Reflecciones. Arquitectura y su trabajo en la madera. Chiloé

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Descripción

Construcción, expresión y percepción. Madera ¿Cómo el material significa al espacio arquitectónico desde una condición cultural? ¿Cómo el arquitecto, en la búsqueda expresiva de la madera, concuerda con lo percibido por un usuario* (chilota)?

Fotografía: Bergoña Uribe

Ciertamente, en lo que refiere a una cualidad de la arquitectura, es en la forma en que esta trasciende de la obra y el oficio, va mas allá de una producción de ideas, reflexiones y pensamientos de un diseñador, productor u obrero. La arquitectura, a diferencia de otras escuelas tiene por necesidad un rango temporal de mayor envergadura si la comparamos con la mayoría de los oficios que vemos en el laborar del hombre. Tenemos cientos y miles de años de historia de los que podemos rescatar anécdotas, vivencias, tradiciones y formas de actuar de culturas pasadas a través de su arquitectura, es decir, esta (la arquitectura) trasciende en el tiempo, mas allá del ciclo de vida singular humano. La arquitectura, de la misma forma es una vía de supervivencia a la necesidad del habitar del hombre. Es la primera respuesta de un cobijo desde su mas pura expresión hasta su forma mas ambiciosa. Pero contradictoriamente, requiere de reflexión y de evolución. Siempre la arquitectura es el último reflejo o expresión de una idea, cultura o estilo artístico. Como podemos observar en los diferentes estilos vividos en el segundo milenio, hasta sus vanguardias. La arquitectura es, sin lugar a dudas, mas que la definición

de un arte, o proceso de ingeniería, es una construcción social, demandada por necesidad y elaborada en el tiempo. Como dice Aravena en su edición de la ARQ, “Material de Arquitectura” del 2003, “El espacio arquitectónico determina la calidad de la vida humana en el diario vivir” […] *1. Entonces podemos entender que el oficio de la arquitectura, se define mas allá de un arte de construir, si no que es parte de la que puede definir la misma calidad de vida de las personas, de nosotros. Si tocamos en primera instancia a los hacedores de este oficio, los arquitectos, de la época actual, sin duda entran en una primera gama un sin fin de nombres que pueden dar cuenta de cómo se realiza la arquitectura hoy en día. Donde muchas veces los vestigios culturales quedan de lado ante un modernismo predominante, casi como un canon, y sin duda, hay muchas que se aferran al devenir cultural, donde su definición formal no puede alejarse de lo que significa estar en un lugar y con una población determinada. Pero en este primer barrido de arquitectos, hay algunos que sobresalen por ser los precursores de este “canon” actual al que seguimos respondiendo de alguna manera. Le Corbusier, Lloyd Right, Gropius, Van der Rohe. Éste último dijo al empezar el primer número de la revista GII en 1928

“No sabemos de ningún problema formal, sólo problemas constructivos. La forma no es la meta, sino el resultado de nuestro trabajo. La forma, por sí misma, no existe. La verdadera plenitud de la forma está condicionada, está entremezclada con la propia tarea, sí, es la expresión elemental de su solución. La forma como meta es formalismo; y esto lo rechazamos. Tampoco buscamos un estilo. También la voluntad de aspirar a un estilo es formalismo. Tenemos otras preocupaciones. Precisamente nos interesa liberar la práctica de la construcción de los especuladores estéticos, para que vuelva a ser aquello que únicamente debería ser, es decir, CONSTRUCCIÓN”

Ésta introducción es la primera fuente de conocimiento que debiera tener inmerso alguien que se dedique a la investigación y relación de materiales, construcción, usos y arquitectura, pero también es un puro reflejo de una de las críticas mas grandes del modernismo. Así como se dijo antes, desplazar la relación misma de la arquitectura como una producción cultural y ser replicada sin contestar a las características y necesidades propias de una sociedad.

En las anteriores imágenes, lo mas probable es que si a un público general se le pregunta a alguien el lugar en el que podrían estar las obras mostradas, la mayoría no sabría decir que la primera, la “Casa de la Cascada” de Wright, está en Pensilvania, y por otro lado, la mayoría me diría sin saber el lugar exacto, que la segunda corresponda a un templo o Dojo japonés, incluso siendo una imagen de interior. Haciendo un experimento con 20 personas, efectivamente, nadie supo el lugar donde se encontraba la primera foto, ni siquiera una idea de región. Y 18 de los 20, un 90% pudo decir que la segunda foto era un templo o Dojo japonés. Otras dos pensaron que era en China. Si bien cuando hablamos de cultura, ésta por si misma es un individuo móvil, que se transforma y adecua según situación y tiempo, incluso en un mismo lugar geográfico. Por lo que no es fácil definirla como un todo hermético. Edward Tylor (1975), antropólogo Inglés, en su obra Primitive Culture, escrita en 1871, conceptualizó la cultura como "todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en cuanto que es miembro de la sociedad". Así, ya en pleno siglo XX, la cultura son ya modos y estilos de vida que implican el disfrute de excedentes de los “satisfactores espirituales”. En la investigación sociológica, el concepto de cultura es ampliamente usado como la "totalidad de lo que aprenden los individuos en tanto miembros de la sociedad; es una forma de vida, un modo de pensar, de actuar y de sentir." (Chinoy Ely, 1980).

El material en el espacio arquitectónico De estos modos de vida que Ely clasifica, es donde podemos coincidir con Van der Rohe, en donde entra la importancia del material. Volviendo a lo que decía Aravena sobre el espacio arquitectónico, éste no sólo se define por la forma, si no también por su material y cómo se vive éste. Cómo la temperatura, orientación, comportamiento lumínico afectan a las diferentes sensaciones y devenir de lo que podemos definir como espacio arquitectónico. “La delimitación del espacio arquitectónico se da a través del volumen arquitectónico. Estos dos conceptos (espacio arquitectónico y volumen arquitectónico) son independientes. En ocasiones, la percepción de ambos no coincide. El volumen, por su parte, puede no coincidir con la forma material que lo delimita, ya que la dimensión del color y las texturas, la dirección de las transparencias y la proporción de los niveles pueden variar.” (Perez Porto, Gardey, 2011). Así es como definen en su obra Perez y Ana Gardey al espacio, mientras ésta es una aproximación formal de ofrecerla, también está la dimensión perceptual, la

cual del “Atmósferas” de Peter Zumthor (2009) podemos desprender bien algunas variables. “Me observo ahora a mi mismo y os cuento en nueve minicapítulos lo que me he encontrado en el camino, lo que me lleva en una dirección cuando intento generar esa atmosfera en mis obras. Estas respuestas son sumamente personales; no tengo otras. Son altamente sensibles e individuales; de hecho probablemente sean producto de sensibilidades propias, personales, que me llevan a hacer las cosas de una determinada manera. Primera respuesta bajo el epígrafe El cuerpo de la arquitectura. La presencia material de las cosas propias de una obra de arquitectura, de la estructura. Estamos sentados aquí, en este granero, con esta fila de vigas que, a su vez, están recubiertas por esto o lo otro... Este tipo de cosas producen un efecto sensorial en mí. En ellas encuentro el primer y más grande secreto de la arquitectura: reunir cosas y materiales del mundo para que, unidos, creen este espacio. Para mí se trata de algo así como una anatomía […] Segunda pregunta, de nuevo un gran secreto, una gran pasión, un gran gozo: La consonancia de los materiales. Tomo una determinada cantidad de madera de roble y otra cantidad de toba y luego añado algo: tres gramos de plata, una llave, ¿Qué más os gustaría añadir? Necesitaría un promotor para reunir todas estas cosas y ensamblarlas. […] El sonido del espacio. ¡Oíd! Todo espacio funciona como un gran instrumento; mezcla los sonidos, los amplifica, los transmite a todas partes. Tiene que ver con la forma y con la superficie de los materiales que contiene y cómo éstos se ha aplicado. Por ejemplo: coged una maravillosa tarima de madera de abeto y colocadla, como la tapa de un violín, sobre las maderas de vuestras salas de estar. Otra imagen: ¡pegadla sobre un forjado de hormigón! ¿Notáis la diferencia en el sonido? Por supuesto que si. […] La temperatura del espacio. Me sigo ocupando de nombrar las cosas que son importantes para mí en la creación de atmósferas, como la temperatura. Creo que todo edificio tiene una determinada temperatura. Trato de explicároslo y, aunque no sea demasiado bueno haciéndolo, es algo que me interesa sobremanera, las cosas mas bellas constituyen una sorpresa, utilizamos mucha madera, muchas vigas de madera para construir el Pabellón de Suiza en Hannover. Cuando afuera hacía mucho calor, dentro, en el pabellón, se disfrutaba de un frescor de bosque, y, cuando afuera hacía frío, hacía más calor dentro del pabellón que fuera, a pesar de que no estaba cerrado. Uno sabe muy bien que los materiales extraen más o menos calor de nuestro cuerpo. Por ejemplo el acero es frío y reduce el calor, y cosas así. […] Las cosas a mi alrededor. Cada vez que entro en edificios, en espacios donde vive gente –amigos, conocidos o gente que no conozco –, me siento impresionado

por las cosas que la gente tiene consigo, en su entorno domestico o laboral. Y, a veces –no se si os ha pasado– constato que las cosas coexisten de un modo cariñoso y cuidadoso, y que quedan bien allí […] “

De esta definición de Zumthor podemos entonces rescatar: “El cuerpo de la arquitectura, la consonancia de los materiales, el sonido de espacio, la temperatura del espacio, y las cosas a mi alrededor”. Todas estas, clasificaciones que mezclan lo material con lo perceptual, y posiblemente una de las mejores formas para definir lo que entendemos como el espacio arquitectónico. Sin duda podemos desprender de éste, que el un actor de primera línea para el espacio, es el material, y un segundo actor, el contexto. En ellos podemos expresar el primer sentir de un usuario, sea el artista o el visitante. Es la misma experiencia del espacio. La aproximación a la vivencia, a la calidad de esta, a cómo no podemos dejar de lado la importancia del contexto geográfico y cultural para dar cuenta de una finalidad proyectual. Casi como un poema relatado en base a uniones entre madera y acero en vez de punto y coma. Casa Habitación. Radic. Fotografía: Radic.

La esencia de la arquitectura, es el espacio La esencia de la arquitectura es el espacio. Como señala Bruno Zevi en su obra Saper vedere l’architettura (1948), ya Focillón (1881-1943) había intuido esa idea al afirmar que «… es tal vez en la amsa interna donde reside la profunda originalidad de la arquitectura como tal». Aun cuando Bruno Zevi afirma que “[…] la esencia de la arquitectura no reside en la limitación material impuesta a la libertad espacial, sino en el modo en que el espacio queda organizado en forma significativa a través de este proceso de limitación[…] las obstrucciones que determinan el perímetro de la visión posible, más que el “vacío” en que se da esta visión”, no omite el estudio de esos límites,

del mismo modo que Siegfried Giedion, al tratar la teoría espacialista, no deja de conectarla con un cierto análisis histórico y cultural. Madera: reflejo cultural Parte de las razones de la arquitectura para llegar a ser formalmente lo que es, depende de las preexistencia de materia prima en un lugar determinado. Actualmente la mayoría de las construcciones modernas están siendo construidas en base a concepciones mundiales del canon modernista predominante, siendo utilizados en su mayoría el acero inoxidable, el ladrillo, la madera, los cerámicos, y por sobre todo el hormigón armado, gracias a su facilidad de ser modelado, adecuándose a diferentes contextos y exigencias, pero estos mismos dos, el acero y hormigón, corresponden a materiales creados por el hombre por necesidades constructivas en base a una demanda mundial por el continuo y exponencialmente creciente población mundial. Pero de los materiales nombrados, la madera es uno con características diferentes. Corresponde a ser una materia prima. No sólo es usado para arquitectura, si no también para hacer herramientas, vehículos, material combustible, armas, etc. Está presente prácticamente en todo el mundo en diferentes formas y con diferentes cualidades, es un material enormemente flexible y que responde muy bien a solicitudes sísmicas. Sumado a que en la actualidad nos encontramos en un momento en el que es preciso redireccionar el sector de la construcción hacia un desarrollo más sostenible, tratando de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. La madera es duradera, reciclable y reutilizable. Podemos mencionar casos como la ciudad de Iquique, que en el siglo XIX creció gracias a la reutilización del material traído por embarcaciones extranjeras que necesitaban vaciar material de sus navíos. Así mismo, como en el caso de Iquique, la madera terminó siendo un material de primera instancia para construir, no es una materia prima del sector. por lo que su posterior crecimiento no se vio involucrado junto a este material.

Otros son los casos mas numerosos, de aquellas culturas en las que la madera ha sido un material constantemente utilizado por su accesibilidad, facilidad de reforestación y condiciones climatológicas. Así podemos hacer un barrido por un sin fin de poblados en los que la madera es una materia fundamental, donde generalmente estos (los poblados) están en las cercanías de bosques, tierras fértiles y con climas adecuados para su crecimiento y mantención. Hay culturas como la Japonesa, con un fuerte arraigo a la pureza del material y la implicancia de este en el espacio a raíz de su calidad térmica, plástica y perceptual. Quizá como un hermano por características de geografía y clima, podríamos nombrar a culturas escandinavas mas centenarias. En casos como estas, donde han evolucionado hasta utilizar técnicas constructivas modernas, que responden a las necesidades actuales de una comunidad dependiente de la industria maderera, como se menciona en el libro de Andrea Deplazes, “Constructing Architecture, materials-processes-structures”

[…] En los últimos diez años hemos visto evoluciones en sistemas y productos semiacabados que han reemplazado todo lo que hasta ahora se había considerado como una práctica estándar para los fundamentos tectónicos de la construcción maderera. De hecho, la "construcción de bastidor de plataforma tradicional de los años noventa", que prometió la aparición de un dominio "no restringido", no modular de la construcción prefabricada de madera, ya es un anacronismo en la actualidad. Ciertamente no es mera coincidencia que las últimas formas de construcción de madera hayan aparecido en Europa central y Escandinavia, es decir en países que dependen de la industria que promueve la madera como recurso. Para poder superar el estancamiento en la construcción tradicional de madera, estos países dependen de innovaciones que puedan atraer una mayor cuota de mercado fuera del sólido sector de la construcción. Enormes cantidades de madera no utilizada de los árboles dañados por las tormentas en bosques aplastados por las ráfagas de fuerza de huracán exacerban la situación y provocan una batalla depredadora que, por primera vez en la historia de la construcción, se está produciendo en la otra dirección en el proceso de producción hacia la construcción de la madera. […] Quizá un acercamiento como cultural símil a lo que nos interesa en el caso chileno. La cultura y tradición constructiva de la Isla grande de Chiloé.

Chiloé, tradición constructiva e identidad Quizá el caso de Chiloé, sea el lugar donde existe una mayor relación directa del material con el lugar. ¿Por que la madera? Es un recurso existente en Chile y que se concentra en la zona centro y sobre todo sur, con una tradición histórica importante. Es un material que hasta la actualidad no ha parado de ser usado por parte de los pobladores. Existe una evolución del material en el tiempo, en su expresión y adecuación a la cultura desde sus orígenes, donde han avanzado sus modelos constructivos. Chiloé ademas presenta una característica única, al ser la Isla mas grande de Chile, por lo que posee la mayor cantidad de población para una isla. Su condición insular refleja una limitante no solo constructiva, sino también significa que el material disponible, es primeramente limitado. Esto ha significado darle a la madera una impronta constructiva para el chilote donde aparecen diferentes uniones, sus diferentes usos y dimensiones. Cómo se mencionó anteriormente, la cultura no es estacionaria. evoluciona y trasciende. Y es quizá aquí el punto mas importante, pues entramos a la pregunta. ¿Que es lo que refleja, hoy en día, la arquitectura en Chiloé? ¿Que significa actualmente la arquitectura chilota? ¿Los arquitectos contemporáneos, responden a una tradición espacial, constructiva y perceptual? La condición cultural de Chiloé, le permitió tener relación y respuesta al material inmediato, como en el norte se relacionó con la piedra, y en el centro de Chile, la tierra fue el recurso disponible y a través de el fue la propuesta arquitectónica que cobija a la cultura local. Gabriel guarda menciona en su libro, “Iglesias de Chiloé” lo siguiente. “Ya se ha dicho, en España no hay arquitectura de madera, la fuente de inspiración de las capillas de Chiloé, así, independientemente de los elementos generales de una iglesia, debe ser buscada en otros ámbitos geográficos que, obviamente, hayan podido tener la posibilidad de relacionarse de alguna manera con Chiloé. […] […]Sin embargo, la construcción de las capillas chilotas es producto de una faena colectiva y de la ley impuesta por la unidad del material, la madera. Las faenas colectivas, -las mingas-, se daban y dan hasta hoy en el archipiélago, en los mas diversos planos; no es extraño así, que con mayor razón, se verifique en las iglesias, propiedad de la comunidad. “Los feligreses contribuyen generalmente para las construcciones y reparaciones de las iglesias…” expresará en 1850 el Obispo Donoso, “Unos con el trabajo personal, y otros con el respectivo

contingente de maderas y otras especies; recaban la licencia para la construcción […] […]El corte y labrado de la madera siempre constituyó la actividad primaria de la población, en tanto que la secundaria, todos sus derivados. […] […]Muebles, puertas y ventanas son objeto de exportación; en fin, en todas las casas y construcciones del archipiélago la destreza de los artífices es tal, que ciertas obras como puentes y “planchados” de caminos, utilizaban madera en cantidades y modos sorprendentes. En lo primero, se ve una íntima relación con la arquitectura de palafitos; en lo segundo, el camino llamado Caicumeo, que desde poco antes de 1768 une Castro con San Carlos, usa en sus ochenta y ocho kilómetros que sistema, que consiste en pavimentar la calzada con troncos de árboles puestos transversalmente , para evitar los problemas de barro a las carretas […]“ HIPÓTESIS Significancia “Físico ambiental y de Apropiabilidad” La madera es de alguna manera, el material que da forma a la calidad “físicoambiental”. Éste es capaz de significar el espacio desde un punto de vista de la percepción físico ambiental. El material significa al espacio de acuerdo a lo que sentimos corporalmente. Si en tenemos a una persona en un estar fabricado en madera, sus sensaciones térmicas, ambientales, lumínicas serán totalmente diferentes a que si esta estancia fuera de hormigón. Las cualidades del material a partir de sus características se comportarán de diferente manera y actuarán sobre el usuario también de diferente forma. Pero hay otra condición que va mas allá de las pertinencias físico ambientales. Cuando el usuario en cuestión tiene una trayectoria, un pasado, pertenencia a un lugar, identidad, ya no importará tanto el rasgo perceptual desde el ambiente, sino que desde la identidad. El material como reflejo de una cultura. Donde el lugar, puede ser apropiado, y apropiable. El material puede dar la condición de “apropiabilidad” al chilote. Probablemente las caráctersticas fisico ambientales podrían tener falencias que pueden ser rescatadas mediante tecnologías actuales, no así, ser apropiado a la cultura desde la tradición y la percepción identitaría hacia la misma arquitectura. “El material es una condición de identidad” El material debiera ser apropiable por el usuario, ser un reflejo de identidad, donde no se discuta si fue la correcta elección

Bibliografía. 1.”Material de arquitectura”, Alejandro Aravena Mori, 2003 2. Iglesias de Chiloé, Gabriel Guarda, 1984 3. Atmósferas, Peter Zumthor, 2009 4. Constructing Arquitecture, Materials Processes Structures, 2005 5.La Culturocracia organizacional en México, José Vargas Hernández 6.El Espacio Arquitectónico, Jose Perez Porto/ Anda Gardey, 2011 7. Saper vedere l’archtitettura, Bruno Zevi, 1948 8.Die Spätrömische Kunsindustrie nach den Funden in Österreich (La producción artística romana tardía según los hallazgos en Austria), Focillón, 1901. 9. Primitive Culture, Edward Tylor, 1871. 10. Chinoy Ely, 1980 (cita) 11. Ludwig Mies Van der Rohe, 1928 (cita)

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