Resumen de la tesis doctoral: La esclavitud en Barcelona a fines de la Edad Media (1479-1516). El impacto de la primera trata atlántica en un mercado tradicional de esclavos?

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Descripción

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LA ESCLAVITUD EN BARCELONA A FINES DE LA EDAD MEDIA (1479-1516). EL IMPACTO DE LA PRIMERA TRATA ATLÁNTICA EN UN MERCADO TRADICIONAL DE ESCLAVOS.

– RESUMEN –

Ivan Armenteros-Martínez

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Fecha de defensa: 12 de noviembre de 2012. Directora: Roser Salicrú i Lluch. Tribunal: Antonio Furió Diego (Universitat de València); Teresa M. Vinyoles i Vidal (Universitat de Barcelona); Wolfgang Kaiser (Université Paris I Panthéon- Sorbonne, EHESS). Cualificación: apto cum laude. Premios recibidos: 2013, premio de tesis doctoral en historia medieval, Fundació Noguera – Colegio de Notarios de Cataluña; 2014, Premio Extraordinario de Doctorado (Historia), Universidad de Barcelona. Consultable en línea: http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/95887/IAM_TESIS.pdf?sequence=7

El objetivo de esta tesis doctoral es analizar y evaluar, desde una perspectiva demográfica, económica y social, el impacto de la primera trata negrera en la Barcelona tardomedieval. El trabajo se divide en dos volúmenes. El segundo recoge buena parte de la documentación utilizada para la elaboración de la investigación, mientras que el primero se estructura en dos mitades. La primera aborda el desarrollo de la esclavitud en Europa occidental desde la antigüedad clásica hasta la irrupción de la trata negrera, analizando diversos aspectos que ayudan a comprender la evolución de la esclavitud desde una perspectiva diacrónica amplia. La segunda parte se dedica al análisis del fenómeno de la esclavitud en la Barcelona del Renacimiento desde diversas perspectivas. En primer lugar, las características demográficas de la población esclava y liberta son analizadas atendiendo al ritmo de la llegada de los cautivos y las variables que definieron a los hombres y las mujeres esclavizados, como el color, la edad y el origen etnogeográfico. A continuación, se examinan las dinámicas del abastecimiento subrayando el papel de los mercaderes catalanes en las redes de la primera trata atlántica. Asimismo, se disecciona el funcionamiento del mercado barcelonés atendiendo a la variedad de las operaciones de tipo económico en las que podía intervenir un cautivo y a los perfiles socioprofesionales de los dueños de los esclavos. Finalmente, el último apartado, que sitúa al esclavo en el centro del análisis, aborda las distintas formas de aprovechamiento de su capacidad para el trabajo y analiza los distintos caminos que tomó el proceso de la socialización. Las páginas finales están dedicadas a la cofradía de esclavos y libertos negros de “Sant Jaume” de Barcelona, fundada en 1455, y a la proliferación de hermandades negras en el sur de Europa occidental.

Sumario 1. Definición del objeto de estudio

p. 3

2. El trabajo en los archivos

p. 4

3. Organización del discurso

p. 6

4. Resultados

p. 7

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1. Definición del objeto de estudio El objetivo de nuestra tesis doctoral ha sido analizar y evaluar, desde una perspectiva demográfica, económica y social, el impacto de la primera trata negrera en un mercado de esclavos de tradición medieval y mediterránea que comenzó a adaptarse al nuevo contexto económico surgido en las aguas africanas del Atlántico medio hacia mediados del siglo XV. El interés por abordar el estudio de la esclavitud en el observatorio barcelonés durante esta cronología ha sido doble. En primer lugar, porque, desde el medievalismo, a menudo se ha considerado que, tras la eclosión de la trata negrera atlántica y la expansión otomana en el mar Negro y los Balcanes, el fenómeno de la esclavitud habría entrado en decadencia en el espacio del Mediterráneo occidental. Sin embargo, los datos publicados por Vicenta Cortés para la Valencia de 1479-1516 contradecían esta percepción y permitían elaborar una serie de hipótesis aplicables al caso barcelonés1. Y, en segundo lugar, porque el estudio del fenómeno de la esclavitud en la Barcelona de finales de la Edad Media apenas había despertado el interés de los especialistas. Los trabajos de Josep Hernando, por ejemplo, se habían interesado, fundamentalmente, por el análisis de la esclavitud en la ciudad catalana durante el siglo XIV2, mientras que Fabienne Guillén había centrado sus estudios en la Barcelona de finales del siglo XIV y la primera mitad del siglo XV3. Además, la únicas aproximaciones a la esclavitud en la Barcelona tardomedieval y pre-moderna habían sido parciales y poco exhaustivas en el uso de las fuentes documentales inéditas, si bien es cierto que permitían concluir que, a finales del siglo XV y durante las primeras dos décadas del siglo XVI, el fenómeno de la esclavitud continuaba siendo una realidad4. Así, pues, el marco geográfico y cronológico en el que se encuadra este trabajo es el de la Barcelona de 1479 a 1516. El espacio corresponde a la ciudad de intramuros y a las zonas rurales que la rodeaban, en las que es preciso incluir algunas poblaciones que, en la actualidad, forman parte del municipio y algunas otras que no han sido 1

Vicenta CORTÉS ALONSO, La esclavitud en Valencia durante el reinado de los Reyes Católicos (14791516), Publicaciones del Archivo Municipal de Valencia, Valence, 1964. 2 Josep HERNANDO, Els esclaus islàmics a Barcelona: blancs, negres, llors i turcs. De l’esclavitut a la llibertat (s. XIV), IMF-CSIC, Barcelone, 2003. 3 Fabienne PLAZOLLES GUILLÉN, Les esclaves et les affranchis musulmans et noirs en milieu urbain aux e e XIV et XV siècles: l’exemple de Barcelone, thèse de doctorat inédite, Université Paris III-Sorbonne, 1997. 4 Dimes SANCHO I MARTÍNEZ, « La esclavitud en Barcelona en los umbrales de la Edad Moderna », Estudios históricos y documentos de los archivos de protocolos, 7 (1979), p. 193-270 ; Josep M. MADURELL MARIMÓN, « Los seguros de vida de esclavos en Barcelona (1453-1523). Documentos para su estudio », Anuario de Historia del Derecho Español, 78 (1955), p. 123-188.

4 absorbidas. En definitiva, buena parte de lo que hoy constituyen las comarcas del Barcelonès y el Baix Llobregat. Y el tiempo queda ceñido al reinado de Fernando II, un período fundamental para la organización de la primera trata negrera en el que Portugal puso en marcha un sistema de licencias y concesiones de explotación monopolística cuyas repercusiones para las economías ibéricas fue sustancial. Como demostró Vicenta Cortés para Valencia, el tráfico negrero irradió con fuerza en aquella ciudad, haciendo de ella el mercado de esclavos más importante de todos los territorios ibéricos no portugueses hasta los primeros años del siglo XVI. Y, en ese contexto, y a pesar de la especial situación que atravesaba Barcelona, condicionada, en primer lugar, por las consecuencias sobre la normalidad de la vida económica que la guerra civil catalana de 1462-1472 dejó tras de sí, y, en segundo lugar, por la reconfiguración de las redes comerciales de larga distancia tras los procesos expansionistas otomano e ibérico en el Mediterráneo central y oriental y en el Atlántico medio, respectivamente, era de esperar que la ciudad catalana percibiera, del mismo modo, aunque probablemente con matices, el impacto de la primera trata atlántica.

2. El trabajo en los archivos Durante la elaboración del trabajo de investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA), en el que analizamos la esclavitud en la ciudad de Barcelona durante un período cronológico breve (1472-1480), pudimos evaluar la potencialidad de la documentación conservada tanto en el Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona (AHPB) como en el Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona (AHCB)5. Gracias a esta primera experiencia, en el momento de comenzar la tesis establecimos una estrategia de trabajo que pasaría por combinar el análisis sistemático de la documentación notarial y municipal con la consulta parcial, pero exhaustiva, de fuentes de distinta tipología y naturaleza, tanto inéditas como publicadas. En primer lugar, iniciamos el vaciado sistemático de todos los manuales notariales conservados en el AHPB para el período 1479-1516, es decir, 668 manuales producidos por 81 notarios, a los que se les añadieron, en una etapa posterior, otros 95 libros de testamentos y 14 libros de seguros marítimos.

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Iván ARMENTEROS MARTÍNEZ, Aproximación socioeconómica a la esclavitud en Barcelona entre los años 1472 y 1480, mémoire inédite de DEA, Université de Barcelone, 2007.

5 En segundo lugar, el análisis sistemático también se extendió a los fondos conservados en el AHCB, pero en esta ocasión ampliando la perspectiva cronológica desde los últimos años del siglo XIII hasta entrado el siglo XVII, si bien es cierto que el grueso de la documentación consultada se concentró en el período comprendido entre los siglos XIV y XV. De este modo, se consultaron íntegramente las series Llibre del Consell (29 volúmenes), Registre d’ordinacions (13 volúmenes), Ordinacions originals (22 volúmenes) y Ordinacions especials (3 volúmenes) de la sección Consell de Cent, así como las Rúbriques d’ordinacions conservadas en la sección Manuscrits (1 volumen), la serie Gremis de la sección Documentació corportativa i gremial (1 volumen), algunos de los registros de Inquisició, Processos y Cerimonial de la sección Consellers (2 volúmenes y 4 cajas), el registro del censo municipal elaborado en 1516 y la serie Cerimonial (10 cajas). El trabajo en el archivo municipal fue completado con diversas consultas puntuales llevadas a cabo en Deliberacions y algunas noticias dispersas aparecidas en las series Lletres Closes y Clavaria, así como la consulta de las obras Manual de Novells Ardits, Llibre de les Solemnitats de Barcelona y Cerimonial dels Magnífics Consellers i Regiment de la Ciutat de Barcelona, todas ellas editadas. En tercer lugar, también nos interesamos por la consulta de algunas series de carácter real conservadas tanto en el Archivo de la Corona de Aragón (ACA) como en el AHCB. Comenzando por la sede del archivo municipal (AHCB), esta institución también alberga la unidad documental Arxiu del Veguer, de la que fueron analizadas la serie Crides del Veguer i del Batlle (3 cajas) y los más de 500 procesos judiciales que se conservan en la serie Processos (42 cajas). En cuanto al ACA, el trabajo que se llevó a cabo, bastante más selectivo, se materializó en la consulta parcial de la serie Escrivania Major del fondo Generalitat y de algunos registros de la serie Coses vedades o Res prohibitae. Finalmente, el estudio de fuentes documentales de carácter real fue completado con la consulta de las obras Constitucions i altres drets de Catalunya (compendio

de

pragmáticas

y

constituciones

aprobadas

por

los

monarcas

catalanoaragoneses durante el período 1283-1705), los Usatges de Barcelona (corpus jurídico de carácter feudal compilado entre 1149 y 1151 a partir de resoluciones de la corte condal, fragmentos del derecho romano y del derecho gótico y cánones religiosos) y el Dietari o Llibre de Jornades (1411-1484) de Jaume Safont (dietario redactado por el escribano mayor de la Diputació del General), todas ellas publicadas.

6 Por último, el análisis de las fuentes documentales fue completado con la consulta de una variada tipología de textos de carácter literario, religioso y jurídico, de entre los que destacaron, por su riqueza narrativa, las crónicas y los relatos de viaje. Todas las informaciones recopiladas fueron sistematizadas en una base de datos relacional con cerca de 2.000 registros documentales y unas 5.000 fichas biográficas.

3. Organización del discurso El trabajo se estructura en dos partes con un total de trece capítulos, además del apéndice documental, que se incluye en el segundo volumen. Los siete primeros capítulos son, en esencia, una propuesta de síntesis interpretativa del desarrollo de la esclavitud en Europa occidental desde la Antigüedad clásica hasta los inicios de la trata negrera atlántica. En esta primera parte se analizan una serie de cuestiones a nuestro juicio fundamentales, como la implantación, el desarrollo y la disolución del sistema esclavista antiguo en Europa occidental, su transformación en el modelo medieval de esclavitud a partir del siglo XI o su potenciación tras la irrupción de la peste negra en el Occidente medieval. Asimismo, se presta una especial atención a una temática tan polémica como poco tratada, y se aventura una serie de hipótesis que, desde una visión global que entiende el mar Mediterráneo como un espacio interconectado, tratan de explicar la anormal desproporción de género, siempre a favor de las mujeres, que se dio en la esclavitud bajomedieval en el Occidente cristiano. Finalmente, los capítulos 4, 5, 6 y 7 se interesan por el proceso de expansión atlántica, el desarrollo histórico de las entidades políticas del Sudán central y occidental durante los siglos XIV y XV, las particularidades de las principales zonas de abastecimiento de las que se sirvieron los mercados europeos, la articulación de la primera trata negrera y su impacto en la península ibérica. La segunda parte de la tesis está dedicada, íntegramente, a la ciudad de Barcelona. En base a los trabajos publicados y a la documentación normativa municipal, el capítulo octavo ofrece una visión de conjunto del desarrollo de la esclavitud en la ciudad catalana durante los siglos XIV y XV, mientras que el noveno contextualiza el escenario político y económico de la Barcelona de 1479-1516. El décimo capítulo analiza, pormenorizadamente, las características demográficas de la población esclava y liberta atendiendo, en primer lugar, al ritmo de la llegada de los esclavos para abordar, después, cada una de las variables que definieron a los hombres y a las mujeres

7 esclavizados. En el capítulo undécimo se proponen, desde una perspectiva económica, una serie de explicaciones sobre la dinámica del abastecimiento, y se disecciona el funcionamiento del mercado de esclavos de la Barcelona del Renacimiento. El capítulo decimosegundo se centra en el perfil social y profesional de los propietarios de los esclavos. El último capítulo sitúa en el centro del análisis al esclavo, abordando las formas con las que la comunidad libre aprovechó su capacidad para el trabajo y analizando los caminos que tomó el proceso de la socialización. Por último, las últimas páginas de la tesis analizan la creación y el desarrollo de la cofradía de esclavos y libertos negros de “Sant Jaume” de Barcelona, así como la proliferación de este tipo de asociaciones en el sur de Europa occidental.

4. Resultados Estudiar el impacto de la primera trata atlántica en una ciudad como Barcelona es una tarea compleja. Y lo es, especialmente, por dos razones. En primer lugar, porque la guerra civil catalana de 1462-1472 prácticamente coincidió con la articulación de la primera trata atlántica y con la creciente inestabilidad en el Mediterráneo y el mar Negro, por lo que es razonable dudar si la rapidez con la que cambió la estructura del mercado de esclavos de Barcelona respondió a la nueva coyuntura internacional o si, por el contrario, se debió a los efectos del conflicto bélico. Y, en segundo lugar, porque los datos confirman que el período de máxima afluencia de esclavos también coincide con el monopolio concedido por los Reyes Católicos a Bartolomeo di Domenicho Marchionni y a Gianotto y Giovanni Berardi para la introducción de esclavos negros en las coronas de Castilla y Aragón, pero también con lo que parece ser una recuperación del tejido productivo de la ciudad tras la guerra, como lo atestigua el incremento, también durante aquellos años, de la migración de jóvenes trabajadores libres. En cualquier caso, todo parece indicar que, más allá de la guerra civil, fue el nuevo contexto atlántico el que favoreció la rápida mutación del mercado de esclavos de la Barcelona tardomedieval, y que, asimismo, fue la recuperación económica de la ciudad y la posibilidad de obtener mano de obra servil a buen precio en las redes atlánticas lo que estimuló el incremento de la llegada de nuevos esclavos. Como en Sevilla o Valencia, el grupo más significativo de los esclavos estuvo formado por los procedentes de Senegambia y las costas guineanas. La presencia de canarios, pese a ser un fenómeno cuantitativamente residual, también se corresponde

8 con lo que se documenta en otros centros esclavistas, como también lo hace la llegada de un importante número de esclavos musulmanes capturados durante la guerra de conquista del Reino Nazarí de Granada (1481-1492) y las acciones de pillaje lanzadas contra el norte de África. Sin embargo, por su situación geográfica Barcelona continuaba estando sujeta a las dinámicas comerciales mediterráneas que habían sobrevivido a la basculación hacia el Atlántico. No deja de ser significativo el generoso grupo formado por los esclavos subsaharianos embarcados en las costas libias de Barqah, muchos de ellos procedentes de Kanem-Bornú y de las regiones chadianas, fenómeno que no se documenta en la baja Andalucía y Portugal. Incluso durante aquel período todavía es posible documentar algunos pocos esclavos de origen euroasiático y balcánico que fueron vendidos en la ciudad catalana. Buena parte de los esclavos llegados a la ciudad, especialmente los senegambianos, los guineanos y los canarios, lo hicieron gracias a las iniciativas emprendidas por los hombres de negocios catalanes asentados en la baja Andalucía, Canarias y el sur de Portugal, a los que se sumaron algunos mercaderes portugueses que llegaron hasta Barcelona con la intención de participar en el mercado de esclavos. Esta dinámica de abastecimiento condicionó, en gran medida, la naturaleza del mercado. El análisis de los precios de los cautivos confirma que los valores estuvieron sujetos, en primer lugar, al origen de los individuos. Los más baratos fueron los que procedían de las redes de la primera trata atlántica, mientras que las sumas más elevadas fueron pagadas por aquellos otros, musulmanes en su mayoría, de quienes se esperaba conseguir plusvalías adicionales mediante la economía del rescate. Y, en segundo lugar, la lógica de las circulaciones comerciales y de los agentes que intervinieron en ellas hizo del mercado de esclavos barcelonés un negocio en el que es posible detectar dos niveles claramente diferenciados: uno en el que los valores de los cautivos eran bajos, que debía corresponder con el abastecimiento directo y las operaciones al por mayor, y otro, mayoritario, en el que los precios tendían a elevarse, probablemente por las operaciones especulativas que se producían en él. Desde la llegada a la ciudad y la venta en el mercado, el esclavo dejaba de ser una mera mercancía para convertirse en un agente activo susceptible de ser explotado en múltiples direcciones. De ahí que su presencia en la sociedad barcelonesa estuviera ampliamente extendida y sus capacidades para el trabajo fueran aprovechadas tanto en el tejido productivo de la ciudad como en el ámbito del servicio doméstico.

9 Aquello que justificó la inserción de los esclavos en el mundo laboral tardomedieval fue su fuerza bruta, su capacidad para trabajar en tareas duras e ingratas, ocupaciones en las que, probablemente, y dependiendo de las coyunturas, la densidad de mano de obra servil pudo llegar a ser elevada, lo que parece haber provocado conflictos con los individuos libres de nacimiento dispuestos a emplearse en el mismo tipo de tareas. Así pues, el verdadero negocio se encontraba no tanto en adquirir un esclavo para formarlo e instruirlo en un determinado oficio como en alquilar su capacidad productiva, a jornal o durante períodos más extensos, y asegurarse, de este modo, unos ingresos que podían sumarse a la posible reventa en el mercado de la ciudad o a los beneficios que pudieran obtenerse mediante la economía de la liberación. Los esclavos podían convertirse en una fuente de ingresos líquidos nada despreciable. Desde su particular idiosincrasia, pues, el esclavo fue una clase lógica y jurídica de explotación laboral. Pero en ningún caso constituyó una clase social, del mismo modo que los llamados marginados tampoco formaron un grupo al margen de la sociedad. Porque, en definitiva, dejando a un lado las connotaciones jurídicas y económicas, el esclavo fue un agente activo de las comunidades libres que hicieron uso de su capacidad para el trabajo, uno más de los múltiples y diversos actores que formaron parte de ellas. Y, desde esta perspectiva, las personas esclavizadas no se integraron en las sociedades del Occidente medieval por la sencilla razón de que formaron parte de ellas. El esclavo fue un ser humano con voluntades, sentimientos y capacidad de acción que tuvo que readaptar su universo sociocultural a la nueva realidad de la que había pasado a formar parte. Los caminos de la socialización fueron múltiples y variados, enteramente dependientes de las experiencias vitales de los hombres y las mujeres esclavizados y parcialmente condicionados por los bagajes socioculturales de cada uno de ellos. Los sarracenos granadinos y norteafricanos, por ejemplo, mostraron una resistencia a la aculturación más activa, conservando sus nombres árabes incluso hasta después de ser liberados, mientras que los subsaharianos tendieron a aceptar las normas de la comunidad libre y a interiorizarlas con menor o mayor éxito. De un modo parecido, el encuadramiento laboral diferenciado al que se vieron sometidos –el entorno familiar del propietario, en unos casos, y el estrato ocupado por aprendices, mozos y trabajadores ocasionales, en otros– también condicionó los caminos de la socialización. Los esclavos fueron bautizados, aprendieron el idioma de sus propietarios y asumieron las normas y las jerarquías sociales de la comunidad cristiana. Se

10 relacionaron con otros esclavos, con libertos y con hombres y mujeres libres. Fueron encuadrados en el universo cultural de la sociedad occidental con los límites que imponía la dialéctica de la dominación, claramente escenificada en la documentación notarial, en la que la forma de dirigirse tanto al esclavo como al liberto se materializaba en la forma singular del pronombre personal latino (tu), y no en la del plural mayestático (vos), como sí ocurría con el resto de la población. El acceso a la libertad, del que tan sólo se benefició uno de cada diez esclavos, aproximadamente, debe ser entendido como uno de los mecanismos que hizo posible el mantenimiento del sistema esclavo, pero que en caso alguno lo cuestionó o lo hizo peligrar. De hecho, los esclavos manumitidos habían dejado de ser útiles a la comunidad propietaria de algún modo, ya fuera porque su avanzada edad les imposibilitaba para el trabajo físico, porque sus relaciones con la esfera familiar propietaria habían trascendido las relaciones que se esperaban de un amo con su esclavo o porque su comportamiento subversivo cuestionaba las relaciones de dominación. La capacidad para subsanar las salidas del sistema eran amplias y variadas, y las relaciones de dependencia no acababan con la manumisión ya que, normalmente, los ex-esclavos quedaron ligados a sus antiguos amos mediante el patronazgo clientelar. Pese a las distintas trayectorias vitales de los libertos, unas más prósperas y otras más modestas, el estigma de la esclavitud siempre les acompañó. La sociedad cristiana renacentista, ampliamente influenciada por la teoría aristotélica de la esclavitud natural, había establecido una nítida frontera entre la libertad y la esclavitud. La discriminación quedó encuadrada en la esfera de lo jurídico, lo religioso y lo cultural. Pero no quedó vinculada al ámbito racial. O, al menos, eso es lo que se desprende de la documentación barcelonesa tardomedieval. Ciertamente, la noción del hombre animal existió. Los cautivos fueron considerados inferiores por sus creencias religiosas o por sus prácticas culturales. La comunidad libre desconfió del musulmán, miró con desprecio al negro y al canario y trató de remediar la bestialidad de todos ellos mediante la asimilación. Pero fueron los prejuicios culturales, y no los raciales, los que prevalecieron en la base de la discriminación6.

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Buena prueba de ellos son casos como los de los libertos negros Martí Casaldàguila, Joan Fàbregues, Martí Sabata o Joan Gilabert: todos ellos alcanzaron la ciudadanía después de que las autoridades barcelonesas sentenciaran públicamente su honradez y reputación.

11 Lejos de aplicar criterios discriminatorios en base al color de la piel, pues, la sociedad de la Barcelona del Renacimiento trató de corregir los pretendidos defectos de los esclavos mediante su inmersión en las prácticas culturales occidentales. El bautismo, el matrimonio y las últimas voluntades expresadas en los testamentos escenifican los distintos episodios de un proceso en el que el sujeto esclavizado abandonó paulatinamente sus referentes socioculturales de base para adoptar los de la comunidad libre. Y, en ese camino, las cofradías profesionales y de devoción religiosa tuvieron un importante papel tanto en lo simbólico como en lo concreto. De entre todas ellas, destaca una por su singular configuración, la hermandad de negros de “Sant Jaume” de Barcelona, fundada en marzo de 1455. La sociedad barcelonesa, de la que los negros esclavos habían pasado a formar parte, habilitó un espacio ya existente, la cofradía, para facilitar la asimilación de los recién llegados utilizando un código reconocible por todos. Como expresión simbólica de esa nueva realidad, las comunidades africanas participaron en las procesiones cívicas y religiosas, en las que todos los componentes de la universitas desfilaban amparados bajo la estructura del asociacionismo cristiano. Mediante la participación de los esclavos en el desfile y la procesión, la sociedad barcelonesa modelaba su propio sentimiento identitario incorporando al esclavo negro como elemento exógeno que daba sentido histórico a la configuración de la colectividad urbana, a su cohesión e integración, a su jerarquización y a su perpetuación. La fundación de esta cofradía no debe ser interpretada como un episodio anecdótico de la historia de Barcelona. Se produjo como respuesta refleja a los cambios que se estaban produciendo en el modelo medieval de esclavitud y que irradiaban hacia todo el Mediterráneo occidental. De hecho, junto a la llegada de aquel nuevo contingente esclavo a las ciudades del Mediterráneo occidental, las hermandades de negros también comenzaron a proliferar en el sur de la Península Ibérica e Italia, un proceso que se documenta hasta mediados del siglo XVII, aproximadamente, y que testimonia el alcance y la extensión que la esclavitud negra procedente del Atlántico tuvo en Europa occidental.

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