Redefinición del Jopara paraguayo: análisis diacrónico desde 1974 hasta hoy

July 5, 2017 | Autor: Anna Denaro | Categoría: Paraguay, Guarani, Paraguayan Guarani
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Descripción







Redefinición del Jopara paraguayo: análisis diacrónico desde 1974 hasta hoy

Abstract
El presente ensayo trata del cambio diacrónico de la categorización del Jopara paraguayo, tomando como punto de partida el artículo de Melià (1974) y lo de Gómez Rendón (próximo). El Jopara se caracteriza como fenómeno lingüístico absolutamente excepcional, donde la convergencia lingüística entre guaraní y castellano se mezcla al nivel de dominancia de las dos lenguas en los hablantes, dando lugar a un largo debate entre académicos. Una comparación diacrónica de dos artículos académicos hace reflexionar sobre la conceptualización del Jopara, percebido como una lengua por Melià; como estrategía comunicativa entre hablantes bilingües por Gómez Rendón, afectada por otros factores socioculturales como por ejemplo el dominio del castellano y el nivel de educación. Un análisis conducido según criterios y puntos de partida diferentes produce diferentes clasificaciones del mismo fenómeno. Además, se ha observado en los últimos años una tendencia en la lengua a no asimilar como antes los hispanismos, cuya razones se deben a un desarrollo distinto del Jopara. Un contraste diacrónico evidencia esta evolución del Jopara y por siguiente la evolución de las teorías para la categorización del idioma dentro de una etiqueta lingüística definida.

El Jopara es una lengua Tupí-Guaraní hablada en Paraguay donde es idioma oficial a partir de la Constitución de 1992. Además se habla como lengua minoritaria en la parte adyacente de Argentina (en la provincia argentina de Corrientes y algunas partes de Formosa y Chaco) y en la municipalidad brasileña de Matto Grosso do Sul.
Esta zona se caracterizó por la colonización española que al principio llevó a una condición de contacto diglósico entre guaraní y castellano. La particular evolución de esta lengua de contacto se ha configurado en el Jopara, que está desde mucho tiempo al centro de debates sobre su naturaleza: ¿es una lengua, como lo evalúa Melià, o una excepcional condición de bilingüismo, definida por varios académicos como Dietrich y Gómez Rendón?
La palabra guaraní Jopara significa 'mezcla', haciendo referencia a un plato de carne con verduras. En Paraguay se utiliza también para indicar el guaraní coloquial, con una cantidad variables de préstamos léxicos y calcos semánticos castellanos. Actualmente nadie habla el guaraní 'puro' o Guaraniete que es la lengua usada con finalidades literarias u oficiales. La diferencia entre Guaraniete y Jopara es estilística o diafásica: Jopara es el guaraní coloquial, y no hay otras formas de guaraní hablado que Jopara, con diversas variedades sociales y lingüísticas (Dietrich, 40). Además hay que tener en cuenta la co-oficialidad con el castellano. Algunas estadísticas ayudan a entender la complejidad lingüística del país. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2002, el 86% de la población habla esta variedad coloquial de guaraní, un 69% habla castellano y los bilingües abarcan el 58,3%. Estos números cambiaron a lo largo de cincuenta años, respecto a los datos del Censo de 1952, y muestran una disminución del guaraní como primera preferencia que no reflejó un aumento del castellano como lengua favorecida, sino un aumento de hablantes bilingües. Por la naturaleza de mezcla lingüística y por la difusión sociolingüística en la población paraguaya, el Jopara fue muy estudiado.
Uno de los primeros estudiosos del Jopara fue Bartolomeu Meliá que, en su artículo Hacia una "tercera lengua" en el Paraguay de 1974, teoriza al Jopara como si fuese la tercera lengua del Paraguay, rechazando la clasificaciones de bilingüismo y diglosia. Ya Rona (1973) calificó el estatus socio-cultural del guaraní en Paraguay como un modelo único de bilingüismo nacional, pero especificando que el bilingüismo paraguayo tiene que ser tan relativizado que deja de ser pertinente. No se trata solo de una coordinación equilibrada en el manejo de dos lenguas. La diglosia por su cuenta es eficiente para evidenciar algunos desequilibrios en la comunicación social, pero polariza extremamente una tensión que va mas allá del comportamiento real de los hablantes.
Según Melià, el problema de la pasada categorización del Jopara fue el dar por hecho la existencia de "dos lenguas abstractas, que entran en contacto desde un estado preexistente a los mismos hablantes" (32): ambos diglosia y bilingüismo hacen referencia a dos lenguas separadas, y esto no es el caso del Jopara según su visión.
Las razones de su rechazo se deben también al origen del Jopara. El guaraní fue la única lengua indígena que sobrevivió al pueblo que lo creó. Fue hablado por la mayoría de la población incluso los colonizadores y a lo largo del tiempo se mezcló al castellano. A la mezcla lingüística contribuyó el mestizaje genético. De hecho, cuando se formaron las colonias españolas en Paraguay en los siglos XVI y XVII, poco hombres se establecieron: la área era difícil de acceder porque los ingleses controlaban la entrada del Río de la Plata y los que lograron navegar por el río fueron atacados por los indios Guaikurú y Mocoví. Las mujeres españolas en Paraguay contaban un número exiguo, siendo aquella tierra demasiado peligrosa para el gentil sexo. Así se planteó el kuñadazgo, una práctica de concubinato entre los colonizadores y las mujeres indias que llevó al mestizaje racial. Es interesante notar que los mestizos no fueron considerados como ciudadanos de segunda categoría y que los españoles empezaron hablar guaraní para comunicar con sus mujeres. Así se incrementó el mestizaje lingüístico, como presenció un misionero alrededor de 1758 citado por Melià (58): "El lenguaje o jerigonza que a los principios sabían no es otra cosa que un agregado de solecismos y barbarismos de la lengua guaraní y guaraní y castellano [...]". Y más adelante:

"no se habla ni se sabe por lo común, especialmente entre las mujeres, esta lengua
tan corrupta [...] me fue necesario aprender esta tan adulterada lengua para darme
a entender, porque la propia guaraní no la entendían, y menos el castellano"

Es evidente como ya desde los primeros años de convivencia los contactos culturales fueron determinantes para el cambio del sistema gramatical y lexical de las dos lenguas en cuestión.
Ahora bien, es necesario abrir un paréntesis sobre la situación lingüística actual en Paraguay para entender mejor su opinión sobre el Jopara. Melià critica la confusión metodológica que hubo por haber derivado el bilingüismo jopara-castellano del mestizaje genético: "En el lenguaje no hay gene, sólo aprendizaje" (34). La mezcla lingüística en el Paraguay se explica por aprendizaje: "No se nace bilingüe; se hace uno bilingüe" (45), entendiendo el bilingüismo como consecuencia del proceso de aprendizaje (que se estabiliza en la edad adulta) y de los contactos socioculturales. Sin embargo Melià evalúa de manera diferente las dos causas. Él define la escolarización en castellano como condicionante pero no determinante, como son en cambio los contactos culturales. Estos son de naturaleza varia – comunicación coloquial, educacional, mass media – y dependen del entorno lingüístico del hablante, poniendo en contraste el ámbito rural, más "guaranizado", y lo urbano, más sujeto a una influencia castellana. Con la edad, los dichos contactos se reducen, llegando a un tope que se combina con la estabilidad y con la inserción en un determinado horizonte cultural. De hecho, si estos procesos no ocurren, las posibilidades de bilingüismo se restringen hasta un receso. Por esas razones, Melià no quiere clasificar el Jopara como actividad bilingüe, sino como una lengua a parte, que hoy en día experimenta "presiones" variables del guaraní o del castellano, según el entorno lingüístico dominante (oposición ambiente rural-urbano).
En cuanto a la diglosia, se debe al proceso colonial, y precisamente al conflicto en la comunicación entre mujeres. Además, la identificación con la ruralidad acentuó la diferenciación en el empleo de cada idioma según el contexto comunicativo. Los hombres de hecho seguían siendo bilingües pero a lo largo, por el trato diario, los maridos aprendieron el idioma de las esposas y viceversa, hasta una corrupción por ambas partes. Entonces la diglosia puede ser una clasificación adecuada si nos referimos al origen del Jopara, o sea la lengua en la que se han estructurado las relaciones diglósica de las dos lenguas en contacto.
"La diglosia es al bilingüismo lo que el hecho social es al sistema (lingüístico)" (57), entonces el bilingüismo incluye dos lenguas y la diglosia relata el vínculo socio-histórico del uso de estas dos lenguas. Los dos términos no describen enteramente la situación lingüística del Paraguay y por eso, juntos a documentaciones históricas que reportan la aparición de una lengua híbrida, Melià habla de un tercer idioma. Este no va considerado como lengua abstracta, o sea sistema gramatical ya producido, sino como un "continuum sincrónicamente gradual y diacrónicamente tendencial" (61).
Como explica después (61):

"El guaraní paraguayo aparece como una graduación de subsistemas encabalgados
que cubren, en su graduación misma, el espectro de la comunicación lingüística de
Paraguay y, por otra parte, se inscriben en una diacronía cuyo sentido direcciónal
se puede proyectar teniendo en cuenta la historia misma de esta tercera lengua".

Es un sistema en el que hay una fusión gramatical y una zona mixta de comunicación. Los aportes semánticos de guaraní y castellano son asimétricos, en relación con el tema de que se habla, y por eso los dichos aportes son discernibles más en el habla que en la lengua.
A nivel léxico, los hispanismos se asimilaron sectorialmente por necesidad (introducción de nuevos materiales cuyos terminología no existe en guaraní) o por imposición (gobierno, política, religión). La relación del Jopara con el castellano es más estandardizada, soportada por la literatura y el sistema escolar. Para Melià, si hay code switching, se debe para referirse a términos realmente codificados. En cambio, entre Jopara y guaraní no hay exactamente code switching. El Jopara es un guaraní históricamente hispanizado que se evolucionó gradualmente y sectorialmente hasta un continuum heterogéneo conforme a la heterogeneidad de los repertorios lingüísticos exigidos por el acto de habla, conllevando también una morfosintaxis mezclada. De hecho para Melià la contaminación con el español ha modificado el Jopara de manera que "la oración no es guaraní sino...español hablado en guaraní, puesto que su estructura lingüística se encuentra totalmente bastardeada" (65).
Para analizar la situación lingüística del Paraguay Melià no parte de la hipótesis del bilingüismo y code switching, que es por el contrario el punto de partida de Gómez Rendón ilustrado en su artículo Language contact in Paraguayan Guaraní (próximo).
Él afirma que el Jopara no sólo es caracterizado por la simultánea presencia en diversos niveles de guaraní y castellano (contrastando Melià que afirmaba que la oración guaraní es un calco de la española) sino también no puede ser considerado como una tercera lengua en el sentido más preciso del término. Es importante notar, para las conclusiones finales, que Melià también especifica que el Jopara no tiene una estructura gramatical definida. La investigación de Gómez Rendón se plantea específicamente sobre al aspecto lingüístico, analizando la evidencia fonológica, morfo-fonológica, sintáctica y gramatical de sus datos. El Jopara es una "estrategia comunicativa dependiente del conocimiento más o menos extendido del sistema gramatical y del léxico del guaraní y del castellano" (traducción mía, 2). Gómez Rendón argumenta su tesis con datos de habla coloquial o sacado por periódicos del país, dando una evidencia de asimilación fonológica y morfológica dependientes del dominio del Jopara y del castellano. La influencia del español en el Jopara es dado per sentado.
Averigua que la asimilación fonética de las palabras españolas depende del grado de bilingüismo de los hablantes del Jopara, en particular los bilingües coordinados tienden a asimilar menos respecto a los bilingües subordinados. Gómez Rendón (8,9) enumera algunas adaptaciones fonológicas de los préstamos castellanos, como:
Desplazamiento del acento a la última sílaba: esp. caballo [kabáʎo] > [kavayú]. Este fenómeno no es total, como algunos préstamos no son asimilado y mantienen el acento originario castellano: esp. queso [késo] ocurre sin asimilación en Jopara: [késo].
Nasalización de vocales en presencia de una nasal como [n], [m], [ñ]: esp. Ajeno > [axẽno].
Cambios de consonantes, sobre todo: [d] > [ɾ]; /f/ > [p]; [g] y [k] > [ɨ] (vocal cerrada central no rodeada); simplificación de grupos consonànticos con la inserción de una vocal, como en esp. Cruz > [kurusu]; consonante glotal al principio de palabras monosilábicas, como esp. Hora > [ʔóra].
Sin embargo, la nasalización no se encuentra en el habla de niños o jóvenes bilingües y, en general, en las áreas urbanas donde se tiende a de-nasalizar aún los segmentos originariamente nasales. Además, la entrada de los fonemas /l/ y /ʎ/ en el inventario fonológico del guaraní tradicional se limita a los préstamos españoles, aunque ocurren también en palabras nativas, sobre todo en el habla de bilingües jóvenes. Un ejempo lo provee Dietrich (44): o-talla 'ellos critican', desde el castellano tallar 'censurar'.
Las palabras españolas se insertan directamente, sin alguna derivación, y es interesante notar que los sintagmas nominales son ejemplos de code switching.
Los motivos que inducen Gómez Rendón a no tratar estos sintagmas como préstamos complejos son los siguientes: a) los constituyentes no podían ser modificado o desplazado; b) la entonación caracteriza cada sintagma como si fuera una única palabra; c) el significado se determina a través de referentes físicos o sociales en el entorno del hablante.
La asimilación sintáctica de palabras españolas se relaciona a la presencia de sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios en posición no-prototípica, o sea cuando no son núcleo sintáctico. Por ejemplo, en el 22,7% de los casos, el adjetivo prestado no ocurre como modificador de un NP sino como modificador de un sintagma verbal y como núcleo del mismo sintagma. El ejemplo que sigue (11) muestra la presencia de un adjetivo prestado en posición no-prototípica:

I-provechoso-va'erã pe i-vida diaria-pe
3-useful-FUT DEM 3.POSS-life daily-LOC
'Esto sería útil en sus vida cotidiana'

A nivel gramatical, los préstamos abarcan el 36,1% y se incluyen numerales, pronombres y sobre todo artículos y conjunciones. Para razones de concisión, no voy a profundizar el asunto pero reporto los datos más interesante de la cuestión del préstamo de los artículos españoles. En general, el préstamo del artículo no es común en la literatura del contacto lingüístico pero en Jopara ocurre frecuentemente, recibiendo las formas del femenino singular la y del masculino plural lo(s). Como especifica en la página 14, la no es considerado un préstamo sino ha sido totalmente asimilado a la morfosintaxis del Jopara. Este fenómeno, que da mayor entendimiento de la particularidad de esta lengua, se explica si se considera la complexidad de la deixis del guaraní tradicional y evidentemente había también un "hueco" estructural para la incorporación. Gómez Rendón asocia este préstamo inusual al contexto urbano, donde hay mayor contacto con el castellano y por eso "is not arbitrary but motivated by the higher degree of urban bilingualism" (13).
La conclusión de la investigación de Gómez Rendón evidencia resultados interesante. En primer lugar, como Melià, concuerda en la peculiaridad de la naturaleza del Jopara, a pesar de que falta una clara separación entre el léxico de una lengua y la gramática de otra. De hecho, el guaraní provee la mayoría de los morfemas, incluso los flexivos y derivativos, y el orden de los constituyentes en los sintagmas nominales. Por lo que concierne el orden de los constituyentes a nivel de la oración, los calcos sintácticos desde el castellano superan en numero las estructuras del guaraní tradicional. Considerando la variedad de Jopara más o menos hispanizada, en la página 20 Gómez Rendón sugiere de caracterizar el Jopara como:

"a clearly differentiated though non-stable set of register with different
compositions of borrowing and code switching according to the speaker's
level of bilingualism, his/her identity affiliation, and other relevant factors
including gender, age and education".

Gómez Rendón interpreta la naturaleza del Jopara como una estrategia discursiva que plasma la identidad lingüística y cultural en Paraguay. También Melià considera la identidad de los hablantes, reportando los datos de ambos los Censos de 1950 y 1962: él nota un conservadurismo lingüístico en las mujeres en favor sólo del Jopara, sobre todo las que volvieron al campo. Es evidente que hay una correlación entre ruralidad y cultura guaraní versus urbanización y cultura hispánica. De hecho, hoy en día a una mayor escolarización y en general numerosas oportunidades de contacto con el castellano corresponden menos personas que se dedican sólo a una vida rural, mayormente "guaranizante".
Ambos los académicos concuerdan en que la variabilidad de préstamos semánticos se relata a la área en cuestión: está claro que los sectores que incluyen una terminología más moderna, como la política, la educación o la tecnología, no habrán palabras de raíz guaraní, de hecho serán préstamos más o menos asimilados del español. La estandardización depende de la necesidades de los hablantes que cada vez semántizan sus repertorios según las nuevas formas socioculturales.
Sin embargo, analizando el trabajo reciente de otros estudiosos del Jopara, se observa como la categorización de la variabilidad de lengua como code switching es una opinión difundida también en el entorno académico más amplio de la lingüística de contacto. Aitchinson (2013, 228-229), hablando de code-switching, afirma que la mezcla es un hecho natural, que ocurre en situaciones en las que "the participants are concentrating on what they are doing, and are not paying attention to their speech".
Esta inconsciencia se entreve en la incorporación de los préstamos españoles. Por un lado, como nota Dietrich (2010), los préstamos modernos ya no se adaptan fonológicamente al guaraní, por ejemplo manteniendo la acentuación castellana. Por el otro, los hablantes perciben los préstamos como si sean palabras tradicional en guaraní y no siempre identifican el origen de las palabras. Un ejemplo de origen "inconsciente" es la palabra guaraní vigóte, desde la española bigote. Los indios Guaraní no tenían ni barba ni bigotes. Esta era una característica de los españoles, tanto que los Mbyá hasta hoy llaman los hombres blancos jurua 'bocas peludas'.
La pregunta si el Jopara es la tercera lengua del Paraguay o menos depende de los criterios que se usan para el análisis. Utilizando la terminología de Coseriu (1962), a nivel de sistema lingüístico (todas las posibilidades de lo que se puede decir), el Jopara es muy similar al Guaraniete. En cambio, a nivel de norma lingüística (lo que se dice), los calcos desde el castellano son ingentes y es innegable una parcial convergencia en el léxico.
Por lo que a mi respecta, las investigaciones analizadas de Melià y Gómez Rendón son muy interesantes y muy similares en los resultados, si se reconoce que analizan la situación con criterios diversos: Melià es más enfocado sobre la sociolingüística y el origen del idioma, en cambio Gómez Rendón provee ejemplos de análisis estrictamente lingüística. Además, es importante no olvidar el espacio de tiempo entre las dos investigaciones. El aspecto más relevante es la evolución de la lengua misma. Como hizo notar Dietrich, hay una tendencia a asimilar menos los préstamos castellanos, por lo que hoy es más evidente el origen castellano de las palabras. El comportamiento de los hablantes parece acercarse al code switching, debido también a un aumento en el rato de bilingüismo. Por eso la clasificación de Melià no es pertinente porque no es actualizada y, en el sentido estricto del término, no tiene una gramática fija, como Melià reconoció sin embargo. A la luz de los últimos datos de Dietrich y Gómez Rendón el Jopara puede ser definido no como una tercera lengua sino simplemente como el guaraní moderno. Es un tipo especial de comportamiento de hablantes bilingües que no siempre saben el origen de las palabras que usan, dado que la mezcla de códigos fue la condición necesaria para el nacimiento del Jopara mismo. Sin dudas desde los datos queda claro la importancia del dominio del castellano y del Jopara en la pragmática del discurso: según el contexto comunicativo y el nivel de bilingüismo, los hablantes deciden si moverse hacia el guaraní o el español.



Bibliografía

Aitchinson, Jean (2013). Language change: progress or decay?. Cambridge University Press.
Coseriu, Eugenio (1962). "Sistema, norma y habla." Teoría del lenguaje y lingüístic general. Cinco estudios. Madrid: Gredos, 11-113.
Dietrich, Wolf (2010). "Lexical evidence for a redefinition of Paraguayan Jopara". Sprachtypologie und Universalienforschung, 63,1 : 39-51.
Gómez Rendón, Jorge (próximo). "Language contact in Paraguayan Guaraní." En: Anthony Grant (editor). The Oxford Handbook of Kanguage Contact. Oxford: Oxford University Press.
Melià, Bartolomeu (1974). "Hacia una 'tercera lengua' en el Paraguay." Estudios Paraguayos: Revista de la universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción. (Asunción) 2: 31-71.
Rona, José Pedro (1973). La Relatividad del Bilingüismo y su Realización Social. Trabajo presentado en el Symposium de Sociolingüística y Planificación Lingüística en la Reunión Continental sobre la Ciencia y el Hombre, México, 20 de junio a 4 de julio 1973.

Ensayo final - Lengua y sociedad, a.a. 2014/2015
Anna Denaro, 10843019. Estudiante Erasmus. Universidad de Amsterdam
7

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