Rentismo competitivo. La construcción de predominancia partidaria en entorno de juego abierto: el caso del Movimiento Popular Neuquino.

July 6, 2017 | Autor: Julian Gadano | Categoría: Political Parties, Political Science, Subnational Politics
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Descripción

Ponencia preparada para el XI Congreso Nacional de Ciencia Política, organizado por la Sociedad Argentina de Análisis Político y la Universidad Nacional de Entre Ríos, Paraná 17 al 20 de julio de 2013

Rentismo competitivo. La construcción de predominancia partidaria en entorno de juego abierto: el caso del Movimiento Popular Neuquino.

Julián Gadano Universidad de San Andrés [email protected]

Area temática: Política Comparada Subáreas temáticas: Partidos políticos y sistemas electorales. Política subnacional en perspectiva comparada.

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a) Introducción y justificación teórica.

Existe y se viene desarrollando desde hace ya muchos años un rico y vasto programa de investigación sobre el rentismo y su influencia sobre las características del régimen político. En tiempo más reciente, este programa ha dado lugar a una literatura que lleva el foco al nivel subnacional. En general –en ambos niveles- suele asociarse la existencia de un estado rentístico con regímenes autoritarios o –al menos- con democracias de “menor intensidad” o regímenes híbridos. Este trabajo pretende introducirse en este programa agregando una explicación alternativa, proponiendo volver –con una sutil modificación- al interrogante planteado por Ross en su trabajo de 2005: “¿podemos efectivamente afirmar que oil hinder democracy en cualquier condición? Este trabajo asume que no necesariamente es así, y que en algunas condiciones, la percepción de una renta permite a una elite mejorar las condiciones para su supervivencia pero no siempre debemos esperar que ello ocurra en un contexto autoritario o menos democrático. Dicho de otra manera, este trabajo pretende argumentar que a la pregunta “Does oil hinder democracy?” la respuesta debería ser “no siempre”. La percepción de una renta puede ayudar a la supervivencia de una elite también en contextos competitivos. El concepto de “rentismo competitivo” es un aporte que este trabajo pretende realizar a la literatura.

En ese contexto, este trabajo pretende agregar una explicación sobre las causas de supervivencia partidaria. En concreto, pretendo explicar las razones por las que un partido político subnacional sobrevive electoralmente1 sin alianzas nacionales y sin jugar en el nivel nacional. Es importante definir conceptualmente supervivencia: Siguiendo la línea de razonamiento que toma este trabajo, supervivencia significa que el partido o coalición que gobierna un distrito (subnacional, en este caso) habiendo llegado al gobierno por la vía electoral, continúa haciéndolo. Como se muestra más adelante, estamos hablando de partidos subnacionales que disputan el gobierno del distrito, por lo que en este trabajo se define “supervivencia” cuando un partido subnacional en el gobierno vuelve a ganar las elecciones y continúa en el gobierno. Como se verá más adelante, se hará foco en un caso (la provincia de Neuquén, en Argentina) en el que un partido gana elecciones en contextos competitivos, por lo que se lo puede definir, usando un concepto clásico de la literatura, como partido dominante o predominante.

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Siguiendo la línea conceptual que define supervivencia, ésta es una variable que se define por dos categorías: continuar en el status actual de incumbent (codificado como “1”) y perder el status de incumbent (codificado como “0”). 2

Efectivamente, el caso del partido político argentino Movimiento Popular Neuquino (MPN) puede dar cuenta de esa lógica y, por lo tanto, invita a ser estudiado: nunca otro partido político argentino mantuvo en el tiempo tanta supervivencia relativa: efectivamente, el MPN viene gobernando la provincia de Neuquén a través de elecciones libres desde el origen del distrito en 19542, y –a la vez- nunca participó ni intentó hacerlo en una competencia electoral fuera del distrito3. El caso neuquino es un típico ejemplo de estado rentístico. Incluso, Neuquén es una provincia que –a partir de la década del 70, ha percibido doble renta: la renta hidrocarburífera en un nivel mayor a la media nacional, y también ha sido receptora de la renta que Gervasoni (2010) ha definido como renta fiscal. Algunos trabajos históricos muestran que, para 1970, el 90% de los ingresos de Neuquén provienen o de transferencias federales o de renta hidrocarburífera, aproximadamente en partes iguales.

Un breve comentario sobre el caso neuquino: La historia reciente argentina ha pasado por esos momentos de desagregación partidaria, ya sea por proscripción el peronismo y el surgimiento el fenómeno conocido como “neoperonismo” (McGuire 1997, Favaro 1995) ya sea por las crisis que el otro gran partido argentino del siglo XX –la UCR- atravesó en diferentes períodos (Calvo y Escolar 2005). Lo cierto es que estas crisis son tierra fértil para el surgimiento de partidos locales que comparten la cultura, el estilo y –sobre todo- la constituency de sus “padres” nacionales. Sin embargo, que surjan partidos a partir de las crisis partidarias no garantiza su supervivencia. Ya sea porque fracasan electoralmente, ya sea porque los partidos nacionales se recomponen4, son contados con los dedos de la mano los casos en los cuales estos partidos subnacionales sobreviven. El caso neuquino es un caso interesante por dos razones: porque el partido gobernante sobrevive en el gobierno desde hace casi 60 años, porque para ello ha hecho uso de rentas, y porque esto se produce en un contexto competitivo, como intento demostrar más adelante.

b) Pregunta de investigación e hipótesis de trabajo.

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Neuquén fue convertido en Provincia junto a otros ex Territorios Nacionales en 1954 por la Ley 14315. Hay una excepción, que considero irrelevante, en 2007: El gobernador Sobisch (MPN) participa, con escasísimo éxito, de la competencia electoral por la Presidencia de la Nación en 2007. 4 En ese sentido, el ejemplo más claro es el proceso de recomposición del Partido Peronista, con otro ticket pero con la misma organización, a partir de que se hace evidente el fracaso de las diversas estrategias “desagregadoras” del peronismo en 1972. Ver McGuire (1985: 151-184) 3

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Sintetizando, este trabajo se plantea ofrecer una respuesta para cada una de las siguientes preguntas: 1. ¿Bajo qué condiciones sobreviven los partidos subnacionales? 2. ¿El rentismo es una causa de supervivencia de partidos subnacionales en contextos competitivos? Como ya afirmé, este es un estudio de supervivencia política5. Es pertinente plantear una tercera pregunta, relativa a cuáles son los factores que permiten el surgimiento de los partidos subnacionales. Es interesante y está poco trabajada. Pero a decir verdad no es objeto de este trabajo. Lo que importa para este trabajo no es el éxito (es decir, ganar en determinada coyuntura una elección que permita acceder a la gobernación) sino la supervivencia: una vez ganada, ¿por qué algunos partidos subnacionales logran mantenerse el gobierno y otros no? Esas preguntas son las que este trabajo intenta responder, en un contexto muy específico: cuando está presente la percepción de una renta por parte de la élite gobernante y cuando no aparecen signos claros de que el contexto sea autoritario.

Partiendo de las preguntas expuestas arriba, este trabajo sostiene 3 hipótesis, encadenadas una a la otra:

H1: El control sobre percepción de rentas por parte de la elite gobernante de un distrito subnacional (rentismo subnacional) aumenta la probabilidad de que ésta sobreviva electoralmente y mantenga el control del distrito. El rentismo es una variable que favorece la supervivencia. H2: Este efecto no explica necesariamente el grado de autoritarismo del régimen. El rentismo no genera un efecto directo y/o automático en el grado de competitividad de un distrito subnacional. H3: El efecto que el rentismo produce en la competitividad electoral del distrito (democratización) es condicional a la identidad partidaria. Cuando el partido es del mismo signo que el partido gobernante nacional, aumenta la probabilidad de un mayor grado de autoritarismo. Por lo tanto, debe esperarse que este efecto nunca se produzca si el distrito es gobernado por un partido provincial que no forma parte de una coalición nacional. 5

Agradezco los comentarios de Ernesto Calvo y Carlos Gervasoni, orientados a organizar el trabajo como un estudio de supervivencia. Espero estar a la altura de los comentarios. 4

La variable dependiente (VD1) de este estudio es la supervivencia partidaria en el gobierno, entendida –como ya se afirmó- como la permanencia en el gobierno del distrito como producto del triunfo electoral. Esta variable se codifica como permanencia (o no) triunfo electoral en elecciones a gobernador. Hay una segunda variable dependiente (VD2) derivada de las H2 y H3, cuya relevancia es insoslayable. Grado de democracia, medida por un índice de democracia creado por Gervasoni (Ver Tabla X y Gervasoni: 2010). La presencia de dos variables dependientes es el resultado de que el argumento de este trabajo es doble: el rentismo impacta positivamente sobre la supervivencia pero no genera ningún efecto directo sobre la democratización.

La variable independiente VI es rentismo, medido por una escala de tres categorías: Nulo, bajo, alto. El índice se muestra en la tabla XX y es una construcción propia en base a datos de la ONP del Ministerio de Economía de la Nación.

c) Marco teórico.

Desde el originario trabajo de Luciani & Beblawi (1987), se ha desarrollado una extensa literatura que conceptualizó un tipo de estados cuya característica es la percepción de una renta importante, derivada de hidrocarburos o minerales, denominados “Estados rentísticos”. Al mismo tiempo, esta literatura suele coincidir en que la disposición estatal de una renta (rentismo) suele derivar en una política menos competitiva. En pocas palabras, el rentismo es la causa principal –operando a través de mecanismos causales diversos- de que algunos regímenes políticos se vuelvan menos democráticos o directamente nunca lo hayan sido. A su vez, y más recientemente, otros trabajos (Gervasoni: 2010) ponen el foco en el nivel subnacional. Este trabajo discute ese argumento cuando se lo intenta “bajar de escala” hacia el nivel subnacional, y sostiene que ese efecto no se produce de manera automática y en cualquier contexto. No niega que se produzca pero, para ello, deben presentarse otros factores a los que esta literatura a veces ha dejado fuera de la vista6.

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Es importante aclarar que –como se muestra más adelante- el argumento de Gervasoni se centra en lo que conceptualizacomo “rentismo fiscal”. Este trabajo no pone foco en ese concepto, por lo que no debe interpretarse que se sostenga que el argumento de Gervasoni no es correcto. Sí se cuestiona la idea de que los estados subnacionales son automáticamente menos democráticos cuando disponen de renta 5

El argumento reciente más influyente ha sido planteado por Ross7. Este trabajo se focaliza en el petróleo y muestra evidencia robusta que sugiere que a nivel nacional el control de la renta petrolera genera regímenes menos democráticos. Una contribución importante del trabajo de Ross es el desarrollo de una serie de mecanismos causales a través de los cuales se manifiesta este efecto. Los mecanismos son tres: 1. Efecto rentístico. Asume que los gobiernos usan la renta petrolera para aliviar la presión social por mayor accountability. Se manifiesta a su vez en tres sub-efectos:

a. Tributación. Por la vía de la reducción (o desaparición incluso, en algunos casos) de la presión tributaria, los gobiernos reducen casi a cero la presión por mayor accountability, en tanto la sociedad civil tiende a exigir menos en tanto no es exigida tributariamente. Es un efecto conocido en la literatura bajo el término “no taxation no representation”. b. Gasto. Es un efecto similar al anterior, pero en sentido contrario. El estado dispone de mayores recursos para orientar el gasto público hacia acciones de patronazgo, que reducen presiones por democratización. c. Formación de grupos. El gobierno dispone de recursos, y los usa, para desactivar la formación de grupos activos de la sociedad civil (asociativismo). Es decir: el uso de los recursos de renta petrolera derivan en una sociedad civil desorganizada y débil “que todo lo espera del Estado”. Una derivación de este efecto ha sido desarrollada por Putnam8 y pone el acento en la (no) formación de capital social. 2. Efecto represión: El gobierno dispone de recursos para organizar fuerzas represivas poderosas y pertrechadas, que usa para reprimir la organización civil y la protesta. Este efecto, a mi juicio, es el más indirecto de todos. 3. Efecto modernización. El último efecto se deriva de la teoría de la modernización: sostiene que la democracia es el resultado de una serie de cambios sociales y culturales (especialización laboral, urbanización, altos niveles de educación) que a su vez son el resultado del desarrollo económico durable en el tiempo. Cuando el crecimiento no produce estos cambios, no derivaría en mayor democratización. Y el crecimiento rápido producido por la captura de una renta fácil los produciría, por lo menos no en el corto plazo.

hidrocarburífera. Es decir, este trabajo sostiene que esa relación causal “más rentismo-menos democracia” no baja de escala tan fácilmente. 7 Ross (2001) 8 Putnam (1993) 6

Este trabajo pone el acento en relaciones causales y no en mecanismos. Pero sí resulta importante tenerlos en cuenta para entender mejor el caso bajo análisis. Por lo que volveré sobre ellos más adelante.

El factor común que aparece en la literatura sobre rentismo es la variable dependiente. Sostienen a grandes rasgos que el grado de dependencia política es un efecto condicional a la renta hidrocarburífera9: a mayor renta menos competencia. Lo que la evidencia disponible sugiere –al menos para el caso argentino- no es eso.

La Tabla 1 muestra que la Argentina tiene 4 provincias que perciben renta hidrocarburífera. A su vez, la Tabla 2 nos ilustra a través del índice de democracia construido por Gervasoni que sólo una (Santa Cruz) aparece claramente ubicada con un índice negativo. Otras dos aparecen en el medio (Chubut y Neuquén) mientras Tierra del Fuego es el segundo distrito más democrático del país, de acuerdo a ese índice.

Tabla1. Balance de gasto por provincia 2012. Fuente: ONP Ministerio de Economía

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Estrictamente, cada trabajo varía en cuanto a las hipótesis y las variables de trabajo. Lo planteo en términos genéricos, en tanto todos explican fenómenos relativos a regímenes autoritarios o híbridos. 7

Tabla2. Indice subnacional de democracia (Gervasoni) 2012. Subnational Executive Legislative Succession Legislature Term democracy contestation contestation control control limits Mean SD Mean Mean Mean Mean Mean La Rioja -1.76 0.53 0.65 0.69 1.83 0.86 3 San Luis -1.14 0.53 0.75 0.51 2.00 0.68 3 Formosa -0.97 0.91 0.63 0.63 2.00 0.64 1.5 Santa Cruz -0.90 0.68 0.60 0.57 1.83 0.69 1.67 Sgo. del Estero -0.79 0.41 0.61 0.54 2.00 0.68 0.5 Catamarca -0.36 0.14 0.54 0.52 1.80 0.55 2.4 La Pampa -0.22 0.16 0.53 0.50 2.00 0.55 0.67 Neuquén 0.00 0.46 0.52 0.46 1.33 0.53 0.67 Jujuy 0.03 0.49 0.48 0.48 1.33 0.53 1 Chubut 0.05 0.82 0.52 0.48 1.00 0.51 0.67 Misiones 0.07 0.33 0.48 0.48 1.50 0.52 0.83 Santa Fe 0.08 0.35 0.48 0.48 1.00 0.54 0 Salta 0.12 0.80 0.47 0.43 1.00 0.56 0.83 Corrientes 0.14 0.85 0.46 0.46 1.20 0.54 0.2 Buenos Aires 0.20 0.34 0.47 0.43 1.17 0.52 0.67 Río Negro 0.24 0.35 0.43 0.41 1.83 0.53 0.83 Córdoba 0.27 0.50 0.46 0.39 1.50 0.51 1 Tucumán 0.28 1.44 0.43 0.45 1.20 0.52 0.2 Chaco 0.42 1.10 0.45 0.43 0.83 0.47 0.67 Entre Ríos 0.44 0.49 0.45 0.44 0.67 0.47 0 San Juan 0.61 1.41 0.40 0.38 0.80 0.47 1 Mendoza 1.00 0.90 0.38 0.34 0.83 0.38 0 Tierra del Fuego 1.19 0.73 0.37 0.29 0.50 0.35 1 Capital Federal 1.72 1.01 0.35 0.20 1.00 0.22 1 Average

0.00

0.96

0.50

0.46

1.34

0.54

0.95

N 6 4 6 6 4 5 6 6 6 6 6 6 6 5 6 6 6 5 6 6 5 6 4 3 131

En principio, entonces, los datos disponibles no están sugiriendo una relación negativa entre rentismo hidrocarburífero y democratización, a nivel subnacional. Una lectura más desagregada de indicadores de democratización frecuentemente utilizados en la literatura nos arroja información que, si bien en algunos casos muestra datos asociables a contextos poco democráticos, estos no son ni frecuentes ni sistemáticos. Efectivamente, el gráfico 1 nos muestra que, en las 4 provincias mencionadas, en las 8 elecciones a gobernador realizadas desde 1983 a la fecha (30 observaciones) únicamente en 7 ocasiones el partido ganador obtuvo más de 60%. 5 de esos 7 resultados se produjeron en Santa Cruz, mientras en Tierra del Fuego no hubo resultados.

8

Gráfico 1. Porcentaje de votos partido de gobierno. Fuente: Atlas Electoral de Andy Tow

80% 70% 60%

Santa Cruz Neuquén

50%

Chubut

40%

Tierra del Fuego

30% 20% 1983 1987 1991 1995 1999 2003 2007 2011

Asimismo, de acuerdo a lo que se muestra en el gráfico 2, de las 30 observaciones, en 6 ocasiones se observaron diferencias respecto del segundo mayores a 25%. Nunca en Tierra del Fuego. Hay que señalar sí que en 3 ocasiones (1 por provincia) fueron amplísimas.

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Gráfico 2. Diferencias en % entre primera y segunda etiqueta. Fuente: Atlas Electoral de Andy Tow.

70% 60% 50%

Santa Cruz

40%

Neuquén

30%

Chubut

20%

Tierra del Fuego

10%

0% 1983 1987 1991 1995 1999 2003 2007 2011

Gráfico 3. Rotación partido de gobierno (succession control).

5 4 3 2 1 0 Santa Cruz

Neuquén

Chubut

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Tierra del Fuego

d) Revisión de la literatura

1. Rentismo y régimen autoritario/híbrido

La literatura sobre el rentismo y su relación con la política se origina asociada al autoritarismo (Luciani & Beblawi 1987; Ross 2001) o al menos a lo que Gervasoni (2010) ha denominado el “balance entre el estado y la sociedad” entendido éste como la capacidad de las élites políticas de sacar el mayor provecho posible de la relación entre los “costos de represión” y los “costos de tolerancia” (Dahl 1971: 15-16). Como ya se marcó en el capítulo anterior, según este argumento ya clásico, las elites tolerarán el mínimo costo de tolerancia posible, entendido como el que produce una mínima rentabilidad marginal sobre los costos de represión. Toda la represión posible hasta que no genera rentabilidad marginal respecto de la tolerancia. A su vez, las elites en posesión de una renta independiente de la imposición de impuestos (“no taxation no representation”) están en mejores condiciones de obtener un balance “represión-tolerancia” más favorable. O pueden neutralizar la contestación incluso antes de necesitar reprimir, neutralizando la capacidad asociativa de la sociedad civil. Las teorías sobre la relación entre rentismo y democracia instalan entonces de manera sólida y fuerte la idea de que se produce “un balance de poder entre Estado-sociedad, en las cuales el Estado domina a la sociedad por su fácil acceso a significativos recursos económicos que son independientes de la tributación doméstica amplia.” (Gervasoni 2010: 306). La teoría rentística se fortalece vis-a-vis su relación (inversa) con la democratización. El programa de investigación sobre el rentismo avanza en esa dirección, proveyendo –por ejemplo- fuerte evidencia acerca de cómo la “natural resources trap” produce condiciones para menos democracia en países en los cuales las élites políticas tienen acceso a renta asociada a la posesión de recursos minerales o de hidrocarburos (Ross 2001, Smith 2004, Hogan & Sturzenegger 2010). A su vez, el concepto de rentas naturales se amplió a un nivel de abstracción más general, planteando que la renta natural es una subespecie de renta, un grado debajo en la escala de abstracción de Sartori (1970). En esta lógica, aparecen nuevas formas de renta, de características similares a la natural, pero con otro origen. El ejemplo más claro de ello es la posesión de rentas fiscales (Gervasoni 2009, 2010) provenientes de la apropiación de rentas fiscales por fuera de lo que tributa el electorado propio. Para decirlo muy sintéticamente, el origen de la renta es diferente, pero sus consecuencias sobre el tipo de régimen serían las mismas.

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Este concepto nos introduce además en otro marco: el de nivel subnacional, al cual me referiré más adelante. Como plantea Gervasoni (2010: 307): “En el polo opuesto, las provincias rentísticas tienen acceso a ingresos provenientes de fuentes básicamente independientes de la tributación general, y estos ingresos pueden ser muy grandes en comparación con sus economías domésticas. Bajo tales condiciones, el Estado es por lejos la principal fuente de riqueza”

Sin cuestionar la fortaleza de esta teoría acerca de la relación entre rentismo de diverso origen y autoritarismo, sostenida además por robusta evidencia empírica (Ross 2001, Gervasoni 2010); este trabajo argumenta que a nivel subnacional la relación entre rentismo y supervicencia del incumbent es visible, pero no ocurre lo mismo con la relación entre rentismo y grado de democratización. Esta relación causal es condicional a otros factores.

2. Regímenes y sistemas subnacionales y rentismo subnacional.

Recientemente han aparecidos trabajos muy sólidos teóricamente y a la vez sostenidos en robusta evidenvia empírica, que fonen el foco en el rentismo pero a nivel subnacional. A los ya citados trabajos de Gervasoni que además desarrollan el concepto de rentismo fiscal, podemos agregar la contribución de Goldberg, Wibbels y Mvukiheye10 que considero clave. Este último trabajo pone el acento en el nivel subnacional y nos proporciona evidencia tomada de una larga serie de tiempo de las elecciones subnacionales en los Estados Unidos. Otro aspecto interesante de este trabajo, es que plantea una crítica metodológica a la mayor parte de los trabajos sobre rentismo, basada en que las muestras suelen provenir de 30 años muy sesgados: precios del petróleo muy altos, y procesos de nacionalización petrolera en países de medio oriente sin tradición ni instituciones democráticas. Podemos ubicar esta literatura en un marco más amplio: El foco en el nivel subnacional, efectivamente, ha crecido en las últimas décadas. Más de un programa de investigación ha pasado por este proceso de “scaling down” en el foco de análisis. Ya sea para poner el foco en las capacidades de los gobiernos y en la gobernabilidad (Falleti, 2006; Hecock, 2006), en el impacto de la descentralización en la desnacionalización partidaria (Calvo y Micozzi, 2005; Leiras, 2010; Chhiber y Kollmann, 2004) o –viceversa- en los determinantes subnacionales de los sistemas partidarios nacionales (Moreno, 2003).

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Godberg, Wibbels & Mvukiheye (2010) 12

Hay una literatura específica que reviste sumo interés para este trabajo: la que hace foco en el autoritarismo subnacional (en la cual se inscriben también, obviamente, los trabajos ya citados de Gervasoni y de Goldberg & otros). La hegemonía de un partido subnacional estaría asociada en este caso a la construcción de un régimen autoritario o semiautoritario: “autocracias electorales” o similares. En términos generales, retomando el clásico trabajo de Key & Heard (1949) una extensa literatura hace foco en los grados diferenciales de democratización entre los niveles nacional y subnacional (Gibson 2005, Mickey 2005, McMann 2006) o poniendo foco en el cierre político de estos regímenes (Gibson 2005, Behrend 2011).

3. Metodología

Como ya se afirmó, el presente trabajo es un estudio de caso. Lo entiendo como un primer paso para agregar conocimiento sobre las causas de la supervivencia partidaria a nivel subnacional, en contextos en los que el rentismo hidrocarburífero está presente. Quedan para futuros pasos la construcción de evidencia cuantitativa agregada, y un estudio comparado entre las cuatro provincias rentísticas. Pero entiendo también que constituye un paso esencial para mostrar evidencia a nivel de caso sobre los efectos reales que produce el rentismo sobre la supervivencia, en primer lugar, y sobre el grado de democratización del distrito, en segundo.

Pone foco en el partido predominante de la provincia argentina de Neuquén, MPN. La elección responde a que Neuquén es un caso “en el medio” dentro del grupo de las provincias rentísticas. Y a la vez se muestra también “en el medio” en cuanto a grado de democratización ampliando la base a todos los distritos, usando para ello el índice de democratización de Gervasoni11. Si aplicamos la tendencia surgida de la literatura más influyente sobre rentismo, deberíamos esperar que Neuquén fuera fuertemente autoritaria, y no lo es. Siguiendo la misma línea, Behrend (2011)12 cuestiona el término “autoritario” para describir a los estados subnacionales menos democráticos, 11

Gervasoni 2010: 319. Una actualización más reciente hecha por Gervasoni de este índice muestra para Neuquén un resultado de 0,00 lo que la aleja aún más de los modelos autoritarios, ubicándola entre la democracia y la hibridez. Incluso entiendo que sería pertinente (y lo anoto como una tarea a realizar en la investigación) quitar del índice el indicador que reporta la rotación en el gobierno (sucession control), porque si asumimos que Neuquén no tiene restricciones a la competitividad, esta variable podría estar ensuciando el indicador. Lo que quiero decir es que deberíamos pensar –trayendo a colación la clásica distinción de Sartori (1976) entre regímenes de tipo predominante y los que no permiten la competenciaque si un partido gana siempre en condiciones competitivas es incorrecto incluir la falta de rotación como un signo de autoritarismo. Entiendo que para entender supervivencia este indicador ensucia el índice ya que mide precisamente eso12 Behrend 2008, y Behrend 2011: 3. 13

y ofrece el concepto de “juegos cerrados” para definir contextos competitivos de baja intensidad. Sin embargo, prácticamente ninguno de los indicadores que Behrend utiliza se manifiestan de manera intensa, y algunos de ellos directamente no se manifiestan en Neuquén. Tampoco podría ser calificado este distrito como un “juego cerrado”.

Este trabajo, en línea con la literatura que trabaja a nivel subnacional, entiende la utilidad de continuar en esa línea, para evitar el sesgo de tomar un nivel de análisis demasiado alto perdiendo foco sobre los comportamientos que van más allá de ese nivel, cayendo en lo que Snyder ha definido como el “whole nation bias” o “average bias” (Snyder 2001). La crisis de los estados nacionales de los últimos años ha tenido un impacto metodológico, desnaturalizando ese approach y abriéndonos la puerta a bajar un grado en la escala, tornando a ese “scaling down” explicativamente útil. Sin embargo, lo que estaría mostrando el caso Neuquino es que a veces ese sacling down nos sirve también para prevenirnos sobre generalizaciones dentro del nivel subnacional.

La evidencia que sustenta este estudio es, básicamente, cualitativa. Hemos agregado alguna información cuantitativa para darle mayor robustez a la información. En concreto, la información sobre la que construí la evidencia que sostiene lo que aquí se afirma está soportada en tres fuentes:

1. Documentación histórica primaria (colectada específicamente para esta investigación) y secundaria (tomada de otras investigaciones). 2. Diario Rio Negro entre 1960 y 2007. 3. Documentación económica colectada del Ministerio de Economía de la Nación y de oficinas del gobierno de la provincia, principalmente el COPADE. 4. Entrevistas a 86 personas con diferentes posiciones en relación a la provincia: 

Dirigentes políticos del MPN y de la oposición. Provinciales y locales.



Sindicalistas



Empresarios



Analistas políticos y académicos locales



Periodistas



Funcionarios especializados (de carrera) de la administración pública provincial.



Miembros de la familia Sapag.

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4. El caso. a. Reseña histórica sobre la Provincia de Neuquén Lo que hoy conocemos como Provincia de Neuquén fue creado como Territorio Nacional13 en 1884. Desde esa época y hasta la década del 60/70 se trató de una región con poca actividad económica y muy escasa infraestructura14. A principios del siglo XX la actividad económica se reduce a la fruticultura en el valle fronterizo con Rio Negro, la cría de ganado en el interior de la provincia y el comercio, muy ligado a los enclaves “plantados” por el estado nacional: el ejército primero, el ferrocarril luego y finalmente YPF15. Estas últimas dos actividades serán las más importantes durante la primera mitad del siglo, pero el caso YPF es central por dos motivos, uno de carácter institucional y otro histórico:

1. El impacto en el carácter rentístico de la economía neuquina, por un lado. 2. La relación del grupo fundador del MPN con la actividad petrolera, por el otro.

El petróleo y la agricultura reducían la importancia económica y política de la Ciudad de Neuquén, que era muy menor a la que tiene hoy. Es decir que la actividad económica durante la primera mitad del siglo pasado en la provincia pasa más por el interior y consiste básicamente en la ganadería (muy rudimentaria) y el comercio dirigido a los enclaves del estado federal. Un ejemplo claro de ello es el “mundo” que comienza a construirse alrededor del “octógono fiscal” de Plaza Huincul. Este “octógono”16 es el territorio que el Estado Federal entrega a YPF en 1922 para que desarrolle la explotación petrolera en el área. La empresa estatal de petróleo instala allí su base de operaciones y construye en la práctica un “Estado dentro del Estado”: dentro del “octógono” está la planta, y también el barrio de los empleados de YPF, el hospital (exclusivo), la escuela, y un relativamente completo nivel de servicios. Fuera del octógono, comienza a desarrollarse una población irregular, a la que los pobladores denominan “barrio peligroso” y que 13

La Ley de territorios nacionales Nº 1.532 define a los territorios como distritos sin autonomía política, administrados por un delegado del presidente que asume todos los atributos del poder político: ejecutivo y legislativo. El fundamento de la territorialidad reside en que no hay la actividad suficiente como para justificar la autonomía política. No hay, básicamente, elites con las que negociarla. 14 No es sencillo obtener información económica respecto de los territorios nacionales dado que está escasamente sistematizada. La mayor parte de datos económicos de la provincia proviene –cuando no se especifica otra cosa- del COPADE (Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo) de la Provincia del Neuquén, al cual le agradezco la colaboración prestada. En otros casos se recogió de medios periodísticos de la época y de materiales sueltos que me fueron provistos por entrevistados. 15 Fuente: COPADE. 16 En 1922, en PEN dicta un decreto otorgando una zona de reserva de 7.854 hectáreas (denominada Octógono Fiscal) a YPF. El área tiene como centro el Pozo Nº 1 correspondiente al área de Plaza Huincul. Esta área es controlada y administrada por YPF hasta 1966, año en que cede su soberanía a la Provincia de Neuquén. Fuente: COPADE y Municipalidad de Plaza Huincul.

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luego se transformará en un poblado en la década del 30, primero llamado “Pueblo Nuevo” y luego Cutral-Co. El pueblo de Cutral-Co se desarrolla a partir de los pobladores que se suman para trabajar en YPF como contratistas o eventuales, y de los comerciantes que arman sus negocios para venderle a la empresa o sus empleados. Una de esas familias son los Sapag: Canaan Sapag y sus hijos llegan del Líbano alrededor de 1910 y se instalan en los alrededores de Zapala (Covunco) en 1912. Desde 1913 se dedican al comercio originalmente en la ciudad de Zapala. La crisis del 30 golpea muy duro a la empresa familiar Sapag e hijos, y dos de los hermanos varones (Elías y Felipe) se instalan alrededor del “octógono” en 1931 y fundan una nueva empresa: Sapag y Compañía, posteriormente Sapag Hnos SA. Su primer comercio –una carnicería- se denominó, casi premonitoriamente, “La Casa del Obrero”17. Los Sapag se convierten en un referente social y político de la zona, “…cumpliendo no sólo una función de abastecimiento meramente comercial, sino también participando en cuanta organización comunitaria existía. Clubes deportivos, cooperadoras escolares y comisiones de fomento registran el nombre de los hermanos Sapag siempre comprometidos y asumiendo situaciones de liderazgo”18.

El negocio de los Sapag en Cutral Co sigue el mismo modelo familiar: venderle a las organizaciones federales y a sus empleados. En un pueblo pequeño como aquel, esta relación es clave para la legitimación de la familia como un referente de peso: se trata de comerciantes que se afincan en la zona, fían sus ventas, dan créditos, ayudan a sus vecinos. Este liderazgo se consolida como un modelo de crecimiento político. Un caso paradigmático de este modelo es el apoyo que los Sapag brindarán a los huelguistas del petróleo de Plaza Huincul. El apoyo en víveres e insumos a los huelguistas, que retiran del comercio Sapag y firman el compromiso de pagar cuando la huelga termine, consolida una relación con uno de los dos gremios clave de la provincia: el SUPE.19

Un tema central relativo a los incentivos a la upward-accountability (o más bien a la falta de estos) es la marginalidad de la provincia en aquel momento: la Ley de Territorios Nacionales realmente condenaba a sus habitantes a la condición de ciudadanos de segunda clase. No podían elegir presidente, legisladores o gobernador. Tampoco obviamente legisladores provinciales. Lo único que la ley autorizaba era la posibilidad de elegir intendente en los poblados de más de 5000 habitantes. En 1952 sólo 4 poblados reunían tal condición, y en dos de ellos ganó un Sapag: en

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Fuente: Sapag (1994), www.sapag.com.ar y entrevistas realizadas específicamente para este trabajo. Luis Felipe Sapag en www.sapag.com.ar 19 El otro es la Unión Ferroviaria, a la que también apoyen con el mismo modelo unos años después. 18

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Zapala, Amado y en Cutral Co, Felipe20. Un importante elemento a tener en cuenta es que el liderazgo de los Sapag en Neuquén fue construido localmente, más por imperio de las circunstancias que por decisión propia. Los Sapag se integran – como dirigentes- al incipiente peronismo neuquino. Ambos hermanos son electos efectivamente por el Partido Peronista.

¿Cuál es, entonces, el soporte histórico del MPN, en sus orígenes? Identificarlo es clave para comprender mejor las características de las trayectorias posteriores. La literatura que explica el proceso desde una perspectiva histórica (Favaro, 2005; Secretaría de Estado de la Gestión Pública, Gobernación de Neuquén, 2008) nos permite reconocer los apoyos de la primera institucionalización del MPN en 4 sectores: 

Clase mercantil en ascenso, en general proveedora del estado en alguna de sus dependencias (núcleo del MPN).



Sindicatos (los pocos que había: básicamente 2, SUPE y Unión Ferroviaria), cuya presencia se relaciona con un elemento que como relataré mas adelante considero importante: el fenómeno conocido como neoperonismo, que ubica a los sindicatos en una suerte de “estado de vacancia política”.



El sector ganadero del interior, muy débil y desorganizado, que sin embargo impone el primer candidato a vicegobernador en 1962 cuando el MPN apenas se había fundado.



Por último, el apoyo de las organizaciones locales de la iglesia y las fuerzas armadas. Este elemento es clave para entender la consolidación definitiva del partido en el período 1970/1971

La provincia de Neuquén se constituye como tal en el año 1955, mediante la Ley 14.408 que convierte en provincias a todos los territorios existentes con excepción de Tierra del Fuego. El golpe militar de 1955 suspende su aplicación hasta 1958, año en que tienen lugar las elecciones de gobernador y de convencionales constituyentes. Estas elecciones son las únicas que no gana el MPN sencillamente porque no existe. El peronismo estuvo proscripto, y en Neuquén ganó la UCRI21.

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Fuente: Datos electorales. Gobernación de la Provincia de Neuquén

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Un detalle secundario a los efectos de este trabajo pero al que prefiero hacer una referencia: la constitución neuquina tuvo a los dirigentes peronistas (algunos de ellos luego fundadores del MPN) como espectadores: varios entrevistados coincidieron en reconocer por ejemplo que el diseño electoral de mayoría y minoría para la legislatura fue el producto de un acuerdo entre la

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En 1961, la situación es otra. El liderazgo del líder en el exilio aparece cuestionado por un sinfín de dirigentes que especulan con el final de ciclo y plantean alternativas de supervivencia con diversos matices que van desde el enfrentamiento a los gobiernos que sucedieron al de Perón –durante la proscripción- hasta el pacto con el mismo (McGuire, 1997; Favaro, 1995). Favaro (1995) describe al fenómeno luego bautizado como neoperonismo como un intento de continuidad del movimiento bajo otras formas partidarias con configuración subnacional, producto principalmente de la imposibilidad de reemplazar el liderazgo nacional de Perón. Efectivamente, “las estrategias del líder en el exilio solían perjudicar profundamente a algunos dirigentes locales; las órdenes de votar en blanco o de apoyar a grupos no peronistas no siempre fueron aceptadas por los dirigentes locales” (Favaro 1995).

La creación de

partidos neoperonistas de perfil local estuvo motivada por la reacción frente a la actitud del líder, y por el localismo como estrategia necesaria frente a la imposibilidad de una estrategia nacional unificada22.

Así, frente a la continuidad de la proscripción, a partir de 1960 los dirigentes peronistas plantean -para las elecciones de gobernador en algunas provincias- una estrategia diferente: competir en elecciones bajo las reglas de juego aceptadas y presentarse a través de listas en tickets provinciales creados al efecto. Es la iniciativa que la literatura luego bautizará como “neoperonismo” (McGuire 1997). Los intentos más conocidos fueron las “uniones” (Unión Popular en la provincia de Buenos Aires) y los partidos Tres Banderas, iniciativa esta última creada en primer lugar en la provincia de Mendoza23 y luego imitada en Salta y otras provincias.

Pero quizás el caso más interesante es el del MPN, no tanto por su trascendencia al momento de su creación sino porque fue el único que sobrevivió al fin de la proscripción y la vuelta de Perón en 1973. Efectivamente, tal y como se muestra en la Figura 1, el MPN triunfa en la elección de 1962 con el 48,4% de los votos, y a partir de ahí gana en las 10 elecciones de gobernador que se sucedieron hasta la actualidad. La fundación y la victoria del MPN como una opción política diferente de las opciones nacionales entiendo que es producto de la

UCRI y la UCRP, que se imaginaban alternando el gobierno de la provincia, en un escenario de peronismo proscripto o inexistente. 22 Ver al respecto McGuire (1997: 80-86). 23 Varios entrevistados coinciden en que el dirigente peronista Martínez Baca recibió un importante financiamiento de la familia Sapag, en quizás el único intento de trasvasar las fronteras de la provincia.

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conjunción de dos factores: la desagregación del peronismo (como condición necesaria) y el carácter marginal de la provincia, producto de su reciente institucionalización como distrito autónomo, más su pequeño peso económico relativo24. Esta conjunción de elementos le dio en la práctica una mayor cantidad de grados de libertad, en cuanto a la upward accountability, a los dirigentes locales. En palabras de Favaro y Arias Bucciarelli (2001), el MPN articula un universo simbólico de “unidad sin diferencia” en la que se integran las sucesivas oleadas migratorias25 en una suerte de promesa colectiva, una “identidad neuquina federal” que le permite al inmigrante formar parte de un colectivo integrador, que articula un clivaje ideológico (la “lucha contra el poder central”) y una propuesta programática pragmática (“negociar con todos para favorecer a la provincia”). “…a nosotros nos dijeron en Buenos Aires: no hablen de peronismo, no hablen de resistencia, no cuestionen, no provoquen la proscripción, y eso fue lo que hicimos. Hablamos de lo único que podíamos hablar que era sentido por el pueblo de la provincia: el federalismo. Y para la tierra de nadie que éramos, el federalismo de a poquito se nos fue dando como una linda manera de sentirnos lo mismo. Los Sapag hablaron de federalismo desde el primer día y en esta tierra olvidada de Dios eso siempre convocó”26.

En resumen, asumo (aunque no es el objetivo de este trabajo) que en el surgimiento del “modelo neuquino” operaron dos factores: 1. El carácter marginal de la provincia al momento de su constitución. Usando un concepto de Snyder (1999) se puede afirmar que en el Neuquén de 1958/1960 los dirigentes peronistas locales no se enfrentan a “upward accountability” ni tienen a su disposición una red de solidaridades ni incentivos a jugar nacionalmente en la oposición. Para entender por qué las protoelites de Neuquén, Chubut o La Pampa juegan de una manera o de otra, tenemos que detenernos a observar por qué –una vez determinadas las opciones que tienen- entran a jugar más sus “divergent policy repertoires” esto es, sus decisiones tomadas más o menos en libertad (Snyder, 1999) que otras restricciones exógenas. Una de las consecuencias de la libertad de los hermanos Sapag para elegir entre los “divergent policy repertoires” es la construcción de una

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Reconozco que estos dos factores están presente en la provincia de Neuquén, pero no exclusivamente en ésta. Dicho de otra manera, el argumento sirve para Neuquén pero también podría servir para Santa Cruz. Efectivamente, establecer esa diferencia es una tarea pendiente de un trabajo que ponga el foco más en el surgimiento de las fuerzas provinciales que en su supervivencia. 25 Hasta bien entrado el Siglo XX, Neuquén fue una provincia integrada básicamente por inmigrantes. Extranjeros primero, internos después. Un estudio demográfico del aumento de población neuquina entre 1898 y 1991 nos muestra que ésta creció durante el siglo pasado entre 2 y 4 veces más rápido que la media nacional y que un 50% de ese crecimiento se explica por la migración (Perrén 2008). 26 Entrevista a Héctor Enrique Castillo, militante del MPN, funcionario provincial de carrera hasta 1983. Desde 1983 ocupó cargos políticos diversos en la provincia, del cual el más relevante es el de director de Prensa y Difusión de Felipe Sapag en sus dos gobiernos posteriores a 1983.

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identidad provincial fuertemente afincada en un ideario federalista, que juega como constructor de identidad incluso por encima de otras variables de clase o ideológicas. 2. En segundo lugar, el fenómeno conocido como neoperonismo (McGuire, 1997): El MPN se inscribe originalmente en esa iniciativa. Su particularidad no es eso, sino su supervivencia posterior.

Luego del segundo mandato constitucional de Sapag (1963-1966) se producen en Neuquén dos hechos que marcan el desarrollo provincial:

1. Entre 1969 y 1972 Neuquén es objeto de una fuerte inversión pública federal, en lo que algunos trabajos denominan el “el desarrollo federal centralizado”. Efectivamente, en Neuquén durante ese período se genera una fuerte inversión en obras hidroeléctricas (que convertirán a la provincia en el primer productor de ese tipo de energía) y también en inversión en planes regionales de desarrollo de infraestructura en salud y educación únicos en el país. En ambos casos, decididos desde el gobierno central, pero con una fuerte interacción con la burocracia local y con la élite emepenista, que desde 1970 vuelve a controlar la provincia27. Estas iniciativas fueron calificadas por Arias Bucciarelli (2004:6) como un “experimento desarrollista autoritario único en la Argentina” e implicaron el punto de partida para el desarrollo de un modelo dependiente fuertemente de rentas no originadas en la provincia. 2. El modelo se consolida con el boom del petróleo y sobre todo del gas en el noroeste neuquino a partir de fines de la década del 70 y principios del 80. Neuquén pasa a producir el 35% del petróleo argentino durante las dos décadas siguientes, de acuerdo a datos del COPADE. Finalmente, hay que destacar que la provincia de Neuquén recibe una fuerte corriente migratoria interna entre 1966 y 1980, básicamente de dos tipos: por un lado migración obrera, que trabaja en las obras hidroeléctricas y en el petróleo y que en ambos casos se organiza sindical y mutualmente (Perrén 2008, Favaro 2008) y por otro lado migración de clases medias, asociada a los programas federales, al crecimiento del estado provincial, al creciente comercio de la ciudad de Neuquén y finalmente al turismo, aunque éste adquirió relevancia económica a partir de la década del 8028. En definitiva, el empleo público provincial crece 27

Arias Bucciarelli (2004) y Favaro y Arias Bucciarelli (2008)

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COPADE 20

mucho en estos años pero no es la única fuente de ingresos de una población que, por otra parte, se organiza con cierta autonomía del estado provincial. Esta conjunción de datos (fuentes de ingreso diversas y sociedad civil organizada) aleja parcialmente a Neuquén del perfil típico de autoritarismo subnacional descripto por Gervasoni (2010).

b. Resultados (1): El rentismo como causa de supervivencia

Volviendo a la pregunta original: ¿La renta petrolera ayuda a la supervivencia de la elite neuquina? Los datos sugieren que sí, ya que la información disponible, tanto desde la documentación analizada como de los testimonios colectados en entrevistas:

1. Los recursos provenientes de los hidrocarburos son aplicados a empleo público (patronazgo) y a obras públicas. 2. El gasto no es anticíclico. El gobierno no ahora cuando cuenta con más recursos. Por el contrario, en algunos períodos, gasta más. 3. La estructura clientelar territorial del MPN es receptora de los recursos públicos. Los dirigentes territoriales del MPN declaran esperar recibir más recursos cuando la renta aumenta y menos cuando se reduce. 4. El MPN ejerce un fuerte control partidario del gasto social proveniente de fondos públicos.

Sin embargo, los datos nos muestran que la supervivencia no se traduce en un cambio autoritario de las reglas de juego. La provincia es competitiva y los 51 años del MPN en el poder no se han traducido en una reducción del grado de competitividad a su favor. ¿Cua´les son las causas para esto? Entiendo que son múltiples, pero principalmente hay una, que menciono en último lugar. 1. Neuquén fue una provincia (por las razones que se resumen más arriba) que se “fundó” institucionalmente bajo la influencia del desarrollismo. Este elemento jugó como factor clave para la consolidación de una burocracia estatal que, si bien mantiene lealtades hacia el partido de gobierno, lo hace desde un perfil técnico, poniendo límites de hecho al libre uso de los recursos estatales. Hay cierto “funcionariado especializado” que reconoce su lealtad al partido gobiernante pero actúa sobre los márgenes que le plantean las reglas burocráticas que rigen su funcionamiento. La existencia de esta estructura burocrática estatal es un límite fáctico al uso de los recursos y las reglas de juego. 21

2. La existencia a la vez de una clase media importante (proveniente de migración europea y sirio-libanesa en su mayor parte) más la migración de contingentes de obreros a partir de la década del 60 (para trabajar en obra pública primero y en el petróleo y gas después) han hecho que en la provincia exista un asociativismo social marcadamente más alto que el promedio provincial. Sindicatos, asociaciones profesionales, empresarias, de comercio, y de “nacionalidades” han tenido una presencia importante en la provincia desde su constitución. Los sindicatos se han desarrollado, además, con una marcada autonomía respecto del gobierno provincial, en particular los que agrupan a empleados estatales. El asociacionismo está estrechamente asociado a una práctica política relativamente autónoma de la sociedad neuquina lo que se evidencia que el MPN gana siempre la gobernación pero no necesariamente lo hace cuando sólo se eligen legisladores nacionales, ni tampoco eso se traduce en el control electoral de las ciudades principales, que están en parte en manos de la oposición. Que el MPN gane siempre las elecciones a gobernador pero pierda desde hace años las ciudades de Neuquén y Zapala sugiere un corte de boleta importante. 3. Finalmente, lo que considero un punto clave. La presencia de instituciones del Estado Nacional que manejan recursos ha sido importante en la provincia (Anses, PAMI, YPF, Ferrocarriles, FFAA, Gendarmería). Algunas de ellas muy orientadas al uso clientelar de los recursos. Si bien esto no implica una diferencia importante con otras provincias del país, la clave en este caso es que estas organizaciones estatales siempre están en manos de gobiernos controlados por partidos que compiten electoralmente con el MPN en la provincia. El carácter exclusivamente provincial del MPN produce que los recursos a su disposición siempre estén en competencia con los que tiene otro partido (la UCR o el peronismo). Esto sugiere, a mi entender, que la identidad partidaria del partido de gobierno es un factor clave. En concreto: cuando el partido que gobierna la provincia no es el mismo que el que gobierna la nación, es más probable que el grado de competitividad sea más alto que si el partido que gobierna la provincia y la nación son los mismos.

Este trabajo pone foco en las instituciones y en cómo éstas permitieron pero a la vez pusieron un límite al modelo de desarrollo provincial, que implicó la consolidación de un partido autónomo, pero en un contexto competitivo y en un juego que dista de ser “cerrado”. Los resultados de este trabajo muestran al menos de manera preliminar que el proceso iniciado en Neuquén en 1961 a partir del fenómeno conocido como neoperonismo se consolidó de manera intensa en un contexto en el que el MPN se constituyó en el actor dominante pero lejos de ser hegemónico. La presencia institucional de las instituciones del Estado Nacional, más un alto grado de autonomía de los 22

trabajadores sindicalizados y las clases medias habrían dado lugar a un fenómeno de dos caras: por un lado la sociedad neuquina parece haber “comprado” el “modelo federal” del MPN pero por otro le habría puesto límites, impidiendo su transformación en un modelo hegemónico. La estructura clientelar que el MPN pudo armar le permitió ocupar el centro de la escena (desplazando al peronismo) pero sin ser actor exclusivo.

Sin que sea un objetivo del trabajo, analizo brevemente los mecanismos causales que sistematiza Ross, en cuanto a sus implicancias en Neuquén:

1. En cuanto al efecto rentístico: la provincia de Neuquén no tiene una presión tributaria más baja que la media nacional. De hecho, la presión tributaria del grupo de provincias “rentísticas fiscales” (Gervasoni 2010) es menor que la neuquina. Por el contrario, la provincia aplica la renta a un incremento del gasto (sub-efecto 2) pero en un escenario de competencia con los recursos de los que dispone el partido nacional (como ya se demostró). Finalmente, no se observa que el gobierno provincial haya podido desactivar un asociacionismo que es muy activo y no siempre oficialista. A los datos ya mostrados podemos agregar que el gobierno no ejerce un control ni exclusivo ni mayoritario de los medios de comunicación con influencia en la provincia. 2. En cuanto al efecto represivo: entiendo que el asociativismo opera como un límite fáctico al uso de la represión. Un buen ejemplo de ello es la reacción que hubo en la provincia luego de la muerte del docente Fuentealba como producto de una represión policial en la década pasada. La percepción mayoritaria se orienta a entender que las protestas generadas por ese suceso implicaron el final –de hecho- de la carrera política del gobernador Sobisch. 3. Finalmente, el efecto modernizador. Muy por el contrario a lo que sugiere la literatura, Neuquén fue objeto (durante las décadas del 60 y 70) de fuertes inversiones de carácter desarrollista, que se tradujeron en sistemas educacionales y de salud muy superiores a la media nacional. Ello hizo posible que, a finales de los 70 Neuquén mostrara indicadores sociales más cercanos a la Ciudad de Buenos Aires que a las provincias “rentísticas fiscales”. En comparación con el norte del país Neuquén es una provincia de clases medias.

23

5.

Conclusiones

En cuanto a Neuquén, los datos sugieren que:

1. El uso de los recursos provenientes de la renta hidrocarburífera permiten al gobierno sobrevivir en el tiempo sin aliados permanentes en la arena nacional. Deberíamos entender esto más en clave “defensiva”: impiden a los partidos nacionales tomar control de la provincia 2. El MPN compite en el territorio con los partidos que controlan el gobierno nacional, por un lado, y los gobiernos locales, por otro. En la práctica, se manifiesta una pluralidad en el uso de los recursos que impide una reducción del grado de competitividad electoral de la provincia. Es por eso que una de los hallazgos más importantes de este trabajo es que la variable partidaria es clave: si el gobierno provincial no es del mismo partido que el nacional y/o los locales (y todos ellos compiten en la arena provincial) el escenario tiende a ser competitivo. En este contexto, el rentismo es condicional a la identidad partidaria.

Esos son, entiendo, los aportes que este trabajo ofrece. Queda pendiente de todas maneras construir una base de información de carácter cuantitativo, que cruce datos electorales y de grado de rentismo en cada provincia del país (e idealmente en países de la región de organización federal, con renta hidrocarburífera). Ello nos permitiría eventualmente validar las conclusiones de manera más robusta. Asimismo, futuras investigaciones deberían trabajar en el mismo sentido que este trabajo, pero para las otras tres provincas perceptoras de renta hidrocarburífera.

6.

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Figura 1. Resultados electorales del MPN. Elecciones para gobernador de la provincia.

70,00% 61,16%

60,00% 50,00%

48,40%

55,26%

51,80% 46,20%

56,07%

52,10% 47,43%

44,20%

48,27%

40,00%

-

30,00%

20,00% 10,00% 0,00%

.

1962 1963 1973 1983 1987 1991 1995 1999 2003 2007

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Dirección Nacional Electoral y de la Gobernación de la provincia de Neuquén. Nota: Las elecciones de 1973 corresponden a la primera vuelta.

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