Reflexión del parágrafo 25 de Ser y Tiempo

Parágrafo 25: Formulación de la pregunta existenciaria acerca del "quién del "ser ahí" El parágrafo 25 inicia el capítulo 4, cuya introducción nos guiará para responder la pregunta acerca del “quién” del “ser ahí”, ya que, menciona Heidegger: "El 'ser ahí' es inmediata y regularmente, poseído por su mundo". (Heidegger, 2014: 129) Posteriormente Heidegger apunta a que la cuestión central (el quién del ser ahí) ya fue respondida, en gran medida, en el parágrafo 9 pues él menciona en dicho parágrafo: "El ente cuyo análisis es nuestro problema somos en cada caso nosotros mismos. El ser de este ente es, en cada caso, mío" (Heidegger, 2014: 53). Dicho lo cual, el “quien” del “ser ahí”, soy “yo”, “yo mismo”, como un sujeto que se mantiene constante a pesar de los cambios, es decir, el "núcleo" de lo que soy yo o, mejor dicho, la esencia que posibilita mi "sí mismo" 1. Ahora bien, al hablar de mi esencia, ésta sólo puede ser en mi existencia. Esto se debe a que el “ser ahí” como el ente privilegiado al que se le interroga por el sentido del ser, tiene como uno de sus componentes, sin olvidar su totalidad, al ser-en-el-mundo por lo que la esencia del “ser ahí” está también en el mundo, y justamente por esto, esencia es, primeramente, existencia. Así pues, la cuestión que se nos presenta ahora es el mundo, pues si siempre que me refiera al “yo” tengo que hablar de mundo, asimismo tengo que hablar de los “otros”, ya que son parte de él. Por tanto, el “quién” del “ser ahí” no es propiamente “yo” -como ente aislado-, sino como “si mismo” en el mundo. El “yo” es únicamente un índice formal provisional. Pues este “yo”, aunque parece ser un dato evidente (y justo por eso) se encuentra dentro de la mundanidad ocultándose ónticamente presentándose así como un ente "ante los ojos". Finalmente y adelantándome al parágrafo 26 cabe señalar que dentro del “ser ahí” como mío, los otros no son algo aparte de mí, es decir, los otros no son lo que queda fuera de mi “yo”, "[...] los otros son, antes bien, aquellos de los cuales no se distingue uno mismo" (Heidegger, 2014: 134). Scheler, a quien Heidegger menciona en una nota al pie de página, plantea algo similar pues para él “la realidad del mundo exterior es anterior a la realidad del yo interior propio" (Gurvitch, 1939: 134). Así, queda la pregunta sobre la individualidad. Al respecto podemos decir que un yo aislado será, tal vez, únicamente posible cuando experimento la angustia frente a mi muerte, angustia en la que los otros parecen estar ausentes. La muerte es lo más personal.

1

(Max Scheler habla también del yo” […] no puede haber ser de un valor sin existencia, ni en la esfera del darse, ni en la esfera del ser" (Scheler, 1942: 290). (Aunque Scheler se orienta al estudio del “yo” tematizado por los valores, es decir, desde una perspectiva óntica).

Bibliografía Gurvitch, G. (1939). Las tendencias actuales de la filosofía alemana. Buenos Aires: Editorial Losada, S.A. Heidegger, M. (2014). El ser y el tiempo. México, D.F.: Fondo de Cultura Econonómica. Scheler, M. (1942). Esencia y formas de la simpatía. Buenos Aires: Editorial Losada.