Racionalidad en el empleo del recurso militar

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Descripción

Por el Coronel “VGM” de Infantería Guillermo Lafferriere Desde “De la guerra” (1)

en que se dividía el mundo era tal que en la práctica quedaba descartada la idea de apelar a las armas nucleares como una herramienta Con el remanido y discutido concepto clausewitziano de que “... militar válida. Este concepto influyó, incluso, en los planificadores la guerra es una continuación de la política por otros medios”, se militares, quienes pensaban en una época temprana de la Guerra evidencia que en Occidente hay una idea bastante difundida entre Fría, que era factible concebir un escenario donde armas nucleares los pensadores de las cuestiones de defensa que consiste en que la tácticas, es decir, de corto alcance, podrían ser empleadas contra las aplicación del poder militar responde, fundamentalmente, a un cri- fuerzas enemigas, cuando fuera imposible detenerlas apelando a terio de racionalidad, es decir que los líderes estratégicos recurren los medios clásicos de lucha. Ese concepto no fue aceptado fácilal instrumento militar como una herramienta de carácter político, mente por los políticos, quienes acertados, dudaban sobre cómo y, dadas las terribles implicancias que la fuerza militar trae apare- podría llegar a limitarse el empleo de armas nucleares al campo tácjada, como último recurso (2). Esta idea no solamente influye en tico, y cuándo su uso podría llegar a ser considerado por el enemilos niveles más elevados de la decisión estratégica, sino que incide go como una amenaza cierta a la concreción de sus objetivos y por directamente en los niveles inferiores, es decir en el operacional y lo tanto, actuar como un disparador al empleo de armas nucleares en el táctico, donde los procesos de planeamiento de las operacio- de carácter estratégico. En todo este desarrollo de ideas subyace nes (3) buscan alcanzar un objetivo militar y hacerlo de una manera una racionalidad fundamental. Creemos que la misma se sustenta racional, evitando al máximo posible los daños que necesariamente en el hecho de que cualquiera sea la naturaleza de los regímenes habrán de producirse. El propósito de este artículo es reflexionar que estaban en pugna, deseaban tener la oportunidad de disfrutar sobre la veracidad de esta idea y tratar de encontrar, quizás, otros del ejercicio del poder de una manera relativamente prolongada en componentes que pueden influenciar a la hora de aplicar la fuerza el tiempo, y no arriesgar todo a la certeza de la desaparición de la militar. construcción política que cada cual defendía. Las armas nucleares creaban una certeza importante de destrucción, y por ello es comUn loco terror prensible que en esos días se mirara con desconfianza cualquier intento de desarrollar una defensa activa eficiente contra un ataLa palabra MAD en inglés es la que nuclear, pues la misma, abreviatura con que se conode concretarse, quitaba a la ce el concepto de “Mutual ecuación la aptitud de desAsegurated Destruction”, truir a ambos oponentes, ya y representó por sí misma que abría la chance a que uno la columna sobre la cual se de ellos pudiera sobrevivir cimentó lo que podríamos en condiciones de imponerdefinir como un “estado de se al otro. paz relativo” entre los EE.UU. Hemos visto hasta aquí una y sus aliados y la entonces muy breve descripción de Unión Soviética. ¿En qué se los conceptos básicos que basaba esta idea? Pues garaninteractuaban entre los actotizaba que cualquier apelares principales de la Guerra ción de un actor estratégico Fría. Ahora bien, la racionaal empleo de armas nucleares lidad descansaba en comcontra sus contrapartes conprender que resultaría intoduciría de manera inexorable lerable para ambos bloques a un intercambio nuclear de aceptar la idea de una mutua tal magnitud que solamente el destrucción. Sin embargo, Al decidir Hitler atacar a la Unión Soviética, lo hizo desoyendo lo que la Armagedon (4) podría ser su experiencia histórica indicaba sobre aquellos que operaron en el pasado en como la Crisis de los misiles conclusión. El terror que tal las vastedades rusas: tanto la campaña de Napoleón como la de la propia de 1962 bien lo demuestra, idea creaba entre los respon- Alemania durante la Primera Guerra Mundial habían constituido un fraca- la racionalidad en los cálcusables políticos de los bloques so. (“Die Letzten”, cuadro de T. Thomas) los puede llevar a un hecho

no deseado. Como el lector seguramente recuerda, el entonces pre- pondiendo más a su ideología que atendiendo a una real necesidad sidente de la URSS, Nikita Kruschov, decidió instalar misiles con militar. En efecto, en el volumen II de Mein Kampf (7), aparecido capacidad nuclear en territorio cubano. Hacerlo le permitía alcan- en 1926, el futuro dictador alemán había expresado con claridad zar con facilidad blancos profundos en el territorio de los EE.UU. su intención de invadir la Unión Soviética, con la doble finalidad El gobierno del presidente Kennedy, apenas advirtió el peligro que de derrotar la “alianza Judeo – Bolchevique” y ganar espacios para se cernía a poco menos de 200 km de su costa este, decidió repli- la expansión de Alemania en los vastos territorios soviéticos. Esta car duramente a los soviéticos, haciendo llegar un claro mensaje visión política de su parte, y creemos que en cierto modo toda una a los mismos que determinaba que estaba dispuesto a desatar un idea de su paranoia, lo llevó a cometer el que quizás sea su error intercambio nuclear estratégico si los misiles no eran retirados de capital en la guerra. En efecto, si bien controlaba en el momenCuba. El mundo vivió en una inacabable tensión por varios días, to previo a la campaña Barbarroja casi la totalidad de Europa hasta que, finalmente los soviéticos retiraron los vectores de Cuba Occidental, gran parte de Escandinavia, así como Yugoslavia y (5). El régimen soviético entendió “racionalmente” que era posible Grecia tenía contingentes importantes operando en el Norte de instalar armas nucleares casi a las puertas de EE.UU. Y que éste África. Todo esto nos da una idea de la sobreextensión a la que carecería del carácter suficiente para arriesgar una escalada nuclear había sometido a las Fuerzas Armadas de su país, aspecto que, en pos de impedir ese hecho. La concepción soviética arriesgó la sumado al hecho nada menor de su fracaso en doblegar al Reino posibilidad de una guerra nuclear si tuvo certeza de que la misma Unido, no deja dudas de que había otras opciones estratégicas podía llevarse a cabo; el concepto MAD volvió a cobrar relevancia, disponibles para él antes que acometer ofensivamente contra el gigante soviético. Pensemos solamente en algunas: y el equilibrio fue establecido nuevamente. -Consolidar firmemente su posición en Europa Occidental. Dicho concepto desapareció del primer plano con la implosión -Dar un impulso masivo a la Batalla del Atlántico, la que, con del régimen soviético (6), y fue seguido casi de inmediato por gran esfuerzo de su arma submarina, había alcanzado impactar la preocupación por evitar la proliferación nuclear. ¿Por severamente en el qué? Pues, en el fondo, esfuerzo de guela racionalidad funciorra británico (8). naba bien entre los opo-Reforzar el esfuernentes de la Guerra Fría, zo en el Norte de ya que ambos perseguían África, amenazando objetivos políticos conGibraltar y Suez. Sin cretos, los que más allá embargo, haciendo de la retórica que buscaba caso omiso de la reael logro de un estado más lidad al hecho incueso menos ideal, yacían bajo tionable de que Gran esa cáscara propagandística, Bretaña no se rendiría y metas que podían ser definiDurante la Guerra Fría , Estados Unidos y la Unión que era cuestión de tiempo das con claridad, con la proliSoviética vivieron un “estado de paz relativo”, pues cualpara que EE.UU. entrara en feración nuclear y con la casi quier apelación de un actor estratégico al empleo de la guerra en alianza con el certeza de que la tecnología de armas nucleares contra su contraparte hubiese conducido a un intercambio nuclear de tal magnitud que hubiese Reino Unido, Hitler decidió producción de armas nucleapodido destruir la Tierra atacar. Pero lo hizo desoyendo res estaba propagándose entre lo que la experiencia histórica actores que difícilmente tuvieran indicaba sobre aquellos que operaron en el pasado en las vasteun objetivo político de carácter tradicional, sino que estos actores dades rusas. Veamos tres campañas anteriores: muchas veces eran fácilmente distinguibles por adscribir a ideas -Campaña del Rey Carlos XII (9): en 1708, y al frente de aproxide carácter fundamentalista. El problema está en que cuando se madamente 77.400 hombres de todas las armas, Carlos invadió enfrenta a un actor que persigue una meta política, por más alejada Rusia, conducida por Pedro el Grande. El objetivo de la camque la misma esté de la realidad, existe un lenguaje común con el paña era la conquista de Moscú, y hacia allí se dirigieron las trocual transmitir mensajes. Normalmente, el mensaje es cursado por pas del rey sueco, confiado en el apoyo de los cosacos ucraniamedio de palabras o hechos pacíficos, y en ciertas ocasiones por nos. El ejército sueco era experimentado, eficiente, adaptado a acciones militares concretas o la amenaza de las mismas. Este lenlas condiciones rigurosas que imponía una campaña en Rusia, guaje, en general, es entendido por la contraparte, y, así, la idea de independientemente de la época del año en que se desarrollara. la continuación de la política por otros medios encuentra un cauLos rusos no ofrecieron resistencia al principio, sino que pracce donde su valor como explicación de un fenómeno se concreta. ticaron una política de tierra arrasada, que sumada a un verano Sin embargo, cuando uno de los actores no responde a criterios frío y húmedo, hicieron harto dificultoso a las fuerzas suecas racionales, sino que su discurso, no solamente el dirigido a su públisostenerse logísticamente. La campaña finalizó con la derrota co interno, está basado en la obtención en la Tierra de promesas del rey Carlos XII, el 28 de junio de 1709 en Poltava, territorio hechas por un Ser Superior, hace que la idea misma del recurso ucraniano. militar como un medio se trastoque y lo militar pase a ser un fin en -Campaña de Napoleón en 1812: en junio de 1812, la Grand sí mismo. Aquí no hay más racionalidad ni mensajes que empleen Armee francesa invadió el territorio ruso. Alrededor de un código capaz de ser entendido. 691.000 hombres componían este ejército nunca antes visto en la Europa decimonónica (10). El objetivo del Emperador El desprecio del pasado francés era Moscú, ya que consideraba que con su rápida conquista podía obligar al Zar a capitular. El Zar Alejandro I no Cuando el 22 de junio de 1941 Hitler invadió Rusia, lo hizo res-

Finlandia y en la corta guerra ofreció una resistencia inillevada a cabo en el Lejano cial, y los rusos llevarn a Oriente por parte de soviéticos cabo, nuevamente, la prácy japoneses. ¿Qué queremos tica de tierra arrasada. Sea decir con esto? Que si bien las por falta de preparación de fuerzas armadas soviéticas no las fuerzas rusas para operar estaban a la altura de las alemacontra los franceses o por la nas de aquellos días, en modo premeditación de hacer que alguno se parecían a las rusas de los mismos penetraran prola Ira Guerra Mundial. Y esto, fundamente en territorio a pesar de las terribles purgas arrasado, el hecho fue que stalinistas que tanto afectaron Napoleón logró derrotar el 7 al cuerpo de oficiales soviétide setiembre en Borodino a co. Por otra parte, el régimen los rusos, quedando Moscú político se hallaba plenamente abierta para él. Los rusos consolidado, y ejercía un férreo abandonaron la ciudad y, control sobre la población en como sabemos, Napoleón ingresó a la misma, pero El intento de la URSS de instalar en 1962 misiles en Cuba provocó que su conjunto; aspecto este muy no pudo sostenerse logísti- el mundo viviera una inacabable tensión por varios días, hasta que, diferente de la situación prerevolucionaria que mucho antes camente y emprendió una finalmente, los soviéticos retiraron los vectores de la isla de la Revolución de Octubre épica retirada, permanentemente asediado por cosacos rusos. De esta campaña, solamen- era palpable en la Rusia zarista. Era, por lo tanto, más probable que los soviéticos se condujeran de una manera más parecida a como te 22.000 hombres sobrevivirían. -Campaña alemana durante la Ira Guerra Mundial: esta campa- lo hicieron contra Carlos XII y Napoleón. Es decir que emprenña más la de sus aliados contra Rusia en la Ira Guerra Mundial dieran una acción retrógrada que favoreciera la concreción de una tuvo una gran importancia, ya que fue un detonante del cambio larga campaña antes que la rápida a la que aspiraban los alemanes. político fundamental sufrido en Rusia en 1917. Los alemanes Por su lado, la decisión de Hitler de apoyar una acción operativa iniciaron las operaciones casi en simultáneo con las que desa- con tres diferentes direcciones generales (una hacia Leningrado, rrollaban en el frente occidental, aunque con objetivos más otra central a Moscú y una al Sur que, posteriormente, se dirigielimitados, ya que esperaban derrotar con la masa de sus fuerzas ra a Stalingrado) sin marcar un centro de gravedad que sirviera a sus enemigos en occidente, antes de volcar su esfuerzo contra como orientador de la campaña; resultando el conjunto en una Rusia. A diferencia de las dos campañas anteriores, las fuerzas idea operativa que respondía más a necesidades de propagandel Zar Nicolás II operaron inicialmente de manera ofensiva, da que a los crudos requerimientos operacionales. A todo esto aunque victorias alemanas, como la obtenida en la batalla de deberíamos mencionar que, a diferencia de lo ocurrido en la Ira Tannenberg, iniciada a fines de agosto de 1914, así como la Guerra Mundial, en la que los aliados occidentales de Rusia estapobre calidad de las tropas rusas, hicieron que los alemanes ban aferrados a las acciones en desarrollo en Francia y Bélgica, pudieran operar en territorio ruso sin las dificultades sufridas el Reino Unido, podía con gran sacrificio de su parte establecer por suecos y franceses en el pasado. La campaña finalizó el 3 de una línea de comunicación con la Unión Soviética empleando la marzo de 1918, con el Tratado de Brest – Litovsk, por medio ruta marítima del Mar del Norte, y así, paulatinamente, a medida del cual Rusia cedía extensos y valiosos territorios, a cambio de que el apoyo de EE.UU. se hiciera sentir, apoyar concretamente a los soviéticos. Con este panorama, firmemente convencido en no terminar una guerra que no podía llevar más adelante (11). De las tres campañas vistas, notamos cómo en las dos primeras, la invencibilidad de sus fuerzas, y sin atender el consejo de sus suecos y franceses tuvieron que afrontar acciones en la profun- principales asesores (12), llevó a sus fuerzas armadas a desgastarse didad del territorio ruso y sufrir, tanto de las inclemencias que el decididamente en la infinidad del territorio soviético, consumienambiente geográfico imponía, como de la acción de sus enemigos. do ingentes cantidades de hombres y pertrechos, sin ganar apoyos En el tercer caso, los alemanes operaron en dos frentes simul- decisivos que le permitieran alcanzar con éxito los objetivos que táneamente, es decir, en el frente occidental y en el oriental. La lo llevaron a la guerra. pobre calidad combativa de las fuerzas rusas, sumada a la incapacidad de los aliados para apoyar a Rusia, hicieron que la misma, en ¿Por qué la irracionalidad? cierto sentido, fuera menos exigente para los alemanes, no así para los austríacos, y que el frente permitiera una contrastante fluidez a Hasta aquí vimos que la irracionalidad puede concretarse en los más altos niveles de conducción de una guerra, y también en los niveles las operaciones que en Occidente se llevaron a cabo. ¿Puede que Hitler considerara a su campaña como más próxima a tácticos, justamente donde muchas veces los “teóricos” consideran que solamente aspectos de carácter técnico militar se presentan. la que se había desarrollado en la Ira Guerra Mundial? Analicemos un poco esta cuestión: Hitler no podía en modo algu- Pensemos por un momento en la quinta esencia del conductor milino desconocer la situación de las tropas soviéticas, y esto desde tar agresivo, el Grl George Patton, quien no escapó a la influencia de mucho tiempo antes que el pacto de no agresión con ese país la irracionalidad. Así, durante la campaña en Sicilia, nunca creyó que fuera firmado en Moscú, fuerzas alemanas venían entrenando en el Grl Montgomery realmente cedía a sus aliados norteamericanos territorio soviético durante largos, para eludir las restricciones que el honor de capturar Messina, y en esa equivocada creencia arriesel Tratado de Versalles imponía a Alemania. Por otro lado, debía gó a sus hombres en una carrera por obtener el prestigio de llegar de estar bien informado de las operaciones desarrolladas contra primero al extremo oriental de Sicilia. Y, más tarde, ya como coman-

dante del IIIer Ejército en Europa, distrajo sus operaciones para ejecutar una incursión contra un campo de prisioneros de guerra operado por los alemanes para poder rescatar a su yerno (13), a quien creía detenido en ese lugar. A lo largo de la vasta historia militar de Occidente, la irracionalidad ha aparecido en no pocas ocasiones, muchas de las veces trayendo aún más tragedia a la que es esperable en el desarrollo de cualquier conflicto militar; por lo que cabe que demos nuestra posición respecto a las causas de su aparición. Consideramos que su presencia es inherente a la condición humana, ya que los hombres, por nuestra condición intrínseca, no podemos desprendernos del todo de nuestras pasiones, y teniendo en cuenta el violento ambiente que caracteriza a la guerra, no debiera sorprendernos que este impulso se haga notable. Por el contrario, nuestra crítica está dirigida a que consideramos que la doctrina vigente en la toma de decisiones, al estar tan arraigada en aspectos absolutamente racionales y fríos, no hace un hincapié importante en la responsabilidad que los estados mayores y planas mayores tienen a la hora de anteponer el bien del conjunto por sobre las emociones equivocadas que en ciertas oportunidades los conductores militares pueden manifestar durante el desarrollo de una operación militar. Este es un punto complicado de abordar, ya que la tradicional subordinación y lealtad de los militares hace que existan barreras infranqueables cuando ciertas muestras de irracionalidad aparecen de parte del conductor superior. No pretendemos dar “recetas” que permitan conducirnos ante estas situaciones, pero nos atrevemos a ensayar algunas ideas que, quizás, puedan dar pie a un debate que clarifique el tema: -Mantener siempre presente la misión recibida por la fuerza del escalón de comando superior. Esto nos dará una referencia sobre la importancia relativa del propio esfuerzo. -Establecer entre los miembros del estado mayor y el comandante una relación fluida y franca en toda ocasión. Esto facilitará que el mismo sea más permeable a recibir opiniones que puedan limitar alguna decisión equívoca de su parte. -Asumir bajas importantes cuando la importancia de la misión lo exija y no cuando se pretenda demostrar, simplemente, una firmeza en las decisiones. En general, una decisión irracional estará totalmente desligada de la situación militar general, por lo que el sacrificio que se impone no proporciona una ventaja relevante a las propias tropas. -Ejercer sobre los comandos superiores un control efectivo de las operaciones de sus subordinados. Esto evitará en gran medida que el factor irracional pueda disfrutar de gran libertad para ponerse de manifiesto. A manera de cierre La guerra es planificada y ejecutada por hombres, los factores políticos y

militares interactúan permanentemente, fijando metas, limitando acciones, permitiendo otras y también creando fricciones y presiones. Ese ambiente complejo es proclive a que afloren los sentimientos más nobles del alma humana, pero también los más oscuros. Los militares, por nuestra formación en valores, tendemos a olvidar que podemos ser tan falibles como cualquier mortal; razón por la cual la necesidad de un sistema de franqueza y confianza debe ser siempre buscado y fomentado, como una manera de limitar los efectos negativos que la irracionalidad puede aportar a la compleja acción de desarrollar operaciones militares. El solo hecho de que tengamos en cuenta este aspecto oscuro de nuestra condición, quizás, sirva para que comprendamos mejor este drama, la guerra, que nos acompaña desde los albores de la humanidad. n

(1)Clausewitz, Kart, von. De la Guerra, Editorial Labor, Bogotá, 1992. (2)Ultima ratio regum: Último argumento del Rey. Frase latina grabada en los cañones franceses por orden de Luis XIV. (3)Conocido como PPC (Proceso de Planeamiento de Comando) en el ámbito del Ejército Argentino. (4)Sitio bíblico donde ocurriría la batalla final entre el bien y el mal. (5)Los soviéticos hicieron la retirada a cambio de la promesa de Washington de no volver a invadir Cuba para derrocar a Castro. (6)La Confederación de Estados Independientes, que sucedió a la Unión Soviética, tenía una agenda muy distinta, más próxima a cuestiones de preservar su estado contra agresiones de origen interno, ligadas a fuerzas centrífugas largamente sofocadas por el antiguo régimen soviético. Ver Kissinger, Henry, Diplomacy. Simon and Shuster, New York, 1994, Pág. 814 y subsiguientes. (7)Shirer, William, The rise and fall of the third reich, Simon and Shuster, New York, 1990, Pág. 796. (8)Blair, Clay, U-Boat war, Volumen I, The Hunters, Random House, New York, 1996. (9)Keegan, John – Wheatcroft, Andrew, Who´s who in military history, PRC. Hong Kong, 1987, Págs. 65 y 66. (10)Para un detalle de los preparativos de Napoleón para esta campaña, es interesante leer Van Creveld, Martin, Supplying War, Cambridge University Press. Cambridge 1977, Pág. 61 y subsiguientes. (11)Sobre las operaciones en el Frente Oriental durante la 1ra GM, resulta de interés la lectura de la obra: Keegan, John, The First World War, Knopf, New Cork, 1999, Pág. 138 y subsiguientes. (12)Para tener una perspectiva profunda sobre la relación de Hitler y sus generales, ver Toynbee, Arnold, La Europa de Hitler, Editorial Vergara, Barcelona, 1969, Pág. 31 y subsiguientes. (13)D´Este, Carlo, Patton: A genius for war, Harper Collins, New Cork, El General George Patton no escapó a la influencia de la 1995, Sobre la toma de Messina, ver irracionalidad: como comandante del IIIer Ejército en Págs. 522 y 523. Sobre el intento de Europa, distrajo sus operaciones para ejecutar una incursión contra un campo de prisioneros alemán para poder rescate del yerno de Patton, Tcnl John Knight Waters, ver Pág. 714 y subsirescatar a su yerno, a quien creía detenido en ese lugar guientes.

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