja iconografía solar. La mujer, como esposa divina de Amón en la sagrada boda, es encontrada en las representaciones tempranas de Luxor pero también en las dinastías XXV y XXVI (Troy 1986:128 ss).

(21) "The heiress, great of favour, mistress of South and North, great [wife] of the king and beloved of him, lady of the Two Lands,... in life and health and youth like Re for ever".

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