LA REVISTA
CATÓLICA
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._i
I Editorial La caridad en la verdad
188
Doctrina Sodol de la Iglesia
Caritas in verítate Caritas
RODRIGO TUPPERAq PBRO. 191
in veritate: una relectura actualizada
del desarroLLo integral
Sr. Patricio MIranda P.
202
Dra. Annette Schavan
211
Srta. Haddy Bello
219
Cultura cristiana Dios en la casa de la ciencia
Teología "Que todos sean uno)} (Jn 17,21). Intuiciones sobre la unidad como una clave hermenéutica de la edesiologia del Cc;ncilio y.1.tleano II Ledro Divina
Ltetio Divina: Pentecostés de [os paganos (Heh 10,1 a 11,18)
Año Sacerdotal Fiesta del santo Cura de Ars
Card, Feo. J, Errázur1z 0, 229 Mons. Cristián Contreras 241
Año sacerdotal
248
Preguntas fundamentales acerca del Afio Sacerdotal Andrés Ferrada, PBRO.
249
¿Por qué me hice sacerdote?: Mons. Gaspar Quintana ]orquera, CMF
253
Juan Ochagavia Larra{n, SJ
256
«Pedí ser sacerdote y nunca deseé otra cosa'
Jaime Da Fonseea, PBRO. 258
literatura El sentido del sufrimiento en "Desolad6n" de Gabriela Mistral (1922)
Sr. Ignacio A Pizarra M. 260
Crónica C entenarÍos ParfOquiales en 2009 (I � par te)
Jorge Falch E, PBRO,
265
En recuerdo y eiemplo
Jorge Falch E, PBRO.
272
Ubros
279
187 La Revista Católica, Julio/Septiembre. 2009
I "QU
todos sean uno"
(Jn 17,21)
Intuiciones sobre la unidad como una clave hermenéu
tica de la edesiotogía del Concilio Vaticano 11*
SRTA. HADDY BELLO"
Ilntroducción Este artículo quiere ,recordar la importancia de la 'unidad' de todos los
hombres en la persona de Cristo, como una clave hennenéutica para leer el Concilio Vaticano I1, y para comprender la actualidad del
de este
Concilío junto con la necesidad de buscar la unidad en el mundo de hoy. Alcanzar esta meta es u n ideal inagotable -que aunque será completado el
día de la restauración universal'- hoy necesítamos trabajar con fortaleza,
para sanar las heridas de un cuerpo fraccionad02• ¿Por qué me refiero a todos los "hombres"
y no a todos los "cristianos" o
"bautizados", si estamos hablando de una eclesiología del Concilio? Porque aunque el bautismo constituye un vínculo sacramental de unidad�J e incor
pore a la Iglesia haciendo de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo4; no
podemos dejar de lado
el Misterio de Dios y su voluntad salvífica universal,
como señala san Pablo en 1 Tim 2,4: "Dios ... quiere que todos los hombres
se salven". Este
1L"áv'fa� áv8prinwvr; va más allá de la condición cristiana, y en perjuicio de la
llama a la persona humana; lo que de ninguna manera va
idea de Iglesia que propone el Concilio, si no al contrario, la levanta desde
lo más hondo del misterio de Díos: el hombre.
Tanto la eclesiología, como la antropología y teología de este Concilio, han
sabido reflejar el misterioso designio de un Dios que sale al encuentro del
hombre. Encuentro que supone la revelación por parte de Dios) parte del hombre.
I
....
y.
Altlmna de la Facultad de Teo
logía de la pue de Chile.
y
la fe por
dada la naturaleza del hombre, que vive en corporei�
�
TEO OGIA "
dad y se manifiesta
a
través de la corporeidad, dicho encuentro ha de
realizarse en un marco de visibilidad
y
perceptibilidad histórica. De esta
forma el 'misterio' se hace 'sacramento'5, La Constitución Dogmática Lumen Gentium
1) lo expresa con belleza:
Heristo es la luz de los pueblos. Por eso este sa c ro s a n to Sínodo, reunido en el EspCritu Santo. desea vehementemente iluminar a t od os los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia, anunciando el Evangelio a todas las cliaturas (ef. Me 16,15). La Iglesia es en Cristo como
un sacramento o signo e instrumento de la unión ín tima con Dio s y de la
humano . Por tanto, en continuidad con la enseñan za de los concilios anteriores, intenta exponer con precísión a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y s u misión universal. A causa de la situación de nuestra época, esta tarea de la Iglesia resulta mu ch o más urgente, para que todos los h ombre s , unidos hoy día más estrechamente con diversas relaciones sociales, técnicas y culturales, alcancen también plenamente la unidad de todo el género
unidad en Cristo "6.
Al afirmarse que la luz de Cristo resplandece sobre el ros tro de la Iglesia, y que esta es en
Él
como un sacramento ... , se está dejando en claro que
relación Dios-Iglesia-Mundo se realiza
la
y definitivamente en la perso
na de Jesucristo, que se nos ofrece no solo como pontífice entre Dios y los hombres, sino tamb ién -en virtud de su encarnacÍón- corno nexo radical de todo el género humano, y del cual la Iglesia es testigo7•
no es una realidad replegada sobre sí misma. sino permanente pues ha sido enviada al mundo para anunciar y testimoniar, actualizar y extender el misterio de comunión que la c on sti tuye : a reunir a todo s y a tod o en Cristo; a ser para todos 'sacramento inseparable de unidad'''8. "La
mente abierta a la dinámica m isionera y ecuménica,
Esta es la extraordinaria ec1esiología que el Concilio Vaticano II nos propo ne: un desafío ad intra y ad extra: Ser luz entre los cristianos) pero
a
su vez.
ser luz en medio de todos los hombres. A nad ie escapa el desafío que todo
esto supone para los creyentes9• Para esto
necesario
superar la tensión
entre 'ser signo de contradicción' ante las propuestas enraizadas en este mundo y ser' signo de unidad' para que éste mundo tenga vida en abundan cia, por lo que es importante tener claridad en que el diálogo no se desarro lla solo en relación a la doctrin a, sino que abarca toda la persona: es también un diálogo de amor, puesto que la coherencia
y
honestidad de
las
intenciones y afirmaciones se verifican aplicándolas en la Vida concreta10•
220 la Revista CatÓlica, JUlio/Septiembre,
2009
I tiQue todos sean uno" La existente división entre los hombres, contradice clara y abiertamente la voluntad de CristolJ, quien antes de Su Pasi ón y estando junto a sus Apósto les, oró a Su Padre por la unidad de todos los hombres: Jn 17,20-23:
"20
No ruego solo porestos, sino también por
medjp de su palabra, creerán en mí,
21
aqu ell o s
que, por
para que todos sean lino '{va návTEt;
EV olatv. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú
me
has enviado.
22
Yo les he dado la
�loria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno"'{va
roatv EV KaAcO
