REFLEXIÓN FILOSÓFICA-MORAL DE LA PELÍCULA “ALGUNOS HOMBRES BUENOS”

August 24, 2017 | Autor: Allison Morales | Categoría: Philosophy
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Descripción

UNIVERSIDAD DEL VALLE
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA
TRABAJO FINAL
PRESENTADO POR:
ALLISON MORALES SILVA
CÓDIGO: 1323002-3250
PELICULA "ALGUNOS HOMBRES BUENOS"
Problemática planteada en la película:
Un marine de la base naval de Guantánamo dirigida por el Coronel Nathan Jessep, muere bajo extrañas circunstancias (el 6 de Septiembre, dos marines de los EEUU en Cuba, entran en el cuarto de un soldado débil y con mala reputación, para aplicarle un código rojo, pero algo sale mal y el soldado agredido muere. Lo que en teoría es un caso de asesinato involuntario, termina complicándose llegando a tocar a las más altas esferas del ejército). Los marines son acusados del asesinato y la Comandante Galloway - especialista en legislación naval - y el Teniente Kaffe - un joven y prometedor abogado de la Marina - son asignados como defensa del caso. Galloway y Kaffe sospechan que los marines aplicaron un "Código Rojo" - normativa de honor secreta - por orden de algún mando superior.
Ante la negativa de los marines de llegar a un acuerdo, Kaffe se ve obligado a ir a la Corte con un caso de difícil resolución, puesto que no tiene pruebas ni testigos que presentar para la defensa quedándole como único recurso presionar al imponente Coronel Jessep para que confiese, situación difícil de conseguir, ya que Jessep es un hombre acostumbrado a las presiones, seguro de sí mismo y con el gran defecto de sentirse superior a todo. De no lograr su cometido los dos marines serían sentenciados a muerte y Kaffe perdería su habilitación para ejercer el derecho.
Tras días de juicios el fiscal, amigo de Kaffe, le aconseja no llegar a tal límite, ya que acusar al Coronel Jessep de ordenar el asesinato podría acabar con su carrera como abogado. Kaffe no sigue su consejo y en el juicio consigue sacar al Coronel Jessep de sus casillas que termina diciendo que él mismo ordenó el "Código Rojo" ante toda la Corte. Inmediatamente el Coronel Jessep es apresado y los marines que creían en todo momento que serían reincorporados a la Marina son dados de baja con deshonor, ya que su trabajo es defender al indefenso, cosa que no hicieron al atacar a su compañero.
Durante toda la película los marines muestran desprecio por Kaffe y su trabajo, ya que lo consideran falto de honor pero, finalmente, se dan cuenta que lo dio todo por ellos así que antes de retirarse le dedican el saludo militar y el respeto que un oficial de su rango se merece.
Análisis de los Personajes:
Daniel Kaffee: Un abogado que lleva nueve meses en la marina, y terminó la carrera de derecho desde hace un año. Con 44 casos negociados con éxito y ninguno perdido, se le conoce como el mejor "letrado" de la oficina jurídica. Sin embargo, en su vida es descuidado, irresponsable y el respeto o el mundo le dan exactamente igual. Tiene un pasado normal, y aunque todo el mundo espera grandes cosas de él debido a que su padre muerto fue un abogado legendario, a él le da igual todo y solo vive la vida, juega al beisbol y se pasa las noches mirando partidos acariciando su bate. Pero todo esto cambiará con la llegada del caso de Guantánamo. Poco a poco se ve a un Daniel despreocupado, que no cree en los marines y al que le da todo igual, cambiando a uno que ve la enorme responsabilidad que tiene entre manos, que no todo es blanco o negro, y ante todo, que acaba siendo un abogado recto y firme, capaz de enfrentarse cara a cara con un coronel sin importarle su carrera o su profesión, con el firme propósito de acabar descubriendo la verdad.
Joanne Galloway: Es la encargada de guiar a Kaffee por el buen camino y hacerlo madurar, a su vez esta investigadora de asuntos internos de la marina, que inicialmente quiere defender el caso por sí misma, pero ante la negativa de la auditoría y el nombramiento de Kaffee como el principal abogado, ha de resignarse y primero renegar que el abogado asignado es una persona incompetente, después descubre que Kaffee quizá sea el único capaz de llegar al final del asunto. También hace de consejera ante el mismo, y se nota que hay química entre los dos, y a su vez hay una cierta relación de compañerismo/odio hacia Sam, ya que este odia a los marines que están defendiendo, pero ella los defiende, porque comprende sus códigos de honor y el servicio que prestan hacia ellos.
Sam Weinberg: El tercer miembro de la defensa, considerado el mejor investigador de los tres, acepta su trabajo aunque no le guste, ya que cree que los marines que defienden son unos asesinos que no debieron realizar el "código rojo", aunque al final cambia de opinión ligeramente.
Cabo Harold Dawson: Uno de los acusados del asesinato de William T. Santiago. No cuadra que lo hiciese con esa intención ya que tiene fama de proteger a los más débiles de su unidad. Entregado por completo al Cuerpo con su código "Unidad, cuerpo, Dios, patria", preferirá pudrirse en la cárcel y aceptar lo que le caiga, antes de que lo licencien con deshonor
Louden Downey: Uno de los subordinados de Dawson, y el otro acusado del asesinato. Este seguirá fiel todo lo que haga su superior.
Lt. Kendrick: Es el tercero al mando en Guantánamo, mano derecha de Jessep y fue la persona que ordeno el código rojo a Dawson y Downey. Se comporta de manera profesional, fría y calculadora.
Cpt. Ross: Amigo de Daniel, pero rival en el juzgado. Es el abogado de la acusación, y eso pasará factura a la amistad de ambos, aunque al final todo acabe bien y se acaben reconciliando.
Cl. Nathan Jessep: Comandante y jefe de las fuerzas terrestres de la bahía de Guantánamo en Cuba. Es un hombre sin escrúpulos y que actúa por conveniencia para alcanzar sus metas personales, que indirectamente benefician a gran cantidad de personas.






Análisis desde el punto de vista ético:
La película plantea un dilema ético a partir del min 110, en la escena del tribunal donde el Teniente Kaffee en su rol de defensor, llama como testigo al coronel Jessep y ambos se enfrascan en una discusión sobre lo sucedido el 6 de septiembre. En la cual Kaffee busca hacer confesar al coronel Jessep su directa participación en el homicidio involuntario de William Santiago, Kaffee desea que la justicia encuentre la verdad a toda costa. Sin embargo siendo el Coronel Jessep, un alto miembro de las fuerzas armadas Estadounidenses, Kaffee corre el riesgo de ser juzgado por calumnia y castigado fuertemente por cuestionar el honor de un superior sin las pruebas adecuadas, por tal razón durante el interrogatorio debe tomar una decisión acerca si se juega su estabilidad, su cargo y su honor al interrogar al coronel sin las pruebas necesarias para comprobar sus actos o se retira del caso y permite que el homicidio de William Santiago quede impune, además de admitir que Dawson y Downey paguen por un delito que cometieron manipulados por la situación e influencias superiores.
El teniente Daniel Kaffee y el coronel Nathan R. Jessep están en un juzgado militar por la muerte de un marine
JESSEP: Nosotros cumplimos las ordenes, hijo. Cumplimos las órdenes o la gente muere. ¿Está claro?
KAFFEE: Si, señor
J: ¿Esta claro?
K: Cristalino. Coronel, solo otra pregunta antes de llamar al aviador O´Malley y al aviador Rodríguez. Si Ud. Dio la orden de que no se tocara a Santiago, y sus órdenes siempre se cumplen, ¿Por qué iba a estar Santiago en peligro? ¿Por qué iba a ser necesario trasladarle de la base?
J: Santiago era un marine de bajo nivel. Iba a ser trasladado…
K: (Interrumpiendo) ¡Eso no es lo que ha dicho! Ha dicho que iba a ser trasladado porque corría un grave peligro.
J: Es cierto, pero…
K: Ha dicho "corría peligro", y yo, "¿un grave peligro?", y Ud…
J: ¡Recuerdo lo que he dicho!
K: Puedo hacer que el taquígrafo le vuelva a leer la…
J: ¡Ya se lo que he dicho! ¡No hace falta que me lo lean otra vez como si fuera un niño!
K: ¿Por qué las dos órdenes, coronel?
En el personaje de Kaffee y su dilema moral sobre la decisión adecuada, es posible entender su posición desde el imperativo categorico de Kant, debido a que para Kaffee en esta situación la justicia y la verdad deben prevalecer sobre los demás bienes a considerar en su decisión. Igualmente Kaffee no posee inclinaciones emotivas en este caso, él solo desea desenmascarar la telaraña trazada por Jessep de manera injusta para encubrir un hecho vergonzoso que podría obstaculizar su próximo ascenso político y militar.
J: (Insinuando). A veces los hombres resuelven los asuntos por su cuenta.
K: No, señor. Ha dicho hace un momento que sus hombres no resuelven los asuntos por su cuenta. Cumplen órdenes o la gente muere. Así que Santiago no debía de correr peligro, ¿verdad, coronel?
J: ¡Insolente enano bastardo!
ROSS: Señoría, quisiera pedir un receso
K: Quisiera obtener una respuesta, señor juez
JUEZ RANDOLPH: El tribunal esperara una respuesta
K: (Siguiendo con calma). Si el teniente Kendrick dio la orden de que no se debía tocar a Santiago, ¿Por qué había de trasladarle? ¿Coronel? El teniente Kendrick ordeno el Código Rojo porque eso fue lo que Ud. Le dijo que hiciera…
R: ¡Protesto!
K: (Gritando). Y cuando todo salió mal, ¡dejo en la calle a estos dos! Hizo que Parkinson firmase una orden falsa y un traslado, y ahora la pregunto, coronel Jessep, ¿ordeno Ud. El Código Rojo?
La decisión tomada por Kaffee al enfrentarse al Coronel Jessep, jugándose su cargo, su honor y arriesgándose a ser castigado, solo por hacer justicia nos permite analizar el razonamiento ético-humano ante situaciones en las cuales por defender una causa justa nos arriesgamos a perder todos nuestros logros. El bien que prevaleció en la decisión del Teniente Kaffee fue la Justicia y su búsqueda de la verdad para lograr salvar a los marines que no conocían la importancia de la sublevación en los casos donde las órdenes que se les imponen se pueden incumplir, debido a que la autonomía les permitía decidir si debían o no cumplir la orden impuesta por su superior.
JUEZ: No tiene que responder a eso
J: Responderé. ¿Quieres respuestas?
K: Creo que tengo derecho…
J: ¿Quieres respuestas?
K: ¡Quiero la verdad!
J: (Furioso) ¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros han de estar vigilados por hombres armados. ¿Quién va a hacerlo? ¿Tu? ¿Ud. Teniente? Yo tengo una responsabilidad mayor de la que tú puedas calibrar jamás. Tú lloras por Santiago y maldices a los marines. Tienes ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo sé, que la muerte de Santiago, aunque trágica, seguramente salvo vidas, y que mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas. Tu no quieres la verdad, porque en zonas de tu interior de las que no charlas con los amiguetes, me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro (…) Usamos palabras como honor, código, lealtad. Las usamos como columna vertebral de una vida dedicada a defender algo. Tú las usas como gag. Y no tengo ni el tiempo, ni las más mínimas ganas de explicarme ante un hombre que se levanta y se acuesta bajo la manta de la libertad que yo le proporciono, y después cuestiona el modo en que se la proporciono. Preferiría que solo dijeras "gracias" y siguieras tu camino. De lo contrario, te sugiero que cojas un arma y defiendas un puesto. De todos modos, ¡me importa un carajo a que creas tú que tienes derecho!
K: ¿Ordeno el Código Rojo?
J: Hice el trabajo que me encargaron…
K: ¿Ordeno el Código Rojo?
J: ¡Por supuesto que lo hice, joder!

Por otro lado, el Coronel Jessep nos plantea desde su opinión un argumento utilitarista al afirmar que aunque su existencia sea considerada grotesca e incomprensible es necesaria para asegurar la vida de millones de personas. El Utilitarismo nos plantea que el bien para el mayor número de personas impera sobre el beneficio individual, aplicándolo a las palabras de Jessep el homicidio de William Santiago es justificable ya que su vida se sacrificó para conservar muchas más, aunque en realidad para mí lo que Jessep argumenta por medio del utilitarismo es en realidad el planteamiento de la frase popular "el fin justifica los medios", ya que Jessep al afirmar que aunque sea considerado un ser infame, sigue siendo un medio necesario para asegurar la paz y seguridad de los ciudadanos, él se atribuye los logros o acciones que pueda que beneficien a un gran número de personas, pero a la vez está faltando a la moral al buscar conveniencias o preferencias de orden político y militar a través de sus actos. Por otra parte, el argumento de Jessep también es una forma de cuestionar a Kaffee por su modo de vida y por tomar la decisión de cuestionar sus métodos de control y su forma dirigir, demostrando así su carácter orgulloso y arrogante, el cual solo le lleva a admitir que ha ordenado un código rojo siendo este prohibido por sus superiores.

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