GLOSSA
una comunidad de voces pentecostales
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Reseña bibliográfica Villafañe, Eldin, y AETH. Introducción al pentecostalismo: Manda fuego Señor. Nashville, TN: Abingdon Press, 2012. Hacer una reseña de una obra escrita es una tarea desafiante para cualquier lector. De hecho, no es la excepción para este servidor cuando el libro te parece extraordinario. Tomando en consideración la obra del Dr. Eldin Villafañe: Introducción al pentecostalismo: Manda fuego Señor es adentrarse en una de las más enriquecedoras lecturas sobre pentecostalismo. El Dr. Villafañe hace una importante y fundamental aportación –académica y teológica– para el movimiento pentecostal y siendo más preciso, el pentecostalismo latino. Introducción al pentecostalismo está formado por tres partes generales. En la primera parte del libro, el Dr. Villafañe introduce al lector en una exploración sobre los orígenes y desarrollo del movimiento pentecostal. En el capítulo 1 ‘El fuego se enciende’ es dedicado a definiciones tipológicas y antecedentes históricos del pentecostalismo. ‘El fuego revive’, capítulo 2, hace un análisis de la aportación de los latinos en el avivamiento de la Calle Azusa. Luego, en el capítulo 3, Villafañe nos adentra en lo que él llama ‘La conflagración global’, un recorrido histórico por los diferentes avivamientos del Espíritu en diferentes partes del mundo. Especialmente, hace gran énfasis en la aportación que ha hecho el pentecostalismo latinoamericano al movimiento pentecostal global. En la segunda parte del libro, Villafañe se encarga de afirmar la espiritualidad y teología del pentecostalismo latino en el contexto estadounidense. En el prólogo del libro, el Dr. Jessie Miranda afirma lo siguiente: “el carácter del pentecostalismo radica en su naturaleza distintiva espiritual y teológica, a saber, el ferviente culto, la Escritura viva, los parámetros teológicos y el canto festivo. El punto central de la vida eclesial
José R. Febus París
latina son los cultos pentecostales”. 52 Desde esa perspectiva y en mi opinión personal, es que la segunda parte del libro sirve como un distintivo sólido y contundente del pentecostalismo latino en la diáspora norteamericana. En el capítulo 4 ‘La naturaleza distintiva del fuego pentecostal latino: Espiritualidad’ pone de manifiesto la dependencia absoluta de la comunidad latina en la Tercera Persona de la Trinidad, convirtiéndola en la Comunidad del Espíritu. No como una mera expresión romántica, sino como un testimonio vivido y experimentado en su peregrinaje en tierra extraña. Por otro lado, el capítulo 5 ‘La naturaleza distintiva del fuego pentecostal latino: Teología’ sirve como un mapa del entendimiento teológico de la comunidad pentecostal latina. Especialmente los puntos cristológicos normativos del pentecostalismo que sirven como elemento unificador del movimiento pentecostal global. También el culto pentecostal latino, para Villafañe, funciona como un distintivo de lo que él llama ‘pentecostalismo criollo’. En la tercera parte llamada “¿Quo vadis?”, el Dr. Villafañe presta atención a algunos conflictos que tiene el movimiento pentecostal. De hecho, el capítulo 6 lleva como título: ‘Fuego santo o fuego extraño’ donde el autor dialoga y pone en perspectiva ciertos desafíos que se han generado por la diversidad o fragmentación que sufre el pentecostalismo. En resumen, Manda fuego Señor, representa la voz de una comunidad hispana que sabe vivir y experimentar su espiritualidad dentro de un contexto de opresión. Un pueblo, inmerso en una realidad dominante, pero que sí sabe cantar al Dios de la vida. Un pueblo peregrino y caminante con una fuerte convicción en la persona del Espíritu. Sin lugar a dudas, Manda fuego Señor, es una obra extraordinaria, aunque no final, que modela el camino para futuras investigaciones del pentecostalismo latino. José Raúl Febus Paris Profesor adjunto de teología, Centro para Estudios Latinos Pentecostal Theological Seminary, Cleveland, Tennessee
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Eldin Villafañe y AETH, Introducción al pentecostalismo: Manda fuego Señor (Nashville, TN: Abingdon Press, 2012), 10-11.
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