REVISTA EDU CARE EL CEREBRO ETICO

EL CEREBRO

ÉTICO POR: TANIA DELGADO VALENZUELA

Un atajo emocional ante dilemas Un tren avanza a gran velocidad y arrollará a cinco operarios que trabajan en la vía. ¿Empujaría a alguien para que el tren le atropellara y salvar así a otras cinco personas? Éste es uno de los 60 dilemas en cuya resolución se han investigado los circuitos neuronales que procesan decisiones de un grupo de voluntarios.

DILEMA

Como seres humanos cuando nos enfrentamos a un Dilema se ponen en acción las áreas que involucran la emoción y la memoria emocional (sistema límbico), la toma de decisiones, el análisis del conflicto y las relaciones que hemos establecido con los demás (LPF).

De acuerdo a la Neurosicoeducación este involucra el área más evolucionada de nuestro cerebro, el hogar de la autoconciencia en donde moran nuestras facultades superiores, el director de la orquesta: los maravillosos lóbulos prefrontales. Los lóbulos prefrontales pueden crear un observador consciente de los movimientos internos de nuestra mente, lo que nos permite crecer y mejorarnos como personas es ahí donde entra lo que llamaríamos EL CEREBRO ÉTICO, el que actúa ante dilemas de acuerdo a los valores, emociones y experiencias que hemos generado a lo largo de nuestra vida.

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EL CEREBRO ÉTICO

Los seres humanos de manera innata estamos programados para no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros Ante un dilema el hipotálamo libera los neurotransmisores: oxcitocina y vasopresina;; además involucra a la amígdala en el proceso de la emoción evaluando el significado de la información recibida. La amígdala se conecta con la corteza orbito frontal (una de las cuatro áreas de los lóbulos prefrontales);; la cual se encarga del control de impulsos, de decidir de acuerdo a los valores y normas que vamos asumiendo desde el nacimiento hasta la actualidad. En este proceso afloran sentimientos positivos o negativos y aunque no determinan la decisión, son lo que llaman pesas en una balanza que empujan mas a un lado que a otro. Cuando observamos a una persona en peligro las emociones nos ayudan a través de la intuición debido a la dopamina que envía señales de recompensa (núcleo accumbens) las cuales refuerzan la emoción positiva de la decisión.

Sin embargo, cuando una persona presenta un problema o lesión en los lóbulos prefrontales difícilmente va a tomar una decisión en pro de la ayuda desinteresada a los demás, ya que tienden a tomar decisiones de tipo utilitarista. Los seres humanos de manera innata estamos programados para no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros, sin embargo en la sociedad actual se observan alumnos con tendencia a generar acoso escolar a los compañeros que desde su perspectiva son más débiles, observándose una significativa falta de estimulación en los Lóbulos prefrontales. Solo mediante el desarrollo de los valores podremos combatir la perdida del sentido humano de nuestra sociedad actual.

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