Psicoterapia Posracionalista Fenomenologica Hermeneutica Breve Conceptualización

June 14, 2017 | Autor: F. Sandoval González | Categoría: Fenomenología, Hermenéutica, Psicoterapia, Posracionalismo
Share Embed


Descripción

Psicoterapia Posracionalista FenomenológicaHermenéutica: Breve conceptualización. Ps. Freddy Sandoval González Santiago, 2015 [email protected] 1. Posracionalismo Fenomenológico-Hermenéutico. El Posracionalismo Fenomenológico-Hermenéutico es un enfoque psicológico que entrega un marco conceptual desde el cual podemos entender fenómenos como el padecimiento psíquico, cómo poder hacer psicoterapia, cómo entender la identidad, la personalidad y el Sí-Mismo, pero todo esto sin utilizar una teoría como manera explicativa del fenómeno de Ser. El desarrollo de esta perspectiva es actualmente liderada por el Dr. Giampiero Arciero, quien es director del Instituto de Psicología y Psicoterapia Posracionalista de Roma, del cual fue cofundador junto al Dr. Vittorio Guidano. Esta perspectiva se reconoce como tal a partir del desarrollo del giro hermenéutico que realiza Giampiero, como una forma de dar continuidad a aquellas ideas que desarrolló en conjunto con Guidano antes de su fallecimiento. Es así como los términos Fenomenológico y Hermenéutico señalan aquellas bases conceptuales que introduce Giampiero al modelo Posracionalista, pero que sin embargo tiene profundas implicancias que requieren de una reconceptualización completa del modelo de Guidano: más que conocer el “Qué” del paciente, se busca conocer “Quién” es el paciente (Trujillo, Cabrera & Arciero, 2009). 1.1 Conceptualización del Si-Mismo: el Dasein de Martin Heidegger. Uno de los principales autores que esta perspectiva posracionalista fenomenológica-hermenéutica ha considerado, es al filósofo Martin Heidegger. Heidegger desarrolló una línea filosófica guiada por la pregunta: ¿cómo podemos acceder a la vida fáctica (Xolocotzi, 2004)? Por vida fáctica entenderemos a “la vida misma”, como los acontecimientos vistos desde una perspectiva fenomenológica, la cual nos invita a ir “a las cosas mismas” (Heidegger, 2007). Sin embargo, a diferencia de la fenomenología desarrollada por otros autores como Husserl o Hegel, Heidegger señala el fenómeno de la vida respetando su motilidad (la vida en movimiento), su acontecer pre-reflexivo (la vida tiene un sentido y significados sin necesidad de reflexionar sobre ello) y su historicidad (cada persona vive y ha vivido la vida de una forma particular) elementos profundamente desarrollados en su obra “Ser y Tiempo” (Xolocotzi, 2004). Esto implicaría que el fenómeno de Ser, ha de ser considerado como algo que se constituye de vez en vez en un constante devenir en el tiempo, por lo que este Ser tiene una historia (Arciero & Bondolfi, 2009). Finalmente, Heidegger señalaría que el fenómeno de Ser es un Dasein, un Ser-en-el-mundo: 1

Somos de vez en vez, momento a momento, en nuestros recurrentes encuentros con el mundo, y sin este mundo, no podríamos Ser (Heidegger, 1927). Esto implicaría que no existe un mundo objetivo ni un mundo subjetivo por separado, ya que el fenómeno de Ser sólo es posible en el encuentro, y este encuentro es inevitable, por lo que Ser es siempre una obligación, condición que Heidegger señalaría como un Estar-arrojados-al-mundo (Heidegger, 2007). Entonces, desde la perspectiva fenomenológica-hermenéutica, el Si-Mismo sería este Dasein (Arciero, 2009). 1.2 El acceso a la vida fáctica: reducción, reconstrucción y destrucción. Como segunda pregunta, Heidegger se plantea el siguiente problema: Si somos un Dasein, entonces, ¿cómo podemos acceder a la vida fáctica sin quitarle su vitalidad (Xolocotzi, 2004)? Para responder a esta pregunta, Heidegger propone una metódica que nos permite acceder a la vida fáctica, respetando el Dasein: el uso de la Hermenéutica (Xolocotzi, 2004). La hermenéutica es un método que permite interpretar el fenómeno de la vida fáctica y hacerlo comprensible. Esta interpretación es histórica, ya que cada fenómeno se vuelve comprensible siempre a la luz de la vida fáctica particular de cada persona. La manera con la que el “hermeneuta” explora la vida fáctica es utilizando su intuición hermenéutica, es decir, buscando que sea la vida misma la que permita comprender la vivencia y así interpretarla (Xolocotzi, 2004). Por ello, Heidegger propone una metódica de cómo tratar las vivencias de manera que hermenéuticamente, podamos acceder a la vida fáctica en su Dasein. Este método cuenta de tres movimientos, pero que no deben ser entendidas como “fases” que se siguen una después de la otra, ya que estos movimientos se realizan de manera conjunta (Xolocotzi, 2004). El primer movimiento lo denominó reducción. Este se caracteriza por dirigir nuestra mirada hacia el fenómeno de la vida fáctica (Xolocotzi, 2004). Por ejemplo, en el acto de prepararme un café. Este hecho en particular de mi vida está ocurriendo de forma pre-reflexiva, pero es comprensible para mí y para quien dirige su mirada hacia ello. El segundo movimiento lo denominó reconstrucción. Este se caracteriza por el dar una posición en mi vida a aquello que está ocurriendo, mediante la interpretación que esto significaría en el sentido que tiene mi vida en ese momento particular (Xolocotzi, 2004), lo que permite hacer que este acto de hacerme el café aparezca en mi vida con algún sentido. Por ejemplo, el acto de hacerme un café significa: que yo elegí hacerme un café porque a mí me gusta más el café que ése 2

té que estaba en la misma mesa, porque el té me parece “agua desabrida”. Eso que está ocurriendo “aparece” en lo que yo soy en ese momento. Y el tercer movimiento Heidegger lo denomina destrucción. Cabe señalar que este movimiento se está realizando tanto en la reducción como en la reconstrucción (Xolocotzi, 2004). La interpretación del fenómeno que estamos mirando (el que yo me esté haciendo un café) tiene un sentido en mi vida, un sentido que en ese momento me permite entender mi pasado, mi presente y mi futuro de una forma particular respecto al hacerse un café. Pero, ¿cómo sé que ese pasado, presente y futuro corresponde a cómo yo estoy siendo en ese momento? Esto lo podemos lograr si aquello que estamos mirando en ese momento en particular (el que yo me esté haciendo un café) y nosotros interpretamos, tiene algún sustento en lo que ha sido mi historia (es decir, hacemos una crítica histórica). Elegí hacerme un café porque una vez hice un té que sabía desagradable y no me gustó, así que se nos hace comprensible el que yo esté haciendo ese café ahora, nuestra interpretación permite comprender cosas más allá de ese momento en particular, inclusive el sentido que tiene en mi vida hacerme un café y no un té, por qué elegí esa posibilidad. 2. Mismidad, Ipseidad e Identidad narrativa. Entonces, ¿cómo se entiende que podamos decir que somos de una forma en particular si estamos constantemente Siendo-en-el-mundo? 2.1 Mismidad. Cada encuentro que tenemos en-el-mundo, es decir, cada vez que somosen-el-mundo, se constituye como una experiencia. Estos encuentros con el mundo, estas formas de Ser, se van haciendo familiares a lo largo de la vida. Esto permite que las experiencias comiencen a decantar en un sentido que es apropiado. Este sentido de apropiación no es reflexivo, sino que más bien éstas experiencias se constituyen como “huellas” de mi existir. Sin embargo, esto no significa que se genere una mismidad cerrada, debido a que en cada encuentro con el mundo, en cada Ser-en-el-mundo, estas “huellas” son factibles de constituir un nuevo sentido (Arciero, 2009; Arciero & Bondolfi, 2009). 2.2 Ipseidad. La ipseidad es el espacio en el que ocurre la acción de Ser-en-el-mundo, es decir, en donde nos encontramos en el mundo, entendiendo este como la alteridad. En este encuentro la Mismidad, la familiaridad de las experiencias en las que hemos sido, se encuentran en-el-mundo como una nueva experiencia, permitiéndonos apropiarnos del fenómeno de la vida en curso, lo que conlleva además el poder elegir una posibilidad de existir (Arciero, 2009; Arciero & Bondolfi, 2009). Este es el principal objeto de estudio de la perspectiva posracionalista fenomenológica-hermenéutica. 3

2.3 Identidad narrativa. El lenguaje nos permite constituir el fenómeno de Ser, un “personaje”, pudiendo dar cuenta de nuestra Mismidad por medio de la narración de quién somos. Esto nos otorga una identidad que comprende estas “huellas” experienciales, acorde al sentido que tiene nuestro pasado, presente y futuro, permitiéndonos compartir con los otros dicho sentido (Arciero, 2009; Arciero & Bondolfi, 2009). 3. El Síntoma: la fractura de la Identidad narrativa. ¿Qué ocurre cuando nos encontramos de cara a la vida fáctica sin el respaldo de una Mismidad que nos permita apropiarnos de la situación en curso? Cuando el “personaje” constituido en el lenguaje no logra dar cuenta de la experiencia en curso, se genera una fractura en la trama narrativa, la que consideraremos como “situación fracturante” (Adasme y Zagumtt, 2015). Como la Mismidad no fue capaz de integrar los elementos de la Ipseidad, aparece el síntoma como una forma de mantener la Identidad narrativa ante la vida en curso (Arciero & Bondolfi, 2009). El síntoma se entendería como un automatismo, una forma de Ser repetitiva que no logra finalmente encontrarnos plenamente en-elmundo. Sin embargo, este síntoma nos señala la existencia de contenidos que fueron pre-reflexivamente significados, pero que no fueron integrados a la Identidad narrativa, por lo que de la misma manera en que nos señala que hay contenidos que han de ser mostrados (recordemos la reconstrucción), también hay un sentido que se ha ocultado por el síntoma, un sentido que nos permitiría acceder nuevamente a la vida fáctica, y así ser renovado nuestro encuentro con la Ipseidad (Arciero, 20014). 4. Psicoterapia Posracionalista Fenomenológica-Hermenéutica. Por lo tanto, cabría preguntarse ¿de qué manera la psicoterapia pudiese ser un método que permita recuperar el acceso a la vida fáctica? ¿De qué manera podemos explorar la vida del paciente sin una teoría para no desvitalizar el relato con el que nos da cuenta de su padecer? 4.1 La indicación formal de Heidegger como guía para el psicoterapeuta. La indicación formal sería una forma en la cual podemos encontrar el acceso a la vida fáctica del paciente. En cada situación en la que somos-en-elmundo, es posible identificar cuatro “sentidos” que constituyen a quien somos en ese momento, la forma en que pudimos existir en ese momento, los cuales serían el sentido de contenido, ejecución, referencia y temporalización (Xolocotzi, 2004; Escudero, 2004; Bolton & Bonomo, 2014; Arciero, 2014). En el caso de la psicoterapia, el psicoterapeuta tiene interés por conocer quién era nuestro paciente durante la situación fracturante, a fin de que aquella situación sea “aclarada a la luz de su propia vida” (Bolton & Bonomo, 2014). 4

a) El primer indicador formal es el sentido de contenido. Este nos señala una situación (por ejemplo, el hacerme un café). b) El segundo indicador formal es el sentido de ejecución. Este nos señala una acción o movimiento en una situación (por ejemplo, el acto de prepararme el café). c) El tercer indicador formal es el sentido de referencia. Este nos señala cómo nos referimos la situación (por ejemplo, ese café que me preparo me gusta). d) Y el cuarto indicador formal es el sentido de temporalización. Este nos señala que papel juega esa situación en nuestra existencia (por ejemplo, siempre espero encontrar igual de exquisito ese café, por eso lo elijo). Si exploramos las situaciones que el paciente el sentido que tuvo esta situación, favoreceremos elementos que fueron discrepantes, permitiendo “personaje”, recuperando el acceso a su ipseidad sentido, pudiendo así encontrarse con la libertad posibles personajes (Arciero, 2014).

nos va indicando, aclarando la apropiación de aquellos al paciente transformar el y renovar su horizonte de de decidir poder Ser otros

4.2 El Psicoterapeuta como hermeneuta de la vida fáctica guiado por la indicación formal. Dada la metódica con la que el psicoterapeuta exploraría en conjunto al paciente su vida fáctica, es posible señalar que éste actuaría como un hermeneuta o intérprete de la vida fáctica del paciente, deconstruyendo, reconfigurando y solicitando el sustento de lo narrado con acontecimientos de su vida, guiándose por el sentido del mundo que el paciente señala por medio de las indicaciones formales, aclarando cada situación de forma rigurosa, partiendo por la situación fracturante en donde emerge el síntoma (Bolton & Bonomo, 2014).

5

Referencias:

Adasme, D y Zagmutt, A. (2015, Mayo). Apuntes. Congreso Internacional ALAPCO. Santiago, Chile. Arciero, G. (2009). Tras las huellas de Sí Mismo. Buenos Aires - Madrid: Amorrortu editores. Arciero, G. (2014, Noviembre). Apuntes. Seminario Internacional. Santiago, Chile. Arciero, G. y Bondolfi, G. (2009). Selfhood, Identity and Personality Styles. Oxford: Wiley Blackwell. Bonomo, E. y Bolton, C. (2014, Marzo). Apuntes. Seminario Online Psicoterapia Posracionalista. Escudero, J. (2004). Heidegger y la indicación formal. Hacia una articulación categorial de la vida humana. Diánoia, 52 (49). Heidegger, M. (2007). Seminarios de Zollicon. México: Red Utopía A.C. Heidegger, M. (1927). Ser y Tiempo. Edición electrónica: Universidad ARCIS. Krause, M. (1995). La investigación cualitativa: un campo de posibilidades y desafíos. Revista Temas de educación. Trujillo, D., Cabrera, E. y Arciero, G. (2009). Mueren los –ismos, vuelve la persona. Entrevista a Giampiero Arciero. Xolocotzi, A. (2004). Fenomenología de la vida fáctica .México: Plaza y Valdes editores.

6

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.