Quien nada ha hecho, ¿nada tiene que temer? Relaciones diferenciales en la gestión de la seguridad ciudadana

Las relaciones securitarias –en las que están implicados los agentes de las fuerzas de seguridad y la llamada “ciudadanía”- constituyen la ejecución práctica de la gestión biopolítica de la seguridad. A partir del material etnográfico recogido en un barrio de la periferia de Madrid, Carabanchel, apuntaré cómo la gestión de la “seguridad ciudadana” bajo una lógica neoliberal responde a unos objetivos económicos y políticos alejados de la interacción cotidiana que mantienen los policías con el vecindario a pie de calle. Al mismo tiempo, trataré de mostrar cómo esa lógica de gestión coopera con la imperante en la cultura profesional de los agentes para dar como resultado unas relaciones securitarias diferenciales. Estas interacciones variables están estrechamente relacionadas con la atribución de cualidades racializadas y enclasadas sobre los cuerpos de las personas en cuestión, motivo por el cual los propios agentes de seguridad otorgan, deniegan o matizan la ciudadanía –entendida como conjunto de derechos prácticos informales, más que legales- del vecino en cuestión en sus intervenciones. Se podrá observar cómo la ciudadanización (o desciudadanizaciòn) práctica se produce con arreglo al esquema binario de valoración moral (“Víctimas” vs. “Culpables”) que los agentes aplican en cada situación.