Relaciones de subordinación y dependencia en el trabajo de los empaquetadores/as de supermercados de Temuco, Chile: su propina es mi sueldo

June 6, 2017 | Autor: G. Grupo de Estudios | Categoría: Work and Labour, Maquila, Supermercados
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Descripción

RELACIONES DE SUBORDINACIÓN Y DEPENEDENCIA EN EL TRABAJO DE LOS EMPAQUETADORES Y EMPAQUETADORAS DE LOS SUPERMERCADOS DE TEMUCO: SU PROPINA ES MI SUELDO PALABRAS CLAVE: empaquetadores, Temuco, condiciones laborales, habitus, precariedad, supermercados Felipe Marchant F. Estudiante de Sociología, Universidad Católica de Temuco.

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Introducción El tema de estudio que intentaremos abordar, de una manera exploratoria, está enmarcada dentro una investigación en curso que se desarrolla en el contexto especifico de los supermercados del retail de la ciudad de Temuco, donde trabajan los “empaquetadores o empaques universitarios”. El tema de los empaques reaparece en la opinión pública cada cierto tiempo. Ya se había abordado de manera pública, en forma de denuncia, durante dos episodios (“más relevantes”) que contribuyeron a que se ampliara la cobertura y la visibilidad, en los medios masivos de comunicación, de la situación que cotidianamente experimentan jóvenes del país. Durante el año 2009 se abordaron ciertas irregularidades que se daban de manera general en el trabajo juvenil, tomando en cuenta las prácticas profesionales y trabajos temporales, donde destacaba el vacío legal en que funciona y se desarrolla la actividad del empaque, que da pie a práctica como son los cobros por tener la oportunidad o el espacio para trabajar. Nuevamente, pero ahora en el año 2011, el programa de televisión “Esto no tiene nombre” (TVN, 2011)102, abordó nuevamente el tema mostrando cómo los establecimientos se desvinculaban de estos trabajadores, por medio de “especies de subcontratación” o simplemente negando, tajantemente, una posible relación en los cuales se vean involucradas las dos partes, utilizando algún mecanismo intermediario, como son las agencias reclutadoras. Diez Años antes, el 30 de Noviembre de 1999, la Dirección del Trabajo se había pronunciado sobre el mismo tema en su Dictamen N° 5845/365 (Dirección del Trabajo, 1999), que señala lo siguiente: "El empaque es un servicio al cliente, valorado como un activo en la captación de clientela y que, por lo tanto, no puede ser considerado como intrascendente comercialmente apreciada la situación, para el supermercado, pues el menor está realizando un servicio incorporado en la cadena productiva del establecimiento" (DT, 1999: 4). La misma institución, por medio de sus Dictámenes, está facultada para inspeccionar sobre si existe (o no) relaciones laborales o de subordinación según sea el caso. En el ejemplo anteriormente citado, al final del Dictamen del año 1999, se establece que la existencia o no de subordinación de un empaquetador con el supermercado se debe fiscalizar según sea el caso, ya que no contaban con los requerimientos para establecer a modo general que existe subordinación. Fundación SOL en el año 2007 realizó un informe dedicado al tema del retailsupermercados, se señala la aproximación – según los mismos datos que entrega http://www.soychile.cl/Concepcion/Sociedad/2011/10/19/45764/Empaquetadores-penquistasreclaman-por-quedar-sin-trabajo-tras-denuncia-de-TVN.aspx 102

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Asociación Chilena de Supermercados (ASACH) y Empresas Selectas, para el año 2006 de los empleos y puestos de trabajo que se desprenden de la Industria que entregó, donde se estiman que a nivel nacional hay a nivel nacional existen 15.000 empaques103 en todos sus establecimientos (Fundación SOL, 2007: 18). Un par de año más tarde, luego del revuelo por el caso de los empaques que salió a la luz luego del programa de televisión, la Comisión de Trabajo del Senado promulgó la idea de legislar por medio del Boletín N°7532-13 (Cámara de Diputados, 2011), el objetivo es “Establecer contrato laboral de empaquetadores de supermercado y comercio”, quienes manejan una cifra, potenciales beneficiados, de 24 mil jóvenes trabajadores que se encuentran en los supermercados104. El esfuerzo de hacer este seguimiento al caso de los empaquetadores en Temuco, se da para recuperar y visibilizar las experiencias que han tenido en esta labor. Entendiendo que todos los locales en los que se encuentran grupos de jóvenes, tienen su forma particular de organizar la actividad. Este estudio comienza a principio del segundo de semestre académico del año 2014, asistido por el Profesor Dasten Julián Vejar, académico e investigador del Depto. de Sociología y Ciencia Política de la UCTemuco, el cual se continuó durante los meses de junio de este año hasta el mes de septiembre. Acumulando observaciones participantes en lo que ha sido la organización del grupo de 130 empaques de Jumbo Portal Temuco, como manera de resistir hostigamientos e intentos de desvinculación por parte de la gerencia del establecimiento. Complementando así la información ya obtenida, con nuevas observaciones. Lo anterior no implica que sea la finalización del estudio, dada nuevas líneas y aristas que aparecieron durante las últimas semanas de observaciones. Aspecto Teórico. Como punto de partida para éste estudio se comenzará con definir y asumir una perspectiva o idea de que significa y en qué consiste el concepto de trabajo, y en qué se diferencia con el concepto de empleo, que es una fácil confusión que se puede dar. Por ende se entiende como trabajo, “la actividad por la que los seres humanos realizan tareas tendentes a hacer frente a sus necesidades, o a las de otros, en términos de bienes o servicios. Esta actividad tiene lugar en determinadas condiciones físicas, psíquicas, y ambientales a través de unas u otras actuaciones, siendo éstas de diferentes maneras, en colaboración, voluntaria u obligada, con otros” (Díaz-Salazar, 2004, pág. 151). Por ende, en esta definición de trabajo no se explicita acerca del tipo particular de regulación de esta actividad, lo que daría la diferencia con el siguiente término que se definirá a continuación.

Cuadro 9, estimaciones para el año 2006. Cuadernos de Investigación Nº1. Fundación SOL. Recuperado en: http://www.senado.cl/reconoceran-vinculo-laboral-entre-supermercados-yempaquetadores/prontus_senado/2011-04-21/100632.html 103 104

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Por el término empleo se entenderá como “las condiciones sociales en las que el trabajo se realiza (…) Dichas condiciones son: el intercambio contractual a que el trabajo – en este caso el trabajo llamado productivo – da lugar, principalmente el salario supuestamente y seguro por día, semana o mes, el horario de trabajo socialmente reconocido, los subsidios cuando no se encuentra empleo (por ejemplo el de paro), la remuneración en el postempleo (la jubilación)” (Díaz-Salazar, 2004, pág. 151). Esta definición, particulariza y le da énfasis a las condiciones “positivas” en las que se da un trabajo – ósea cualquier actividad tendente a hacer frente a necesidades – en la cual se da una forma de regulación particular, que en este caso es por medio de un contrato estableciendo funciones y remuneración por periodos de tiempo determinados. Dada ésta primera diferenciación, se parte desde la base de que se considerará como trabajo, y no como empleo, la actividad del empaque ya que por medio de este concepto se trata de absorber la complejidad y flexibilidad del presente tema. Tomando en cuenta las anteriores aseveraciones, entenderemos que el empaque es un trabajo, y el empaquetador es un sujeto de éste. Para éste estudio el trabajo que desarrollan los empaquetadores se considerara bajo el marco del trabajo no clásico, si se pudiera decir así, en el concepto amplio de trabajo. Tal como lo expone Enrique de la Garza (2013) donde se hace necesario ampliar el concepto de trabajo, y de los sujetos que se desarrollan en estos, dada la mutación de algunas laborales, y la aparición de otras – como por ejemplo los ligados al servicio en desmedro de los industriales – en los cuales se han enmarcado dentro de la discusión entre la teoría neoclásica – por un lado – donde sólo ve como válido el trabajo el que se compra y se vende por medio del salario, y por otro lado el sujeto industrial y moderno privilegiado por el marxismo y por autores más contemporáneos, donde enfatizan el trabajo asalariado industrial, prestándole más atención a su reestructuración, dirigiendo poco su mirada hacia otros sectores productivos (Pp. 10). Continuando con el argumento anterior, sobre la particularidad que se le da a este tipo de trabajo, emergente y muy creciente, ya que como menciona el mismo autor, se presenta poca claridad en ciertos elementos de cómo se organiza el trabajo. De la Garza señala que estos ciertos problemas se dan en el contexto de trabajas donde los procesos y los momentos de producción son efímeros y poco claros, lo que “complica el problema de las relaciones sociales y de poder dentro del proceso de producción” debido a que, por ejemplo, los servicios no se pueden almacenar ni acumular, lo que hace indispensable que se consuman en el mismo momento en que se producen (De la Garza, Del concepto ampliado de trabajo al de sujeto laboral ampliado, 2005). Debido a ésta efímera producción se complica esquematizarlo, por ejemplo, dentro de una cadena de producción de alguna empresa, ya sea industrial, o para hacerlo más complejo, una de servicios, en la cual se vuelve aún más difícil las definiciones de los límites de estas producciones intangibles. Lo último también podría conllevar, a problemas de reconocimiento formales de estas labores que son indispensable, para la producción completa de la empresa y organización, ya que por lo general se externalizan al 168

“considerar las labores ahora frecuentes de subcontratación” (De la Garza, Del concepto ampliado de trabajo al de sujeto laboral ampliado, 2005, pág. 11). Entonces hasta ahora, por medio De la Garza (2005; 2013) se vislumbra dos características que pueden ser las principales al momento de analizar el trabajo de los empaques. Una de esta es la (1) producción inmaterial del trabajo (principalmente enfocado en trabajos catalogados del tercer sector) y (2) la categorización de trabajo no clásico, dado la volatilidad y variabilidad que tiene según el contexto y especio que se realice. En este sentido, hace aún más difícil la conformación de identidades y/o culturas laborales (Guadarrama, 2000), y movimientos sociales, basado en sujetos colectivos. A esta caracterización efímera y poco identitaria de estos tipos de trabajos, se le recalca la característica de la influencia del individualismo, el cual opera y trasciende dentro del mundo del mercado bajo la lógica hegemónica del neoliberalismo, generado espacios donde se catalogan de trabajo precario, entendido, este último, como “una situación laboral que aúna temporalidad e indefensión ante condiciones de trabajo que vulneran derechos laboral básicos” (Díaz-Salazar, 2004, pág. 76). Ligado al contexto de precariedad laboral y sus implicancias, tal como expone el Sociólogo Carlos Prieto las distintas consecuencias que trae consigo dentro de las relaciones laborales como producto de una inestabilidad no controlada por el trabajador, lo que se traduce en problemas como que “En esta inestabilidad influyen el tipo de contrato laboral, la facilidad legal para el despido, las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, la imposibilidad de defensa sindical en el centro laboral, la tasa de paro, el tipo de legislación laboral, etc.” (Citado en Díaz-Salazar, 2004: 76). Dentro de este listado de consecuencias se perfila una estructuración constante y sistémica de todos los ámbitos de lo social, en particular con los mecanismo de reproducción de prácticas en el ámbito del trabajo, en el cual los sujetos acceden con disposiciones que son capaces de precarizarse con el fin de obtener ciertas remuneraciones, aunque renuncien “voluntariamente” a estos derechos mínimos (seguridad, imposiciones, salud, etc.). Esta elección se da cuando realizan una actividad determinada (en el lugar donde el sujeto tenga la posibilidad de que lo acepten) por la cual obtendrán una ganancia, que se podría sintetizar una noción de miseria laboral, la cual es gestionada e impulsada por medio de condiciones estructurales (legislación laboral laxa, debilitación de los sindicatos, políticas punitivas, etc.) convenientes para desarrollo de nichos laborales con estas características, convirtiéndose en un trabajo regular, más no estable. (Wacquant, 2015, pág. 140-141) En este sentido, el Sociólogo Dasten Julián expone un trabajo en cual explica los mecanismos y las lógicas en que operan la “(re)producción” de procesos de 169

subjetivación en la informalidad y en la precariedad por ejemplo, estableciéndose y construyéndose relaciones de subordinación dentro de estos contextos, como menciona: “Este modelamiento sistémico, propio de la lógica capitalista en la organización de los espacios de la producción social, impacta en los modelos de sujeción, en su matriz disciplinar, fuertemente coercitiva, punitiva y castigadora en los espacios de trabajo, mientras que en el mundo del desempleo como superpoblación relativa, cobraba una abismante fuerza de control, en el miedo a la desafiliación y desintegración social, que imbrica coactivamente las relaciones laborales en su presencia fantasmal-aterradora” (Julián, 2013a, pág. 7). Pero dentro de éste argumento, aun así se da la posibilidad de la generación de discursos de resistencia en el control (total) del trabajo, por medio de la construcción de identidad(es) precarias subalternas, las cuales niegan a inscribirse en esta marginalidad y que se reproduzcan en esta. Como se menciona, también se trata de una posibilidad de una crítica negativa desde la falta y carencia, como gestores de la narrativa de la dignidad y lo digno (Julián, 2013a, pág. 9-10). Sobre esto último, se puede asociar a la lo que se entendería – y que es defendido – por la OIT como trabajo decente, definición formulada como “el trabajo productivo en el cual los derechos son respetados, con seguridad y protección y con la posibilidad de participación en las decisiones que afectan a los trabajadores” (Citado en Malva Espinoza, 2003). En el sentido de la definición de OIT, donde menciona que un aspecto del trabajo decente debe ser la seguridad, y luego la protección, es posible relacionar el concepto de que trabaja el Sociólogo Estadounidense Richard Sennett (2010), y su implicancia en la vida personal de los sujetos. Tal como lo expone en su trabajo de La corrosión del carácter en el cual visualiza como la flexibilidad suaviza la opresión sistemática que ejerce el capitalismo, creando – o aumentando – la ansiedad ligada a adopción de los riesgos y que trastoca nuestra ética al relativizar nuestro pensamientos y sentimientos, coaptando la proyección de nuestras prácticas ligadas a la gratificación de un objetivo futuro (págs. 9-12). En este sentido el odio a la rutina – ligado a los males del viejo capitalismo – se abre la posibilidad, y es ofrecida gentilmente, el pos de tu propia liberación, generándote posibilidades adecuadas para uno, como lo pueden ser los horarios flexibles, que en este caso Sennett (2010), revisas los resultados de otros estudios que señala lo paradójico que esta libertad que se te es otorgada como beneficio, “Esta recompensa les provoca una gran ansiedad a los empleadores, pues temen perder el control de los trabajadores no presentes en la empresa y sospechan que los que se quedan en casa aburasen de esa libertad. Como resultado, se ha puesto en marcha un montón de controles para regular el proceso de trabajo real de aquellos que no trabajan en la oficina. Por ejemplo, la gente tiene que llamar a la oficina regularmente y se utiliza intranet para vigilar al trabajador (…)” (pág. 60). Quizás el ejemplo anterior no está muy aterrizado con el contexto del estudio, pero se corresponde con la idea de la flexibilidad y subjetivación de que a un trabajador 170

internaliza. Por ejemplo, a los empaquetadores tiene el “beneficio” de tener horarios flexibles, los cuales muchas veces son personalizados, y en ese sentido es lo único que tiene seguro. Ya que de cuanto ingresos se pueden realizar en una jornada laboral es relativo, según la fecha del calendario, según la hora en que ingresa cierto día, y hasta según en donde se posicione espacialmente dentro del establecimiento. Esta incertidumbre que tiene que cargar, o por lo menos con la que debe realizar “pronósticos o proyecciones”, sobre los riesgos y la inestabilidad del trabajo que escapan al trabajador sea canalizada por medio de estas experiencias cotidianas en las que actúa, se vayan convirtiendo en historia internalizada, la que posteriormente toma como referencia para sus acciones futuras. En otras palabras se traduciría en lo que expone Bourdieu (2001) en concepto de habitus, A manera de un sistema de disposiciones, de estructuras que funcionan como principios generadores y organizadoras de prácticas (Pp. 86) Este sistema de disposiciones duraderas se constituye a partir de historia, pero también realiza historia, entendiendo lo anterior como estructuras estructurantes. La cual expondría como ejemplo el proceso de internalización que sufre un trabajador nuevo dentro de un ambiente, en el cual (re)producen las maneras o prácticas de cómo debe realizar su labor, de la manera de cómo ser más eficiente. Sobre todo si éste proceso educativo es acompañado por par de las misma posición que él. Para aterrizar los antecedentes y la discusión se ha realizado hasta ahora, sobre las condiciones objetivas de precarización y las percepciones subjetivas y como estas se conjugan entre las dos, Julián (2014) da un análisis en cómo se conjugan estos dos aspectos, que lo expone en su trabajo sobre el Modelo de Valorización Precario del Trabajo (MVPT). Dentro de este análisis, se relata la relevancia que tiene el concepto de habitus precario para reproducir esquemas valóricos y prácticos que se centran y se sostienen en contextos laborales precarios. El habitus precario lo expone de la siguiente manera, “éste habitus precario no constituye una cristalización estática de los sentidos de la dominación y la explotación, sino que más bien involucra un punto de referencia sintético, donde las prácticas de subordinación, evasión, resistencia y emancipación están anidadas en la dialéctica estructura-sujeto que descansa en el mvpt, y también en el ejercicio ideológico del Estado, en la proyección imaginaria de un sujeto del trabajo (precario) (Boltanski y Chiapello, 2002)” (Julián, 2014). Lo explicado anteriormente, en este bagaje teórico de cómo algunos autores han tratado el tema del trabajo, y de la dificultades y desafíos que presentan nichos laborales que se escapan un poco a la doctrina dominante del ideal de trabajo, relaciones laborales, y organización de éstas, Enrique De la Garza, replica en un estudio realizado el año 2011, donde señala que a estos tipos de trabajos no se les ha dedicado el estudio y la atención suficiente, al ser solapados por los tipos de trabajos clásicos, que dentro de sus propias definiciones no les dejan espacios para este tipo informal, precario, excluido, etc. 171

Dentro de la líneas de trabajo en la que no se toman en cuenta son: (1) La perspectiva de estudio del trabajo como ocupación y a la vez como actividad, ya que en los trabajos muchas veces son desterritorializados, lo que no hace posible aplicar los conceptos de jornada de trabajo y de espacio productivo, como por ejemplo las ventas a domicilio. La segunda línea de estudio ha sido (2) El enfoque económico y sociodemográfico del mercado de trabajo, los trabajos no clásicos. Una complicación sería que, en sentido restringido, una parte de estos «otros trabajos» o trabajos no clásicos no forman parte de un mercado de trabajo, aunque sí implican la generación de un bien o servicio para la venta. Y por último (3) El enfoque de la regulación del trabajo, ya que el derecho laboral no se ajusta con sus tipos ideales de relaciones laborales y de su regulación, lo que presenta una dicha diferenciación. (De la Garza, 2011). Bajo estas premisas teóricas y empíricas desarrolladas en la literatura, el estudio se guiará sobre las condiciones en que los empaquetadores desarrollan su actividad, y los discursos de los distintos actores que se están implicados en la actividad. Las principales preguntas que se buscaran responder mediante este estudio será como del estilo de ¿Qué tan naturalizado tienen el desarrollo de ésta actividad los empaques?, ¿Qué tipos de formas de organización ocupan para coordinarse?, ¿cómo se podrían catalogar las condiciones en las que desarrollan su trabajo los empaques?, ¿Qué tan legal es esta actividad?. Las principales concepciones teóricas sintetizadas de la revisión, serán primero Informalidad (Julián, 2013a; Neffa, 2009), ya que no existe una clara regulación de la actividad ya que en varias ocasiones ha suscitado la atención de los medios de comunicación, dada demostraciones de abusos. Segundo flexibilidad laboral y del despido (Díaz-Salazar, 2004; Espinoza, 2003), ligado con la idea anterior, dada informalidad de la actividad se facilita los mecanismos de ingresos y de salidas de los puestos en que los y las jóvenes trabajan. Tercero será trabajo precario (De la Garza, 2013; Julián 2013b, 2014), ya que se asume que no cuentan con las condiciones mínimas de seguridad social, salud y cierto grado de estabilidad laboral dentro de los establecimientos del retail para éste estamento que se encuentra dentro del proceso productivo del supermercado. Y por último, habitus precario (Julián, 2013, 2013b), ya que por medio de la experiencia – que en algunos caso son años – desarrollando está actividad desarrollan y traspasan sistema de disipaciones a la dominación y explotación, en las también se pueden dar prácticas de subordinación o de lo contrario de resistencia. Aspectos metodológicos Para recolectar la información, de carácter cuantitativo, que sustenta el estudio, se realizaron las siguientes estrategias de recolección de datos: Se realizaron 80 encuestas autoaplicadas de 8 establecimientos distintos, teniendo una muestra promedio de 10 172

trabajadores/estudiantes por cada local. Las encuestas se realizaron en periodos de cambio o tomas de turnos, donde la mayoría de los empaques del establecimiento estaban presentes. La conformación de ésta muestra, se asume que no es probabilística, ya que se fundamentó bajo el criterio de viabilidad del acceso al campo. Ya que en una primera instancia, en el que se aplicó el pre-test del instrumento, se presentaron dificultades como, por ejemplo, la intervención de los guardias de seguridad de los establecimientos, la imposibilidad de que los empaquetadores dejaran las cajas durante el turno, etc. Es por esto que se buscaron los establecimientos donde ya se habían hecho algunos vínculos con posibles informantes, que aportaron para el aspecto cualitativo del estudio, quienes nos hicieron posible el acceso y la aplicación de las encuesta con sus ayudas. En tanto, para la recolección de información cualitativa se concretaron105 dos instancias de trabajo con informantes, que fueron los siguiente: (1) la participación de empaquetadores de 8 supermercados de la ciudad de Temuco, los cuales participaron en un Focus Group en donde se exponían las particularidades y experiencias que han tenido lugar su espacio de trabajo. (2) Se entrevistó a un experto en materia laboral, como lo es el Abogado Laboralista Iván Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UCT, que nos dio el punto de vista del derecho señalándonos ciertas premisas o hechos que pueden determinar (o no) la existencia de una relación laboral (y de qué tipo), y por ende como se puede situar a la figura del empaque en una relación dependiente con una contraparte la cual es el trabajador asalariado (Neffa, 2009). Resultados Cuantitativos: A continuación se expone en la tabla N°1, los distintos establecimientos donde se pudieron aplicar las encuestas. Los que fueron divididos por las zonas, de la ciudad, en los que se encuentran funcionando. Tabla N°1: Supermercados en los que se aplicaron las encuestas Centro Feria Pinto Barrio Inglés Unimarc, Local Caupolicán Unimarc, Feria Pinto Jumbo, Local Los Pablos Santa Isabel, Caupolicán

Local Cugat, Feria Pinto

Unimarc, Inglés

Local

Barrio

Santa Isabel, Local Bulnes Líder, Local Prieto Norte 105

Se tenía contemplada una tercera arista de los sujetos relacionado con este espacio de trabajo. Se esperaba entrevistar que no se concretó, por la falta de espacio en su agenda, de un “supervisor/coordinador” de una agencia de empaquetadores, la cual es la única que aún funciona, en dos supermercados de la ciudad de Temuco, con el sistema de cobro por turno a cada empaque que trabaja.

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Las 3 zonas establecidas son: (a) “Centro” (zona de comercio en el centro de la ciudad), (b) “Feria Pinto” (sector tradicional-histórico del comercio Urbano-Rural) y (c) “Barrio Inglés” (barrio residencial-acomodado). De la datos recolectados, provinieron desde la visitas a estos supermercados, y dio como resultados que las opiniones y respuestas que dieron los trabajadores, haya sido en una distribución por Sexo de 50/50, lo que se traduce que del total de los 80 encuestados 40 son mujeres y el resto son hombres. GRÁFICO N°1: DISTRIBUCIÓN SEGÚN SEXO.

Hombre 50%

Mujer 50%

Elaboración propia: A partir de los datos recolectados.

Condiciones en las que se desarrolla la actividad: En este segundo aparto se intenta describir algunas aristas sobre el espacios y en que medios tienen, o mejor dicho se les son “facilitados” para realizar su actividad en los distintos supermercados de la ciudad. En el Gráfico Nº2 se presentan algunos datos sobre los espacios físicos, uniforme y condicionamientos formales que regulan la actividad dentro de los supermercados entre los empaquetadores y sus jefaturas o supervisores.

Gráfico nº2: Condiciones en las que se desarrolla la actividad 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

100,0

55,7

44,3

46,8

92,3

53,2

7,7 Contrato de palabra (acuerdo no escrito)

No existe ninguna especie de contrato

Tipo de contrato

Si

No

¿Tiene acceso espacio destinado para cambiarse ropa?

No

¿Tiene seguridad sociall?

Si

No

¿Se te entregó la ropa o uniforme de trabajo?

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Elaboración propia: A partir de los datos recolectados.

El primer dato que se muestra, se da a partir de las respuestas que dieron los jóvenes, que también representan el grado de conocimiento que tienen sobre la regulación de su actividad ligado con el local comercial en el que se encuentra, en las que existieron dos respuestas se repitieron constantemente, la primera es la que señala que “Existe un Contrato de Palabra”, y la segunda fue que “No existe ninguna especie de contrato”. Estos dos tipos de respuesta hasta se daban entre los trabajadores de un mismo local, que representa como se mencionaba un nivel de desconocimiento o simplemente un bajo nivel de reflexión acerca de su condición, en este sentido “contractual” debido al servicio intangible que ellos prestan a la clientela del supermercado, ya que responder esta pregunta se les complicaba ya que se detenían a pensar o hasta preguntar entre “colegas” como se regulaba su actividad. En tanto en términos porcentuales la primera opción representa al 55,7% de los encuestados señalan que el contrato y entrada al trabajo se realiza solo de palabra, mientras que el resto (44,3%) señaló que no tienen ningún tipo de contrato. Esta incongruencia puede interpretarse a modo de que no se tiene conciencia ni información de qué realmente se considera un contrato. Por otro lado, el segundo dato que se presenta en el gráfico, relacionado esta vez a los espacios físicos que se les facilitan a los empaquetadores para ocuparlos con el fin de cambiarse ropa al uniforme de trabajo, un 46,8% señala que sí tienen la posibilidad de ocupar un espacio destinado como camarín. Mientras que el 53,2% señala que no se tiene esa posibilidad, como infraestructura y espacios que son facilitados para los empaquetadores. Sobre los datos que se muestran que tienen relación con la antigüedad del o la trabajadora en la tabla anterior, se demuestra una gran diferencia entre los meses de ostentan por cada sector de la ciudad, haciéndose así el sector con menos trabajadores menos antiguos el del Barrio Inglés. Tabla Nº2: Indicadores diferenciados por la Zona del establecimiento Edad En promedio ¿Cuánto En promedio, ¿Cuántas dinero se hace en una horas semanalmente ocupa jornada diaria en esta para desarrollar esta actividad? actividad? Barrio 20,2 Inglés Feria 20,9 Pinto Centro 21,2

Aproximadamente, ¿Hace cuánto tiempo se desempeña como empaque en este establecimiento? (meses)

5125,00

12,3

3,7

7500,00

21,6

14,6

9222,22

11,0

26,5

Elaboración propia a partir de la muestra recolectada

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Lo anterior se encuentra directamente relacionado por la muestra que se pudo obtener, el cual es un sólo supermercado que se inauguró en el mes de octubre. Tomando en cuenta este sesgo en ese dato, se puede mostrar el promedio de los meses trabajados que tienen los empaquetadores en los otros dos sectores, los cuales superan el año trabajado y que también se alinean la mayor antigüedad en el sector donde existe un promedio más alto de dinero percibido, y la inversa se puede notar lo mismo. Resultados Cualitativos: El primer informante clave, que participó de ésta etapa de la investigación, fue Iván Díaz, Abogado Laboralista, Académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica de Temuco, el cual accedió a una entrevista, con el fin de que pudiera esclarecer en alguna medida el marco legal de esta actividad, y en general, como el esquema referente en términos legales de lo que significa ser trabajador dependiente/Independientes, subordinación, contrato, etc. y otros conceptos que son utilizados para estudiar estos tipos de temas, ya que se apegan a la legislación laboral. La entrevista con éste informante se realizó el día miércoles 19 de noviembre, la que tuvo lugar en su oficina de la Facultad. La segunda instancia, de participación de informantes, se dio en un Focus Group en donde participaron 7 empaquetadores/as (4 mujeres y 3 hombres) de distintos supermercados de la ciudad. Los participantes se contactaron por medio de la aplicación de las encuestas, concretándose la instancia el día viernes 28 de noviembre, la cual tuvo lugar Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica. Distribución de los asistentes al Focus Group, según establecimiento de trabajo. Dos participantes eran del supermercado Jumbo Portal Temuco, Uno del Santa Isabel, Galería Ñielol Uno del Unimarc del Barrio Inglés Uno del Líder del Barrio Inglés Una de la Distribuidora M&M, Padre las casas Una Líder Prieto Norte La sesión con los jóvenes trabajadores y trabajadoras duró aproximadamente 58 minutos, mientras tanto la entrevista al Abogado Iván Díaz, se extendió cercano a los 25 minutos. El tratamiento de los datos fue realizado mediante el programa de Atlas.ti, mediante una codificación libre y descriptiva, asociadas a citas y posteriormente estableciendo relaciones entre los código obtenidos en un network que interpretaría de alguna manera lo relatado dentro del grupo y de la entrevista.

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Principales Resultados Focus Group Empaques Esquema Nº1: Organización de la actividad del empaque dentro del establecimiento.

Este esquema emergente se elaboró a partir del análisis de las citas de las citas y códigos de los discursos de los empaques en el Focus Group. A continuación se expondrán las relaciones de los códigos que son parte del esquema. Primero se enumeraran los principales códigos son la columna vertebral del esquema, de los cuales se desprenden las demás relaciones con los grupos de códigos. Los códigos principales son los siguientes: Subordinación de facto Las dos formas de organizar y coordinar al estamento de los empaques: Autoorganización y Agencia Externa Condiciones de Precariedad, la cual es conjugada por una serie elementos y que produce prácticas particulares. Y por último, Desvinculación de la relación por parte del establecimiento, la cual se visualiza como la causa y piedra angular de lo todo lo que implica éste esquema.

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Precariedad laboral y sus implicancias Esquema Nº2: Condiciones de Precariedad

El esquema N°2, presentan los distintos elementos que se describen, por parte de los empaques, que se pueden asociar al contexto y a las condiciones que caracterizarían, de manera general, como se organizan los ingresos que perciben y los distintos conflictos que pueden existir. Esto da a la interpretación de que las condiciones inherentes a estas actividad, como por ejemplo, el “relativismo en el ingreso”, “modalidades de contrato” el cual es solamente de palabra, los “cobros” (que en algunos supermercados aún se mantienen) dan pie a adecuar prácticas que sean acordes a este contexto, como por ejemplo la técnica de la “Identificación de clientes”, que consiste como una participante menciona: Empaque3: míralo, depende del cliente, como dijo la xx, yo trabajo en una caja particular, pasan puros viejitos cachai, entonces cuando de repente tu sos amoroso con ellas, claro po, tu por ejemplo, hay personas que pasan siempre por mi caja, siempre y pasa y me dice ‘ahh la estudiante’, y me la luca, cachai ¿o no? (risas). Este “estudio” o “caracterización”, si se le podría llamar así, de los clientes frecuentes se obtienen mediante la experiencia que ha tenido el trabajador, por lo cual va preferir atender a ciertos clientes, y quizás a otros intentará de evitarlos. 178

Como también explicaban otras técnicas que utilizaban para poder mejorar las posibilidades de una mejor propina por parte del cliente, como por ejemplo nos mencionan: Empaque1: hay que meterle conversa, esa es la técnica, los niños, a mí me encantan los niños chicos, y ¡ohh! Empiezo a jugar, le hago caritas y el niño se ríe po, entonces él bebe se ríe y el papá feliz y te va a dar 1000 pesos (risas) Lo anterior se puede traducir en que se les construye un esquema de disposiciones y prácticas que están en directa sintonía con el contexto precario en el que se encuentran ya que se deben ocupar ellos mismos de los posibles ingresos que puedan tener, utilizando sus medios que son razonables en estas situaciones. Subordinación de facto Esquema Nº3: Subordinación de facto El esquema, o esta parte, que se presenta a continuación da los términos generales de que se podría establecer una subordinación de facto, dada las prácticas cotidianas. Aunque no exista un contrato donde se estipule concretamente las atribuciones y funciones que tienen las partes, por el cual se prestarían servicios a cambios de remuneraciones, según lo señalado por los mismos empaques, que la figura del “Administrador” tiene un rol relevante en su trabajo. A veces no de forma directa sino que por medio de mandos medio parte del supermercado o por medio del encargado de la “Agencia” o al encargado designado desde lo mismo empaques en el intento de Autoorganización.

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En ésta parte del esquema se visualizan las dos formas de organización y coordinación que tienen los empaques en los establecimientos de los cuales provienen. Uno es la “autoorganización” y la otra es la “Agencia Externa”. La primera está asociada a una coordinación que la definen como “Difusa” ya que no se sabe muy bien el grado de autonomía (de la administración) para tomar decisiones. Además se suman conflictos que se generan por motivos interpersonales con las personas que cumplen el rol de coordinadores. En contraposición, se encuentra la “Agencia Externa”, la cual cobra ciertas cuotas por turnos, y hasta membresías a los jóvenes nuevos para poder tener un cupo de trabajo: Empaque4: por ejemplo en el Santa Isabel de la galería Ñielol, está la Milla, ya la Milla cobra 15000 pesos porque entre un empaque, y eso es una polera y una credencial, y el esa plata es para ella. Lo que se traduce en un costo alto para una persona que está buscando trabajo, en el cual se debe costear por cuenta propia el uniforme, sin la seguridad un ingreso estable. En los casos de las formas de organización, se denuncia una Subordinación de facto, ya que donde se encuentra la Agencia, la figura dominadora que el sujeto reconoce como un “jefe” externo, el cual es facultado por el establecimiento comercial para condicionar el aspecto y el comportamiento de los empaques. Mientras que en el otro tipo, en la “especie” de autoorganización, se ve de manera distinta la subordinación, ya que figura dominante pasa a ser directamente la Administración del supermercado, ya que sus encargados se eligen mediante votación, y sólo tienen la facultad de coordinar los turnos y controlar el ingreso de más empaques. 180

Resultados sobre el marco legal Durante la entrevista con el Abogado Laboralista, estableció y dio las principales diferencias entre los dos tipos de trabajadores que existen en términos jurídicos. Ligado a esto la diferenciación de las leyes tienen jurisprudencia para cada caso y los beneficios y contras que esto tiene. Esquema Nº4: Marco Legal del Trabajo del Empaque

La primera diferenciación en el derecho laboral, que nos señala el Laboralista, se da entre las categorías de “Trabajador dependiente” y “Trabajar Independiente”. Que se distinguen por medio de la subordinación, que en términos legales sólo el “trabajador dependiente” lo asume, ya que la prestación de servicios se establece como una relación de subordinación mediante el contrato laboral. El experto asume que existen casos en donde no se cumple el ideal de lo que significa una subordinación (en lo legal) y que para determinar si existe o no, se deben constatar ciertos “indicios” con lo cual se puede suponer y acreditar (si se pudieran sumar pruebas) que realmente existe una subordinación y dependencia. Los indicios se podrían resumir en los siguientes: El empleador establece el horario de trabajo. Delimitación del lugar de trabajo. El empleador puede dar instrucciones al trabajador de cómo hacer su trabajo. El empleador puede corregir el trabajo del trabajador. 181

El empleador puede fiscalizar como está haciendo el trabajo o como está prestando el servicio el trabajador. El empleador puede sancionar al trabajador porque no hace el trabajo de la manera correcta o adecuada. El trabajador utiliza las herramientas o maquinarias del empleador. El trabajador se incorpora a una estructura productiva definida por el empleador. El trabajador presta servicio por un tiempo relativamente prolongado de tiempo. El trabajador presta servicios por gran parte de su jornada de su jornada semanal de trabajo. Con los indicios anteriormente expuestos por el Abogado, y relacionándolo con lo que expresaban los empaques y al mismo dictamen que se emana la Dirección del Trabajo (1999) y los 20 antecedentes106 expuestos que podrían señalar que existe relación y dependencia, revisando particularmente los supermercados. Tomando en cuenta los dos antecedentes – marco legal y las mismas experiencias relatadas por los empaques – sí se podría demostrar subordinación bajo la figura dominante en el contexto de su trabajo en cada supermercado. Ya que como las citas que se podrían exponer bajo la luz de estos indicios serían las siguientes: Empaque1: pero también no tenemos igual problema con los encargados, emm […] igual son como requerimientos básicos, y lo que no, lo que siempre he alegado que nosotros tenemos muchas responsabilidades para con el Líder. Nosotros tenemos que ir peinados, no tenemos que decir insolencias, tenemos que dejar las bolsas ordenadas, no se pueden perder las bolsas, no podemos perder muchas bolsas. Empaque4: el administrador, hace lo que quiere y se lo dice a la persona que está encargada de todos los empaques entonces, en la actividad el administrador si dice que no pueden ir con el pelo largo, nadie va con el pelo largo. Entonces en realidad no hay ninguna como, jerarquía. Los empaque, la persona que está de encargado de los empaques, y en el supermercado quien manda, no manda el encargado. El encargado simplemente obedece porque tiene entre comillas tiene poder porque tiene más tiempo, de poder elegir los encargados, o poder decir ‘ya ehh […] el encargado dice ya, haber estos turnos, son 3 turnos, son 2 turnos, son 1 turno’. En realidad eso, pero la persona que si el administrador dice ‘no hagan esto’, ¿a quién se lo dice?, no se lo dice a los empaques, primeramente se lo dice a los encargados. Empaque3: pero por ejemplo yo en el santa Isabel, uhhh no exigían cada cosa, una vez se le ocurrió que limpiáramos los baños, y nadie lo pescó si po, ehh […] pusimos la plata para comprar las cosas, ahí no, como de comprar las cosas del cloro y esa cuestión para el baño, es que nosotros lo ocupábamos pero también lo ocupaban los guardias cachai […] y los 106

Revisar ORD.: Nº 5.845/365, de la Dirección del Trabajo con fecha del 30 de noviembre de 1999. http://www.dt.gob.cl/legislacion/1611/w3-article-85149.html

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guardias no lo dejaban muy limpio el baño que digamos, entonces igual ya era asqueroso limpiarlo, cachai igual parece que alguien lo limpió. Después que era, que los carros no salieran, después teníamos que ordenar adentro del supermercado ehh […] como se llama, que dejáramos juntos los canastillos, igual que los carros, así se les ocurría un montón de cosas. Frente a lo expuesto por lo empaque sobre sus experiencias cotidianas en el supermercado, da pie establecer relaciones de subordinación, las cuales no son reconocidas por el establecimientos ya que no se relacionan por medio de documentos escritos, pero en la práctica se puede identificar – tomando en cuenta los antecedentes de la DT y el Abogado – los indicios de estas relaciones laborales. Para las entidades formales que van a fiscalizar, por ejemplo, la Inspección del Trabajo, no pueden determinar relaciones de subordinación ya que las visitas son un corto periodo de tiempo, por lo cual se necesita observaciones más profundas – como un proceso de investigación judicial - para develar estas relaciones de dominación que ahondan el contexto de precarización, sin seguridad. Estos resultados exploratorios o no más allá de lo meramente descriptivo, podrían dar un paso para un futura inserción en el campo, pero está vez concluir interpretando como es la relación entre las “Agencias Externas” y la Administración del establecimiento, como también buscar la manera de saber que se hacen con el dinero que se junta por medio de éste mecanismo. Para concluir Si bien no se puede concluir de manera una de manera tajante y general sobre la naturalización de las condiciones laborales, por parte de los informantes. Por ende se asume la una heterogeneidad en los discursos en cuanto a qué a ciertas condiciones o elementos no son cuestionado – y hasta son aprobados – como por ejemplo, los gatos incurridos por el uniforme o forma de reclutamiento (amiguismos, pitutos, etc.), y hasta el disciplinamiento en la uniformidad de la ropa y del cuerpo (pelo, barbas, piercing, etc.), se rechaza de manera paralela prácticas más explicitas como lo son las multifunciones (limpieza, ordenamiento de los carros, etc.) que pueden darles dentro del establecimiento comercial. Aun cuando ninguna de los grupos de elementos se explicitan de una manera formal, estableciéndolas como requisitos y deberes en el trabajo. Ni tampoco de se explicitan los beneficios que obtienen si cumplen las ordenes anteriormente señaladas. Se asumen entonces que los elementos de que condicionan el trabajo y la relación laboral en el establecimiento, las soportan, las asumen de manera diferenciadas (de manera positiva o negativa), pero se adaptan a ellas, sin tener éxito en estabilizar y explicitar de una manera clara y formal (1) la relación de trabajo que tiene en el establecimiento comercial, (2) las funciones específicas del trabajo, y por último (3) el disciplinamiento y control al que están expuestos. Lo que se podría traducir en

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una insinuantes identidades precarias subalternas (en cierto grado) que no se cuestionan todo el especio (Julián, 2013a) En relación a las visualizar las formas en las que se organizan y coordinan, quedaron plenamente descritas, y como nos comentaban ellos, tenían la idea o la sugerencia de que en la mayoría de los establecimientos funcionan de una u otra forma. Es decir, la forma en cómo se organiza el trabajo y a los trabajadores son relativas de un establecimiento a otro. La primicias que motivaron éste estudio, las cuales se tenían la idea de que las condiciones de éste tipo de trabajo “no clásico, o no típico”, eran precarias ya que no tienen la seguridad mínima de la salud ni indemnizaciones por las facilidades de cortar (unidireccionalmente) las relaciones laborales, aunque impliquen años de prestaciones de servicios dentro de la cadena o proceso productivo del supermercado. Estas condiciones hacen necesaria la internalización de estas experiencias en estos contextos precarios, y un grupo contingente y siempre disponible de ponerse a disposición para tener un cupo de trabajo, que le dé la posibilidad de obtener un monto no definido de ingreso. Los cuales asumen de manera per se ciertas condiciones de flexibilidad e informalidad. Condicionando prácticas que son razonables para poder mantener su posición. De lo mencionado anteriormente cobra sentido hablar sobre las disposiciones de los sujetos, que podría dar cuenta o develar la socialización e internalización que se da en estos espacios, entendiéndolo desde la perspectiva ya clásica de Bourdieu (2007). A manera de un sistema de disposiciones, de estructuras que funcionan como principios generadores y organizadoras de prácticas (Pp. 86). Esta perspectiva asociada al contexto y espacio de trabajo que tiene un ordenamiento simbólico especial flexibilizado, terciarizado y naturalizado que da un espacio caracterizado por una “permanente inseguridad que tiende obligar a los trabajadores a la sumisión, y a la aceptación de la explotación”, traducido en un habitus precario que toma sentido en contexto y en sujetos que se desenvuelven en estos. (Julián, 2013b: 199). Esta tesis puede terminar asumiendo que se (re)producen y/o reafirman las disposiciones tenientes a legitimar y asumir condiciones informales de trabajo, sin ningún tipo de seguridad ni estabilidad en el desarrollo y permanencia en el trabajo, dadas las condiciones normadas simbólicamente que los sujetos legitiman y respetan. Para finalizar, sobre el aspecto legal de esta actividad, se pensó al comienzo de este estudio que la figura del empaque se desarrollaba bajo una vulneración del derecho laboral, pero según el Abogado Laboralista, la figura del empaque está muy bien construida de tal manera que sea difícil de determinar la subordinación de éste con el establecimiento en donde se encuentra.

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