Puntas agrícolas Sicán en el Museo Oro del Perú

July 8, 2017 | Autor: Luis Condori Aguilar | Categoría: Archaeology, Metallurgy, Archaeometry, Archaeometallurgy
Share Embed


Descripción

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ Facultad de Letras y Ciencias Humanas Museos “Oro del Perú” “Armas del mundo” Fundación Miguel Mujica Gallo

Título

: Instrumentos agrícolas en el Museo del Oro

Nombre

: Luis A. Condori Aguilar

Código

: 20125573

Curso

: Temas en Arqueología 1

Profesora

: Luisa M. Vetter Parodi

SEMESTRE 2015-I

I.

El uso del metal en las culturas prehispánicas del norte del Perú: la metalurgia Sicán a) Tradición metalúrgica andina La arqueometalurgia de la región andina de Sudamérica es una gran evidencia del nivel que alcanzó la tecnología en el Nuevo Mundo, por su originalidad, sofisticación e innovación. Mientras que muchas investigaciones han abordado el tema de la complejidad tecnológica desde una perspectiva de investigación técnica, estudios comprehensivos de lo que los metales representaban para los antiguos hombres andinos han sido más bien escasos. Es menester entonces integrar el trabajo de campo (que examina contextos de producción y uso) con trabajo de laboratorio y sus respectivas herramientas de análisis técnico. El proceso de evolución de la metalurgia en América se efectuó de una manera muy similar al que se dio unos 3000 años antes en el Viejo Mundo; en una fase inicial se labró oro y cobre, luego se añadió el bronce de arsénico, cuyo uso fue finalmente sustituido por el bronce de estaño (Mayer, 1998). En la región andina, sin embargo, el uso utilitario de los artefactos metálicos no tenía el primer rango. Para las culturas autóctonas americanas el carácter simbólico de los artefactos de metal era mucho más importante en su función para el culto, como instrumentos ceremoniales. Las herramientas agrícolas constituyen así una pequeña excepción: su uso era sobre todo utilitario, y se esperaba de una herramienta de este tipo ciertas propiedades específicas, como la dureza. El bronce arsenical ofrece varias ventajas: facilita la fundición, la forja y también el endurecimiento en frío por martilleo. Según referencias bibliográficas, la cultura Sicán inaugura su uso a gran escala, sobre todo en puntas para bastones de labranza (Mayer, 1998). Aparece en tumbas modestas y sofisticadas, tanto en su aspecto absolutamente utilitario como en sus imitaciones pesadas, mal fundidas y a veces con núcleos de barro. Como se menciona, aparece con gran frecuencia en el registro arqueológico, por lo que podemos deducir una importancia central de dicho artefacto. b) La metalurgia Sicán En el caso Sicán, la actividad metalúrgica fue una constante e invadió todas las formas de vida. Desde la obtención del mineral, hasta los detalles técnicos de su manufactura, gran parte de la sociedad Sicán se dedicó a la producción de objetos metálicos a gran escala. Es así que no sorprende que los hayan usado para un rango de propósitos sin precedentes. En esencia, los metales y su producción a escala industrial transformaron el mundo Sicán (Shimada, 2015). El estudio de este impacto puede ser abordado tanto en el nivel de su significancia cultural como en la tarea descriptiva de detalles técnicos.

El término “Sicán” designa a un grupo social prehispánico que floreció en la costa norte peruana, también conocidos como “Lambayeque”. Los Sicán provienen de la fusión de una larga tradición previa, de procedencia autógena (los Moche) con una influencia cultural externa, o exógena, los Wari, que alcanzaron esta zona desde el sur durante los años 800-850 antes del presente. La hibridación cultural general por la que atravesó esta cultura formó la base y rápida formalización de la religión y el estilo artístico asociado, así como un notable crecimiento en el poder económico, político y religioso, al punto de ser una fuerza dominadora de este área, 1000 años antes del presente (Shimada, 2015). La etapa intermedia de este proceso cultural, denominada “Sicán Medio”, poseía las condiciones tanto naturales como culturales para la generación de un modelo social de tipo estatal. Un factor importante la convertiría eventualmente en la mayor fuerza productiva de su tiempo en los Andes: metalurgia avanzada y sistemática, proveniente de fuentes minerales locales. Sus metalurgistas se distinguían por producir exitosamente aleaciones de cobre-arsénico, así como aleaciones de oro, con una escala y rango de uso sin precedentes. La producción local de artefactos metálicos devino eventualmente en una extensa red inter-regional de intercambio que permitió el registro arqueológico de objetos exóticos, tales como ámbar, esmeraldas, y conchas marinas tropicales (Spondylus, Strombus). De esta forma, Izumi Shimada, director del Proyecto Arqueológico Sicán, propone un estudio holístico, que (1) defina y explique la tecnología y organización del proceso entero de producción, desde la adquisición del mineral, manufactura del producto hasta el reciclaje del mismo; y (2) entienda las funciones, distribución y significancia de productos, así como las convenciones sociales e institucionales, relaciones sociales entre trabajadores, y el sistema de valores que formó la manufactura, uso y significado del producto en sí. Es holístico en el sentido en que utiliza perspectivas sincrónicas y diacrónicas, así como dimensiones humanas y materiales de actividades productivas. Los talleres metalúrgicos Sicán estaban típicamente equipados con una fila de tres a cinco hornos regulares, de forma ovoide y recubiertos de arcilla refractaria con objetivos de conservación térmica. Muchos eran recubiertos y reparados con frecuencia, hasta que la cámara era demasiado pequeña. En términos generales, las medidas son 30 cm largo, 25 cm de alto, y 25 cm de ancho, con una capacidad operacional de 1.25 a 3.5 litros. Estos hornos eran alimentados a través de cañas y toberas, el espacio y los requerimientos de fundición hacían que de dos a tres operarios trabajen en cada horno (Shimada, 2015) Por otra parte, el proceso de fundición era así: 1) Introducción de los minerales al horno, alcanzando alrededor de 1200°C de temperatura 2) Selección manual, en batanes, de las gotitas de metal o “prills” procedentes de la masa de escoria resultante del paso anterior

Ilustración 1: Fabricación del receptáculo. Tomado de Vetter: 1996

3) Refundición de las gotas de metal 4) Obtención de tortas metálicas a partir de la solidificación de las gotitas en el fondo del horno. 5) Luego de la fundición y obtención de las tortas metálicas, se procede al uso de moldes univalvos o bivalvos de cerámica, metal e incluso piedra, donde se forma y trata, eventualmente, en una forja (Hocquenghem, 2005)

II.

Museo del Oro: análisis macroscópico de herramientas agrícolas El proceso de formación de estas herramientas, denominadas rejas o “rejones”, tiene dos etapas bien distinguidas: 1) A partir del proceso de fundición descrito anteriormente, se obtienen a través de la fundición lingotes alargados o preformas, en su mayoría, con diseños en la parte dorsal 2) La fabricación del receptáculo y la hoja: a través del martillado o “forjado” (que le da solidez a la pieza) se aplanan o laminan los extremos de la pieza. Así, un extremo servirá para introducirlo a la tierra mientras que el otro se utilizará como receptor del mango, como se describe en (Vetter Parodi, 1996) El “Museo Oro del Perú” alberga en sus instalaciones más de 8,000 piezas de oro y otros materiales prehispánicos, proveniente en su mayoría de la costa norte del Perú de las culturas Moche y Lambayeque

o Sicán. Estas piezas fueron adquiridas por Miguel Mujica Gallo y administradas por su fundación, por lo que se desconoce su información de origen y contexto. Entre estas piezas, hay 70 ± 5 puntas de cobre. En general, se trata de piezas con cuerpo alargado, en cuya parte superior existe un receptáculo en el que se insertaba una vara de madera para facilitar el uso, y en la parte inferior una punta, que puede presentar diversas formas. En algunos casos, el cuerpo presenta iconografía. Hipotéticamente, son herramientas de labranza agrícola, sin embargo, hay algunas en forma de naipes (angostos en el cuerpo y rematados por una hoja semilunar) que por forma y grosor no parecen haber sido usadas en este tipo de trabajo, y también existen algunas cuya punta es angosta y aguda, “puntas de lanza Chimú” según afilian tentativamente las fichas de conservación del museo. Cabe mencionar que las piezas están registradas bajo fichas de tipo conservación, es decir, las piezas no conservadas no tienen un código o ficha de registro. La muestra de piezas en su conjunto: Ilustración 2: 10 rejas del Museo Oro del Perú

Ficha N°

1

Código original

M-3944

Largo

29 cms.

Ancho máx/min

6.4/3.5

Diámetro

2.3

Decoración



Manufactura

Vaciado/laminado

Estado

Regular

Ficha N°

2

Código original

M-03946

Largo

34 cms.

Ancho

4

Diámetro

3.4

4Decoración



Manufactura

Vaciado/laminado

Estado

Bueno

Fotos

Fotos

Ficha N°

3

Código original

No tiene

Largo

31.5

Ancho

3.7

Diámetro

3.3

Decoración



Manufactura

Vaciado, laminado, incisos

Estado

Bueno

Ficha N°

4

Código original

No tiene

Largo

32

Ancho

4.5

Diámetro

3

Decoración



Manufactura

Vaciado/laminado

Estado

Regular

Fotos

Fotos

Ficha N°

5

Código original

No tiene

Largo

29.5

Ancho

6}

Diámetro

3

Decoración



Manufactura

Vaciado, martillado

Estado

Regular

Ficha N°

6

Código original

No tiene

Largo

33

Ancho

4.5

Diámetro

3.5

Decoración



Manufactura

Vaciado, laminado

Estado

Regular

Fotos

Fotos

Ficha N°

7

Código original

No tiene

Largo

33.5

Ancho

5

Diámetro

4.5

Decoración

No

Manufactura

Vaciado, laminado

Estado

Regular

Ficha N°

8

Código original

No tiene

Largo

25.5

Ancho

3.5

Diámetro

3

Decoración



Manufactura

Vaciado, laminado, incisos

Estado

Bueno

Fotos

Fotos

Ficha N°

9

Código

M-3922

Largo

33

Ancho

3.5

Diámetro

3

Decoración

No

Fotos

Manufactura Vaciado, laminado Estado

Regular

Ficha N°

10

Código

M-3947

Largo

37.5

Ancho

3

Diámetro

2.5

Decoración



Manufactura Vaciado, laminado Estado

Bueno

Fotos

a) Descripción Ficha 1: Punta o “rejón” de cobre. Cuerpo alargado, la hoja es ligeramente ancha. En el cuerpo, se observa una serpiente de cuatro curvas, probablemente incluida en el molde donde se vació el lingote inicial. Es posible que esta pieza no haya sido utilizada, pues el receptáculo está aún abierto. No hay trabajo de conservación en esta pieza, la parte del receptáculo presenta corrosión activa (aumento del volumen) junto a restos de arena. Hay una pátina verdosa que cubre la pieza en general y una azulada que cubre partes específicas de la pieza, sobre todo cerca al receptáculo. Ficha 2: Punta o “rejón” de cobre. El receptáculo está completamente formado y cerrado, el cuerpo presenta rajaduras en forma dendrítica. En la parte dorsal, la decoración se presenta en forma de animal, probablemente un reptil (lagartija o iguana). La hoja de la pieza se ve ligeramente gastada, aunque conserva su forma, por lo que podemos considerar que se trata de una pieza utilizada ocasionalmente. Existe un trabajo de conservación en esta pieza, que consistió en tratamiento mecánico y químico: 1) Con bisturí se retiró el óxido verdoso de cobre 2) Hisopo con ácido sulfúrico al 10% 3) Agua des ionizada 4) Benzotriazol en etanol (estabilizador) 5) Limpieza con hispo en acetona y consolidación con paraloid al 20% Ficha 3: Punta o “rejón” de cobre. De consistencia más bien maciza, el lingote inicial debió tener una configuración cúbica. El receptáculo tiene una forma circular muy bien definida, y la hoja es más ancha de lo normal. Su forma y conservación delatan un nulo uso práctico o técnico de la pieza. Sin embargo, el cuerpo está casi completamente decorado con líneas incisas formando motivos, por lo que posiblemente provenga de un contexto ritual/funerario. Los motivos no se distinguen claramente debido a la corrosión, aunque una aproximación macroscópica a la pieza evidencia aves y motivos geométricos –triangulares y circulares-. Un análisis microscópico mostraría con mayor exactitud la totalidad del diseño.

Ficha 4: Punta o “rejón” de cobre. El receptáculo presenta una forma circular distorsionada, probablemente producto del contexto deposicional. Cubre la mayor parte del cuerpo una serpiente de siete curvas, cuya cola forma una figura semicircular. La capa de corrosión tiene improntas de tejido, por lo que es muy posible que esta herramienta haya sido depositada envuelta en un textil. La hoja está ligeramente gastada. Ficha 5: Punta o “rejón” de cobre. De consistencia más bien delgada, esta pieza presenta una corrosión sobre todo azulada. En el cuerpo, hay una serpiente de seis curvas, no se distingue claramente hacia qué lado tiene la cabeza, aunque por comparación podemos suponer que hacia el lado del receptáculo. Éste, por otra parte, no se encuentra totalmente cerrado, y el estado de la pieza en general, sumado a este factor nos permite inferir un uso no-utilitario de la pieza. Ficha 6: Punta o “rejón” de cobre. Ésta pieza presenta una contextura maciza particular, pues si bien no es muy alargada, pesa considerablemente. La hoja presenta también esta característica, por lo que podemos denominar esta una punta, o rejón, ancha. En el cuerpo dorsal, hay una figura alargada que asemeja a un motivo zoomorfo, probablemente un reptil. El receptáculo, por su parte, tiende a formar una cerradura más o menos triangular, aunque se desconoce si esto fue intencional o más bien formado por las condiciones deposicionales. La pieza presenta una corrosión general Ficha 7: Punta o “rejón” de cobre. Como la anterior, es de contextura maciza, y tiene la peculiaridad de que la punta remata en una forma cuadrada y roma. EL receptáculo está cerrado y su forma circular está muy bien definida. La punta se encuentra ligeramente gastada, por lo que podemos postular un uso ocasional. Ficha 8: Punta o “rejón” de cobre, muy similar a la N° 3, aunque más corta. Su similitud radica en la decoración: también se encuentra en la mayor parte del cuerpo, es de tipo incisa, y forma motivos geométricos parecidos. La punta de esta pieza es corta, gruesa, y se encuentra ligeramente gastada. Por otro lado, la capa corrosiva denota una impronta de lo que parece material textil, por lo que es posible que haya sido depositada envuelta individualmente.

Ficha 9: Punta o “rejón” de cobre. Acorde a lo descrito anteriormente, ésta pieza es de naturaleza alargada, de consistencia maciza excepto en la zona del receptáculo, que se encuentra cerrado formando una abertura más o menos triangular. La hoja es plana, ligeramente ancha, y no presenta signos de haber sido utilizada. Se prescinde de motivos decorativos. Ficha 10: Punta o rejón de cobre, es la más larga de la colección. Presenta en el área dorsal una serpiente de siete curvas, y porosidad intensa cerca al área decorativa. El receptáculo está semicerrado, y el largo de la hoja está notablemente recto. Esto posiblita la inferencia de que esta pieza no ha sido utilizada. Existe un tratamiento de conservación, consistente en: 1) Tratamiento electro-químico 2) Aplicación de benzotriazol 3) Consolidado con paraloid b-72 en acetona III.

Conclusiones 





Los objetos metálicos, diversificados en términos de forma, diseño, material y decoración, poseyeron un uso constante e importante tanto en actividades cotidianas como en actividades funerarias para la sociedad Sicán. Desde la obtención del mineral, hasta el uso final del artefacto, diversos sectores de la sociedad participaron de la cadena operatoria. Esto, por otro lado, fue especialmente intenso debido al nivel industrial de producción que estamos tratando, reflejado en el registro arqueológico. La arqueometalurgia es una disciplina científica que constituye un eje importante de varias disciplinas: arqueología, ciencia de materiales, geología, química, entre otras. Forma entonces un ejemplo claro y directo de cómo podemos aplicar interdisciplinariedad en nuestra aproximación al objeto: técnicamente orientada, con una contextualización óptima, permite asociar a los metales y su producción con sus contextos culturales, históricos y naturales, con el fin de entender cada vez mejor el rol y significancia de los metales. Siguiendo esta perspectiva interdisciplinaria, es importante insertar a la arqueometría en nuestras investigaciones. A través del análisis detallado de restos arqueológicos, utilizando técnicas de la biología, química y física, puede ser empleada para establecer composición química y técnicas de manufactura, apoyándose siempre en referencias históricas y comparación con resultados experimentales e información recabada arqueológicamente.

Bibliografía Cook, G. I. (1990). La edad de cobre en el Perú. Lima: CONCYTEC. Hocquenghem, A. M. (2005). Las puntas y rejas prehispánicas de metal en los Andes y su continuidad hasta el presente. Bulletin de l'Institut français d'études andines, 34 (2), 141-159. Lechtman, H. (1987). La tecnología en el mundo andino. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. Mayer, E. F. (1998). Armas y herramientas de metal prehispánicas en Perú. Mainz Am Rhein: Philipp Von Zabern. Shimada, I. (2015). Obsessed with Metal: Manufacture, Use and Significance of Metals in the Thousand Year-Old Sicán Culture of South America. Second Beno Rothenberg Memorial Lecture, Institute of Archaeo-Metallurgy, (pág. 15). London. Vetter Parodi, L. (1997). El uso del cobre arsenical en las culturas prehispánicas del norte del Perú. Boletín Museo del Oro, 73-81.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.