Resumen del pensamiento aristotélico

July 22, 2017 | Autor: Nardo Nardo | Categoría: Aristoteles
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Descripción



Aristóteles supone la cima del pensamiento griego, ya que va a explicar la realidad desde sus principios, sus fines y sus fundamentos de la forma más sistemática conocida. Su mismo método de investigación, que comienza por examinar las doctrinas de sus predecesores, revela su intención buscadora de fundamentos, de todo lo real porque su objetivo último también será encontrar los orígenes de todas las cosas como hicieron los pensadores anteriores, sobre todo Platón, pero desde un enfoque absolutamente personal y novedoso en la historia del pensamiento.
En efecto, el mejor discípulo de Platón siempre mantuvo la necesidad de acudir a un principio eterno para explicar las cosas, aunque ahora no serán las ideas, sino la sustancia o esencia. Ciertamente, su crítica a las ideas platónicas va a ser exhaustiva, pero Aristóteles, antes que nada, seguirá siendo griego, es decir, en el sentido pleno de que su concepción realista del mundo no sólo se corresponde con el ideal filosófico platónico en su conjunto, sino que, precisamente, va a llevar a término el platonismo como el mayor "realismo de las ideas" posible.
De manera que el estagirita buscó primero en la academia platónica los principios que explican los fenómenos con los que se manifiestan las cosas: la φύσις, se manifiesta en la Física, el ἒθος, en la ética, la ψὐχη, en la sicología… Pero además fue el primero en preguntarse sobre la filosofía primera, es decir, la ciencia del principio, la metafísica, esta búsqueda sistemática del principio aplicada al conjunto de su obra dio pie para que fuera llamada principalista.

LA DIALÉCTICA:

Esta palabra en el uso normal griego significaba discutidor o relativo a la discusión utilizando el punto de vista de la opinión. En la dialéctica se realizaba un debate en el que había dos discutidores (preguntador y respondedor) junto con un público y un moderador, y a través de una serie de factores vencía uno o el otro utilizando su propia habilidad de la oratoria. Los temas que eran sometidos a discusión deberían ser interesantes y polémicos. La dialéctica se basa en que sus argumentos son meras opiniones y no verdades objetivas. Este debate tenía un fin que era lucir sus habilidades y entretener a los espectadores y en la que todo se debe quedar en una competición de habilidad dialéctica. Aristóteles la concibe como un ejercicio de entrenamiento mental, para convencer a los demás en nuestras conversaciones y para avanzar en filosofía ya que reunir los argumentos nos permitirá discernir la verdad en cada cuestión.
Aristóteles llamaba a la dialéctica discusión que servía para vencer en los debates. También aparecía la la cual era una idea que el preguntador proponía al respondedor.
Aristóteles se interesó rápidamente por la dialéctica y lo reflejó en el libro más importante de este ámbito llamado 'Tópicos' que constituyen un catálogo de esquemas generales de argumentación que aplicados a la dialéctica ayudan al discutidor a ganar el debate. Son una especie de premisas que anticipan sus silogismos y que llevan al desarrollo de la lógica. Esta obra está formado por 9 libros escritos por un Aristóteles muy joven. La obra se caracteriza por un lenguaje platónico ya que no disponía de sus características más destacables.

METAFÍSICA:

El Diálogo de Aristóteles está dividido en historia, crítica y teología. Se cree que una parte de este debió ser la Metafísica, pero decidió omitirla, bien por accidente o por esotérica.
La Metafísica debió escribirla en sus últimos años de vida puesto que "La Doctrina de las Almas de los Astros" es claramente anterior al desarrollo intelectual de Aristóteles. Desde tiempos romanos se ha difundido esa idea, y además se cree también que es una obra inacabada. Por otro lado, haciendo un análisis interno de la obra, se llaga a la conclusión de que hubo varios periodos, idea que además está respaldada por el hecho de que la obra en sí no se reunió hasta después de la muerte de Aristóteles. Aunque bien es cierto que muchas de estas conjeturas fueron hechas por los traductores de la obra, en su mayoría musulmanes, por lo se recomienda centrarse en la idea en sí de la Metafísica y no en el enfoque subjetivo.
Para empezar a analizar la Metafísica de Aristóteles, es necesario saber los tres tipos de saberes:
Productivos: producir objetos (orientado a la acción)
Prácticos: regulan la conducta (orientado a la acción)
Teóricos: conocimiento mismo (orientado a la contemplación)
Las ciencias teóricas son individuales y particulares y cada una se ocupa de lo suyo, de su realidad, y hay tres:
Física: realidades materiales y móviles
Matemáticas: realidades materiales e inmóviles
Ciencia o Filosofía Primera: realidades inmateriales e inmóviles
Aun así, el mismo Aristóteles afirmó en su Libro Sexto que la física podría pasar a ser Ciencia Primera si no existe ninguna entidad fuera de las ya establecidas. De existir (y existe) una entidad inmóvil, pasaría a ser la filosofía primera y universal (por ser primera) y es por ello que se estudian sus atributos puesto que pertenecen a algo que es. El problema es que en la ciencia primera se funden (o confunden) dos ciencias dispares:
Ontología: estudia todo lo real (ciencia general)
Teología: estudia la realidad y es suprema (ciencia particular)

ANTROPOLOGÍA:

Ontología:
La ontología se encarga de estudiar el "ser como ser", "el ente en cuanto al ente", es decir: el ente y sus atributos. Aristóteles entendía el ente como la sustancia primera, aquello que es concreto mientras que el resto de cosas están en ella, en el sujeto (sustancia segunda, la esencia) o parten de ella (accidentes) El término con el que se menciona el objeto de una ciencia, ha de ser unívoco, con un solo significado, sin embargo, "ser" tiene muchas significaciones, aunque todas tienen una conexión entre sí. De unas cosas se dicen que son, por ser entidades, de otras por ser un proceso a la entidad…entre estas significaciones, hay una referencia común a la entidad o sustancia. Esto remite a otros sentidos del ser:
Ser en potencia
Ser en acto
Las consecuencias de estas dos divisiones para la ontología como ciencia son varias:
La "referencia a una" garantiza una unidad que no es la del género, pero sí suficiente para asegurar la unidad de una ciencia.
En este tipo de unidad, siempre hay un término "primero", que es el común al que todos los otros están referidos.
Cuando una ciencia gira en torno a este tipo de unidad, debe centrarse en el término primero.
Según lo anterior, la ontología debe ocuparse principalmente de la entidad (también llamada οὐσία). Llamamos entidad a la palabra que designa aspectos de la realidad, como la esencia de lo universal, del sujeto o del género. La más importante es la de sujeto, y es que Aristóteles nos cuenta que la entidad será el sujeto último, en aspecto lógico, y también será sujeto último en aspecto físico, pues sería el último sustrato. Si todos los seres están compuestos de materia y forma, y descartamos la materia como entidad, nos quedaríamos exclusivamente con la forma, a la que podríamos llamar más acertadamente "entidad". Desde el punto de vista lógico, la entidad de cada cosa es su esencia, junto con su definición correspondiente. Desde el punto de vista físico, la forma es acto o actividad. Así, "ser hombre" en realidad, es ejecutar ciertas actividades como alimentarse, reproducirse, ver, oír, pensar, hablar o decidir.

Teoría hylemórfica y teoría del alma:
Toda substancia es un compuesto de materia (cuerpo) y forma (alma), que conforman una unidad. El alma es el fundamento de toda vida y es lo que organiza y anima la materia. El alma da vida al cuerpo, que puede entenderse como un microcosmos. Alma y cuerpo, forma y materia, conforman una unidad substancial: son indivisibles e interdependientes. El alma no debe entenderse como algo divino en Platón, pues según Aristóteles ésta es mortal con el cuerpo, por lo que podemos relacionarla con la mente. Sin embargo, respecto al alma, el intelecto agente, es inmortal y eterno, y no muere con el cuerpo. Así, de algún modo, Aristóteles pone en "reminiscencia" la teoría platónica. De alguna forma, en el proceso de abstracción o intuición, despierta una chispa divina que nos permitirá conocer los primeros principios de las cosas, y al morir, dicha chispa, retornará al primer motor inmóvil. Sea como sea, Aristóteles se muestra ambiguo en esto.
El alma debe identificarse con la substancia segunda, pues esta se diferencia entre los distintos seres unos por la esencia, por las potencialidades que podemos alcanzar: de alguna forma el alma permite alcanzar la entelequia. Así, los seres que pertenezcan a la misma especie, se diferenciarán por la materia exclusivamente.
Facultades del alma: en contraposición a Platón, Aristóteles va a hablar de una sola alma con distintas facultades:
facultad vegetativa (alma vegetal): referida a la reproducción y a la nutrición. la ostenta todo ser vivo.
facultad animal (alma animal): corresponde a las sensaciones y al movimiento. Es propia de animales y humanos, pero no de plantas.
facultad intelectual: corresponde a la razón, única en el ser humano. La facultad intelectual tiene una serie de funciones y virtudes relacionadas con la ética.

TEOLOGÍA:

A partir del análisis del movimiento, Aristóteles tenía que situar la causa última de los movimientos en "un ser que mueve sin estar él en movimiento", es decir, un motor inmóvil. Al no tener cambio alguno, esta entidad ha de ser acto puro, y por tanto inmaterial, puesto que la materia es la pura potencia. Si es acto puro, ha de consistir en algún tipo de actividad más sublime, por lo que hablamos de pensamiento: el acto puro es un acto de pensamiento.
El pensamiento es siempre de algo, por tanto, dicho acto de pensamiento deberá tener un objeto que pensar y que deberá ser aún más sublime, es decir pensamiento. De esta forma, el acto puro se nos presenta ahora como pensamiento de pensamiento, es decir, pensamiento que se piensa a sí mismo.

Síntesis de ontología y Teología:
La teología es una ciencia particular, a diferencia que la ontología, que es una ciencia universal. Sin embargo, para dar unidad a la metafísica aristotélica, es necesario establecer relaciones entre ambas ciencias. Para ello, usaremos la estructura de "referencia a uno". Primero, la referencia "a uno" remite al estudio de la entidad en sí,
[1] (Werner, Jaeger, Aristóteles. Bases para la Historia de su Desarrollo Intelectual, F.C.E, 1983)

ÉTICA:

Aristóteles desarrolla su ética en tres grandes obras que son: Gran Ética, Ética Eudema y Ética Nicomaquea siendo esta la más importante.
La ética es un saber práctico que trata de cómo organizar su vida los seres humanos para poder vivir bien y ser felices y por ende es la encargada de guiar y orientar el comportamiento del ser humano. Su ética tiene una importante dimensión teleológica en la que toda acción responde a un objetivo. Este objetivo es la eudaimonia identificada con el fin último del hombre que consiste en hacer bueno al hombre y el bien supremo. Pero para que el bien haga feliz al hombre necesita las siguientes características:
Debe ser perfecto y suficiente por sí mismo para hacer al hombre feliz. De tal modo que si lo consiguiéramos no necesitaríamos de ningún otro.
Debe buscarse por sí mismo, sin que esté subordinado a otro bien, puesto que es el bien supremo.
Debe estar relacionado con aquella actividad que sea propia y característica del hombre.
Debe hacer al hombre moralmente bueno.
Debe ser estable.
La felicidad del hombre consiste en llevar una vida contemplativa dedicada al saber y dependerá de los factores externos favorables como la fama y el dinero, los bienes del cuerpo como los placeres sensibles y los bienes del alma, como la razón que es la que diferencia a los seres humanos de los animales. La felicidad es algo perfecto y suficiente ya que es el fin de los actos. Además radica en nosotros mismos y es una cierta actividad del alma de acuerdo con la virtud. Es una cosa perfecta y digna de ser alabada.
Respecto a la areté (virtud) se refiere a los placeres y dolores que crecen por las mismas acciones que las produce y es destrozada si no actúa de la misma manera, además de que se ejercita en las mismas cosas que le dieron origen. Diferenciamos dos tipos de virtudes: Dianoéticas y éticas.
Las virtudes dianoéticas son las que están relacionadas con la reflexión y deliberación. Es imposible conseguir la plena felicidad porque no puede ejercer plenamente la vida contemplativa. Así, la felicidad es limitada. Se identifican con las dimensiones intelectivas del ser humano, es decir, con la parte racional. Con la buena ejercitación y una serie de funciones puede llegar a la virtud. Estas virtudes son teóricas y tienen un valor por sí misma. Las virtudes dianoéticas son las siguientes:

La prudencia: Se corresponde con la razón práctica. La prudencia es la virtud que nos hace reconocer cuales son los medios que nos acercan al bien, se consigue con la experiencia y es fundamental para controlar la parte irracional. Esta virtud controla la ética y política.
El arte: Capacidad de saber hacer de manera racional.
Sabiduría: Se consigue con el saber contemplativo. Da lugar a las ciencias teóricas. Esta virtud junto a la prudencia darán la felicidad al ser humano.
La ciencia: Conocimiento de aquello que es universal y necesario y por tanto es demostrable.
La inteligencia intuitiva: Habilidad para captar los principios más generales de la ciencia.

Las virtudes éticas son las más humanas estando relacionadas con la manera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nuestros deseos. Se retiene a la parte animal del ser humano, es decir, a la parte irracional y esta parte también estará gobernada por la razón. En toda acción humana hay tres elementos fundamentales:

Volición: Marca el objetivo.
Deliberación: Deliberar sobre la mejor manera de conseguirlo.
Decisión: Conduce a la acción.

La virtud también se divide en acciones voluntarias que son alabanzas o reproches y en acciones involuntarias que son acciones forzosas y son elegidas para evitar ciertas consecuencias. Lo forzoso es aquello cuyo principio es externo sin que el hombre forzado intervenga en nada.
En este tipo de virtud también hay que dar importancia al hábito y al término medio. El hábito se adquiere mediante el ejercicio repetido de una acción alcanzando la virtud. El decidir bien las cosas consiste en adoptar el término medio (moderación del comportamiento) entre dos extremos. Para conseguir el término medio hay que apartarse de lo más opuesto, tomar el mar menor, alejarse de lo agradable y del placer para poder ser así imparciales. Así por ejemplo, el término medio de temeridad y cobardía es la valentía. Solo la prudencia garantiza la elección correcta del término medio.

POLÍTICA:

Ciencia que tiene como fin fijar las normas generales de la acción que aseguren el bien de los ciudadanos y de la ciudad.
Como punto de partida habrá que examinar las partes de cualquier todo desde el todo hasta la parte, pues esta adquiere su calidad en cuanto queda adscrita al todo. El todo es anterior a la parte.
Concepto de naturaleza: la naturaleza de cualquier cosa es lo que llega a ser en acto después de su completo desarrollo.

La ciudad:
La ética aristotélica culmina en la política, que estudia la ciudad en común y la organización social. El ser humano sólo puede alcanzar la felicidad si el contexto social está bien organizado, pues el hombre es un animal social y político, y se desarrolla conforme a la comunidad y a sus seres cercanos. Para que la sociedad esté bien organizada se necesita que los hombres sean justos, de ahí la unión aristotélica de ética y política, tal y como hizo su maestro.
Aristóteles defiende que el estado es anterior a los individuos- el estado en natural, no convencional- precisamente por esa noción del hombre como animal social: si no hay ciudad, no hay personas, y es por eso que llamamos ciudad al conjunto de ciudadanos capaz para una vida autosuficiente. Esta cambia constantemente en el aspecto cuantitativo, hecho importante, pero los regímenes políticos son aquellos que cambian la ciudad en su aspecto cualitativo, ya que son diferentes formas de organizar la ciudadanía. La unidad de la ciudadanía es una cuestión importante, pero que ha de ejecutarse teniendo en cuenta que la virtud está en el medio (τὸ μέτρον, τὸ ἄριστον), pues la naturaleza de la ciudad es ser un conjunto de partes diferentes. Si se llega al punto de que no hay distinción entre las partes dejaríamos de hablar de ciudad y sería entonces inútil; al igual que si encontramos demasiada divergencia entre partes de la ciudad no se daría la vida conjunta de ellas y la ciudad tampoco se daría. En caso de una alianza militar, podríamos hablar de un cambio cuantitativo, pues no cambia el tipo de organización social, mientras que en el paso de tribu a ciudad sí se dan cambios cualitativos, pues las relaciones que contraen las distintas partes integrantes del conjunto de la tribu cambian hasta adquirir el carácter de ciudad. Por tanto, podemos decir que la ciudad es el marco donde tiene lugar la socialización medida y proporcionada de todas las partes que puede albergar.
La ciudad, cuyo objetivo es el bienestar, es la asociación perfecta de aldeas, pues establecen una relación de autosuficiencia gracias a la urgencia de vivir. Toda asociación tiene miras a algún bien, como la familia, por ejemplo, cuyo motor es la necesidad, ya que comienza con la unión indispensable del macho y la hembra para su supervivencia. Su objetivo es satisfacer las necesidades cotidianas. De modo que la ciudad se da por naturaleza y el hombre es por naturaleza un "animal cívico". Los enemigos de la ciudad son los seres en naturaleza inferiores o superiores. Como distintivo de que el hombre es un animal social encontramos la capacidad comunicativa a través de la voz, la cual existe por la naturaleza pensante del hombre, ya que tiene la cualidad distintiva respecto a los animales de saber lo que es bueno frente a lo malo. Gracias a esto, el hombre se asocia en el matrimonio y en la ciudad.
"Fin de la ciudad es, por tanto, el bien vivir y todo eso está orientado a ese fin. La ciudad es la asociación de familias y aldeas para una vida perfecta y autosuficiente. Y esta es, como decimos, la vida feliz y bella". (Política, III, cap. IX: 135)
La ciudad verdaderamente cívica, la ciudad superior, es aquella que no sólo consigue los bienes propuestos, sino que comprende a las demás. Al comenzar la ciudad por la asociación natural entre macho y hembra se da después la segunda condición indispensable para la asociación: dominar-ser dominado. De esta forma Aristóteles plantea las tres relaciones sociales que conforman la célula de la polis:
1. Relación conyugal: hombre-mujer, cuyo objetivo es la procreación.
2. Relación paternal: padre-hijo, cuyo objetivo es la educación.
3. Relación de señorío: libre-esclavo, cuyo objetivo es la dominación.
Por naturaleza la mujer y el esclavo existen porque tienen su función, pero no son lo mismo porque su tarea es distinta (pues cada cosa se define por su actividad) aunque se encuentran en el mismo rango junto al bárbaro. Esto se debe a que carecen del elemento dominador por naturaleza.

El ciudadano:
La organización de la ciudad se fundamenta según el acuerdo de la constitución, que establece las leyes de la ciudad que garantizan la justicia y felicidad del individuo. El ciudadano es aquel que se define por su participación en la justicia y en el gobierno, quien puede tener lugar en el poder deliberativo y judicial tanto por su capacidad física y mental, así pues, los niños y ancianos no podrían serlo por su nivel de madurez, mientras que los esclavos y las mujeres no podrían por su calidad de ser o naturaleza.
"Hay que suponer, en consecuencia, que la comunidad política tiene por objeto las buenas acciones y no sólo la vida en común. Por eso, a cuantos contribuyen en mayor grado a tal comunidad, les corresponde una mayor participación en la ciudad que a los que en libertad o estirpe son iguales o superiores, pero desiguales en virtud política, o a los que sobresalen en riqueza, pero son inferiores en virtud. Pues bien, que todos los que discuten sobre los regímenes políticos hablan solamente de una parte de lo justo, queda claro con lo dicho." (Política, III, cap. IX: 135)
La organización entre libres y esclavos se da al igual que en la naturaleza, pues incluso en esta aparecen las divisiones jerarquizadas. Aristóteles distingue tres ámbitos de relación entre los individuos, cuyo primer elemento, la familia, y su desarrollo, dan lugar al estado:
La familia: relación heterogénea en la cual cada individuo cumple una función. Ésta sigue un orden jerárquico: padre, mujer, hijos, esclavos.
El padre: será el que ostente el poder en la familia y se debe cumplir su mandato.
La mujer: se encargará de las tareas domésticas y la reproducción. Son labores fundamentales para el correcto desarrollo de la ciudad.
Hijos: pretenden seguir el ejemplo del padre.
Esclavos: deberán llevar a cabo tareas físicas, por su falta de inteligencia y por su origen bárbaro. Su condición de esclavo viene de forma natural, a no ser que un griego sea convertido en esclavo, entonces se daría una esclavitud convencional.
Así, mujer y esclavo deben estar subordinados al hombre para que este dedique su tiempo a la política y a la sabiduría: lo fundamental en la familia es garantizar al individuo sus necesidades básicas.
Una característica del hombre es que su alma manda sobre el cuerpo, de este modo los "pervertidos" sufren la dominación del cuerpo sobre el alma como las bestias. Por tanto, el alma intelectual es la directriz del comportamiento y fuente de la dominación que hace sobre el cuerpo. Aquí encuentra el hombre su carácter político de dominación. En el trabajo de los esclavos predomina el cuerpo sobre el alma, por lo que dependen del amo que es quien tiene uso de razón, ya que predomina en su hacer diario el alma sobre el cuerpo. La esclavitud resultante de la guerra puede ser no conveniente ya que un libre por naturaleza no tiene por qué ser mandado. Pero los no apresados en la guerra han de encontrar conveniente esta unión, pues les conviene para su supervivencia. El amo no se define por adquirir esclavos sino por sacar provecho de ellos.
El ciudadano no ha de ser buena persona para ser ciudadano, ni para serlo de buena manera. Siempre ha de existir en contrario a lo que se propone, pues si no existiera sería inútil esto último, por lo que no es ahí donde radica la virtud ciudadana. La virtud ciudadana radica en saber mandar y saber, también, dejarse mandar. El que manda a los libres no ha de ser un erudito, ni saber de buen modo, sino conocer cómo hacer el bien con los recursos disponibles, como por ejemplo con los esclavos. El requisito para esto es la sensatez, la cual hace funcionar las propuestas ciudadanas para mantener el buen estado de los bienes comunes. De este mandato el libre aprende a mandar y a ser mandado.
En caso de los hijos ilegítimos de ciudadanos no serán considerados en calidad de éstos ya que se ven privados de la virtud ciudadana por naturaleza.

Tipos de regímenes políticos:
Aristóteles intentó estudiar los sistemas, tanto su estructura como su dinámica. Finalmente llegó a distinguir tres tipos de regímenes políticos según el número de gobernantes y sus respectivas ocupaciones:
monarquía: gobierno de un solo hombre que busca el bien común, pero cuando el monarca se centra en su interés exclusivamente, la monarquía se degenera en tiranía.
Aristocracia: gobierno de unos pocos, los más sabios y virtuosos, que degenera en una oligarquía, en la que los ricos forman el poder y se olvidan de la comunidad.
República: gobierno del pueblo con unas leyes aprobadas en común, que degeneran en democracia, un gobierno sin leyes y en el que los demagogos agitan al pueblo.

La ciudad ideal:
Finalmente, lo que interesa Aristóteles es un estado que garantice en bien común que lleve a todos a la felicidad. Y precisamente quienes conforman el gobierno de estado deberían ser hombres más inteligentes y virtuosos que el resto, los más cercanos a la felicidad.
Para Aristóteles el sistema político ideal tendría que residir en el medio: de una clase media que garantice el cumplimiento de las leyes (fundamental para la estabilidad y pervivencia del régimen) y la participación ciudadana en política.
Los ciudadanos se repartirían las tierras y las poseerían, y estas serán trabajadas por esclavos mientras ellos se dedican a la filosofía y la política. En su juventud, los ciudadanos se encargarían de la defensa de la ciudad (guerreros); en su madurez se ocuparán de la administración; y en su vejez se ocuparán de lo sacerdotal y de filosofar. En este desarrollo será fundamental la educación recibida en la infancia
Podemos destacar otros puntos importantes para esta ciudad:
Aborto para controlar el número de población y eliminación de seres discapacitados (física y mentalmente).
Plaza en el centro de la ciudad.
Zona cálida, cercana al mar.

ECONOMÍA POLÍTICA:

Concepto de crematística: conjunto de procesos, actividades y prácticas para conseguir bienes materiales, como por ejemplo la agricultura, cambio de productos e incluso la guerra. Hay dos tipos:
Doméstica: conseguir los recursos básicos para la familia;
Comercial: tiene como objetivo ganar dinero, el cual es convencional. Hay tres tipos:
1. Comercio: intercambio de bienes por dinero.
2. Trabajo asalariado: intercambio de trabajo por dinero.
3. Crédito por interés: intercambio de dinero por más dinero.
La sociedad se basa en el intercambio de bienes y servicios, pero no son directamente intercambiables, pues unos tienen más valor que otros. Así, para que los intercambios fueran justos nació la moneda.
Concepto de economía: administración general de los bienes.
En Aristóteles existe distinción entre objetos animados e inanimados. La propiedad es un montón de instrumentos, los cuales son instrumentos de producción, mientras que otros son instrumentos prácticos. Los esclavos son prácticos, y como parte de una propiedad, dependen de ella, por lo que el amo no depende del esclavo sino que el esclavo depende del amo. El hombre que no se pertenece a sí mismo es esclavo, el hombre que es una pertenencia es un utensilio, el esclavo es un utensilio práctico de otro hombre.
Los trabajadores manuales son esclavos si prestan servicio a particulares, mientras que son obreros y jornaleros si trabajan para lo público.
Aristóteles pone especial atención a la propiedad de los bienes y de los medios de producción, alegando que, si bien se produce la unidad de la propiedad bajo un carácter público se incurriría en el fallo socrático de querer unir a ultranza la ciudad, el cual se produce por la dificultad legislativa y de acuerdo entre partes integrantes de la ciudad. En cambio, afirma que la propiedad privada de los medios de producción y pública de los bienes de uso puede ser provechoso.




BIBLIOGRAFÍA:

ARISTÓTELES; Acerca del alma, Gredos (2010).
ARISTÓTELES; Ética a Nicómaco, Espasa-Calpe (1983).
ARISTÓTELES; Política, Clásicos de Grecia y Roma, Alianza Editorial (1998).
ARISTÓTELES; Metafísica, Gredos (2011).
JAEGER. W; Aristóteles, bases para la Historia de su Desarrollo Intelectual, F.C.E. (1983).
MOSTERÍN, J; Historia del Pensamiento: Aristóteles, Alianza editorial (2006).







[1] (Werner, Jaeger, Aristóteles. Bases para la Historia de su Desarrollo Intelectual, F.C.E, 1983)
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