¿Pueden los varones ser feministas?

September 27, 2017 | Autor: Néstor Rodriguez | Categoría: Feminismo, Género, Masculinidades
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Descripción

¿PUEDEN LOS VARONES SER FEMINISTAS?
Lic. en Ps. Néstor Rodríguez Pereira de Souza.
Recientemente tuve oportunidad de intercambiar con una compañera acerca de esta interrogante. La misma no se planteó en tales términos, sino mas bien próxima a una afirmación. "Los varones no pueden ser feministas", o algo así resonó en mi.
La cuestión es que dicho intercambio enriquecedor me desafió a reflexionar sobre la interrogante, y a multiplicarla hacia otros rumbos, tales como "¿qué noción implícita hay acerca del feminismo, es decir, qué se entiende por feminismo?" "¿solo las mujeres pueden serlo?" "si solo las mujeres pueden serlo, ¿dónde está la perspectiva de género?" "¿es lo mismo perspectiva de género que perspectiva feminista?".
Como entiendo la escritura como una forma de tematizar cuestiones y hasta en ocasiones, resulta catártica, decidí comenzar a tirar algunas líneas acerca de estas cuestiones y ver hacia dónde me rumbeaba el teclado. Indudablemente algo de mi propia ideología tocaba la cuestión, de ahí que me produjo incomodidad y como dice Ana María Fernández parafraseando a Deveraux, me dispuse hacer "de la incomodidad concepto".
En primer lugar, sería interesante preguntarnos qué entendemos por feminismo, ya que dependiendo desde el lugar de la definición que nos paremos podremos responder a la pregunta disparadora de todo eso (la del título de la presente comunicación).
La singularidad del término no nos sirve ni para la pregunta ni mucho menos para ensayar respuestas; por eso es mejor hablar de feminismos, rescatando la diversidad de posturas existentes y de expresiones subjetivas que contempla, así como para ser mas fieles a la Historia. Si a ella nos remitimos encontraremos que han habido diversas posturas, desde la Ilustración hasta el presente, que se articulan con diferentes corrientes ideológicas. Así tenemos el feminismo igualitarista, de la diferencia, ecofeminismo, poscolonialista, feminismo negro, y un largo etcétera; lo que si es claro es que todas coinciden en visibilizar la opresión a la que las mujeres históricamente han estado sometidas en el marco de un sistema de relaciones patriarcal.
La invisibilización de sus aportes a la ciencia, al desarrollo de la sociedad, la subrepresentación en los cargos públicos y su participación política, las dificultades al acceso a educación y trabajo, la violencia específica que sufren son todas problemáticas que dan cuenta del lugar subordinado que tienen en nuestra sociedad y cultura. Ya lo dijo August Bebel "la mujer fue esclava antes que existiera el esclavo" (1885, La mujer y el socialismo). Ante el conjunto vigente de desigualdades e injusticias, el feminismo se ha buscado imponer como respuesta, sin por ello dejar de ser objeto de burla, prejuicio y mentiras.
Cabe detenernos en algunas de ellas a los efectos no solo de aclarar confusiones sino desmitificarlos.
El feminismo no es una corriente que solo sostienen lesbianas, ni están en contra de nosotros, ni se trata de un conjunto de mujeres reprimidas y resentidas con los varones, ni buscan invertir la pirámide y oprimirnos. El feminismo no es el antónimo de "machismo" como equivocadamente lo plantea Ricardo Arjona en su tétrica canción "Mujeres".
Muy por el contrario se trata de una corriente de pensamiento que busca luchar por los derechos de las mujeres, en términos de igualdad y equidad, para construir una sociedad mas justa para todos sus integrantes sin distinción de sexo.
Cuando hablamos de feminismo(s) estamos hablando de ideales de justicia, de no violencia, de acceso a oportunidades y participación; ideales todos en los que nos podemos sentir representados y que constituyen razones por las cuales abocarnos a la lucha.
Entonces, si compartimos estos ideales, que no son otros que los de el (los) feminismo(s), ¿por qué pensar que no pueden ser compartidos por varones y que los mismos son propios y únicamente de las mujeres?
Por otra parte, se ha considerado que el feminismo constituye una narrativa que da cuenta de la experiencia de las mujeres construida por las propias mujeres; una suerte de lenguaje descriptivo y liberador de las propias ataduras que amarran a las mujeres y cercenan sus libertades como colectivo. Y es en tal sentido que se considera que los varones tendríamos que poder construir nuestras propias narrativas que pudieran expresar nuestra propia experiencia; y el problema es que las narrativas existentes han sido siempre masculinas, desde el lenguaje mas coloquial hasta aquellos vinculados al desarrollo científico, y de ahí la dificultad y el desafío para el feminismo de poder construir alternativas en el marco de instituciones patriarcales y masculinas. Sin pretender abordar estos debates en el presente artículo, me interesa detenerme en por qué pienso que el feminismo también puede llegar a constituir una narrativa que pueda dar cuenta de la experiencia de los varones; en primer lugar, porque entiendo que los géneros son relacionales, y al hablar de uno necesariamente se hablará del otro. De igual forma, las estrategias de cambio que se propongan; no podrá existir emancipación femenina sin desempoderamiento masculino; librarnos de "las trampas de los privilegios" como lo plantea Pierre Bourdieu; al feminismo debemos el darnos cuenta que nuestros privilegios como varones no son derechos adquiridos. El feminismo nos ha dado un marco explicativo no solo de la experiencia de las mujeres sino de cómo operan las relaciones de poder y el lugar que los varones jugamos y ocupamos en ellas.
Si el planteo de que los varones no podemos ser feministas porque el mismo trata exclusivamente de la experiencia de las mujeres, y es una corriente filosófica escrita por ellas y para ellas, las posibilidades de establecer diálogos comunes en base al entendimiento no sería posible; tanto así que Marx nunca podría haber escrito sus maravillosos textos y desarrollar su revolucionaria teoría ya que nunca fue proletario.
No se trata de construir otro marco de sentido y comenzar a llamarnos "varones igualitarios" o "masculinistas" que nos ubique en veredas opuestas como si la matriz patriarcal no tuviera consecuencias opresivas para mujeres y varones. Se trata de construir las alianzas necesarias que aúnen fuerzas y consagren estrategias de lucha en contra de la opresión patriarcal y que nos encuentre en horizontes de igualdad y justicia.
Es por eso que considero que el feminismo, en sus diferentes manifestaciones, constituye la herramienta para poder combatir el sexismo, el androcentrismo y el machismo. Es por eso, que siendo varón me considero feminista, porque mi genitalidad no hace que no pueda entender y empatizar con el sufrimiento de las mujeres que son golpeadas, con las mujeres que no pueden caminar por la calle sin que los varones le griten alguna grosería enmascarada de "piropos" o con aquellas mujeres que tienen que trabajar el doble y el triple para que se les reconozca la mitad de lo que hacen y ganen menos que los varones. Porque estoy convencido que el género no está entre las piernas sino que se educa y se aprende, es que me considero un varón feminista y que puedo devenir en el lugar de lo femenino cuando sufro la opresión del patriarcado. Porque como lo sentenció Charles Fourier "el grado de emancipación femenina constituye la pauta natural de la emancipación general" y por ella hay que luchar desde diferentes trincheras.






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