Revista Población y Desarrollo Argonautas y Caminantes Vol. 10

August 1, 2017 | Autor: M. Y Desarrollo | Categoría: Demography, México, Honduras, Dinámica de Poblaciones, Población
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Descripción

Población y Desarrollo argonautas y caminantes Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014 ISSN 2221-7002 Edificio F1, 3ra. planta, MDD-UNAH, Ciudad Universitaria, Blvd. Suyapa, Tegucigalpa, M.D.C., Correo electrónico: [email protected] [email protected] Sitio Web: www.maestriademografiaydesarrollo.com twitter:Maedemografiahn facebook:maestriademografia

CONSEJO EDITORIAL Martha Lorena Suazo Matute Editora Marysabel Zelaya Ochoa Editora Adjunta Marcos Carías Chaverri Rolando Sierra Fonseca Raúl Hernández Castellón Marcelina Castillo Venerio

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS MAESTRÍA EN DEMOGRAFÍA Y DESARROLLO Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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304.6 Universidad Nacional Autónoma de Honduras Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes es una U38 Postgrado Latinoamericano en Trabajo Socia.por Maestría en revista anual de carácter académico editada la Maestría en Demografía Social. de la Universidad Nacional Autónoma Demografía y Desarrollo C.de H. Población Desarrollo: y Caminantes 2008 / Honduras. Su yobjetivo esArgonautas dar a conocer de forma permanen Universidadcientífica Nacional Autónoma de Honduras. Postgrado te la producción de los resultados de investigación en Latinoamericano en Trabajo Social. Maestría en Demografía temas relacionados con población y desarrollo. Socia.-- (Tegucigalpa): (Litografía López), (2009) 110 p.: Cuadros, fotos, gráficos.

ImpresaISBN: en la Litografía López, S. de R.L. 978-99926-724-1-9 Barrio La Ronda, ave. Jeréz, casa 1153

Tel. 2237-3178 1.- HONDURAS-DEMOGRAFÍA. 2.- DESARROLLO SOCIAL. 3.- MIGRACIÓN.

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Población y Desarrollo argonautas y caminantes

Índice Presentación........................................................................ 5 1. La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales.

Victoria Mazzeo....................................................................................................... 9

2. Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad: estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas Julián Govea Basch................................................................ 23 3. Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores................................. 33

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4. Honduras, 2015-2050: algunas consecuencias del envejecimiento de la población sobre la planificación de los servicios de educación y salud José Arnoldo Sermeño Lima, Ph.D.i............................................... 45 5. Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios laborales hacia Estados Unidos Ofelia Woo Morales............................................................... 55 6. Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud. Tres años de revisión: 2009-2011 Ma.Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R............................... 71 7. Los jóvenes: mujeres y hombres, excluidos de las oportunidades de educación y trabajo en Honduras. Una mirada exploratoria acerca de las percepciones sociales sobre los NINI. José Acevedo...................................................................... 81 8. Estimación y proyección de la población económicamente activa de la ciudad de San Pedro Sula, 2015- 2030 Juan Manuel Ciudad.............................................................. 91 9. El bono demográfico en los países centroamericanos Manuel Antonio Flores Fonseca................................................. 105

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Presentación La Maestría en Demografía y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras presenta el volumen 10 de la revista Población Desarrollo Argonautas y Caminantes; un espacio de difusión del conocimiento científico producido en América Latina en temas relacionados con la dinámica demográfica y el impacto que tienen en las diversas esferas de la población. Comprender en prospectiva el impacto de los cambios demográficos, brinda la posibilidad de anticiparse a escenarios futuros y plantear propuestas de solución que faciliten el manejo de los mismos. La revista, como espacio de reflexión permite a todos sus lectores informarse y debatir la problemática sociodemográfica que se vive en diversas regiones del país y de América Latina, las cuales comparten problemáticas demográficas comunes en diferentes ritmos y periodos de tiempo. En esta oportunidad se presentan 9 artículos que representan el esfuerzo y el compromiso social de investigadores e investigadoras de países como México, Argentina, y Honduras: La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales, de Victoria Mazzeo; Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad, estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas, de Julián Govea Basch; Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México, de Blanca Noemí Silva Gutiérrez y Raúl Vicente Flores; Honduras, 2015-2050: algunas consecuencias del envejecimiento de la población sobre la planificación de los servicios de educación y salud, de José Arnoldo Sermeño Lima; Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios laborales hacia Estados Unidos, de Ofelia Woo Morales; Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud. Tres años de revisión: 2009-2011, de María Guadalupe Romero-A., e Ingrid Carolina Garay R; Los jóvenes: mujeres y hombres excluidos de las oportunidades de educación y trabajo en Honduras; una mirada exploratoria acerca de las percepciones sociales

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sobre los NINI, de José Acevedo; Estimación y proyección de la población económicamente activa de la ciudad de San Pedro Sula, 2015- 2030, de Juan Manuel Ciudad; y El bono demográfico en los países centroamericanos, de Manuel Antonio Flores Fonseca. La indexación de la revista con criterios LATINDEX y la visibilidad que tiene en LAMJOL (Latin American Journal, plataforma de revistas en línea de América Latina), ha permitido que los artículos publicados lleguen a lectores y lectoras de todos los países de América Latina, España y Portugal, lo que ha generado la oportunidad que cada año se agreguen nuevos autores y autoras, que con sus aportes enriquecen las publicaciones y ven en la revista un espacio comprometido con la difusión del conocimiento científico-académico en el campo de población y desarrollo. Un agradecimiento especial al artista hondureño José Francisco Reyes Orozco que en esta oportunidad apoyo la publicación del presente número, facilitando una muestra pictórica de su obra, la cual engalana cada uno de los artículos presentados.

Marysabel Zelaya Ochoa Editora Adjunta

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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

La mortalidad infantil en Argentina

1 La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales. Victoria Mazzeo*

RESUMEN. El objetivo de este artículo, es analizar, a partir de mediados del siglo XX, los cambios en el nivel de la mortalidad infantil de Argentina observando las diferencias regionales. Una primera lectura indica que en Argentina, entre los años 1950 y 2010, el nivel de la mortalidad infantil descendió más del 80%, siendo su nivel de 11,1 por mil en 2012. Al tener en cuenta el comportamiento de las distintas jurisdicciones se advierte que sólo una tercera parte de ellas se mantuvieron durante el siglo XXI por debajo del promedio del país y otra tercera parte estuvo por encima, el resto presentó altibajos. Palabras clave: mortalidad infantil – neonatal – postneonatal – causas reducibles. SUMMARY. The objective is to analyze, from the mid-twentieth century, changes in the level of infant mortality in Argentina watching, regional differences. A first reading indicates that in Argentina, between 1950 and 2010, the level of infant mortality declined more than 80%, being its level of 11.1 per thousand in 2012. Considering the behaviour of the various jurisdictions, only a third of them remained in the XXI century below the national average and a third part over, the rest presented ups and downs. Keywords: infant mortality - neonatal - postneonatal - preventable causes.

I. Introducción Disfrutar de buenas condiciones de salud es un derecho fundamental, cuyo logro, debe ser un objetivo prioritario de las políticas públicas. En el caso de los menores de un año, los principios de universalidad, interdependencia e indivisibilidad de los derechos, así como el principio del interés superior del niño, contenidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, significó un cambio de paradigma respecto del concepto de infancia. A partir de allí, se los reconoce como sujetos plenos de derecho y se los considera como personas con necesidad de cuidados especiales. Al mismo tiempo, se otorgó un papel esencial a la familia en cuanto a la crianza, siendo reconocida como el lugar propio de convivencia y pertenencia de los niños. Se introdujo el nuevo paradigma de “protección integral”, en el que la infancia es considerada una sola y

su protección se expresa en la exigencia de formulación de políticas básicas universales para todos los niños (Mazzeo, 2006 y 2007). La mortalidad infantil ha sido considerada como uno de los indicadores más sensibles de las condiciones de salud de la población, bajo el supuesto de que el niño al nacer está expuesto a ciertos factores del medio que inciden en su salud y que se reflejan en el nivel de la tasa de mortalidad infantil. Esos factores (ambiente sanitario, nutrición de la madre y del niño, programas de inmunización y control de enfermedades) se relacionan con el significado que tiene para un gobierno el concepto de bienestar social y con las políticas gubernamentales que lleva a cabo con ese fin. Por lo tanto, el estudio de la mortalidad infantil merece un lugar destacado entre los indicadores relativos al grado de desarrollo socioeconómico de una determinada sociedad. Esto explica por

Recibido: febrero de 2014 /Aceptado y versión final marzo de 2014. * Jefa Departamento de Análisis Demográfico (dgesyc-gcba), Profesora Titular Regular de la Maestría Demografía Social (fsoc-uba) e Investigadora del Instituto Gino Germani (fsoc-uba), mail: [email protected] Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Victoria Mazzeo

qué en los discursos de la dirigencia política se alude con frecuencia a esta variable y los responsables del sector salud se muestran muy sensibles a los cambios registrados en su nivel (Mazzeo, 2006). Desde hace varios años, pero especialmente durante las tres últimas décadas, estudios teóricos y empíricos demostraron significativas diferencias en las condiciones de salud entre diferentes grupos sociales definidos de acuerdo con su nivel de ingresos, educación, origen étnico, género, área de residencia o factores ambientales. En América Latina, varios estudios confirmaron la existencia de una elevada asociación entre las probabilidades de sobrevivencia de los niños y los niveles socioeconómicos de los hogares (Breilh y Granda, 1983; Ruzicka, 1983; Bronfman y Tuirán, 1983; Mosley y Chen, 1984; Laurell, 1986; Puffer y Serrano, 1988; Behm, 1992; Menéndez, 1992; Moreno, 1999; Vinocur, 1999; CEPAL, 2000; Delamonica et. al., 2000; Mc Question, 2001; Mazzeo y Pollero, 2005). En Argentina, varios estudios confirmaron la existencia de una elevada asociación entre las probabilidades de sobrevivencia de los niños y los niveles de pobreza de sus hogares (indec, 1984; Torrado, 1986 y 1992). También se investigaron las relaciones entre infancia y condiciones de vida (López y Tamargo, 1995 y Cid, 1995), observando que el riesgo de muerte y el deterioro en su crecimiento era sensiblemente más elevado entre los niños nacidos en hogares de pobreza estructural. Otros trabajos relacionaron el estado nutricional con el nivel económico-social de los hogares (Calvo, 1995 y Ministerio de Salud, 1999), todos ellos confirmaron una fuerte asociación entre prevalencia de desnutrición y pobreza. Se afirmó que el déficit de talla es reflejo de un proceso crónico en el que confluyen varios factores, particularmente el bajo peso al nacer, la carencia marginal de energía y nutrientes, la reiteración de procesos infecciosos agudos y las condiciones desfavorables del medio en que vive el niño.

A principios de este siglo, se encuentran los trabajos que analizan los diferenciales de la mortalidad infantil por tamaño de las localidades. Aportes a esta línea de investigación (unicef-indec, 2003; Celton y Ribotta, 2004; Ceballos, 2005; Trifiró, 2007; Mazzeo, 2008) muestran las diferencias en la sobrevivencia cuando se consideran las condiciones de la vivienda, el saneamiento ambiental y el nivel educativo de las madres, variables muy relacionadas con las condiciones socioeconómicas de los hogares. Se concluye que, independientemente de la región de residencia, son las condiciones socioeconómicas las que tienen mayor incidencia en la tasa de mortalidad de la infancia. En otra línea de investigación, se verificó el cumplimiento de las metas del año 2000 para la mortalidad infantil en Argentina (Mazzeo, 2003). En síntesis, todos los estudios enfatizan la existencia de sistemáticas diferencias entre los grupos sociales, cualquiera sea el indicador que se utilice para clasificar estos grupos. Aquellos donde el riesgo es mayor son siempre los conglomerados sociales de más bajo nivel socioeconómico.

II. Objetivo y metodología El objetivo es investigar, a partir de mediados del siglo XX, los cambios en el nivel de la mortalidad infantil de Argentina, observando su composición por grupo etario (neonatal y postneonatal1) y los diferentes comportamientos regionales. Además, a partir de los 80, es analizar la participación de las causas de muerte y en el período 2000-2012, comparar las diferencias jurisdiccionales. Para la medición del nivel de la mortalidad infantil, se utilizó la tasa definida como la relación entre las defunciones de niños menores de un año, en un año dado y los nacidos vivos en el año2. Los datos provienen de las estadísticas vitales del período. En Argentina, los dos hechos vitales que intervienen en esta tasa (nacido vivo y defunción) son de inscripción obligatoria y las

1. Las muertes neonatales transcurren desde el nacimiento hasta los 27 días cumplidos y las postneonatales desde los 28 días hasta los 11 meses cumplidos. 2. Se discriminan en el análisis los grupos etarios que abarca la mortalidad infantil (neonatal y postneonatal). 10

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

La mortalidad infantil en Argentina

definiciones conceptuales son las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Se ha demostrado que el nivel de la mortalidad está relacionado con la evolución de la estructura de las causas de muerte. Para efecto de observar este proceso se consideraron ocho grupos de causas, a saber: ciertas afecciones originadas en el período perinatal (complicaciones del embarazo, trabajo de parto y del parto, trastornos relacionados con la duración corta de la gestación y el crecimiento fetal lento, etc.); anomalías congénitas (hidrocefalia, espina bífida, vicio orgánico al corazón y otras malformaciones congénitas); infecciones respiratorias agudas (neumonía, influenza, bronquitis y bronquiolitis agudas y las demás infecciones respiratorias agudas); enfermedades infecciosas intestinales (infecciones intestinales debidas a virus y otros organismos especificados, diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso, etc.); enfermedades del corazón (insuficiencia cardíaca, enfermedades isquémicas del corazón, etc.); deficiencias de la nutrición (desnutrición); accidentes (de transporte y otras traumatismos accidentales) y resto de las causas bien definidas. Además, para el último año del período en estudio, se analiza la mortalidad según criterios de reducibilidad3. El estudio de las desigualdades regionales, se realizó a partir del agrupamiento de las 24 jurisdicciones que componen el país, en seis regiones. La primera está integrada por la Ciudad de Buenos Aires (capital del país) y el resto son: Pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe); Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis); Noreste (Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones); Noroeste (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) y Patagónica (Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego). Finalmente, con el objeto de mostrar cómo el promedio nacional ha evolucionado en sus componentes jurisdiccionales a lo largo del siglo XXI, se examina, para el período 2000/2012, la distribución de la mortalidad

infantil en el país. Con ello se busca poner de relieve las desigualdades que en materia de mortalidad infantil se dan en el territorio nacional, y mostrar la necesidad de prestar atención focalizada hacia regiones y sectores de la población postergados en el acceso a servicios básicos de salud. A tal efecto, se han agrupado los comportamientos de la mortalidad infantil según división política territorial en cinco categorías: provincias que durante todo el período estuvieron por encima del promedio de país; las que estuvieron por debajo; las que comenzaron el período por encima y luego estuvieron por debajo; las que comenzaron por debajo y luego estuvieron por encima y las provincias con altibajos.

III. La inserción de la mortalidad infantil de Argentina en el contexto internacional Con el objeto de conocer la inserción de la mortalidad infantil de Argentina en el contexto internacional, se comparó su nivel con las cifras de la estadística internacional de los países europeos y latinoamericanos. En el Cuadro 1 se observa que desde mediados del siglo XX se produce un descenso sostenido de la mortalidad infantil en la mayoría de los países europeos. Por su Cuadro 1. Tasa de mortalidad infantil en países europeos seleccionados y en Argentina, años 1950-2010. Países

1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

Alemaniaa

56

34

24

13

7

5

3

Argentina

68

62

61

33

26

17

12

Austria

66

38

26

14

8

5

4

Bélgica

53

31

21

11

8

5

4

España

70

46

28

12

8

4

4

Francia

52

27

15

10

8

4

3

Hungría

-

48

36

23

15

8

5

Italia

64

44

29

14

9

5

3

Portugal

94

78

58

26

13

6

3

Suecia

21

17

15

7

6

3

2

Nota: a Las tasas presentadas corresponden a la República Federal de Alemania y a partir de 1990 nuevamente a Alemania. Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2006 y UNICEF, 2012.

3. El Sistema Estadístico de Salud de Argentina utiliza la clasificación de causas de muerte según Criterios de Reducibilidad, basada en la clasificación según criterios de “evitabilidad” elaborada en Chile por la Dra. Erica Taucher y que con su asesoramiento, fue adaptada a las modalidades de atención de la salud en Argentina. Su última revisión es de 2011. (Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación y Sociedad Argentina de Pediatría, 2012). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Victoria Mazzeo

parte, Argentina inició el período con valores similares a algunos de los países europeos seleccionados (Austria, España, Italia) e incluso menor (Portugal). Esta situación se modificó a partir de 1970, cuando comenzó a registrar niveles superiores a los países europeos seleccionados, y aumentó la brecha que la separaba del país de menor nivel: en 1970 era cuatro veces el nivel de Suecia y seis veces en 2010. Argentina, partiendo de un nivel alto en 1950 (tres veces superior a Suecia), se redujo el 82%, mientras que Suecia lo hizo el 90%. Es decir, a pesar de iniciar el período con un nivel bastante más alto, su reducción fue menor. Un párrafo aparte merece la comparación con la mortalidad infantil de América Latina. Argentina, durante todo el período (Cuadro 2) se mantuvo en un nivel intermedio entre los países latinoamericanos. Aquí también aumentó la brecha respecto al nivel mínimo. En 1950-55, era 1,1 veces el nivel mínimo latinoamericano (Uruguay) y en el quinquenio 2005-2010 aumenta a 2,6 veces el nivel mínimo, que desde 1970-1975 pertenece a Cuba. El descenso sostenido de la mortalidad infantil de Argentina cercano al 80% no fue suficiente, la hizo descender en el ranking latinoamericano del segundo Cuadro 2. Tasa de mortalidad infantil (por mil) estimada según quinquenios. América Latina y Argentina, años 19502010. Quinquenio

América Latina

Nivel máximo

Nivel mínimo

Argentina

1950-1955

127,7

219,6

57,5

65,9

1955-1960

114,2

193,5

53,0

60,4

1960-1965

102,0

170,5

47,9

59,7

1965-1970

92,1

157,5

47,1

57,4

1970-1975

81,4

151,3

38,5

48,1

1975-1980

69,6

131,2

22,3

39,1

1980-1985

57,3

122,1

17,4

32,2

1985-1990

47,3

100,1

15,9

27,1

1990-1995

38,7

85,5

15,3

24,4

1995-2000

31,9

70,3

9,6

21,8

2000-2005

25,4

56,3

6,1

15,0

2005-2010

21,7

48,8

5,1

13,4

V.R.% 2010/1950

-83,0

-77,8

-91,1

-79,7

Nota: nivel máximo: Haití (1950-1965 y 1980-2010) y Bolivia (1965-1980) y nivel mínimo: Uruguay (1950-1970) y Cuba (1970-2010). Fuente:elaboración propia en base a CELADE, 2010.

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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

lugar que tenía en el quinquenio 1950-1955 (detrás de Uruguay) al quinto puesto, detrás de Cuba (5,1 por mil), Chile (7,2 por mil), Costa Rica (9,9 por mil) y Uruguay (13,1 por mil). Indudablemente, Cuba, Chile y Costa Rica, han sido los países que, en el concierto latinoamericano, aplicaron las políticas públicas más eficaces en la reducción de la mortalidad infantil. 3.1 La estructura por edad en la determinación del nivel de la mortalidad Con la finalidad de explicar la tendencia seguida por la mortalidad infantil, se consideró necesario examinar su composición por edad. La mortalidad infantil abarca dos etapas: la neonatal que ocurre durante las primeras cuatro semanas y la postneonatal que se produce durante el resto del primer año de vida. Antes de abordar el análisis de los componentes de la mortalidad infantil conviene recordar que existe relación entre la edad del fallecido y la etiología del fallecimiento, pues la mayoría de las muertes por causa endógena (inmadurez del recién nacido, malformación y debilidad congénita y traumatismos del parto) se producen en el período neonatal y casi la totalidad de los fallecimientos postneonatales se deben a causas exógenas (enfermedades infecciosas, desnutrición o alimentación inadecuada y accidentes). Esto se explica en relación con la naturaleza de las causas de muerte, cuya gran mayoría después del primer mes de vida, están relacionadas con el medio ambiente en el que se desarrolla el niño y cuyo control se logró con los avances de la sanidad y la medicina. En cambio, una parte considerable de las causas de muerte en el primer mes de vida tienen un origen endógeno y son debidas a factores congénitos durante la vida intrauterina y otros asociados al parto. Sobre éstas los progresos fueron más lentos y su reducción requirió mayores esfuerzos (Mazzeo, 2006). Cuando se observa la evolución de la mortalidad infantil distinguiendo los grupos etarios que la componen (Cuadro 3), se detectan claramente dos períodos de similar amplitud, pero con diferente ritmo de descenso: 1950-1975 y 1975-2010. Durante los primeros veinticinco años la mortalidad infantil desciende el 35%, la neonatal el 15%

La mortalidad infantil en Argentina

Cuadro 3. Tasa de mortalidad infantil (por mil) y composición porcentual por grupo etario. Argentina, años 1950-2010. Año

Total

Neonatal

Postneonatal

Total

Neonatal

Postneonatal

1950

68,2

26,0

42,2

100,0

38,1

61,9

1955

61,8

24,8

36,9

100,0

40,1

59,7

1960

62,4

26,6

35,8

100,0

42,6

57,4

1965

56,9

24,8

32,1

100,0

43,6

56,4

1970

61,2

25,5

35,7

100,0

41,7

58,3

1975

44,4

22,0

22,4

100,0

49,5

50,5

1980

33,2

18,7

14,5

100,0

56,3

43,7

1985

26,2

16,4

9,8

100,0

62,6

37,4

1990

25,6

15,6

9,4

100,0

60,9

36,7

1995

22,2

13,6

8,1

100,0

61,3

36,5

2000

16,6

10,9

5,7

100,0

65,7

34,3

2005

13,3

8,8

4,5

100,0

65,9

33,7

2010

11,9

7,9

4,0

100,0

66,7

33,8

Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2013.

y la postneonatal el 47%. En los segundos treinta y cinco años decrecen el 73%, el 64% y el 82%, respectivamente. Evidentemente, el segundo período presenta un ritmo de descenso mayor: en el período 1950-1975 decrece en promedio el 1,4% por año y en 1975-2010, el 2,1% por año. Como se muestra en el Gráfico 1, la evolución de la mortalidad infantil está fuertemente asociada al comportamiento del componente postneonatal. Es sabido que al disminuir el nivel de la mortalidad infantil adquiere importancia relativa la mortalidad neonatal. Esta última, en 1950 concentraba el 38% de las muertes de menores de un año y aumenta al 67% en 2010. Gráfico 1. Tasa de mortalidad infantil (por mil) y estructura de sus componentes. Argentina, años 1950-2010

Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2013.

El ritmo de descenso de la mortalidad hacia el interior del país, fue muy heterogéneo (Cuadro 4). Las regiones de Cuyo, Noroeste y Patagónica, son las que descendieron más que el promedio del país (82,6%), evidentemente partieron de niveles muy superiores (82,1; 103,4 y 97,6 por mil, respectivamente). La brecha entre el valor máximo y mínimo se redujo muy poco en el período presentado; si bien se destaca que se modificó la región que registraba el máximo. En 1950 la mortalidad infantil de la Región Noroeste era 2,8 veces la de Ciudad de Buenos Aires; mientras que en 2010 la Región Noreste registra 2,1 veces la de la ciudad. En la Ciudad de Buenos Aires (durante todo el período registra el nivel menor), y en las Regiones Cuyo, Noroeste y Patagónica, el descenso de la mortalidad neonatal fue superior al promedio del país (69,8%). En el caso de la mortalidad post-neonatal, como partieron de niveles más altos, fue mayor la caída en las Regiones Noroeste y Patagónica. 3.2 La participación de las causas de muerte en la determinación del nivel de la mortalidad Existen evidencias de la relación entre el nivel de la mortalidad infantil por grupo etario y la evolución de la estructura de las causas de muerte. Por lo tanto, para una mejor comprensión del proceso del descenso Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Victoria Mazzeo

Cuadro 4. Tasa de mortalidad infantil por grupo etario (por mil) según región. Argentina, años 1950-2010. Región

Tasa de mortalidad infantil 1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

V.R. %

Total

68,2

62,4

61,2

33,2

25,6

16,6

11,9

-82,6

Ciudad de Buenos Aires

37,5

40,4

31,5

18,5

16,8

9,4

7,0

-81,2

Pampeana

58,8

53,7

54,3

29,0

24,4

15,1

13,2

-77,5

Cuyo

82,1

66,2

63,6

31,9

23,1

16,0

11,4

-86,1

Noreste

71,4

69,4

75,4

48,8

33,1

24,3

15,2

-78,7

Noroeste

103,4

88,6

86,8

44,8

30,9

19,9

13,6

-86,8

Patagónica

97,6

97,4

77,8

33,5

20,8

14,8

9,2

-90,6

Región

Tasa de mortalidad neonatal 1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

V.R. %

Total

26,0

24,5

25,5

18,7

15,6

10,9

7,9

-69,8

Ciudad de Buenos Aires

16,4

20,1

18,7

13,5

11,2

6,1

4,6

-71,9

Pampeana

22,1

22,0

23,9

17,9

15,4

9,7

8,6

-61,1

Cuyo

32,1

26,4

25,9

19,8

14,9

10,6

8,1

-74,7

Noreste

24,2

24,3

27,4

22,5

19,4

16,4

10,2

-57,7

Noroeste

39,8

32,3

32,0

20,2

16,8

13,3

9,1

-77,2

Patagónica

44,0

32,1

30,2

18,3

13,2

10,0

6,5

-85,3

Región

Tasa de mortalidad post-neonatal 1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

V.R. %

Total

42,2

37,9

35,7

14,5

9,4

5,7

4,0

-90,5

Ciudad de Buenos Aires

21,0

20,3

12,8

5,0

5,5

3,2

2,4

-88,4

Pampeana

36,7

31,7

30,4

11,1

8,6

5,4

4,6

-87,4

Cuyo

50,0

39,8

37,7

12,1

8,0

5,4

3,3

-93,5

Noreste

47,2

45,1

48,0

26,3

13,6

7,8

5,0

-89,5

Noroeste

63,7

56,3

54,9

24,6

12,5

6,5

4,5

-92,9

Patagónica

58,8

65,2

47,6

15,2

7,2

4,8

2,7

-95,4

Fuente: elaboración propia en base a Celton y Ribotta, 2004 y Ministerio de Salud, 2011.

de la mortalidad de los menores de un año, se consideró imprescindible efectuar el análisis de la mortalidad por causas. En general, el descenso de las muertes por causas exógenas (principalmente las enfermedades infecciosas y parasitarias y la diarrea) respondió al control de los factores del ambiente y también de la inmunización masiva de la población y al uso de nuevas drogas. De este modo, la estructura de la mortalidad por causas de muerte se modifica y cobran progresiva importancia otros grupos de causas, entre ellas, las de origen endógeno, es decir, las malformaciones congénitas y las originadas en el período perinatal (Mazzeo, 2006). Como se observa en el Cuadro 5, en Argentina en 1980, ya resulta evidente la menor proporción de muertes por causas de origen exógeno (in14

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

fecciosas y parasitarias, diarrea y enteritis y respiratorias agudas) y la importancia de las muertes por causas de origen endógeno (anomalías congénitas y perinatales), llegando a representar estas últimas, a finales del período el 80% de las muertes de menores de un año. Se destaca, el mayor aumento de las anomalías congénitas, que casi triplicó su participación. Otra manera de abordar el análisis de la mortalidad infantil es a través de la clasificación de las causas de muerte según criterios de reducibilidad. Los criterios se refieren a la reducibilidad por distintas acciones, principalmente las desarrolladas en los servicios de salud. Se ha afirmado que la mayor incidencia de las muertes reducibles en el total de muertes neonatales y postneonatales

La mortalidad infantil en Argentina

Cuadro 5. Mortalidad infantil, composición porcentual de las causas de muerte. Argentina, años 1980 - 2010. Causas de muerte

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

Total

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Ciertas afecciones originadas en el período perinatal

45,2

50,2

49,6

48,8

54,3

55,0

53,2

Anomalías congénitas

10,3

13,0

14,6

17,9

22,5

24,6

27,0

Infecciones respiratorias agudas

8,2

5,1

3,9

4,7

3,5

3,2

3,8

Enf. Infecciosas intestinales

7,3

4,3

3,1

2,2

1,4

0,9

1,2

Enf. del corazón

3,0

2,9

4,1

3,4

1,1

0,9

0,9

Deficiencias de la nutrición

2,6

3,1

3,3

1,6

1,0

0,9

0,3

Accidentes

2,7

2,8

3,8

3,9

4,4

3,4

2,6

Resto de las causas bien definidas

20,7

18,6

17,6

17,5

11,6

11,0

11,1

Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2002, 2007 y 2012.

es un indicador de la mala atención de la salud. Como ya se señalara, la última revisión de esta clasificación es de 2011, por lo tanto se presenta la composición de las muertes infantiles según estos criterios para el bienio 2011-2012. Al analizar la participación de las muertes reducibles tanto en la mortalidad neonatal como postneonatal (Cuadro 6), se observa que las mismas representan una altísima proporción de muertes infantiles. En la mortalidad neonatal el 61% y en la mortalidad postneonatal el 67% de la muertes podrían evitarse. Del análisis detallado de las causas de muerte reducibles se deduce que en la mortalidad neonatal prevalecen los factores relacionados preferentemente con el adecuado cuidado y tratamiento del recién nacido (enfermedades infecciosas intestinales, enfermedades bacterianas, anemias hemolíticas, tumores malignos, hidrocefalia, espina bífida, etc.) y en el período perinatal (vih, trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal, etc.). Por su parte, en la mortalidad postneonatal tienen mayor impacto las reducibles mediante la implementación adecuada y oportuna del tratamiento correspondiente y la prevención (enfermedades infecciosas intestinales, enfermedades bacterianas, encefalitis, trastornos del metabolismo, etc.). Si bien en las últimas décadas se ha comprobado la disminución de la mortalidad, pareciera que se ha producido un deterioro de ciertos indicadores de la salud infantil. Probablemente, el inestable contexto político e

institucional haya imposibilitado la continuidad de algunos programas de atención de la salud materno-infantil y de esta manera, se haya frenando el descenso de la mortalidad infantil. Esto, a su vez, habría provocado la ampliación de las desigualdades sociales y espaciales en Cuadro 6. Composición porcentual de la mortalidad infantil según grupo de edad y criterios de reducibilidad. Argentina, años 2011 y 2012. Mortalidad neonatal

2011

2012

Total

100,0

100,0

Reducibles

61,2

61,0

2,3

2,7

Preferentemente en el embarazo Preferentemente en el parto

0,8

0,7

Preferentemente en el recién nacido

28,7

30,5

Por tratamiento clínico

16,7

17,4

Por tratamiento quirúrgico

1,8

1,5

Por tratamiento clínico y quirúrgico

10,2

11,6

En el período perinatal

28,8

26,4

Otras reducibles

0,7

0,7

Difícilmente reducibles

26,7

28,0

No clasificables

9,4

9,3

Mal definidas e inespecíficas

2,7

1,7

Mortalidad postneonatal

2011

2012

Total

100,0

100,0

Reducibles

67,4

66,8

Por prevención

0,2

0,4

Por tratamiento

24,4

25,9

Por prevención y tratamiento

36,1

33,1

6,7

7,4

Difícilmente reducibles

Otras reducibles

13,4

15,3

No clasificables

8,0

7,7

Mal definidas e inespecíficas

11,2

10,1

Fuente:elaboración propia en base a MSAS, 2012 y 2013.

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

15

Victoria Mazzeo

la atención de la salud. Como se muestra en el Gráfico 2, a fines del período analizado persisten altos niveles de mortalidad reducible.

3.3 La situación de la mortalidad infantil en el siglo XXI Durante el siglo XXI, al igual que en períodos anteriores, el nivel del componente post-neonatal determina la tendencia de la mortalidad infantil. Es decir, las reducciones más importantes de la mortalidad de menores de un año se deben a la disminución del componente post-neonatal (Cuadro 7). Entre los años 2000 y 2012, la mortalidad infantil desciende el 33%, la neonatal el 31% y la postneonatal el 36%. La participación del componente neonatal se incrementa el 2,5%. La reducción del nivel de la mortalidad neonatal es más difícil y requiere de acciones más complejas y costosas que la post-neonatal. Si bien hasta aquí se ha analizado el comportamiento de la mortalidad infantil del total del país y por regiones, dicho comportamiento es diferencial en las jurisdicciones que lo componen. El propósito de considerar la distribución de la mortalidad infantil en el espacio, para el período 2000-2012, es mostrar cómo el promedio nacional ha evolucionado en sus componentes jurisdiccionales a lo largo del siglo XXI. Se busca poner de relieve las desigualdades que en materia de mortalidad infantil se dan en el territorio nacional, prestando atención a las jurisdicciones con mayores niveles.

Gráfico 2 Composición de las causas de mortalidad según criterios de reducibilidad en la mortalidad neonatal y postneonatal. Argentina, año 2012. Mortalidad neonatal

2.7 9.4 26.7 61.2

Mortalidad postneonatal

8.0

11.2

13.4 67.4

Fuente: elaboración propia en base a MSAS, 2013.

Cuadro 7. Tasa de mortalidad infantil según grupo etario (por mil) y su composición porcentual. Argentina, años 2000/2012. Año

Total

Neonatal

Postneonatal

Total

Neonatal

Postneonatal

2000

16,6

10,9

5,7

100,0

65,7

34,1

2001

16,3

10,6

5,6

100,0

65,2

34,5

2002

16,8

11,3

5,6

100,0

66,9

33,1

2003

16,5

10,5

5,9

100,0

63,9

36,1

2004

14,4

9,7

4,6

100,0

67,8

32,2

2005

13,3

8,9

4,5

100,0

66,3

33,7

2006

12,9

8,5

4,4

100,0

65,7

34,3

2007

13,3

8,5

4,8

100,0

64,1

35,9

2008

12,5

8,3

4,2

100,0

66,3

33,7

2009

12,1

8,0

4,1

100,0

66,0

34,0

2010

11,9

7,9

4,0

100,0

66,3

33,7

2011

11,7

7,6

4,1

100,0

64,8

35,2

2012

11,1

7,5

3,6

100,0

67,3

32,3

V.R. %

-32,9

-31,2

-36,3

V.R. %

2,5

-5,1

Fuente:elaboración propia en base a MSAS, 2013.

16

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

La mortalidad infantil en Argentina

A tal efecto, como ya se señalara, se han agrupado los comportamientos de la mortalidad infantil según división política territorial en cinco categorías (Cuadro 8). Se observa que cerca de la mitad del país (42%) se encuentra en condiciones desfavorables con respecto al promedio del país; allí se ubican las jurisdicciones que durante todo el período estuvieron por encima de dicho promedio (Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta y Tucumán) y la que empeoró su situación, es decir comenzó el período por debajo del promedio del país y luego estuvo por encima (Buenos Aires). Otro 42% concentran las provincias que muestran condiciones favorables. Están las que durante todo el período estuvieron por debajo del promedio del país (Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Fe y Tierra del Fuego) y las que mejoraron su situación (San Juan y Santa Cruz). Cabe destacar que en un estudio anterior, referido al comportamiento de la mortalidad infantil por jurisdicciones, para la década de los 90 (Mazzeo, 2003), se muestra que, con excepción de San Luis, fueron las mismas jurisdicciones las que se situaron, durante toda la década, por encima del promedio del país. Esto muestra, que si bien el nivel de la mortalidad infantil descendió, se mantuvieron las desigualdades, que se ubicaron en los mismos lugares geográficos.

3.4 Las políticas y programas de salud y su relación con la mortalidad infantil Se considera que el análisis de las políticas y programas, quizás ayude a identificar algunos factores explicativos relacionados con la tendencia de la mortalidad infantil. En Argentina, en el campo de la salud materno-infantil, las estrategias y acciones desarrolladas por el Ministerio de Salud de la Nación, en las últimas dos décadas, buscaron asegurar el derecho de los niños en concordancia con los principios y recomendaciones contenidos en el Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989. Estas estrategias se implementaron a través de la Dirección de Salud Materno Infantil, instancia responsable del desarrollo y monitoreo de las acciones tendientes al cumplimiento del Plan Nacional de Acción a favor de la Madre y el Niño (Mazzeo, 2003). Las líneas de acción se desarrollaron a través de programas focalizados: Programa Nacional de Salud MaternoInfantil, Programa Nacional de Alimentación y Nutrición, Programa Nacional de Educación Alimentaria Nutricional, Programa Ampliado de Inmunizaciones, Programas Especiales (de erradicación del sarampión, de la poliomielitis y del tétanos neonatal) y el Programa Materno Infantil y Nutrición (promin). En el 2000 se creó el Programa Nacional de Médicos de Cabecera y la Unidad Coordinadora Ejecutora del Programa de Atención de la Salud Materno Infantil para coordinar las actividades de la Dirección de

Cuadro 8. Categorías de comportamiento de la tasa de mortalidad infantil según división política territorial. Argentina, años 2000-2012. Categoría

Jurisdicción

Durante todo el período estuvieron por encima del promedio del país

Catamarca - Corrientes - Chaco - Formosa - Jujuy La Rioja - Misiones - Salta - Tucumán

Durante todo el período estuvieron por debajo del promedio del país

Ciudad de Buenos Aires - Córdoba - Chubut Mendoza - Neuquén - Río Negro - Santa Fe - Tierra del Fuego

Comenzaron el período por encima del promedio del país y luego estuvieron por debajo

San Juan - Santa Cruz

Comenzaron el período por debajo del promedio del país y luego estuvieron por encima

Buenos Aires

Con altibajos.

Entre Ríos - La Pampa - San Luis - Santiago del Estero

Fuente: elaboración propia en base a MSAS, 2013.

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Victoria Mazzeo

Maternidad e Infancia con el promin. Esta unidad cooperó con las provincias mediante transferencias de fondos, según el grado de vulnerabilidad social de cada jurisdicción, para la compra de insumos, capacitación y recursos de asistencia técnica (Mazzeo, 2006). También se implementó el Programa de Salud Perinatal para disminuir la morbimortalidad materno-infantil, promoviendo en todo el país la salud de las mujeres durante la etapa preconcepcional, el embarazo, el parto y el puerperio y la de sus hijos durante el período fetal y neonatal. Posteriormente, se agregó el Programa Remediar para garantizar el acceso a los medicamentos de quienes están bajo la línea de pobreza o sin cobertura de obra social, prepaga o mutual y que se atienden en los centros de atención primaria de la salud. En el 2005 surge el Plan Nacer, con el objeto de mejorar la cobertura de salud y la calidad de la atención de las mujeres embarazadas, puérperas y de los menores de 6 años sin obra social. Surge para las regiones del Noreste y Noroeste y en 2007 se extendió a todo el país. Finalmente, en el 2008, el Consejo Federal de Salud, elaboró un Plan para la Reducción de la Mortalidad Infantil, de la Mujer y Adolescentes. Se trata de focalizar en la modificación de los procesos de gestión, recursos humanos, insumos e infraestructura que resulten un obstáculo para la correcta atención de la población en cada jurisdicción. Es sabido que las acciones de salud más importantes, por su efecto poblacional, son las preventivas que se brindan a través de la atención primaria. A través del contacto con los servicios de atención pueden detectarse oportunamente riesgos o patologías y revertirlos, así como orientar el comportamiento de las familias hacia conductas de vida más saludables en beneficio directo de los niños (Mazzeo, 2003 y 2006). Al respecto, cabe mencionar que según datos del censo 2010, el 36% de la población no tenía cobertura en salud y para el grupo menor de 5 años esta proporción se elevaba al 45%. La salud de los niños es altamente dependiente de las

condiciones de vida en que se desarrolla. La pertenencia a hogares pobres es un factor que puede condicionar tanto las posibilidades de acceso a los servicios como las actitudes en relación con el proceso de salud-enfermedad. Se ha demostrado que la conducta de prevención de la salud infantil por parte de las familias aparece condicionada por la situación de pobreza y por la falta de cobertura médica y que la alta cobertura referida a la consulta durante el primer año de vida está fuertemente asociada a la institucionalización del parto (Mazzeo, 2003). Con referencia a este tema, justamente las jurisdicciones que tienen mayores niveles de mortalidad infantil, son las que registran menores coberturas en salud, llegando en algunos casos incluso a superar el 50% de falta de cobertura en salud (Catamarca: 39,1%); Chaco: 57,9%; Corrientes: 48,4%; Santiago del Estero: 55,9%; Formosa:56,9%; Jujuy: 45,2%; Misiones:43,6%; Salta: 47,6%; San Juan: 44% y Santiago del Estero: 55,9%). Asimismo, tiene relación con el porcentaje de parto institucionalizado. Para el total del país se ha incrementado paulatinamente: en 1980 era 89,8%, en 1990 subió a 95,4%, en 2000 era 97,9%, llegando a representar en 2012 el 99% de los nacimientos. Lamentablemente, las jurisdicciones de mayor nivel de mortalidad son también las que presentan menores niveles de parto institucionalizado. Seguramente, esto se relaciona con los niveles de precarización laboral y de pobreza estructural4 que poseen las jurisdicciones. En el total del país, el nivel de hogares con pobreza estructural en 2010 alcanza el 9,13%, pero es superior en las jurisdicciones con niveles altos de mortalidad infantil (Catamarca: 11,3%; Corrientes: 15,1%; Chaco: 18,2%; Formosa: 19,7%; Jujuy: 15,5%; Misiones: 15,6%; Salta: 19,4%; San Juan: 10,2%; Santiago del Estero: 17,6% y Tucumán: 13,3%). Esto demuestra que si bien la amplia mayoría de la población con carencias dirige su demanda de atención a los servicios públicos, parecería que no todos cuentan con este acceso asegurado.

4. Pobreza medida a partir de los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas, es decir hogares que reunieran al menos una de las siguientes características: hacinamiento; vivienda de tipo inconveniente, condiciones sanitarias inconvenientes, niño en edad escolar que no asistiera a la escuela y capacidad de subsistencia. 18

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

La mortalidad infantil en Argentina

IV. Reflexiones finales En Argentina aún no se han alcanzado niveles deseables de mortalidad infantil en todo el país Esto lleva a pensar en la insuficiencia de las acciones destinadas a promover y proteger la salud materno-infantil, especialmente en aquellas jurisdicciones que presentan niveles críticos en lo referente a la salud de sus niños. Evidentemente, la creciente desigualdad socioeconómica incidió en las condiciones de salud de los niños de los hogares más pobres, especialmente en aquellos riesgos que pueden ser controlados a través de la estrategia de la atención primaria. Los recursos financieros constituyen un requisito necesario pero no suficiente, sólo con el respaldo de un compromiso político continuado será posible avanzar hacia la consecución de las metas sociales básicas. La adopción del método de la planificación normativa, a través de la implementación de programas verticales diseñados desde los niveles decisorios centrales, sin la participación de la comunidad, de las autoridades locales y carentes del debido seguimiento y evaluación, revela el carácter tecnocrático de las políticas sectoriales implementadas. Para reducir las actuales desigualdades, será necesario definir otro tipo de política pública, más inclusiva, que reconozca el carácter médico-social del proceso saludenfermedad y que asegure la protección de los grupos más vulnerables.



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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad

2 Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad: estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas Julián Govea Basch* RESUMEN: En este documento se estudia el cambio en la intensidad y el calendario de la paridez en tres cohortes de mujeres mexicanas, las nacidas entre 1936- 1938; 1951-1953 y 1966-1968 mediante la técnica de historia de eventos aplicada a una encuesta demográfica retrospectiva. Se hallaron importantes cambios en ambas dimensiones para la cohorte más joven en relación con las anteriores, disminuye la proporción de mujeres con al menos tres hijos y se retrasa el calendario de su fecundidad, signos inequívocos de la difusión del control natal que la sociedad mexicana experimenta desde mediados de la década de 1970. Este cambio generacional se relaciona con otra serie de transiciones vitales que experimentaron las cohortes transicionales en lo personal y también en lo familiar. Palabras Clave. Transición de la fecundidad, historia de eventos, análisis del curso de vida. ABSTRACT. This paper studies the changes in parity in terms of intensity and age at births for three cohorts of Mexican women— those born in 1936-1938; in 1951-1953, and in 1966-1968—by applying the event history techniques to a retrospective demographic survey. Important changes in both aspects can be seen for the younger cohort in comparison with the older ones. The proportion of women with at least three children is lower, and the births takes place later in life. These are unmistakable signs of how spread birth control has been in Mexican society since the 1970s. This generational shift is related to another set of vital transitions undergone by transitional cohorts in the personal and also in the family. Keywords. Fertility Transition, Event History Techniques, Life Course Analysis.

I. Introducción La sociedad mexicana experimentó una acelerada transición de su régimen demográfico durante las últimas décadas del siglo pasado, en especial en relación a su fecundidad. El proceso -iniciado a comienzos de los años ´70- ha tenido una intensidad muy particular, de modo que en el transcurso de algunas décadas se ha pasado de un régimen de fecundidad natural a otro, de control natal muy generalizado (Juárez, Quilodrán y Zavala de Cosío, 1989). En efecto, México representa un caso emblemático en el contexto de los países de América Latina por ser un país de transición tanto “tardía” como “sumamente veloz” (Zavala, 2014, 2); en apenas 30 años, la descendencia final de las mujeres mexicanas cayó de 6,8 a 3,5, hijos

por mujer, para las generaciones 1927-1931 y 1956-1961, respectivamente (Zavala de Cosío, 2001, 147). El profundo cambio en el comportamiento reproductivo de las mujeres mexicanas estuvo impulsado por fuertes campañas gubernamentales a favor de la planificación familiar y el cuidado de la salud reproductiva, contexto propicio para la difusión masiva del conocimiento y uso de los métodos anticonceptivos modernos, que habían estado vedados a la mayor parte de la población hasta esa época.1 Como en los modelos transicionales clásicos, los cambios en el control natal fueron antecedidos por un importante descenso de la mortalidad; para principios de la década de 1970, la transición de la mortalidad se encontraba en una etapa bastante avanzada, fue sin embargo, también muy importante la ganancia obtenida

Recibido: junio 2014 / Aceptado y versión final: julio 2014. * Profesor e Investigador, Maestría en Demografía Social, Universidad Nacional de Luján. [email protected]. El autor agradece los comentarios de Patricio Solís a una versión previa de ese documento. 1. Además de las obras mencionadas, sobre los cambios en la fecundidad mexicana y su relación con las políticas de población, pueden consultarse entre otros los trabajos de, Quilodrán (1991) y Zavala de Cosío (1992). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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en el último cuarto del siglo pasado.2 Durante los años recientes la caída de la fecundidad no se detuvo, si bien por supuesto su ritmo se desaceleró. Con una tasa global para el quinquenio 2010-2015 del orden de los 2,2 hijos por mujer, su nivel se sitúa en la actualidad apenas por encima del reemplazo generacional (CEPAL-CELADE, 2013, 96). Durante las transiciones de la fecundidad, un calendario más tardío y el mayor espaciamiento entre los hijos, no sólo repercuten en la intensidad final del fenómeno, estos hechos suelen traer aparejados muchos otros cambios para las mujeres, por ejemplo mayores posibilidades de alcanzar niveles elevados en el sistema educativo formal, de insertarse en el mercado laboral, o de alcanzar una mayor autonomía en el ámbito familiar. Y así cambia necesariamente también la duración del tiempo que, durante su trayectoria vital, las personas pasan en determinada situación o estado –por ejemplo el ser hija o madre- Este cambio en la duración contribuye también a la redefinición de las características que asumen estos estados (CONAPO, 1999, 213). En el marco señalado en los párrafos precedentes interesa explorar de qué manera se redefine durante la transición de la fecundidad la duración del tiempo de vida que pasan las mujeres sin tener hijos, o tendiendo una fecundidad baja.3 En particular se intenta determinar si en las cohortes que experimentan la transición, incluso las mujeres que superan determinado umbral en términos de la constitución de su descendencia, espacian, y en cuanto, el tiempo transcurrido desde el momento de la unión hasta experimentar dicho cambio de estado significativo, o -turning point- concepto que refiere a “eventos que provocan fuertes modificaciones que, a su vez, se traducen en virajes en la dirección del curso de vida” (Blanco, 2011,

13). La perspectiva del curso de vida brinda elementos teóricos para encuadrar conceptualmente nuestro tema de investigación. Se trata de un esquema analítico que se caracteriza por su rechazo al uso de tipologías familiares, y en cambio centrar su atención en el estudio de las trayectorias individuales. En el curso de vida las transiciones familiares son concebidas como siguiendo un orden secuencial no pre-determinado y el énfasis se pone en la temporalidad que presentan las transiciones, en lugar de, en el carácter de las etapas familiares per se: “El eje de investigación más general del enfoque del curso de vida es analizar cómo los eventos históricos y los cambios económicos, demográficos, sociales y culturales moldean o configuran tanto las vidas individuales como los agregados poblacionales denominados cohortes o generaciones” (Blanco, 2011,1).4 II. Metodología 2.1 El análisis de historia de eventos Mediante la técnica de historia de eventos aplicada a una encuesta demográfica retrospectiva, se aborda el cambio en la intensidad y el calendario de la paridez en tres cohortes de mujeres mexicanas, las nacidas entre 1936 y 1938; 1951 y 1953 y 1966-1968. Se aplicará una técnica paramétrica para el análisis de historia de eventos: se trata de un modelo de regresión logística de tiempo discreto, variante en la que el tiempo se segmenta en diversos registros. Esta metodología permite poner en términos longitudinales la historia de vida de los individuos, siendo el centro del análisis las transiciones vitales -por ejemplo, la llegada de un hijo, la edad a la primera unión, el ingreso al mundo laboral, etc.- En el

2. El análisis longitudinal de la mortalidad da cuenta de una ganancia de 10 años en la esperanza de vida al nacimiento entre 1970 y 2000: 70 y 80 años respectivamente (Camposortega Cruz, 1997). 3. Dado que a nivel colectivo dos hijos por mujer es el número que determina si la fecundidad se encuentra por debajo o por encima del nivel de reemplazo generacional, la llegada de un tercer hijo constituirá una medida de referencia del cambio de estado estudiado. Con fines prácticos el conjunto de mujeres con 3 ó más hijos serán consideradas como de paridez alta, independientemente del número final de hijos que llegaran a tener, lo cual escapa a la consideración de esta investigación. 4. Un desarrollo del origen y la historia del concepto de curso de vida, sus alcances teóricos y metodológicos, se encuentra en la citada obra de Ojeda de la Peña (1989), y más recientemente en la de Blanco (2011), quien a la vez da cuenta de las líneas de investigación que se han desarrollado sobre esta materia en la región Latinoamericana. 24

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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad

tema que nos ocupa, las preguntas de investigación que pueden responderse a través del análisis de historia de eventos refieren a: • Cambios en la intensidad de un evento a través de las cohortes. • Diferencias en la intensidad de un evento entre grupos poblacionales. • Cambios en el calendario de un evento a través de las cohortes. • Diferencias en el calendario de un evento entre grupos poblacionales. La historia de eventos se utiliza para el estudio de las transiciones en el tiempo, a partir de un estado inicial. Entre un estado y otro, hay un evento. La ocurrencia del evento, por lo tanto, implica siempre un cambio de estado durante el transcurso del tiempo -paso del estado de origen al de destino-.5 El siguiente esquema da cuenta de los estados de origen y destino de las mujeres en estudio. Esquema de Estados y Transición Estado de origen: paridez baja

Número de hijos 0, 1 ó 2

Evento: tener el tercer hijo

TIEMPO

Estado de destino: paridez alta

Número de hijos 3 ó más

La variable dependiente del estudio es el número acumulado de hijos, (Acuhijo) donde 0 corresponde a la paridez baja (0, 1 y 2 hijos) y 1 a la paridez alta (3 ó más

hijos), mientras que las independientes son la duración, es decir, los años transcurridos desde el momento de entrada a la primera unión hasta que se experimenta el evento (0=1/5; 1=6/10 y 2=11/16) y la cohorte de pertenencia (0=1936-1938, edad al momento de la encuesta 60-62 años; 1=1951-1953, edad al momento de la encuesta 4547 años; 2=1966-1968, edad al momento de la encuesta 30-32 años). 2.2 Fuente de datos y métodos La fuente de datos de esta investigación es la Encuesta Demográfica Retrospectiva Nacional 1998 (EDER98).6 La misma fue relevada con el propósito general de recolectar información sobre la naturaleza temporal de los procesos sociales y demográficos que ha experimentado México en los últimos cincuenta años, así como sobre las interrelaciones que los distintos fenómenos demográficos guardan entre sí en las trayectorias de los individuos.7 Su población objeto de estudio la constituye un subconjunto de la muestra de una encuesta anterior, la ENADID-97. Se trató de 32,000 personas distribuidas en forma uniforme en las 32 entidades federativas de México -la mitad de ellas mujeres- pertenecientes a alguna de estas tres cohortes: 1936 y 1938; 1951 y 1953 y 1966-1968. Los resultados de la encuesta determinaron que se contara con información completa para 2,496 personas, siendo los resultados representativos a nivel de todo el país, para cada cohorte y sexo, y por nivel de urbanización (localidades con menos de 15,000, y con 15,000 y más habitantes).8 Interesa destacar finalmente que la base de datos de esta encuesta es una base de años-persona, es decir, que posee un registro de los cambios –o continuidades- de cada una de las variables investigadas,

5. Debe destacarse asimismo, que estas técnicas, a diferencia de las de regresión, permiten salvar dos importantes dificultades metodológicas que existen en el análisis longitudinal: El tratamiento de los casos truncados y la posibilidad de analizar los efectos de variables que cambian con el tiempo. No puede, por el contrario resolverse el problema de la selectividad, la población al momento de la entrevista es selecta, ya que sólo se cuenta con sobrevivientes. Para una discusión acerca de las ventajas de esta técnica en relación a otras técnicas de análisis, ver Heaton y Call (1995, 1078 y sigs.) y Blossfeld y otros (1989, cap. 2). 6. Trabajada con el Programa para análisis estadístico Stata. 7. Participaron las siguientes instituciones: INEGI, CEPED, Colegio de la Frontera Norte, CREDAL, Universidad de París X-Nanterre, Universidad de Pennsylvania y Universidad Autónoma de Baja California. 8. Una descripción detallada de los restantes objetivos de esta encuesta, sus características metodológicas y los temas que abarcan sus cuestionarios se encuentra en Rojas y Lerner (2001). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Julián Govea Basch

para cada año de vida de los individuos entrevistados.9 La unidad de análisis son mujeres pertenecientes a las cohortes 1936-1938; 1951-1953 y 1966-1968 que no hayan tenido más de tres hijos antes de su primera unión conyugal10. La base de años-persona para el cálculo de la intensidad se limita inicialmente a las edades entre los 15 y los 30 años, por ser esta la edad que tenían las mujeres nacidas en 1968 -las más jóvenes de la tercera cohorte-, al momento de la encuesta11.En una segunda etapa, y para correr el modelo de regresión logística, se vuelve a delimitar la unidad de análisis; sólo se toma en cuenta en este caso a las mujeres que experimentaron el evento en algún momento del período de observación, con el objetivo de poder realizar una comparación más homogénea de los calendarios de las distintas cohortes al pasar de un estado al otro. El período de análisis comprendido abarca entonces desde el momento de la primera unión hasta el momento en que se tiene el tercer hijo, se trata de un período de, como máximo, 16 años-persona observada, comprendido entre los 15 y los 30 años de edad12.

mujeres que experimentaron la salida de la paridez baja durante el período de referencia, se obtiene una nueva serie de indicadores descriptivos, y se aplica el modelo de regresión logística de tiempo discreto. 3.1 Análisis de la intensidad El Gráfico 1 presenta las funciones de sobrevivencia para las mujeres pertenecientes a cada una de las cohortes en estudio. Gráfico 1. Proporción de mujeres con baja paridez por años desde la unión según cohorte.

III. Discusión de resultados

Fuente: elaboración en base a EDER-98

En primer término se presenta una serie de medidas de índole descriptiva, obtenidas a partir del cálculo de las correspondientes tablas de vida.13 En esta sección se calcula la intensidad al final del evento durante el período de observación14. Luego, para estudiar las diferencias en el calendario considerando en cada cohorte al grupo de

El gráfico permite señalar diferencias importantes en el calendario y la intensidad en el caso de la cohorte más joven, ya a partir del tercer año de unión. La intensidad final de la paridez en esta cohorte también es mucho menor en relación a la de las otras dos consideradas. Comparando las cohortes 1936-1938 y 1951-1953,

9. Courgeau y  Lelievre (2001, 21 y sigs.) detallan las características de los diversos tipos de encuestas que resultan útiles para el estudio de las biografías y algunos problemas y alternativas relacionados con las imperfecciones, las observaciones erróneas e incompletas y los casos truncados en las encuestas .Las encuestas retrospectivas -tal el caso de la EDER1998- son según este autor, la fuente mas usada y la mas fácil y cómoda. Entre sus principales problemas detallados se encuentran los sesgos que se pueden introducir con la selección de los individuos sobrevivientes al momento del relevamiento y los problemas de memoria de los informantes, sobre todo en las cohortes más años. 10. Se deja fuera del análisis a las mujeres con hijos, pero nunca unidas. Echarri (2003, 227) en base a información de la Encuesta sobre Fecundidad y Salud (Enfes) llevada a cabo en 1987 encuentra que sólo el 1.8% de los hijos son nacidos de madres que nunca han entrado en unión conyugal. 11. Si bien esta decisión imposibilita dar cuenta de la fecundidad final de las dos cohortes mayores, permite comparar la intensidad de la fecundidad de las tres cohortes durante los años en los que se constituye la mayor parte de la descendencia. 12. En el apéndice metodológico se detallan las operaciones que posibilitaron adecuar la base de datos a las decisiones metodológicas tomadas, incluyendo referencias sobre el supuesto de que la primera unión de las mujeres es estable durante todo el período de observación. 13. Como refieren  Heaton y Call (1995, 1081) las tablas de vida proporcionan el fundamento conceptual a los modelos de historia de eventos. Esto es debido a que la idea básica de las tablas de vida consiste en hacer el seguimiento de un grupo de personas desde su momento inicial de entrada en riesgo de experimentar determinado evento, calculando las probabilidades de experimentar el evento en estudio para determinados periodos de tiempo, y asimismo el porcentaje acumulado de personas que  ya ha experimentado el evento en cuestión para cada momento de tiempo determinado. 14. Como quedara dicho se trata de la intensidad a los 30 años. 26

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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad

interesa destacar cierta similitud en los calendarios que se da hasta los 10 años de unión, cuando la intensidad se equipara. Es durante los 6 años siguientes que se observan las mayores diferencias en el calendario, pero llamativamente la intensidad final vuelve a ser muy similar al finalizar el período de observación. Es interesante señalar también que la cohorte más antigua alcanza el valor de su intensidad final a los 14 años de unión. En suma, entre las cohortes más antiguas también existen algunas diferencias de calendario, pero la intensidad final apenas difiere. La información presentada en el Cuadro 1 permite analizar los resultados anteriores con mayor detalle.

alcanzan la paridez alta en algún momento del período bajo estudio. El Gráfico 2 y el Cuadro 2 dan cuenta de las particularidades de dichos calendarios. Gráfico 2. Mujeres con paridez final alta (3 ó más hijos). Proporción con baja paridez por años desde la unión según cohorte.

Cuadro 1. Intensidad de la paridez alta (3 ó más hijos) transcurridos 5, 10 y 16 años desde la unión por cohorte. Cohorte

i.5

i.10

i.16

1936-1938

0,33

0,80

0,90

1951-1953

0,29

0,79

0,92

1966-1968

0,12

0,52

0,76

Fuente: elaboración en base a EDER-98

A los cinco años de unión, la intensidad es muy similar entre las dos primeras cohortes: 33% y 29%, respectivamente. En cambio sólo el 12% de las mujeres pertenecientes a la cohorte 66-68 han dejado la paridez baja transcurrido dicho lapso en unión. Al contabilizarse otros cinco años desde la primera unión, el 80% y 79% de las mujeres pertenecientes a las dos cohortes más antiguas ya experimentaron la llegada de su tercer hijo, situación que se da en poco más de la mitad de las mujeres de la cohorte más joven (52%). Apuntemos la intensidad a los 16 años de unión: es muy similar en las dos primeras cohortes, apenas mayor en la cohorte 51-53 (92% y 90%, respectivamente). La cohorte 66-68 presenta en este momento una intensidad del 76%. 3.2 Análisis del calendario La siguiente sección hace referencia a la evolución de los calendarios de las distintas cohortes con mayor detalle, pero controlando las diferencias de intensidad ya apuntadas. Por lo tanto sólo se observan a las mujeres que

Fuente: elaboración en base a EDER-98.

Las mujeres de la cohorte más joven tienen un calendario mucho más tardío en relación a los calendarios que presentan las otras dos, cuya similitud es llamativa. Cuadro 2. Mujeres con paridez final alta (3 ó más hijos) Intensidad de la paridez transcurridos 5, 10 y 16 años desde la unión por cohorte. Cohorte

i5

i10

i16

1936-1938

0,40

0,93

1,00

1951-1953

0,38

0,96

1,00

1966-1968

0,23

0,83

1,00

Fuente: elaboración en base a EDER-98

Con apenas 5 años de unión ya el 40% y 38% de las mujeres de las dos primeras cohortes había tenido su tercer hijo, y a los 10 años de unidas dichas proporciones se asemejan mucho a la intensidad final. La intensidad parcial es menor en el caso de las mujeres de la tercera cohorte: 23% a los 5 años de unidas y 83% a los 10 años. Los cuadros 3 y 4 muestran los resultados del modelo de regresión logística siendo la variable que da cuenta del número acumulado de hijos la dependiente, y la variable independiente, la variable de duración de la unión. Se trata de un modelo de momios constantes por Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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segmentos15,16. Se estima que los momios de tener paridez alta se incrementan 79% habiendo transcurrido entre 6 y 10 años de la unión en relación a cuando han transcurrido entre 1 y 5 años y que por el contrario, cuando la unión lleva entre 11 y 16 años los momios serían 64% menores. En lo que se refiere a las cohortes, en ambos casos los momios no difieren significativamente de los de la cohorte de referencia, dado que todas las mujeres de las tres cohortes llegan a la alta paridez, no existen entonces entre ellas diferencias en los momios de tener alta paridez, dicho en otras palabras no hay efecto intensidad. Interesa en este punto determinar las diferencias de calendario entre las cohortes, partiendo de la idea de que el efecto de la cohorte de pertenencia sobre el tránsito a

la paridez alta cambia en los distintos tramos de tiempo de unión. Por ello se incorpora al modelo de regresión logística un efecto de interacción entre los años de unión y la cohorte de pertenencia.17 Según el modelo de momios no proporcionales, se estima que los momios de tener alta paridez se incrementan 43% habiendo transcurrido entre 6 y 10 años de la unión en relación a cuando han transcurrido entre 1 y 5 años y que por el contrario, cuando la unión lleva entre 11 y 16 años los momios son 76% menores. Si bien los momios de la cohorte 51-53 no difieren significativamente de los de la cohorte de referencia, su valor es 8% menor a los de dicha cohorte. Por el contrario, en este caso los momios de la cohorte 6668 disminuyen en un 47% en relación a la cohorte de

Cuadro 3. Modelo de regresión logística. Años desde la unión y cohorte. Acuhijo3

Odds Ratio

Std. Err.

z

P>|z|

[95% Conf. Interval]

Años 6/10

1.79452

Años 11/16

.3608316

.1554054

6.75

0.000

1.514378 2.126486

.0535756

-6.87

0.000

.269724 .4827135

Cohorte5 1-53 Cohorte 66-68

.9892491

.0131476

-0.81

0.416

.963813 1.015356

.9985039

.0154561

-0.10

0.923

.9686654 1.029261

Z

P>|z|

[95% Conf. Interval]

Años 1/5

Cohorte 36-38

Fuente: elaboración en base a EDER-98

Cuadro 4. Modelo de regresión logística con interacción. Acuhijo

Odds Ratio

Std. Err.

Años 6/10

1.434631

.2000492

2.59

0.010

1.091557 1.885534

Años 11/16

.2466582

.0639738

-5.40

0.000

.1483631 .4100768

Cohorte 51-53

.9255967

.1058462

-0.68

0.499

.7397468 1.158139

Cohorte 66-68

.5365082

.0894395

-3.74

0.000

.3869683 .7438363

I_A6/10XC_51-53

1.175509

.2287023

0.83

0.406

.8028225 1.721204

I_A6/10XC_66-68

2.159669

.5234729

3.18

0.001

1.342975 3.473012

I_A11/16XC_51-53

.6903492

.2793898

-0.92

0.360

.3123064 1.526008

I_A11/16XC_66-68

5.051874

1.842856

4.44

0.000

2.471414 10.32665

Años 1/5

Cohorte 36-38

Fuente: elaboración en base a EDER-98

15. Se asume que las q serán constantes al interior de los segmentos de tiempo que integra cada una de las categorías de duración de la variable dummy. 16. El modelo asume el supuesto de la independencia de las observaciones, que en este caso no se cumple. El problema con el supuesto de la independencia de las observaciones se genera al repetirse los individuos -en la base de años persona- tantas veces como años-persona estén en riesgo de experimentar el evento. Para corregir los valores de los errores standard, afectados por la repetición de individuos en la base, el modelo se ajustó por el comando robust cluster. 17. Cabe señalar que al introducir una interacción en un modelo de regresión logística se rompe el supuesto de proporcionalidad de los momios, que indica que las razones de momios asociadas a las variables independientes son constantes a lo largo de las duraciones, o sea que el efecto de las variables independientes es constante en los distintos tramos de tiempo. 28

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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad

referencia. En relación a las interacciones entre las cohortes y las duraciones de las uniones se observan las siguientes diferencias: • La cohorte 51-53 duración 6/10 ha aumentado sus momios de alta paridez en un 17% con respecto a la cohorte 36-38 duración 1/5 y los ha disminuido 31% para esa misma cohorte en la duración 11/16. • Sin embargo, esas diferencias no son estadísticamente significativas. Por el contrario, en el caso de la cohorte 66-68, sus interacciones con la duración de la unión si resultan significativas: en interacción con la duración 6/10 años, los momios se incrementan 2.15 veces, y en interacción con la duración 11/16 años, los momios se incrementan 5 veces. IV. Consideraciones finales En este trabajo se han estudiado las diferencias en el calendario y la intensidad de la fecundidad –medida por el tránsito a la paridez del tercer hijo– en tres cohortes de mujeres, la nacidas entre 1936 y 1938, entre 1951 y 1953 y entre 1966 y 1968; el período de observación comprendió desde el momento de la unión hasta los 30 años. La cohorte 1936-1938 constituyó su descendencia bajo un régimen de fecundidad natural, como consecuencia de una nupcialidad temprana y casi universal y cortos intervalos intergenésicos. Los cálculos realizados en este trabajo en referencia a su calendario e intensidad dan buena cuenta de ello. Entre esta cohorte y la de nacidas entre 1951 y 1953 media un período de 15 años. No obstante la proporción de mujeres con al menos tres hijos no fue menor para esta cohorte, y apenas se encontraron diferencias muy incipientes en lo que respecta a su calendario. Por el contrario se hallaron importantes cambios en ambas dimensiones para la cohorte más joven en relación con las anteriores. Disminuye la proporción de mujeres con alta paridez y se retrasa su calendario, signos inequívocos de la difusión del control natal que la sociedad mexicana experimenta desde mediados de la

década de 1970. Los resultados obtenidos muestran como los cambios en el calendario y la intensidad de la fecundidad se aceleraron muy rápidamente a partir de las últimas décadas del siglo pasado en México, resultando acordes con la investigación que sitúa el comienzo de la transición a partir del nacimiento del cuarto hijo de las generaciones 1937-1941 (Zavala de Cosío, 1992). No sólo la fecundidad de las cohortes posteriores se encontró en pleno período de descenso, sino que al interior de éstas incluso las mujeres que llegaron a tener al menos 3 hijos se tomarán más tiempo para tenerlos. Lo antedicho sin dudas potenció el conjunto más amplio de cambios que tanto en la esfera individual como en la familiar, se encuentran relacionados con el descenso de la fecundidad. Se trata esta de una de las muchas dimensiones de lo social determinadas por la dinámica demográfica durante los períodos transicionales. V. Bibliografía • Blanco, Mabel (2011), El enfoque del curso de vida: orígenes y desarrollo, en Revista de la Asociación Latinoamericana de Población, año 5, núm 8, enerojunio. • Blossfeld, Hans y otros (1989), Event History Análisis, Lawrence Erlbaum Associates, Publishers, New Jersey. • Camposortega Cruz, Sergio (1997), Cien años de mortalidad en México, en Demos, Carta Demográfica sobre México, No 10. • CEPAL-CELADE (2013), Proyecciones de Población 2012, Santiago de Chile. • CONAPO (1999), Situación demográfica de México, México D.F. • Echarri, Carlos (2003), Hijo de mi hija… Estructura familiar y salud de los niños en México, El Colegio de México, México D.F. • Courgeau, Daniel y Lelievre Eva (2001), Análisis demográfico de las biografías, El Colegio de México, México D.F. • Heaton, Tim y Call, Vaughn (1995), Modeling Family Dynamics with Event History Techniques, en Journal Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Julián Govea Basch















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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

Anexo metodológico Delimitación de la unidad de análisis La base de datos se trabajó con el Programa Estadístico Stata. Para la delimitación de la unidad de análisis a partir de la base original de la EDER-98, se realizaron los siguientes procedimientos: se descartó a los hombres, a las mujeres que al momento de la entrada en unión conyugal tenían tres o más hijos, a los años-persona correspondientes a las edades menores de 15 y mayores de 30, y a unos pocos casos más, correspondientes a personas que no pertenecían a ninguna de las cohortes en estudio y a las personas que, formando parte de la cohorte 66-68, contaban con menos de 30 años de edad cumplida en el año de la encuesta. La base de datos quedó compuesta por 19,536 añospersona, con la siguiente desagregación por cohorte: Cohorte

Frecuencias

Porcentaje

1936-1938

6,112

31.3

1951-1953

7,024

36.0

1966-1968

6,400

32.8

Total

19,536

100.0

Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad

El supuesto de la unión única y estable durante todos los años del período en observación El siguiente cuadro da cuenta de la distribución de los años-persona por estado civil. Se observa que entre las categorías soltera y unida con el primer cónyuge suman el 93.9% del total de años-persona. Otro 2.7% corresponde a aquellas mujeres en unión con un segundo o tercer cónyuge. Edo. Civil

Frecuencias

Porcentajes

Solteras

7,047

36.07

Unidas Cony1

11,295

57.82

Unidas Cony2

505

2.6

Unidas Cony3

12

0.1

Unidas Cony4

1

0.0

Sep/Dic Cony1

557

2.8

Sep/Dic Cony2

29

0.2

Sep/Dic Cony3

4

0.0

Viudas Cony1

86

0.4

19,536

100.0

Total

Los años-persona desde el momento de la primera unión (estado inicial) El siguiente es el detalle por cohorte de la base resultante si se consideran solamente los años-personas vividos desde el momento de la entrada en unión hasta la edad 30, momento en que cada individuo sale de observación: Cohorte

Frecuencias

Porcentaje

1936-1938

4,162

33.3

1951-1953

4,588

36.7

1966-1968

3,739

29.9

Total

12,489

100.0

Los años-persona para el modelo de regresión logística Descartando los años-persona correspondientes a quienes no experimentaron la transición hacia la alta paridez, la base a partir de la cual se construyen los modelos, presenta los siguientes valores: Cohorte

Frecuencias

Porcentaje

1936-1938

3,511

37.0

1951-1953

3,706

39.1

1966-1968

2,270

23.9

Total

9,487

100.0

Comentarios generales del documento. • Las observaciones que se realizaron al documento son más de redacción y se señalan en color amarillo. • Profundizar más en la explicación de la metodología de cómo funciona el modelo de regresión que se utilizó. • En general el documento está muy bien; no obstante el documento es histórico por los años de análisis, sería interesante analizar estos cambios en año más recientes.

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Académicos Universitarios y Salud Ocupacional

3 Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores* RESUMEN. El objetivo de este artículo es analizar la presencia de factores psicosociales negativos percibidos por los profesores y determinar las asociaciones con las variables sociodemográficas y laborales, en la población estudiada. Es un estudio transversal y correlacional que incluye el total de profesores de un centro universitario regional. Se utilizaron tres instrumentos de investigación, el cuestionario de datos sociodemográficos y laborales, la Escala de Factores Psicosociales en el Trabajo Académico y la Escala de Síntomas de Estrés. Se encontraron asociaciones significativas entre los factores psicosociales, variables sociodemográficas y laborales, además de problemas de salud. Esta investigación aporta evidencias empíricas acerca de características y riesgos del trabajo académico. Es importante considerar evaluaciones periódicas y cambios organizacionales eficientes. Palabras clave: Factores psicosociales, académicos, trabajo académico, salud ocupacional. ABSTRACT. The objetive is analyse the presence of negative labor psychosocial factors percived by the professors and to determine what negative psychosocial factors of work are associated to Socio-demographic and work-related variables in this population. It is a transversal, correlational study, comprising all teachers of the campus. Three instruments were used: the socio-demographic and work-related questionnaire, the Scale of Psychosocial Factors in Academic Work and Scale of Stress Symptoms. Significant associations between psychosocial factors and socio-demographic and work-related variables exist, and health problems. This investigation contributes empirical facts about the characteristics and risks of academic work. It is very important to consider the periodic evaluations and efficient organizational changes. Keywords: Psychosocial factors, professors, academic work, occupational health.

I. Introducción En el contexto de la globalización y los cambios generados en los últimos años, el estudio de los factores psicosociales en el trabajo y la salud ocupacional, adquieren cada vez mayor relevancia. La conformación actual del profesorado universitario, los cambios y exigencias en el ámbito laboral de las instituciones de educación superior hacen necesaria la investigación de la salud y los riesgos a los que están expuestos los académicos.

Las universidades latinoamericanas experimentan transformaciones importantes a partir de la influencia y el énfasis por el desarrollo del conocimiento, la preeminencia que ha adquirido la investigación, las innovaciones científicas y tecnológicas, el enfoque transdisciplinar, la aparición de nuevas áreas del conocimiento y la creciente demanda estudiantil (Pereira, Pereira, Suárez y Díaz, 2009). A lo antes expuesto se agrega la crisis que experimentan las instituciones de educación superior respecto a la interrelación de políticas para obtener financiamiento,

Recibido: agosto 2014 / aceptado y versión final septiembre 2014. * Blanca Noemí Silva Gutiérrez. Profesor Investigador Titular en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Universidad de Guadalajara. Licenciada en Psicología, Maestra en Educación y Doctora en Ciencias de la Salud en el Trabajo. 2. Raúl Vicente Flores. Profesor Investigador Titular en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Licenciado en Psicología, Maestro en Educación y Doctor en Ciencias del Desarrollo Humano. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores

las demandas respecto a la ampliación de la matrícula, el mejoramiento de la calidad de los programas educativos, el desarrollo de la investigación, el posgrado y la profesionalización e internacionalización de la planta académica; elementos que dependen necesariamente de las condiciones y características de la población académica en los que es importante considerar los factores demográficos, de salud y laborales. En el ámbito educativo la salud laboral se consolida como una temática relevante en las últimas décadas, especialmente cuando se estudia la relación entre el ser humano y el trabajo, ya que se ha encontrado que pese a algunos avances importantes realizados por los organismos internacionales, gobiernos, empresas, sindicatos y universidades, el número de accidentes mortales, lesiones y enfermedades ocupacionales sigue siendo elevado (Chu, 2003). Así como los fallecimientos, las lesiones, las enfermedades, los costos por los accidentes en el lugar de trabajo y la baja productividad, existen otras razones para justificar la importancia que tiene investigar, reflexionar y establecer soluciones frente a las problemáticas que se originan en detrimento de la salud en relación con el trabajo: ofrecer condiciones de trabajo seguras y saludables conduce en la práctica, a tener organizaciones más productivas (Andrade y Gómez, 2008). A esto se suma la necesidad de generar investigaciones que den cuenta de esta problemática en el ámbito educativo, en razón de que no existen estudios suficientes sobre la salud de los docentes, especialmente en el nivel de educación superior. Investigadores destacados en el campo de la salud ocupacional reconocen que el proceso de trabajo docente es mucho más complejo que el mismo trabajo industrial en tanto que los objetos que se transforman en esta acción son sujetos con los que se establece una relación que sobrepasa el uso de un espacio que no es fijo e inmóvil (Parra, 2005). La Universidad de Guadalajara considerada a partir del número de estudiantes como la segunda institución más grande de México, no es ajena a la problemática 34

Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

antes expuesta. El personal académico vive cotidianamente exigencias laborales y profesionales derivadas del contexto mundial actual, incertidumbre relativa a la estabilidad laboral, salarios insuficientes y dificultades para el acceso a prestaciones que garanticen servicios de salud y la obtención de una pensión que permita contar con condiciones de vida dignas. La importancia del estudio de las condiciones de trabajo y la salud laboral ha sido reconocida por los efectos que tienen en los individuos y en las organizaciones. Desde la perspectiva psicosocial los riesgos a los que están expuestos los trabajadores en el transcurso de su jornada laboral tienen su origen en el terreno de la organización del trabajo y aunque sus consecuencias no son tan evidentes como las de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, no por ello son menos reales. Estos problemas se manifiestan en aspectos como ausentismo, desempeño, estrés, conflictos interpersonales, ansiedad y de manera general en la calidad de vida y la salud de los trabajadores. El centro universitario que se analiza en este estudio es uno de los campus regionales de la Universidad de Guadalajara creado en el contexto de la reforma académica vigente a partir del año 1994. En este campus, más del 60% de los académicos son profesores contratados por asignatura. La proporción de profesores de tiempo completo es del 36%. Del total de la planta académica más del 50% tiene una relación de trabajo de tipo temporal. De acuerdo con las edades y antigüedad laboral, el personal académico va a permanecer vinculado a la institución hasta la edad mínima de 65 años; criterio establecido a partir del actual Sistema de Pensiones y Jubilaciones de la Universidad de Guadalajara. El perfil de los académicos de este centro universitario destaca por la conformación de una planta académica con edades promedio de 38 años; trayectorias académicolaborales que incluyen actividades no solo de docencia sino también de investigación, gestión, difusión y tutoría, además de diversas actividades adicionales que significan niveles de estrés y de desgaste profesional específicos. Lo anterior a pesar de tratarse de un Centro Universitario de

Académicos Universitarios y Salud Ocupacional

reciente creación, en comparación con los Centros Universitarios Metropolitanos de la Universidad de Guadalajara que poseen antecedentes y trayectorias diferentes. Esta población académica participa a la vez de un conjunto de condiciones y relaciones laborales generadas en el marco normativo institucional que posee un clima organizacional particular; importante para la comprensión del conjunto de factores que intervienen en las condiciones de salud laboral de los académicos. En el marco institucional parte del personal académico de este centro universitario se incorporó en el contexto de los cambios del proceso de reforma académica. En este sentido los académicos han experiementado cambios respecto a lo que tradicionalmente se consideraban funciones básicas de un profesor universitario, y se incorporaron a un esquema que conlleva una amplia gama de actividades que caracteriza en la actualidad el trabajo académico universitario. Las expectativas y motivaciones iniciales del personal se transforman con el paso del tiempo, confrontando realidades, cotidianidades y aspiraciones (Silva, 2006). Para el personal académico procedente de escuelas y facultades propias del modelo previo a la reforma académica, la integración a un nuevo modelo de organización académica y administrativa, de igual manera ocasionó conflictos, incertidumbre, resistencias y a la vez expectativas y aspiraciones. Ante estos antecedentes y el contexto actual, es relevante indagar acerca de las condiciones de trabajo y aspectos específicos de la salud de los académicos de este centro universitario, para conocer las percepciones que poseen acerca de las dificultades en el contexto laboral. La investigación tuvo como objetivo analizar las posibles asociaciones entre variables sociodemográficas y laborales y los factores psicosociales que pueden constituir riesgos para la salud, en el trabajador académico. El modelo de referencia para el análisis del fenómeno antes expuesto recupera algunos de los elementos teóricos desarrollados por la Organización Internacional del Trabajo (1998); integra además la perspectiva psicosocial representada por Gil-Monte y Peiró (1997) y Peiró (1999).

Se trata de un estudio que analiza la interacción entre el académico, las características del puesto que desempeña, los riesgos a la salud y los aspectos organizacionales involucrados. Se aportan datos relevantes acerca del perfil sociodemográfico de la población académica, asociaciones significativas de las variables sociodemográficas y laborales respecto a los riesgos psicosociales y los padecimientos actuales de la población académica. Los resultados presentan los principales riesgos psicosociales en el desempeño de las actividades cotidianas que realizan los académicos y el nivel en el que se considera que estos aspectos están presentes y afectan las labores cotidianas; se identificaron a la vez los principales síntomas de estrés laboral en este grupo poblacional, además de analizar las asociaciones y los valores Odds Ratio (OE) para determinar factores de riesgo específicos, respecto a las variables sociodemográficas y factores psicosociales. II. Metodología El diseño de investigación corresponde a un estudio de tipo no experimental. Es una investigación transversal y correlacional en la que participaron ciento noventa y un académicos vigentes en el año 2010, por medio de un censo de la población académica del centro universitario. Los nombramientos de los académicos incluyen (docentes, investigadores y técnicos académicos de tiempo completo, medio tiempo y por asignatura). Se logró la participación voluntaria del 91.3% del total de la población académica del centro universitario en el período de la aplicación (209 académicos). Once académicos tienen dos contratos, como técnicos y profesores por asignatura o tiempo completo y asignatura. Se eliminaron los cuestionarios de cuatro participantes por no proporcionar las respuestas completas a los distintos instrumentos entregados. No se localizó a ocho profesores por motivo de licencia o estudios de posgrado y seis se negaron a contestar argumentando falta de tiempo. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014

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Se aplicaron de manera auto-administrada los siguientes instrumentos de investigación: 1. Cuestionario sociodemográfico y laboral. Diseño propio. 2. Cuestionario de Factores Psicosociales en el Trabajo Académico. (Silva,2006). Se integra por cuatro dimensiones: Factor I “Interacción y Aspectos Organizacionales”, Factor II “Características del Trabajo”, Factor III “Condiciones del Lugar de Trabajo” y Factor IV “Contenido del Trabajo”. Cumple satisfactoriamente con los criterios de validez de constructo establecida por análisis factorial exploratorio. La confiabilidad del instrumento se obtuvo mediante la prueba Alfa de Cronbach. Se integra por cuatro factores usando valores propios (eigenvalue) >1. El promedio de Alfa de Cronbach fue de 0.8817. Es un cuestionario para poblaciones equivalentes, con validez de constructo y confiabilidad interna. 3. Cuestionario de síntomas de estrés (Valderrama y Domínguez, 1994). El procedimiento para aplicar los cuestionarios se llevó a cabo en los departamentos de adscripción de los académicos. Para ello se entregaron los instrumentos de investigación en el lugar de trabajo. Con el propósito de garantizar el uso confidencial de la información se solicitó a los académicos que depositarán las respuestas en un sobre que ellos mismos sellaron. Debido a la diversidad de horarios de los profesores fue necesario acudir durante un promedio de cuatro semanas a los distintos departamentos para obtener las respuestas de los académicos. • Consideraciones éticas. De acuerdo con la normatividad mexicana vigente se trata de una investigación sin riesgo, debido a que no se realizó intervención o modificación intencionada en las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los participantes en el estudio. Se proporcionó a cada sujeto la Carta de Consentimiento informado en la que se explicó que la participación en el estudio no conlleva riesgo para su integridad personal o laboral, se pidió la aprobación para participar por escrito, se garantizó la confidencialidad y uso de la información con fines estrictamente académicos y se informó de la posibilidad de conocer los resultados 36

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individuales de la investigación. Las cartas de consentimiento firmadas por los académicos, se separaron de los cuestionarios que contenían las respuestas. Se realizó el análisis descriptivo y correlacional necesario para lograr los objetivos del proyecto. Para ello, se detectaron los principales riesgos psicosociales en el desempeño de las actividades cotidianas que realizan los académicos y el nivel en el que se considera que estos aspectos están presentes y afectan las labores cotidianas; se identificaron a la vez los principales síntomas de estrés laboral en este grupo poblacional, además de analizar las asociaciones y los valores Odds Ratio (OR) para determinar factores de riesgo específicos respecto a las variables sociodemográficas y los factores psicosociales. El análisis correlacional recurre al valor de la Chi cuadrada (con o sin correlación de Yates) que para ser significativa requiere un valor de p < 0.05, así como el factor de riesgo a partir de Odds Ratio (OR), obtenidos con el uso del programa Epi Info6. Los elementos para un OR significativo consideran por lo menos dos de los aspectos principales; el valor OR mayor a 1 y la p < 0.05. III. Discusión de resultados Los resultados de esta investigación respecto a la evaluación de factores psicosociales en el trabajo académico identificaron en nivel alto y en orden de importancia los siguientes aspectos: “Condiciones del Lugar de Trabajo” (57.3%), “Interacción y Aspectos Organizacionales” (49%), “Características del Trabajo” (32.8%), y “Contenido del Trabajo” (3.1%). Los porcentajes se refieren a la percepción de los trabajadores académicos en el sentido de que existen elementos negativos que están presentes y caracterizan a las actividades que realizan en su centro de trabajo. La evaluación de los aspectos psicosociales en el trabajo académico también se analizó a partir del número de factores que obtuvieron el nivel alto en el total de la población participante: con cero factores en nivel alto se reportan 46 sujetos participantes (24%), con un factor el 29.2%, con dos 29.7%, con tres el 15.6% y con los cuatro

Académicos Universitarios y Salud Ocupacional

factores el 1.6% del total de académicos. De acuerdo con lo anterior, el 76% del total de los participantes consideraron que estaban expuestos a factores psicosociales negativos o de riesgo a la salud en el contexto laboral. La evaluación de los factores psicosociales se considera independiente entre cada uno, por lo que el criterio para que exista factor de riesgo indica que es suficiente la calificación alta en uno de ellos. La percepción negativa de factores psicosociales en el lugar de trabajo de los académicos es preocupante respecto a las consecuencias que puede tener a nivel individual, organizacional y social. En el ámbito personal implica una valoración relacionada con temas como la calidad de vida, la salud y la satisfacción personal; aspectos fundamentales en el campo del desarrollo humano, elementos que impactan a la vez el nivel organizacional respecto a situaciones como el desempeño o la productividad, la calidad de las funciones sustantivas de docencia e investigación y particularmente el tipo de educación que se proporciona a los estudiantes; así como a nivel general en cuanto al compromiso social de las instituciones de educación superior. La investigación realizada por Pando et al. (2006), acerca del los factores psicosociales en el trabajo docente en una Universidad privada de Guadalajara, México; reporta los siguientes resultados: La mayor presencia de factores psicosociales negativos en los docentes de esta universidad se ubicó en los correspondientes a las “exigencias laborales” con un 22.3% en nivel alto y un 58.7% en nivel medio, lo que representa el 81% de exposición a requerimientos constantes de creatividad e iniciativa, uso de verbalización, concentración y esfuerzo visual; mientras que los factores relativos al “contenido y características de la tarea” sólo se presentan de manera negativa en el 16.8% de los sujetos estudiados. Estudios como el de Caramés (2001), presenta cuatro condiciones que caracterizan el trabajo del docente universitario, la carga física, la sobrecarga mental -combinación de elementos perceptivos, cognitivos-, las relaciones emocionales y los factores ambientales. Esta última condición coincide con el Factor “Condiciones del Lugar de Trabajo” que en la investigación

actual representa el segundo lugar de importancia por el porcentaje más alto en la evaluación de factores psicosociales negativos. En lo relativo al análisis de los factores psicosociales y la relación de estos con las variables sociodemográficas y laborales la investigación actual arrojó asociaciones estadísticas significativas (p
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