ROSTROS CON
RASTRO Poesía de Norma Bernales Fotografía de Andrés Nicolini
ROSTROS CON
RASTRO Título de la obra: Rostros con Rastro © Ediciones de la Corporación La Matriz, año 2014 Primera Edición: diciembre 2014 Gestión y Producción Editorial: Marcelo Beltrand Opazo Edición: Marcelo Beltrand Opazo Diseño interior y de portada: Rosalía Huenchuñir Fotografía: Andrés Nicolini Poesía: Norma Bernales Textos: Gonzalo Bravo, Eduardo Cavieres, Carlos Aguirre y Valentina Leal. Corporación La Matriz Calle Santo Domingo #36 Barrio Puerto Valparaíso corporació
[email protected] www.corporacionlamatriz.cl/ Impreso en Chile / Printed in Chile
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Un libro, dos párrafos, muchos rostros que deja(ro)n rastros
La vida de la vida no la constituye solo la anatomía de la existencia, sino también la fisiología dinámica de la presencia. Es a esa presencia, manifestada en los rastros con rostros, que queremos dedicar, y a la vez, agradecer su paso por nuestras calles, ambientes, bares, casas y soledades. Al presentar este libro se nos abre el apetito de contar lo no contado, a ponerle luz a lo que tiene sombra o, peor aún, a ordenar lo propiamente desordenado. La vida del barrio puerto, el olor a la caridad manifestada y la amargura del dolor experimentado no puede nunca describirse realmente; esa sublimidad solo la experimenta cada uno y cada una en el silente, mas, no menos elocuente,
instante mágico del encuentro con un rostro que se hace rastro. Con imprudente entusiasmo queremos que estas páginas abran el libro de la vida de cada persona que deslice sus ojos sobre estas imágenes, vocablos y poesía. Queremos que del cromático gris de estas páginas podamos saltar a la festiva galería de los colores que la vida de tantas personas (sus rostros) hayan dejado en la historia de este puerto querido (sus rastros). Esperamos que disfruten de una experiencia de luz, de sentimientos, de imágenes… En una palabra, que palpen algo de la vida que tantos rostros nos regala(ro)n con sus rastros. Padre Gonzalo Bravo Párroco Iglesia La Matriz Presidente Corporación La Matriz
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Presentación “…el mar, el mar de Valparaíso, camina por los barrios y las bodegas, tuteándose, de hombre a hombre, con los trabajadores portuarios o los nortinos licoreados que ‘andan en tomas’”… (Pablo de Rokha, “Oceanía de Valparaíso”)
Valparaíso, más que ninguna otra urbe de Chile, exuda humanidad. Con su historia a tumbos, carente de un paso fundador pese a sus varios siglos de caminata; con esos cientos de tragedias a cuestas que le han arrebolado el corazón; con su loca (“disparatada” y “desgreñada”, diría Neruda) geografía de cerros, escalas y callejuelas; y, sobre todo, con esa variopinta galería de personajes únicos que desfilan diariamente por sus rincones, nuestro querido “Pancho” ha logrado templar con estoicismo un carácter intensamente resiliente e irrepetible, que quienes vivimos o trabajamos aquí, palpamos en el cotidiano. En efecto, más que la suma arquitectónico-histórica que le valió en 2003 ser la única ciudad chilena en recibir el honor de ser Patrimonio Mundial de la Humanidad, es esa dimensión intangible, el inconmensurable tejido que conforman los vecinos, due-
ñas de casa, artistas, marinos, trabajadores portuarios, estudiantes, micreros, oficinistas y tantas otras personas que circulan día a día por la ciudad, lo que conforma la “magia”, el verdadero patrimonio porteño. Es ese, uno de los grandes motivos que nos ha hecho embarcarnos en esta aventura a la que nos invitó el padre Gonzalo Bravo, hoy párraco de la Iglesia de La Matriz, iglesia que originó lo que hoy conocemos como Valparaíso. Creemos que el proyecto “Rostros con Rastro”, en cuya concreción con mucho agrado colaboramos como Puerto Valparaíso, recoge parte de esa autenticidad que constituye el secreto mejor guardado de nuestra ciudad y que de alguna manera se celebra y testimonia con la edición de este libro. Hay, en estas páginas, humanidad en su faceta más honesta e íntima, reflejada en los rostros, las emociones y sentimien-
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tos de quienes viven en uno de los sectores más simbólicos de Valparaíso, construyendo diariamente –de la manera más sencilla posible– ciudad; haciendo patrimonio desde la simple experiencia, y convirtiendo su cotidiana interacción en los comedores de la Iglesia La Matriz en una invitación palpable a seguir trabajando por un mejor Valparaíso. Como Puerto Valparaíso, nos anima la voluntad de reiniciar, a través de la edición de este libro, una sinérgica relación con nuestro entorno más inmediato como es el Barrio La Matriz, a través de su Corporación, con quienes coincidimos en pro-
pósitos y ganas. Hemos venido trabajando, y de forma intensa, en el sector, apoyando diversas iniciativas en materia de deporte, emprendimiento y cultura, pero hasta ahora no habíamos generado la instancia conjunta para hacerlo, y menos de una manera tan simbólica como esta, poniendo en valor a su gente, su imaginario e inspiración. Que este cúmulo de testimonios, literarios y literales, cumpla su misión de ennoblecer nuestro más querido y humano patrimonio, y contribuya a forjar una definitiva alianza entre el puerto y la ciudad en busca de lo mejor para Valparaíso.
Gonzalo Davagnino Vergara Gerente General Puerto Valparaíso
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ROSTROS CON RASTRO EL SOL SE VA Cuando el otoño llega a tú vida tu mirada golpea el corazón Y los arboles comienzan a temblar con el viento. Añeja es tu vida y tu alma se llena de congoja. Cansancio de soledad… El tiempo se va pero la magia siempre esta sellada de primaveras Esperanzas… Allí esta sumergido en su latente esperar …
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ROSTROS CON RASTRO A ELLOS Mis muñecos, mis grandes personajes que tanta alegría y gozo entregan a la vida. Ellos con una sonrisa roban las mariposas de colores que nacen de mi corazón, para llenarlo de felicidad. Ellos mis personajes tan importantes, llenos de sencillez e historias de un pasado que los trae a un presente. Presente de nostalgias y penas que solo ellos saben llevar.
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ROSTROS CON RASTRO MARIPOSA Mariposa, mariposa regálame destellos de colores para pintar tu lindo pelo Y le cante al viento y en su movimiento melodías Melodías de paz, que reflejen tu cansado andar Mariposa, mariposa no te canses de amar…
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CAMINANTE Su caminar lento, cansado vi la infelicidad en su rostro. Su camino se termina. Sus palabras se secan junto con sus ojos.. Ya no quiere mirar. Las heridas de la vida, ya no duelen la indiferencia las sanó… Así, así es la despedida de este caminante Triste y taciturno…. Sigue en su caminar… La dulzura es amargura cuando la soledad se adueña de tanta agonía.
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ROSTROS CON RASTRO TUS OJOS No es difícil mirar tus lindos ojos son luceros que iluminan tus palabras cuando nadie te quiere escuchar… Envuelven un mágico suspiro de amor sentimientos claros y hermosos… Ente melodías de colores un concierto de tantos momentos que se lleva el tiempo … Y estas allí, esperando una mano cálida, que bese las tuyas…
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ALLÍ Los tiempos se van… Y los recuerdos quedan latentes buscando palabras, respuestas.. Allí en esos mágicos momentos aparece de la nada un ángel que solo con caricias de amor despierta la esperanza…
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SOLO SILENCIO En el silencio de tus noches oscuras el grito de amor se vuelve mudo ¡Tantos murmullos apagan la soledad! Y la vida se convierte en rutina Nada hay que hablar…. Solo pensar en el amanecer. Quizás no llegue pero el amor está en el silencio se va…
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SONRISAS DE AMOR Sonrisas al viento ¡son libertad! Arrugas en el tiempo ¡son dignidad! No te limites en acariciar tanto rostro abandonado allí está la verdadera ¡libertad!
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ROSTROS CON RASTRO DISCULPAS Pido disculpas al amor Disculpas por no amar Disculpas por no desear Disculpas por no perdonar Y estoy aquí pidiendo perdón por amar.
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AMIGO SIMPÁTICO FOTO 1 Como niño con su remolino al viento y su sonrisa simpática llena de esperanza Cándido e ingenuo… Su mirada la sostiene el amor y el cansancio de los años quizás solo le importe vivir.
AMIGO SIMPATICO FOTO 2 Tristeza lamentos del alma Calidez de amor, entrega y cansancio Noches con preguntas no encontrando respuestas, quizás nunca salió el sol… Pero la luz de su mirada está allí latente en
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ACEPTAR No preguntes quien soy Pregúntame que necesito No me mires con pena Porque soy alegría. Mira mis manos y tócalas Son igual a las tuyas Y solo piden amor…
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SENCILLEZ Que fácil disfrutar de ti Tú linda sonrisa regalada… Es el regalo más hermoso Debes mirarte lo lindo que eres No importa a quien no le importe estas allí sonriendo a la vida ¡Y la vida te regala la vida!
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ROSTROS CON RASTRO SOLEDAD En la soledad de sus miedos camina lento sin lucero que iluminen su camino, en silencio y solo. Con cicatrices que aun duelen La rabia refleja sus dolores en noches sin estrellas Cual calvario su llanto, de lagrimas que no brotan de sus ojos porque estancadas están en su alma…. El viento de otoño acaricia sus penas En sombras le canta a sus heridas Escribiendo en el libro de la vida todo lo que fue y no fue… Solo le queda soñar, no cuesta soñar Ya todo le da igual… Solo el viento acaricia sus penas
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ROSTROS CON RASTRO AMIGO LUIS En silencio y el calvario de su soledad son tus cicatrices tatuadas por el abandono… Abandono de amor, besos abrazos que le fueron negados. Sentado siempre con tu dolor y con tu silente voz que pide perdón a Dios. Un dios que él nunca negó, su oración fue su compañía y gran consuelo. Sus lágrimas derramadas las seco el perdón. Qué maravilla más sublime ¿Quién lo conoció? ¡Dios sí! Dios fue su amigo.
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ROSTROS CON RASTRO AMIGO LUIS ESTA ALLÍ Como milagro de amor estás allí.. Con tu silencio y calvario le sonríes a quien te ofrece una mano cálida que tocar Con tu dulzura vuelves a pedir perdón, no tienes que pedirlo más, dios ha tocado tu hermoso corazón.
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Iglesia y parroquia de La Matriz Una historia propia que merece ser contada
Hacia 1764, el Padre Rosales mencionaba la existencia de “…una iglesia parroquial asistida de un clérigo con titulo de cura y vicario, cuya jurisdicción se dilata a las estancias, o casas de campo de su contorno. En ella se venera un Santo Crucifixo de perfecta estatura, reconoce el pueblo particulares beneficios recibidos a favor de las navegaciones por su invocación, y por la de una Santa Imagen de Nuestra Señora muy hermosa que llaman de Puerto Claro, a quien todos los navíos mandan decir misas para su buen viaje”. Siguiendo a Frezier, y a su plano de 1712, Vicente Mesina H. ha realizado muy interesantes y detallados estudios sobre el Valparaíso de la época (… y también de los siglos anteriores y posteriores) y, en este caso, describe como las casas tendían a alinearse en el curso del estero de San Francisco, desde el entorno de la actual Plaza Echaurren y se agrupaban en torno a la Iglesia. En el espacio de la plazuela, frente a la Iglesia Parroquial y la explanada frente a la playa, la pendiente llevaba a la plazoleta de la Iglesia parroquial que, a través del
tiempo ha conformado un rasgo urbano permanente, tradicional y ya descrito desde los siglos anteriores. La configuración original de Valparaíso, de su núcleo urbano e histórico, estuvo siempre muy ligada a lo que con el tiempo llegaría a ser nuestra Iglesia de La Matriz. Presencia activa y presente. Construcciones que se han sucedido a través del tiempo. Humildes y pequeñas las primeras; imaginadas y proyectadas las intermedias; altiva y con personalidad la que comienza a configurarse a partir de 1749, un verdadero retablo barroco mirando hacia el mar, haciendo frente a daños provocados por la naturaleza en 1751, en 1822; querida e identificada con su entorno, la que comienza a construirse en 1837 y se inaugura en 1842, la cuarta versión, que con arreglos e intervenciones posteriores, las últimas entre los años 1971 y 1988, guarda parte de su fisonomía hasta la actualidad. En la perspectiva de la constitución material de la ciudad, en El Mercurio de Valparaíso se conservó un plano de 1848, firmado por don Ramón Salazar y que fue dedicado
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a la I. Municipalidad de Valparaíso en septiembre de ese año. A partir del mismo, se puede recorrer la ciudad de esa época siguiendo las claras indicaciones entregadas por su autor1. Se puede partir de la actual plaza de la Aduana, llamada también Wheelwright, que desde 1854 quedó configurada en su contexto con el actual edificio de la Aduana y con la serie de almacenes para depósitos de mercancías que sobrevivieron 1 Vicente Messina Hurtado. Viejo mapa muestra el crecimiento porteño. El Mercurio de Valparaíso, 20 sept. 1992, B2. B3. En las páginas siguientes seguimos los lineamientos básicos de su trabajo.
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hasta la actual modernización de las actividades portuarias. Desde antes de la Independencia, el lugar había sido conocido como el Arsenal, por las reparaciones que allí se efectuaban a naves de no mucho calado. El Arsenal estaba cercano al castillo de San Antonio bajo, la más antigua fortaleza con que contó el puerto en tiempos del dominio hispánico, pero ya desaparecido en la década de 1840. En cambio, a la fecha del plano, se estaban realizando los trabajos de relleno para los proyectados Almacenes Fiscales que dirigió el ingeniero Augusto
Charme hasta mediados de 1849. En 1851, el arquitecto don Juan Brown comenzó la construcción del edificio de la Aduana y la primera corrida de almacenes. En el plano, en esa plaza Wheelwright, ya desembocaban las calles de Cochrane, la playa que sería la calle Blanco y, pegada al cerro, la actualmente conocida como calle Bustamente, entonces denominada como Del Arsenal. En el centro de la plaza, entonces una caleta, existía un pequeño muelle desde el cual ascendía, por entre los cerros, la quebrada y calle de Juan Gómez, ahora subida Caram-
pangue. La calle Del Arsenal avanzaba hacia la llamada plaza de La Municipalidad y quedaba interrumpida por dos cuadras de edificios que se prolongaban desde calle Cochrane alcanzando a hacer esquina con la plaza en su costado noroeste, prolongándose todavía por algunos metros. En 1848, la actual plaza Echaurren podía presumir ser el centro cívico de Valparaíso. Frente a ella, al costado norte y haciendo esquina con la calle San Martín funcionaba la Sala de Sesiones de la Municipalidad de Valparaíso. Entrando en la calle Del Arse-
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do gran edificio en el mismo sector que fue destinado para Almacenes de Aduana, conocido igualmente como de San Agustín al estar situado al comienzo de la quebrada de dicho nombre en donde se ubica el Palacio de los Tribunales. En 1853, el edificio de la Aduana fue transformado y se convirtió en Intendencia Provincial de lo cual la plaza cambió su nombre a Plaza de la Intendencia. Dos años después, surgió el actual edificio de la Aduana y los nuevos almacenes ya mencionados en el sector Del Arsenal. Esa plaza pasó a ser conocida como Plaza Aduana. El entorno de la plaza se configuró, según la época, con edificios públicos, entre los cuales, aún con distintas ubicacio-
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nes, siempre estuvo presente algún edificio de correos. De los primeros, según el plano de 1848, la Administración de Correos hacía esquina con la calle de La Planchada, mientras que en la posición del frente, en medio de un conjunto de construcciones de traza muy irregular, se encontraba el Resguardo y, atrás, en un edificio alargado y angosto funcionaban conjuntamente la Bolsa Comercial y el depósito de las bombas de incendio de la “Brigada” de Bomberos. Aún no se fundaba el posteriormente conocido Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. En definitiva, en 1848, esta Plaza de la Intendencia era una explanada inclinada que terminaba en una playa a una cuadra de lo que es hoy
el Muelle Prat. El muelle de entonces era un alargado terraplén de piedra y tablones que paulatinamente fue cubierto con rellenos hasta que en 1858 se convirtió en la acera norte del nuevo edificio de la Bolsa Comercial que se inauguró allí ese año2. La ciudad comenzaba a moverse hacia el este. Desde 1820 en adelante, surge la preocupación por remodelar la llamada Plaza de Abastos, actual Plaza Echaurren, al momento más bien un espacio abierto que sólo presentaba, al decir de las autoridades, un edificio despreciable y ruinoso y de una construcción ordinaria. Esta plaza, junto a la de la Intendencia (actual Plaza Sotomayor) 2 Ibidem.
pasó a ser plaza principal mientras que las de La Matriz y la de San Francisco pasaron a definirse como menores. Hacia 1830 se iniciaba la unión del Puerto con el Almendral. No significó aquello un debilitamiento del barrio El Puerto y de ese espacio original de Valparaíso. A pesar que en el tiempo se fueron uniendo Iglesias y Parroquias en la expansión de la ciudad hacia el Barón, la Iglesia de La Matriz siguió siendo importante. Por lo demás, la calle de La Planchada, hoy en día Calle Serrano, siguió siendo calle principal en términos del gran comercio importador-exportador. De Hecho, en 1847, era efectivamente la de mayor concentración comercial reuniendo casas de consigna-
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ción, tiendas y sastrerías. En 1870, seguía caracterizándose por la presencia de casas importadoras y consignatarias de mercaderías extranjeras, agencias de compañías de seguros, oficinas de sociedades anónimas, escritorios diversos, etc. A fines del siglo XIX, La Planchada representaba el auge de Valparaíso y en ello, La Matriz, mantenía su altivez junto a las otras grandes Iglesias que se habían venidos sumando a lo ancho de la ciudad: La Merced, Los Doce Apóstoles, Sagrados Corazones, Espíritu Santo (San Agustín), San Francisco en Barón, Compañía de Jesús. Hacia lo alto de Valparaíso, la extensión de la Parroquia de La Matriz, requirió en 1882 de la construcción de otra Iglesia situada en Cerro Cordillera, bajo la advocación de Santa Ana. Su ubicación en un barrio de densa población, popular, pobre, con focos de insalubridad, niños y mujeres enfermas, presagiaba el papel que lentamente iría tomando su parroquia original. La primera mitad del siglo XX en Valparaíso, se inicia con el gran desastre provocado por el terremoto de 1906, pero, al mismo tiempo, con el vigor y la convicción de sus habitantes y autoridades en el sentido que la ciudad no sólo debía levantarse por sobre el siniestro sino, además, reconstruirse en base a un proyecto moderno, de plena integración urbana, de sus actividades di-
versas, industrias, puerto, ferrocarriles, comercio y servicios. Si bien es cierto El Almendral prácticamente renació en un nuevo formato de calles y edificaciones, El Puerto siguió siendo parte igualmente principal y, en gran parte, se logró una cierta equivalencia en las calles principales que siguieron una línea longitudinal a partir de Bustamante, Serrano, Prat, Esmeralda, Pedro Montt, Victoria. Iglesias y Parroquias distribuidas convenientemente y La Matriz manteniendo su liderazgo en el sector oeste de la ciudad, mientras que Espíritu Santo y Doce Apósto-
les eran parroquias principales en el centro y este de la ciudad, respectivamente. Entrada la segunda mitad de dicho siglo XX, con el fervor y significado religioso, los rituales de Semana Santa se podían seguir en un permanente ir y venir de miles de porteños que realizaban caminando sus siete estaciones partiendo desde Los Jesuitas, Doce Apóstoles, San Juan Bosco, Monjas de la Providencia, La Merced, Sagrados Corazones (Padres franceses), Catedral o Espíritu Santo, para terminar precisamente en La Matriz, o viceversa. Es decir, sobraban templos y, todos
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ellos, dignos y solemnes. Los terremotos de 1965, de 1973 y de 1980, comenzaron a tener sus efectos sobre la materialidad de las Iglesias; las transformaciones socio-culturales del país, sobre las conductas respecto a la espiritualidad de los fieles. Desde 1960 en adelante, Valparaíso, como ciudad, comienza a experimentar un deterioro progresivo y, el hasta entonces dinámico barrio El Puerto sufre a una intensidad mayor esa decadencia. Dentro del sector, quizás si el entorno de La Matriz
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ha recibido con fuerza el peso de un tiempo que comienza rápidamente a retirarse dejando un pasado prestigioso en manos de un presente sombrío y un futuro no sólo incierto, sino incluso abandonado. Cada cierto tiempo se interviene la Plaza Echaurren, pero ello no basta. La subida San Francisco, otrora llena de actividades, con edificios sólidos y de buena presentación, cerró sus primeros pisos dedicados al comercio o a pequeños talleres artesanales o industriales; el costado derecho de la plazoleta de La
Matriz, mirando desde mar a cerro, sucumbe igualmente frente a los malos tiempos y comienza a quedar abandonado y a albergar vidas dramáticas y deshumanizadas. El costado izquierdo ha sido reparado en honor a un Valparaíso patrimonial fraccionado y poco solidario. En general, todo el sector decae y, por supuesto, la Iglesia y la casa parroquial se envejecen junto al barrio al cual pertenecen. Como un pequeño islote, y en reconocimiento a su valor urbano y cultural, se realizan esfuerzos por mantener y
adecuar el templo propiamente tal. La casa parroquial se hace inhabitable y así se conserva. Los incendios, nuevos terremotos, la falta de inversiones en mantenimiento urbano, cada cual juega su rol en el cansancio de todo un entorno que no logra reaccionar frente a las transformaciones producidas. La actividad portuaria propiamente tal, el comercio que ya es pasado (subsiste la Bandera Azul), no resisten. Cerraron Farmacias Knop, el Emporio Echaurren. Ni siquiera el Mercado se pudo salvar. ¿Alguien se acuer-
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da del Teatro Pacífico y sus funciones de cine y teatro propiamente tal? Las fiestas de luces se cancelaron, se acabaron, dando paso a otras fiestas con actores menos deslumbrantes, con experiencias mucho más dolorosas, sin grandes proyectos, sin futuro. En estas circunstancias, resulta sorprendente como, en un barrio desgastado y devaluado por la propia historia porteña, La Matriz vuelve a recuperar fisonomía y presencia. Desde un pasado lleno de contenidos y nítidas significaciones en la vida de Valparaíso, desde lo pastoral y parroquial, emergen otras fuerzas, otros roles, otros compromisos. Emerge la iglesia popular, con
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identidades y reconocimientos muy transparentes. Desde hace varias décadas, todos los rostros que confluyen en su plazoleta y cruzan sus portales, se confunden en un solo rostro. Los rastros, en cambio, no son pasivos ni se quedan sólo en el paso cansino de los más humildes. Todos los rostros, y todos los rastros, le siguen dando vida espiritual y cívica por sobre las coyunturas y dificultades enfrentadas cotidianamente. Muchos de esos rostros que han pasado, se han quedado y sobre ellos se sigue construyendo, ahora no tanto los espacios físicos, pero sí los espacios solidarios de una Iglesia perteneciente a una comunidad muy especial y, de todas maneras, muy dinámica
Años atrás, no muchos, visitamos muy rápidamente La Matriz con un reconocido historiador italiano, gran amigo, con quién posteriormente publicamos un libro en cuyas páginas quedaron algunas pocas reflexiones referidas a ese pequeño lapso de tiempo en que nos detuvimos en la Iglesia. El señalaba que cuando niño escuchaba a uno de sus tíos decir que en Italia existían historias locales casi siempre escritas por curas y que ello era muy interesante porque en el catolicismo siempre están presentes ideas parroquiales e ideas universales. Los católicos son el mundo y, cuando practican su fe, son también la parroquia a la cual
pertenecen. Esas historias locales escritas por curas le dan sentido a historias pequeñas, de hombres y mujeres pecadores, pero al fin y al cabo, parte y representantes de la humanidad toda. Y agregaba: al llegar a la Iglesia, “habíamos cambiado la ciudad un poco anónima a un lugar en donde se tenían relaciones, afectos, recuerdos, cosas”. Esto puede ser históricamente irrelevante, pero en términos religiosos, emocionalmente muy relevante. Al final, ello es lo que da fuerza a la Iglesia: la capacidad de preocuparse de cosas (o personas) que parecen no interesantes, que no llaman la atención de las personas ajenas o a los propios historia-
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dores, porque la pregunta es ¿qué importancia ha de tener la historia de La Matriz? Aparentemente ninguna porque está llena de situaciones básicas, cotidianas: es un lugar lleno de desgracias, de personas que necesitan ayuda, alcohólicos, drogadictos, prostitutas, viejos, enfermos, etc., etc., pero todos ellos son criaturas humanas y todos ellos pueden, a su vez, contar experiencias mucho más vitales que parte importante de los personajes que llenan las páginas de una historia tradicional. Creo que La Matriz es más que sólo eso, pero también es ello. Los últimos curas párrocos, tres que en conjunto suman más de
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tres décadas, podrían contar la historia que por allí pasa, más o menos la misma respecto a los rastros, pero todas ellas son mucho más que suma de anécdotas sobre rostros variados, pero que al final hacen uno sólo. La Matriz es mucho más que un lugar, un espacio, una arquitectura. Tiene una historia propia y merece que esa historia sea escrita y sea contada. Es la Iglesia! Eduardo Cavieres F. Académico P. Universidad Católica de Valparaíso. Premio Nacional de Historia.
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El barrio matriz como un drama Propuestas para la regeneración del Barrio Puerto Carlos Aguirre1 Valentina Leal2
La situación actual del barrio origen de la ciudad. Caminar de día, de noche y durante toda la semana por el Barrio Puerto es desplegarse con temor ante un escenario algo sombrío, ese “qué sé yo” que tienen las ciudades puerto; bares, locales cerrados, otros abiertos, casas viejas, que como dice el tango “el tiempo bronceó, color de humedad, con leyendas de noches de amor”. Habitada por personajes extraños, a simple vista, jóvenes, trabajadores, músicos, curados, locatarios, esquizofrénicos, viejos navegantes y portuarios, expresan aún una dinámica social viva que nos genera algo de rechazo y un inigualable encanto. El flujo es lento, aunque toma más actividad durante el 1 Sociólogo, Universidad de Valparaíso. Trabaja en el área de intervención comunitaria en la Fundación Junto al Barrio. 2 Socióloga, Magister© en Filosofía, Universidad de Valparaíso. Se desempeña como investigadora independiente y docente en la Escuela de Sociología y enfermería de la Universidad de Valparaíso. Ambos conforman el Centro de Estudios Patrimoniales del Puerto y son autores del libro “Estiba y Desestiba: Trabajos y relatos del Valparaíso que fue (1938-1981)”. Obra financiada por Fondart, 2012.
fin de semana con las visitas de los san-
tiaguinos – odiados por sus bocinazos sin sentido- que disfrutan de las panorámicas y los mariscos de la zona. Todo el barrio, si lo miramos en su conjunto, está deteriorado más que lo aceptablemente permitido y si tuviéramos que decirlo en una palabra, digamos que la situación del barrio la matriz es que está en ruinas. Sin embargo, este deambular cuando es sentido, cuando se hace con una apertura, se presenta como un transitar de oportunidades en oportunidades entre la ruina y precariedad social y económica del barrio la matriz. En la luz del día, aparece un circuito comercial tímido y de poco impacto; las compras del pan, las verduras, los comedores, uno que otro turista –un poco ingenuosacando fotos , los viejos “vecinos” sentados en la antigua plaza Echaurren que fuera el gran centro histórico de Valparaíso. Cuando la luz de la noche comienza aparecer, la
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gente joven se mueve por los circuitos de fiesta, música y baile, desde hace un tiempo ha renacido la verdadera cueca porteña, los puterios aún vigentes logran capturar a uno que otro adulto joven y los personajes son todo un mundo por conocer, por la complicidad, omitiremos sus nombres. El barrio Matriz es un centro vivo, atrayente, que nos da la posibilidad de que surja lo espontáneo, se active la sorpresa, se asemeja más a un sueño, al inconsciente, alejado de la idea de vigilia y de la linealidad de la vida cotidiana. Nos abre a una nueva experiencia.
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En otras palabras, pensamos que el barrio puerto, el origen de la ciudad, es un escenario socio-cultural y urbano paradójico, en el cual existen fuerzas de conservación de lo viejo y fuerzas de desarrollo de lo nuevo; lo decimos de este modo dado que en este sector de alto valor patrimonial aparecen tendencias de mantención de lo urbano que se resisten a desaparecer y otras estructuras urbanas que simplemente se derrumban. Para el primer caso está el antiguo mercado puerto, reliquia de la ciudad, que
tozudamente intenta mantenerse de pie a pesar de la lentitud de las fuerzas de regeneración o de inversión. Desde el ámbito social, lo poco que se observa de conservación, o mejor dicho, de supervivencia son las acciones de actores sociales típicos del área comercial como la Jabonería la Yolanda, Menaje Bandera Azul, Bar el Liberty que se oponen a las consecuencias del modelo neoliberal y que han tenido un escaso o nulo apoyo de todos los municipios y gobiernos. A su vez, se manifiestan pocos y nuevos
impulsos privados y públicos que intentan producir una cierta ocupación del espacio, esto, por parte de actores económicos y políticos “preocupados” por las condiciones de abandono de uno de los barrios más importantes de la ciudad patrimonial. Para estos casos tenemos la recuperación del antiguo edificio de la COMACH3 (Confederación Marítima de Chile), por parte de la Universidad de Valparaíso en calle Serrano, el desarrollo 3 Confederación Marítima de Chile que agrupaba los sindicatos de trabajadores portuarios, uno de sus representantes más influyentes fue Wenceslao Moreno, dirigente del sindicato de estibadores de Valparaíso.
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habitacional relacionado con lofts, la restauración de la Iglesia de la Matriz y los esperados proyectos del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, la Seremi de vivienda en el Palacio Subercaseaux y el Palacio Astoreca. Esperamos que el resto de aquellos edificios en abandono o mal estado no terminen convirtiéndose en un mall, una farmacia, un patio de comidas o un supermercado. La valorización del patrimonio como estrategia de desarrollo local en el barrio puerto El balance hoy sobre estas fuerzas, de conservación de lo viejo y de impulso de lo nuevo, es que el panorama es de escaso desarrollo: de baja calidad de vida para los habitantes del barrio y para quienes lo transitan y visitan. Sin embargo, el barrio posee un alto potencial. En otras palabras, evaluamos la situación del barrio puerto como una inercia de fuerzas contrapuestas entre el cambio y la continuidad, en la que sigue siendo más fuerte la conservación en su versión de deterioro urbano y de expulsión de los actores a un individualismo extremo “dejados a su suerte”. Esta situación implica avanzar con respecto al criterio ejercido por las autoridades para que esto se revierta. Creemos que la
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estrategia desplegada basada en la iniciativa-empresarial individual -sin una coordinación general- y la escasa inversión pública en el barrio puerto se debió a una priorización del Cerro Alegre y el Concepción porque era más potente -en esos años- para los extranjeros y los chilenos conocer, circular y consumir el potencial de la zona de los antiguos emigrantes extranjeros y dueños de la ciudad. Junto con ello, hubo una importante inversión extranjera que provocó el desplazamiento de la población originaria del barrio. En otras palabras, se fomentó, con algo de memoria, un turismo de clase: admirar las viviendas y barrios de los antiguos propietarios de la banca, del comercio, de la exportación e importación de mercaderías de uno de los puertos más importantes de América del Sur durante el siglo XIX y parte del XX. ¿Es sostenible esta visión sobre el desarrollo patrimonial y turístico de la ciudad? Creemos que no, la sociedad está cambiando y demanda mayor participación y conocimiento histórico de sí mismos, lo que se debe relacionar con una nueva experiencia en torno a la ciudad. A nuestro juicio, en el ámbito patrimonial esto se refiere a que los distintos segmentos de la sociedad exigen un lugar, también, en el imaginario cultural de la ciudad, ya no es prudente ni presen-
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table enaltecer los logros y la vida solo de los grupos dominantes, sino que también es potente y atractivo, el conocer, circular y consumir lo auténtico, en varias de sus facetas. lo que puede conllevar a reimaginar el futuro de nuestro puerto. Las oportunidades del barrio matriz de Valparaíso. Un nuevo paraíso para impulsar la cultura popular Las oportunidades urbanísticas y socioculturales para rescatar el barrio puerto, son variadas:
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En el área organizacional, se requiere generar una plataforma de organizaciones de la sociedad civil y comercial del barrio puerto para que en conjunto con las autoridades de vida al departamento de gestión patrimonial del barrio puerto que vaya mucho más allá de una simple reingeniería del barrio. Que tenga un presupuesto permanente para el desarrollo social y urbano del territorio. En esa dirección ya se encuentran trabajando la Corporación La Matriz que antes de pensar en el turista piensa en la gente del barrio.
Desde el ámbito urbano, seguir fortaleciendo el potencial comercial - gastronómica y una alta demanda de entretención nocturna. Todos estas requieren un apoyo para recuperar el espacio público, iluminarlo, recuperar las fachadas de los edificios e intervenirlo culturalmente (sería interesante pensar en un nuevo Museo Abierto del Barrio Puerto), todo ello con la participación protagónica de los actores de la sociedad civil. por otro lado, creemos que es valioso mirar y estudiar las experiencias de otros
puertos que han tenido procesos de transformación que pueden aportar conocimientos relevantes para distinguir una estructura organizacional pertinente a los problemas que debemos enfrentar (Habana Vieja, Buenos Aires, etc.). A su vez, respecto al rubro inmobiliario sería positivo aumentar los apoyos a la inversión y adquisición de viviendas antiguas para que familias o personas vuelvan a habitar en él. Con ello buscamos recuperar la vida cotidiana en barrio, aumentando las interacciones entre los actores.
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Desde el ámbito cultural, se requiere rescatar y sistematizar las experiencias de los antiguos habitantes, trabajadores y comerciantes del barrio: ello podría colaborar a crear un turismo sociocultural. También nos parecería interesante reunir en un mismo lugar este conocimiento acumulado: nos parece atractivo el primer Museo Portuario de Valparaíso. Desde el ámbito laboral, nos parece que se requiere elevar el nivel de atención a los visitantes nacionales e internacionales. Sería interesante acordar un servicio común para los visitantes, que logre una gastronomía de mejor nivel y a bajos precios. ¿Por qué si es importante intervenir en el Barrio Puerto? Actualmente lo que se rescata y valora del barrio puerto son ciertos contenidos o discursos que deambulan sobre la realidad portuaria y la antigua bohemia porteña, que resuenan imaginariamente como conceptos vaciados de contenidos y significancia, se
ha hecho del patrimonio del barrio un mito sin origen. Demos un paso más a la imaginación patrimonial sobre el barrio puerto y hagamos lo que se debe hacer para valorar la cultura urbana en el punto en que se experimentó, los inicios de la globalización temprana. Estas ideas que presentamos y otras, ya circulan para potenciar el barrio puerto. Solo argumentamos que para dar movimiento a la inercia que nos referimos es pensar el problema no solo del ámbito técnico-político o sociológico, sino desde el sentido común. Proponemos pensar la situación como un “Drama”, sí, un drama, en el sentido que “algo” se está perdiendo y estamos parados al frente sin generar las condiciones políticas, sociales y económicas para revertirlo, sabiendo que si llegasen los recursos necesarios y se lograra una amplia organización social, sí se puede realizar una intervención urbana, organizacional y socio-cultural de alto impacto para la ciudad focalizada en las personas y su propio desarrollo.
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Barrio Puerto, barrio sustentable
El proceso de recuperación y puesta en valor del Barrio Puerto de Valparaíso, tiene dimensiones múltiples. Hay una dimensión comunicacional que sugiere un posicionamiento hacia todos los potenciales stakeholders que se vinculan con el territorio y con su memoria. Así como hay una necesidad de re - visibilizar la existencia del “Barrio Fundacional” de Valparaíso entre los diversos actores de la sociedad nacional, regional y local, también hay una necesidad de favorecer un trabajo hacia dentro del barrio para fomentar procesos de cambio participativos y con metodologías inclusivas. En ambos niveles se trabaja desde la Corporación La Matriz. Otra dimensión es evidentemente la dimensión social. La Corporación La Matriz cuenta con un lema que singulariza el fondo de su propósito. “Del Patrimonio de la humanidad, a la humanidad del Patrimonio”,
queriendo decir que la recuperación de esa condición central de dignidad urbana y social tiene rostro de personas y no es un mero decálogo técnico, catastral o numérico. Para nadie es un misterio las dificultades existentes territorialmente y las razones son múltiples, entre ellas, el abandono sostenido y permanente que ha sufrido este barrio por décadas y que se aprecia en la vida cotidiana y en la ejecución de proyectos e iniciativas que la Corporación lleva adelante, donde el rostro humano se aparece deseoso de ser incluido como parte de su propio destino. Una tercera dimensión es la urbana. Si territorialmente el perímetro ha sido resguardado por Unesco como un sitio mundialmente protegido, lo correspondiente es abordar de manera compleja los desafíos de recuperar no sólo sus edificios, sino que también un sentido de habitabilidad, flujo y
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dinámica barrial que aseguren la integración del Barrio Puerto a Valparaíso. Lamentablemente, su condición actual de isla no le permite ser una unidad integrada a la ciudad y en su borde sólo es posible advertir un ir y venir de locomoción pública encajonada entre los muros que limitan el acceso al mar y las edificaciones que fortifican el estigma. Hay muchas entidades que están dando señales relevantes de compromiso con el
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destino del Barrio Puerto. Y lo están haciendo en un silencio activo que ya tiene frutos y que a la brevedad mostrará sus avances a la comunidad. Todos y cada uno de ellos manifiestan a su modo el compromiso que tienen con el futuro, con una visión de la ciudad que busca encantar al residente y también al visitante y que busca recomponer el orgullo de la dignidad histórica que el Barrio Puerto provoca.
La matriz de los sueños es el producto de las primeras tareas de la Corporación La Matriz cuando le preguntó a la comunidad que esperaba hacia el futuro. Y las respuestas no se hicieron esperar, pues son el reflejo del sentido profundo de las transformaciones que sus residentes quieren para sí. Para alegría comunitaria, esos sueños son los sueños del sentido común…. barrio limpio, seguro, integrado, digno, reconocido
por su valor intrínseco y por su aporte a la ciudad. Es por eso que nuestro anhelo se funda en la sustentabilidad, entendida como la creación de condiciones objetivas y generales que armonicen un desarrollo social, económico, cultural, ambiental y político del barrio que lo promuevan como una experiencia de integración sólida, consistente y con proyección.
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El Barrio Puerto será un barrio sustentable, si la acción que se desarrolle sobre él, no descuida el rostro de las personas, se favorece la inclusión, no olvida el carácter que lo ha forjado y las medidas, inversiones y proyectos son capaces de dialogar entre sí para asegurar abrir las puertas y construir los puentes que lo vuelvan a integrar a la memoria de Chile, de la región y de Valparaíso, como lo que es, el barrio fundacional de la ciudad y el corazón de la protección mundial de Unesco.
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C O L A B O L A D O R E S Han colaborado en la realización de este libro, con ideas, financiamiento, gestión, fotografía y con palabras: Norma Bernales con su poesía; Andrés Nicolini con la fotografía; el padre Gonzalo Bravo, con la idea, entuciasmo y gestión; Rosalía Huenchuñir, con el diseño completo del libro; Marcelo Beltrand Opazo, con la gestión editorial; el historiador y Premio Nacional de Historia, Eduardo Cavieres con el texto Iglesia y parroquia de La Matriz. Una historia propia que mecesre ser contada; los sociólogos Valentina Leal y Carlos Aguirre con el texto El barrio matriz como un drama: Propuestas para la regeneración del Barrio Puerto; la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), a través de su Gerente General Gonzalo Davagnino Vergara, de Cristian Calvetti, Gerente de Asuntos Corporativos y el periodista Marcelo López Marchant, con el financiamiento del libro, y sobre todo con la confianza.
C O L O F Ó N Un libro es más que un objeto, es todo un mundo. Este libro se terminó de imprimir en los talleres de la imprenta GSR en Valparaíso. En el interior se utilizarón las fuentes Garamond, Verdana y Minion Pro, sobre papel couché de 90 gramos. La portada fue impresa en couché de 300 gramos, con termolaminado opaco. Se imprimieron 1.000 ejemplares.
