Rabanal, Dámaso. \"Escribir entre la vida y el arte. \"Sonidos errantes\" de Daniela Sol\". En Letras S5. 2015

Escribir entre la vida y arte Sonidos errantes de Daniela Sol

Daniela Ramírez Sepúlveda (1983). Poeta y Artesana. Profesora, Magíster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México y Doctorante en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Alicante, España. Estudia el Surrealismo, ha seguido esa tendencia literaria en varios de sus poemas que han sido publicados y leídos en Chile, México y Canadá.

Dámaso Rabanal Gatica1 Pontifica Universidad Católica de Chile

((a veces pierdo el horizonte y solo deseo un regalo magnético)) (Daniela Sol 2014:42)

Al encender una radio, escuchar un disco, cargar el pendrive o seleccionar un playlist en youtube, existe una toma de decisiones mediada por diferentes influjos que nos conducen a decidir aquello que deseamos escuchar. De la misma manera, un texto, en los senderos de la escritura creativa, va situando al artista frente a diferentes cuestionamientos que motivan y deconstruyen las aventuras poéticas que se desea transmitir.

Sonidos errantes (2014) es el primer texto de poesía que publica Daniela Sol. Selección de poemas que constituyen un proceso creativo extenso donde tiempo y experiencias han concretado el cuerpo textual caracterizado por tres motivaciones esenciales vitalizadas en los versos e imágenes que construyen el libro: La legitimación de la voz poética, la solidez de su posición frente a la realidad y la importancia de la experiencia en el ejercicio creativo.

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Profesor de Castellano y Licenciado en Educación por la Universidad del Bío-Bío. Diplomado en Estudios de Género, mención planificación y educación, de la Universidad de Chile. Doctorando en Literatura en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

De esta manera, esas visiones se articulan dentro del texto para crear, analizar y cuestionar, con energía y tenacidad, diversas situaciones acontecidas que han relevado la impronta de las experiencias y emociones para constituirse como un(a) sujeto(a) inteligente en sensibilidad y crítica.

Desde el inicio, los textos se ubican en esta articulación razón/emoción. En el poema Partículas innecesarias, la autora señala:

Mi poética, profesores, es sólo esta respiración, es ese “poder observar con el otro ojo el canto profundo de los días”.(23)

La poeta, en su intención retórica de posicionarse en/desde la escritura, deja el cuerpo instalado en la otredad, en la zona del desconocimiento, para invertir el discurso de la superioridad en la academia que se discute en el texto. Daniela Sol, atrevida en el verso, vitaliza la escritura como oportunidad artística cimentada en la observación, en el vivir, en la percepción, y nace artísticamente desde “el gato dormido”(23), haciendo de la musicalidad del canto profundo su propuesta estética.

La artista crea desde referencias culturales múltiples y las ingresa en su poesía por medio del análisis de rasgos sociales y aquellas estrategias que utilizan las personas frente a las dificultades que viven.

En el poema ‘Abriles’, por ejemplo, texto que se centra en el ocaso de la vida, señala: “Persisto en el esfuerzo que desea cantar un suspiro”(20). En este verso, la voz intensa se apropia del canto como oportunidad eterna de permanencia. El canto mantiene al sujeto/hoja prendido al árbol otoñal, un no morir; mientras, al mismo tiempo, en el otro lado del mundo ese sujeto/hoja nace en verdor primaveral.

El canto es sonido errante de la voz poética que repica en diferentes territorios para que en ninguno de ellos pueda sepultar “el cadáver blanco de tus ojos / llorosos, / ni tus manos de barro por los aullidos del tiempo”(20), pues se genera un territorio eterno en la energía vocal. La voz y la creación poética es el sonido de vida eterna. Además, en Sonidos errantes existe un juego semántico con el que se construye el trayecto creativo. Daniela Sol entrega el diseño de sus experiencias estéticas que permiten la escritura poética. En el poema ‘Desapego / Apego / Ego / Go’ la experiencia se apodera de la esencia de las cosas para asumir que, en algún momento, se visibilizará su ida en el horizonte, aquella lenta “despedida del aleteo de mis plantas”(29) que es la señal para desprenderse de aquello que significaron esos 2190 amaneceres y 72 bolsas de té.

En este período de pertenencia se erige una zona de contacto, aquel espacio donde “logré crear un sueño versátil y floreado / en cada elemento / como una llave / que me condujo a la célula original”(28), llegando a sentir lo primigenio de su creación escritural y asumir

la renuncia a todo que abre, a su vez, nuevas

oportunidades de crear.

Este libro, en sus diferentes visiones y perspectivas, se orienta hacia la legitimación de la voz poética joven que avanza en medio de temáticas personales y preocupaciones colectivas. En este sentido, uno de los poemas fundamentales es ‘Perséfone’, texto que entrega la posibilidad de reposicionar la imagen de la mujer, inmersa en los cánones tradicionales y violentos, para integrarla en espacios que a todos(as) nos pertenecen.

La energía de la evocación “Soy ese sonido errante / que te reivindica” (25) fractura los versos para permitir la reflexión donde la hija evidencia dolores de mujer-madre, aquello ‘arrebatado’

y de ‘heridas

carbonizadas’. Con esto, los territorios de la escritura son un discurso de afecto que nace desde las vivencias, permitiéndose danzar, perdonar y mirar con esperanza el futuro, consiguiendo traspasar energías juveniles con las cuales la madre pueda volver a vivir.

Sonidos errantes es un texto que posee y transmite rasgos estéticos y creativos de gentileza, de preocupación por el(la) otro(a). Existe una exhortación permanente a la madre en ‘Perséfone’, a la hermana bruja, a sí misma en ‘Abriles’ y a la academia en ‘Partículas innecesarias’, donde cada uno de estos fragmentos es una nota de la partitura que, en su conjunto, arman la melodía escrita, el tejido vocal de este libro. Así, es posible sostener que el discurso poético se construye entre ilustraciones y veintiún poemas breves, armónicos en intensidad y sutileza.

Desde este complemento nace la propuesta de Daniela Sol. Sonidos errantes es un libro donde las experiencias, lo cultural, los rasgos sociales y los imaginarios, son integrados desde una mirada crítica que permite rupturas a la tradición y se atreve, con sutil arrojo, a organizar las “vocales” que le enseña Ludwig Zeller para que el cuerpo hable.

Nota: - Las ilustraciones corresponden al texto original. - Imagen del autora, archivo personal - Imagen del texto: http://revista.escaner.cl/node/7486

Sonidos Errantes. 2190 amaneceres y 72 bolsas de té Daniela Sol Santiago de Chile: Ediciones Xaleshem 2014