Respondiendo a la ortodoxia fenomenológica existencial sobre el concepto de \"enfermedad mental\" y psicopatología

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Descripción

RESPONDIENDO A LA ORTODOXIA FENOMENOLÓGICA EXISTENCIAL SOBRE EL CONCEPTO DE
"ENFERMEDAD MENTAL" Y PSICOPATOLOGÍA

Referencia: http://vinculando.org/psicologia_psicoterapia/psicopatologia-
desde-la-psicoterapia-existencial-bibliografia.html

Respondiendo a las preguntas que plantea la página de la referencia sobre
enfoque fenomenológico-existencial y psicopatología, que es una especie de
reto en su "Cuestionario para los que sostienen que sí existen la
psicopatología", puedo decir lo siguiente:

Desde posiciones fenomenológico existenciales se afirma que la vida es
"existencia" y que lo que se llama "enfermedad mental" es sólo una posición
más de ser-en-el- mundo, si la situación es así, no tendría cabida, en esa
perspectiva, la "enfermedad mental" como entidad separada e independiente
de la vida misma, la vida misma no es diagnosticable con una etiqueta
señalada en los clasificadores internacionales.


Observación y comentario:
Es desde hace tiempo polémica la forma en que la psiquiatría y la
psicología académica ha tratado lo que se conoce comúnmente como
"enfermedad mental", y es cierto que éste concepto podría derrumbarse con
un análisis profundo al modo en que lo hizo Thomas Szasz, es decir, esos
análisis ya existen y no es mi vocación repetir lo mismo. Aunque las
críticas de este autor se basan en el hecho que es un imposible homologar
la "enfermedad mental" a la "enfermedad" definida médicamente como
alteración fisiológica, anatómica o genética de un órgano o sistema
corporal (http://www.letras-
psicoactivas.es/Thomas_Szasz_El_Psiquiatra_Libertario.pdf)

Lo que sí me parece adecuado es indicar que si bien está en entredicho la
"enfermedad mental" como lo ha referido el autor citado, no estoy de
acuerdo en desechar aquello que podríamos llamar "lo psicopatológico" .

¿Por qué sí existe "lo psicopatológico"?
Primero tendríamos que hacerle recordar a los colegas de esa orientación
que jamás, nunca, debemos olvidar que el ser humano es un ser histórico y
que sus preocupaciones acerca de cómo concebirse a sí mismo y tratar lo que
experimenta, también lo son, de otro modo ¿qué podría significar que
culturas antiguas hayan perforado la cabeza de las personas que ellos, en
aquel tiempo, consideraban "perturbadas" – la idea es aproximada, así no le
llamaban-? En Perú, por ejemplo, existían las trepanaciones craneanas rn la
cultura Paracas y no era precisamente un "deporte". Cada época ha tenido su
concepto de "persona perturbada" y sus medios de enfrentar dicha condición,
y si ha existido la misma es porque como sociedad o comunidad humana ha
habido interés en responder, especialmente, frente a ella. Cada época ha
definido a los "perturbados" porque se ha intentado siempre preservar
determinado estilo de vida, otro tema es discutir acerca de lo preciso o no
de esa definición, lo que quiero enfatizar es que siempre habrá una
definición de ella, no puede no haberla.

No tendríamos que ignorar esto. Si bien todos sentimos ansiedad o miedo,
por ejemplo, las personas de acuerdo a su propio sentir ( que no es
"propio" tampoco en el sentido de "originario" porque este sentir es una
figura que proviene de un fondo comunitario, o en todo caso parte de él, es
la sociedad la que asigna significados a determinados modos de sentir,
aceptando que esta atribución, muchas veces ha llegado hasta el punto de
influir a ciertos marcadores biológicos) expresan su malestar y la sociedad
responde a ello, la forma en que esa respuesta ha ido evolucionando es la
medicina, la educación, la psicología y modernamente, la psicoterapia,
entre otras. Entonces, son las sociedades las que han determinado qué
"formas de sentir" requieren una respuesta de orientación, cuando ocurre
esto es cuando el ser humano ha creado la psicopatología (no hablo de
enfermedad mental como etiqueta o en función del "modelo médico" o
biologicista porque es polémico y harto comentado), que es la forma en que
una determinada época califica al malestar personal que va más allá de lo
cotidiano.

Es cierto que debemos tener cuidado para no caer en excesos, pero la
psicopatología es el producto de una determinada práctica social, de
vigencia histórica, para dar cuenta del malestar que sienten determinados
individuos. Malestar que es definido culturalmente, pero con una expresión
subjetiva, si no entendemos la dialéctica y relación entre lo cultural y lo
subjetivo, quedaremos atrapados en la miel de la experiencia individual sin
posibilidades de construcciones teóricas que permitan tener una visión más
global de este aspecto humano.

Además de lo anterior, debemos decir que es cierto que no existe una línea
demarcatoria fija y clara entre "salud" y "no-salud", es un continuo, en
eso estamos de acuerdo, pero también sabemos que todos los actores sociales
(personas, instituciones, comunidades,etc) tienen siempre una idea de lo
que es la salud, en el sentido de lo óptimo, lo deseable para el desarrollo
personal, y por este mismo hecho, automáticamente, se genera su opuesto.

Si dentro del enfoque fenomenológico existencial se concibe que es
"positivo" o "adecuado" aumentar la conciencia de las posibilidades del
vivir, entonces eso querrá decir que consideran su opuesto como "no
saludable". Si Van Deurzen dice que hay que "ampliar la perspectiva de sí
mismos y del mundo que nos rodea" entonces el criterio de "no-salud"(lo
psicopatológico) sería la condición de tener una perspectiva reducida de sí
mismo y del mundo que nos rodea; si Spinelli dice que hay que clarificar la
forma en que entendemos la vida y encontrar los límites impuestos a las
posibilidades inherentes de ser-en-el-mundo, entonces, su idea de "no-
salud" es vivir sin entender la vida y creer que son normales las
limitaciones que el mundo induce a las posibilidades de ser-en-el-mundo; o
en general, en la línea del pensamiento de Frankl, si es existencialmente
saludable tener un vida con sentido, lo no-saludable será vivir sin
sentido, etc , entiendo que se prefiere usar eufemismos para la
psicopatología como "dificultades en el vivir", está bien, podemos
encontrar nuevos términos o frases, lo importante es que no se nos escape
el concepto.


Lo que queremos decir es que la psicopatología, como apreciación de un
aspecto del funcionamiento de una persona, nace cuando asumimos un
criterio para definir lo que deseamos o lo que aspiramos como seres
humanos, que se supone es lo mejor, cuando no se consigue estar dentro del
camino que lleva a ese objetivo propuesto por el concepto de naturaleza
humana que manejamos (como enfoque filosófico o científico) y cuando esa
distorsión y frustración se hace cada vez más grande o significativa,
estaremos frente a un proceso psicopatológico, proceso que no tiene
relación, en el sentido que lo estamos exponiendo, con las etiquetas tipo
DSM . Desde el punto de vista de la psicología humanista puede existir un
malestar por un estancamiento en el desarrollo o crecimiento de la persona
y podríamos conceptualizar esto como un fenómeno psicopatológico sin
nombrar ningún rótulo del DSM V o del ICD 10.


Por otra parte , por más que el enfoque que estamos aludiendo lo sostenga
así, no creo que ningún colega que abraza la posición fenomenológica-
existencial, por ejemplo, sostenga que la agresión sexual es un estado
"viable" de ser-en-el-mundo (o "normal") , que deba ser tolerado por
"razones filosóficas", o que no requiera ninguna medida social para
contenerlo, o que algún maltratador doméstico o de género deba ser
comprendido como una "forma de vida" que sea "tan válida" como cualquier
otra. Una vez más: todo tiene límites.

Ya hemos mencionado que el termino "enfermedad mental", así, categórico y
esencialista, no aporta lo que debería aportar y está sujeto a
manipulaciones desde el poder, desde el establishment, sin embargo el
proceso psicopatológico es distinto.

Ni es una condición definitoria de nadie ni es una esencia inamovible de un
sujeto, sí es una experiencia. La psicopatología implica un tipo de
experiencia de una cualidad distinta a la no psicopatológica por
"acumulación cuantitativa" como dice la ley dialéctica: una cosa es estar
ansioso y otra muy distinta tener una fobia, es distinto sentir tristeza
una tarde por ver alejarse al ser amado que estar deprimido por la misma
razón con ideación suicida y con abandono del trabajo, una cosa es pensar
que mi compañero de trabajo me está "jugando sucio" en la competencia por
una promoción laboral y otra muy distinta es estar convencido que se han
unido con mis demás colegas en un pacto colectivo para hacerme daño,etc,
por supuesto que hay una continuidad pero la diferencia de grados trae
consecuencias que no son nada desdeñables, está bien, una experiencia
psicopatológica sigue siendo una experiencia humana pero no es la misma que
la no psicopatológica por las razones que ya expuse, la diferencia de
grado.


La experiencia del malestar es un intervalo de la vida definida
culturalmente como una experiencia que necesita asesoría o respuesta por
ser un tipo de vivencia que perjudica a la misma persona y a la comunidad
en la que vive, de acuerdo al concepto de naturaleza humana que prevalece
en dicha comunidad.


Desde mi perspectiva, el error que comete la argumentación fenomenológica
existencial al negar la enfermedad mental y la psicopatología es asumir que
lo que llaman "mundear" tiene una condición absoluta, cuando esta misma
concepción Heideggereana corresponde a una idea de época sobre la realidad
y si un representante de este enfoque me dice que dicho concepto tiene un
contenido metafísico más allá de lo histórico (porque todo el tiempo la
humanidad ha hablado del Ser y lo ha buscado) entonces hay un doble
registro que hace reduccionista su análisis porque se estaría intentando,
en base a una mirada sólo filosófica, dar cuenta de una práctica social que
sí es histórica y temporal , la idea de lo psicopatológico es el producto
decantado de años de actividad social que ha consistido en la preocupación
por "dar protección al otro" (en un tiempo fueron los espíritus, en otros
los sacerdotes, los chamanes, etc hasta llegar a los psicoterapeutas, a la
medicina –en el sentido lato del término-,etc).

Un registro filosófico, exclusivamente, no puede explicar un hecho humano a
cabalidad, de la misma manera que un registro psicológico, exclusivamente,
no puede dar cuenta, a cabalidad, de un enfoque filosófico. No todo lo
podemos explicar por la filosofía, así como no todo puede hacerse por la
psicología, antropología o sociología, si intentamos explicar un nivel en
base al otro, cualquiera alzaría su voz de protesta, hecho distinto a
considerar que cualquier fenómeno humano tiene aspectos que pueden ser
esclarecidos por diversas disciplinas, por ejemplo: la pobreza tiene un
aspecto psicológico, económico, filosófico, antropológico, etc. pero a
nadie se le ocurriría "explicar" la pobreza sólo por "razones psicológicas"
( y cuando se hace, nos llenamos de mitos como cuando se dice que alguien
es pobre porque "no supo trabajar",etc.)

Está claro que, como se ha mencionado, la experiencia que llamamos
psicopatológica, sigue siendo una experiencia ¡¡Nadie dice lo contrario!!
Pero es una experiencia con cualidades distintas a la no-psicopatológica,
ya mencionamos que estas cualidades no sólo provienen del fenómeno en sí
mismo sino de la definición cultural que se le atribuye (en la antigüedad
las visiones fantásticas de seres etéreos por parte de los sacerdotes eran
"sabiduría", ahora son alucinaciones)


Estamos de acuerdo en que la etiqueta "trastorno mental" divide al ser
humano de la unidad que es porque ,en realidad, no existe "salud mental" y
"salud física", solamente existe "salud", nada más, con aspectos médicos,
psicológicos, sociales, etc.


Entiendo que el uso de cierta terminología sirve para la comunicación
profesional o científica, no se trata de una realidad autónoma, si un
profesional le dice a otro: " tal persona tiene depresión", a nadie se le
ocurriría pensar que su "problema" es sólo afectivo , sólo de "tristeza",
cuando sabemos que es una experiencia compleja que involucra muchos
aspectos ,pero que de entre todos ellos, lo más prominente es el
decaimiento, la anhedonia, la irritabilidad, la sensación que faltan
fuerzas, la percepción del futuro como algo sin alternativas ni esperanzas,
etc. No hay que confundir el lenguaje como transmisor de ideas con la
reificación de fenómenos humanos, es decir, volver "unidades vivas y
autónomas" a un concepto que se usa para comunicar una idea, la
esquizofrenia es una experiencia del mundo caótica pero no todas las
personas que se les llama como tales tienen todo el tiempo esa experiencia,
cuando sus síntomas remiten son como uno cualquiera; fuera del contexto
donde se encuentra el estímulo fóbico, una persona con esa atribución
psicopatológica vive como usted o como yo. Somos más que ese "modo de
funcionamiento", somos seres humanos. Con ejemplos médicos nos podemos
llegar a dar más cuenta de esta situación, salvo que alguien me cuente una
historia que aún no he oído, a nadie se le dice: " allá va el "pierna rota"
que tiene cita con el traumatólogo", o "ese es el "coronario" que vino la
vez pasada",etc ¿qué escuchamos en contextos médicos? "El Sr. Gonzáles
tiene cita con el traumatólogo" o "ese es Miguel el paciente del Dr.
Flores" ¿Por qué, entonces, en lo que se llama "salud emocional" sí
sustituimos los nombres de las personas por su etiqueta psicopatológica?
Obviamente, eso sí llama a rebeldía. En este sentido, es recomendable
guardar la jerga profesional para la comunidad profesional, a este nivel,
más orden también es más respeto.

Eliminemos la jerga profesional con los consultantes, pero eso no nos
debería llevar a pensar que no existe psicopatología, ésta tiene su propia
genealogía histórica, hay que tomarla en cuenta.
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