Región y nación. El rol del NOA y de Santiago del Estero

('AGINA 2 2da M i CiON - PlUMA V PINCtl.

NUEVO DIARIO

Opin ón sobre política cultural -

Región y nación

El rol del NOA y de Santi.igo del Estero Por María Mercedes Tenti de Laitán Todos sabemos el rol prougónico que desempeñó el Noroeste Argentino a lo la/^o de la historia v de la Patria. En el período prehispánico estaba poblado por cerca de 200.000 aborígenes, la mayoría sedentarios, que practicaban la agricuítura, la tejeduría, la Cestería y avanzadas técnicas de la cerámica. Esta masa humana era una "riqueza" apetecida por los españoles, ya que significaba mano de obra barata, y así su objetivo fue reducirla a encomiendas. La región no .sólo presentaba características cuacas y de costumbres similares, sino que además tenía paisaje.^, climas y suelos parecidos y vínculos de unión a ( travos de los ríos comunes y del denominado "camino del inca", que permitieron t desarrollo de un activo comercio Ínter-regional por medio del trueque, y posibilitó por ejemplo, inuoducir los metales en Santiago del Estero, como lo atestiguan lo.s utensilios existentes en el Musí o Arqueológico provincial. Ya en la époc i de la dominación española lúe -I centro difusor 'Tff)CTffynÍÍ8tMfyffl y ^Ionización, df la evangcfiiíación de la enseñanza y el punto de enh; o entre el puerto atlántico y el p.-.lo de desarrollo que significaba A tosí con sus minas de plata y su i ^ntro comercial. En el siglo XIX la apertura del ínterin . M r>I-I. por iniciativa de III.IH u 11 , (juc nació como UIM . i n i icgional; la puesM .>

IM en 1966 del NOA

i i>i i i un la participación de l.» Milu es de Cultura de las . i I I H I i t n i.is integrantes de la i > ju ulmii.miente la creación il< I l * \o de Culturas AII.M.. . < t mi i-i inclusión de paí•M v., u n » ' . . » l a región. \. i/iir la cultura regional

El vigor de nuestra cultura Si en el plano político y económico el siglo XX fue de dependencia de las provincias con respecto al gobierno central, en lo cultural, y a pesar de la sujeción mencionada, el apego del samiagueño a su terruño y con él a sus costumbres y tradiciones, determinó la continuidad de una cultura propia, menos contaminada por elementos extranjeros que la metrópoli. Esta cultura se pone de manifiesto en la labor permanente de sus escritores, poetas, historiadores, músicos, artistas y artesanos. Algunas muestras de ella trascendieron el ámbito provinciano; muchas otras, fructíferas pero silenciosas, no pasaron del reconocimiento de sus cotCTáneos y aún otras ni siquiera lo lograron por las mezquindades propias de mw«-

A« imilmenie se tiende a desi h / í i i los planes culturales tu mis .1 innipercon los niono(>nii i - M I . , tic Buenos Aires como .i- l.i 1 . capitales de provincias. Si- |.ni|)niic una política cultural en l,i que los municipios y coinumii J. l i n i c u i H jueguen un rol eln I I V D en cuanto al protagonismo .1 .u quehacer cultural. fruí embargo falta una estratej'.i.i i , > , | i , n i . i de las provincias con resji. 11» .1 los organismos de nivel nat mnal para lograr una efectiva puiiN ip,H ion en Jos programas geiirrjil' ile lo.s propios valores que hacen a su esencia misma. Por ello cmiMileramos que la OfJjUliXttCitifl i'is'hiu cional de la actividad culitii.tl debe ser descemrali/.«l;i y con am plia participación de Unios los sectores interesados en ella i.arn.suis, profesionales, asocijeioivcs culturales, sindicales, empresariales, vecinales, críticos, lectores, museos, etc.) y con participación de las provincias y regiones en los organismos nacionales. Se debe promover el intercambio culiuul entre las provincias integrantes del Noroeste Argentino y los países de la región, pero en un intercambio dinamia) que implique la investigación y cstu-

t u> i itliin|t io y I i |ifiilnl.i d< I Al lo l'eni, Mf.iuln u | MI a el N< >A el coimcn/o de un I.H^O JK.'IUK|O de dfiadeiiua y panpen/ación. Al cenarse el comercio interirgioiial, sus artesanías fueron det ayendo paulatinamente, su población comen/ó el largo camino de las migraciones y su protagonismo político, histórico y cultural fue A sostenido solo a cosía del esfuerzo y U"són de sus hijos. l-.l trazado de las vías férreas a 'contramano" de las necesidades regionales, contribuyó a agudizar el deterioro de las provincias y la iiuiyor centrah/ución del poder político y económico en Buenos M Aires -a partir de la gestión de la % mal llamada generación del SO y significó el comienzo del largo pe-

no Minlm |n i(ni'lio. i olí poit) es p¡u 10 tli.spoinMe en rl cam|H>de la cultura. La realidad de Santiago del Estero no difiere demasiado de las realidades de las provincias que integran el NOA. Quizás Tucumán constituyera en su momento la excepción, al poder desarrollar una política económica con cierta autonomía gracias al monopolio de la explotación de la caña de azúcar. Pero hoy el "oasis" tucumano sufre también las consecuencias de una política nacional dependiente y centralizada en el litoral. La opinión de Canal Feijóo El Noroeste es la región argentina más "histológicamente unili~cada e integrada" no sólo por razones de hermandad sentimental, sino fundamentalmente por las cosas objetivas, reales, por el suslra to material (1). Esto lo afirmaha nuestro comprovinciano Bernardo Canal Feijóo, allá por 1948, en ocasión del Primer Congreso de

quejan i orina muí ciosa, pero permanente, trabajan de planes culturales intCgradoreti .'. \ A través de la protección, topor el fortalecimiento de nuestro /A ELtiHOCyH^ '• R /' mento y difusión de las culturas acervo cultural. / t Ante el vaciamiento cultural regionales podremos promover la Planificación Integral del NOA que ha producido la dependencia y unidad nacional, rescatando los (PINGA). Su pensamiento, expuesto ina que amena/a nuestra identidad na- valores de nuestra nacionalidad, gistralmente en su obra De la es i iui.it), el planteo de la valori/a- vivos en cada rincón de la Patria. tructura mediterránea argentina, * luí; de nuestra cultura regional no no sólo está vigente, sino que es significa dejar de lado la valoranuestra obligación estudiarlo, ana ción de la cultura nacional -como 1 i ¿arlo y replantearlo. Para Cuñal conjunto de lodo lo actuado y penNotas sado por la comunidad-, ya que Feijóo es imprescindible una "re gionalización de los problemas y ella define la manera de ser de de las soluciones" paia asexnal el nuestro pueblo, su idiosincrasia. (1) Bernardo Canal Un pueblo sin cultura propia, es bienestar de las poblai iones (,'f. "De la estructura medUerraiitü un pueblo sin personalidad, sin Se deben sacudí) las ineu uis argentina", Buenos Aires, pug. nacionalidad. del sentir provinciano y hacei te Por ello la política cultural no 117, surgir el espíritu de los halados (2) Ittidem, págs. H8ytJ9. debe basarse en un conjunto de inlerprovmciaU'S PJIIII loriar el medidas aisladas o improvisadas, (3) tbidem, págs. 121 y 122. bienestar común, lanío eionónuco sino que debe estar fundada en un como cultural y de pu>Kie»i> j.;ene proyecto cultural que consolide ral. una cultura nacional, argentina y Y a f u m a qur "cu ndli tilo se f.un acusando que lus p i o v u u i a s latinoamericana, de profundo contenido humano. mueK'ii de Lis ilrm.r.ins de Une ñus Anes, i muido no w imicsdan Alguous objetivos a lograr t npai es