Reseña de Juan Pedro Sánchez Méndez, Elena Diez del Corral Areta y Natacha Reynaud Oudot (2012), Estudios sobre el español colonial de la Audiencia de Quito, Lausana: Sociedad Suiza de Estudios Hispánicos (Colección Hispánica Helvética, 25)

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Juan Pedro Sánchez Méndez, Elena Diez del Corral Areta y Natacha Reynaud Oudot (2012), Estudios sobre el español colonial de la Audiencia de Quito, Lausana: Sociedad Suiza de Estudios Hispánicos (Colección Hispánica Helvética, 25) [isbn: 978-84-7956-122-2]

Los estudios históricos sobre la lengua española en América se han enriquecido notablemente en los últimos años gracias al uso cada vez mayor de fuentes documentales de archivo, lo que ha permitido actualizar muchos aspectos de la bibliografía más tradicional y descubrir nuevas perspectivas metodológicas y teóricas en el estudio diacrónico de la lengua. En ese sentido, esta publicación constituye un aporte a la revisión histórica de las variedades americanas habladas en los territorios de la antigua Audiencia de Quito. En 1992, Antonio Quilis terminaba su recorrido por el español de Ecuador indicando que, a pesar de que ofrecía un panorama incompleto, “las cosas han servido para actualizar datos —bastante pobres y asistemáticos— de hace treinta años —todo ha cambiado tanto…— y completar otros aspectos” (606). En efecto, habían cambiado mucho las cosas desde que en 1953 Humberto Toscano Mateus publicó su libro El español en el Ecuador (libro reseñado apenas un año después por Luis Flórez en esta misma revista: Thesaurus, 1954, t. X, núms. 1, 2 y 3: 417-421), que llenaría por mucho tiempo el vacío con respecto a esta zona americana y que se ha visto completado después por estudios y artículos dispersos, generalmente sincrónicos. Así, el presente libro reúne un conjunto de trabajos que tienen en común 1) la perspectiva diacrónica, 2) el trabajar con documentos, en su mayoría del 180

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Archivo General de Indias, de Sevilla, y 3) el circunscribirse a los documentos enmarcados dentro de la zona de la antigua Audiencia de Quito, características todas que ya estaban presentes en el libro Aproximación histórica al español de Venezuela y Ecuador durante los siglos xvii y xviii (1997) de Juan Sánchez Méndez, al que este nuevo trabajo completa, amplía y actualiza. El libro está compuesto por una introducción y cuatro apartados temáticos, más las referencias bibliográficas, ubicadas todas al final del volumen. En la Introducción (págs. 9-20), los autores explican brevemente la naturaleza de los estudios que se adscriben al proyecto de investigación “Evolución histórica del español en la Audiencia de Quito durante la época colonial. Estudio de historia lingüística contrastiva”, de la Universidad de Neuchâtel (Suiza) y al proyecto que coordina María Teresa Echenique en Valencia, “Historia de la pronunciación castellana” (Hisprocast). Se trata de artículos que han sido publicados previamente pero que aparecen aquí reunidos con el objetivo de ofrecer una visión de conjunto de la zona y la época estudiadas. En ese sentido, se ofrecen datos históricos sobre la Audiencia de Quito que proveen el contexto de la región en la época colonial, así como también se insiste en el interés que tiene para la historia lingüística de Hispanoamérica. El primer apartado contiene tres artículos dedicados a diversos aspectos metodológicos: “Para una historia de la pronunciación hispanoamericana: temas, métodos y problemas” (págs. 23-49), de Juan Sánchez Méndez; “Apuntes metodológicos sobre el estudio de variantes fonético-fonológicas del español colonial ecuatoriano” (págs. 51-60), de Natacha Reynaud, y “Utilidad y límites de la Diplomática en el estudio lingüístico del documento indiano” (págs. 61-82) de Elena Diez del Corral. En el primero de ellos se establecen los fundamentos metodológicos de donde debe partir una historia de la pronunciación en América, prestando atención no solo a los orígenes de los fenómenos sino también a la manera en que estos se extendieron por las distintas regiones americanas y se configuraron socialmente. En ese sentido, se refiere a procesos como la reasignación de variantes planteada por Ralph Penny (2004) y a concepciones teóricas como la reestructuración patrimonial desarrollada por José Luis Rivarola (2001) en su relación con los distintos procesos fonético-fonológicos que pudieron ocurrir en América. A la vez que se muestra la validez de las fuentes documentales de archivo, se insiste en los criterios necesarios para abordar su análisis lingüístico. Con respecto a la interpretación de los documentos se hacen numerosas observaciones metodológicas que permiten matizar aln.o 58, octubre 2016 - abril 2017

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gunos estudios y abrir nuevas perspectivas en este campo, como la necesidad de revisar las distintas normas y modelos de lengua, la relación fonema-sonido-grafía y la influencia, por ejemplo, de las normas ortográficas de la rae en las tradiciones documentales y aspectos teóricos del cambio lingüístico, como la difusión léxica, que deben revisarse en los distintos procesos diacrónicos americanos para evitar distorsiones de los datos. El segundo artículo insiste en algunos de estos puntos desde una perspectiva empírica y muestra un breve análisis de un documento payanés de 1581 en que observan lo que llama “características híbridas” entre las variedades más cercanas a Quito y las más cercanas a Guayaquil y rescata la importancia del uso de transcripciones paleográficas para este tipo de análisis, por lo que sigue las normas de la red internacional Charta. El tercer artículo plantea la necesidad de integrar la paleografía y la diplomática al análisis lingüístico con el objetivo de establecer tipologías textuales que permitan un estudio más preciso de la lengua en su contexto. Como han demostrado los más recientes estudios sobre tradiciones discursivas, los distintos tipos de texto pueden estar relacionados con el cambio de ciertas estructuras lingüísticas, por lo que se hace necesario un conocimiento interdisciplinario que conjugue ciencias del lenguaje, paleografía, diplomática, historia y filología, entre otras, con el objetivo de establecer una clasificación en dos vías, que no necesariamente van a coincidir: 1) una clasificación diplomática del documento indiano y 2) una clasificación de las tipologías lingüístico-textuales de esa documentación*. La segunda sección del libro consta de cuatro artículos que tratan sobre temas fonético-fonológicos. En el primero de ellos, “La pronunciación de la Audiencia de Quito durante la época colonial y su distribución regional actual” (págs. 85-120), Sánchez Méndez pone en relación lo que muestran los documentos coloniales de la zona con lo que la bibliografía describe como usos más o menos actuales en las distintas regiones de Ecuador. Repasa casos de vacilación de vocales átonas, de uso de las sibilantes y el seseo, pronunciación o pérdida de -s implosiva, neutralización de -r/-l y pérdida de -r, casos de

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Diez del Corral pone como ejemplo de la utilidad de este procedimiento el caso de los marcadores del discurso, en cuyo caso la diplomática y la lingüística del texto pueden ofrecer pistas esclarecedoras sobre su diacronía, como lo expone esta misma autora en su libro Los conectores consecutivos en documentos coloniales de la Audiencia de Quito (1563-1822), Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 2015.

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f- y h- y velarización de la palatal fricativa y finalmente el yeísmo. El principal aporte de este estudio consiste en matizar la idea de que la zona costera es una zona de rasgos “andaluces” en contraposición a la zona de la sierra, más propia del llamado español andino, pues la documentación permite observar más bien que la costa puede clasificarse igualmente como una variedad andina con algunos rasgos meridionales. Se retoma así la discusión acerca de la conformación del español americano y se sugiere la idea de que en zonas como esta pudo operar no tanto un proceso de koineización y estandarización, como lo proponen Fontanella y Granda, sino más bien presentarse un caso de reestructuración patrimonial, como plantea José Luis Rivarola. En ese sentido, se matizan también algunas distribuciones geográficas hechas por estudios sincrónicos y se establece la diacronía de algunos procesos como el del yeísmo, cuyos resultados parecen ser más tardíos de lo que se pensaba. Los tres artículos de Reynaud que completan esta sección están dedicados al vocalismo (págs. 121-128), a las sibilantes (págs. 129-139) y a los grupos cultos (págs. 141-155), todos estudiados en documentos de los siglos xvi a xviii. En el primero de ellos, la autora registra casos de variación vocálica hasta 1760 aproximadamente y no encuentra que estos fenómenos se puedan delimitar geográficamente en cuanto a su tipo aunque sí en cuanto a su diacronía, pues en Guayaquil y Popayán la inestabilidad pareciera durar un poco más, debido, quizás, a su situación periférica. En cuanto a las sibilantes, se plantea que el ensordecimiento estaba presente en Quito ya durante el xvi, cosa que no parece tan segura en los documentos de la costa. El seseo se encuentra tanto en Quito como en Guayaquil en los siglos xvii y xviii, aunque en el xvi quizás convivía con el ceceo en Popayán. Finalmente, con respecto a los grupos cultos, destaca que durante los siglos xvi y xvii los documentos muestran un mayor índice de pérdida de los grupos cultos, lo cual se revierte en el xviii, en que predomina su mantenimiento. La tercera sección del libro está dedicada a temas de sintaxis y está encabezada por “Tiempos verbales y tipos de expresión condicional en documentos coloniales novogranadinos de los siglos xvii y xviii” (págs. 160-180), en que Sánchez Méndez estudia las construcciones condicionales en documentos coloniales de la Audiencia de Quito y de la provincia de Venezuela. En relación con las estructuras del tipo si tengo, daré/doy, el análisis no muestra diferencias ni entre las dos zonas ni con el español peninsular de la misma época. La forma si tuviere, daré presenta similitudes con lo ya estudiado para otras zonas americanas y muestra una relativa vitalidad del futuro de subn.o 58, octubre 2016 - abril 2017

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juntivo aproximadamente hasta 1740 en Venezuela y 1760 en documentos ecuatorianos. Sin embargo, las frecuencias no son las mismas, y la variedad venezolana se muestra más conservadora en el mantenimiento del futuro de subjuntivo en la prótasis, que empieza a decaer antes en la documentación de la Audiencia de Quito. En cuanto a las hipótesis contingentes de futuro imposible o dudoso e irreales de presente, se registran formas si …-se, …-ría en ambas zonas; si …-ra, …-ría, que aparece en menor cantidad aunque parece decaer mucho antes en los documentos ecuatorianos; si …-se, …-ra, que no tiene ninguna presencia en la documentación venezolana y apenas en la ecuatoriana hasta el siglo xviii; si …-ra, …-ra, generalizado mucho antes en Venezuela que en Ecuador, y la forma si …-ra, …-ba, documentada algunas veces, más en Ecuador que en Venezuela. Finalmente se repasa la estructura si hubiera tenido, habría dado, que ofrece datos distintos en ambas regiones y muestra usos más innovadores en Venezuela que en Ecuador. Este estudio de las construcciones condicionales muestra una vía de investigación que habría quizás que ampliar con respecto a otras zonas de la América colonial para así establecer de forma comparativa estas estructuras en su diacronía y completar lo ya dicho en estudios como este y en el de Cano Aguilar (2014), que trabaja con documentos de la Nueva España. En los dos siguientes estudios de este apartado, Diez del Corral presenta una aproximación a los conectores (y) así en cartas oficiales (págs. 181-198) y por ello, por eso, por esto y por tanto en informaciones de oficio y parte (págs. 199-220), en los siglos xvi y xvii. Destaca en ambos trabajos la atención que presta a la tipología documental con que trabaja, de manera que las conclusiones de su análisis están siempre en relación con el tipo específico de documentos coloniales de que parte en cada estudio: en el primero, cartas oficiales y, en el segundo, informaciones de oficio y parte, tipos (y subtipos) que la autora incluye como variables en su análisis con interesantes resultados. De igual forma se toman en cuenta las propiedades morfológicas, semánticas y sintáctico-discursivas de cada conector, así como el contexto específico en que aparecen. En el segundo de los artículos se parte de la consideración de por esto, por eso y por ello como consecutivos y se indica la necesidad de observar los casos específicos de cada documento para adscribirlos o no a la categoría de conectores. Es de resaltar además la hipótesis de que por esto sea un conector cuyo uso sea un rasgo propio de la diatopía americana, pues es mayoritario en este corpus, así como en el Corde, lo que contradice lo dicho por Fernández Alcalde (2009) con base en cartas de emigrados a Indias. Aunque la idea se plantea con prudencia 184

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y mostrando la necesidad de nuevos y más amplios estudios que puedan validar esta propuesta, resulta un interesante punto de partida, pues, como dice Pons Rodríguez (547), “hasta el momento ha sido escasísima la reflexión sobre la evolución diatópica de marcadores discursivos en diacronía”. La cuarta y última sección del libro ofrece dos estudios sobre la oralidad en la documentación colonial. En el primero de ellos, “Rasgos de oralidad y escrituralidad en un documento colonial ecuatoriano de 1659” (págs. 223239), de Diez del Corral, se ofrece un conjunto de rasgos lingüísticos pertenecientes, unos, a situaciones de inmediatez comunicativa y, otros, a situaciones de distancia. Estudia así rasgos en los niveles fonético y gráfico, morfosintáctico y léxico-semántico, y en todos ofrece muestras del continuum que va de la mayor oralidad (presencia constante de la grafía en vez de , correcciones dentro del discurso a través del reformulador rectificativo digo, uso de palabras más propias de un registro informal, como fulano) a la mayor escrituralidad (mantenimiento de grupos consonánticos cultos, casos de leísmo, uso de locuciones latinas). Constituye este artículo, pues, un ejemplo de la validez de la documentación colonial americana como fuente para el estudio de la variación lingüística en todos sus niveles. En el estudio que cierra el libro, “A propósito del multilingüismo en el Quito colonial” (págs. 241-260), estudia Sánchez Méndez la configuración sociolingüística colonial en la Audiencia de Quito. Comienza por replantearse la pregunta de si hay influencia de las lenguas indígenas en el español o en algunas de sus variedades, pues no se especifica a qué español se refiere. En ese sentido, ofrece el autor una caracterización de la complejísima trama social y de las implicaciones lingüísticas que eso conlleva, entre ellas la de la aparición de una variedad híbrida o medialengua entre el español y el quechua, hablada por indígenas con un relativo grado de integración en la sociedad colonial. En algunos documentos en que intervienen estos indígenas pueden observarse algunas muestras, como, por ejemplo, la omisión del pronombre en función de complemento directo o la omisión de artículo. De igual forma se cuestiona la influencia ya no de las lenguas autóctonas con bajo prestigio sino también del español hablado por los vascos, es decir por un grupo social de prestigio, que observa el autor en el caso del leísmo femenino. Los estudios contenidos en este libro constituyen una muestra del trabajo filológico en sentido amplio que se impone realizar con la documentación colonial americana. Por otra parte, algunos de los artículos marcan una vía metodológica para afrontar el análisis histórico del español americano en n.o 58, octubre 2016 - abril 2017

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toda su geografía, tarea urgente que los tres autores llaman a completar y continuar. En ese sentido, se trata de un aporte que da luces sobre la historia de la lengua en una zona que carecía de descripciones diacrónicas rigurosas y con fuentes no literarias. Valdría la pena, sin embargo, seguir algunas de estas líneas metodológicas y aprovechar el corpus trabajado para ahondar en el nivel léxico, que apenas recibe atención en el libro y que podría quizás constituir un interesante capítulo dentro de la historia léxica americana más allá de lo que ya se conoce. Antonio Corredor Aveledo Université de Neuchâtel

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Cano Aguilar, Rafael (2014), “Oraciones condicionales”, en Concepción Company Company (dir.), Sintaxis histórica de la lengua española. Tercera parte: Preposiciones, adverbios y conjunciones. Relaciones interoracionales, vol. 3, México: Universidad Nacional Autónoma de México / Fondo de Cultura Económica, pp. 3.905-4.092. Fernández Alcaide, Marta (2009), Cartas de particulares en Indias del siglo xvi. Edición y estudio discursivo, Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana/ Vervuert. Penny, Ralph (2004 [2000]), Variación y cambio en español, Madrid: Gredos. Pons Rodríguez, Lola (2010), “Los marcadores del discurso en la historia del español”, en Óscar Loureda Lamas y Esperanza Acín Villa (coords.), Los estudios sobre marcadores del discurso en español, hoy, Madrid: Arco Libros, pp. 523-615. Quilis, Antonio (1992), “Rasgos generales sobre la lengua española en el Ecuador”, en César Hernández Alonso (coord.), Historia y presente del español de América, Valladolid: Junta de Castilla y León / Pabecal, pp. 593-606. Rivarola, José Luis (2001), El español de América en su historia, Valladolid: Universidad de Valladolid. Sánchez Méndez, Juan Pedro (1997), Aproximación histórica al español de Venezuela y Ecuador durante los siglos xvii y xviii, Valencia: Tirant lo Blanch. Toscano Mateus, Humberto (1953), El español en el Ecuador, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

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