Rafael Coronel y el Arte de desenmascarar la fe

July 27, 2017 | Autor: J. Flores Esquivel | Categoría: Art, Visual Arts, Simbología Religiosa
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Descripción

INSTITUTO CULTURAL DE AGUASCALIENTES

UNIVERSIDAD DE LAS ARTES

MAESTRÍA EN ARTE CONTEMPORÁNEO

ARTE LATINOAMERICANO DEL SIGLO XX Y XXI

MTRO. CARLOS HERNÁNDEZ MARMOLEJO

- RAFAEL CORONEL Y EL ARTE DE DESENMASCARAR LA FE -

LIC. JESÚS EMMANUEL FLORES ESQUIVEL

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RAFAEL CORONEL Y EL ARTE DE DESENMASCARAR LA FE Y miren lo que son las cosas porque, para que nos vieran, nos tapamos el rostro; para que nos nombraran, nos negamos el nombre; apostamos el presente para tener futuro; y para vivir morimos. SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS

Probablemente quienes lean el presente escrito conozcan uno de los cuadros más famosos y enigmáticos de la historia como lo es Las Meninas de Velázquez; en dicha pintura es posible identificar muchos aspectos de estudio, el presente escrito no busca dar una lectura en específico de la obra, sino identificar un pequeño detalle de la misma. En Las Meninas aparecen los integrantes de la Familia Real así como el propio artista; en dicha obra, Velázquez se representa en acción, quizá dando la última pincelada o a punto de iniciarla1 portando sobre su pecho la Cruz de la Orden de Santiago; santo patrono de España, dicha orden fue fundada con el objetivo de salvaguardar la fe de dicho país y posteriormente se convirtió en un título nobiliario. Santo Santiago2 fue declarado protector de España debido a que según se afirma, durante la invasión musulmana a dicho país, Santiago se aparece junto a los ejércitos hispanos para luchar juntos y defender su fe, saliendo victoriosos de la pelea se consagra a Santo Santiago la protección del país ibérico; a Santiago se le representa montado en un caballo (regularmente de color blanco) y vestido a la usanza hispana y con una cruz en el pecho, dicha insignia en forma de flor de lis y con punta en la parte inferior simulando una espada.

A su llegada a la Nueva España, los conquistadores traen consigo uno de los elementos más importantes para que se lograra el dominio de los pueblos, la fe; los misioneros traían consigo las tradiciones más arraigadas de España, entre ellas, la devoción a su santo patrono, Santo Santiago. Es así que el culto a dicho apóstol se extiende por el 1 2

Foucault, Michel, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, Argentina, 1968. Uno de los doce apóstoles, hermano de Juan.

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territorio ahora llamado México y se arraiga la fe, las tradiciones, las danzas y representaciones de la lucha entre los moros y los cristianos, para la cual es comúnmente utilizado un elemento que permite diferenciar a musulmanes (en su mayoría de piel oscura) de católicos (de piel blanca), quienes representan dicha batalla utilizan máscaras.

De acuerdo a la Real Academia Española de la Lengua, el término máscara refiere a las figuras que representan un rostro ya sea de seres humanos, animales o imaginarios con las que es posible cubrirse la cara para no ser reconocido; en nuestro país es por demás utilizado dicho recurso, en la mayoría de los casos en ambientes festivos y folklóricos que, originalmente tuvieron un sentido ritual. La máscara ha servido como símbolo portador de fuerzas ocultas, de seres divinos, como apropiación de las cualidades que representa; aparece pues la máscara “como vehículo de un poder misterioso3” según lo afirma Julio Amador Bech.

El uso de una máscara involucra el dejar de ser lo que detrás de ella existe, para convertirse en lo que la propia

máscara representa; en toda la republica es posible

identificar actos en los que es eminente la presencia de más de una de ellas, en su momento de manera cultual, ahora quizá sólo como folklore; sin embargo y sólo si se utiliza con dicha finalidad, el aura Benjaminiana se mantendrá en la máscara; dicho en términos populares, no es lo mismo una máscara “bailada” que alguna cuyo fin sólo es ornamental.

Las obras artísticas más antiguas sabemos que surgieron al servicio de un ritual primero mágico, luego religioso. Es de decisiva importancia que el modo aurático de existencia de la obra de arte jamás se desligue de la función ritual. Con otras palabras: el valor único de la auténtica obra artística se funda en el ritual en el que tuvo su primer y original valor útil. Dicha fundamentación estará todo lo mediada que se quiera, pero incluso en las formas más profanas del servicio a la belleza resulta perceptible en cuanto ritual secularizado.4

Una de las colecciones más grandes de máscaras que existen en nuestro país, pertenece a Rafael Coronel Arroyo, pintor Zacatecano nacido en 1931, cuya colección abarca más de 5,000 ejemplares de máscaras de temáticas diversas, muchas ellas utilizadas en danzas populares y las cuales son representadas pictóricamente por el propio autor en su 3

Amador Bech, Julio, La condición del arte. Entre lo sagrado y lo profano. Apuntes de sociología y antropología del arte. México, 2006. 4 Benjamin, Walter, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Argentina, 1989

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obra. Rafael Coronel muestra la máscara en su obra pictórica remitiéndola a un elemento místico-religioso basado en la figura de Santo Santiago y ubicado en un contexto penitencial; los personajes pintados por Coronel muchas veces de perfil, muestran en mayor medida su máscara antes que su rostro, nos dan a conocer quiénes son por medio de una cubierta, no por lo que en el fondo realmente son.

La máscara en Rafael Coronel demuestra la debilidad de la persona, la condición frágil que necesita cubrir sus penas y dolores a través de sistemas rituales como la danza y la música, en las cuales la máscara funge como elemento de transportación hacia un universo espiritual, es la ventana cerrada por la cual es posible observar la intimidad de quien la porta; de los cuadros de la serie Danzante (1979) uno de ellos muestra a un danzante en un plano medio, cuya expresión facial es casi imposible de percibir, sin embargo es identificable su situación por la máscara que se mantiene en el aire a su espalda, la máscara que porta el personaje está mayormente delineada y muestra la tristeza y soledad que el portador pareciera tener, todo ello en un claroscuro que resulta perturbador y a la vez aurático para la situación del personaje.

Afirma Luis Carlos Emerich que los claroscuros característicos de la obra de Coronel son utilizados

como distanciador temporal y a la vez como estimulo para penetrar planos

oscuros de la intimidad sicológica, la creación de atmosferas propicias al afloramiento tanto de la lubricidad como del patetismo y, en su conjunto una forma sutil de provocación del extrañamiento al adquirir dimensiones fantásticas lo aceptado como real 5.

Una lectura más a fondo podrá ayudar a interpretar de manera simbólica los elementos que acompañan su obra, así pues, los personajes representados en la obra de Rafael Coronel adquieren una connotación simbólica especial; los morismas, adquieren un sentido específico; en varios lugares de nuestro país, la influencia hispana de la religión ha sido muy importante que tradiciones como las representaciones de la lucha entre moros y cristianos se siguen realizando año con año. Pinturas como Cuatro Moros, El Moro y el Cristiano, Morisma III o Santiago, muestran claramente la influencia de dichas 5

Emerich, Luis Carlos, en Rafael Coronel. 50 años de pintura, México, 1999

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representaciones eminentemente religiosas, sin embargo son desacralizadas por la fuerza expresiva que contienen, ya que no presentan el sentido religioso 6, sino en la espiritualidad unívoca, aquella que sólo quien la vive sabe la experiencia forjada; Coronel plantea pues la dualidad de la persona a través de sistemas simbólicos como lo es la máscara y las sonajas, ya que son elementos carnavalescos que contrastan con la expresión de quien la porta, los moros que son parte de la obra de Coronel, son personajes de una tristeza inverosímil, de un vacío que no necesita palabra alguna para identificar lo que en su interior existe, Rafael Coronel plasma en colores básicos como lo son el azul, amarillo y rojo sobre fondos negros la fuerza expresiva de seres inexpresivos que por medio del color llegan a sensibilizar al espectador, tal y como lo mencionara Kandisnky al afirmar que los efectos físicos de los colores no sólo se limitan sobre el sentido de la vista, sino también sobre los demás sentidos7.

Hablar sobre los personajes representados en la obra de Rafael Coronel remite por antonomasia a los grandes gorros puntiagudos que en ella se muestra; así como los oscuros ropajes que acompañan a moros, sacerdotes y obispos, para estos últimos resultaría común; no obstante los personajes de Coronel como se mencionó líneas arriba desacralizan dichos aspectos, pues resulta conveniente retomar un cuanto la historia y ubicar uno de los episodios más oscuros de la Iglesia Católica: El Santo Oficio. En la historia de la Nueva España es eminente la presencia y fuerza de dicho órgano regulador, ocupado tanto de aspectos religiosos como sociales, el cual tenía como método de coerción, el infundir respeto a base del temor a través de castigos penitenciales en público o en privado que llegaban al grado de la condena a muerte.

Los condenados por la Santa Inquisición eran presentados en público para el Auto de Fe, una ceremonia de magnificencia tal que podía equipararse a la coronación de un monarca, por la fastuosidad de templetes y alfombras que tenían como objetivo mostrar la grandeza y fuerza del Santo Oficio; a dicha ceremonia se le conocía como el Auto de Fe y en ella se imponían las penas a los acusados, penas que podían consistir en remar en las

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En el estricto sentido de la palabra re-ligar con el otro. Cfr. Kandinksy, Wassily, Sobre lo espiritual en el arte, p. 41.

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galeras, azotes, destierros o la exhibición pública, para la cual eran utilizados los sambenitos8 y capirotes; éstos últimos eran gorros cónicos que utilizaban los condenados como forma para llamar la atención y de esa manera, la sociedad supiera que quienes portaran dichos elementos eran condenados por la santa inquisición por penas no graves. Rafael Coronel utiliza el capirote en buena parte de su obra, varios de los cuadros de Coronel muestran este elemento de corte penitencial que, conjugados con las máscaras plantean un ambiente de dolor, de culpa y de arrepentimiento a pesar de la vivacidad y regocijo que las danzas de moros y cristianos representan.

En sus cuadros donde existen máscaras como sombreros hay una alusión a la parte oculta de los hombres que se ha denominado la sombra, y estos personajes tienen una doble representación: muestran y evidencian la sombra. Estos personajes revelan profundidad y el misterio de la relación del hombre con su sombra y cómo mediante los instrumentos mágicos –las maracas- puede hacer el contacto con esta parte oculta, vía la ritualización. 9

Cabe hacer mención especial de una obra que conjuga los aspectos antes mencionados, tanto en la forma como en el fondo; El tastoán y la niña de Jeréz, obra de gran formato (200 x 600 cm) es un acrílico sobre tela, muestra los colores previamente mencionados y compila la simbología que se ha venido desarrollando; las máscaras que representan a los tastoanes, una danza zacatecana que rememora la lucha de moros y cristianos, la presencia de la muerte vestida con una gran capa roja y un capirote de igual color; los personajes que portan máscaras en la nuca y que al frente rostros cual si hubieran sido degollado plantean esa dualidad de la persona, la muerte del portador y el nacimiento del ser enmascarado. Dos elementos restantes, una joven que evoca los desnudos clásicos, salvo que la presente en la obra, fuma, pareciera dormida y a su lado un animal, Coronel no suele ocupar el tema de los seres animales después de sus series de ratas y aves, sin embargo en esta ocasión muestra a un caballo en un contexto que resultaría complejo vislumbrar si no es a partir de los ojos de la fe. Rafael Coronel vuelve a retomar la idea de Santiago apóstol y además de las representaciones cultuales y populares que de él se realizan, Coronel muestra uno de sus mayores símbolos, el caballo y la fuerza que impregna a la conquista contra los musulmanes. 8

Una especie de casulla que cubría el frente y la espalda del condenado, en muchos de los casos se escribía el motivo de la pena 9 Almazan, Armando, Op. Cit.

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Coronel se ve pues eminentemente influenciado por un contexto inmerso en la cultura popular y en la religión, Rafael Coronel es, como lo afirma Armando Almazan 10, es un mago que pinta sus cuadros para que los espectadores se encuentren, cara a cara, con las imágenes del inconsciente; en su obra, Coronel expresa la fuerza de una fe desquebrajada, de una sociedad que ocupa de una careta para cubrir sus penas pero que, a pesar de ello mantiene el furor y la valentía, la destreza y la fortaleza del caballo de Santiago.

En la noche, cuando duermo, soy despertado por sones, corridos, jaranas, cánticos religiosos… gritos, insultos, rezos. Taconeo ensordecedor al ritmo de sonajas, violines y tamborcillos… El relincho del Caballo del Santo Santiago que con su espada destruye mi caballete y me persigue, culpándome de moro pecador (que lo soy)11

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Almazán, Armando, Op. Cit. Coronel, Rafael, Op. Cit.

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FUENTES DE CONSULTA

Bech, Julio Amador, La condición del arte. Entre lo sagrado y lo profano. Apuntes de sociología y antropología del arte. En Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales # 196. Año XLVIII. México, Enero-Abril 2006.

Benjamin, Walter, Discursos Interrumpidos I, Ed. Taurus, Argentina, 1989.

Coronel Rivera, Juan Rafael (Coord.), Rafael Coronel, cincuenta años de pintura, 19491999, ISSSTE, SHCP, México, 1999.

_________________________ (Dir.) Rafael Coronel, Retrofutura, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Talamontes Editores, México, 2010.

Foucault, Michel. Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. Trad. Frost, Elsa Cecilia. Siglo XXI Editores, Argentina, 1968.

Galería de Arte Misrachi (Coord.), Rafael Coronel, Petróleos Mexicanos, Galería de Arte Misrachi S.A., CONACULTA. México, 1990.

Kandinsky, Wassily, Sobre lo espiritual en el arte, Ed. Colofón, México, 2006.

Miranda Ojeda, Pedro, Las sanciones de fe y la aplicación de las penas del régimen inquisitorial en el México colonial, en revista Contribuciones desde Coatepec, Universidad Autónoma del Estado de México, número 014, enero-junio, México, 2008.

Sitio web del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1995/1995_03_17_b.htm consultado el 02 de abril de 2012.

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