Reconsiderando el concepto y el papel de la \"segunda línea\" del liderazgo peronista

July 31, 2017 | Autor: Raanan Rein | Categoría: History, Cultural History of Latin America, History of Modern Latin America
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Reconsiderando el concepto y el papel de la “segunda línea” del liderazgo peronista raanan rein

A

casi cuarenta años de la muerte del general Juan Perón, el debate en torno a la impronta que dejó, tanto el hombre como el movimiento que lideró, sigue

bilitaron la vuelta al poder de distintos autoproclamados herederos del Líder, este vibrante debate no puede sino enriquecer nuestra comprensión de los diversos procesos políticos, sociales y culturales que han tenido lugar en la Argentina a partir de 1943 y hasta el presente.1 producidos en la última década tiene que ver con la reevaluación del papel que tuvo una serie de dirigentes pertenecientes a lo que se podría categorizar como “la segunda línea del liderazgo peronista”. Ya en mi Peronismo, populismo y política, publicado que cupo a varias personalidades que estaban alrededor de Perón desde la primera hora.2 Los integrantes de esta de gobierno, vinculaciones con el mundo político, gremial y empresario y habilidad eran portadores de prestigio personal que se tradujo, con mayor o menor suerte, en una labor que contribuyó sustancialmente al ascenso y consolidación del peronismo, modelación de la doctrina justicialista.3 estrategia de construcción política entre el personalismo, el pragmatismo y los inten-

Los estudios sobre el primer peronismo: aproximaciones desde el siglo XX, Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, La Plata 2009. Peronismo, populismo y política: Argentina 1943-1955 1998. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades

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de trayectorias políticas previas, los integrantes de esta “segunda línea” cumplieron se conoce como “el primer peronismo”, o “el peronismo clásico”. en varios grupos, según su anterior trayectoria.4 que se iniciaron en la vida política tras el golpe de estado de junio de 1943. Se trata del coronel Domingo Mercante, mano derecha de Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión y luego gobernador de la provincia de Buenos Aires; del mayor Carlos V. Aloé, secretario de la Presidencia de la Nación y después sucesor de Mercante en la gobernación bonaerense; de los generales Juan Pistarini, ministro de Obras Públicas; nador de la provincia de Corrientes; general de brigada José I. San Martín, gobernador de la provincia de Córdoba y Ministro de Aeronáutica; y del almirante Alberto Teisaire, senador nacional, presidente del Consejo Superior del Partido Peronista y tantes de distintos partidos que adhirieron tempranamente al naciente justicialismo. Cooke, Ricardo Guardo y Héctor J. Cámpora, todos diputados nacionales –los dos últimos presidentes sucesivos de la Cámara–, Hortensio J. Quijano, Vicepresidente de la Nación, y Delia Parodi, diputada nacional y presidenta del Partido Peronista

estatal llegaron Ramón Carrillo, ministro de Salud, José Figuerola, secretario de Asuntos Técnicos y Roberto Pettinato, director de Institutos Penales. Por los límites de la segunda línea y en su aporte: Juan Atilio Bramuglia y Ángel Gabriel Borlenghi. , Lumiere/Pueblo Heredero, Buenos Aires 2013. Introducción.

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la segunda línea y su trayectoria nos ayuda a trazar el legado de los primeros dos gobiernos peronistas para la lucha justicialista de los años 1955-1973, así como el tercer gobierno peronista. Varios de estos dirigentes de la segunda línea tuvieron un papel u

José Ber Gelbard u Oscar Ivanissevich. El líder carismático y las masas populares -

políticos, cada una de las cuáles brindó su aporte a la movilización en apoyo a Perón, a po de cuestionar y recapacitar sobre esta cuestión esencial en cuanto al peronismo. Douglas Madsen y Peter Snow, por ejemplo, en un importante trabajo que desvía la de la siguiente manera: rácter directo y, para el seguidor, por una gran pasión. La asimetría en la conducta de quienes le siguen, pero que no es cierto lo contraLa condición ción, sea mediante estructuras formales o por redes informales.”5 movimientos populistas como aquellos que reconocen la supremacía del pueblo sobre cualquier otra norma y desean una relación directa entre el pueblo y su líder, sin la mediación de instituciones.6 A mi entender, el argumento sobre un lazo directo e inmediato entre el líder carismático y las masas no nos ayuda a comprender la modelación del movimiento y de la doctrina peronista. Mis propias investigaciones revelan que los diversos historiadores que se ocuparon de la Argentina han caído en la celada de la retórica peronista sobre el The Charismatic Bond: Political Behavior in Times of Crisis, The Torment of Secrecy, London 1956, pp. 98-104.

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lidades provenientes de diversos sectores sociales y políticos. Si bien es cierto que el líder no utilizó los canales partidarios institucionalizados para movilizar apoyo y para

directo y continuo con las masas y activarlas según sus necesidades. Madsen y Snow, así como Shils y otros, aunque ven intermediarios en las relacio-

de carisma de una relación directa, concentrada y emocionalmente intensa, en una indirecta, dispersa y menos pasional.”7 Sostienen estos autores que la primera etapa en el proceso de rutinización del

un líder así de mantener un lazo directo con sus seguidores disminuye en gran medida. como consecuencia del éxito puesto que el éxito es imposible de lograr sin estos intermediarios. Para que la masa sea activada por la retórica del líder carismático y para que traduzca dicha acción en depositar la papeleta correcta en las urnas, se requiere

la vida política local, sino diversas personalidades y organizaciones con una presencia relativamente nueva en el panorama, surgidos poco antes de la llegada al gobierno y diversas agencias gubernamentales después de asumir el mando. Los dirigentes mencionados tenían procedencias y trayectorias diversas, pero debido a la propia heterogeneidad y laxitud del peronismo lograron desempeñarse

Di Tella acerca de la alianza policlasista detrás de los regímenes populistas, como el The Charismatic Bond tics

World Poli-

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peronismo,8 -

del movimiento. Perón, entonces, ya no es el líder todopoderoso, el deus-ex-machina para algunos o el diablo-ex-machina para otros. Además, los trabajos sobre la segunda te, sobre todo del socialismo, a través de personalidades cono Bramuglia y Borlenghi. Los dos jugaron un papel importante al traer los dos sindicatos más importantes en yeron también en la agenda social del movimiento y el régimen justicialista. Bramuglia y la migración de ideas socialistas hacia el peronismo naciente Antes de la adopción de una nueva constitución que permitiría la reelección de Juan Domingo Perón, ya en 1948 habían empezado a circular rumores en Buenos Aires y

aquel entonces como el miembro más eminente y talentoso del gobierno peronista.9 Hijo de inmigrantes italianos, Bramuglia nació el primero de enero de 1903 en

trigo. Simultáneamente continuó sus estudios escolares y posteriormente universita10 taba sólo 22 años. clases sobre Derecho del Trabajo en la Facultad Nacional de La Plata. -

Obstacles to Change in Latin America, London 1965, p. 47. The Political Economy of Argentina, 1880-1946 10 La Nación, 4.6.1946; Quién es quién en la Argentina, Buenos Aires 1958, p. 132; La Razón, 4.9.1962.

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considerado su ahijado o protegé.11 La carrera política de Bravo en el Partido Socia-

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que era amigo y correligionario de Bramuglia en aquel entonces, este último pronto se gris” de su dirigente, José Domenech.12 A lo largo de los años veinte y treinta, Bramuglia publicó trabajos periodísticos, notas, ensayos y artículos abordando distintos problemas sociales, pero sobre todo protestaba a menudo contra la situación de la clase obrera en la Argentina y en varias oportunidades ridiculizó a la gente que decía que “nuestro pueblo goza de seguro so13 A ellos les recomendaba

la realización de su trabajo. la integración política, social y cultural de los inmigrantes y de sus hijos a la sociedad gentino y su líder durante muchos años, Bramuglia utilizó conceptos que algunos años después caracterizarían la retórica de Perón.14 Así se revelan sus aportes y los de otras personalidades con antecedentes similares en la modelación de la doctrina peronista.

11

rector del diario nacionalista La Fronda en octubre de 1941, en la cual protestaba que se le hubiera cali-

12 13 en la formación de las leyes, Buenos Aires 1941, p. 14. 14

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la base social del movimiento. Todo ese discurso originado en la izquierda despejó buena parte del terreno para que amplios sectores de la clase obrera pudieran aceptar al líder y sus ideas. dijo Bramuglia: He luchado casi 12 años al lado de estos modestos trabajadores. He aprendido mucho en las universidades, pero he aprendido mucho más en la labor diaria de la vida de los trabajadores, viviendo las aldeza y la riqueza de nuestra patria.15 en la cúpula del movimiento sindical. A pesar de su origen humilde, o precisamente por eso, estaba impregnado por la ambición de jugar un papel político de importancia y conseguir el reconocimiento y la atención pública que eso conllevaba. Sin embargo, su camino en el Partido Socialista, al igual que el de otros jóvenes de su generación, siones dentro del mismo.16 los años 40 dirigentes como Bramuglia o Angel Borlenghi migraran hacia el peronismo. Bramuglia siempre había abrigado la esperanza de convertirse en candidato a diputado por el Partido Socialista y estaba muy desilusionado por su incapacidad de desarrollar una carrera política.17 caba que, más allá de las consignas revolucionarias, el sindicalismo argentino estaba -

especulación y al agio en los artículos de consumo popular y de resolver el problema

15 Citado en el discurso de Luis González, 7.5.1946, JAB Papers, caja 13, exp. 6. 16 The Socialist Party of Argentina, pp. 232-233. 17 caja 17, exp. 1.

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de las viviendas.18 No obstante ello, el 23 de agosto el gobierno intervino los dos sinFraternidad, que eran considerados la columna vertebral del sindicalismo argentino.

tarde recibía el presidente Ramírez a todos los miembros de la ex comisión directiva, mos toda la noche y toda la madrugada. Ahí resolvimos el problema”.19 Antes de que tituyó a quienes habían sido desplazados por su antecesor, incluyendo al secretario to de Trabajo en Secretaría Nacional, dependiente de la Presidencia de la Nación y con Por lo tanto, se incorporaban a la misma no solamente el Departamento Nacional de Nacional de Salud Pública y Asistencia Social, la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones, la Cámara de Alquileres y la Junta Nacional para Combatir la Desocupa-

busca de la protección de la ley, mientras que el pensamiento político de Figuerola

del sindicato.20 del movimiento:

18 El Obrero Ferroviario, 1.7.1943. 19 monio de MONZALVO, Luis Testigo de la primera hora del peronismo, Buenos Aires 1974. 20 MONZALVO, Luis Testigo de la primera hora…

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bros de la Comisión Directiva y a todas las Comisiones Directivas y 21

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que pronunció Luis Monzalvo el 1 de mayo (en el que dijo: “puede el Gobierno de la

LF para Farrell y Perón con ocasión de las celebraciones del aniversario de la revolución, el 3 de junio, que contó con la presencia de casi 5.000 de sus socios. Fue en esa haber sido los primeros que nos comprendieron y nos apoyaron”.22 Bramuglia mismo, que desde hacía algunos años había perdido la esperanza de

establecimiento de la Secretaría de Trabajo y Previsión, que muy pronto comenzó a

–y quizás exagerando en cierta medida– el papel que les cupo a los dirigentes de la Ahí rompimos el Departamento de Trabajo y creamos Trabajo y Previsión, cuyo nace allí Trabajo y Previsión. Creada por nosotros, es decir, inspirada por nosotros e inclusive creada porque Bramuglia, que era el asesor legal nuestro hizo el decreto; ahí todo; porque es papel presidencial; mire usted mentalidad que tenía.23

21 Sindicalismo y peronismo – los comienzos de un vínculo perdurable, Buenos Aires 1983, II parte. 22 Los 16 puntos de los ferroviarios argentinos Sindicalismo y peronismo… 23

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Social. Al mismo tiempo era vocal de la Caja Nacional de Ahorro Postal e interventor de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles.24 en la ley Nº 4349 del Personal Civil de la Nación, incluyendo en su cuerpo a todo

Previsión Social. Según Félix Luna, el gobierno militar adoptó una serie de medidas y

Sin embargo, la obra más importante del gobierno se hizo en la Secretaría de Trabajo y Previsión, y sobre todo en la extensión res que carecían de resguardos para la vejez. 25

nes a distintos sectores de la clase obrera. Al mismo tiempo, por intermedio de la mejoras salariales para muchos obreros y la misma Secretaría también presionó para la elaboración de una ley de medicina preventiva como parte de la modelación de una

sino también en la movilización de apoyo político a su liderazgo. el momento destacó la impronta que dejaron en Perón su capacitación como soldado primera vez los conceptos autoritarios y jerárquicos de nacionalismo, unidad nacional, liderazgo y organización, que posteriormente trasladaría de la arena castrense a la política.26 24 25 26

El nuevo derecho social argentino, La Plata 1945. El 45: Crónica de un año decisivo, Buenos Aires 1986, pp. 37-38. Perón del exilio al poder, Buenos Aires 1993, pp. 45-67.

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social de la Iglesia Católica en sus ideas sobre la justicia social.27 También algunas de las nociones de la extrema derecha –nacionalista y católica, antiliberal y antimarxista– se integraron en la ideología y la política de Perón.28 Varios investigadores consideran a los miembros de la FORJA, creada en 1935 y representante del nacionalismo populista y anti-imperialista, como los principales ancestros del nacionalismo peronista.29 ticaban a la oligarquía y que enarbolaban la necesidad de aspirar a la independencia izquierda argentina en diversos debates desde comienzos del siglo y expuestos por, sión de todos los sectores sociales en la vida política, económica, social y cultural del

el pasado y alguna supuesta esencia nacional. La presencia de personalidades con antecedentes socialistas, como Bramuglia y Borlenghi en el entorno cercano al Primer Trabajador, podía ser un canal adicional, no

que lo acompañan desde los últimos meses de 1943, con la pasión y velocidad que lo postulados y sus principios y emplea un lenguaje conocido por muchos obreros y diri-

lenguaje revolucionario, socialista, nos sentimos muy cómodos allí”.30 -

aumento de salarios, control de los precios de alquileres, planes de construcción de vivienda, préstamos a bajo interés para construirlas y, lo más importante, se crearon 27 CIRIA, Alberto Perón y el justicialismo, Buenos Aires 1971. 28 Al respecto, ver: ROCK, David Authoritarian Argentina: The Nationalist Movement, Its History and Its Impact, Berkeley 1993, pp. 138-183. 29 Nacionalismo y peronismo, Buenos Aires 1987, pp. 308-310; FALCOFF, Forja y la década infame, Buenos Aires 1962. 30

Sindicalismo y peronismo, cit. p. 180.

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cajas de jubilaciones para muchos obreros. Las medidas y las políticas adoptadas convirtieron a la Argentina en uno de los países más avanzados en el plano social en América Latina en aquellos años. No era de sorprender que la mayoría de los obreros la Provincia de Buenos Aires, un cargo de gran importancia dada la gravitación de dicha provincia en la arena política nacional. La acelerada industrialización que tuvo lugar en la Argentina desde mediados de la década del treinta aumentó la importancia de la provincia, en cuya jurisdicción se encontraba el cinturón industrial que comenzó a rodear a la Capital Federal. Por consiguiente, el control de la provincia de Buenos

-

que habían orientado respecto de la guerra mundial y ante la necesidad de salir del aislamiento en que se encontraba la Argentina. Así, a comienzos de enero de 1945 -

entonces, ya ocupaba los cargos de Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario

gobierno militar hacia la normalización constitucional de una manera que pareciera honorable, para lo cual había iniciado un proceso de cese de numerosos militares en del ejército hacia una celebración de elecciones generales. obrero en general y por los trabajadores de la provincia de Buenos Aires en particu-

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como interventor de la provincia.31 Perón en la provincia más grande e importante del país. Junto a la actividad cuyo objey la captación de simpatizantes de la clase media, que comprendieron que el proyecto prometía una administración pública más grande, lo que se traducía de inmediato en multitud de puestos a cubrir, Bramuglia logró seducir a personalidades políticas del destinado un papel en la movilización de partidarios de la clase media a la candidatura de Perón a la presidencia. blecer por ley derechos de jubilación para trabajadores de varios sectores y de lograr el pleno empleo. Su objetivo era implementar en la provincia la nueva política social con las leyes que se aplicaban en la Capital Federal, pues “pasando el Riachuelo, por todo el vasto territorio de nuestro pueblo, la masa industrial carece totalmente de protección”.32 creciente número de gremialistas socialistas que se unieron al nuevo movimiento peronista, un proceso que llegó a su cénit con el establecimiento del Partido Laborista

Cuando vimos que un montón de compañeros, como el caso de Braseguían eso, entonces muy bien, no estamos equivocados. Podíamos equivocarnos uno o dos, pero no el 80% de los dirigentes que estábano era socialista, si desde los pantalones cortos [estaba] dentro del

31 Ver BAILY, Samuel L. Labor, Nationalism and Politics in Argentina, New Brunswick, 1967, pp. 78-9; sity, 1970, p. 163. 32 Ibídem, p. 47.

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partido. Si hubiese existido Mario Bravo hubiera abrazado el pero33

glia, quien había tenido tanto éxito como interventor. La presión en su contra hizo que renunciara el 19 de septiembre, unos nueve meses después de haber sido nombrado y tras haber mantenido en aquella jornada largas conversaciones con Perón y el ministro del Interior Quijano.34 Bramuglia presentó su renuncia en una jornada de gran agita-

la Suprema Corte y celebración inmediata de elecciones”.35 renunciar a los cargos de Vicepresidente de la Nación, Ministro de Guerra y Secretario

anunciando su candidatura a las próximas elecciones presidenciales. -

decidida a no perder a su hombre y creyó llegado el momento de plantear su caso en vieran un recurso de hábeas corpus, que permitiera a Perón optar por la salida del país.

su punto de vista emocional, no lo era desde la perspectiva política y tal alternativa le parecía a Bramuglia un grave error, por lo que le increpó: “A usted lo único que le interesa es irse a vivir con el coronel a otra parte y para eso apela a los hombres del movimiento, cuando lo que hay que hacer es retener a Perón y juntar a la gente para 36

33 Pedro Otero, Proyecto de Historia Oral, Instituto Di Tella, pp. 93-95. 34 El 45, cit. p. 216. 35 El 45, cit. pp. 209 y ss. 36 Citado en GAMBINI, Hugo Historia del peronismo, Buenos Aires 1999, Vol. 1, p. 37. Ver también BORRONI Otelo y Roberto VACCA, La vida de Eva Perón

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hacia Bramuglia. También en la campaña electoral estuvo Bramuglia al lado de Perón, esta vez como presidente de la Junta Nacional de Coordinación de los partidos políticos y organizaciones que apoyaron la candidatura del coronel. Desde este cargo tenía que elaborar acuerdos entre los distintos grupos y maniobrar sin cesar entre sindicalistas,

y luchas internas, sobre todo entre los dos partidos políticos recién creados: el Partido

366 durante estas semanas de la campaña electoral, uno empieza a apreciar su aporte, conseguido gracias al prestigio de que gozaba entre las distintas agrupaciones que apoyaban a Perón.37 ba vinculado con la carrera política de Bramuglia.38 una de las secuelas del 17 de octubre y de gran gravitación dentro de la coalición ciones del Partido Laborista de jugar un papel central en la política argentina y por lo

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Perón rechazó la idea. Parece que no le entusiasmaba la idea de tener

circunstancias, Bramuglia no tuvo ninguna alternativa sino declinar esta propuesta. Después de la victoria electoral, Bramuglia jugó un papel de importancia en el Perón y así contribuyó a la liquidación del Partido Laborista. Sobre su desempeño como miembro del gabinete de Perón tenemos el testimonio de Raúl Margueirat, a ORTIZ, Alicia Eva Perón – la biografía, Buenos Aires 1995, p. 128. 37 Ver documentos en JAB Papers, cajas 14/5, 13/5, 13/6, 13/7, 15/3. 38 Historia Oral, Instituto Di Tella, especialmente pp. 66 y ss., así como su libro La farsa del peronismo. 39 El Laborista 20.1.1946, JAB Papers, caja 13, exp. 7.

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eran los únicos ministros que generalmente expresaron sus opiniones en las reuniones del gobierno; los otros ministros eran hombres serviles, que obedecían ciegamente y esperaban ver hacia donde soplaba el viento antes de comprometerse.40 Por limitación de espacio, no podemos analizar aquí su actuación en la cancillería, sin embargo, si éste acumulara prestigio y poder, que hasta podrían llegar a eclipsar al presidente mismo, muy pronto entendió que se había equivocado. Bramuglia cosechó éxitos desde el Palacio San Martín, demasiados para algunos. Perón no soportaba la idea de que alguien pudiera echarle sombra. Bramuglia se vio obligado a presentar su renuncia en 41

Borlenghi - “El Hombre Fuerte de Perón” Mientras que la trayectoria de Bramuglia ya está bien documentada, no es el caso de

desde junio de 1946 hasta julio de 1955: un récord de permanencia en cualquier ministerio, no solamente en el régimen peronista, sino también en la historia política

42

Hijo de inmigrantes italianos, Borlenghi nació en marzo de 1906 en el barrio de un centro socialista en la capital, y pronto intentó organizar la acción gremial de los -

40 Instituto Di Tella, Proyecto de Historia Oral, entrevista con R. Margueirat, p. 16. 41 Juan Atilio Bramuglia: Bajo la sombra del líder. La segunda línea de liderazgo peronista, Buenos Aires 2006, cap. 3. 42 Enrique Borlenghi – hombre de estado Esto es, 19.7.1955.

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los más importantes de la Argentina. Desde este cargo, Borlenghi empezó a ponerse en contacto con distintos miembros del Congreso Nacional –conservadores, radicales y socialistas–, así como con los sucesivos presidentes: Agustín P. Justo, Roberto M. Ortiz y Ramón Castillo, y presensociales. Su actividad contribuyó a la sanción de la Ley del Sábado Inglés y la Ley de Indemnización por Despido (que incluyó el preaviso, vacaciones pagas, licencias por 43

conseguir la ley de jubilaciones para su gremio. Desde el año 1932 permanecía asociado a este propósito reivindicativo, que aventajaba a cualquier otro propósito u objetivo de lucha. De todos modos, en los años treinta Borlenghi se convirtió en uno de los

A pesar de esta actividad sindical y política, el Partido Socialista no propició

senador Mario Bravo, los hermanos Dickmann o el diputado Silvio Ruggieri, pronunciaron palabras de aliento a la lucha de Borlenghi y sus compañeros de “cuello duro” en el gremio de empleados de comercio. Sin embargo, el comité directivo del Partido

los líderes veteranos del partido.

las listas para el secretariado, las cuales respondían a las dos corrientes mencionadas: 43 HOROWITZ, Joel Argentine Unions, the State & the Rise of Perón 1930-1945

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pleito se agudizó y como no pudo llegarse a un acuerdo, se produjo la escisión de la es decir con Pérez Leirós y los comunistas. Producido el golpe de estado del 4 de junio, la CGT 2 propuso al nuevo ministro de Mayo colmada de trabajadores. Al mismo tiempo, Borlenghi y Pérez Leirós reclamaron al gobierno la libertad sindical, la libertad de los presos y la ruptura con los paí-

se encontró con Perón, ya en su capacidad de presidente del Departamento Nacional mercio en su despacho de la nueva Secretaría de Trabajo y Previsión. “Pídanme todo la Caja de Comercio, que había logrado media sanción del Congreso Nacional. “De acuerdo. Se dictará la Ley 11.729”.44 Con esta promesa consiguió Perón el acercapromesa en un Decreto Ley que se selló la relación entre ambos y se aseguró la lealtad de Borlenghi hacia Perón y el naciente peronismo. Así lo contó el coronel Mercante: También había que luchar con la resistencia de algunos gremios. A Borlenghi, por ejemplo, recién pudimos comprometerlo después de ría sacar tajada de su aproximación a nosotros, sin comprometerse políticamente. Cuando salió la [Ley de la] Jubilación [al gremio], al que asistió él con todo su estado mayor, y miles de empleados agradecidos.45 Borlenghi quedó convencido muy pronto que Perón representaba una posibilidad real para mejorar las condiciones de la clase obrera argentina. Por ello, durante un en-

44 45

La hora decisiva, Buenos Aires 1967, p. 76. El 45, cit., pp. 85 y ss.

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con cualquier otro”, no estaba dispuesto a abandonar su lucha por obtener ganancias inmediatas.46 lográndolo a través de sus lazos con líderes sindicales, el gremio que dirigía y luego también desde las páginas de los diarios que dirigió: El Laborista rebautizado El Líder nuevo Partido Peronista. Después de todo, Perón al principio no tenía la intención de crear un movimiento político que se apoyara en la clase obrera, ni los sindicatos se tortuosa puja política que, por un lado, logró el apoyo popular y, por el otro, convenció a Perón de la necesidad de adoptar una política social progresista; a Borlenghi le cupo un papel protagónico. casi siempre estaba presente Borlenghi. A partir de entonces, este último ayudó a Perón a ahondar en las divisiones entre la gente de izquierda y a atraer a su causa a 47

A lo largo de 1945, Borlenghi y Bramuglia presionaron al sitiado gabinete militar por la aplicación de aumentos salariales, la redistribución de ganancias y mejoras al dría un margen más amplio de maniobra si la legislación regulaba los derechos legales para organizarse y negociar. La presión combinada de los dos grupos de trabajadores organizados más gran-

y detenido por sus camaradas militares, los líderes sindicales comenzaron a reunirse un miembro importante de la vieja guardia sindical que colaboró en los orígenes del peronismo, la resistencia contra los decretos sobre cuestiones sociales por parte “de 46

J. Argentine Unions, the State & the Rise of Perón, p. 199.

47

La vieja guardia sindical y Perón: sobre los orígenes del peronismo, Buenos Aires Historia viva de la legislación del trabajo, Buenos Aires 1968, cap. 17.

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social de la Revolución, a los trabajadores de toda la República, incluso aquellos que habían permanecido en una actitud de recelosa expectativa o de pasiva hostilidad”.48 Al empezar las maniobras para destituir a Perón, Borlenghi se puso en movi-

acusación dirigida contra Borlenghi, dijo Perón: “Lo único que puedo decirles es que el 9 de octubre, al despedirme de la Secretaría de Trabajo, Borlenghi estaba a mi lado, y en la noche del 17, cuando regresé a esta casa, también se encontraba junto a mí”.49 rior, hecho inédito por tratarse de un dirigente gremial para un cargo ocupado tradicionalmente por juristas.50 algunas declaraciones de corte revolucionario que pronunció en 1947 para intimidar a la oposición contribuyeron a su imagen de una persona peligrosa, que maniobraba El Líder recordó, con cierta exageración, que la lenghi comentaba que eso no tenía que asustar, porque si la “revolución” peronista debía ocasionar igual número de muertes, “que las cueste. La revolución no es un paseo del pueblo, con comentarios, anécdotas y galanteos”. Por eso, el diario Crítica llamaba a Borlenghi “Ángel dinamitero”.51 Borlenghi se convertiría en un instrumento en manos de Perón para acabar con el Partido Laborista, creado inmediatamente después de los dramáticos sucesos de octubre de 1945, e incorporarlo en el Partido Único de la Revolución, que pronto se disputaron la presidencia del Partido Laborista en noviembre de 1945. A través del dirigente mercantil, Perón esperaba vigilar de cerca este nuevo organismo político. Sin 48 GAY, Luis El Partido Laborista en la Argentina, Buenos Aires 1999, p. 19. 49 Enrique Borlenghi, cit. p. 90. 50 Sobre varias de las posturas de Borlenghi mientras se desempeñaba como ministro del Interior pueden La reforma constitucional, Buenos Aires 1948; y Evolución del movimiento obrero, Buenos Aires 1950; La opinión de Perón sobre los empleados de comercio; las directivas de Borlenghi orientan al gremio, Buenos Aires 1954. 51 Enrique Borlenghi, cit., pp. 48-49.

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lugar, la dirección del periódico del partido. Fue una de las muestras de independencia del Partido Laborista que Perón no soportaría una vez ganadas las elecciones. Desde las páginas de El Laborista, Borlenghi alentó un movimiento disidente dentro del laborismo, un movimiento que hizo suyo los llamados a la unidad hechos por Perón, y acusó al Comité Directivo del Partido Laborista de oponerse a los incondenó a Borlenghi por sus maniobras “contra el partido”, tendiendo a imponer una unidad “a palos”. político del organismo central de los trabajadores, aunque el plan de Perón, de no-

a mi juicio, porque el movimiento obrero quiso reivindicar al Partido Laborista, ésa De todos modos, este último siguió maniobrando para asegurar la lealtad de la central obrera. De hecho, tres meses después Borlenghi era el arquitecto de la destitución de Gay de la cúpula de la CGT, bajo el pretexto que con la delegación de los sindicatos norteamericanos (American Federation of Labor intentaba quitarle a Perón el apoyo de la masa obrera.53 Contrariamente a lo que se ha argumentado una y otra vez, Borlenghi no in54 Precisamente estaba entre los más 52

Perón lanzara su ataque contra varios clérigos, Borlenghi se reunió con el ministro -

52 GAY, Luis El Partido Laborista, cit. p. 197. 53 Perón – una biografía Presidents and Peons: Recollections of a Labor Ambassador in Latin America, New York 1967, cap. 4; Torre, La vieja guardia sindical, pp. 238-250. 54 Sobre las relaciones entre Perón y la Iglesia, ver CAIMARI, Lila Perón y la Iglesia Católica, Buenos Aires 1994; ZANATTA, Loris Perón y el mito de la nación católica, Buenos Aires 1999; LIDA, Miranda “Catolicismo y peronismo: debates, problemas, preguntas”, en: Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani Anuario IEHS

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mejor de los casos no suma, resta”.55 miento entre Perón y la Iglesia Católica. Cabe mencionar que una de las víctimas del

una política apaciguadora hacia la oposición, destituyó del gobierno a personalidades 56

una judía, Clara Maguidovich, y había nombrado como su colaborador más estrecho en el ministerio del Interior a su cuñado, Abraham Krislavin. Los dos, Borlenghi y 57

a Perón su convicción de que José Ber Gelbard era el dirigente capaz de obtener la unidad empresarial.58 sición del peronismo para promover la integración social y política de grupos que

diversos grupos de inmigrantes, entre ellos los judíos. Conclusiones 55 Desde Perón hasta Onganía, Buenos Aires 1969, p. 186. 56

El culto de la infamia, Buenos Aires La Nueva Argentina 1946-1955, Buenos Aires 1988, Argentina, Israel y los judíos, cap. 5.

57 colectividad judeoargentina”, en Investigaciones y Ensayos 1949-1955”, en Judaica Latinoamericana “The Organización Israelita Argentina: Between Perón and the Jews”, Canadian Journal of Latin American and Caribbean Studies and Perón: Communal Politics and National Identity in Peronist Argentina, 1946-1955”, tesis doctoral 58

El burgués maldito, Buenos Aires 1998, p. 62.

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está signada también por la presencia de otras personalidades, que constituyeron “la alianza social compleja marcada por una gran heterogeneidad ideológica. Al alejarse descubierto las luchas internas, la diversidad de las propuestas políticas y la inestabilidad inherente de la coalición justicialista. la vida social, económica y política del país, dejando detrás suyo importantes aportes

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mejor conocimiento y comprensión del primer peronismo, de su heterogeneidad y de su complejidad. La introducción de esta categoría analítica de “la segunda línea” ha alentado últimamente el inicio de los estudios de lo que se denomina “la tercera línea” de liderazgo necesaria la mediación de la “segunda línea” a nivel nacional y provincial, lo propio podría decirse de aquellos dirigentes cuyo accionar se desarrolló en el ámbito local: provinciales que representaban su distrito.59 teniendo en cuenta el hecho de que en 1947 casi el 38% de los argentinos vivía en localidades que contaban con menos de 2.000 habitantes, es decir zonas rurales escasamente industrializadas, tradicionalmente más conservadoras y dispersas. Por lo tanto, indagar en sus trayectorias individuales, en sus tareas de gestión, en con el poder provincial, contribuirá aun más a comprender la dinámica del peronismo en la base de la pirámide, donde los líderes locales se erigieron en representantes de Perón y el peronismo –aunque sin tener contacto directo con aquel– en sus respectivos 59 provincia de Buenos Aires, 1945-1955”, Mundo Agrario

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El peronismo y sus partidos

distritos. Como dice Salomón, analizando los procesos políticos desde una perspecPringles y Chascomús, -

ron una relación tan directa con Perón, capitalizaron su respaldo y mantuvieron cierta capacidad de iniciativa.

electorales y a actuar como correa de transmisión de directivas superiores a la vez que convertirse en voceros de las demandas de las bases.

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