Recientes investigaciones de las manifestaciones gráfico rupestres en Sonora. 2011

May 23, 2017 | Autor: César A. Quijada | Categoría: Gráfica Rupestre, Arqueología, Historia antigua
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Descripción

Recientes investigaciones de las manifestaciones gráfico rupestres en Sonora. Arqlgo. César Armando Quijada López Centro INAH Sonora

Durante la primera década del siglo XXI en Sonora, se continuo con la localización y registro de sitios arqueológicos con manifestaciones gráfico rupestres en Sonora, por proyectos en la región de Caborca, en el noroeste del estado (Villalobos, 2003). El inicio del proyecto especial de La Pintada en el 2007 (Contreras 2007), por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia. También en la región sur de Sonora en años recientes se han localizado y reportados nuevos sitios con petrograbados por parte del Proyecto Arqueológico del Sur de Sonora (García Moreno, 2008). Iniciamos este trabajo mencionando lo más reciente de lo reciente, se trata de dos sitios uno con petrograbados y otro con pintura rupestre, reportados a la Sección de Arqueología del Centro INAH Sonora, en 2009 por particulares. El primero de ellos reportado por el Ingeniero Ignacio Valencia Ortega, que por medio de su hermano el Historiador Ismael Valencia Ortega del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora, en el mes de mayo de 2009 envió una serie de fotografías de un sitio con petroglifos localizado junto al arroyo Los Alisos, dentro de los terrenos del rancho Los Fresnos, en el municipio de Santa Cruz, en el norte de Sonora, que actualmente es una propiedad que tiene como propósito la conservación de los ecosistemas en beneficio de la flora y fauna nativa y migratoria de la zona, contando con el apoyo de The Nature Conservancy, Naturalia, Comisión Nacional Forestal (Conafor), Biodiversidad y Desarrollo Armónico A.C. Ha inicios del 2010, nos pusimos en comunicación con el ingeniero Valencia, reuniéndonos en el mes de abril y acordando una visita de una semana al

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rancho, realizándose el registro del sitio Los Petroglifos Los Alisos (AZ:EE:11:1)1 en el mes de junio de 2010 (foto 1).

Foto 1. Los Petroglifos Los Alisos (CAQL).

En aquella región el primer sitio con pintura rupestre que se conoció fue El Leoncito, él cual se menciona por primer vez en una ponencia en el Primer Simposio de Historia de Sonora (Quijada Hernández, 1976). El sitio consta de varios abrigos rocosos, se observan muchas figuras geométricas de colores rojo, blanco y negro, hay una pocas de figuras antropomorfas y manos. El sitio se registró entre 1991 y 1996, debiéndose en varias secciones (Quijada, Kolber y Contreras, 1997), El Señor Rodríguez cronista municipal de Cananea nos habló de los Petroglifos de Villa Verde en noviembre de 1995, registrandose al año siguiente por arqueólogos del Centro INAH Sonora. Se trata de un pequeño cerro con numerosos los paneles de petroglifos de figuras geométricas, zoomorfas y antropomorfas que se encuentran en su cumbre. En octubre de 1996, como parte de los recorridos realizados por el Programa INAH-Procede, entrevistando a los miembros de la mesa directiva del ejido Cuauhtémoc nos indicaron como llegar al sitio El Cerrito de los Apaches, entre las cuencas de los r{ios San pedro y Santa bárbara. Entre las rocas de origen volcánico hay grabadas figuras antropomorfas, zoomorfas y principalmente geométricas. En un recorrido realizado en 1999 como parte del recorrido de inspección por parte de la arqueóloga Angélica Pacheco en uno de los proyectos de Comisión Federal de Electricidad, localizó y registro los sitios con grabados Árboles Petrificados 1, 2 y Casa de Piedra, todos con grabados de formas geométricas y realistas. Estos sitios localizados en los municipio de Canenea y Naco. En el municipio de Santa Cruz al oeste de la región del rancho Los Fresnos, se registraron por el Programa INAH-Procede en la región de Vallecitos en el 2000, los sitios con pinturas rupestres de Roca de Vallecitos, El Abrigo de

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Clave del Catálogo de Sitios Arqueológicos del Estado de Sonora, de la Sección de Arqueología del Centro INAH Sonora, implementada por la Arqlga. Beatriz Braniff desde 1978 (Braniff y Quijada).

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Vallecitos, Los Puntitos de Vallecitos (2000) y el sitio con petrograbados La Tinaja, ubicado al sur del valle de Santa Cruz.

Las Pinturas del Divisadero.

En el mes de agosto de 2009, el Padre Armando Armenta párroco del templo del Sagrado Corazón, en la ciudad de Hermosillo, informó de la existencia de un lugar con pinturas rupestres al oeste de la población de La Colorada, al arqueólogo César Armando Quijada López, investigador del Centro INAH Sonora, comentando se trataba de una cueva con pocas pinturas. Acordando en aquella ocasión hacer una visita próximamente. En el mes de febrero de 2010 el Arqlgo. Quijada se comunicó por medio del correo electrónico con el Padre Armenta para saber si se podía fijar una fecha para visitar el lugar, llegándose al acuerdo de ir al sitio, la mañana del día lunes 8 de marzo de 2010. Salimos de Hermosillo en compañía del Padre Armenta, la P.A. Guadalupe Mayela Ramírez Ortiz y el que suscribe, a las ocho de la mañana, rumbo a la cabecera municipal de La Colorada, por la carretera federal Mex.16 que va a la ciudad de Chihuahua. El sitio se encuentra dentro de los terrenos del Ejido La Colorada (sector Chapala), perteneciente al mismo municipio. Para llegar al sitio es necesario toma la carretera federal Mex.16 rumbo a La Colorada, en el kilómetro 42, existe un depósito donde se concentra mineral de grafito, para luego transportarlo en tracto-camiones, para su exportación, en este punto se deja la carretera para continuar por un camino de terracería, pero inmediatamente después de cruzar el guardaganado (o parrilla como se dice localmente), se toma una brecha hacia el sur, que llega al ranchito de Jorge Armenta (hermano del Padre Armenta). El ranchito esta a 600 metros de la carretera, pero se puede avanzar otros 500 metros por la brecha, en dirección oeste hasta donde se deja el vehículo, para continuar caminando hacia el occidente por espacio de unos 20 minutos, cruzando un pequeño arroyo al pie de un pequeño cerro, subir y en su parte superior del lado oeste, se encuentra una pequeña cueva en donde se hallan las pinturas.

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El acceso a la cueva es por la ladera del lado occidental del cerro El Divisadero, la entrada a la cueva tiene una altura de 1.80 metros, en la parte media, la altura ha disminuido a los 1.20 metros. En el interior de la cueva el eje mayor tiene una longitud de 3.20 metros en dirección de norte a sur y su eje menor es de 3.00 metros de este a oeste. La cueva presenta deterioro natural, tiene dos especies de “ventanas” en su parte oriental debido a el deterioro, una de las ventanas esta en la parte media y la otra casi a nivel del piso, desde las cuales se puede observar parte de la planicie desértica en dirección a la población de La Colorada, así como los cerros aledaños, de ahí el nombre “El Divisadero” o “Cerrito del Divisadero”. También existe un derrumbe o desprendimiento del piso, que comunica hacia un abrigo rocoso cuyo acceso es por la falda oriental del cerro, en este abrigo no se encontraron pinturas rupestres, pero si es visitado ocasionalmente, ya que se existe en superficie basura moderna, como envases de plástico, entre otros objetos. En la cueva existen dos pequeñas áreas en donde se observan las pinturas rupestres. A la primera concentración la hemos denominado panel 1, se encuentra a un metro aproximadamente de la entrada de la cueva, del lado noreste, cuenta con unos 26 motivos, tres de ellos son antropomorfos, el que más destaca se un personaje de 22 centímetros de alto y 12 centímetros de ancho en color negro, su contorno y pies son de color rojo, a cada uno de sus lado a la altura de la cadera se encuentras las otras dos figuras antropomorfas en color rojo, estas figuras se encuentran viendo al oeste (foto 2). Foto 2. La figura antropomorfa en color negro, es la de mayor tamaño en el panel 1 de la cueva (CAQL).

El resto de las pinturas alrededor de la figura antropomorfa de color negro, son de forma geométrica, como líneas rectas, ángulos, triángulos puntos aislados y líneas curvas todas en color rojo. Sobre el hombro izquierdo de la figura de color negro, llama la atención dos pequeños triángulos unidos por una línea recta, la cual se inicia el en ángulo superior del triángulo que esta más abajo y que llega hasta la base del segundo triángulo que esta un poco más arriba. Por debajo de los brazos de la figura mayor existe una serie de figuras geométricas, del lado izquierdo se observa una serie de cinco líneas horizontales de forma paralela, del otro lado de la figura hay un cuadro con dos líneas cruzadas y entre las

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piernas hay dos semicírculos unidos por una línea horizontal. Del lado de la pierna derecha del personaje, hay una serie de tres ángulos y dos líneas quebradas. En la parte inferior dos líneas inclinadas, todas estas pinturas son en color rojo, más abajo hay dos líneas en color negro, que se unen en su parte inferior. En la parte superior derecha de la figura de color negro, se encuentran otras pinturas de forma geométrica y en color rojo, sobresalen dos triángulos cuyas bases están paralelas, dando la impresión a la distancia de un rombo, pero se trata de dos figuras. En el otro lado del conjunto y separado del conjunto por una fractura de la roca, se encuentra una línea curva, también en color rojo, cuya parte superior es más gruesa que la inferior. El panel 2 se encuentra en el fondo de la cueva, al sur de la ventana natural que se encuentra más cerca del nivel del suelo. Este segundo panel cuenta con dos figuras antropomorfas, unas diez figuras geométricas de color rojo y varias líneas en color negro. Las figuras varían entre uno y ocho centímetros y son poco visibles, ya que la pared de esta parte de la cueva se ha ido cubriendo con una capa obscura, cuyo origen hasta el momento desconocemos. Para poderlas observar hay que estar sentado y a corta distancia, pero si se desea apreciar algunos detalles es necesario tener que acostarse. En una pequeña depresión de la pared sur encontramos las dos figuras antropomorfas muy esquemáticas en color rojo. Viéndolas de frente la del lado izquierdo de unos ocho centímetros de altura, no se ve muy clara de su parte central hacia el lado este, pero si se aprecia con sus piernas abiertas y los brazos a los costados, dando la impresión de estar en movimiento, la otra pintura ubicada un poco más arriba y a la derecha de la primera, tiene seis centímetros de alto y se le aprecian los brazos hacia abajo a partir del codo, de esta pintura llama la atención su cuello y cabeza como si fueran de un ave. Aunque el sitio Las pinturas del Divisadero actualmente se encuentra en el municipio de La Colorada, esta en la cuenca del río Sonora, en la región de Hermosillo. En el municipio de Hermosillo, el primer sitio con pinturas rupestres que se recuerda es el de La Pintada, ya que en 1963, se empezó su estudio (Messmacher, 1981). En el paisaje de la ciudad de Hermosillo, hacia el noroeste están los cerros Largo y Colorado, la primera referencia de un sitio con pinturas rupestres en el Cerro Largo fue en la década de los setenta del siglo

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XX (Quijada Hernández, 1976). En el cerro de Las Víboras al suroeste de Hermosillo se encuentran varios sitios, los cuales se conocieron en 1994, el sitio Cueva de los Peces, las pinturas se encuentran en la pared norte, las figuras zoomorfas de color rojo son las que llaman más la atención, por ser representaciones de dos peces (probablemente sean representación de lisas de río), ya que el cerro de La Campana se observa desde la cueva y junto al cerro pasa el cause del río Sonora. Otro sitio cercano a Hermosillo es la Cueva del Vaquero, que recibe este nombre debido a que ahí se ve una figura antropomorfa sobre una zoomorfa. Otro sitio que se encuentra más al suroeste es la Cueva Cañada de la Matanza, en el interiro e una cañada, sobre la ladera norte, las pinturas son antropomorfas, zoomorfas (venados) y geométricas como líneas rectas, curvas, espirales y cuadros en color negro. El sitio de El Tijerito se encuentra al norte de Hermosillo, en el ejido La Victoria en los cerro de El Bachoco, este lugar se distingue por ser figuras antropomorfas estilizadas, hay figuras geométricas y una figura zoomorfas que da la idea de una tortuga. En 1996 conocimos Las Pinturas del Jito se localizan en la ladera oeste de uno de los ceros de la antigua cementera de Hermosillo, en el paraje conocido como el Tiro al Blanco, junto al barrio del Jito. Diversas pictografías se encuentran ahí, prácticamente dentro de la ciudad, este pequeño abrigo de 5 metros de largo y una profundidad variable de 1 a 4 metros se encuentran pinturas antropomorfas y geométricas (Quijada López, 2005).

La región de Yécora.

Los estudios de los grabados y las pinturas rupestres en Sonora (Messmacher, 1981; Ballereau, 1988), se han planteado para un solo sitio arqueológico, pero hay también esfuerzos para el establecimiento de una regionalización de este tipo de sitios, en relación con su distribución a lo largo de las diferentes cuencas de los ríos del estado de Sonora (Quijada, 1998). Desde el año de 2003, se ha tenido la oportunidad de recorrer la región de Yécora, conociendo varios asentamientos prehispánicos, algunos de ellos con grabados y pinturas rupestres, en territorio tradicional de la comunidad o’ob.

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En la región serrana, en especial, en el municipio de Yécora, con el apoyo de la comunidad o’ob (pima) y el Padre David Joseph Beaumont Pfeifer O.F.M. Cap., donde el proyecto de Protección Técnica y Legal de Zonas Arqueológicas en el Estado de Sonora del Centro INAH Sonora, ha logrado conocer y registrar una interesante concentración de lugares tanto con grabados como con pinturas rupestres. En el mes de septiembre de 2003, el primer sitio con pintura rupestre que conocimos en la región de Yécora, fue El Hierbanis, en esa primera visita a la región también se visitaron y registraron dentro del Catálogo de Sitios Arqueológicos el Estado de Sonora, la Cueva Pinta de Vallecitos, El Cajoncito del Quipor, El Quipor. Se tuvo una segunda visita a la región en enero de 2004, registrándose los sitios con pinturas rupestres de la Cueva Gacha, Cueva Pinta del Pollo, Cueva de los Monos. Fue hasta febrero de 2006 que pudimos volver a recorrer la región de Yécora, conociendo y registrando los sitios con pinturas rupestres de la Cueva Pinta de Arroyo Hondo, El Encinal y Cueva Pinta El Encinal. Se cuenta como antecedente de asentamientos prehispánicos para la zona del municipio de Yécora, el registro de tres sitios arqueológicos, llevado a cabo en junio de 1959 por William W. Wasley y J.E. Officer2. En el lugar que llamaron La Cueva Pintada, reportaron la existencia de diseños rupestres en color rojo y negro, este sitio fue visitado por arqueólogos de Centro INAH Sonora en septiembre de 2003 y registrado a mayor detalle (Hinojo, 2004). Saliendo al norte de Yécora, antes de cruzar el arroyo Sendradas, se puede observar al oeste uno conjunto de abrigos rocosos, este es el sitio de la Cueva Gacha (foto 3), que es un grupo de diminutas pinturas de formas geométricas y dos figuras humanas, todas en color rojo, apenas alcanzan entre los 15 y 20 centímetros de altura, desafortunadamente se encuentran muy deteriorados. Este sitio también fue de habitación, ya que en superficie existen fragmentos de cerámica prehispánica, revueltos con algunas manos de metates y desecho de piedra trabajada. Sin embargo este sitio cuenta con una ubicación privilegiada, dominando la ancha planicie aluvial de un arroyo importante, que se utilizó para el cultivo de temporal y que aún hoy presenta evidencias de ser utilizada. Presenta 2

Archivo de la Sección de Arqueología del Centro INAH, Sonora.

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una amplia colección de artefactos de molienda como metates planos y manos ovales, morteros y una vasija de piedra, así como pequeñas manos circulares. Presenta dos grupos de cerámica, una es de paredes delgadas y pasta compacta de buena calidad, color negro y café con engobe; otra es de paredes más gruesas y porosas, probablemente sea más reciente. Este sitio tiene un potencial para encontrar depósitos enterrados más antiguos, lamentablemente presenta hoyos de saqueo, que han removido materiales arqueológicos (Hinojo, 2004).

Foto 3. Vista general de la Cueva Gacha (CAQL).

En el pequeño valle de Los Pilares, donde viven aún algunas familias o’ob y después de haber viajado por 25 kilómetros desde Yécora, se llega a la Mesa de las Cruces, donde se localiza el sitio de El Hierbanis (foto 4), está ubicado al norte y al pie de la meseta. Es un afloramiento de bloques de rocas de andesita, que forman un pequeño abrigo rocoso de unos once metros de largo de norte a sur. Aquí se observan pinturas pequeñas como líneas rectas y curvas, pero llaman la atención dos figuras de animales muy esquemáticas y de línea muy delgada, dando la impresión de ser un cuadrúpedo con cola larga, al parecer un coyote o algún tipo de cánido. Todas tienen menos de 50 centímetros alto, son en color negro y están muy deteriorados. El sitio de El Hierbanis es uno de los asentamientos prehispánicos cercanos a antiguos caminos o vías de comunicación.

Foto 4. La pintura principal en forma de coyote o cánido de El Hierbanis (CAQL).

El sitio de la Cueva Pinta de Vallecitos (foto 5), se encuentra al noreste del pueblo de Yécora, hay que recorrer unos 21 kilómetros rumbo a Maycoba, llegando primero al valle de Los Pilares, luego continuar hacia el norte por la brecha que se dirige a la Mesa de la Mesteña, distante unos 5 kilómetros, donde se deja el vehículo, para continuar a pie por más de una hora, para llegar al sitio. Esta cueva esta en una ladera muy abrupta, viendo hacia el río Yécora, es uno de los sitios registrados por Wasley y Officer en 1959, tiene

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unos 24 metros de largo de norte a sur, por unos 15 metros de este a oeste y a unos 13 metros de la boca de la cueva, la entrada es en desnivel, por lo que la luz del sol no entra hasta el fondo de la cueva, en donde está el panel principal de pinturas.

Foto 5. Acceso a la Cueva Pinta de Vallecitos (CAQL).

Los diseños encontrados en esta cueva son especiales, algunos están hechos con líneas gruesas, hay algunas impresiones al positivo en colores rojo, pero son las figuras en color negro las que predominan. Hay representaciones de círculos con puntos negros, líneas rectas horizontales, líneas cruzadas, manchas, etc., pero son las pinturas de forma humana, las que resaltan del conjunto, algunas de cuerpo completo y en movimiento, como danzando, también hay figuras parciales con brazos y en la cabeza parece tener un tocado a manera de cuernos de venado (foto 6). Su ubicación específica es en la parte media de una ladera con una pronunciada pendiente, la cueva no es fácilmente visible, por lo que tal vez haya tenido un acceso “restringido”, de tipo ritual, ya que las pinturas realizadas en el interior de la cueva no las ilumina el sol, por lo cual consideramos que fueron hechas para ser vistas ocasionalmente (Quijada López, 2004).

Foto 6. El panel de las pinturas principales en su interior (CAQL).

Para llegar al sitio de la Cueva de los Monos, pasa uno primero por la población de Maycoba y dos kilómetros antes de llegar a la comunidad de El Quipor, se toma la brecha en dirección sur, recorriendo 7 kilómetros hasta llegar al paraje conocido como Piedra Volada, ahí se deja el vehículo y se camina hacia el occidente por el arroyo durante unos 15 minutos hasta encontrar un gran peñasco en cuya parte inferior se encuentran la pinturas. Está formado por una gran roca ígnea en las proximidades del arroyo Piedra Volada, en cuyo abrigo se encuentran pintados, en el techo inclinado, diseños en color blanco en un estilo distinto al observado en la mayoría de los sitios de la región. La cueva tiene unos 6 metros de largo de este a oeste y 4 metros en su parte más ancha de sur a norte. Al este y noreste hay pequeños muros de un par de terrazas; el interior ha sido

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refugio para viajeros, encendiendo fogatas, por lo cual existe una gruesa capa de hollín en el techo y las paredes. La concentración de las pinturas está viendo hacia el suroeste, todas son sencillas. En el techo hay dos figuras humanas (antropomorfas) y una de animal (zoomorfa), que es un cuadrúpedo que no tiene cola, con orejas pequeñas y puntiagudas en color blanco, hay líneas rectas y curvas en la pared del fondo. También hay, de manera aislada, dos pinturas antropomorfas del tipo conocido como esquemático, por estar el cuerpo, piernas y brazos hechos por solo líneas rectas y la cabeza señalada por un círculo o punto, Hay algunas líneas curvas ya muy poco visibles y dos representaciones en forma de vulva, únicas con respecto al resto de los sitios visitados. Sólo se distinguió una representación humana en color rojo y está hacia la parte sureste de la cueva, muy deteriorada por la exposición al sol, se ubica aparte del conjunto de diseños con pintura blanca. A pesar del deterioro de la pintura roja puede observarse que el diseño es similar a la mayoría de los de la región, ya descritos. El resto de las figuras son en color blanco y van de los 30 a los 65 centímetros de alto y de los 10 a los 40 centímetros de ancho (foto 7).

Foto 7. Las pinturas de figuras humanas en el panel principal de la Cueva de los Monos (CAQL).

Llegando a la comunidad o’ob (pima) de El Quipor, que se encuentra a siete kilómetros al oriente de Maycoba, si uno ve hacia el norte, junto al arroyo hay un cerro y sobre su ladera sureste se observa una cueva. Se trata del sitio arqueológico llamado Cueva El Quipor, tiene unos 10 metros de largo de noreste a suroeste y menos de 4 metros de ancho en dirección noroeste a sureste. Desde aquí se observa bien una buena parte del valle intermontano de El Quipor. Las pinturas son representaciones antropomorfas muy esquemáticas, en su mayoría, pero todas son en color rojo. La pintura de mayor tamaño es poco clara en su parte superior por el hollín que presenta la cueva, ya que ésta fue habitada en el pasado, pero se ven bien el tronco, la pierna y los dedos del pie izquierdo del personaje, pero en general su estado de conservación es malo.

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Un poco más de un kilómetro, por un arroyo ubicado al noroeste de la comunidad de El Quipor, se llega al paraje conocido como El Cajoncito, en la ladera del cerro, hay dos abrigos rocosos con pinturas rupestres, al sitio de le ha llamado El Cajoncito del Quipor. Este sitio constituido por dos abrigos rocosos, ubicados a media ladera tiene representaciones en color rojo, de un trazo sencillo que muestran diseños antropomorfos esquemáticos y representaciones geométricas. El abrigo superior tiene unos ocho metros de largo de suroeste a noreste y tres metros en su parte más profunda. Al este del abrigo hay un conjunto de pinturas geométricas como círculos con líneas intersectadas en su interior, cuadrados, rectángulos, líneas rectas, curvas y una figura compuesta de dos triángulos, uno sobre otro, con un par de líneas paralelas, dando la impresión de un “reloj de arena”, todas las pinturas de este conjunto son en color rojo y no hay sobreposición de elementos (foto 8).

Foto 8. En el abrigo superior del Cajoncito del Quipor predominan las formas geométricas (CAQL).

El abrigo inferior tiene unos 4 metros de largo de norte a sur y 2.5 metros en su parte más profunda, pero las pinturas están en dos conjuntos, el más alto tiene 2 metros de largo con pinturas geométricas, círculos con líneas cruzadas en el interior, uno de ellos en color negro, el resto de las pinturas son en color rojo. Este sitio no debió ser habitacional, al menos no permanente, ya que la pendiente es muy pronunciada, sin embargo, en este sitio si encontramos material cerámico disperso y la presencia de un mortero fijo en la roca. Estos dos sitios junto al poblado de El Quipor, tienen una ubicación especial, ya que la comunidad de El Quipor se encuentra en un pequeño valle, que seguramente estuvo habitado y fue aprovechado por las poblaciones prehispánicas, como en la actualidad por la población o´ob. Esto nos da pauta a pensar que la población que pintó esos diseños habitaba en este pequeño valle. Quienes a partir del arroyo se internaban hacia otras zonas de la sierra, utilizándolo como ruta intermontana. Justamente, las cuevas mencionadas se encuentran a la entrada de la sierra hacia el norte, donde el arroyo El Quipor se encajona y fluye en dirección norte sur. Es digno de señalar que de todos los

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arroyos importantes que se encajonan en esta sección de la sierra, El Quipor es uno de los que tienen una planicie más ancha en su fondo, que permite, aún en la actualidad la existencia de “magüechis” o porciones angostas de planicie aluvial utilizadas para la agricultura de temporal. Lo cual fue constatado durante nuestra caminata por este arroyo cuando nos dirigíamos hacia el sitio “Cueva Pinta del Pollo”. También observamos que a lo largo de este mismo trayecto hay más cuevas y abrigos rocosos, que si bien no tienen pinturas, son cuevas mortuorias o solamente sirven como refugio durante el trayecto por estos parajes. Para llegar a La Cueva Pinta del Pollo, hay que viajar desde la comunidad de El Quipor, por una brecha que sale hacia el norte, se continúa por unos tres kilómetros y medio, cruzando varias veces el arroyo El Quipor, hasta donde se deja el vehículo. En este punto hay que continuar a pie por una vereda que sube a los cerros que se encuentran al norte del arroyo. Después de una prolongada y empinada cuesta, que lleva más de 30 minutos subir, se llega a un paraje intermontano, donde el camino es más fácil y se continua por otros 30 minutos hasta llegar a al lugar que se conoce como El Pollo, de ahí se puede observar un abrigo rocoso hacia el noreste. En este abrigo rocoso de seis metros de largo de sureste a noroeste y dos metros de profundidad de suroeste a noreste, existen dos paneles con pinturas (foto 9). Hay más de 20 pinturas, las figuras antropomorfas son de cuerpo completo o parciales (manos), algunas son representaciones de animales cuadrúpedos, venados y cánidos, hay líneas rectas, curvas, onduladas continuas y otras figuras compuestas como zigzag y ángulos son poco visibles, ya que la luz del sol que directamente les llega, las ha deteriorado mucho. Todas las pinturas son en color rojo, algunas de más de 50 centímetros de alto y largo, pero en general son pequeñas. Hay un mortero fijo en la roca, hacia el extremo noroeste del abrigo rocoso.

Foto 9. Panorámica de la Cueva Pinta del Pollo (CAQL).

Uno de los diseños más grandes representados en este abrigo hecho con líneas onduladas a manera de contorno, a lo largo de cual se intersectan líneas perpendiculares pequeñas.

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La Cueva Pinta del Pollo, que tienen representaciones de animales, con cierta similitud con diseños del sitio de El Hierbanis, pero no con La Cueva de los Monos. Durante nuestros recorridos acompañados por los pimas, se nos ha comentado la existencia de varios sitios de los apaches ubicados en partes altas, como en el cerro de La Cebadilla o cercanos a cañones y fuentes de agua. La existencia de población apache en la región, es recordada a través de la tradición oral de los o’ob. Para visitar la Cueva Pinta de Arroyo Hondo (foto 10), se tiene que dedicar todo un día completo, ya que el rancho Arroyo Hondo se encuentra a unos 25 minutos de Maycoba, junto a la carretera que va a Chihuahua, se deja el vehículo, continuando a pie por espacio de más de tres horas, entre encinos y pinos, en plena sierra, siempre en dirección sur – sureste; hasta llegar a un pequeño vallecito intermontano, cruzarlo y del otro lado en la ladera de unos de los cerros hay dos cuevas. La cueva grande presenta restos de haber sido habitada y un poco más abajo está la cueva pinta.

Foto 10. Vista general de la Cueva Pinta de Arroyo Hondo.

Las pinturas son del tipo esquemático, hay antropomorfas de cuerpos completos, con los brazos extendidos, señalados los dedos de manos y pies, en color naranja, probablemente en un principio fueron rojos y con el paso del tiempo tomaron otra coloración. Una figura antropomorfa al centro del conjunto en color rojo, presenta cuernos como si fuera un gran tocado (foto 11), también están representadas algunas manos en color rojo. Existen unas cuantas figuras en color blanco. Hay representaciones de animales (venados) y líneas onduladas, pero la figura geométrica de mayor tamaño es un rectángulo con cuatro líneas curvas que van desde las esquinas hacia el interior de la figura, tiene pequeñas líneas paralelas en su lado izquierdo y la parte inferior en color rojo (foto 12). Destacan una serie de manos impresas al positivo y recuadros con líneas interiores intersectadas, diseño bastante común en toda la región, también hay líneas y formas hechas con series de puntos; todos estos diseños son hechos con pintura roja. También se ven figuras antropomorfas, en ocasiones sobrepuestas, de color negro. Son más de 25 pinturas, entre

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los 30 y 70 centímetros de alto y de los 15 a 40 centímetros de ancho.

Foto 11. Grupo de figuras antropomorfas en color rojo.

Foto 12. Figura geométrica de mayor tamaño del panel principal.

Desafortunadamente esta cueva también presenta vandalismo hecho en color negro con carbón, a pesar de su aparente aislamiento. Podemos decir que las figuras humanas representadas en esta cueva, son las de mayor tamaño de los sitios visitados hasta ahora. Esta cueva se ubica a lo largo de un arroyo con planicies propicias para la agricultura de temporal, muy cercanas a la cueva, en una parte más alta de la misma ladera se encuentra una cueva habitacional.

Consideraciones finales.

Las dos primeras regiones descritas en este trabajo, la primera que comprende las cuencas de los ríos San Pedro y Santa Cruz en la región norte de Sonora y actualmente frontera con el estado de Arizona, dan la impresión de estar más relacionadas con los grupos de las culturas agrícolas de la Pimería Alta ante de la llegada de los europeos e inclusive pueden estar relacionadas con los grupos de la tradición arqueológica de Trincheras. El segundo grupo de sitios, en la región de Hermosillo, consideramos son representaciones de grupos cazadores recolectores Conca’ac (seris) y estas pinturas formarías parte del mismo estilo que se esta estudiando en el sitio de La Pintada y los otros sitios de la Sierra Libre. En la región de la Pimería Baja, que comprende la parte central y este del estado de Sonora, en cuyo extremo serrano se encuentra Yécora, es la que menos se han recorrido y estudiado por parte de los arqueólogos, siendo un campo prácticamente virgen no solamente para el estudio de los grabados y pinturas rupestres, sino también para la investigación arqueológica de aquellos primeros pobladores. Lo que aquí se ha mencionado con respecto a los asentamientos arqueológicos de esta región de la sierra,

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es solamente una pequeña parte del rico patrimonio cultural de la comunidad o’ob (pima), que en el transcurrir de los tiempos se ha ido enriqueciendo día con día. El redescubrimiento de estos sitios sagrados por las nuevas generaciones de pimas, con apoyo de las personas mayores de las comunidades, a través de la transmisión oral del conocimiento de las leyendas y explicaciones de la existencia de estos lugares, que fueron habitados y pintados por sus antepasados

Referencias. Archivo de la Sección de Arqueología del Centro INAH Sonora. Ballereau, Dominique 1988 “El arte rupestre en Sonora: Petroglifos en Caborca”, Trace No.14, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, México, p. 5 - 72. Braniff C. Beatriz y César A. Quijada 1978 Catálogo de Sitios Arqueológicos de Sonora a Enero de1977, Noroeste de México No. 2. Centro Regional del Noroeste del I.N.A.H. Hermosillo, Sonora. México. Contreras Barragán, Blanca Eréndira 2007 Programa Institucional La Pintada, Mecanoescrito, Archivo Técnico del Centro INAH Sonora, Hermosillo, Sonora, México. García Moreno, Cristina 2008 Interaciones Southwest \Noroeste y Mesoamerica, Proyecto Arqueológico Sur de Sonora, Arizona State University, Tempe, Arizona, U.S.A. Hinojo Hinojo, Adriana. 2004 “De pinturas y grabados: hacia el conocimiento arqueológico de la zona pima (o’ob) en la Sierra Madre Occidental”, El mensaje de las rocas. Pinturas rupestres en la región pima, Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC),

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Proyecto Antropológico del Desierto, a cargo de Rafael Pérez Taylor, Hernán Salas y Alejandro Terrazas, Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM, Archivo de la Sección de Arqueología del Centro INAH Sonora.

Foto 1. Los Petroglifos Los Alisos (CAQL).

Foto 2. La figura antropomorfa en color negro, es la demayor tamaño en el panel 1 de la cueva (CAQL).

Foto 3. Vista general de la Cueva Gacha (CAQL).

Foto 4. La pintura principal en forma de coyote o cánido de El Hierbanis (CAQL). 

Foto 5. Acceso a la Cueva Pinta de Vallecitos (CAQL).

Foto 6. El panel de las pinturas principales en su interior (CAQL). 

Foto 7. Las pinturas de figuras humanas en el panel principal de la Cueva de los Monos (CAQL).

Foto 8. En el abrigo superior del Cajoncito del Quipor predominan las formas geométricas (CAQL).

Foto 9. Panorámica de la Cueva Pinta del Pollo (CAQL). 

Foto 10. Vista general de la Cueva Pinta de Arroyo Hondo.

Foto 11. Grupo de figuras antropomorfas en color rojo. 

Foto 12. Figura geométrica de mayor tamaño del panel principal.

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