Santa Cruz en la era de globalización: Informalidad, inmigración, y visión política del espacio público

July 22, 2017 | Autor: Joshua Kirshner | Categoría: Bolivia, Ethnography of urban spaces, Urban Public Open Space, Santa Cruz De La Sierra
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Descripción

Santa Cruz de la Sierra en la Era de la Globalización: Informalidad, Inmigración y Visión Política del Espacio Público Joshua Kirshner y Ana Carola Traverso 1 Introducción Santa Cruz de la Sierra ha experimentado un proceso de crecimiento demográfico y de desarrollo urbano de reciente data. En un poco más de 50 años, tanto la ciudad como el departamento conllevaron traumáticas etapas de conglomeración poblacional, acentuando la concentración demográfica en la ciudad capital e inaugurando un proceso de desarrollo urbano con altos índices de crecimiento. Pero este proceso, clave para entender la historia nacional de las últimas décadas, no está ajeno de una serie de problemas y características urbanas propias de un país en desarrollo, enfrentando desafíos y retos de tipo urbano para hacer sostenible no sólo el crecimiento sino también a la ciudad de mayor acogida para la inmigración. Es importante no perder de vista algunas consideraciones teóricas elementales que pueden arrojar más luces sobre estos temas. Actualmente los debates académicos sobre las ciudades latinoamericanas están sujetos a los análisis de la ciudad global y las interpretaciones emanadas de este nuevo concepto aplicadas a realidades locales. De esta manera, los efectos de la globalización pueden ser enfocados desde perspectivas distintas, reflejando problemas de marginalidad, exclusión, pobreza y asimetrías. Este hecho resultará vital para ubicar el contexto latinoamericano en el sistema mundo, provisto de elementos actualizados de análisis, entendiendo lo que le ha sucedido al espacio urbano, a las inversiones extranjeras, al desarrollo desigual territorial e incluso al Estado respecto a un nuevo tipo de ciudad. Santa Cruz no se escapa de esto. Al mismo tiempo informalidad, apropiación indebida de los espacios públicos, crecimiento atrofiado del sector comercial y una falta de visión de desarrollo local arrojan pautas básicas de los problemas ligados a migración y economía urbana. ¿Cómo encarar esta serie de problemas? ¿Qué perspectivas sociológicas se manejan sobre la inmigración e integración a la ciudad? ¿Qué alternativas se pueden presentar para formalizar al gran sector informal o dar apoyo a estos trabajadores? Éstas son sólo algunas preguntas que entran en el actual debate urbano y que necesitan ser abordadas para crear una visión de ciudad hacia el futuro inmediato, con soluciones a problemas que vienen arrastrándose desde hace ya un par de décadas. Sin más, este trabajo pretende realizar un análisis exploratorio de las relaciones entre una ciudad con tendencias hacia la globalización, y por contrario, los procesos de informalización y de fragmentación física espacial, vistos por los conflictos de espacios públicos que se esta experimentando. Para ello, los procesos migratorios de la zona andina y sus efectos en el paisaje e imaginario urbano cruceño serán tomados en cuenta, 1

Joshua Kirshner es candidato de doctorado Fac. de Planificación Urbana y Regional, Universidad de Cornell, Ithaca, NY, EE.UU. Ana Carola Traversa es licenciada, Fac. de Sociología, UAGRM, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

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al igual que las relaciones de lucha por el poder ideológico del espacio. ¿Cómo es visto el espacio urbano cruceño por los inmigrantes? ¿Cómo abordan las políticas públicas estos temas? Estas preguntas y otras orientaciones serán abordadas en el siguiente documento. Nuevas Abordajes en el Estudio sobre Migración e Integración El campo de estudios sobre migración ha demostrado una renovada preocupación por temas relacionados con la integración y la forma en que los inmigrantes proactivamente procesan conceptos de identidad y pertenencia. La conceptualización migratoria antigua ha sido susceptible de transformaciones importantes. En vez de concebir a los inmigrantes urbanos como “campesinos en ciudades” propensos principalmente a adaptarse a los nuevos alrededores y realidades (ver, por ejemplo, Roberts 1978; Lomnitz 1977), algunos investigadores han identificado dentro de los grupos de inmigrantes, nuevas fórmulas que se materializan en la formación de movilizaciones sociales destinadas a facilitar el ejercicio de sus derechos humanos y ciudadanos (ver Goldstein 2004; Paaregaard 1997). Estos derechos se ejercitan a través de redes sociales, que constituyen instrumentos importantes para la participación ciudadana que a su vez, aglutinan tanto a una parte de la sociedad inmigrante como no migrante de una región. En el caso de Bolivia, se puede hablar de un fenómeno de la transformación de una realidad rural hacia una urbana a través de flujos migratorios (EAC 2007). Estos flujos convierten al departamento de Santa Cruz en un territorio de enclaves de inmigrantes antiguos como en el caso de las comunidades de Yapacaní y San Julián, y también a la ciudad capital con zonas marginales sin atención de servicios básicos. En la década de los años 50 y 60, las migraciones internas fueron promovidas por el estado y llegaron junto con poblaciones de menonitas y japoneses. La crisis económica de los 80 y la profundización de las exclusiones sociales asociadas con la aplicación del modelo neoliberal ampliaron esta tendencia migratoria (Seleme et al. 2005; PNUD 2004). Un resultado ha sido que demográficamente, el departamento de Santa Cruz—y sobre todo su ciudad capital—se haya convertido en el “crisol de la bolivianidad” con comunidades de residentes de todos los departamentos (EAC 2007). Por otro lado, ha surgido un sentimiento de rechazo hacia inmigrantes provenientes de tierras altas del país, expresadas a través de las posiciones discursivas de algunas personas o instituciones cruceñas que ven a los inmigrantes pobres y andinos como una amenaza con respecto a las tierras y al trabajo (Andia Fernández 2002). Es por tanto importante abordar la problemática migratoria desde una óptica integral, reflejando las situaciones que generan estas posiciones encontradas. Con ello, se rescatarán los procesos mundialmente ya asimilados de migración, exclusión e informalidad para demostrar que lo que sucede en Bolivia, y específicamente en Santa Cruz, no es producto de ninguna tendencia poco ortodoxa, sino que se aplican los modelos teóricos de cambios a escala global sobre las poblaciones involucradas. Ciudades Globales Durante los últimos veinte años, las relaciones económicas en las ciudades más grandes del mundo han tenido efectos sociales particulares, tanto en su mismo entorno como en el

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resto del mundo. Según Cohen y Kennedy, uno de los primeros en desarrollar el concepto de ciudad global fue el economista regional John Friedmann, quien argumentaba que “la organización espacial de una nueva división internacional de trabajo requería una nueva manera de entender el rol de ciertas ciudades. En particular, ellas personificaban una contradicción clave entre las políticas, que seguían operando sobre una base territorial y económica, que incrementaron en funciones a escala global. El conflicto social surgió dentro de las ciudades como una consecuencia de esta lucha de poder” (Cohen y Kennedy 2000: 269). Entre las proposiciones principales de Friedmann, se encuentran las siguientes: 1. El grado en el que una ciudad está integrada a la economía global afecta la forma física de la ciudad y la naturaleza de sus mercados de trabajo y capital. 2. Las ciudades clave alrededor del mundo son usadas como “puntos base” por el capital global, las ciudades mismas se acomodan en una “jerarquía espacial compleja”. 3. Las ciudades mundiales llevan a cabo diferentes “funciones de control”. 4. Las ciudades mundiales son sitios para la concentración y acumulación del capital. 5. Las ciudades mundiales son puntos de destino para inmigrantes internos e internacionales. 6. La polarización espacial y de clase es muy común en una ciudad mundial. 7. Los costos sociales generados en las ciudades mundiales exceden la capacidad fiscal (de crear impuestos) del estado matriz. Posteriormente, autores como Knox y Taylor (1995) al igual que Saskia Sassen (1991, 1997) entrarán a formar parte de las discusiones sobre la ciudad global, aunque es Sassen la más emblemática en los últimos años, en especial entre los autores latinoamericanos que abordan las transformaciones globales de las grandes urbes como Río de Janeiro o Buenos Aires. Entre las observaciones principales que hace Sassen, la concentración de actividades comerciales y financieras en los centros urbanos más importantes de los países, la desaceleración industrial y crecimiento de servicios, la acentuación de asimetrías regionales, y la polarización en la distribución de los ingresos son las características más notorias. Si bien se evidencia el nuevo rol de lo local sobre lo nacional, vale empezar el análisis de Sassen por el significado de la globalización en la economía. Ciudades como Nueva York, Londres y Tokio son el centro de estudio de la ciudad global. Sin embargo, otras ciudades intermedias entran en el debate. Asimismo, ciudades cuyo dinamismo económico ha disminuido como el caso de Detroit en Estados Unidos, Manchester o Birmingham en Inglaterra y otras, también formarán parte del análisis de transición de capitales ya que mientras más globalizada sea una ciudad, la aglomeración de funciones centrales será más alta en un número reducido de sitios. Lo que ha tendido a suceder es que con la apertura de nuevos centros industriales en el contexto mundial urbano, los centros otrora conocidos como los centros históricamente orientados a la industria perderán terreno ante nuevos centros de este tipo con costos más económicos para la traslación de inversiones. El sociólogo urbano Castells también ilustra este caso, 3

poniendo como ejemplo el movimiento en los precios inmobiliarios de las principales ciudades mundiales. Pero ¿qué pasa al interior de estas ciudades? Una de las nuevas funciones económicas de éstas será la producción de servicios avanzados e innovaciones financieras, así como también el punto nodal de coordinación de este proceso que contribuirá a la formación de mercados. En definitiva, se superará el enfoque clásico de ciudad orientada netamente hacia la expansión de la cobertura tanto de servicios como de industrias. Una tercera característica está relacionada a la desintegración de economías nacionales, favoreciendo a las economías sub-regionales y de ciudades mundiales. “La concentración en las ciudades descompone la nación en diversos componentes subnacionales, algunos profundamente articulados con la economía mundial y otros desvinculados de ella (…) Estamos viendo algo parecido a una triangulación con la entrada de un tercer protagonista -las ciudades mundiales(…) la privatización y la desreglamentación han traído aparejado un desplazamiento de funciones de gobierno y coordinación hacia el sector privado, lo cual significa a menudo que lo que el gobierno nacional pierde pasa al gobierno local” (Sassen 1997). Los efectos sociales de este nuevo orden serán considerados como otro elemento central de análisis. La polarización de la distribución del ingreso y la distribución laboral de los trabajadores incidirá en la problemática sociourbana, volviendo a poner sobre el tapete los conceptos clásicos de la ciudad dual, sin perder de vista el contexto urbano-global. Ciudades Duales y la Economía Informal Como se mencionó anteriormente, una de las características principales del enfoque de ciudad global está ligado a los flujos en las relaciones capital-trabajo en el contexto urbano. Al mismo tiempo en el que se puede presenciar la creación de empleos altamente retribuidos en servicios avanzados y de alta tecnología, otros empleos de nivel medio o del viejo sector industrial han tendido a desaparecer, debido parcialmente a la desprotección del Estado, el achicamiento del sector público y a la proliferación de nuevos empleos poco retribuidos. Estos cambios han dado pie a la explosión de la economía informal. Según Castells, la economía informal puede ser definida como “actividades generadoras de ingresos no reguladas en un contexto donde actividades similares están reguladas por el gobierno” (Castells en Susser 2001: 366). Para Castells, cuatro procesos se interrelacionan al hablar de ciudad dual. Entre ellos figuran: 1) el declive de algunas industrias y la creciente obsolescencia de un segmento de trabajadores semi-calificados que están siendo expulsados de la fuerza de trabajo; 2) el dinamismo de dos macro sectores, uno en servicios avanzados y el otro en industrias de alta tecnología que también incluyen un número sustancial de empleos poco remunerados y de baja calificación, tales como conserjes, secretarias de nivel bajo y obreros de ensamblaje; 3) El crecimiento de actividades industriales de bajo nivel, muchas de ellas informales, las cuales reciclan parte de la fuerza de trabajo excedente de los sectores en declive, al mismo tiempo que incorporan a parte de los nuevos inmigrantes, 4

particularmente mujeres; y 4) La expansión de actividades informales y semiformales estimuladas por el dinamismo económico general. Estas actividades de servicios, muchas de ellas de servicios al consumidor, proveen numerosos trabajos para inmigrantes, minorías étnicas y mujeres (ibid). Ciudades Globales y Ciudades Duales en el Espectro Latinoamericano Latinoamérica ha sido generalmente concebida como una región llena de contradicciones, las mismas que lograron insertarse en el estudio urbano de ciudades. Por lo tanto, los abordajes a la ciudad dual no son nuevos. Para este presente estudio, sin embargo, la cuestión principal que incidirá en la visión sobre ciudades globales es el desmantelamiento de las relaciones capital-trabajo. Castells argumenta que el crecimiento y declive no se compensaron el uno al otro, como durante la transición a la sociedad industrial. “Parte de la nueva fuerza de trabajo potencial, especialmente entre los jóvenes de las minorías étnicas no está integrada en el nuevo mercado laboral y se convierte en población excedente. La mayor parte de la fuerza de trabajo está siendo reestructurada, tanto por la imposición sobre ella de nuevas condiciones de trabajo, generalmente en un sector diferente de la actividad, como por el cambio de las características de la propia fuerza de trabajo, incrementando la proporción de mujeres, inmigrantes y minoría étnicas gracias a la mayor vulnerabilidad social de estos grupos en un contexto social de discriminación sexual y racial” (Castells en Susser 2001: 391). Los dos sectores de la economía se van perfilando como dos pilares cada vez más dinámicos y diferenciados: el sector formal (informacional) y el informal, el primero basado en la información mientras que el segundo basado en la fuerza de trabajo descalificada. Economía informal no es lo mismo que pobreza urbana, y tanto lo formal como lo informal son dos componentes diferenciales pero articulables, presentes como un dualismo de tipo estructural que en el fondo se diferencian por la crisis de intermediación del Estado entre capital y trabajo, dando como resultado diferentes relaciones de producción y características de la fuerza de trabajo (Benería 2003; Perez Saenz 2003). De esta manera, ambos sectores económicos van perfilando sus propios estilos de vida, diseñando el uso del espacio de manera diferente, debido a la diferencia de los medios financieros y niveles culturales distintos. ¿Cómo se ve afectado el espacio urbano? La estructura espacial combinará elementos, tales como segregación, diversidad y jerarquía. En primera instancia, el nivel superior de la sociedad, blanco y de control masculino ocupa espacios selectos, tanto en el núcleo central de la ciudad como en zonas de suburbios exclusivos. Este circuito es de tipo cerrado, selecto y separado, tanto en estilo de vida, servicios y ocio, protegido por fuerzas de seguridad tanto pública como privada.2 Dadas las características productivas, los sectores informacionales se orientarán a la producción de determinados tipos de servicios.

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Ver, por ejemplo, Caldeira (1999) para un abordaje de mayor profundidad acerca de comunidades cerradas y espacio urbano, enfocado en la mega-ciudad de São Paulo, Brasil.

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Por otro lado, los sectores de trabajadores descalificados comparten espacios excluidos, altamente fragmentados en términos étnicos, edificando comunidades defensivas para luchar por servicios y preservar bases territoriales de sus redes sociales. Las áreas desvalorizadas serán su refugio y experiencias locales y culturales específicas los conectarán entre sí (Perez Saenz 2003). Esta dinámica puede verse de manera resumida en el estudio preliminar sobre lo que significa ser inmigrante en una de las zonas más densamente pobladas por residentes andinos de niveles socioeconómicos considerados bajos en la ciudad de Santa Cruz. “El Plan 3000 es una zona heterogénea en la cual coexisten distintas perspectivas que no siguen necesariamente una sola línea. Esta situación no permite una dicotomía aguda entre el centro de la ciudad y la periferia, como algunos observadores han precisado (…) Todo ello muestra que el Plan 3000 se ha convertido en una especie de campo de batalla en materia política, que sin embargo, no afecta la recepción e inclusión social de inmigrantes del interior del país. Asimismo, se observa que el problema de necesidades básicas insatisfechas, tampoco está provocando resentimiento hacia los más recién llegados” (Kirshner 2007: 7). Flujos Migratorios Hacia Santa Cruz de la Sierra La ciudad de Santa Cruz empezó un proceso de fuerte crecimiento a partir de los años cincuenta, cuando se vinculó al resto del país por la carretera hacía Cochabamba y La Paz. En la década de los 1950 contaba con 41.000 habitantes y para 1960 contaba con 70.000, distribuidas sobre 5.700 hectáreas. Durante la década del 70, la ciudad se integró al mercado nacional a través del transporte y las comunicaciones físicas con la carretera asfaltada a Cochabamba y la construcción de ferrocarriles a Corumbá y Yacuiba (PNUD 2004). Estos hechos ocurrieron en el contexto de las políticas nacionales basadas en lo que se llamó la sustitución de importaciones y la ampliación de la frontera agrícola, al igual que en otros países de la América Latina de esa época. Esta medida se enmarcó en el Plan Inmediato de 1955, un plan de desarrollo elaborado y aplicado por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario. La “Marcha hacia el Oriente” fue entendida como una solución rápida para paliar la pobreza de grandes sectores poblacionales del altiplano y valles bolivianos, mientras se “poblaba” y consolidaba el territorio oriental, carente de mano de obra agraria. “Así, la “marcha al Oriente” era también la ocupación de los espacios entendidos en la época como “vacíos”, pues se trataba de ocupar eficazmente el espacio nacional: aquello significaba desplazar contingentes humanos desde el altiplano y los valles hacia los llanos del Oriente. Tal proceso de denominó “colonización”. (Sandoval Arenas 2003: 49) Desde entonces, la ciudad ha diversificado su economía y ha recibido un enorme flujo migratorio, contribuyendo a una población actual que alcanza más de un millón de habitantes y una superficie aproximada de 25.000 hectáreas (INE 2001).

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De esta manera, no sólo se poblaron territorios considerados vírgenes, sino que también se invirtieron fondos públicos y créditos internacionales en la construcción de vías de comunicación terrestre entre el Oriente y el resto del país, en desarrollar una economía nacional para crear autoabastecimiento alimentario en base a la agroindustria potenciada en el Oriente (azúcar, arroz y maderas) y en la creación de flujos comerciales de los sectores económicos nacionales (oriente-occidente). En forma paralela a cambios operados en la estructura económica y política del país a partir de los años 80, Santa Cruz y sus alrededores han ido consolidando su posición como “motor” de la economía nacional. En el Departamento de Santa Cruz se concentran inversiones, exportaciones, industria, servicios, así como también el 25% de la Población Económicamente Activa de Bolivia (CAINCO 2004). Las exportaciones cruceñas han tenido un crecimiento sostenido, que deriva en una participación equivalente al 54% de las exportaciones nacionales. Otro indicador que posiciona a Santa Cruz como motor de la economía Boliviana es el PIB per capita del departamento que ha sido, desde los años 90, el más alto a nivel nacional (PNUD 2004). Los promedios departamentales son superados por el municipio de Santa Cruz de la Sierra, donde se concentran los capitales y las inversiones. 3 Las sedes de empresas agropecuarias e hidrocarburíferas multinacionales, como Petrobrás, Repsol, British Gas y Archer Daniels Midland, han trasladado sus centrales a Santa Cruz. Asimismo, se ha ampliado el sector de servicios financieros, transporte, comercio y telecomunicaciones, trayendo consigo la apertura y globalización del movimiento económico en la región. Todos estos hechos crean un marco propicio para el desarrollo regional, dando una imagen de prosperidad y crecimiento sostenido. Esta imagen ha impulsado elevadas tasas de migración hacia la ciudad de Santa Cruz, incluidas tanto la migración rural del mismo departamento como del interior del país reflejándose en la tasa anual de crecimiento intercensal (1992-2001) de la ciudad que actualmente alcanza un 5.08%, 4 sin expectativas de disminución a corto o medio plazo (Seleme et al. 2005).

¿Santa Cruz: Entre Dualismo o Globalidad? Descripción Geográfica del Espacio Urbano Cruceño La actual ciudad de Santa Cruz de la Sierra está estructurada en torno a anillos, es decir, es radiocéntrica. Los primeros cuatro anillos de la ciudad concentran la mayor cantidad de servicios y comercios y albergan también a los barrios más tradicionales y de mayores ingresos económicos de la ciudad. En la última década, la construcción de carreteras de 3

Esta situación se corrobora por las cifras de pobreza oficiales del país: el área urbana del departamento tiene 24.9% mientras el área rural cuenta con 81% (INE 2001). 4 Esta tasa solo ha sido superada, levemente, por la tasa de la ciudad de El Alto que alcanza a 5.10%. La tasa de Santa Cruz de la Sierra casi duplica la tasa promedio del país, 2.74%. Asimismo, es superior a la tasa promedio del departamento que llega a 4.29% (INE 2001; CODEPO 2004).

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importancia nacional desde la ciudad ha abierto nuevos ejes para el asentamiento de establecimientos económicos. Estos tienen carácter metropolitano y están extendiéndose hacia municipios aledaños como Warnes y Cotoca, creando el inicio de una ciudadregión. De igual manera, la demanda de seguridad en urbanizaciones cerradas, alejadas del tradicional centro urbano, y la demanda de áreas de recreación y turismo con grandes espacios para una población urbana en crecimiento acelerado han tenido su influencia el la formación del Área Metropolitana (Seleme et al. 2005). Aunque Santa Cruz ostenta el mayor Índice de Desarrollo Humano de Bolivia, al igual que en otras ciudades del país y de la América Latina, presenta grandes desigualdades sociales que se expresan en altos niveles de concentración de los ingresos (PNUD 2004). La incidencia de la pobreza alcanza a un 24% de la población, la cual se encuentra concentrada mayoritariamente en los distritos municipales emergentes en las últimas dos décadas, que además aglutinan alta presencia de migrantes. Realizando un análisis más detallado, se observa que seis de los doce distritos (6, 7, 8, 9, 10 y 12) muestran un nivel de pobreza entre el 30 y 51%, mientras que cinco distritos (1, 2, 3, 4 y 11, todos ubicados en la zona central de la ciudad) tienen porcentajes de hogares pobres que no llegan a dos dígitos (PAP 2006). El ritmo de crecimiento demográfico de la ciudad ha sobrepasado las expectativas de la planificación urbana (Seleme et al. 2005). De ahí que la capacidad de respuesta al flujo migratorio por parte de la autoridades, tanto nacionales como departamentales y locales, y tal vez la capacidad de la propia sociedad civil se encuentre debilitada, y ocasione una creciente segregación socio-espacial, sin planificación ni provisión de servicios básicos como alcantarillado, drenaje, pavimentación, núcleos escolares y de los tres niveles de atención para la salud, hacia los distritos más pobres de la ciudad. Además, se han creado problemas vinculados al desorden y dispersión de los asentamientos humanos (Limpias 2003). Las condiciones actuales contribuyen a una presión permanente para las autoridades locales encargadas de la dotación de servicios básicos, el fomento de desarrollo local, y el uso de espacios públicos. Estructuración Económica La estructuración económica cruceña se ha ido consolidando durante los últimos veinte años en función al sector terciario. Esto lo puede constatar el Censo de Población y Vivienda del 2001, donde se corrobora la siguiente estructura económica en la ciudad capital: Sector primario Sector secundario Sector terciario

29.78% 20.73% 49.49%

Este proceso no es nuevo y ya ha sido abordado con anterioridad. Según los estudios del CEDLA, los sectores económicos en la ciudad de Santa Cruz se han ido presentando de la siguiente manera:

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SECTOR DEL MERCADO DE TRABAJO TOTAL Estatal Empresarial Semiempresarial Familiar Doméstico

Población Ocupada 1989 196408 24949 47526 22210 84303 17420

1992 268773 24503 75993 57987 91594 18696

1995 354222 27693 83049 91009 126098 26373

Estructura porcentual por columna 1997 630302 43046 194417 113965 259940 18934

1989 100.0 12.70 24.20 11.31 42.92 8.87

1992 100.0 9.12 28.27 21.57 34.08 6.96

1995 100.0 7.82 23.45 25.69 35.60 7.45

1997 100.0 6.82 30.84 18.08 41.24 3.00

Fuente: Seleme et al. 2005

Porcentajes

Evolución del Mercado de Trabajo

50 40 30 20 10 0

Estatal Empresarial Semiempresarial Familiar Doméstico 1989

1992

1995

1997

Año

Fuente: Elaboración Propia Entre las principales conclusiones sobre estos datos, se puede deducir que los sectores estatales, domésticos y hasta cierta medida familiares tuvieron un descenso considerable, mientras que el sector privado formal tendió a crecer, incluyendo a los sectores empresariales y semi-empresariales. Según el Plan de Ordenamiento Territorial (PLOT) elaborado para la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, la economía urbana comprueba seguir la tendencia hacia la terciarización, según los siguientes indicadores: números de establecimientos y personal ocupado, la participación sectorial de la población económicamente activa y su correlación con la estructura del Producto Interno Bruto Regional. Asimismo, los diferentes tipos de establecimientos comerciales y de servicios constituyen el 93,9% del total de establecimientos existentes en la ciudad y el 84,9% del personal ocupado. Aunque los puestos fijos y móviles casi en su totalidad corresponden a actividades terciarias a nivel de locales, su participación en el total de establecimientos es igualmente mayoritaria en número (91,3%) y personal ocupado (83,1%). (GMSC 2004). La siguiente tabla contempla los porcentajes por distritos, de las categorías ocupacionales principales. Las categorías de obrero/empleado y trabajadores por cuenta propia saltan a la vista como las ocupaciones principales. Sin embargo, vale también mencionar otras características de análisis. Por ejemplo, los distritos de mayor desarrollo (1-4, 11), son homogéneos en cuanto a proporciones ocupacionales. Lo mismo sucede con los distritos de mayor pobreza (6, 8 y 12). En este esquema, las categorías de obrero, empleado y patrón, socio, empleador le corresponden a los distritos más prósperos, mientras que el

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trabajo a cuenta propia, cooperativismo y el familiar coinciden con aquellos distritos más deprimidos. Asimismo, puede deducirse que en los distritos que albergan los mayores índices de pobreza y que por lo tanto podrían coincidir con zonas urbanas informales, carecen de obreros o empleados. En las zonas de mayor desarrollo, los empleados, socios, empleadores saltan a la vista, mientras que reflejan los niveles más bajos de trabajadores por cuenta propia (informales). Distritos Urbanos

% Obrero Empleado

% Cuenta Propia

% Patrón Socio Empleador

% Cooperativista

% Trabajador Familiar

1 2

T. Rural

60,44 63,19 64,27 58,41 63,44 60,54 57,27 54,29 58,65 56,83 59,59 55,20 53,22

30,09 26,52 27,68 31,63 29,01 32,72 35,72 39,11 33,47 36,41 27,41 39,18 40,56

5,92 6,89 4,81 6,03 4,69 3,38 3,09 3,12 3,93 3,58 9,36 2,76 1,99

0,18 0,16 0,11 0,11 0,11 0,18 0,11 0,09 0,09 0,15 0,14 0,10 0,09

3,37 3,25 3,13 3,82 2,76 3,17 3,80 3,39 3,85 3,03 3,51 2,76 4,13

Total

58,96

32,79

4,77

0,13

3,35

3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Total Población

% Población Por Distrito

32807

6627

7,83% 4,51% 8,38% 7,37% 9,05% 8,31% 11,85% 6,70% 8,50% 8,51% 6,21% 1,58%

419044

100,00%

18881 35118 30898 37916 34802 49654 28083 35611 35676 26019

Fuente: GMSC 2004 En cuanto a tipos de empleo y su relación con los distritos, el distrito 1 presenta rasgos de altos índices de categorías ocupacionales en general, dando como resultado un distrito bastante heterogéneo en cuanto a tipo de empleos. Los distritos 3, 9 y 12 son los distritos de menores registros de actividades ocupacionales Distritos Urbanos

%OBRERO EMPLEADO

%CUENTA PROPIA

% PATRON SOCIO EMPLEADOR

% COOPERATIVISTA

%TRABAJADOR FAMILIAR

1

11,49

10,28

13,90

15,84

11,27

46952

2

8,39

6,33

11,30

9,39

7,59

32807

3

4,91

3,80

4,55

3,68

4,21

18881

4

8,30

8,08

10,60

7,18

9,55

35118

5

7,93

6,52

7,24

6,08

6,07

30898

6

9,29

9,05

6,42

12,34

8,56

37916

7

8,07

9,05

5,38

7,37

9,41

34802

8

10,91

14,13

7,75

8,29

12,00

49654

9

6,67

6,84

5,53

4,79

7,70

28083

10

8,19

9,44

6,38

9,94

7,67

35611

11

8,60

7,12

16,70

9,02

8,91

35676

12

5,81

7,42

3,60

4,97

5,10

26019

T. RURAL

1,43

1,96

0,66

1,10

1,95

6627

Total

100,00

100,02

100,00

100,00

100,00

419044

Población Total por Distrito

Fuente: GMSC 2004

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Sectores Informacionales - Globales A partir del análisis territorial sobre desarrollo y estructuración económica, surge la interrogante sobre qué sectores pueden ser considerados globalizados en la ciudad. Como ya se ha mencionado con anterioridad, es el sector terciario (que alberga al comercio, turismo, actividad civil, finanzas y otros) el de mayor consolidación, con el 49.49% del total de la actividad económica local (INE 2001). La existencia de este sector ha estado caracterizada por el afán de incorporarse a la modernidad y competitividad, a los últimos avances tecnológicos en sus operaciones. A su vez, ha estado vinculado e integrado al exterior, donde los patrones de producción y consumo no se diferencian sustantivamente con los del ámbito internacional. Otra característica importante han sido los programas directos de privatización y capitalización emprendidos. El sector terciario muestra un crecimiento y consolidación de rápido alcance, vinculado con los procesos de globalización, donde se destaca la creciente sofisticación de la intermediación financiera, el desarrollo de las telecomunicaciones y la diversificación de las exportaciones no tradicionales (PAP 2006; http://www.papscz.org/). Los principales distritos donde se ubican esta categoría económica se encuentran dentro del cuarto anillo, en especial entre los distritos 2, 3, 4 y 11. Es importante resaltar el tipo de emprendimientos económicos, en donde pueden encontrarse bancos, restaurantes, empresas multinacionales vinculadas a la exploración, explotación y servicios petroleros, compañías aseguradoras y financieras, universidades, colegios, empresas constructoras, hipermercados, librerías, oficinas, entre otras (Limpias 2003).

La Santa Cruz Global En relación a la presencia de capitales de inversión global, grandes firmas multinacionales tienen presencia en la ciudad. La ubicación geográfica de estos servicios en la ciudad refleja el asentamiento de estas inversiones en un patrón no concentrado en el centro de la ciudad. Es más, en la mayoría de los casos, las empresas multinacionales están localizadas cerca o fuera del 4to anillo, en zonas como la Doble Vía a La Guardia, Equipetrol Norte, Av. Banzer y en la carretera a Cotoca, todas éstas zonas se ubican en los distintos ingresos a la ciudad aunque adyacentes a los distritos residenciales de mayor nivel socioeconómico. Por otro lado, sólo las casas matrices de los centros financieros se concentran en el área del Casco Viejo, dentro del 1er Anillo. Asimismo, los parques temáticos 5 se encuentran en zonas no urbanas. Incluso uno de estos parques se ubica fuera de la jurisdicción del municipio de Santa Cruz. La gentrificación del espacio territorial como producto de la ubicación de nuevos complejos empresariales, en desmedro de los usuarios habituales de estas zonas todavía no se ha producido, ya que en la mayoría de los casos, la construcción de empresas multinacionales coincide con barrios nuevos, de inmigrantes o zonas en desarrollo urbano, muchas veces sin dotación de servicios básicos (alcantarillado, o incluso pavimentación). En otros casos, el asentamiento de este tipo de empresas se produce una 5

Aqualand y Playland - los dos ubicados en la Carretera al Norte

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vez gentrificado el espacio, como en el caso del barrio de Equipetrol, debido a la categorización de estos barrios como zonas residenciales exclusivas de la ciudad, anterior al asentamiento de estas empresas. Sectores Informales Así como existen grupos altamente integrados a una economía global, coexisten en el mismo territorio distritos, barrios y zonas excluidas y segregadas. “En la ciudad se han generado procesos de segregación y concentración de ingresos, que se demuestra a través del acceso diferenciado de altos servicios básicos y bienes urbanos. Además el proceso de urbanización se presenta para la mayoría de los sectores; como rezagado en lo referente a la provisión de infraestructura y equipamiento básico, por lo que la urbanización acelerada se ha visto acompañada también por aumentos cuantitativos de población en condiciones de pobreza, ubicados principalmente fuera del cuarto anillo de la ciudad” (PAP 2006; http://www.pap-scz.org). Este proceso de segregación y exclusión no sólo se presenta en el acceso o distribución de servicios básicos, sino que también trasciende a las esferas económicas productivas de la estructura económica urbana local al igual que en la reproducción de patrones de comportamiento, construcción de imaginarios e incluso en la visión que puedan poseer de la ciudad misma. ¿Cómo clasificar al sector informal? Si bien la informalidad no es exclusividad de los residentes migrantes andinos, (aunque son ellos la categorización más notoria), es un fenómeno que ha logrado perforar toda la estructura socioeconómica urbana. Debe abordarse este problema considerando algunos elementos centrales, tales como la proliferación de vendedores informales, la acelerada migración interna, y la escasa capacidad económica nacional y regional de crear empleos formales para absorber a los inmigrantes recientes (Roberts 1978; Susser 2001). Ante esta situación, es importante también considerar la visión económica desde el gobierno local en el caso de Santa Cruz, ya que es ahí donde se encontrarán las explicaciones oportunas sobre el porqué de su crecimiento explosivo. Si bien es necesario partir del hecho de que la informalidad no es sólo un fenómeno aislado, ya que como se vio anteriormente, ha sido estudiado por importantes académicos sociales, es pertinente remitirse a la gestión pública sobre el ordenamiento territorial para entender la lógica interna de su proliferación (Rojas Rosales y Casanovas 1988). El sector informal tiene un importante lugar como imaginario reproductor de comportamientos, prácticas culturales, económicas y sociales. Esto se debe a la débil presencia del Estado como generador no sólo de una identidad nacional, sino también como ente fiscalizador o supervisor de riquezas. Por lo tanto, un sector prácticamente paralelo al sector formal, pero a veces vinculado a el, se perfila fuera del ordenamiento típico que el Estado pueda generar dentro de sí, confirmándose la categorización que hacía Castells sobre dos el dualismo de tipo estructural.

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Es preciso especificar algunas dimensiones de reproducción del sector informal, entre las que se encuentran: 1. reproducción económica: vinculada a prestamistas, vendedores de mercados, trabajadores a cuenta propia y vivanderos. En muchos casos exentos de los pagos de impuestos correspondientes, se destaca la capacidad de ahorro individual o familiar y el afianzamiento del espacio circundante a los mercados como a) negocio, b) vivienda propia, c) depósito de mercaderías, d) extensión de vivienda para los hijos. 2. reproducción sociocultural: en el caso de los inmigrantes andinos, se puede constatar la preservación de fiestas populares propias, como los conocidos Prestes, Gran Poder, efemérides cívicas propias, festejos religiosos, e incluso la extensión del descanso del fin de semana hacia el lunes (San Lunes). Los sitios de ocio o esparcimiento giran en torno a ciertos mercados de abastecimiento, como La Ramada, El Abasto u otros, donde discotecas o centros juveniles dominicales funcionan con gran concurrencia. 3. reproducción ideológica: los gremiales, la agrupación más característica del sector informal, han logrado consolidarse en sindicatos para luchar contra el control municipal del espacio. Desde las elecciones municipales de 1994, lograron obtener curules en el Consejo Municipal. Esto les ha posibilitado luchar y afianzar su poder en la ciudad, perpetuando las redes y relaciones informales de la comercialización de alimentos, ropa, entre otros. Sin embargo, su condición de vida no mejoró ni tampoco se propusieron medidas paliativas para contrarrestar la informalidad en la ciudad El sector informal, mientras crecía sin ningún control o paliativo público, se tornó aún más heterogéneo. Esta afirmación contradice la visión que puedan tener algunos autores como Rojas Rosales (1988) o Andia Fernández (2002), quienes afirman que la lucha ideológica de las élites o del poder local han construido una identidad basada en la identificación del cruceño con la visión tradicional de la región, mientras que el sentido de “otredad” se fue elaborando catalogando al inmigrante andino como el “enemigo” urbano, inmoral, avasallador del espacio urbano y hasta racialmente inferior. Sin más, esta afirmación se sustenta en entrevistas que demuestran la heterogeneidad de pensamiento, inclinaciones políticas e ideológicas e incluso las visiones de ciudad de los habitantes de las zonas o barrios periféricos, demostrando no sólo diferencias sustanciales en cuanto a origen demográfico, sino también aplicable a un abanico de opciones de todo tipo. Trabajadores Por Cuenta Propia y Gremiales El sector informal cuenta con una serie de oficios, que como vimos anteriormente, se aglutinan en su mayoría en la venta y comercio. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, éstos conforman uno de los grupos más importantes de la economía informal, constituido por sectores semi-empresariales y familiares. Este grupo empezó a cobrar más fuerza a partir del cambio de modelo económico nacional a mediados de la década del ochenta, con la contracción de la industria secundaria y del achicamiento del sector público. Según los datos del PLOT, entre 1989 y 1995, seis de cada diez empleos nuevos en la economía urbana se generaron en este sector.

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“De esta forma, la dinámica expansiva de la economía cruceña indujo un proceso de generación de empleo y de incremento de ingresos en el sector informalsemiempresarial de las distintas actividades industriales y de servicios articuladas a la base agroindustrial de la región. El proceso de desarrollo parece por lo tanto haber generado un dualismo entre pocas actividades de tecnología moderna en los sectores característicos de la base económica regional y un gran número de actividades industriales y de servicios de carácter informal intensivo en la generación de empleo articulados de forma precaria con el dinamismo de los primeros” (GMSC 2004: 116-117). Cabe hablar de los gremiales como otro de los sectores más representativos. Los gremiales, constituidos en federaciones y confederaciones de trabajadores en los mercados públicos de abastecimiento de alimentos y otros géneros, se han logrado articular eficazmente como un gran bastión de lucha en contra del control municipal del espacio público. Actualmente, existen siete federaciones que aglutinan a los gremiales en la ciudad de Santa Cruz. Esto se debe en gran medida a la necesidad de actuar como agente aglutinador de una serie de demandas y necesidades que empiezan con la autosubsistencia y con el derecho al trabajo, y que también incluye pugnas políticas con el gobierno municipal por tener el control sobre los espacios destinados al comercio informal. Los gremiales poseen una estructura política asociativa de alto alcance. Autores como Andia Fernández (2002) destaca la fuerte capacidad organizativa, donde sólo en el caso del mercado La Ramada, más del 94% de los gremiales del mismo admiten pertenecer a alguna asociación de comerciantes, además de conocer sus propios estatutos de funcionamiento. Este tipo de situaciones demuestra que: a) existe un alto grado de organización gremial; b) además, la organización es buena y con representantes legítimos, producto de elecciones relativamente continuas; c) esta organización es positiva para un buen grado de gobernabilidad, porque brinda posibilidades de negociar con portavoces autorizados orgánicamente; d) utilizada políticamente y en pugnas de intereses económicos, esta organización puede resultar perjudicial para la gobernabilidad, realidad que existe en este momento, ya que la organización gremial es bien vista por ser un proceso moderno de negociación de intereses sociales, pero, en contrapartida, la deformación de sus objetivos es disfuncional para la gobernabilidad, en particular, y para el proceso social, en general. (Andia 2002: 29-30). No obstante, es menester remitirse a las últimas gestiones municipales, en donde los gremiales tuvieron un papel político determinante, debido al apoyo concedido a un representante propio (Jesús Cahuana) como candidato a concejo del partido Unión Cívica Solidaria (UCS). En el análisis sobre gobernabilidad en el caso del Mercado La Ramada, Andia sostiene que entre los principales problemas en torno a la visión pública local sobre mercados, se encuentran:

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1. Falta de recursos económicos para realizar inversiones importantes en el tema de mercados; 2. Abordaje erróneo para tratar el reordenamiento de mercados, debido al clientelismo intra partidario oficialista; 3. Inexistente política administrativa general de mercados por parte del Gobierno Municipal (hacia el año 2002); 4. Necesidad de desarrollar consensos con los gremiales, como actores involucrados; 5. El desarrollo económico local parte de la base de realizar inversiones considerables en la ampliación de infraestructura y de la red de mercados de abastecimiento; 6. Falta de unión entre visiones de democracia representativa y la participativa que limita realizar avances en la gestión de mercados. A su vez, resulta útil hablar sobre la gestión de Cahuana como presidente de la Comisión de Industria y Comercio del Concejo Municipal, donde trabajó en el Comité de Mercados. Durante su gestión, Cahuana fue ampliamente criticado por no trabajar en función de la ciudad, sino sólo de las federaciones gremialistas que él mismo presidía (Andia Fernández 2002: 32). Esta visión es también compartida por las autoridades locales actuales, ya que citando a Salek en su estudio sobre pequeño comercio, ambulantes, y mercados, “surgieron objetivos personales que favorecieron a algunos grupos y/o personas, no llegando a resolverse el problema de fondo en beneficio de comerciantes y usuarios” (Salek 2007: 14). La informalidad, como fenómeno socioeconómico y desde la misma capacidad de acción política de los propios actores, apenas ha sido abordado con soluciones integrales, ya que sólo se plantean opciones de consolidación y de mayor inversión en la creación de nuevos mercados de abastecimiento público. Si bien se dijo anteriormente que informalidad no es lo mismo que pobreza urbana, es preciso considerar los efectos desafiantes hacia el estado y el municipio en concreto, en relación no sólo con visiones de productividad, sino también con recaudaciones impositivas, al igual que con mecanismos transversales de integración con el espacio urbano en función de todos los sectores de la población urbana. La Santa Cruz Informal Como se puede deducir, las principales zonas de asentamientos de este tipo de economía son los mercados de abastecimiento público de la ciudad y en total, existen 53 mercados, con la siguiente clasificación: 1. 2. 3. 4.

Mercado Metropolitano Mercado Distrital: Abastecimiento, ropa, productos variados y servicios Mercado Vecinal A: Abastecimiento Mercado Vecinal B: Abastecimiento, ropa, productos variados y servicio

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De estos, 4 son mercados metropolitanos generales, 4 son mercados metropolitanos específicos, 3 son mercados distritales, 23 son vecinales de abastecimiento, 14 son vecinales grandes, 21 son mercados municipales, 10 son mercados municipales en usufructo, 5 son privados y 14 son considerados asentamientos (Salek 2006: 9). Las principales funciones de los mercados, y la razón por la cual han logrado proliferar y consolidarse es por la amplia gama de servicios, recreación, intercambio cultural, paseos comerciales, lugares de abastecimiento y de comida que logran generar. En relación con los mercados más tradicionales, estas zonas están ubicadas en antiguas “fronteras” urbanas, localizadas como centros de recepción a los camiones provenientes de los valles o de otras zonas de entrada a la ciudad con mercaderías de todo tipo. “La expansión urbana de Santa Cruz de la Sierra se produce como efecto de dos factores centrales (…) El primero de ellos son las conexiones viales y el segundo son las circunstancias morfológicas de la tomografía local. (…) Los asentamientos urbanos continuaron expandiéndose, influenciados por las conexiones viales y carreteras. Tal es el caso de la “antigua carretera” a Cochabamba, por donde se pueden constatar varios centros de abastecimiento, como La Ramada y El Abasto (…) la zona de la carretera a La Guardia responde a asentamientos provenientes de los valles” (Traverso 2005: 9-10) Otras zonas consideradas como informales y/o populares, se produce en ciertas plazas, calles y aceras. Estas zonas no siempre han estado asociadas a mercados, aunque en muchos casos son lugares adyacentes (como en el caso de la feria de ropa de invierno, que tiene cercanía al mercado de La Ramada). Lugares con relativa importancia son la plaza del Zoológico Municipal, espacios verdes que quedan cerca de asentamientos de circos, verbenas populares, fiestas barriales u otros eventos de festejo popular. Figura 1: Asentamientos de Mercados en la Ciudad

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Visiones Contrapuestas sobre el Espacio Público Gobierno Municipal El gobierno municipal ha tenido la tuición sobre el espacio público, el ordenar y súper vigilar las calles, aceras y todo lugar para garantizar la seguridad de los habitantes. Sin embargo, el problema de la proliferación del sector informal ha sido un constante “dolor de cabeza” para las autoridades involucradas, ya que ante el crecimiento explosivo de este sector y las condiciones de precariedad con las que trabajan, es difícil garantizar una provisión adecuada de servicios y de calidad. Entre las principales causas que dan las oficinas encargadas de la planificación urbana al descontrol y proliferación del sector informal, se encuentra la supremacía de condiciones de mercado sobre las funciones de planificación pública del espacio. “La ciudad se vio sometida al juego de intereses de dirigencia gremiales, que ante la necesidad de trabajo de algunos comerciantes o por el monopolio de puestos de que han ido generando dentro del mismo sistema, se asientan en terrenos no aptos para mercados, sin que sean planificados, y la planificación tiene que adaptarse a su intereses y decisiones en vez que de que sean ellos los que se adapten a la planificación de la ciudad cuyo único interés es el beneficio de todos los habitantes en general” (Salek 2007: 6) Como se mencionó anteriormente, la pobreza no debe ser vista como la fuente reproductora del comercio informal. Es más, las autoridades locales reconocen que el acceso a capital no es una excusa para el comercio informal. “Nosotros vemos de que hay personas que se dedican a vender frutas que con un capital de 100 dólares y tienen la capacidad de poder vivir de esto. Hay comerciantes que desarrollan otras actividades como la venta de electrodomésticos, una cámara filmadora o hasta computadoras. Estamos hablando de productos hasta de 2 mil dólares, por producto. Entonces el capital no es una limitante para estas actividades” (Entrevista a Lorgio Ardaya, Director de la Oficina de Protección al Consumidor, 27 de julio, de 2007). Desde el año 2004, se viene aplicando un reglamento para el uso del espacio público en la ciudad. Esta ordenanza municipal, se basa en un principio de “desarrollo y mantenimiento de las áreas de dominio público, otorgando el derecho de la ocupación de espacios y vías públicas para fines comerciales a terceros” (Ordenanza 050/2004). Si bien se contemplan una serie de enunciados, como la preservación de las tipologías arquitectónicas, la valoración del centro histórico, la racionalización de la utilización del espacio público municipal, control sobre la contaminación visual y física, entre otras, el poder de control público queda prácticamente obsoleto ante la fuerte presencia y poder de presión del sector informal. Marco Normativo La Ordenanza 050/2004 clasifica los usos de circunstanciales y temporales:

áreas de dominio público en

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a) Usos de áreas urbanas circunstanciales: aquellos concedidos para la utilización durante las fiestas religiosas, cívicas, culturales, carnavaleras y otras que no excedan cinco (5) días salvo aquellos con autorización expresa por el Honorable Concejo Municipal; b) Usos de áreas para actividades temporales: aquellos que tienen un carácter de tipo que no excederá a un (1) año para su desarrollo, con una validez renovable bajo la modalidad de arrendamiento, previo a un informe técnico de evaluación de la Oficialía Mayor de Desarrollo Económico y Medio Ambiente. Tipos de Asentamiento Permitidos Asimismo, la Ordenanza también autoriza a los siguientes rubros el uso del espacio público: a) Asentamientos Menores: • Quiosqueros: quienes sirven diferentes refrigerios y comidas rápidas al paso; • Lustreros: los que lustran el calzado a transeúntes; • Llanteros: quienes se dedican a la reparación de llantas y servicios de aire; • Pastilleros: vendedores de dulces, chicles, galletas, chocolates, cigarrillos y otros; • Refresqueros: vendedores de refrescos de diferentes clases, gustos y sabores, embotellados o no; • Relojeros: vendedores de relojes, pilas, baterías, micropilas, manillas, calculadoras y ramas afines. También incluyen los que reparan relojes, calculadoras y otros afines; • Tarjeteros: vendedores de tarjetas magnéticas para el uso de teléfono público o celulares; • Vendedores de Comida Rápida: los que preparan y venden diferentes tipos de comida rápida al paso; • Vendedores de Fruta: quienes revenden diferentes tipos de frutas de acuerdo a la época del año; • Vendedores de Periódicos: distribuidores y vendedores de periódicos, revistas, semanarios, libros y folletos; • Zapateros: quienes hacen el servicio de reparaciones de calzados y otros artículos de forma manual o con máquina; b) Asentamientos Mayores: aquellos que utilizan las aceras con fines comerciales; utilizan la acera para ingreso a garaje pagado; asentamientos mayores en plaza, parques u otras áreas públicas; eventos: religiosos, cívicos, culturales, deportivos y políticos; fiestas: culturales, carnavaleras, tradicionales, ferias y quermeses. c) Asentamientos Peligrosos: Son aquellos que exponen sustancias peligrosas, inflamables, explosivos, corrosivos, tóxicos e infecciosos y todas las contravenciones que no están contempladas en el Reglamento. Oficinas de Control Para proteger los derechos de los ciudadanos ante el comercio, existe la Dirección de Protección al Consumidor, con cinco oficinas: 18

1. 2. 3. 4. 5.

Departamento de Control de Productos Departamento de Control y Fiscalización Departamento del Espacio Público Departamento de Abastecimiento y Mercados Departamento del Laboratorio Municipal

Entre las prioridades del esta dirección, se encuentra el regular y ordenar los mercados de abastecimiento, ya que al aglomerar a tantos comerciantes como cliente requiere de mayor supervisión. Según el actual director de esta unidad, son tres los mercados con mayores problemas de control sobre el espacio público: Siete Calles (800 personas utilizando el espacio público), Los Pozos (3 mil personas), y la Ramada (12 mil personas). La visión municipal da cuenta de que la mayoría indiscutible de los gremiales o trabajadores informales provienen del interior del país. Entre las principales razones del porqué ha proliferado este sector-- y las diferencias culturales que se revela --argumentan que: “La mayoría de la gente que vende es gente que ha venido del occidente del país. Uno, por la bajo nivel cultural que tienen no ve otra opción de subsistencia que ingresar directamente en el comercio (…) Se ve una marcada diferencia en el sentido que el camba por la idiosincrasia que tiene no es propenso a entrar en el comercio. El comercio, al menos en Santa Cruz, es manejado por personas del interior (…) Pero el cruceño originario de acá, no ha desarrollado mucho la actividad del comercio en el espacio público ya que se ha ido más hacia la actividad comercial por parte de la agropecuaria” (Entrevista a Lorgio Ardaya; 24 de julio, 2007).

Política Local sobre Control de la Informalidad Desde hace unos años, planes de reordenamiento de los espacios públicos destinados al comercio han ido ganando terreno. Por esta razón, la actual gestión municipal se ha dado la tarea de elaborar un plan de ordenamiento de mercados, proponiendo la construcción de un mercado distrital. Esta iniciativa nace de la necesidad de volver a darle importancia a la planificación del territorio, una postura política que se estuvo postergando durante muchos años (Seleme et al. 2005). De esta manera, se vuelve a incorporar la necesidad de planificar el espacio: “Nosotros no vamos a poder sacar a los gremiales (…) si no podemos presentar una opción que sea económicamente atractiva para ellos para que puedan irse. La lógica de la planificación es esta entonces. Que primeramente pase por este estudio y que sea atractivo” (Ardaya, entrevista con autores, 24 de julio 2007). Entre las principales razones que promueven la expansión de ambulantes, asentamientos comerciales informales del espacio público se encuentran:

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1. Pobreza, falta de alternativas de trabajo y falta de proyectos que organicen las actividades en el espacio público. 2. Bajo nivel de educación y falta de capacitación para insertarse en el mundo del trabajo dentro de una realidad urbana. 3. Existencia de una demanda de compras al paso, generando oferta ambulante, porque la infraestructura que proporciona el mercado es deficiente. 4. No hay compromiso con el cliente. 5. Horarios de atención tampoco tienen compromiso. 6. No hay compromiso con impuestos al municipio ni al Estado. 7. Falta de identidad y compromiso con la ciudad. 8. No hay responsabilidades con los gastos administrativos. 9. El riesgo de inversión es mínimo. 10. Débil control del gobierno municipal. (Salek 2007: 4-5) En este escenario, las propuestas municipales elaboradas han contemplado: 1. La implementación de la nueva red de abastecimiento (proyecto financiado por JICA-Cooperación Japonesa) de disposición equilibrada de mercados, de acuerdo a su clasificación, radio de acción y densificación poblacional. 2. Participación privada de agrupaciones de comerciantes en la implementación de equipamientos terciarios: centros comerciales, supermercados, incluidos en la red, en terrenos privados. Este proyecto incluye además, la legalización o ordenamiento de las actividades en el espacio público, contemplando reubicaciones, organización de grupos de ferias, proyectos para carritos ambulantes, definiendo rubros, rutas, formas y horarios, mobiliario urbano, programa para implementación de restaurantes populares privados al igual que en oficinas, reemplazando la venta de comida callejera, control y fiscalización. Tres programas centrales se ejecutarían en este plan, con otros proyectos complementarios para coadyuvar a resolver los problemas generales. Estos programas son: 1) una nueva red de abastecimiento, 2) funcionamiento y administración de mercados, 3) ambulantes y asentamientos comerciales en el espacio público. La Red de Abastecimiento contempla implementar una nueva red a través de la creación de un mercado mayorista y otras unidades de abastecimiento al igual que proporcionar asesoramiento técnico, legal y financiero para la inversión por parte de agrupaciones de comerciantes en centros comerciales privados como parte de la red. Por otro lado, para el funcionamiento y administración de mercados se ha pensado en construir obras e infraestructura con nuevos conceptos arquitectónicos diseñados específicamente para las necesidades de los usuarios, así como también una administración eficiente para las unidades de abastecimiento y la implementación del programa “Mercados Saludables” para capacitar a los gremiales, administradores, guardias sanitarios y personas involucradas en mejorar la atención, manipulación e inocuidad de los alimentos.

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Por último, las reubicaciones estarían dirigidas a los mercados distritales, vecinales, mobiliario urbano y a las ferias ambulantes. Asimismo, se organizarían grupos para ferias itinerantes y específicas, se reordenarían los carritos y bicicletas ambulantes y se aplicarían principios de autoridad.

Visiones de Espacio Público desde los Gremialistas Las organizaciones económicas de pequeños comerciantes, como indicamos anteriormente, son medios de producción, reproducción y acumulación del capital, y funcionan bajo lógicas propias en medio de limitaciones y potencialidades. En muchos casos, están vinculados a empresas capitalistas modernas (ver Perez Sainz 2003; Montaño et al. 2007). Los gremialistas desarrollan sus actividades económicas generalmente distantes de las iniciativas de política de los gobiernos locales o de los programas financiados por las instituciones financieras internacionales. Para ellos, las discusiones sobre proyectos o programas de políticas parecen ser solamente eso, discusiones que no repercuten en aspectos concretos a su alcance o de acuerdo a sus necesidades (ver Montaño et al. 2007: 20). De todas formas, para las organizaciones económicas de gremialistas, el mismo espacio urbano resulta ser un ingrediente clave para insertarse en el sistema económico establecido de la ciudad, para superar la asimetría de oportunidades, y para desarrollar sus actividades del comercio, siguiendo los corrientes del mercado. En una entrevista realizada con miembros de la Asociación “8 de Marzo”, una agrupación de 400 minoristas que trabajan alrededor del Mercado Los Pozos, acerca del Plan de Reordenamiento de Mercados, una mujer muestra preocupación, “No vamos a vender nada, ¿de que vamos a vivir? Ellos tienen que acomodarnos bien, o sino, no podemos ir” (Entrevista con autores, 24 de agosto, 2007). Un miembro de la Asociación “8 de Enero,” otra organización que representa minoristas que trabajan alrededor de Los Pozos, agregó sobre el Plan de Reordenamiento: “Nosotros hemos hecho una unificación de cinco federaciones. Solamente la cabeza de la federación va a las reuniones. La base no sabe. No nos consultan sobre el proyecto. No lo conocemos bien” (Entrevista con autores, 24 de agosto, 2007). En cuanto a las relaciones con el gobierno municipal, un señor observó: “Hemos sufrido harto para conseguir el asentamiento aquí en Los Pozos. Ahora nos vienen con otros temas para molestar, no nos deja trabajar en paz. Nos han pedido mesas metálicas, hemos cumplido. Queremos pasar y superar. Todo la base esta de acuerdo. Estamos unidos y no nos vamos a rendir fácilmente” (ibid). Sobre el proyecto de construir un nuevo mercado municipal, “Se va a construir un mercado municipal. No pensamos quedarnos aquí para siempre. Nos han ofrecido el Señor Alcalde Percy Fernández, nos esperamos. Pero que no nos lleva al quinto infierno, que al bobi nos come. Ya nos hemos 21

capacitado, ya no nos puede llevar por así nomás. Ahora si nos dé acá en el 3 anillo o el 4 cuarto anillo, si aceptamos. Pero siempre y cuando que haya las movilidades alrededor en una avenida. Sino, tendremos que pelearnos, hasta cuando... (ibid). Sobre qué hace la Asociación cuando viene alguien nuevo que quiere juntarse: “Ya no hay espacio. Cada asociación tiene sus números, sus socios. Nueve asociaciones hay acá. Ya no puede hacer el desorden de las calles” (ibid.) Estos comentarios demuestran que entre los gremialistas, existe una conciencia de la problemática del espacio público, que no se puede aprovechar cualquier lugar para vender sin permiso de la comuna. Sin embargo, ellos consideran el desarrollo de sus actividades económicas como un derecho propio, y que algún cambio propuesto por el gobierno local puede amenazarles. Están dispuestos a organizarse y usar presión social para defender este derecho. La concejala Griselda Muñoz, dirigente de una Federación de Gremialistas, explica que: “El gobierno municipal no ha construido ningún solo mercado en los últimos 20 años, no ha construido absolutamente ninguna infraestructura. Todo los mercados que existen son con los recursos de los mismos comerciantes” (Entrevista con la Concejala Griselda Muñoz, 8 de Agosto 2007.) Ella agrega que: “Falta una política de mercados y de uso de los espacios públicos para el gobierno municipal que le permita los asentamientos antiguos descongestionarlos en las construcciones de nuevos mercados, y que los nuevos asentamientos ya tenga áreas destinadas y definidas con horarios con tiempos de trabajo, inclusive actividades que puedan hacer, qué cosa se pueden vender en el Casco Viejo y qué cosas no se pueden vender. En este momento se vende de todo, no hay un ordenamiento, y justamente esto se viene a raíz de la cuestión política y la corrupción” (ibid). Además, según Muñoz, existe la voluntad de colaborar por parte de los gremialistas en el proyecto de la Nueva Red de Abastecimiento, pero la información no llega a las bases de los vendedores y ellos perciben que el proyecto en cierta manera desconoce su realidad como pequeños comerciantes, lo cual produce desconfianza. En cuanto a sus observaciones para mejorar la situación: “La mayoría de nosotros hemos educado a nuestros hijos en las calles. Si Ud. va al mercado la Ramada donde está mi sindicato… Hemos educado a los hijos en las calles, y yo veo de mi propia vivencia que no es un lugar adecuado para hacer las tareas. Sería bueno que alguna empresa privada – por que la alcaldía nunca lo va a hacer porque ni guarderías municipales tiene – alguna ONG o una

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fundación podría hacer cerca de los mercados lugares donde los niños puedan hacer sus tareas sentados en sillas y mesas como corresponde” (ibid). Muñoz plantea que a través de un programa de desarrollo económico local, pueden enseñar a los hijos de vendedores ciertas capacidades para que puedan elaborar productos con valor agregado, y no sólo dedicarse a la venta. Además, las autoridades y funcionarios públicos deben familiarizarse con los procesos productivos informales, su vinculación con el mercado formal, sus potencialidades y limitaciones, para que puedan apoyarlos y fortalecerlos y no sólo pensar en la reubicación como única solución. Análisis General hacia la Política Local sobre Control de la Informalidad La sociedad del área metropolitana de Santa Cruz presenta marcadas desigualdades y segregaciones sociales. Esta tendencia repercute en la creciente polarización entre la economía formal, globalizada, e informacional, por un lado, y la economía informal y popular, por el otro. También se ve reflejada en los conflictos sobre usos de espacios públicos, un tema que se ha vuelto cada vez más frecuente. Aquí hemos visto que es una problemática que no tiene una solución fácil o de índole meramente administrativa, ya que viene relacionada con la demanda social de empleo, actualmente más prioritaria que nunca frente a los cambios estructurales que vive el país, el desempleo, y otros problemas sociales. La propuesta municipal para controlar la proliferación del sector informal es quizás una de las más completas y desarrolladas de los últimos tiempos. Esto se debe esencialmente a la voluntad política de querer abordar una serie de problemas que han estado postergados durante muchos años, ya sea porque antes este mismo sector no era tan grande o porque los sectores involucrados no vislumbraban la búsqueda de soluciones para paliar los problemas crónicos que genera el sector. No obstante, si bien el plan pretende reorganizar mejor al sector y dotarlo de mejores condiciones de vida y trabajo, carece de una visión integral de las razones concretas de la proliferación del sector informal, además de un abordaje adecuado que pueda generar mayores opciones de inserción laboral en sectores determinados. Estos sectores deben formar parte de una concepción global de la economía local, donde puedan desarrollarse rubros específicos dentro del tipo de sociedad comercial o terciarizada con que se suele catalogar a la ciudad. Este abordaje dista mucho de ser sencillo, ya que una serie de alianzas estratégicas locales deberán ser desarrolladas entre los sectores involucrados, tanto al propio sector informal como al sector privado y estatal. El enfoque debe ser integral, para poder pensar en la consolidación de modelos económicos basados principalmente en los sectores formalizados, ya que son estos los que generan estabilidad social y política. De igual manera, campañas educativas sobre el uso del espacio público son necesarias para educar y capacitar a ambos actores de la dinámica del comercio informal. Al margen de estas críticas, la propuesta que han elaborado las oficinas de planificación de la Alcaldía puede mejorar sustancialmente la calidad de vida tanto de los comerciantes

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informales como de los clientes y el público en general. Tiene el potencial de disminuir la marginalidad, la exclusión social, y hacer un esfuerzo por atender a los altos costos sociales de las políticas de ajuste estructural experimentados en las últimas décadas. Es por tanto importante considerar y no perder de vista que el comercio debe ser visto como un sector vital de la economía, aunque no el único. Esto podrá potenciar ideas sobre el futuro de la ciudad, las visiones a largo plazo en relación con las redes y relaciones económicas locales, para contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, y así mejorar los conductos sociales de integración sociocultural. Bibliografia Andia Fernández, J. L. (2002). Politica de mercados y gremiales de la Ramada. En Gobernabilidad en Santa Cruz de la Sierra. Santa Cruz: SINPA/UAGRM. Benería, L. (2003). Gender, Development and Globalization. Economics as if All People Mattered. New York and London: Routledge. CAINCO. (2004). Santa Cruz consolida su liderazgo productivo y competitativo en Bolivia. El Aporte a Bolivia. Santa Cruz: CEBEC. Caldeira, T. (1999). Fortified enclaves: the new urban segregation. In Holston, E. (Ed.) Cities and Citizenship. (pp.114-138). Durham, NC: Duke University Press. Consejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra (2004). Ordenanza Municipal 050/204: Reglamento Municipal de Espacio Público. http://www.concejomunicipalscz.gov.bo/prog/Ordenanzas.asp?pag=3&ano=2004. CODEPO. (2004). Estudio de Migración Interna de Bolivia. La Paz, Bolivia: Consejo de Población Para el Desarrollo Sostenible, Ministerio de Desarrollo Sustenible. Cohen, R. y Kennedy, P. (2000). Global Sociology. London: MacMillan. EAC. (2007). Interculturalidad Boliviana en Santa Cruz. Pastoral Social Caritas, Equipo de Análisis de la Coyuntura. 32. Fuente, Manuel de la (1988). Santa Cruz: Cuestión Urbana y Problemática Municipal. Santa Cruz: El País. GMSC. (2004). Plan de Ordenamiento Territorial (PLOT). Santa Cruz, Bolivia: Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra. Goldstein, D. (2004). The Spectacular City: Violence and Performance in Urban Bolivia. Durham and London: Duke University Press. INE. (2001). Censo Nacional de Población y Vivienda. La Paz, Bolivia: INE (Instituto Nacional de Estadística). INE, PNUD. (2005). Atlas Estadístico de Municipios. La Paz, Bolivia: Plural. Kirshner, J. (2007). Políticas Territoriales e integración de migrantes en el Plan 3000. Cuarto Intermedio. 83. Knox, P. y Taylor, P.J., eds. (1995). World Cities in a World System. Cambridge and New York: Cambridge University Press. Limpias, V. H. (2003). Arquitectura y Urbanismo en Santa Cruz. Santa Cruz, Bolivia: Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA). Lomnitz, L. (1977). Networks and Marginality: Life in a Mexican Shantytown. New York: Academic Press.

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