¿Que la libreta del jornalero es cosa del pasado?

¿Que la libreta del jornalero es cosa del pasado?

Según nuestros más sobresalientes e importantes historiadores, la libreta del jornalero fue una medida tomada por el gobierno español para regular el empleo durante el periodo de tiempo del gobierno colonial español en Puerto Rico. Para ser específico esta media se dio en Puerto Rico del 1838 al 1839 bajo el gobernador Miguel López de Baños y Luego bajo otra ley más represiva durante el 1847 hasta el 1873 (tres meses antes de la disolución de la esclavitud, la medida fue eliminada) el gobernador Juan de la Pezuela obligo al trabajador asalariado a ser sometido por las industrias y el propio gobierno a restringir y controlar a los obreros su horario de trabajo, días libres y compromisos de trabajo con el patrono (Industria o fabrica) so pena de cárcel y/o multas. El gobernador Juan de la Pezuela complico la situación con estas restricciones adicionales a la restrictiva ley; pero la misma prosiguió luego de su salida como gobernador hasta el 1873.

Esta base histórica pone de manifiesto si evoluciono un sistema de libertades o derechos en los empleos actuales o se perpetúa el régimen de la libreta en nuestros nichos laborales. La realidad es obvia, se perpetúa. Se manifiesta con horarios intrínsecos y reprimendas por no seguirlos a cabalidad; ya sea por enfermedad o por necesario descanso. A demás del horario extra que algunos trabajos requieren para poder mantener la cantidad del mismo en un flujo normal. Se ve en las leyes laborales beneficiosas para los empleadores privados y gubernamentales; cada vez dando menos beneficios marginales a sus empleados. Se demuestra en contratos parciales, a medio tiempo y renovaciones anuales, dando la oportunidad al empleador de prescindir de los servicios prestados en cualquier momento, sin importar la excelente labor del trabajador y de sus compromisos familiares y/o financieros. Se demuestra en evaluaciones continuas y dudas constantes de las capacidades del contratado, dando la impresión de una paranoia corporativa. Por otro lado expone sus tentáculos en líderes de unión que muchas veces han sido tentados o ya asociados a los intereses de la corporación, industria o compañía; dejando pues a los intereses del patrono los derechos adquiridos de los trabajadores.

Esos son algunos de los tantos ejemplos que podemos dar referente al empleo en nuestra época y el régimen de la libreta del 1838. Pero si parece esto poco no hemos entrado en las connotaciones legales de muchos empleos y/o trabajos que requieren pagar sus contribuciones (buenas finanzas), no convicciones previas, pruebas de dopaje, pago de pensión alimenticia, etc. como requisitos mínimos para poder ostentar un empleo; similares a las del periodo colonial español en su búsqueda de represión y control social sobre la supuesta vagancia y el ocio.

La supuesta vagancia y ocio hoy es perpetuada por el propio gobierno colonial Americano en Puerto Rico a través de las ayudas federales como un método de control social y balance en el “Status Quo” del E.L.A. Los supuestos derechos adquiridos como la Tarjeta del

Depto. de la familia, WIC, Headstart, becas PELL, entre otros son matices de un caleidoscopio de falsas realidades para las masas de electores de la mayoría errante votante; que en un 98% de las veces están asociados al bipartidismo mayoritario y oportunista de nuestro país. Digo esto ya que para recibir estos beneficios hay que perpetuar la pobreza, el estatus quo y el servicio militar entre otras cosas. El nuevo régimen de la libreta consta en controlar a los trabajadores como parte del espinazo del país; ya que somos los que sostenemos a los ociosos “vagos”, ricos evasores de contribuciones y a las transnacionales y/o compañías foráneas americanas como primeros consumidores de las mismas.

Ricardo J. Blanco Guillermety, PhD