Relaciones entre los discursos, el género y la moral. (1).pdf
Descripción
Sara Beatriz Guardia Edición y compilación
PRrnmR CoNcnBso INTBRNIcIoNAL
Las mujeres en los procesos de Independencia de América Latina
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INDICE Presentación
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Beatriz Guardia. CEMHAL. Perú
Declaración de Lima. Mujer e Independencia en A'mérica Latina...........
15
Conferencias Magistrales
L¡ historia
silenciada de la mujer en la Independencia Americana
Edgar Montiel. UNESCO
2l
Erclusión y género. Las mujeres en la independencia del Perú. S:ra Beatriz Guardia. Universidad de San Martin de Porres - CEMHAL. Perú
3l
Diálogos con las historiografías independentistas
Ll pregunta del género
en los procesos independentistas latinoamericanos. Lucia Provencio. Universidad de Murcia. España..........
\lujeres coloniales que forjaron independencia: Nacionalismo y Heroísmo en .r rtgión ame ricana. \¡tiviclad Gutiérrez Chong. Universidad Nacional Autónoma de México. México.
4l
...
\ltrjer e independencia en la historiografía venezolana (1797-1830). \lrrla Alcibíades. Investigadora independiente. Vene2uela.................. S,-rbalternas e heroínas. Mulheres ern guerra nos séculos
57
69
XVIII e XIX: por um
;cn'rinismo decolonial.
\delia Miglievich-Ribeiro. Universidade Fcderal do Espírito Santo, Brasil..
79
la escasez de fuentes y el retorno a los archivos. Retos y r.,rsibilidacles de las fuentes de archivo para el estudio de las Muleres en la Independencia dr: la Nueva Granada (Colombia). [.1 mitr¡ de
\na Serrano Galvis. EI Colegio de México, Maestría en Estudios de Género. lViérico.....
89
InrigraEáo, género e dinámicas fan-riliares no contexto de independéncia do
Brrsil (1800-1890J. Losandrt¡ Antor.rio Tedeschi. Univcrsidad Federal da Grande Dourados, L FGD, tsr¡si1............
ll.
101
[-a construlcción discursiva de género en los pror:esos independentistas lncle¡rendéncia, Género e Reconhecimento: o lugar clas rnulheres na invencio NaEáo Brasileira. \laria de Lourdes Silva - Lia Faria. Universidade do Estado do Rio de Janciro, Brasil
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LA FICCIÓN, UN DISCURSO MORALIZADOR PARA LOS GÉNEROS No tuve nada que ofrecerle. Fue una sonrisa crédula y la luz de mis ojos. Mas él dijo que quería el perfume de mi cuerpo que amaba mis besos. Entonces no tuve ni una sonrisa ni una mirada sólo pude darle mi alma y para él mi alma era Nada. Campobello
algunas costumbres que fueron vigentes a lo largo de más de cien años. Así a través del lenguaje observamos algunos usos y costumbres de la sociedad pos-independentista, donde los elementos teológicos influyeron a la norma y a las prácticas que de esta racionalidad se hizo. Es necesario decir que en algunas concepciones, la variación fue tan sutil, que sólo se dieron cambios breves, en otras, la racionalidad se instauró y dichos elementos permanecieron
Dra. Adriana Sáenz Valadez Facultad de Filosofía, UMSNH
tácitos en la vida cotidiana. Pensar a la mujer como ser natural, permeada por la razón teológica, fue la constante,
En el México pos independentista las concepciones
aunque no siempre con la misma severidad. Dicha
para los hombres y las mujeres mantuvieron
noción permaneció velada, como cristal de un
contradicciones
en
color que modifica el objeto. Del poema se pueden
constantes fricciones. Estudiar estos cambios y
inferir ciertas características morales de dicha
obligaciones desde los textos literarios es analizar
sociedad, algunas porque transcendieron hasta el
la cultura en varios de sus productos morales, así
siglo XX, bordando de manera sincrónica el
como explicar los elementos que apoyaron la
pensamiento del siglo XIX; en parte por azar y en
formación de los prototipos de género. Por ello, a
otra porque conformaron elementos de la vida en
través del análisis de un poema de la época, se
el lenguaje y ahí, es donde se crearon universos
estudiará la relación de estos esquemas y las
simbólicos, formas de ser mujer y hombre, que a
obras de arte literarias,1 como formas del lenguaje
través de la vida cotidiana se reprodujeron,
que reflejan a la sociedad que se mira frente a
enseñaron y aprendieron.
propias
de
una
época
La sociedad mexicana asumió la vida a
ellas.2 “Ordenazas de Venus para las majas y
partir de dos culturas: la española y la indígena.
chinas de volantería” -de orden popular y que
La
permaneció a manera de tradición oral- expone
violenta construyó con un lenguaje común, credos
Las obras de arte literarias es un término importante para este estudio, ya que en el nombre, según Ingarden, está delimitada la diferencia entre un texto literario y otro que carece de los elementos implicados en la ficción para ser llamado de esta manera. Algunos elementos a destacar son: la opalescencia, los objetos representados, los estratos heterogéneos, el hecho de que es un objeto puramente intencional y requiere de
un sujeto (lector) para concretizar estas representaciones. Sugiero se consulte: Ingarden. La obra de arte literaria. 1998. 2 Para este estudio se analiza un poema que permiten explicar la relación de la ficción con el entorno, mas no se afirma que estos ejemplifiquen la totalidad de dicha época, sino una visión de ella.
1
conquista
como
proceso
de
interrupción
125
y formas de interacción propias del conflicto entre
aprobaba. La labor de la casa, la educación de la
dos cosmovisiones. Los pueblos de indios fueron
familia y las manualidades se instauraron como lo
sometidos, se les obligó a hablar otra lengua, a
femenino, cuando son labores propias de lo
vestirse con ropas europeas, a no adorar a sus
humano. En todo esto y a manera de paradoja, la
dioses, a renegar de lo que comían, vivían y
mujer era responsable de sus actos. Lo cual es
amaban.
Por lo anterior, en el México pos-
contrario a todas las instrucciones canónicas que
independentista la moral se educó, en la iglesia,
se les enseñaban. Precisamente en su calidad de
en la casa y en la escuela. Para las mujeres, los
seres “infantiles” se les instruía que lo mejor que
textos escolares versaban acerca de temas como:
podían hacer era elegir a un varón respetable, que
la vestimenta correcta, el color adecuado para las
les enseñase cómo vivir su vida.
3
telas, de qué debían hablar y por supuesto cómo y
Para ambos sexos la belleza y el rango
cuándo debían callar, cómo debía ser una mujer -
fueron
recatada,
los
marcadas en el texto. Ser bonita era esencial en el
sirvientes, modesta el vestir- en fin, todo lo que la
México independiente. A través de la belleza se
moral demandaba de ella. La costumbre para las
podían conseguir favores, posición y prestigio. La
jóvenes era muy exigente. Madame Calderón de la
categoría bonita6 no necesariamente tenía que ver
Barca4 afirma que las mujeres no leían, no
con el canon de belleza y con nacer así, se podía
examinaban más allá de un libro al año, aun
acceder a la belleza a través de los mecanismos
contando los textos religiosos. Tejían, bordaban,
no naturales, tales como el uso de la ropa, el
practicaban
algún
peinado y el caminado. En este brillo, la conducta
instrumento y leían los textos propios de las
masculina también estaba regulada por dicha
mujeres castas, aquellos que el varón al mando
racionalidad, que llamaremos patriarcal.7 Se les
Esta apropiación y sus luchas ha sido analizada por diversos estudiosos. Se sugiere se consulte: Gutiérrez. En busca de los pobres de Jesucristo. El pensamiento de Bartolomé de las Casas. 1992; Florescano. Etnia, estado y nación. 1996; Todorov. La conquista de México. 1982 y Zavala. La encomienda indiana. 1973. 4 La condesa Calderón de la Barca de nacimiento escocesa fue esposa del primer embajador español del México independiente. En 1847 describe que la división en castas permanecía hasta entonces y menciona siete. Explica que unas son más feas que otras y por supuesto, las que a su gusto son menos estéticas, son las que se dan entre negros e indios. “Me preguntáis si existen entre las castas de México algunas diferencias. Hay siete que se supone que sí las tienen: 1º los Gachupines, o españoles, nacidos en España; 2º los Criollos, esto es, los blancos, de familia europea, nacidos en América; 3º, los Mestizos; 4º, los Mulatos, descendientes de blancos y negros, de los cuales hay pocos; 5º, los Zambos, de negros e indios, la raza más fea de México; 6º los Indios,
y 7o, lo que ha quedado de los Negros Africanos”. Calderón de la Barca. La vida en México. 1990, p. 276. 5 “No creo que existan más allá de media docena de mujeres casadas, y algunas muchachas por encima de los catorce, que lean un libro al año, con excepción del misal”. Calderón de la Barca. La vida en México. 1990, p. 168. 6 Se entiende que la categoría de lo bonita es una taxonomía arbitraria y subjetiva. No significa lo mismo en diferentes épocas, lugares y/o países. Pero sí cada época ha construido, a través de diferentes mecanismos, sus prototipos de lo bello. 7 Sin pretender ser exhaustiva podemos asumir que la racionalidad patriarcal es un sistema de verdad que postula, entre otras cosas, que lo razonable está dado por la autoridad simbólica atribuida al patriarca. Véase: Amorós. Hacia una crítica de la razón patriarcal. 1991 y Sáenz. Una mirada a la racionalidad patriarcal en México en los años cincuenta y sesenta del siglo XX. Estudio de Los años falsos de Josefina Vicens. 2011.
esposa
sumisa,
vigilante
de
5
3
el
deshilado,
tocaban
elementos
importantes,
cualidades
126
inculcó de tal manera, que lo propio en el concepto
Los criollos mantuvieron una lucha por el
teológico se volvió la norma que regiría todo su
poder de la tierra, por la explotación de los
actuar, la dualidad del criollo se enraizó y permeó
recursos, por ser reconocidos como legítimos, por
a la sociedad posterior.
ser quienes dictaran normas, costumbres; por la
Así se establecieron varias formas de ser varón,
cultura, el poder político y el económico. A su vez,
por un lado, ostentoso, soberbio, banal, arribista,
los mestizos también lucharon por su legitimidad,
por otro, reservado, tímido, callado y observador.
por un deseo de llegar al poder.
Esta dualidad se personificó en varias formas de
El poder y la transformación cultural fueron
ser: el tímido y reservado, con miedo para hablar,
proceso de creación de los criollos; para mostrar
el que nombró las cosas en diminutivo y en ello
su dominio, el que aún no tenían, pero en el
reflejó su psicología. Afirmó pero no en la totalidad
parecer sí, se vistieron con ropa elegante e
e independencia de crear universos a través del
imitaron los contrastes económicos del bienestar
sustantivo, sino por medio del diminutivo: camita,
ilustrado. La vida llena de privilegios se debía
salsita, parte de algo, dependiente, pero real. A
demostrar, la forma de concebir el mundo estaba
través de lo pequeño fue miedoso, sometido, pero
en la ostentación; en quiénes parecían ser ante los
valiente; sumiso y callado, atrevido y explorador;
otros.9 La transformación fue lenta, pero cierta. El
en este sentido, la dualidad de estas formas
criollo con privilegios y riquezas vestía bien, el que
continuó.8
no, también ostentaba, era la forma de pertenecer
La forma de nombrar permeó al siglo XIX
y ser. La doble moral se hizo presente, no sólo
sobre todo en los sustantivos utilizados por los
importaba el poder real o el dominio territorial que
criollos de la moderna Ciudad de México, la clase
tenían, sino la apariencia; a través de la imagen
media. La moral criolla estuvo presente, oscilando
se asumían como lo que no necesariamente eran.
entre el anhelo de ser y el de parecer, itinerantes
En este sentido la vida de los criollos se caracterizó
entre el remordimiento por fallar a los preceptos
por la riqueza de su vestuario, por la necesidad de
religiosos y el ser sensuales, adoradores del
ostentación.10
cuerpo y sus placeres, ilustrados y lectores. El
Este sector se dividió en dos grandes
indio aparentó adorar, cambió de nombres, incluso
grupos. Los intelectuales que lucharon por una
quizá de formas de idolatrar, pero en el ser interno
nueva sociedad y los desplazados con miedo. Sin
continuó la cosmovisión sincrética.
embargo, en la vida cotidiana se dio el mestizaje,
“Los discursos y mitos sociales ordenan, legitiman, disciplinan, definen los lugares de los actores de las desigualdades y su subordinación en los espacios sociales y subjetivos, que la violencia –visible o invisible– en tanto acto de fuerza –físico o simbólico– instituye”. Fernández. La mujer de la ilusión. Pactos y contratos entre hombres y mujeres. 1993, p. 29. 9 “El hombre gasta sus ingresos o la mayor parte de ellos en destacar su posición masculina, es terriblemente
aficionado a todas aquellas prendas de vestir simbólicas de lo masculino: el sombrero, ya sea el de charro o el borsalino; la pistola, el caballo o el automóvil serán su lujo y orgullo, se trata de manifestaciones externas a las que compulsivamente recurre para afirmar una fortaleza de la que interiormente carece”. Ramírez. El mexicano, psicología de sus motivaciones. 2004, p. 64. 10 Careaga. Mitos y fantasías de la clase media en México. 1976, p. 42.
8
127
la cultura fue sincrética y en el lenguaje como
poderosos, patrones; en el plano de los simbólico
forma moral se hizo evidente. 11 Esta sociedad
era un distingo de jerarquía civil y religiosa. A su
sincrética le dedicó atención al aspecto del
vez las mujeres no caminaban por la calle,
caminar, porque era una forma de interactuar en
costumbre que permaneció como símbolo de
el espacio público. A las señoritas se les permitía
nobleza hasta mucho después. Calderón de la
y se les exigía en medida disociada. Por un lado se
Barca relata que al salir a la Alameda de la Ciudad
pedía absoluta castidad, pero en lo secreto se le
de México las mujeres no andaban, las que salían
instaba a la coquetería. Debían dar pequeñas
de sus casas iban en transportes.12
señales al varón, pero de tan discretas que nadie
A través de los elementos simbólicos del
pudiese acusarlas de ser disolutas o livianas. Con
poder y del lenguaje como producto moral, la vida
ello se asumió a la mujer como objeto de deseo,
pública y la vida privada se establecieron como
no como ser que pudiera sentirlo o mostrarlo. Se
distintas y se dividieron las funciones de acuerdo
permitía que la madre enseñara sus anhelos a las
al nivel social. En este tenor, se enseñaron y
hijas, para que ellas pudieran con este saber,
respetaron como formas públicas y privadas de
“cazar un buen partido”.
obediencia a la norma. Las mujeres y los hombres
El transporte en una ciudad urbanizada,
fueron educados para el rol y prototipo que les
desde la concepción criolla, era sustancial. Poseer
tocaba interpretar.13 La conducta de las mujeres
un caballo y ser visto en él era parte importante
se reguló a partir de estos principios que se
de las cosas que conformaban la identidad. La
volvieron reflejos forzados a realizar. De tal que la
altura del caballo ubicaba a las personas en
costumbre permaneció con algunas variaciones.
diferentes planos, ver a las personas desde arriba
Durante
-el acto de mirar es considerado un elemento de
enviudaban y se quedaban a cargo de una pulpería
la moral- posicionaba a los jinetes como pulcros,
[tienda]14 la mayoría contrataban a un empleado
“Vivimos en un mundo de consecuencias involuntarias y todos/as estamos acriollados/as. El acriollarse no es un proceso que haya ocurrido a unos “ellos” a los que compadecemos y vemos con amable condescendencia. Los procesos de apropiación, de sincretismo, de fabricación a partir de materiales disparejos y faltos de gracia, de adaptación, de acuerdo entre formas conflictivas y de intersección creativa son funciones con las que ya vivimos como quienquiera que seamos”. Blau, “Acriollarse”. Otramente: lectura y escritura feminista. 1999, p. 262.
en tan mal estado y las aceras son tan estrechas, tan compacto el gentío, el hormigueo de léperos en andrajos tan molesto, que todos estos inconvenientes, a los que hay que añadir la fuerza del sol al mediodía, ofrecen una perfecta excusa para que las señoras no se dejen ver en las calles de México”. Calderón de la Barca. La vida en México. 1990, p. 78. 13 En los hombres: “En su lenguaje recurrirá a formas procaces considerándolas como hará alarde de la sumisión que las mujeres tienen para con él; en su conversación y en sus expresiones actuará en forma muy similar a la del inseguro adolescente que fantasea con todo aquello que le produce ansiedad...” Ramírez. El mexicano, psicología de sus motivaciones. 2004, p. 64. 14 “…se denominan así por varios factores, uno era por el tipo de mercaderías que vendían, otro por el volumen de venta de las mercancías y, un tercero por la forma de venta”. Silva. “La organización de las tiendas
11
“… ya que en México no se practica el paseo a pie, que aquí se considera como poco elegante; y aunque a veces algunas señoras vestidas de negro y puestas de mantilla, se aventuran a andar a pie muy temprano en la mañana para ir a misa o de compras, están las calles 12
mucho
tiempo
las
mujeres
que
128
que fungiera como cajero, porque no se veía bien
En el siguiente poema “Ordenazas de Venus para
que desempeñaran el comercio.
las majas y chinas de volantería” se observa como
Las descripciones que encontramos de la
a las mujeres “importantes” de casa unifamiliar y
educación moral de las mujeres, al pasar de
de buenas costumbres, en el espacio público no les
trescientos años fueron cambiando. Juan Luis
era permitido expresarse libremente. El texto
Vives y Fray Luis de León entre otros, imaginaron
denota una amplia ironía, lo que es importante
a la mujer casta, sumisa, entregada al marido y a
para ejemplificar la relación entre lenguaje y
las labores de la casa, adverso a lo que las mujeres
moral, y cómo la crítica a ésta, está íntimamente
cantaban en “Ordenazas de Venus para las majas
ligada a sus productos culturales, la ficción como
y chinas de volantería” o lo que madame Calderón
uno de ellos.
de la Barca describe; en este sentido la concepción se modificó y barnizó.15 A partir de la ficción observamos que la Ilustración en México modificó la vida cotidiana, pero el pensar el deber ser de cada sexo fue una más de las contradicciones de estos hombres y mujeres que lucharon por un sistema con más libertades. La costumbre dominó el ejercicio diario, aun y cuando las ideas se estaban repensando.
“Ordenazas de Venus para las majas y chinas de volantería”16 Yo, como señora, mando sobre las chinas y majas y aseguro sus ventajas si obedecen a mi bando. Les iré, pues, ordenando cuanto pueda conducir el arte de persuadir con industriosos encantos como que sus adelantos dependen del bien lucir. Aquí mi furor comienza
pulperas en la Ciudad de México, siglo XVIII”. La población de la Ciudad de México en 1790, Estructura social, alimentación y vivienda. 2004. pp. 284-285. “La presencia de la mujer como dueña de tiendas era insignificante para 1781 había 13 dueñas del total de 221 pulperías y para 1804 había 17 propietarias de 285 tiendas registradas, o sea que durante 23 años se mantuvo el mismo promedio, 6 por ciento del total de los establecimientos de ese tipo pertenecía a mujeres. Éstas también utilizaban los servicios de un cajero, en 1781 del total de tiendas propiedad de mujeres, diez estaban bajo el control de un cajero”. Silva. “La organización de las tiendas pulperas en la Ciudad de México, siglo XVIII”. La población de la Ciudad de México en 1790, Estructura social, alimentación y vivienda. 2004, p. 295. 15 “Y demás de esto, si la casada no trabaja ni se ocupa en lo que pertenece a su casa, ¿qué otros estudios o negocios tiene en qué se ocupar? Forzado es que, si no trata de sus oficios, emplee su vida en los oficios ajenos, y que dé en ser ventanera,
visitadora, callejera, amiga de fiestas, enemiga de su rincón, de su casa olvidada y de las casas ajena curiosa, pesquisadora de cuanto pasa, y aún de lo que no pasa inventora, parlera y chismosa, de pleitos reveladora, jugadora también y dada del todo a la conversación y al palacio, con lo demás que por ordinaria consecuencia se sigue, y se calla aquí ahora, por ser cosa manifiesta y notoria. Por manera que, en suma y como en una palabra, el trabajo da a la mujer, o el ser o el no ser buena, porque sin él o no es mujer, sino asco, o es tal mujer, que sería menos mal que no fuese. Y si con esto que he dicho se persuaden a trabajar, no será menester que les diga y necesario rogarles que velen, que son las otras dos cosas que les pide el Espíritu Santo, porque su misma afición buena se las enseñará”. León. “Cualidades de una buena esposa”. La educación de la mujer en la Nueva España. 1985. pp. 50-51. 16 Texto tomado de: Gonzalbo. [compiladora]. La educación de la mujer en la Nueva España. 1985. pp. 121-126. 129
y os ordeno lo primero que des valor al salero17 perdiendo toda vergüenza. No ha de haber una que venza la fuerza del sacudir:18 y si alguno corregir quiere vuestro aire pomposo, con otro aire desdeñoso Echaos desde luego a reír. es un necio mentecato el que os quiere censurar ese bello arte de andar Propio de un culo barato. La rancia ley del recato está abrogada en el día; y si algún simple os porfía que ese aire no es natural decidle que de esa sal gusta la galantería. Lo segundo que os convoco es ya, para que sepáis, que muy mal os presentáis. si no lo hacéis con descoco. Vuestro crédito muy poco será si andáis entumidas pues las acciones medidas no son en el día de la moda: y el que de esto se incomoda que se vaya a las Tebaidas.19 Con todo hombre habéis de hablar sin encogimiento alguno
Salero es una expresión que denota la gracia al caminar y actuar. 18 Al respetar la rima, se pone sacudir, pero la palabra que explicaría mejor sería “caminar y a los ademanes libres y llamativos”. Gonzalbo. [compiladora]. La educación de la mujer en la Nueva España. 1985, p. 122. 19 “La palabra Tebaidas, se refiere a la primera zona en donde radicaron los ermitaños, quienes eran conocidos por su forma austera de vivir y por su devoción ascética, incluso exagerada”. Gonzalbo. [compiladora]. La educación de la mujer en la Nueva España. 1985, p. 122. 20 “La referencia Majo, era una forma del lenguaje de romper el protocolo. Las buenas costumbres denominaban con Don, o usted. La forma que se comprende como moderna era el tuteo”. Ibídem, p. 123. 17
y aunque parezca el más tuno no lo habéis de despreciar. Reírse mucho, manotear darle vuelo al abanico, tratar al Majo de chico20 mandándole con denuedo hará que aplauda su miedo las gracias de vuestro pico.21 Y para que se conforme en todo vuestro vestido en daros ahora he venido las reglas del uniforme. Nada quiero que se reforme ni en el traje se suprima de cuanto una pantomima22 pudiera usar en la tabla, pues éste es el que más habla y el traje que más me anima. Para la calle la saya sea o no sea de calabrote ha de ser alta y que azote o que vaya haciendo raya pues siendo así, en atalaya pondrá a los tunos su corte: y que importe o que no importe a eso que llaman honrilla, aunque nos vean la pantorrilla eso es nada, no os acorte. Los palillos u operanta os permito con tal que con garbo saquéis el pie
En el texto, la ironía como recurso ficcional, implica la intención del autor. La forma que podría ser incluso vulgar de denominar a la boca, ya que la metáfora entre pico y boca, aparece al lector en un lenguaje que traslada el lenguaje popular al literario, se expone como un ejemplo de texto común o del vulgo. Estaba dirigido a aquellas mujeres, que no tenían el reconocimiento público, entre las otras señoras, de ser doñas. Entre los caballeros, denota burla y una vez más, la mujer es puesta como ser natural. 22 “Pantomima era la actriz que desempeñaba cualquier tipo de papel en una representación teatral. Supuestamente eran de malas costumbres y su vestuario diseñado para llamar la atención”. Ibídem, p. 123. 21
130
empinando su garganta. A la china determino que suelden el armador; que el listón atacador ande en el aire sin tino. Y porque a su gusto atino les doy la banda encarnada la lentejuela sembrada en el paño de cuapaxtle23 y por enaguas un maxtle24 se vistan, si les agrada. Si el cristianismo se espanta de esta vuestra bizarría, no os confundáis, que en el día en que hay mayor concurrencia me da a mí más complacencia la gentil cortesanía. Deberéis en el estrado25 tratar de amores y celos de sospechas, de recelos fingiendo desdén y enfado. El ajustar un tratado de legal correspondencia ha de ser de vuestra ciencia26 todo el fruto, con tal que no conozca el que más ve el plan de la conferencia.
la alianza se corrobora y se ajustan las visitas Condiciones exquisitas se proponen, se proponen, se señala la calidad de la gala: se finge el chiqueo hasta ver cuánto se podrá extender la mano del que regala. Vuestro continuo [sic] ejercicio ha de ser sólo pasear salir sin tino y entrar y afectar todo artificio. Personarse en el bullicio, Fumar mucho, leer comedias, no apuntar ni aun unas medias27 dar quejas a todas horas ser de las otra censoras28 y platicar sus tragedias. Consultar con el espejo las facciones cada rato,29 divertirse con su gato o de un perrito al festejo. Salir a espiar el cortejo30 cada instante a la ventana ostentársele liana en señas y contraseñas, son acciones halagüeñas de una maja veterana.
A esto se siguen las citas del lugar, el tiempo y la hora:
“Esta expresión dicta la estricta etiqueta a la que estaban sometidas las mujeres. El color Cuapaxtle es rojizo, parecido a lo que hoy se conoce como el traje típico de china”. Ibídem, p. 124. 24 “Maxtle era el calzón que utilizaban los indios antes de la conquista. Para esa época ya estaba en desuso”. Ibídem, p. 124. 25 “La palabra estrado que se utiliza en el ámbito religioso, en esta época era también el lugar en donde las mujeres recibían a las visitas”. Ibídem, p. 124. 26 El lenguaje en su contexto moral delimita épocas, habla del sujeto en el mundo. La oración se expresa con la palabra ciencia, en donde leemos a un sujeto Ilustrado, si fuera un hombre del Medievo, hubiera utilizado palabras como credo. 27 La oración es interesante en la expresión moral que implica, apuntar medias era cocer, labor que sólo hacían 23
las mujeres y que era parte de la división que llamaban natural del trabajo. 28 Esta práctica de censurar o medir, es una acción que se les enseña a las mujeres y que en este texto estaremos revisando, porque es una de las formas que la racionalidad patriarcal utiliza como forma de poder, para que con tal práctica, no se formen grupos solidarios entre las mujeres. 29 “El revisar con el espejo” es una costumbre que se atribuye a la conducta de las mujeres, como si fuera característica propia de lo femenino. 30 El cortejo era “…el novio o el pretendiente”. Ibídem, p.126; una actitud que se incentivaba entre las mujeres. Por un lado no debían presionar el novio porque él como autoridad era el que decidía, pero al mismo tiempo se les educaba a espiarlo, de alguna manera era como decir: −no participes, pero sí hazlo−. Contradictorio y dual, pero cotidiano. 131
En el poema el título refiere a la caza y a la
debían ser recatadas? ¿Por qué pone como
volantería en ello está haciendo referencia a la
ejemplo a las chinas? El arte de persuadir, lo
actividad de cazar utilizando halcones. La palabra
define como la actividad que realizan aquellas
no es accidental, el halcón es un animal pequeño,
mujeres que sacan ventaja de su aspecto físico, no
astuto y con una vista más precisa con respecto a
sólo de aquel que la naturaleza les otorgó, sino del
otros animales. No es tan distinguido como el
supuesto de lo que se puede hacer con el “salero”;
águila, que en esta analogía correspondería al
la instrucción primigenia es clara, debían parecer
varón, sobre todo a aquellos que eran más astutos
ser recatadas y en verdad ser chinas: “que des
que las mujeres. Los hombres fueron puestos
valor al salero/perdiendo toda vergüenza”.31
como distraídos ante los encantos “femeninos” y
La segunda recomendación responde a otra
en esa debilidad, caían ante el “acecho” de las
referencia moral. A través de la ironía, en la
mujeres. Ellas eran las que debían coquetear y
conciencia de que lo dicho rompía con las reglas
cazar. En esta analogía, está presente la dualidad
morales, las motiva a platicar con los hombres.
moral que se enseñaba y practicaba. Debían ser
Debían hablar y coquetear con todos los varones,
recatadas y atrevidas como el halcón.
ya que no sabían cuál sería el “incauto”, que
El texto, a través de la voz enunciativa del
sucumbiría antes sus encantos. Les exhorta a
yo, primera persona del singular, se ubica frente a
modificar su actitud, ya que de no hacerlo
los lectores en un lugar de poder. Se presenta
deberían irse a las Tebaidas o lugar en donde
como la enunciación de una señora que domina y
vivían
manda a las majas y a las chinas, todo porque ya
pareciera contradictoria con respecto a las órdenes
había cumplido con el contrato que la legitimaba y
morales del recato. Ese supuesto es delicado de
la hacía honorable, ser señora y no solterona. La
obedecer. Si la mujer asumía las actitudes de las
instrucción implicada está dada, ella conoce los
volanderas, podía quedarse sola y ¿qué haría si
mecanismo para lograr el anhelado contrato de la
era un ser para otro?, pero si se adjudicaba todas
honorabilidad, para ello ofrece sus consejos y
las posturas de dichas mujeres, podía pasar a ser
aquella que la escuche y obedezca, logrará
“china” y así no estaría incluida en el grupo de las
contraer el tan preciado bien, el matrimonio, la
honorables. La lección es clara, la invitación del
vida anhelada desde la niñez.
texto a la reflexión por igual. Desde ambos lados
los
primeros
estetas.
Esta
ordenanza
El lenguaje ubica a los seres en el espacio,
de la moneda las mujeres son presentadas como
los representa moralmente, al expresar majas y
seres para otro. El fin era el mismo, conseguir un
chinas, está utilizando el apócope que se les daba
marido, a pesar de que los caminos fueran
a las mujeres de vestir licencioso o atrevido. La
distintos.
instrucción pareciera contradictoria, ¿entonces no
Gonzalbo. [compiladora]. La educación de la mujer en la Nueva España. 1985. pp. 124. 31
132
En el primer sendero, el del recato y el
vestidos rojos. Explicita la forma de poner el pie y
abandono a la sensualidad, el peligro era no ser
de lucir el tobillo. Instruye a las mujeres en la
atractiva y quedarse sin la posibilidad para la que
posición que deben asumir frente al varón. Las
habían sido educadas, con lo que quedaba el único
lecciones son varias, la pantorrilla al igual que
camino posible, el matrimonio divino. El segundo
algunas
andar también tenía su riesgo, si se coqueteaba
prohibidas por ser consideradas lugares que
demasiado, se dejaba de ser honorable (y con ello
incitaban a pecar. Motivar a enseñar algunas
se debían asumír las consecuencias sociales). Si el
partes
coqueteo se hacía con maestría, todo inmerso en
desobediencia a la norma moral. La paradoja está
la lección moral clara de la incipiente racionalidad
implicada en la comprensión del cuerpo, mostrar
patriarcal se podía obtener
el tobillo era sinónimo de ligereza, pero hacerlo
al mejor de los incautos. En ambas posturas todo
tenía sus recompensas, por supuesto si la mujer
el riesgo lo asumía la mujer, el varón fuera
era descubierta, se hacía acreedora a ciertas
ingenuo o águila, sólo debía elegir. No debía, en
sanciones.
estas formas del deber hacer, adjudicarse ninguna de las consecuencias.
partes
del
del
cuerpo
cuerpo
era
femenino,
una
forma
eran
clara
de
El símil de la pantomima es importante, las actrices de la época tenían muy mala reputación,
La siguiente instrucción que está dada al
atentaban contra la moral por varios aspectos, sin
igual que todas, en el texto, a través del recurso
importar la conducta que ellas pudieran tener.
ficcional de la ironía, tiene que ver con el hablar y
Eran mujeres que trabajaban en el ámbito público,
el vestir. La mujer al hablar tiene la posibilidad de
el
convencer, si ella lo sabía hacer bien lograría
interactuaban en igualdad de circunstancias con
persuadir al varón. El silencio como norma
sus compañeros de trabajo, una razón más para
principal del deber ser no se abandona, sólo se
que el grupo juramentado de los varones se
debe saber cuándo es el momento de acudir a él.
sintiera agredido por la conducta de las actrices, el
El vestuario era por igual importante, ya que es la
atuendo
posibilidad cubierta del cuerpo. Recomienda subir
concretización
cual
era
al
sólo
que 33
privilegio
se
hace
de
los
referencia
varones;
era
la
del tabú. Era una forma de llevar
la falda, enseñar la pantorrilla, usar tacones 32 y
“Los palillos u operantes eran los tacones”. Ibídem, p. 124. 33 “5. La concretización de la obra literaria se distingue, además, por el hecho de que una apariencia verdaderamente explícita de las objetividades representadas ocurre solamente aquí, mientras que en la obra misma es solamente indicada y mantenida en estado potencial por los aspectos mantenidos listos. Una apariencia plenamente perceptiva, sin embargo, puede darse solamente en la concretización de una obra teatral. He aquí la superioridad indicada de este tipo de obra literaria. 6. En las concretizaciones de las obras 32
llega una situación que nos puede engañar en cuanto a la naturaleza esencial de la obra literaria. Por las transformaciones de los estratos en las formaciones fónicas, en las unidades de sentido y de los aspectos que ocurren en la concretización de una obra, un número de las manchas de indeterminación es eliminado. Como resultado, los objetos representados aparecen ante nosotros en una forma más plena en las concretizaciones…” Ingarden. La obra de arte literaria. 1998, p. 397. “Parecería, […] que la obra de arte literaria trabaja sola, […] pero no es así, el mismo repertorio de elementos preñados, potenciales de los 133
al ámbito público, aquello de lo que no se debía
relevante, la moda francesa es la que marcaba la
hablar, mucho menos gozar y/o sentir.
pauta entre las señoras de la alta sociedad en
Las revistas de moda muestran que aún en
México, aun y cuando la ropa que utilizaban para
los años diez del siglo XX, se mostraba que lo
“estar en casa” fuera común y quizá descuidada.
correcto era llevar la falda larga, con excepción del
En la ciudad las zapatillas hicieron su aparición en
atuendo laboral, donde se permitía que estuviera
la
más corto, por supuesto, sin portar medias
utilizaban muchos vestidos, de telas brillantes e
llamativas. La pantorrilla era una parte del cuerpo
importadas a la manera de las revistas de moda
que no siempre quedaba al descubierto, pero que
que llegaban por barco. Los zapatos los usaban
en determinadas posiciones podía ser muy útil
pequeños, como respuesta nuevamente al canon
para el coqueteo.34 Cuando la mujer estaba
de belleza; ellas se consideraban más hermosas
sentada al lado de una mesa, podía dejar que se
en la medida en que su pie fuera más pequeño, así
viera levemente parte de la pantorrilla y con ello
que preferían entorpecer su caminar que mostrar
llamar la atención del varón. A esto se le agrega
su verdadera talla de pie.36
vida
cotidiana.35
Las
mujeres
elegantes
que la postura se modifica con los tacones, pues
Parecer de pie pequeño,37 usar la ropa que
aún en el silencio, la mujer demostraba su interés
resalte el talle estrecho, anunciar su posición
en ser vista. La paradoja en el pensar el deber ser
social a través de las joyas, no parecen ser las
femenino es la constante. La educación las instaba
pautas de una mujer dedicada a la adoración
a cuidar su caminar, se criticaba severamente a
religiosa, todo esto permitido si la mujer iba
aquellas que como el poema lo señala, se
acompañada de su dama de compañía o del
“meneaba al avanzar”.
marido. Permanece la duda constante hacia la
En la sociedad pos-independentista, para
conducta femenina, fueron puestas en el trono, el
1847, el contraste entre la vestimenta de la gente
arquetipo de la sinrazón y la naturaleza pecadora.
común y las personas de clase acomodada era
A los varones les gustaban los tacones, pero si la
sonidos verbales depende de la competencia lingüística del lector porque lo que hace la obra de arte literaria es sugerir cierta potencialidad, pero la actualización -la construcción del correlato intencional, la concretizacióndepende del lector. Esto demuestra que la obra de arte literaria no es un objeto ideal inmutable, sino que depende de sus concretizaciones”. Ruiz. Hermenéutica de la obra de arte literaria: comentarios a la propuesta de Roman Ingarden. 2006. pp. 41-42. 34 Ortiz. “Casa, vestido y sustento. Cultura material en anuncios de la prensa ilustrada (1894-1939)”. Historia de la vida cotidiana en México. 2006, p.122. 35 Pérez. “Modernidad y modas en la Ciudad de México: de la basqueña al túnico, del calzón al pantalón”. Historia de la vida cotidiana en México. IV Bienes y vivencias. El siglo XIX. 2005, p. 64.
36
“En contraste con el lujo excesivo de las Señoras, se ve a las pobres indias atravesar con su trote la plaza, las trenzas de su cabello negro entretejidas con un listón rojo y sucio”. Calderón de la Barca. La vida en México. 1990, p. 101. 37 “El afán de lucir de pie pequeño (hasta hacerlo defectuoso) se prolongó por lo menos durante la primera mitad del siglo XIX”. Los zapatos de punta y tacón fueron cambiados por zapatillas bajas, preferentemente de raso, todo por seguir lo que la moda europea decía. Pérez. “Modernidad y modas en la Ciudad de México: de la basqueña al túnico, del calzón al pantalón”. Historia de la vida cotidiana en México. IV Bienes y vivencias. El siglo XIX. 2005, p.64.
134
mujer los usaba, ella era la provocadora, la que
viudas tenían la obligación de mostrar en el
sufriría la consecuencia de los actos, ya que la
espacio público, su condición privada. El color fue
norma y los jueces fueron impuestos desde el
y en muchos casos continúa siendo una forma de
grupo de poder. Desafortunadamente una aporía
ubicar a los seres humanos en mecanismos
más,
limitantes y enajenantes. Los espacios ubicaron a
algunas
mujeres
tuvieron
influencia
significativa en estos grupos y en las decisiones de
los seres
la época, pero en su mayoría apoyaron este
concretaron
pensar. Contrario a lo que pudiera parecer, las
sexo.
humanos
y
imágenes
a
partir
de
ellos
se
prototípicas para cada
mujeres eran las interesadas en vigilar estas
La mujer en la dicotomía de valores si
normas, en señalar a la transgresora, en educar a
cumplía con los prototipos,39 podía ser buena,
las hijas a obedecer, a aparentar obediencia
santa en tanto madre, viuda, monja y señorita si
infringiendo y a mostrar sin denotar. Así las
era hija o solterona y para ello debía portarse
mujeres se volvieron celadoras de su propia
como tal. En la exigencia del parecer, la moral
cárcel, aspecto que en el poema se destaca.
ubicó a la mujer como lo natural y para ello
Los colores que han implicado posición
delimitó, como ya se dijo, la ropa, la forma de
social, solvencia económica, eran una forma más
caminar y de ver, más impuso formas sociales de
de mostrar castidad o liviandad. Los matices no
convivencia, cimentadas siempre en la duda y la
son ajenos al significado social de cada contexto,
precaución. El atuendo varonil era igualmente
pero en ello, no necesariamente llevan la misma
importante,
connotación en todos los seres humanos. Las
condecoraciones implicaba un signo inequívoco de
indias usaban el color rojo en la cinta del cabello y
virilidad.
el rojizo en las faldas, en contraste, las mujeres
Otra
ser
militar
instrucción
con
moral,
rango
y
tener
delimitada
al
educadas debían cuidar el color de su ropa, ya que
espacio que se hace presente en el poema, eran
por su elección eran juzgadas por el comité de
los acuerdos de visitas y pláticas, para siempre
vigilancia, de la “censura”,38 como chinas o
parecer y no ser. La virginidad era el bien por
vulgares, con ese simple acto, podían perder
intercambiar, entonces se debía tener cuidado
dignidad.
especial en conservarla -ellas sí tenían algo que
La forma de marcar fue de tal magnitud, que en
perder-. En el poema se le da mucha importancia
las
de
a esta conducta, la mujer era considerada un ser
prostitución, la “zona roja”, aun cuando el color se
incapaz de cuidar su condición de virgen, por ello
utiliza en múltiples propósitos, marcas y formas.
debía siempre estar acompañada y recibir a las
El color negro debía llevarse para el luto, las
visitas en determinado lugar. Esto no limitaba el
Hago referencia al poema en la estrofa en donde satiriza la conducta muy común entre las mujeres, la censura como forma de interacción violenta entre el grupo de lo conocido como lo femenino.
39
38
ciudades,
se
denomina
a
la
zona
Véase: Romero. “Las otras personajes femeninos en Simplezas de Laura Méndez de Cuenca”. Los prototipos de hombres y mujeres a través de los textos latinoamericanos del siglo XX. 2011. pp. 287-304. 135
que hubiera una serie de acuerdos para ver a los pretendientes
y
contactos
cuestión, de tal que la lección de la voz de
efímeros. Los varones buscaban lograr verla al
enunciación es el juego de la doble moral. Las
pasar o ser invitados a la casa y acompañados de
mujeres que ligaban a jóvenes modernos, debían
los
romper el protocolo establecido, en ropa, tacón,
familiares
poder
poder
mantener
En el poema se pone esta situación en
intercambiar
algunas
palabras.
forma de moverse y caminar, pero no debían
La señora recibía a las visitas en un lugar
hacerlo aparente y llamativo, debían actuar sin
destinado para ello. No era la sala que ya era un
que los demás se dieran cuenta -ahí está presente
espacio muy íntimo y sólo estaba contemplada
la doble moral–. La moral cambió, ya no sólo se
para los invitados de la familia o cuando había una
debía ser virtuosa y santa -se podía coquetear-
estrecha relación social. Los estrados era donde se
pero no debían nunca hacerlo público. El cortejo
recibía a las visitas donde las señoras y señoritas
en secreto, todo un arte: entre el estrado y la
platicaban
puerta de la iglesia.
con
sus
amigas,
por
supuesto
acompañadas de una mujer adulta que cuidara y
El autor finaliza dando un resumen de la
vigilara el tono de las pláticas y de las “buenas
conducta dada a las mujeres. Debían hablar, reír,
costumbres” propias de su sexo y posición social.
fumar
Ante tan estricto cuidado, suenan casi fantásticas
masculina– no debían leer, ni platicar de las obras
todas las aventuras amorosas que la literatura se
cómicas vistas en el teatro y sí debían vivir para el
ha encargado de narrar, pareciera que a los
espejo. De las últimas actitudes que recomienda
vigilantes de la moral, se les escapaban asuntos o
es que fueran “censoras de las otras”. Pareciera
dejaban que se les fugaran, para así cuidar la
que sugiere a las mujeres un cambio radical de
mercancía que tenía que mostrarse, pero que no
conducta y aunque es así en algunos aspectos, el
depreciara su valor.
deber ser de la mujer continúa siendo el mismo,
Un elemento más de la moral que señala el
mucho
–actividad
predominantemente
ser un ser para otro, vigilarse entre ellas, cuidar
poema, fue el aspecto de parecer y no ser. Se
del ser natural que son y vivir para la imagen.
debía parecer ser santa, aun cuando en lo privado
A
pudiesen
La
comprensión del recurso de la ironía como técnica
literatura ha dado muestras de la conducta de las
ficcional, podemos comprender algunos aspectos
celestinas, de cómo los amantes se encontraban o
del deber ser para los hombres y las mujeres, pero
cuáles eran los obstáculos que los atrevidos
en esta dura crítica que hace el poema a las
galanes debían combatir, todo con tal de lograr a
costumbres, llama la atención que no se utilice la
la amada. Esta costumbre cuando salía de control
ironía para denunciar la censura y la crítica que
y la mujer se enredaban en asuntos amorosos no
debían hacer unas de otras, sino que ese aspecto
autorizados por linaje o casta, el desenlace era la
del deber ser femenino, se da por debido.
considerarse
otras
opciones.
través
del
análisis
del
poema
y
de
la
vida religiosa; perdida la “virginidad” se olvidaba la posibilidad de casarse. 136
A manera de conclusión:
Los cautiverios para los varones no están
La ironía, cómo recurso literario es una forma de
distanciados. La presencia teológica está presente.
crítica y permite, al igual que la comedia,
El prototipo del ser hombre se entendió como lo
reflexionar, en este caso sobre los prototipos y
masculino, en tanto perseguidores de lo femenino,
formas del deber ser que mantenían cautivos40 a
“viriles” machos por los que las mujeres pelearían
las mujeres y hombres de la época. Por ello, la
entre sí; ser el varón por el que las mujeres debían
crítica explicitada en la ironía del poema. A través
competir, y él en la persecución de lo femenino,
de incitar a hacer, pero teniendo cuidado de que
pretendía satisfacer esa necesidad; no buscaba
lo hecho no se perciba, la mujer de tiempos
amor, ni compañía; ni solidaridad, ni plática, sino
independentistas
lo femenino que está en todas.
doble
moral,
liberal.
Debía
Las mujeres compiten y viven para el
coquetear, pero que no se notara, debía callar,
varón, su ser está en ser para otro, ser su mujer,
pero hablar cuando era pertinente, debía siempre
su esposa, su amante, aquella que cobra vida en
cuidar que el marido o pretendiente no se
el mundo y por lo tanto en el texto, a partir de las
percibiera menos inteligente, porque eso sería la
vivencias que tenga y haga para él, si no ¿qué
desgracia femenina, ¿para qué se querría a una
haría con su vida? La opción era el matrimonio
mujer lista? Así las mujeres aprendían una lección
sagrado, que finalmente era una vida conyugal.
de la doble moral, hacer creer al marido que él era
La ficción reprodujo formas estereotipadas de los
quien tomaba las decisiones.
cautiverios de género y a su vez muestra formas
implicada
en
la
aprendía
la
racionalidad
La relación entre moral y lenguaje es
de vivir los roles, con ello también enseña la
intrínseca y en ello, indivisible. El lenguaje como
consecuencias de recusar al rol y el alto costo
forma moral está determinado por el habla;
social que esto conlleva, todo envuelto en el aura
incluso en la infracción se legitima. Desde tiempos
de la ficción, que permite ubicarnos en otros
pos-independentistas, la ficción ha cumplido su
mundos, si no reales, sí tan reales como la crítica
rol: juez y parte de esta relación. En el poema se
a la moral que conlleva dicha ficción.
retrata el uso cotidiano de la enseñanza moral, donde la casa, la escuela y la iglesia fueron los principales protagonistas, legitimadores de este
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