Salvatierra en la Segunda República (1931-1936): Democracia, elecciones y autonomía

October 2, 2017 | Autor: Santiago de Pablo | Categoría: Basque History
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Descripción

Salvatierra en la Segunda República (1931-1936)

Santiago de Pablo Contreras- Virginia López de Maturana Legarda

SALVATIERRA EN LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936): DEMOCRACIA, ELECCIONES Y AUTONOMÍA

Santiago de Pablo – Virginia López de Maturana Departamento de Historia Contemporánea Facultad de Filología y Geografía e Historia UPV/EHU

RESUMEN La Segunda República es una etapa clave de la historia de España del siglo XX. La democratización tuvo incidencia a nivel local, a pesar de que en Álava hubo más continuidad que en otras provincias con etapas anteriores. En este artículo analizamos cómo afectó este período histórico a Salvatierra –en el contexto vasco y alavés– y en particular, los resultados electorales, la política municipal y el proceso de aprobación del Estatuto de Autonomía del País Vasco.

Palabras clave: Salvatierra (Álava), Segunda República, elecciones y partidos políticos, Estatuto de autonomía.

1. Entorno Político y Social: Álava durante la Segunda República

a sus propias limitaciones internas y a la continua presión que recibió por parte de los sectores políticos y sociales que, desde su inicio, se mostraron opuestos a ella.

La Segunda República (1931-1936) fue un período breve, pero trascendental, en la historia de España en el siglo XX, puesto que, por vez primera, se instauraba un régimen democrático. La República vivió grandes dificultades, debido tanto a la adversa coyuntura internacional como a la crisis económica,

Álava también fue testigo de las transformaciones políticas, sociales y económicas que se vivieron en España con la llegada del nuevo régimen. La década de 1930 estuvo determinada por una grave crisis económica que, aunque en Álava tuvo menor inciden-

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cia que en otras provincias, supuso un gran aumento del paro obrero, del problema de la vivienda y de las huelgas y tensiones sociales. A pesar de todo, la situación política y social alavesa tuvo poco que ver con lo ocurrido en otras zonas más industrializadas o latifundistas, en las que tuvieron lugar graves conflictos sociales1.

republicano-socialista fue mejorando posiciones, creando nuevas estructuras orgánicas (especialmente Izquierda Republicana), frente al descrédito del Partido Radical de Alejandro Lerroux. Así, en las elecciones de febrero de 1936 el Frente Popular obtuvo un diputado a Cortes por Álava, hecho que indica esta recuperación de la izquierda alavesa en la etapa final del régimen republicano3.

La proclamación de la Segunda República trajo consigo una importante movilización política, que afectó también a Álava. El carlismo, reunificado en la denominada Comunión Tradicionalista (CT) fue el principal partido político de la provincia2. En el caso alavés, a partir de 1931 la CT reagrupó a la práctica totalidad de la derecha, en torno a Hermandad Alavesa, una entidad política dirigida por el influyente José Luis Oriol. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) fue otra de las fuerzas políticas emergentes en Álava en la década de 1930, convirtiéndose, ya en 1933, en el segundo partido político más fuerte de la provincia.

El proceso autonómico vasco influyó de manera muy importante en la evolución política de la provincia en la década de 1930. Partiendo del proyecto de Estatuto auspiciado por Eusko Ikaskuntza, el Estatuto de Estella (apoyado por el PNV, el carlismo y el resto de la derecha católica) fue rechazado por la izquierda alavesa que, frente a él, esgrimió durante algún tiempo la posibilidad de un Estatuto Alavés y no vasco. Sin embargo, la izquierda defendió el Estatuto de las Gestoras, redactado en 1932, de acuerdo con la Constitución de la República. El proceso estatutario dio un giro importante cuando, en junio de 1932, Navarra rechazó integrarse en el Estatuto Vasco y José Luis Oriol modificó su postura, posicionándose la Comunión Tradicionalista, a partir de este momento, en contra de la entrada de Álava en la autonomía vasca. Ello hizo que en Álava se produjera una gran abstención en el referéndum estatutario de noviembre de 1933. En las Cortes de mayoría radical-cedista del segundo bienio republicano, Oriol intentó, sin conseguirlo, que Álava fuera excluida del Estatuto Vasco. Finalmente, las nuevas Cortes del Frente Popular certificaron, ya en 1936, que Álava debía ser incluida en el Estatuto Vasco, aunque éste no se aprobó hasta después del comienzo de la Guerra Civil4.

Los grupos republicanos y el Partido Socialista (PSOE) también resurgieron con fuerza a partir de 1931, coincidiendo con el entusiasmo producido por la proclamación de la República, tal y como reflejó su triunfo en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931. Pero, según avanzaba el nuevo régimen, los republicanos alaveses se fueron dividiendo en distintos partidos (Radical, Radical-Socialista, Republicano Autónomo, Acción Republicana), lo que, junto a sus difíciles relaciones con el socialismo y los problemas internos de la propia República, provocó una intensa crisis en la izquierda alavesa, palpable en su derrota en las elecciones de 1933. En la fase final de la República, la izquierda

El retroceso del proceso estatutario en el bienio radical-cedista influyó en el denomina-

1  Cfr. RIVERA BLANCO, Antonio: La ciudad levítica: continuidad y cambio en una ciudad del interior (Vitoria, 18761936), Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1992. 2  Sobre la influencia social del carlismo en Álava y su importante papel en la sublevación de 1936, cfr. UGARTE TELLERÍA, Javier: La nueva Covadonga insurgente. Orígenes sociales y culturales de la sublevación de 1936 en Navarra y el País Vasco, Madrid, Biblioteca Nueva, 1998.

3  Cfr. PABLO, Santiago de: La Segunda República en Álava. Elecciones, partidos y vida política, Bilbao, Universidad del País Vasco, 1989 4  Cfr. GRANJA, José Luis de la: Nacionalismo y II República en el País Vasco, Madrid, CIS/Siglo XXI, 1986 y PABLO, Santiago de: Álava y la autonomía vasca durante la Segunda República, Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1985.

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2. Salvatierra en la década de 1930: Economía y Sociedad

do movimiento municipalista en defensa del Concierto económico en el verano de 1934. Republicanos de izquierda, socialistas y nacionalistas aprovecharon una desavenencia relacionada con un gravamen sobre el vino, propuesto por el Ministerio de Hacienda (que consideraban contrario al Concierto), para hacer frente al Gobierno del Partido Radical. El conflicto finalizó con la dimisión o destitución de los concejales que apoyaron dicho movimiento, muy numerosos en Vizcaya y Guipúzcoa y mucho menos en Álava, donde ni la izquierda ni el PNV tenían el peso específico con que contaban en las otras dos provincias. Por el contrario, otros acontecimientos relevantes de la época republicana, como el golpe militar de Sanjurjo de 1932 o la revolución socialista de octubre de 1934, tuvieron poca importancia en Álava.

Según el censo de población de enero de 19315, el municipio de Salvatierra contaba con un total de 1.676 habitantes de hecho, siendo 1.357 de ellos habitantes de la propia villa. La actividad agrícola tenía gran importancia en Salvatierra, como en la mayor parte de la Llanada Alavesa, en la que predominaban la producción de cereales, patata y remolacha. La Llanada Alavesa se caracterizaba, asimismo, por la abundancia de ganadería ovina. La mayoría de los trabajadores del sector agrícola y ganadero eran propietarios o arrendatarios (ver Tabla 1, grupo 6), siendo jornaleros un porcentaje de población mínimo (grupo 7). Todavía en esa época Salvatierra no era uno de los municipios más grandes de Álava, pues era superado, además de por Vitoria, por Amurrio, Aramayona, Aspárrena, Ayala, Laguardia, Llodio, San Millán, Valdegovía y Zuya. Sin embargo, contaba ya con una incipiente industria (a base de actividades artesanales o de pequeños talleres), como se puede ver en la Tabla 1, que recoge la clasificación socio-profesional del censo electoral de la localidad en 1933. En ella se observa que una parte importante de la población se dedicaba a las actividades relacionadas con el comercio, la artesanía y la industria (grupos 2 y 5). Gracias a su actividad agrícola, industrial y comercial, el municipio contaba con una tasa de paro muy baja, siendo tan sólo 12 el número de parados en el año 19326. De hecho, no sólo en Salvatierra sino en toda Álava el problema del paro era muy inferior al de otras zonas de España en la misma época.

Como iremos viendo a lo largo de este artículo, todos estos hechos (las sucesivas elecciones, el proceso estatutario, el movimiento municipalista de 1934) tuvieron cierta incidencia en Salvatierra. También aquí –aunque en menor medida que en Vitoria– la vida política fue importante, como lo prueba el hecho de que los principales grupos políticos contaran con centros en la localidad. Así, el PNV inauguró su batzoki el 12 de mayo de 1931. El Centro Republicano existía al menos desde el verano de 1931, aunque la debilidad del republicanismo local hizo que no se dividiera, como sucedió a nivel nacional o en Vitoria, en agrupaciones de los diferentes partidos republicanos, sino que todos los simpatizantes de la República siguieron adscritos a una agrupación local republicana genérica. El otro gran polo ideológico alavés, la Comunión Tradicionalista, también contaba con una agrupación política en Salvatierra, de la que desconocemos su fecha fundacional, aunque al menos existía en 1933. Estos grupos políticos (el PNV, la CT y los republicanos, habitualmente no integrados en un partido concreto) fueron los protagonistas de la política local de Salvatierra entre 1931 y 1936.

5  Archivo Municipal de Salvatierra (AMS), Caja 78, doc. núm. 30 6  AMS, Caja 81, doc. núm. 9

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Tabla 1: Clasificación socio-profesional de la población de Salvatierra durante la Segunda República7

Grupo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Total

afiliados10. Sólo otra central sindical obrera, la anarquista Confederación Nacional del Tra bajo (CNT), contaba con representación en

Profesiones Profesiones liberales y cuadros superiores Comerciantes, artesanos y patronos industria Cuadros medios Empleados Obreros Labradores (propietarios y arrendatarios) Jornaleros agrícolas Personal de servicio Otras categorías (clero, fuerzas orden público, estudiantes…) Amas de casa  

Salvatierra era, además, uno de los municipios con mayor densidad demográfica de la provincia. La extensión del territorio municipal ascendía a 35,65 kilómetros cuadrados, siendo 0,38 de ellos de zona urbanizada y 26 de zona agrícola (el resto correspondían a 7,4 de zona forestal y 1,5 de zona ocupada por infraestructuras)8. En cuanto al nivel cultural, hay que señalar que Salvatierra contaba con bajos índices de analfabetismo, al igual que sucedía en la mayor parte de la provincia.

Total

% 10 109 15 21 107 206 17 36 26 361 908

1,1 12,01 1,6 2,3 11,7 22,7 1,8 3,9 2,8 39,7  

Salvatierra, puesto que la UGT –al igual que sucedía con el Partido Socialista– no llegó a implantarse en la localidad en esa época11. En cuanto a los sindicatos agrarios, en Salvatierra funcionaron agrupaciones de la Federación Católica Agraria de Álava (FCAA), integrada en la Confederación Nacional CatólicoAgraria. La Federación Alavesa se había fundado en 1919 a partir de algunos sindicatos agrícolas ya existentes anteriormente en la provincia. La FCAA tenía como objetivos la defensa de los intereses agrícolas de la región, la adquisición de material técnico, abonos y semillas para sus socios, el fomento de las reformas en beneficio de la agricultura y el aumento de las ventas de los productos agrícolas alaveses. Ideológicamente, se definía a sí misma como confesional y apolítica y defendía la propiedad privada, los valores de la vida rural frente a la urbana y la creación de una gran masa de pequeños propietarios. Todos estos objetivos podían coincidir con el ambiente social de Salvatierra en el primer tercio del siglo XX y de ahí la fuerza que tenía esta agrupación, fundada en la localidad el 30 de septiembre de 1919. En diciembre de

Durante la Segunda República, no sólo hubo una importante vida política en Salvatierra sino también una intensa actividad asociativa y sindical, tanto agraria como obrera. El sindicato nacionalista Solidaridad de Obreros Vascos (Eusko Langileen Alkartasuna, ELA-STV), nacido en 1911 y ligado al PNV, se convirtió en la década de 1930 en el principal sindicato obrero de Álava. En Salvatierra ELA-STV tenía agrupaciones de metalúrgicos (sector en el que tenía gran fuerza) y panaderos9, contando en el año 1932 con 72 7  Elaboración propia a partir del censo electoral de Salvatierra de 1933 8  AMS, Caja 81, doc. núm. 9 9  Euzkadi, 3-V-33; La Libertad (La L), 22-II-34; Arabaŕa, XII-1932

10  AMS, Caja 81, doc. núm. 9 11  La L, 5-X-31; CNT, 4-I-33, 16-IX-33; Euzkadi, 8-I-33

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1932 eran 167 los afiliados a la Federación en Salvatierra12.

sólo se constituyeron cinco agrupaciones locales, casi todas ellas en pueblos donde había también agrupaciones del PRRS. Entre enero y febrero de 1933 se fundaron las Alianzas de Labradores de Durana, Labastida, Rivabellosa y Zambrana, a las que se unió, en marzo, la de Salvatierra. Estas Alianzas tuvieron una corta vida: a finales de 1933, al compás de la crisis y escisión del PRRS, habían desaparecido todas las existentes en Álava.

Por su parte, el sindicato agrario Euzko Nekazarien Bazkuna, creado en Guipúzcoa por el PNV en 1933, nunca llegó a constituir ninguna agrupación en Álava. En su lugar surgió la Sociedad de Labradores y Ganaderos Alaveses, que, aunque no estaba unida orgánicamente al PNV13, sí sustituyó a Euzko Nekazarien Bazkuna en la provincia. Esta Sociedad nació precisamente en Salvatierra el 14 de junio de 1931, con 24 socios y el nombre de Sociedad de Labradores y Ganaderos de Salvatierra. Aunque vinculada al PNV, a ella se adhirieron también labradores republicanos e independientes, insatisfechos con la política de la CT. En abril de 1933, al constituirse la agrupación de Vitoria, la entidad pasó a tener ámbito provincial, cambiando su denominación por la definitiva de Sociedad de Labradores y Ganaderos Alaveses e incrementando sobremanera el número de socios. La Sociedad asumía algunas de las funciones propias de los sindicatos agrarios (compra y venta de semillas y maquinaria…), pero, tenía objetivos más amplios. Según La Voz Agrícola, órgano de prensa de la Sociedad, editado en Salvatierra desde comienzos de 1935, ésta se había fundado “al impulso de la necesidad sentida de ayudarnos mutuamente los unos a los otros”, agrupando tanto a arrendatarios como a pequeños propietarios y actuando como un verdadero grupo de presión14.

3. Política y elecciones en Salvatierra 3.1 Las elecciones municipales de 1931 Poco más de un año después del final de la Dictadura de Primo de Rivera, las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se convirtieron, en contra de lo buscado por el Gobierno, en un referéndum sobre el régimen monárquico establecido. Tras la victoria de los republicanos en los principales centros urbanos de España, el 14 de abril Alfonso XIII abandonó el país, proclamándose de esta manera la II República. En Salvatierra, como en gran parte del área rural alavesa, las candidaturas no correspondieron al dilema monárquicos-republicanos que se estaba planteando en las grandes ciudades, sino a otras variables. En concreto en Salvatierra se enfrentaron una candidatura autotitulada “agraria”, apoyada por el Sindicato Católico Agrario del municipio (perteneciente a la FCAA), y otra denominada “independiente”, que finalmente ganó las elecciones con una clara mayoría15.

Por último, cabe destacar la Alianza de Labradores, patrocinada por el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), constituida en Madrid en 1932. En enero de 1933 la Alianza trató de introducirse en Álava, pero 12  AMS, Caja 81, doc. núm. 9 13  Pero sí fue promovida por miembros del PNV, a pesar de sus continuas declaraciones de apoliticismo y neutralidad, especialmente en sus comienzos. Cfr. La Voz Agrícola, 28-II-35, 11-VII-35, 11-VI-36. El semanario nacionalista Arabaŕa, por su parte, afirmó que a los nacionalistas les agradaba “mucho el espíritu de esta Asociación y puede contar con nuestro apoyo” Cfr. Arabaŕa, 21-I-33. Euzkadi también estimuló las campañas llevadas a cabo por la sociedad. Cfr. Euzkadi, 17-VII-35 14  La L, 12-I-34

15  Estas candidaturas no se presentaron el día previsto por la Junta electoral, que fue el 5 de abril, aunque fueron finalmente admitidas. Archivo del Territorio Histórico de Álava (ATHA), Leg. AD-3669. Cfr. PABLO, Santiago de: “Álava, de la dictadura a la Segunda República. Historia de una transición política. II. Las elecciones municipales de abril de 1931 y la proclamación de la República”. En Sancho el Sabio, nº 4, 1994, pp. 201-246

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Tabla 2: Resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 en Salvatierra16

oficialmente en las filas del republicanismo, del PNV o, más tarde, una vez reconstituida ésta, de la CT.

Nombre Luis Garagalza Ruiz de Munain Emilio López de Heredia Suso Julián López de Heredia Suso Elías Garagalza Elizondo Marcelino Arrese Infante Adolfo Merino García de Vicuña Tomás Preciado Mues Julián Ibáñez Gorospe Onofre Pérez de San Román García Pedro Olalde Arberas Pablo García Fernández Teodoro Martínez de Ilarduya Unceta Bernardino Iriarte Arregui Pablo Beltrán de Heredia García de Vicuña Gordeano García de Andoin Martínez de Aramayona

Todo indica que, a pesar de la fuerza de la FCAA en Salvatierra, no tenía capacidad suficiente para enfrentarse en solitario al resto de las fuerzas sociales y políticas del municipio. En la práctica, la candidatura denominada “independiente” era una amalgama de personas de todas las ideologías existentes en Salvatierra, aunque resulta difícil saber cuándo comenzaron exactamente a estar adscritos a cada grupo político. En efecto, como observamos en la Tabla 3, cuatro de los candidatos del bloque “independiente”, vencedor de las elecciones, eran republicanos no adscritos a ningún partido concreto. De hecho, fue Emilio López de Heredia (el republicano con más votos) quien accedió a la alcaldía. No obstante, no sabemos en qué momento esos concejales se pasaron al republicanismo, puesto que otros compañeros de su misma candidatura ingresaron en el PNV o en la CT. Se trata de un fenómeno común en las zonas rurales alavesas, en la que algunos concejales más o menos independientes o indeterminados, tras proclamarse la República, ingresaron

Candidatura Independiente Independiente Independiente Independiente Independiente Independiente Independiente Independiente Independiente Agraria Agraria Agraria Agraria Agraria Agraria

Votos 175 173 162 159 158 158 158 158 158 61 48 48 45 39 37

En cualquier caso, ésta fue la corporación que dirigió la política municipal de Salvatierra entre 1931 y 1936. El Ayuntamiento constituido en abril de 1931 era una corporación plural, con una mayor politización que otros municipios alaveses de la época, donde era difícil encontrar ayuntamientos con presencia de los tres lados del triángulo político vasco (PNV, izquierda republicano-socialista y derecha monárquica). Cabe señalar asimismo que cinco de los concejales que resultaron elegidos el 12 de abril de 1931 en Salvatierra habían sido concejales durante el período de la Restauración17 y seis de ellos lo habían sido en la Dictablanda, la etapa comprendida entre la Dictadura de Miguel Primo de Rivera y la proclamación de la República18. Por ello podemos decir que, en Salvatierra, a pesar del 17  Éstos fueron Luis Garagalza, Emilio López de Heredia, Elías Garagalza, Marcelino Arrese y Onofre Pérez de San Román. 18  Repitieron los cinco que también lo fueron durante la Restauración y Julián López de Heredia. El modo de elección de los candidatos en la denominada Dictablanda fue el siguiente: la mitad de los concejales saldrían de una lista confeccionada a partir de los mayores contribuyentes y la otra mitad serían los concejales más votados en las tres elecciones anteriores a 1923, y de ahí la coincidencia parcial entre ambas listas.

16  Elaboración propia a partir del Boletín Oficial de la Provincia, 8-IV-31 y ATHA, AD-3666.

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cambio de régimen, hubo una clara continuidad en las elites municipales, que sólo se romperá, en cierta manera19, con la sublevación militar de 1936.

la encargada de elaborar el proyecto sobre el que girarían las diversas propuestas y enmiendas de los partidos políticos. Entre abril y mayo de 1931 buena parte de los ayuntamientos alaveses comenzaron a unirse al movimiento de alcaldes que culminó,

Tabla 3: Ayuntamiento de Salvatierra (abril 1931- julio 1936)20 Nombre Emilio López de Heredia Luis Garagalza Elías Garagalza Julián Ibáñez Julián López de Heredia Marcelino Arrese Onofre Pérez de San Román Tomás Preciado Adolfo Merino

Cargo Alcalde 1er Tte. Alcalde 2º Tte. Alcalde Regidor Regidor Regidor Regidor Regidor Regidor

Edad 51 48 40 63 38 25 62 27 28

3.2 El Estatuto de Eusko Ikaskuntza y el Estatuto de Estella

Profesión Comerciante Vinatero Curtidor Labrador Comerciante Labrador Labrador Industrial Ceramista

Filiación Republicano independiente Católico independiente Republicano independiente CT Republicano independiente Católico independiente Independiente PNV Republicano independiente

partiendo del proyecto de Eusko Ikaskuntza, en el Estatuto de Estella. La respuesta de los consistorios dependió de la filiación política de los concejales, puesto que, como hemos dicho, este proceso sólo era apoyado por el PNV y el resto de la derecha católica. El 8 de mayo fue designada la Comisión de alcaldes encargados de dirigir el movimiento. Por Álava fueron nombrados Lorenzo Zarandona, alcalde de Llodio, independiente; Faustino de Bengoa, alcalde nacionalista de Aramayona; Sinforiano Jiménez de Bentrosa, teniente de alcalde de Elciego y miembro del PNV; y Emilio López de Heredia, alcalde de Salvatierra. La presencia de un republicano independiente, como López de Heredia, en esta comisión no deja de ser un hecho sorprendente, debido quizás a la dificultad para conocer y encuadrar a los ediles de la zona rural en partidos o ideologías determinadas. Sin embargo, como veremos, el propio López de Heredia terminó alejándose de un movimiento en el que quizás había sido incluido sin conocer su verdadera opinión sobre el particular e incluso, como indica un documento que comentaremos enseguida, sin consultarle. Es posible que los nacionalistas, promotores del Estatuto de Estella, creyeran poder acercar

Desde la proclamación de la República, comenzó en el País Vasco una intensa campaña autonomista, liderada por el PNV y, en concreto por el entonces alcalde de Guecho José Antonio Aguirre. El movimiento de alcaldes, apoyado por todos los grupos de la derecha católica, pretendía la reintegración foral o la aprobación de un Estatuto con las máximas competencias posibles, cuyo punto final fue el Estatuto de Estella. Paralelamente al movimiento de alcaldes, las Comisiones Gestoras de las Diputaciones –nombradas por el Gobierno provisional de la República y por tanto en manos de la izquierda– iniciaron una corriente autonómica, apoyada por el bloque republicano-socialista, más lenta y menos entusiasta que la municipalista. La Sociedad de Estudios Vascos (SEV)/Eusko Ikaskuntza fue 19  Sin embargo, uno de los concejales del Ayuntamiento constituido en 1931, en tradicionalista Julián Ibáñez de Opacua, fue nombrado alcalde del primer Ayuntamiento franquista. Actas Municipales del Ayuntamiento de Salvatierra (AMAS). Constitución de la Comisión Gestora, 29-VII-36. 20  Elaboración propia a partir del Boletín Oficial de la Provincia, 8-IV-31.

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a su lado a un alcalde de una localidad importante, como era Salvatierra, atrayendo así las simpatías de otros municipios de la Llanada Alavesa21.

Muy Sr. mío y de mi consideración; me entrega el Sr. Grandes su atenta de ayer recibida hoy, invitando a este ayuntamiento para que con los de Aramayona, Elciego y Llodio, convoque a los Ayuntamientos alaveses para aprobar el Estatuto para el 24 de este mes. Ya antes también nos dio cuenta el Secretario de la visita que habían hecho Vdes y estimando el Ayuntamiento que quien debe hacer estas invitaciones son los Ayuntamientos cabezas de partido y de un modo especial Vitoria, nos consideramos en el caso de declinar la distinción, aunque desde luego acudiremos para aprobar el Estatuto. Ya escribí al Sr. Alcalde de Guecho diciéndole que debe aprovecharse la oportunidad que se nos presenta a fin de pedir la reintegración foral; pero repito que estimó el Ayuntamiento que no debe figurar a la cabeza para promover la reunión por haber otros que se sentirían molestados si tomamos la iniciativa23.

En cualquier caso, una vez recibido el proyecto de Estatuto de Eusko Ikaskuntza, la comisión de alcaldes convocó una asamblea de ayuntamientos para el 14 de junio en Pamplona (aunque finalmente acabó celebrándose en Estella) para proceder a la discusión y aprobación del texto. Mientras tanto, las Comisiones Gestoras seguían empeñadas en promover un proceso paralelo que, en el caso de Álava, iba unido a la idea de un Estatuto Alavés. En el mes de mayo el nacionalista vitoriano Francisco Javier de Landáburu envió una carta al secretario del Ayuntamiento de Salvatierra, Fortunato Grandes, que reflejaba cómo el PNV trataba de atraerse a la corporación de Salvatierra a su lado: Mi distinguido y respetado amigo: Por la Prensa se habrá Vd. enterado de que el día 24 del cte. (sic) se van a celebrar las Asambleas provinciales de Ayuntamientos. Los alaveses se reunirán en Vitoria para aprobar su Estatuto que para ese día estará ya hecho y en tal sentido creo conveniente que ese Ayuntamiento convoque a los demás, poniéndose rápidamente de acuerdo con los de Aramayona, Elciego y Llodio, que están conformes en firmar la convocatoria. Si no lo ha hecho, debe también dirigirse a Estudios Vascos, como lo han hecho casi todos los municipios del País22.

Y es que el Ayuntamiento de Vitoria (en manos de la izquierda republicano-socialista) se había convertido en el principal enemigo del Estatuto de Estella en la provincia, apoyando el proceso auspiciado por la Comisión Gestora de la Diputación. Ésta había convocado una asamblea de ayuntamientos alaveses en Vitoria, con el fin de tratar el tema de la reintegración foral, es decir, en la práctica, de provocar el fracaso del Estatuto de Estella promoviendo un Estatuto alavés. Esta reunión era el tema principal de la carta enviada por Landáburu al Ayuntamiento de Salvatierra, al que trataban de atraer a su bando. Pero, coincidiendo con la línea de los republicanos alaveses en torno al proceso autonomista en 1931, López de Heredia se mostró discon-

A lo que el propio alcalde Emilio López de Heredia contestó: 21  PABLO, Santiago de: Los problemas de la Autonomía Vasca en el siglo XX. La actitud alavesa (1917-1979), Oñate, IVAP, 1991, p. 93. 22  AMS, Caja 78, doc. núm. 21.

23  Idem.

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forme con lo propuesto por los nacionalistas. No deja de ser contradictorio, por ello, que el alcalde de Salvatierra apareciera –y así se refleja en todos los libros publicados hasta la fecha– como uno de los alcaldes alaveses que dirigían el Estatuto de Estella, cuando en realidad ni siquiera él lo apoyaba.

venidero se reunirán representaciones de las cuatro Provincias en Pamplona para dar la sensación de unión en esta materia del País Vasco-Navarro y aprobar el Estatuto que ha de presentarse al Gobierno provisional”26. Los partidarios de aprobar el Estatuto de Estella trataban así de impedir que Salvatierra, con un alcalde republicano y una corporación heterogénea, votara contra este Estatuto. La postura del consistorio no estaba clara en absoluto, pues un republicano y un católico, Emilio López de Heredia y Luis Garagalza, fueron designados representantes para acudir a la asamblea de municipios alaveses convocada por la Gestora27. En esta asamblea se propuso la elaboración de un Estatuto Alavés28, nombrando para ello una comisión que más tarde se pondría de acuerdo con las otras provincias para redactar, si se consideraba conveniente, un Estatuto Federal Vasco. En dicha asamblea se pudieron ver dos posturas claras. Por un lado, los nacionalistas y el resto de la derecha católica, que pidieron que los ayuntamientos asistieran a la asamblea del 14 de junio en Pamplona29 y, por el otro, el Ayuntamiento de Vitoria, apoyado por la mayor parte de los representantes republicanos, contrarios al proyecto de Estatuto de Estella y al Movimiento de Alcaldes que lo sustentaba.

Sin embargo, la corporación municipal de Salvatierra no tenía un criterio unánime sobre la cuestión autonómica. El 21 de mayo había tenido lugar una reunión en la casa del primer teniente de alcalde, el católico independiente Luis Garagalza, a la que asistieron “los Sres. Alcalde D. Emilio L. de Heredia, primer Teniente de Alcalde e infrascrito Secretario, los Sres. Alcalde de Guecho, de Llodio, de Ayala, D. Francisco Javier de Landáburu y otros Sres.”24. Como puede observarse, todos ellos eran partidarios de la aprobación del Estatuto de Estella (puesto que el alcalde de Ayala era el nacionalista Lázaro Gancedo), salvo el propio alcalde López de Heredia, al que sin duda trataban de convencer para atraer a su bando. Esta reunión privada tuvo lugar para “aprovechar el momento actual de la política española a fin de solicitar la reintegración foral, a cuyo fin el Gobierno provisional de la República quiere que la petición sea hecha de un Estatuto que aprueben los mismos ayuntamientos”25. Se trataba de la argumentación empleada por los promotores del Estatuto de Estella, deseosos de presentarse ante el Gobierno como la legítima representación del País Vasco, en prejuicio de las Comisiones Gestoras de las Diputaciones, nombradas por el Gobierno. Por eso indicaban que “se proyecta que se reúnan las representaciones de los Ayuntamientos en la Diputación el próximo lunes 25 del que cursa con el fin de nombrar la Comisión que examine el Estatuto general de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra y después se hará el que convenga a cada provincia según sus modalidades y conveniencias y que el 7 de junio

El 13 de junio el Ayuntamiento de Salvatierra nombró representantes para acudir a la asamblea de Estella: “Respecto de la Asamblea del País Vasco que ha de celebrarse mañana en Estella por haber sido suspendida en Pamplona se acuerda, en vista de haber delegado en Salvatierra los Ayuntamientos de Alegría, Corres, San Román y Antoñana, que los Sres. Ibáñez y Preciado representen 26  Idem. 27  Idem. 28  Cfr. PABLO, S.: “El Estatuto Alavés y la Carta Foral: dos proyectos autónomos para Álava durante la Segunda República”, en Cuadernos de Sección, Historia-Geografía, nº 6, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1985, pp. 77-102 29  Ya hemos aclarado anteriormente que la asamblea se celebró finalmente en Estella.

24  AMS, Caja 78, doc. núm. 21. 25  Idem.

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a este ayuntamiento”30. Era lógico que acudieran estos dos concejales en representación de Salvatierra, al pertenecer el primero a la CT y el segundo al PNV, los dos grupos que apoyaron el a partir de entonces denominado Estatuto de Estella. El Estatuto fue la reforma del proyecto de la SEV con algunas enmiendas, especialmente en el tema religioso, hecho por el que –entre otros motivos– fue rechazado por la izquierda. A pesar de haber recibido el apoyo de la mayor parte de los municipios, el Estatuto tenía pocas posibilidades de ser aprobado por las Cortes republicanas, teniendo en cuenta la naturaleza de las fuerzas políticas que lo apoyaron.

representante a dicha asamblea, “en atención a que el Estatuto Vasco-Navarro fue aprobado en Estella por la casi totalidad de los Ayuntamientos de las cuatro provincias que son los elegidos por el pueblo”31. Junto a él se posicionaron todos los concejales del grupo derechista: los católicos Luis Garagalza y Marcelino Arrese; el tradicionalista Ibáñez de Opacua y también el independiente Pérez de San Román. En el bloque opuesto, partidarios de asistir a la asamblea de Vitoria y por tanto contrarios a Estella, se situaron los republicanos: Emilio López de Heredia, Elías Garagalza y Adolfo Merino. El alcalde manifestó que él asistiría a la asamblea, a pesar de estar en minoría. Este enfrentamiento refleja claramente cuál era la posición de ambos bloques en la provincia. Así, en la asamblea convocada por la Gestora en Vitoria, tras una fuerte discusión entre los partidarios de uno y otro proyecto estatutario, el Estatuto Alavés fue aprobado únicamente por 21 ayuntamientos, básicamente los mismos que no se habían adherido al Estatuto de Estella, casi todos ellos de mayoría republicana.

La actitud del Ayuntamiento de Salvatierra en la primavera de 1931 ante el problema autonómico es significativa del tipo de política (más administrativa que política) que predominaba en los núcleos rurales alaveses durante la década de 1930. Así, a pesar de que el alcalde republicano, presuntamente apoyado por la mayoría, era contrario al Estatuto de Estella, la corporación designó representantes y apareció oficialmente como favorable a este Estatuto, mientras a la vez parecía apoyar el Estatuto Alavés (por medio de su alcalde), que precisamente era contrario al de Estella. Sin embargo, esta indefinición era difícil de mantener.

En septiembre de 1931 tuvo lugar el acto oficial de entrega del Estatuto de Estella al presidente del Gobierno provisional de la República, Niceto Alcalá Zamora. Volviendo a mostrar la incoherencia, algo caótica, de la política municipal de la época, Salvatierra –que había apoyado al Estatuto alavés en contra de Estella, por medio de su alcalde– envió a un representante, el nacionalista Tomás Preciado, para apoyar en Madrid el Estatuto de Estella, que, finalmente ni siquiera fue tomado en consideración por las Cortes republicanas, debido a su carácter anticonstitucional32.

En efecto, paralelamente, el proyecto estatutario alavés seguía su propio camino. A lo largo del mes de julio distintos ayuntamientos fueron testigos de los enfrentamientos entre los partidarios del Estatuto de Estella y los defensores de la aprobación del Estatuto Alavés. Salvatierra no estuvo exenta de estas luchas. El presidente de la Comisión Gestora de Álava envió una copia de cada Estatuto al Ayuntamiento, pidiendo al Consistorio que enviara un representante a la asamblea que se celebraría el día 23 de julio en Vitoria en el Palacio de la Diputación. El concejal nacionalista Preciado se mostró contrario a enviar

Mientras tanto había habido elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931. 31  AMS, Caja 78, doc. núm. 21. Sobre la actitud del nacionalismo vasco ante el Estatuto de Estella, cfr. PABLO, Santiago de; MEES, Ludger: El péndulo patriótico. Historia del Partido Nacionalista Vasco (1895-2005), Barcelona, Crítica, 2005, pp. 121-124 y GRANJA, Nacionalismo. 32  AMAS. Sesión ordinaria del 19-XII-1931

30  AMAS. Sesión ordinaria del 13-VI-1931.

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Salvatierra en la Segunda República (1931-1936)

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Estos comicios se realizaron en un momento de entusiasmo republicano por la proclamación del nuevo régimen y de ahí que el triunfo de la coalición republicano-socialista fuera aplastante en toda España, e incluso –aunque con menos rotundidad– en algunas provincias tradicionalmente conservadoras, como Álava. Por el contrario, en Salvatierra, el triunfo correspondió al PNV, que iniciaba así una etapa de predominio en la localidad, tal y como puede verse en la Tabla 4. En este sentido, sorprende que el PNV, ganando claramente las elecciones de junio, no tuviera más que un concejal en Salvatierra en las elecciones celebradas dos meses antes. Sin embargo, se trata de un fenómeno habitual en el País Vasco, donde el PNV se reorganizó y resurgió con fuerza tras la proclamación de la República, en parte sirviendo como refugio a sectores católicos todavía desorganizados.

Estatuto debía ser único para todo el país o si debía aprobarse uno para cada provincia. Salvatierra recibió una carta del presidente de la Comisión Gestora de la Diputación alavesa para la asamblea de ayuntamientos del 31 de enero en la que se resolvería “si ha de proponerse un solo Estatuto para las cuatro provincias o si cada una tendrá el suyo propio”33, siendo elegido comisionado por el municipio el alcalde López de Heredia. En Álava se apoyó plenamente un Estatuto único, tal y como hizo el Ayuntamiento de Salvatierra que, superada la discusión en torno al proyecto de Estella, volvía a mostrarse unido a favor del Estatuto vasco. Desde el 7 de febrero la comisión nombrada al efecto34 comenzó a trabajar en la redacción del nuevo texto estatutario, que el 18 de abril fue aprobado por la comisión de alcaldes y el 24 del mismo mes por las cuatro Comisiones Gestoras. La asamblea de ayuntamientos vascos, convocada en un principio para el 22 de mayo, acabó celebrándose el 19 de junio en Pamplona.

Tabla 4: Resultados de las elecciones constituyentes, 28-VI-1931

Salvatierra Vitoria Alava

Electores

Votantes

Republicano- Derecha socialistas

PNV

Nulos/ blancos

429 9.985 26.187

374 7.179 21.347

100 4.192 8.513

182 1.039 4.615

1 135 207

3.3. El Estatuto de las Gestoras y la Asamblea de Pamplona

91 1.814 8.016

Salvatierra no dejó de recibir propaganda sobre el Estatuto para esta reunión. La Junta de Propaganda del Estatuto de la Diputación de Vizcaya pidió expresamente al alcalde López de Heredia que ordenara el traslado de todos los txistularis de que dispusiera “para la Asamblea magna de municipios que el

Tras el fracaso del Estatuto de Estella, el 8 de diciembre de 1931 el Gobierno republicano aprobó un decreto, redactado por Indalecio Prieto, según el cual reconcedía a las Gestoras de las Diputaciones (y por tanto a la izquierda) la dirección del proceso autonómico. En él, además, se resumía el camino que se debía seguir para la aprobación de un Estatuto conforme con la Constitución republicana. El 31 de enero de 1932 se celebraron asambleas provinciales de ayuntamientos en las cuatro capitales vascas, para decidir si el

33  AMAS. Sesión ordinaria del 15-I-1932. 34  Esta comisión, nombrada el 15 de diciembre de 1931, estaba formada por cuatro republicanos, en representación de las Gestoras y 3 representantes de los alcaldes (un nacionalista, un católico-fuerista y un independiente). El PSOE mostró su protesta al no tener representantes y finalmente se le adjudicaron tres puestos en la comisión. Las autoridades carlistas, por su parte, aunque no se oponían de pleno al nuevo Estatuto, el 20 de diciembre decidieron no participar en su elaboración. Cfr. DE PABLO: Los problemas, p. 102.

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próximo domingo, día 22, ha de celebrarse en Pamplona y que se quiere solemnizar con gran pompa”35. Igualmente, la Gestora alavesa se dirigió al Consistorio de Salvatierra el mes de junio “para cambiar impresiones sobre la propaganda a realizar”, citando para ello a los distintos representantes de municipios y partidos políticos de la zona en el propio Ayuntamiento de Salvatierra36. En cuanto a la posición de los diferentes grupos políticos37, los nacionalistas fueron los principales interesados en el proyecto, a pesar de estar controlado en su origen por el Gobierno republicano-socialista. En Álava, el PNV fue el partido que más interés puso en la propaganda del Estatuto, creyendo que, aunque no satisfacía plenamente sus aspiraciones, suponía un paso muy importante en el autogobierno. Por su parte, la CT, ante la diversidad de opiniones en su seno, dejó libertad de voto a sus afiliados. El PSOE de Álava, por su parte, a pesar de haber participado en la elaboración del texto, mostró importantes reticencias porque en su base había muchos afiliados opuestos a la autonomía vasca. Pero, siguiendo las órdenes del Comité Socialista Vasconavarro, el PSOE votó favorablemente al Estatuto. Los tres partidos republicanos de izquierda mostraron una actitud semejante a la de los socialistas. El Partido Republicano Radical fue, por su parte, el único partido alavés38 que se opuso oficialmente al proyecto autonómico, en clave alavesista.

zado por los navarros40. En Álava votaron sí (de un total de 77)­ 52 municipios (representando a 89.956 alaveses), no 11 (8.456 habitantes) y se abstuvieron 14, en representación de 7.647 alaveses. Ante la negativa de Navarra, desde este momento el proceso autonómico se redujo a Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Para Álava el rechazo de Navarra al texto estatutario tuvo una consecuencia relevante: a partir de entonces el tradicionalista José Luis Oriol cambió su postura frente al Estatuto, mostrándose siempre contrario a él. Oriol creía que “sin la ayuda de Navarra, el Estatuto fracasado en Pamplona sería perjudicial para Álava”41. Oriol pretendía que el carlismo fuera una fuerza relevante en un País Vasco autónomo, pero, sin Navarra, el tradicionalismo era simplemente un partido más en el conjunto de las tres provincias, mientras que Álava sola podía convertirse muy pronto en otra comunidad autónoma de gran predominio carlista.

3.4. La asamblea de Vitoria (6 de agosto de 1933) Tras la asamblea de Pamplona, el proceso autonómico quedó paralizado42 hasta que, a finales de 1932, las Gestoras decidieron enviar a todos los partidos y entidades del País un cuestionario sobre el futuro proyecto de Estatuto43. Una vez recibidas las respuestas a dicho cuestionario, las Gestoras nombraron en enero de 1933 una ponencia que se encargaría de redactar y tramitar el texto estatutario, integrada únicamente por miembros de las propias Comisiones Gestoras44. Este proyecto incluía una disposición que abría las puertas a

El 17 de junio el Ayuntamiento de Salvatierra eligió al propio alcalde López de Heredia como representante para acudir a la Asamblea de Pamplona del 19, donde votó a favor del Estatuto39. Representantes de más de quinientos municipios vascos se reunieron en Pamplona, siendo aprobado el Estatuto por guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos, y recha-

40  Cfr. DE PABLO: Los problemas, p. 107. 41  Heraldo Alavés (HA), 27-VI-32. 42  Principalmente debido a los enfrentamientos entre republicanos y nacionalistas porque la izquierda pretendía ser ella y no el PNV quien capitalizara políticamente el Estatuto Vasco. Cfr. DE PABLO: Los problemas, p. 111. 43  Sobre el contenido del cuestionario, cfr. GRANJA: Nacionalismo, p. 302. 44  En el caso de Álava, fueron designados Aramburu (PRA), Laorden (Acción Republicana) y Castresana (PRRS).

35  AMS, Caja 81, doc. núm. 25. 36  AMS, Caja 81. doc. núm. 25. 37  Sobre el posicionamiento de los diversos partidos políticos ante el Estatuto de las Gestoras, cfr. DE PABLO, La Segunda República, pp. 142 y 143. 38  Por el contrario, en Guipúzcoa y Vizcaya lo apoyó. Cfr. DE PABLO: La Segunda República, pp. 142 y 143. 39  AMAS. Sesión ordinaria del 17-VI-1932

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una posible incorporación de Navarra. El 19 de julio las Gestoras convocaron la asamblea de ayuntamientos para el 6 de agosto. Así lo describió el secretario del Ayuntamiento de Salvatierra, Fortunato Grandes:

duda, consecuencia del cambio de estrategia de Oriol frente al proceso autonómico47. Sin embargo, en Salvatierra la CT de Oriol apenas contaba con fuerza en el Ayuntamiento, donde sólo tenía un concejal. De hecho, algunos datos indican que el PNV había ido ganando adeptos en el seno de la corporación municipal. Así, en las elecciones a vocales del Tribunal de Garantías Constitucionales de septiembre de 1933 (en las que participaban todos los concejales españoles, votando a candidaturas presentadas por los partidos políticos), en Salvatierra el PNV obtuvo cuatro votos, tres la izquierda republicano-socialista y uno la CT, votando en blanco otro concejal. Esto indicaba que, probablemente, los concejales católicos independientes y algún republicano o el independiente, estaban ya en estos momentos cerca del PNV.

[…] fue leida (sic) la convocatoria que hacen las Comisiones Gestoras de las Excmas Diputaciones de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya con fecha de ayer, manifestando que, confeccionado el nuevo proyecto de Estatuto, ante la discrepancia de la mayoría de los Municipios Navarros, dichas Comisiones han acordado convocar a las representaciones de todos los Ayuntamientos de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya a una Asamblea general que tendrá lugar en Vitoria a las once de la mañana del día seis de agosto en el salón de actos de la Escuela de Artes y Oficios, interesando que los citados Ayuntamientos designen un Vocal de su seno para que los representantes de la citada Asamblea45.

Una vez concluida la asamblea se nombró la Comisión de los Dieciocho48, encargada de la tramitación del proceso y de la organización del referéndum, previsto en la Constitución. Esta Comisión, que incluía un representante del Ayuntamiento de Salvatierra, comenzó a reunirse desde el 25 de agosto y fijó el referéndum para el 5 de noviembre. Respecto a éste, en Álava, la CT y los comunistas propugnaron el voto negativo o la abstención, mientras que los distintos grupos republicanos y el PSOE, Acción Nacionalista Vasca y el PNV pedían el voto afirmativo. En el total de Álava, aunque el porcentaje de votos negativos (12 %) fue muy inferior al de los afirmativos (46,40 %), éstos no alcanzaron la mitad del censo.

El encargado para representar a la villa en esta asamblea de municipios (a la que asistieron 68 representantes de ayuntamientos alaveses) fue el católico independiente Luis Garagalza46. De los 77 ayuntamientos alaveses, votaron sí 41 (representando a 75.391 habitantes); no 26 (25.071 habitantes) y se abstuvieron diez ayuntamientos, que representaban a 5.267 habitantes. Se observó un claro descenso del apoyo a la autonomía en Álava respecto a la asamblea de Pamplona, pues de un 84,7 % se pasó a un 71,3 % de población representada por los votos afirmativos. La oposición de buena parte de los ayuntamientos alaveses ante el Estatuto fue, sin

47  Cfr. DE PABLO: Los problemas, p. 118. Aunque con menor influencia, el Partido Radical también mostró su oposición a la aprobación del texto. 48  Esta Comisión se encargó desde este momento de la tramitación del plebiscito para la obtención de la autonomía. Estaba integrada por nueve representantes de las Gestoras y nueve de los ayuntamientos. Los de Álava eran los Gestores José Castresana (PRRS), Teodoro Olarte (PRA) y Manuel Arámburu (PRA), y los alcaldes de Vitoria (Teodoro González de Zárate, PRA), Laguardia (Dámaso Jiménez, CT) y Salvatierra (Emilio López de Heredia, republicano independiente). Este último fue sustituido en numerosas ocasiones por el primer teniente alcalde, Luis Garagalza (católico independiente), pues ya hemos dicho que el alcalde solicitó una licencia. Cfr. DE PABLO: La Segunda República, p. 177.

45  AMS, Caja 84, doc. núm. 20. 46  El alcalde, López de Heredia, había solicitado cuarenta días de licencia, por lo que el primer teniente de alcalde asumió todas sus funciones. AMAS. Sesión ordinaria del 16-VI-33.

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En cambio, la abstención fue muy alta, de un 41,41 %. Una vez más, la actitud de la CT fue la principal causa –junto a la existencia de cierto sentimiento alavesista– del escaso entusiasmo de los alaveses por el Estatuto el 5 de noviembre de 1933. En Salvatierra, la abstención fue también muy alta (43,8 %), el 45,6 % de los electores de la localidad votaron a favor y el 9,8 % en contra49. A pesar de que el PNV era el partido mayoritario en Salvatierra, los resultados no fueron muy diferentes del total provincial, lo que probablemente era debido a la escasa fiabilidad de los resultados del referéndum, en el que el PNV volcó el censo, apoyado por el Gobierno del Partido Republicano Radical, que había convocado elecciones legislativas para dos semanas después y esperaba capitalizar a su favor los resultados del referéndum. Sin embargo, las circunstancias de la política republicana entre 1933 y 1935, durante el bienio radical-cedista, hicieron que este Estatuto no llegara a ser aprobado por las Cortes.

José Luis Oriol por la CT, Francisco Javier de Landáburu por el PNV, Blas Quintana por el Partido Comunista, Félix Susaeta (PRRS independiente) por la izquierda republicanosocialista y Narciso Amorós por el Partido Radical. Además, otra facción del PRRS anunció la presentación como candidato de César Castresana. En Salvatierra fue interventor por la CT el concejal Julián Ibáñez, Ángel Pinedo por el PRRS y Francisco Villarreal por el PNV. En la localidad, las elecciones dieron una clara victoria al PNV (muy superior a la de 1931), quedando los tradicionalistas como segunda fuerza en el municipio, aunque a una clara distancia (Tabla 5). Los republicanos, por su parte, sufrieron una clara derrota, mientras que el Partido Comunista no obtuvo ni un solo voto. En el conjunto de Álava los tradicionalistas fueron el grupo más fuerte en la provincia, quedando detrás el PNV, con casi la mitad de los votos de la CT. Por último, los republicanos retrocedieron también en el conjunto de Álava, como consecuencia de la crisis política de la izquierda a nivel nacional.

3. 5. Las elecciones legislativas del 19 de noviembre de 1933 Tabla 5: Resultados de las elecciones legislativas, 19-XI-1933 Electores Votantes Republicanosocialistas* Salvatierra 925 678 52 Vitoria 21.646 14.932 2.617 Álava 56.056 40.180 4.856

Partido Radical 14 1.036 2.382

PNV

CT

PCE

424 182 0 3.767 7.131 92 11.525 20.717 109

PRRS 0 14 109

Nulos /blancos 6 269 397

* Coalición Acción Republicana, PSOE, PRRSI, Partido Republicano Autónomo (PRA)

3.6. El conflicto de los ayuntamientos vascos en el verano de 1934

Los candidatos a las legislativas de noviembre de 1933 por Álava –en las que por primera vez votaron las mujeres– fueron

El pleito de los ayuntamientos vascos contra el Gobierno central del verano de 1934 vino motivado por el intento del ministro de Hacienda de aplicar el denominado Estatuto del Vino en el País Vasco. Se trataba de un problema de carácter económico y hacendís-

49  De 925 electores, votaron sí 422, 91 en contra , 406 se abstuvieron y 6 votaron en blanco. Cfr. PABLO, S: Álava y la Autonomía Vasca durante la II República, Diputación Foral de Álava, 1985, p. 358

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tico, que venía de lejos50 y en el que se mezclaron motivaciones políticas. Además, en Álava tuvo un planteamiento distinto que en Guipúzcoa y Vizcaya por existir una comarca (la Rioja Alavesa) de gran producción vinícola. El aumento de la producción vinícola en España en los años anteriores a 1934 hizo que hubiera una gran dificultad para dar salida en el mercado a esta producción. Por ello, el Gobierno promulgó el decreto del Estatuto del Vino, que propugnaba la supresión de todo impuesto sobre el vino. La aplicación de esta medida en el País Vasco supondría la ruina de las haciendas municipales, cuya principal fuente de ingresos eran los impuestos sobre consumos, y en especial el impuesto del vino. Las Gestoras vascas (en manos del Partido Radical, que gobernaba en España desde finales de 1933), con el voto contrario de los representantes de la Rioja Alavesa, se entrevistaron con el ministro de Agricultura y consiguieron la no aplicación del decreto en las provincias vascas.

lizaron a los ayuntamientos que controlaban para poner en marcha una auténtica rebelión contra el Gobierno del Partido Radical. Las posturas se dividieron cuando, frente a la convocatoria hecha por los alcaldes a los ayuntamientos para reunirse en Bilbao el 5 de julio, la Comisión Gestora de Álava convocó una asamblea de ayuntamientos de la provincia en Vitoria en la misma fecha. El Ayuntamiento de Salvatierra (en el que los impuestos sobre los consumos eran, como en el resto de los municipios vascos, su principal fuente de riqueza51) recibió dos circulares al respecto, una para cada asamblea. Primero recibió la de la convocatoria para la asamblea que se celebraría en Vitoria: Se dio lectura de la circular del Sr. Presidente de la Comisión Gestora de la Excma. Diputación convocando a la representación de los Ayuntamientos de Álava para la reunión que ha de celebrarse en Vitoria el día cinco de julio próximo a las once horas, a fin de tratar de lo relativo al Estatuto del Vino que según referencias quieren resolver mediante una proposición de ley que tenga efecto en las Vascongadas52

El problema resurgió en junio de 1934, cuando 140 diputados de derechas presentaron en las Cortes una proposición de ley sobre el Estatuto del Vino, por la que se pedía la desgravación absoluta de este producto en todo el país. Esta petición, que fue apoyada por el ministro de Hacienda, el radical Marraco, provocó la reacción en contra de la opinión pública vasca. En un primer momento, todos los sectores políticos y sociales de Álava mostraron una reacción unánime, a favor de la defensa del Concierto económico. Sin embargo, como había sucedido en torno al Estatuto de Estella, pronto se formaron dos bandos claramente diferenciados, aunque ahora con el PNV en el bloque contrario a la derecha española: por un lado, las Comisiones Gestoras, apoyadas por el Partido Radical y por la CT, se posicionaron a favor del Gobierno. Frente a ellos, el PNV y la izquierda republicano-socialista uti-

Para asistir a dicha asamblea fue nombrado representante del Ayuntamiento de Salvatierra el concejal Elías Garagalza (republicano independiente). Unos días más tarde se recibió la invitación para asistir a la asamblea de Bilbao: Seguidamente manifestó el Sr. Alcalde, que conforme ya indicaba la convocatoria, el objeto de esta sesión es dar cuenta de la convocatoria que hace el Sr. Alcalde del Ayuntamiento

50  Cfr. DE PABLO, Santiago de: “El conflicto de los ayuntamientos vascos del verano de 1934. El caso de Álava”, en II Congreso Mundial Vasco. Congreso de Historia de Euskal Herria, San Sebastián, Txertoa, 1988, tomo VII, pp. 41-50.

51  AMS, Caja 81, doc. núm. 9. 52  AMAS. Sesión ordinaria del 29-VI-1934.

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localidad opuestos a la sublevación militar de julio de 1936 (Izquierda Republicana y PNV), confeccionada en 1937 por las autoridades franquistas, describía a López de Heredia como “nacionalista destacado”, a pesar de no figurar como afiliado a dicho partido, pero se trata de una fuente escasamente fiable56.

de Vitoria para la reunión de Ayuntamientos Vascongados que ha de tener lugar en Bilbao el día cinco de este mes a las once de la mañana, la cual ha sido leída, a fin de adoptar las resoluciones que se estimen pertinentes, en vista de que se pretende que el Estatuto del Vino tenga efectividad en todo el territorio nacional, incluso en las Vascongadas, añadiendo que como consecuencia se supriman los arbitrios [que] gravan la entrada, circulación y consumo de los vinos53.

A mediados de julio, los ayuntamientos designaron una Comisión interina que, según había decidido la asamblea de Bilbao, debía estar compuesta por cinco representantes de cada provincia. Esta Comisión debía convocar, en el plazo de un mes, la elección indirecta por los ayuntamientos de la definitiva Comisión defensora del Concierto económico. El 12 de julio el Ayuntamiento de Vitoria eligió como representante a Teodoro González de Zárate. Por su parte, los ayuntamientos de menos de dos mil habitantes eligieron al alcalde de Salvatierra. La definitiva Comisión defensora del Concierto en Álava estuvo finalmente compuesta por cuatro miembros del PNV, en representación del distrito de Amurrio (Zarandona, Sautu, Zabalgoitia e Irabien), un socialista (Herrero), dos republicanos (González de Zárate y López de Heredia) y un católico independiente (Elorza, concejal de Vitoria). El 29 de julio las Comisiones interinas, reunidas en Bilbao, acordaban convocar para el 12 de agosto la elección, por los concejales, en cada ayuntamiento, de la Comisión definitiva, integrada por 52 miembros57. El Gobierno del Partido Radical consideró la convocatoria de esta elección como un medio ilegal de los ayuntamientos para sustituir a las Comisiones Gestoras nombradas por la autoridad gubernativa. De esta manera, los gobernadores civiles, que contaban con el apoyo del ministro de la Gobernación, prohibieron la celebración de las votaciones y anunciaron medidas represivas para los concejales que participaran en la elección:

En esta ocasión fue el alcalde, López de Heredia, el elegido como representante para asistir a la asamblea de Bilbao en nombre de Salvatierra. A ella asistieron casi todos los ayuntamientos vizcaínos y guipuzcoanos, y sólo 17 alaveses54. Los motivos de este relativo fracaso de la convocatoria de Bilbao fueron dos. Por un lado, la oposición de Oriol y de la CT, mayoritaria en la provincia, a la asamblea; por el otro, la negativa de los ayuntamientos riojanos a asistir a la asamblea. La inmensa mayoría de los representantes alaveses eran afiliados al PNV o católicos independientes simpatizantes con el nacionalismo y republicano-socialistas de Vitoria, aunque también asistieron algunos tradicionalistas, a título personal. En el caso de López de Heredia, su apoyo al movimiento de los ayuntamientos contrarios al Gobierno indicaba que se estaba acercando, muy probablemente, a Izquierda Republicana, mientras otros republicanos locales optaban más por la política del Partido Radical. Es cierto que una lista de afiliados de Salvatierra55 a los partidos políticos de la 53  AMAS. Sesión extraordinaria del 2-VII-1934. 54  Asistieron representantes de Añana, Arceniega,, Aspárrena, Ayala, Contrasta, Cuartango, Gamboa, Laminoria, Lezama, Llodio, Nanclares, Oquendo, Salvatierra, San Millán, Villarreal, Vitoria y Zuya. (Cfr. Euzkadi, 6-VII-34). 55  IBAÑEZ ORTEGA, Norberto: Fondo documental de represaliados alaveses en la guerra de 1936-1939, Vitoria, DFA, 2004, p. 25.

56  Archivo Histórico Nacional (AHN), Fondo Gobernación, AH 801. 57  Veinte de Vizcaya, veinte de Guipúzcoa y doce de Álava. Cfr. DE PABLO: “El conflicto”, p. 46.

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Pese a la ocupación de varios ayuntamientos por parte de las fuerzas de seguridad, la votación llegó a celebrarse en bastantes municipios de Vizcaya y Guipúzcoa. Por el contrario, en Álava la Comisión interina no convocó la elección en los ayuntamientos el 12 de agosto por discusiones surgidas entre los concejales de Vitoria60. En el caso de Salvatierra la elección tuvo lugar el 19 de agosto: “El Sr. Alcalde propuso que se haga la elección de una Comisión de personas que siendo Alcaldes o Concejales, pueda defender el Concierto económico cerca del Gobierno”61. De esta manera, los concejales Elías Garagalza (republicano independiente) y Julián Ibáñez (CT) no tomaron parte en la votación por ser contrarios a la elección para la Comisión defensora del Concierto. Por el contrario, el también republicano independiente López de Heredia y el nacionalista Preciado, votaron a favor de la Comisión. De esta forma, todo indica, como ya hemos adelantado, que, dentro del republicanismo no adscrito a ningún partido concreto de los concejales republicanos de Salvatierra, algunos optaban por Izquierda Republicana (López de Heredia) y otros (Garagalza) por el Partido Radical62.

[…] se dio lectura de una comunicación de esta misma fecha [4 de agosto] del Excmo. Sr. Gobernador Civil manifestando que en cumplimiento de órdenes de la superioridad para impedir la elección que por algunos Ayuntamientos pretende llevarse a cabo el 12 del corriente […] para impedir dicho acto ilícito que de consumarse castigará sin perjuicio de pasar el tanto de culpa a los Tribunales58.

En la misma sesión en la que se leyó la carta del gobernador civil advirtiendo sobre las consecuencias que acarrearía a los concejales la elección del día 12, comenzaron a notarse las diferencias políticas entre los concejales del Ayuntamiento de Salvatierra: […] se proyecta celebrar elección de una Comisión de representantes de Ayuntamientos el día doce de este mes que se encargue de la defensa del Concierto, a lo cual hizo presente el infrascrito Secretario que dicha elección no es legal, a fin de que se tuviera en cuenta y se le exima de responsabilidad. Sobre dicho proyecto y sus fines se discutió por los Sres. Concejales apreciando unos Sres. que no debe usarse de violencias y estimando otros que como las Gestoras no representan la voluntad del País y por ser de nombramiento gubernativo no pueden tener toda la independencia necesaria, glosándose estos conceptos sin que recayera acuerdo59.

El 28 de Agosto, las Comisiones defensoras del Concierto convocaban una asamblea de parlamentarios y representantes de los alcaldes vascos en Zumárraga para el 2 de Septiembre. La asamblea, cuyo fin era la defensa del Concierto, se celebró pese a la prohibición del Gobierno y a la oposición de la policía. Ésta procedió a detener a varios concejales, por lo que finalmente sólo acudieron a la asamblea, por parte de Álava, uno de los representantes del distrito de Amurrio (Zarandona), el diputado del PNV Landáburu y el alcalde de Salvatierra López de Heredia. 60  Cfr. DE PABLO: La Segunda República, pp. 215 y 216. 61  AMAS. Sesión ordinaria del 19-VIII-34. 62  El alcalde de Salvatierra fue el único concejal republicano que votó favorablemente a la creación de la Comisión para la defensa del Concierto. El resto de los 37 concejales de los ocho ayuntamientos rurales que votaron para la elección de la Comisión eran nacionalistas. Cfr. DE PABLO: La Segunda República, p. 216.

58  AMAS. Sesión ordinaria del 10-VIII-34. 59  Idem

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El 3 de septiembre, el gobernador civil de Álava destituía y ordenaba el procesamiento del alcalde y de los catorce concejales vitorianos que habían participado en la votación. Los procesados quedaron en libertad provisional tras pagar una cuantiosa fianza63. Como modo de protesta ante la actuación del Gobierno, los Comités intermunicipales acordaron la dimisión colectiva de todos los ayuntamientos vascos. Mientras en Vizcaya y Guipúzcoa dimitían la casi totalidad de los ayuntamientos, en Álava la oposición de Oriol, de la CT y de su periódico Pensamiento Alavés al movimiento municipalista hizo que sólo 63 concejales (entre dimitidos y destituidos), pertenecientes a trece ayuntamientos, apoyaran a los municipios vizcaínos y guipuzcoanos. Entre ellos se encontraba el de Salvatierra. En la sesión de 7 de septiembre de 1934

carta64.

De esta manera, los ediles de Salvatierra manifestaron sus diferencias en lo referente a las dimisiones: los católicos independientes Luis Garagalza y Arrese y el tradicionalista Ibáñez se mostraron contrarios a la decisión de los Comités intermunicipales. López de Heredia y Preciado, siguiendo las indicaciones de Izquierda Republicana y del PNV, se mostraron favorables a dicha decisión, por lo que procedieron a presentar su dimisión65. Tras la renuncia, ambos fueron condenados a una pena de ocho años y un día de inhabilitación especial y una multa de 300 pesetas por delito de desobediencia66. En Álava los concejales inhabilitados fueron sustituidos por otras personas que fueron elegidas por nombramiento gubernativo, siendo la mayoría de ellos ex concejales monárquicos y primorriveristas. En Salvatierra esto fue, en parte, distinto: los concejales dimitidos no llegaron a ser oficialmente sustituidos, por tratarse de una parte mínima del Ayuntamiento, que pudo seguir funcionando con el resto de sus miembros elegidos en 1931 (católicos, de la CT y republicanos más próximos al Partido Radical). Sólo para la discusión y aprobación de cuestiones muy puntuales (llamamiento a quintas, en la mayoría de las ocasiones) se contaba con la ayuda de dos antiguos concejales, Múgica y Larramendi. Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, los dos concejales dimitidos e inhabilitados fueron repuestos en sus cargos67.

[…] fue leída una carta del Diputado a Cortes por Álava Sr. Oriol a la que acompaña una copia de la que ha dirigido al Sr. Alcalde de Vitoria haciendo consideraciones sobre el mismo asunto poniendo de relieve situación creada por los elementos separatistas y socialistas dictando acuerdos que enrarecen el ambiente con disposiciones punibles y llamando a serenidad para que todos continúen en sus puestos en bien del país cuya defensa […] cada vez más enérgica y tenaz en la forma ya indicada en Álava enfrentándose con aquel Estatuto antiforal y antivasco que hubiera hundido definitivamente ese […] foral del Concierto económico que aun poseemos y otra carta del Secretariado de Hermandad Alavesa en parecidos términos. En este estado el foral del Concierto económico que aun poseemos y otra

3.7. La Carta Foral de Álava A finales de 1935 el tradicionalismo alavés intentó separar definitivamente a Álava del Estatuto Vasco, por medio de la aproba64  AMAS. Sesión ordinaria del 7-IX-34. 65  Idem 66  AMS, Caja 86, doc. núm. 22. 67  AMAS. Sesión extraordinaria de 23-II-36. Carta de Luis Dorao en AMS, Caja 90, doc. núm. 10.

63  DE PABLO: Los problemas, p. 47.

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Salvatierra en la Segunda República (1931-1936)

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ción de una Carta Foral de Álava68, una especie de Estatuto Alavés. Los ayuntamientos alaveses se reunieron en el Palacio de la Provincia el 14 de noviembre de 1935, a petición del radical Luis Dorao, presidente de la Diputación alavesa69, siendo el alcalde accidental, Luis Garagalza, elegido representante por Salvatierra. Según una carta de Félix Abreu (un derechista independiente, antiguo presidente de la Diputación alavesa de la Dictablanda entre 1930 y 1931 y decano del Colegio de Abogados70) a Luis Garagalza, se trataba “de una jugada política de los detractores de ese Estatuto [Vasco], cuya mayoría la constituyen, como es sabido, personas que no han nacido en Alava ni son del país” y creía que “con esa Carta se trata de separar a Alava de Guipúzcoa y Vizcaya, rompiendo la tradición y la historia, y aparte de que es muy discutible que conforme al texto de la Constitución se pueda declarar región autónoma”71.

con Abreu.

3.8. Las elecciones legislativas de febrero de 1936 y la reactivación del proceso estatuario Los candidatos por Álava a las elecciones legislativas de 1936, las ultimas de la etapa republicana, fueron Francisco Javier de Landáburu (PNV), Luis Pérez Flórez-Estrada (CEDA), José Luis Oriol (CT) y Ramón Viguri, miembro de Izquierda Republicana y candidato del Frente Popular (FP)72. En Salvatierra fueron interventores Julián Ibáñez por la CT, Francisco Villarreal y Tomás Preciado por el PNV, y Saturnino Olalde por el FP. En la primera vuelta, resultó de nuevo claro ganador –a pesar de descender sus votos respecto a los obtenidos en 1933– el PNV, seguido a gran distancia por la CT, la CEDA y el FP. En la segunda vuelta, el PNV superó los votos de la primera, al contrario que la CT, que siguió quedando en segundo lugar, esta vez a poca distancia de la CEDA., siendo la izquierda la gran perdedora, aunque, yendo unida, superó el número de votos de las elecciones de 1933 (ver Tabla 5). Estos resultados reflejaban la tendencia general del electorado vasco en estas elecciones, en que el PNV perdió muchos votos respecto a 1933 y la izquierda recuperó posiciones, aun quedando muy lejos del triunfo obtenido en las nuevas Cortes.

La Carta Foral de Álava fue redactada por una ponencia integrada por alcaldes y ex diputados forales. Todos los ayuntamientos recibieron un ejemplar para su aprobación. El proyecto nunca llegó a enviarse a las Cortes, lo que indica que los tradicionalistas no pretendían la aprobación de un Estatuto para Álava, sino únicamente en fracaso del Estatuto Vasco. Al mismo tiempo, la composición izquierdista de las nuevas Cortes de 1936 hizo desistir a la CT del envío de la Carta Foral. Asimismo, por lo que sabemos, el Ayuntamiento de Salvatierra (con la ausencia de los dos concejales dimitidos, López de Heredia y Preciado) no se pronunció en torno a la Carta Foral, aunque todo indica que, de haberlo hecho, habría sido contrario a ella, dada la escasa presencia de la CT y la actitud de Garagalza, el alcalde accidental durante la etapa en que López de Heredia estuvo fuera de la alcaldía, reflejada en la correspondencia

Una de las consecuencias del triunfo del FP en toda España en estas elecciones legislativas fue la reactivación del proceso del Estatuto, paralizado desde el verano de 1934. El Estatuto de 1936 fue obra de las izquierdas73, contando con el apoyo del PNV. El 18 de abril quedó constituida la Comisión de Estatutos de las Cortes, presidida por Indalecio 72  DE PABLO: La Segunda República, p. 237. 73  Cfr. FUSI, Juan Pablo: El problema vasco en la II República, Madrid, Ed. Turner, 1979, pp. 131-140 (Reed.: País Vasco, 1931-1937. Autonomía, revolución, Guerra Civil, Madrid, Biblioteca Nueva, 2000); GRANJA: Nacionalismo, pp. 582-588; DE PABLO, Santiago de: Álava, pp. 292-296.

68  Cfr. DE PABLO, S: “El Estatuto Alavés” 69  AMAS. Sesión ordinaria de 10-XI-35. 70  Curiosamente en la Dictablanda Abreu había apoyado a urquijistas y carlistas frente a Luis Dorao, entonces liberal. 71  AMS, Caja 90, doc. núm. 10.

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Agurain 2006: Congreso 750 aniversario de la fundación de la villa de Salvatierra

Tabla 6: Resultados de las elecciones legislativas, 23-II-1936. Primera vuelta

Salvatierra Vitoria Álava

Electores

Votantes

CT

PNV

964 22.653 57.506

738 16.819 43.528

182 4.408 16.020

317 2.502 8.958

Frente Popular 101 5.385 9.521

CEDA

Nulos blancos 5 89 190

136 4.390 8.681

4. Conclusiones

Prieto (PSOE) y con José Antonio Aguirre de secretario. Pese a la resistencia de los partidos de derechas74, el PNV trató de conseguir que Álava fuera incluida en el Estatuto. En el capítulo hacendístico aparecieron algunos problemas, pues el Gobierno dijo que se daban ciertas incompatibilidades entre el Concierto económico y el Estatuto. Quince ayuntamientos alaveses (la mayoría de ellos nacionalistas y republicanos) se dirigieron a las Cortes para pedir la rápida aprobación del Estatuto y el mantenimiento del Concierto. La reunión del Consejo de Ministros del 6 de julio deliberó

La vida política de Salvatierra durante la Segunda República –lo mismo que la de muchas otras pequeñas localidades de España– no tuvo nada de especial. Sin embargo, su estudio puede servir, no solo para conocer mejor la historia local de este municipio alavés, sino como un laboratorio para analizar como se vivió la etapa republicana fuera de los grandes centros de decisión social y política. En efecto, como hemos ido viendo a lo largo de estas páginas, en Salvatierra se fueron refle-

Tabla 7: Resultados de las elecciones legislativas, 1-III-1936. Segunda vuelta

Salvatierra Vitoria Álava

Electores

Votantes CT

PNV

964 22.653 57.506

717 15.901 42.180

352 2.649 9.222

135 3.685 13.873

sobre el tema, pero éste no se resolvió cuando dio comienzo la Guerra Civil. El 1 de octubre de 1936, las Cortes del Frente Popular en Valencia aprobaron el Estatuto Vasco, que sólo fue efectivo en una pequeña parte de Álava, pues casi toda la provincia –incluyendo a Salvatierra– estuvo desde el principio en

Frente Popular 111 5.423 10.205

CEDA

Nulos/blancos

119 4.090 8.761

0 0 96

jando algunos de los grandes problemas de la República, tanto en el conjunto de España como en el País Vasco. Así, los resultados electorales de Salvatierra entre junio de 1931 y febrero de 1936 van reflejando buena parte de los cambios políticos sucedidos a nivel general: la eclosión del voto a favor del PNV, que se convirtió por primera vez en su historia en 1933 en el partido político mas votado del País Vasco; el incremento de votos a la izquierda en 1931, como consecuencia del entusiasmo producido por la proclamación del nuevo régimen; la recuperación de la derecha y el hundimiento de la izquierda en 1933 y por fin, la división de la derecha y la recuperación de la izquierda en 1936. Así, el denominado triangulo político vasco tuvo su aplica-

poder del bando sublevado. A partir del 18 de julio de 1936, la historia de Salvatierra, como la de Álava y el País Vasco y la de toda España, fue completamente diferente a la vivida durante la Segunda República.

74  DE PABLO: Los problemas, p. 146.

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Salvatierra en la Segunda República (1931-1936)

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ción en Salvatierra, como un reflejo de la pluralidad ideológica de la localidad.

No obstante, Salvatierra también tuvo durante el período de la Segunda República unas características especiales, dentro de la provincia de Álava. Así, la victoria electoral del PNV en las tres elecciones legislativas celebradas entre 1931 y 1936 es una excepción en un territorio dominado mayoritariamente por la CT y donde al PNV le costaba salir de sus feudos tradicionales, como la Cuenca Cantábrica y las Estribaciones del Gorbea. Sin embargo, este predominio nacionalista en Salvatierra no pudo llegar a reflejarse en el propio Ayuntamiento, debido a que las elecciones municipales previstas para 1936 nunca llegaron a celebrarse por el ambiente de crispación que se estaba viviendo en la España en los meses previos al estallido de la Guerra Civil. La plural corporación salida de las elecciones de 1931, salida de una candidatura única, que integraba a fuerzas políticas tan dispares como la CT o el republicanismo, actuó a veces (por ejemplo, en 1931, en torno al Estatuto de Estella) de forma algo contradictoria. Esto demuestra que la política municipal de la etapa republicana -en la que los partidos no estaban tan férreamente organizados como en la democracia actual- no siempre seguía los parámetros de la política nacional o ni siquiera de la que tenía lugar en Vitoria. Así, la principal característica de la vida política de Salvatierra durante la Segunda República fue la mezcla entre el reflejo de la política española y vasca y el mantenimiento de una política local, mas administrativa que propiamente política, que probablemente es aplicable a muchos otros pequeños o medianos municipios alaveses entre 1931 y 1936.

Algo semejante sucede con los avatares del proceso autonómico vasco entre 1931 y 1936. Salvatierra siempre tomó parte en el proceso del Estatuto Vasco, asistiendo a todas las asambleas convocadas por Gestoras y ayuntamientos y mostrándose como uno de los municipios alaveses más autonomistas. En Salvatierra pueden observarse los conflictos entre la izquierda y la derecha en torno al Estatuto de Estella en la primavera y el verano de 1931; el progresivo alejamiento del PNV respecto a la CT y acercamiento a la izquierda para lograr el Estatuto Vasco: el movimiento de los ayuntamientos vascos del verano de 1934 en defensa del Concierto económico y en contra del Gobierno del Partido Radical, etc. El Estatuto fue una de las cuestiones que más afectó a la política municipal, provocando, en ocasiones, fuertes desencuentros entre los ediles. Así, en el conflicto del verano de 1934, dos concejales (siendo uno de ellos el alcalde) llegaron a dimitir, apoyando a otros muchos ediles de Vizcaya y Guipúzcoa y, en menor medida, de Álava. Sin embargo, otras cuestiones, como el problema religioso, que fueron causa de grandes discrepancias en toda España y en el País Vasco, apenas afectaron a la política municipal de Salvatierra. Tal vez porque, independientemente de su adscripción al PNV, a la CT o al republicanismo, la mayoría de la corporación municipal compartía el credo religioso mayoritario en la localidad, evitando plantear problemas en torno a esta cuestión.

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Agurain 2006: Congreso 750 aniversario de la fundación de la villa de Salvatierra

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