Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista ‘Comunidad Ibérica’ (1963-1971)

Share Embed


Descripción

UNIVERSIDAD DE CÁDIZ

RESUMEN: Ramón J. Sender a lo largo de su vida colaboró en infinidad de revistas. En muchas de ellas mantuvo una relación puramente formal con sus directores y, en otras, como Comunidad Ibérica, participó asiduamente debido a la amistad que le unía con su director. Se trataba de Progreso Alfarache, gaditano exiliado en México, militante de la CNT, con el que sostuvo una gran amistad durante tres décadas. PALABRAS CLAVE: Ramón J. Sender, Progreso Alfarache, Comunidad Ibérica. ABSTRACT: Ramón J. Sender worked in a lot of magazines lifelong. In many of them he had a purely formal relationship with their directors. In other reviews, like Comunidad Ibérica, he participated with regularity because he was a great friend of his director. He was Progreso Alfarache, borned in Cádiz and exiled in Mexico, CNT militant, who Sender maintained a strong friendship over three decades. KEYWORDS: Ramón J. Sender, Progreso Alfarache, Comunidad Ibérica.

La amistad entre Ramón J. Sender y Progreso Alfarache surgió en 1929, cuando el narrador comenzó sus relaciones con la CNT, organización para la que colaboraría a través de la revista Solidaridad Obrera, tras unirse al grupo anarquista «Espartaco». 2 Esta relación se amplió con el paso del tiempo como veremos, pero para esbozarla necesitamos recordar la vida de Alfarache.

A la llegada de la dictadura de Primo de Rivera se exilió a Francia hasta 1928, año en el que retornó a sus actividades en Solidaridad Obrera y fue nombrado secretario de la Comisión Nacional de la CNT. Bajo este cargo participó en una conferencia que daría lugar al Pacto de San Sebastián, cuyo objetivo era derrocar a la monarquía. Entonces fue detenido y encarcelado en la prisión de Jerez, situación que no le impidió continuar con su carrera dentro de las publicaciones periódicas, iniciándose en la dirección de Acción y Mañana.

Nació hacia 1897 en Algeciras (Cádiz), donde pronto comenzó a trabajar como linotipista, oficio que le facilitó su traslado a Sevilla, ciudad en la que inició sus relaciones con la CNT al establecerse como delegado de la Unión de las Artes Gráficas. Posteriormente fue nombrado secretario de la Junta de Andalucía CNT y luego editor de la edición sevillana de Solidaridad Obrera, actividades que no abandonó en ningún momento, a pesar de sufrir varios encarcelamientos durante estos años.

1 2

Con la llegada de la Segunda República su participación dentro de la CNT fue mayor, mientras continuaba con su labor editora en Solidaridad Obrera y otras nuevas publicaciones como Cultura Libertaria (1931-1933) o Vida y Trabajo (1932-1933). Estas actividades le llevaron a ser miembro del Consejo de Economía de la Generalitat de Cataluña durante la Guerra Civil y a ser secretario de Horacio Prieto, durante su periodo como ministro.

El presente estudio parte como base de un trabajo realizado gracias a la concesión de dos Ayudas de Investigación del Instituto de Estudios Altoaragoneses entre 2009-2011. VIVED MAIRAL, Jesús, «La vida de Ramón J. Sender al hilo de su obra», Alazet. Revista de Filología, nº 4, 1992, p. 245.

75 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

LICENCIADA EN FILOLOGÍA HISPÁNICA

1939.

ANA MARTÍNEZ GARCÍA

DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista ‘Comunidad Ibérica’ (1963-1971)1

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

Al finalizar la guerra, como otros muchos españoles, se exilió en México, donde continuó trabajando dentro de la CNT mientras desarrolló de forma intermitente otras actividades, entre las que destacó la dirección de la oficina de Pesca, dentro del Ministerio de Agricultura del Gobierno de la República en el exilio de Giral.

pre era coincidente. Tal es el caso de una carta sin fechar, que suponemos de 1958, donde Alfarache explicaba qué era lo que según él se debía hacer tras esbozar la situación actual de las diferentes organizaciones del exilio y del interior, contraponiendo sus ideas a las vertidas por Sender, con cierto tono de desencanto, alimentado por el paso del tiempo, la falta de implicación y unidad por parte de muchos según él:5

Dentro de esta confederación, unas de sus acciones más destacadas durante su destierro se produjo tras su regreso en 1946. Fue representante en el exilio de la confederación, actividad que le llevó a ser encarcelado durante varios años en España; y dirigió la revista Comunidad Ibérica en México, después de ser liberado, hasta 1964, año en el que moriría tras una operación.3

«En este momento llega su carta, con el artículo para el periódico y una nota sobre el libro de Serer. Su trabajo es realmente importante, y aflora una serie de temas sobre los que en la intimidad muchos se pronuncian de una manera y otros los dejan en el desván. Uno de ellos, el que estima más de actualidad, es el de la unidad. Para que esto fuera posible sería preciso que quienes hubieran de aceptar la responsabilidad del trabajo resolvieran previamente algunas de las cuestiones que usted plantea. Por ejemplo: llevamos muchos años en el exilio defendiendo la necesidad de que cada organización reabsorba los grupos e individuos que por diferentes causas se les separaron, y que, en línea paralela, todas las organizaciones constituyan una organización superior, para las tareas de hoy y para crear y estabilizar una situación democrática que haga imposible durante mucho tiempo, al menos, nuevos pronunciamientos militares, nuevas dictaduras políticas con el apoyo de esos militares y de la Iglesia. ¿Qué hemos obtenido? Nada. Los nuestros, dirigidos por un puñado de sectarios y unos cuantos que sí saben lo que hacen, pero que lo que hacen es intolerable, se niegan a fusionar sus cuadros con nuestros núcleos, sabiendo los más inteligentes, como lo saben, que en ese mismo momento cambiaría todo el panorama. Los socialistas acaban de celebrar su Congreso. Han dejado las cosas como estaban. Los de derechas del interior los han tomado como vehículos, pensando en su probable fuerza internacional, para ponerse en relación con todos los grupos de exiliados de tipo democrático, y ellos por lo visto tratan de capitalizar los sacrificios de estos años realizados por el pueblo. Y no quieren compromisos de ninguna clase. ¿Cómo iban a tratar de realizar una fusión como la que usted propone? Los republicanos, a pesar de manifestarse contra los socialistas, sobre todo

Durante la azarosa vida del algecireño, la amistad que compartió con Ramón J. Sender giró siempre en torno a las inquietudes políticas que afines, aunque cada uno evolucionó hacia tendencias distintas. Este hecho lo corrobora la correspondencia conservada, de la década de 1950 y 1960, donde sus intereses políticos y la evolución de España eran sus grandes temas de interés. La CNT, desde su juventud, era el tema central de sus conversaciones: sus ediciones, revistas, actividades, actos, etc. Por esta razón, durante el destierro de ambos, Alfarache informaba a Sender con detalle de todo lo que hacía la CNT, tanto de México como de Francia, acerca de su trabajo por la reunificación de todas las agrupaciones de la confederación, sobre sus intenciones por unirse a las otras fuerzas políticas antifranquistas, incluso le enviaba actas de las reuniones de las que le hablaba.4 Dentro de esta información destacan las novedades acerca de su lucha a favor del retorno a España de la democracia, propiciadas por las relaciones que la CNT mantenía con otras organizaciones del exilio, así como las opiniones que se intercambiaban en relación a esta idea, muy repetida y discutida por ambos, ya que no siem-

3

4

5

RD, «Alfarache Arrabal, Progreso –Antonio Rodríguez–», 1936-1975 Dictionnaire des guerrilleros et resistants antifranquistes, (22/11/2011); Miguel Iñiguez, Esbozo de una enciclopedia histórica del Anarquismo Español, Fundación Anselmo Lorenzo, Madrid, 2001, pp.29-30; María Teresa Martínez de Sas, Diccionari biogràfic del moviment obrer als països catalans, L'Abadia de Montserrat, 2000, p. 69. Instituto de Estudios Altoaragoneses-Centro de Estudios Senderianos (En adelante CES). Correspondencia cruzada entre Ramón J. Sender-Progreso Alfarache. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001 (En adelante RJS-PA). C00675, C-00730, C-00776. CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00306-1-2.

76 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

Entre tanta cuestión política, los temas personales de vez en cuando veían la luz en sus cartas. Un buen ejemplo es una carta sin fechar, de 1959 probablemente, donde comentaban datos sobre amigos comunes, porque en ocasiones les dedicaban sus artículos a compañeros desaparecidos, como en el caso del texto escrito en memoria de Juan Peiró por Sender, del que Alfarache ofreció una serie de nuevos datos sobre el lugar de su muerte para que el escrito fuera lo más fiel posible a lo sucedido.8

La CNT y sus actividades fueron siempre de gran interés para ambos, razón por la que las colaboraciones del oscense en las revistas que dirigía el gaditano fueron siempre un tema permanente. Así vemos las diferentes cartas que envió Alfarache con motivo de la traducción de un libro de Kropotkin que hizo Sender, impreso en su servicio de publicaciones; las múltiples solicitudes del algecireño de colaboraciones para la revista Solidaridad Obrera, en la que participaba el novelista con asiduidad y recibía con puntualidad; etc.6

Pero, dejando a un lado profesional y lo político, también surgían comentarios propios de dos viejos amigos. Por ello, en sus misivas comentaban las visitas a México del escritor, siempre más cortas de lo que deseaban;9 se comentaba de forma discreta cómo era la evolución de la salud de gaditano, sin mucha queja e insistencia como era propio de él, casi siempre como motivo de disculpa por el retraso en su correspondencia;10 se recordaban los días madrileños de los años 30 en los que se conocieron, ideas que se mezclan melancólicas con sus

Las ediciones, por ser uno linotipista y otro escritor, eran siempre un tema recurrente que en ocasiones traspasaba las fronteras de las labores 6

CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00306-1-2, C-00675, C-00730, C-00831. 7 CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00683, C-00708-1-2, C-00730. 8 CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00707. 9 CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00708, C-00730, C-00776. 10 CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00708.

77 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

«En cuanto a la revista que piensa publicar Miró, he hablado con él sobre el título y le he sugerido que sea el de ‘Joven España’; a él le agrada y espero que lo proponga a las personas que van a contribuir a su edición, si no se presenta ningún obstáculo. Creo que Alba va a estar aquí unas horas y hablarán de ello. De cuanto sepa le tendré al corriente, aunque ya Miró le irá diciendo. Respecto a la dirección no me encuentro capacitado para ella. Independientemente de otras consideraciones, Arana podría hacerlo. Pero quien estaría estupendamente situado psicológica y culturalmente para esta tarea, es usted. [...]»

1939.

propias de ambos. Esto se debía a que en ocasiones sus relaciones se convertían en actividades de apoyo para nuevas empresas de amigos. Este fue el caso de la revista no nata Joven España propuesta por Fidel Miró, compañero en la revista Comunidad Ibérica, de la que Sender iba a formar parte desde sus inicios, como muestra esta invitación a participar en su proyecto, en la que Alfarache disimuladamente lo elogiaba para que desempeñase el cargo de director:7

DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

en el terreno privado, se encuentran aprisionados en las axilas de partido socialistas, sin cuya ayuda, a pesar de todo lo que digan, no se consideran capacitados para moverse ni estar en ninguna parte, excepto en los ‘talleres’ de la masonería. No creo, por tanto, en posible realización de sus ideas, que algunos compañeros han expuesto también apoyándose en razones similares a las suyas. ¿Qué hacer, pues? Fortalecer nuestra organización en el interior, donde está el pueblo. Es allí donde estamos en la actualidad aplicando nuestra energía. Rehacer verdaderamente la CNT a riesgo de quedarnos en la estacada. Ligar hombres y grupos, desarrollar una acción popular que cree la mística de que son capaces de todo. Intensificar la solidaridad con los caídos. Señalar en cada acto, con perfecta claridad, los fines que se persiguen y tratar de que en la lucha común se cree el clima de confianza preciso para afrontar con cierta confianza el porvenir de la libertad que deseamos para España y para el mundo. Es posible que la desconfianza en la orientanción de los que en el exilio se creen el ombligo del universo nos obligue a echar la totalidad de nuestra fuerza en cada acción, a fin de conmover la conciencia española soterrada por las brutalidades del poder. Pero los actos, y esto está en el fondo de nuestro pensamiento, no agotarán las reservas. Millares de hombres se encuentran ‘durmientes’ en espera de momentos propicios. Pero mi opinión particular es la de que ya hemos descansado bastante. Sólo lamento que los años mejores se han ido ya –y como se va el tiempo ahora–; pero nunca es tarde...»

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

ganas de regresar y de ver un cambio en España, como vemos en estas líneas finales de una de sus cartas:11 «[...] Me recuerda usted el día que nos presentaron en un café de Madrid, cuando el congreso de 1931. Y otro día que llegué a la redacción de SOLI cuando Carbó estaba tomando al teléfono su crónica desde Madrid. Qué días aquellos, qué maravillosas expresiones de fe. Pues hay que reproducirlo. O deben hacerlo los que vienen, si no llega el tiempo para el retorno.»

Y es que el tema del retorno estaba presente en cada uno de los escritos de los desterrados, razón por la que se hacía imprescindible en sus cartas, donde el deseo de volver, de cambio... teñía cada una de ellas. Estas ideas podemos verlas desde una perspectiva política, con sus ansias de unión entre los diferentes grupos políticos en el exilio, apoyando su lucha por el retorno a España de los desterrados, de la democracia, etc.12 Buen ejemplo de ello son las siguientes palabras esperanzadas escritas en 1959, en las que Alfarache mostraba que creía en un cercano retorno que no vivió:

Comunidad Ibérica, nº 44-45.

que partía de la concepción del iberismo como identidad.14 En sus inicios, su director fue Progreso Alfarache, su editor el catalán Fidel Miró y el administrador el filósofo argentino Francisco Romero. Tras la muerte de su director en 1964, se reestructuró el equipo redactor y Fidel Miró pasó a defender la dirección de la revista. En aquel momento se estableció como administrador Francisco Romero y dentro de la redacción Jerónimo García, Adolfo Hernández, Antonio Villanueva y José Moreno Barrancos. A partir de 1969 aproximadamente, Feliciano Subero pasó a ser su administrador y Romero se trasladó a la redacción.

«Esto hace suponer, amigo Sender, que la cosa puede llegar a ser lo que todos estamos esperando hace muchos años. Casi siempre se llega, si no tarde, con mucho retraso, cuando los que han de actuar tienen que hacerlo por imposición de condiciones extremas que pudieron ser previstas. Pero... qué le vamos a hacer.»13

Respecto a la revista Comunidad Ibérica, la hemos escogido aquí como recuerdo del último proyecto que lideró Progreso Alfarache, aún con fuerzas con más de sesenta años de edad y poco tiempo después de haber estado preso en las cárceles franquistas. En ella, por última vez, ambos formaron parte desde sus inicios y, como veremos, la amistad entre ambos jugó un importante papel en una de las colaboraciones de Sender.

El objetivo de la revista, como se indicaba en el editorial de su primer número,15 era alcanzar la unión que durante la Guerra Civil dividió a los españoles y a los diferentes bandos que defendieron la permanencia de la Segunda República. Con ella intentaban establecer mayores relaciones entre los exiliados y un diálogo con el exilio

Esta publicación nació como trasunto del Congreso de la Comunidad de Naciones en México, 11 12 13 14

CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00306-1-2. CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00678. CES. Correspondencia cruzada entre RJS-PA. Donación de Ramón Sender Barayón, 2001. C-00708. Para conocer más sobre el tema, consúltese: Jorge de Hoyos Puente, «Pensando en Iberia: los debates en torno a la unificación hispano-portuguesa en el exilio republicano en México», Les Cahiers de Framespa, nº 5 de 2010. (1/10/2010) 15 Reproducido en: Francisco Caudet, El exilio republicano en México. Las revistas literarias (1939-1971), Madrid, Fundación Banco Exterior, 1992, pp. 381-382.

78 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

El fin de la publicación llegó en 1971, tras casi una década de lucha, de la que decían estar orgullosos por no haber dejado nunca su empeño, por no cambiar o desviar sus ideas e intenciones con el paso del tiempo.17 Respecto a la participación de Sender en la revista, fue motivada gracias a la amistad que le unía con su equipo redactor y, en especial, con Alfarache. A ella aportó un número importante de textos, centrados tanto en la literatura y política española, como en otros temas de candente actualidad en Europa y Estados Unidos. Este es el caso de los artículos «El error soviético»,18 «Martirologio de las letras rusas. El peligro de tener talento»,19 «Martirologio sobre las letras rusas»,20 o «Más testimonios rusos”,21 donde nos dejó su opinión sobre la situación de los escritores rusos tras el final de la guerra, sobre su internamiento en campos de trabajo, etc.

Tenían un corresponsal en Europa, M. Fabra, quien continuó en el puesto tras la llegada de Miró a la dirección. Con él debían contactar quienes desearan obtener la revista, puesto que su distribución directa era sólo con América. El precio de venta y la suscripción, junto a la dirección postal de Fabra, se indicaban junto al consejo redactor en la contraportada de la revista. Apenas varió durante sus años de vida. Apareció con un precio por ejemplar de 4 pesos en México, 0.35 $ americanos en otros países y 1.70 N. F. en Europa. El coste de la suscripción en México era de 24 pesos, en otros países 2 $ USA y en Europa 10 N.F.

La situación estadounidense quedó reflejada a través de «Los escritores frente a Vietnam»,22 texto que nos aproximaba a la guerra que se sucedía en aquel momento, donde resaltaba la libertad de los americanos para expresar su opinión sobre las actuaciones del gobierno por parte de los escritores, algo impensable en la España de Franco.

A partir de 1965 aproximadamente su precio de venta ascendió sólo en México, costando ahora la suscripción anual 25 pesos y el ejemplar 5 pesos.

Y es que España siempre fue uno de los motivos esenciales de su obra, de sus ensayos... de todo su mundo literario. Por ello aportó una ampliación del artículo «Comentarios de libros. Más libros sobre la guerra civil española»,23 publicado en otra revista con anterioridad, en España libre; «Entre los mitos literarios»,24 recordando al personaje literario que para él representaba la esencia de lo español, a Don Quijote de la Man-

Su tirada era durante los primeros cuatro números de 1.000 ejemplares y ascendió a 1.400 a partir del quinto. De ellos decían en «Nuevo consejo de Redacción», 16 que 300 ejemplares iban destinados a su difusión en España, de los

16 nº 9, marzo-abril de 1964. Vid.: Francisco Caudet, El exilio republicano en México. Las revistas literarias (1939-1971), op. cit., p. 394. 17 «Meditación del amigo ausente», nº 49-50, noviembre-diciembre de 1970/enero-febrero de 1971. Vid.: Francisco Caudet, El exilio republicano en México. Las revistas literarias (1939-1971), op. cit., pp. 395-396. 18 nº 36-37, septiembre-diciembre de 1968, pp. 8-11. 19 nº 21, marzo-abril de 1966, p. 5-10. 20 nº 39-40, marzo-junio de 1969, pp. 13-17. 21 nº 47-48, julio-agosto-septiembre-octubre, de 1970, pp. 31-32. 22 nº 33, marzo-abril de 1968, pp. 20-22. 23 nº 6, septiembre-octubre de 1963, pp. 57-60. 24 nº 22-23, mayo-agosto de 1966, pp. 21-26.

79 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

Su domicilio social fue el mismo durante años, en la Calle Independencia 67-601 de México D. F., al igual que su periodicidad, de carácter bimensual, que tuvo irregularidades como muchas otras revistas del exilio. Esto le llevó editar números especiales agrupando tiradas atrasadas, problemas que les llevaba a cambiar de imprenta constantemente. Cuando vieron la luz sus primeras páginas, era editada por Impresiones Modernas S. A. y, a partir de 1965 aproximadamente, este trabajo pasó a desempeñarlo la Imprenta Ruíz Bolívar. En sus últimos años, los números postreros fueron impresos por los talleres Gráficos Olimpo.

1939.

cuales muchos no llegaban a su destino. Por esta razón, el texto apelaba a los lectores para que colaboraran con la revista consiguiendo suscripciones, donativos, etc.

DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

interior. Además, debido a su carácter político, deseaban difundir la ideología libertaria.

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

cha; a uno de los pintores más insignes del arte español y su obra en «El Greco y el ‘desnacer’»;25 y a uno de los escritores a quien conoció y admiró en «Acordémonos de Valle Inclán».26

co y, como él juzgaba, casi místico. Fue un artículo muy elogiado por otro amigo exiliado, Joaquín Maurín, noticia que recogió de gran agrado ya que conocía el poco interés de su amigo por estos temas.34

Como hemos visto, la política fue uno de los temas que más trató a lo largo de sus colaboraciones. Sobre ella y acerca de la problemática que surge con las «etiquetas» políticas, escribió en «Falta de exactitud»,27 donde se quejaba de la tendencia al encasillamiento político y de los errores que existían en él. Para ello nos habló de varias figuras, entre las que se encontraba el escritor español Unamuno. En «El instinto de la libertad»,28 recuperó el concepto de libertad divagando acerca de las posturas políticas en la actualidad y lo que se publicaba acerca de ellas. Y es que estaba muy descontento con los distintos partidos que se establecían en el exilio, con los que dividieron el bando no faccioso durante la guerra... y por ello, en la misma línea, también aportó «Falacia de los partidos políticos»29 y «Más sobre lo mismo».30

También aportó textos basados en otras materias que no se correspondían con las que esencialmente solía trabajar. Es el caso del ensayo sobre Chaplin,35 figura celebrada por sus maravillosas sátiras cinematográficas, de quien analizó su posición política, cercana al socialismo, pero sin caer de lleno en él y sin dejar que le identificaran por una u otra postura, sino sólo por su obra. O el de «Sobre el nacimiento del diablo»,36 «El Ave Fénix, Tánit y las Vírgenes Ibéricas»37 y «Sobre los orígenes de la cruz»,38 en los que demuestra sus conocimientos sobre la historia de las religiones, rescatando símbolos, encontrando similitudes, analizando su devenir a través de la historia, etc. Y también su «Fragmentos de un mensaje enviado por el escritor Ramón J. Sender con motivo de la lectura de los poemas de Rosa Elvira Álvarez»,39 donde elogió los versos de la obra de esta poetisa hispanoamericana.

Sobre los diferentes sistemas de gobierno, concretamente sobre el federalismo y su defensa como modelo para establecer en España escribió en «Dos palabras sobre cien problemas»31 y «Sobre Federalismo»32, temas que amplió más tarde en otros artículos publicado en la revista CNT, también dirigida por su amigo Progreso Alfarache.33

No faltaron en sus colaboraciones en Comunidad Ibérica las aportaciones de creación literaria, gracias a que ofreció un fragmento de su novela «Carolux Rex (Informe confidencial)»,40 de la que anunciaba un «continuará» –que suponemos en la revista– y finalmente no llegó. O comentarios centrados en libros de reciente aparición, como es el caso de los diarios de Ernesto Guevara y sus diferentes versiones, que criticó en «Sobre la muerte de Che Guevara».41

La religión solía ser uno de los temas esenciales en cada una de sus aportaciones, por ello no pudo faltar un ensayo centrado en él a lo largo de las páginas de Comunidad Ibérica, donde publicó «Notas sobre lo real absoluto». En él nos aproximó a la religión con un tono filosófi-

25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41

nº 24, septiembre-octubre de 1966, pp. 61-62. octubre de 1963, pp. 57-60. nº 18, septiembre-octubre de 1965, pp. 43-44. nº 44-45, enero, febrero, marzo, abril de 1971, pp. 9-10. nº 12, septiembre-octubre de 1964, pp. 16-20. nº 19, noviembre-diciembre de 1965, pp. 11-14. nº 27, marzo-abril de 1967, pp. 5-6. nº 10, mayo-junio de 1964, pp. 5-12. VIVED MAIRAL, Jesús, Ramón J. Sender. Biografía, Páginas de Espuma, Madrid, 2002, pp. 517, 534. Ibid, p.552. nº 14, enero-febrero de 1964, pp. 22-26. nº 5, julio-agosto de 1963, pp. 12-15. nº 4, mayo-junio de 1963, pp. 25-30. nº 2, enero-febrero de 1963, pp. 13-16. nº 41, julio-agosto de 1969, pp. 19-20. nº 3, marzo-abril de 1963, pp. 61-64. nº 32, enero-febrero de 1968, pp. 32-33.

80 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

(1902-1982)

Como en otras publicaciones, su vida y obra fueron motivo de la escritura de otros textos publicados en la revista, tales como «En la vida de I. Morel»42, de Guillermo Díaz-Plaja, escrito bajo el pseudónimo ABC; «Cuando se cumple un ciclo» de Joan Masoliver; «El ingenioso novelista Ramón J. Sender», firmado por Josefa Rivas;43 y «Un novelista universal Ramón J. Sender»44 de Jaime R. Magriñá.

Entre tanta colaboración no faltaron los homenajes, entre los que encontramos «En recuerdo a Upton Sinclair», y otro del que hablaremos un poco más adelante.46 Recapitulando, sobre la amistad entre Sender y Alfarache, como hemos visto a través de sus cartas, estas dos figuras, una famosa por sus escritos y otra abocada a vivir en la sombra por el tipo de labor que desempeñaba, fue de gran importancia en sus vidas y en especial para el desarrollo de Comunidad Ibérica, pues la firma del novelista era una de las más reclamada de sus índices.

Correspondencia cruzada entre Ramón J. Sender-Joaquín Maurin. Fondo ALA. Donación Francisco Caudet. Hoover Institution. ALA3-335.

eran personas muy implicadas en sus trabajos y aficiones, que por una razón u otra no tenían un gran contacto con la familia y que, dejaban a un lado lo personal, que en muchos casos es protocolario, para ir realmente a lo que les importaba. A pesar de ello, se conservan cartas enviadas a terceros, en las que el novelista elogió la labor de Alfarache y los cenetistas, como la fechada el 15 de noviembre de 1960, donde resaltaba la útil y desinteresada labor que llevaban a cabo.47

Su duradera amistad giraba en torno a sus inquietudes políticas, que compartieron durante su juventud, durante los años que coincidieron en México y, más tarde, cuando Sender se trasladó a Estados Unidos. La correspondencia, a pesar de los años, no cesaba en ningún momento, aunque hayamos perdido una cuantiosa parte, hecho que deducimos al comprobar la gran cantidad de textos que el novelista aportó a las revistas y ediciones en las que Alfarache trabajó.

Lo que sí podemos leer en sus cartas son múltiples pensamientos que nos ayudan a dibujar las ideas que ambos tenían respecto a España y al fin del exilio, así como las ganas de permanecer en pie de guerra, luchando para el retorno, a edades sexagenarias. Porque esto era lo que les ligaba, su lugar común, y por ello, el tema que más se reiteraba en sus misivas.

En sus misivas faltan detalles familiares, íntimos y personales, hecho que no se debe a su falta de intimidad para tratar estas cuestiones. Ambos 42 43 44 45 46 47

ABC, «En la vida de I. Morel», nº47-48, julio-agosto-septiembre-octubre de 1970, pp. 57-58. nº 38, enero-febrero de 1969, pp. 23-30. nº 32, enero-febrero de 1968, p. 46. noviembre-diciembre de 1967, pp. 30-32. nº 38, enero-febrero de 1969, pp. 31-32. CES. Correspondencia cruzada entre RJS-Joaquín Maurin. Fondo ALA. Donación Francisco Caudet. Hoover Institution. ALA3-335.

81 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

1939.

El diálogo con otros colaboradores dentro de las revistas apareció en diversas ocasiones a lo largo de su vida, puesto que los temas que trataba, por su polemicismo y actualidad, muchas veces eran motivo de discusión. Esto sucedió con «Réplica a los arguyentes»,45 donde explicó que en sus textos sólo dejaba su opinión, y que en su palabra no residía la verdad absoluta.

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

A través de estas cartas, respecto a Sender, observamos también un hecho relevante en su biografía. Tras abandonar las relaciones con el partido comunista se dedicó a sus labores como novelista y articulista, pero gracias a esta correspondencia vemos la importancia que para él tenían todas las cuestiones políticas. Percibimos cómo siguió manteniendo con una de las organizaciones que conoció en su juventud y que incluso a través de ésta colaboró con donativos en sus empresas para ayudar a recién excarcelados, mutilados de la guerra, etc.

Era Alfarache uno de esos compañeros que viven más en lo esencial que en lo material, más en la idea que en la esclavitud de la «praxis» y para quien no había necesidad mayor en la vida que la de mantener encendida la antorcha de la Confederación Nacional de Trabajo. La CNT era su madre, era su pasado y su futuro. Era su realidad de cada instante; es decir que la CNT polarizaba toda su vida intelectual y afectiva. La mejor gloria de Alfarache se dice pronto, pero se tarda en entenderla en toda su vasta hondura y significación. Nuestro compañero era sencillamente el hombre que no había claudicado. Se dice pronto, repito, pero la mayor parte de los hombres claudican. No se trata de claudicaciones ante el enemigo. Es relativamente fácil mantenerse enhiesto frente a nuestros contrarios. Mantenerse erguido incluso delante del pelotón de los fusilamientos. Más difícil es evitar la claudicación dentro de la propia conciencia.

Respecto a la revista Comunidad Ibérica, el último proyecto en el que trabajó Alfarache, su buen amigo Sender colaboró en infinidad de ocasiones, con textos literarios, críticos y políticos, dejando ver una faceta más personal. Mostraba su vertiente más polifacética, se introducía en diferentes polémicas, como pocas veces hizo, porque el equipo redactor de la revista le ofrecía total libertad en su escritura.

Mantenerse leal a sí mismo. ¿A qué imagen ideal de sí mismo? A esa que todos hemos tenido alguna vez. A ese yo que éramos a los doce años y que se alzaba sobre la vida (desde el nivel nada menos de la vida misma) sin ceder ni aceptar pérdidas, sin someterse a la costumbre del desgaste sin renunciar en un ápice a los sueños más nobles del ser. A ese que fuimos y que deberíamos seguir siendo.

Y, siguiendo el hilo de los homenajes aparecidos en Comunidad Ibérica, no podemos olvidar el artículo que Ramón Sender dedicó al coprotagonista de este texto, Progreso Alfarache, escrito con motivo de su muerte bajo el título «Al compañero Alfarache en su muerte», donde de forma emotiva realizó un cariñoso retrato del gaditano que reproducimos para terminar este trabajo, ya que es el mejor testimonio que tenemos de la amistad que hubo entre ambos:48

Ha habido personas que al advertir la crueldad de la vida, la amenaza constante de la lima de las horas que se prepara a biselarnos y a acomodarnos a la mentira común (religiosa, social, estética, moral) prefirieron volarse la cabeza. Otros se dispusieron valientemente a la defensa y salvaron su noble humanidad incólume hasta el fin. Los más, se sometieron. Progreso era de los pocos que se salvaron y puedo decir sin concesiones sentimentales de amistad que fue el mejor amigo entre los que yo he conocido. Sabemos hace mucho tiempo –y todo el que ha alcanzado madurez lo sabe o al menos lo recela– que la nobleza, la pureza, la hombría de bien con que nace la conciencia de los hombres va a ser mancillada por la innoble bestia del existir mismo. Pero algunos supieron domesticarla, a la bestia, dentro de sí. Y la primera condición para llagar a eso es resistir a la idea excesiva de sí mismo y suprimir los resentimientos y los odios.

Pocos días antes de su muerte, Progreso Alfarache me escribió hablándome de todo menos de su enfermedad y del peligro en que su vida estaba. Como siempre dedicaba Alfarache la mayor parte de la carta a dar noticias generales e impersonales: lo que sucedía en Francia, en España, en Latinoamérica si eran cosas relacionadas directa o indirectamente con nuestro movimiento. Alfarache me hablaba también de Comunidad Ibérica. Decía con legítima satisfacción como era buscada la revista en nuestros medios, cómo se distribuían los envíos en los diferentes sectores de la emigración y en los diferentes países a donde la revista llega regularmente. Hablaba de nuevas colaboraciones y comentaba la impresión que habían hecho tales o cuales artículos míos o de los otros colegas.

A Progreso Alfarache no le oí hablar nunca mal de nadie sino de un modo impersonal, es decir, con razones y argumentos sociales y políticos. Era hombre sin rencores. Pero no era ni fue nunca acomodaticio. Precisamente ahí estaba como

De su enfermedad ni una palabra. 48 nº 11, julio-agosto de 1964, pp. 41-43.

82 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

(1902-1982)

he dicho su rasgo más valioso. Hay personas que prosperan, hacen y viven porque son como los perros que todo lo lamen. Siguen al que puede dar algo y recogen lo que cae o lo que les arrojan tal vez «si han sido buenos». En el camino por el que trotan los perros buscando su hueso sólo hay dos posibilidades: se acepta y se vive o se niega y se muere. Pues bien, nuestro amigo anduvo ese camino y no renunció nunca a la verdad ni a la belleza de esa verdad. La verdad es la política. El anarquismo es la belleza de esa verdad.

En el plano de lo individual, la mejor virtud de Alfarache era –repito– la generosidad. ¡Ah, si supiéramos todos conducirnos a la manera virtuosamente impersonal que se conducía Alfarache! No sólo no le oí nunca una opinión rencorosa contra nadie dentro de nuestros medios sino que cuando otros le atacaban a él –no siempre noblemente– él decía: «la gente está envenenada por los mismos venenos de la burguesía y a veces no es su culpa. En todo caso no hay que responderles con mala sangre porque entre esos compañeros ocasionalmente equivocados hay individualidades admirables que merecen consideración y respeto».

Ramón J. Sender, «Al compañero Alfarache en su muerte», Comunidad Ibérica, nº 11, julio-agosto de 1964, p. 41.

que llegan a la orilla. Se rehabilitan y toman de nuevo la actitud de la hombría no contaminada, que es el más difícil heroísmo. Pero Progreso no naufragó nunca. No era de los que encuentran disculpas para la propia flaqueza ni para el compromiso con la comodidad. Por eso Alfarache era joven y dio siempre la impresión de la juventud. Sigue siendo joven, aun después de la muerte. Porque desgraciadamente para la inmensa mayoría de los seres vivos crecer es contaminarse. Madurar es pervertirse. Progreso Alfarache no se contaminó ni se pervirtió.

Es que no había renunciado al sentido ideal de las cosas, ese sentido en el cual se enraizaba la fe nuestra juvenil y del que brotaba nuestra capacidad para el entusiasmo desinteresado. No había querido bajar la cabeza ni entrar en la caterva peruana de los que vegetan sin objetivo. Era Progreso Alfarache fiel al sentido de la justicia con el que entró en la vida. No quiso descontar ni un adarme a favor de una adaptación a las cosas que habría sido una prevaricación y una confesión, por lo tanto, de derrota.

Alfarache, Anarquista libre de sectarismos –ser sectario es también envejecer y anquilosare en el alma– seguirá en nuestra memoria como un ejemplo que imitar. Sin alardes, sin engallamientos, sin voces innecesarias. Y como decía antes sin pausa y sin prisa. No era volcán de mucho fuego y poca duración. Caminaba Alfarache con vista serena, paso prudente, buena intención y una secreta fuerza de determinación que aunque se halle frecuentemente en nuestros medios, no deja de sorprendernos cuando la vemos mantenerse en el mismo nivel inalterado y en el mismo grado de intensidad durante cuarenta años. Por-

Era Alfarache uno de esos hombres en quienes el bien no caduca y la nave de la vida –de la propia vida limpia que le dieron un día– no naufraga. Hay náufragos que flotan, es verdad, aun-

83 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

1939.

Ni la degradación de los días ni el tedio del vivir, que muerden en la integridad de muchos hombres, aun entre los mejores; le afectaron a él. Con su paso propio, sin pausa y sin prisa, anduvo su camino, que era también el nuestro. Cada vez que lo encontrábamos nos hablaba como si reanudara aquellas conversaciones iniciadas en 1929, en 1931, durante las conspiraciones contra la dictadura o durante la gloriosa resurrección de los primeros meses de la república. Y era la misma voz, el mismo acento y también la misma manera de razonar –sostenida, eficaz, llena de sutiles matices– sobre los mismos problemas. Porque todos los problemas de los anarquistas de entonces eran como son hoy la unidad y la eficacia.

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

que Alfarache no defraudó a nadie, no sorprendió a nadie, no hirió a nadie a lo largo de toda su vida. Su conversación a media voz y su sostenida fe hicieron mucho bien entre nosotros. Por la parte que a mí me toca debo decir que le estaré siempre agradecido porque su amistad nos ennoblecía y a su lado nos sentíamos todos un poco mejores. Excepcional don y rara y envidiable virtud.

Por estas cualidades Progreso Alfarache fue un hombre proyectado siempre hacia un futuro indiscernible como abstracción, pero previsible a través de algunas conductas y conciencias que no renunciaron a los tesoros con los que entraron en una vida injusta y difícil. Descansa en paz, compañero y amigo. Y si puedes aún pensar desde ese otro lado del misterio inaccesible, piensa en nosotros según nos merezcamos.

CAUDET, Francisco: El exilio republicano en México. Las revistas literarias (1939-1971), Madrid, Fundación Banco Exterior, 1992. HOYOS PUENTE, Jorge: «Pensando en Iberia: los debates en torno a la unificación hispano-portuguesa en el exilio republicano en México», Les Cahiers de Framespa, nº 5 de 2010. (1/10/2011) BIBLIO- IÑIGUEZ, Miguel: Esbozo de una enciclopedia histórica del Anarquismo Español, Fundación Anselmo LorenGRAFÍA zo, Madrid, 2001. MARTÍNEZ DE SAS, María Teresa: Diccionari biogràfic del moviment obrer als països catalans, L'Abadia de Montserrat, 2000. RD, «Alfarache Arrabal, Progreso–Antonio Rodríguez», 1936-1975 Dictionnaire des guerrilleros et resistants antifranquistes, (22/11/2011) VIVED MAIRAL, Jesús, «La vida de Ramón J. Sender al hilo de su obra», Alazet. Revista de Filología, nº 4, 1992, pp. 231-270. — Ramón J. Sender. Biografía, Páginas de Espuma, Madrid, 2002.

ANEXO. Epistolario Ramón J. Sender – Progreso Alfarache

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón Sender. México, [1958]. C-00306-1-2

84 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 22 de Febrero de 1959. C-00675

85 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 2 de Marzo de 1959. C-00678

86 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

(1902-1982) HOMENAJE A RAMÓN J . SENDER

1939. DOSSIER : EXILIO REPUBLICANO DE

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 28 de Marzo de 1959. C-00683

87 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México [1959]. C-00707.

88 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 3 de Septiembre de 1959. C-00708-1-2

89 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 20 de Febrero de 1960. C-00730

90 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 2 de Noviembre de 1960. C-00776

91 Ramón J. Sender, Progreso Alfarache y su amistad a través de la revista Comunidad Ibérica (1963-1971), Ana Martínez García

Carta enviada por Progreso Alfarache a Ramón J. Sender. México, 1 de Mayo de 1961. C-00831

92 Ubi Sunt? Nº 27, 2012, pp. 75-92, ISSN 1139-4250

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.