Prospecciones en el Río Chico, provincia de Chubut

July 3, 2017 | Autor: Analia Castro Esnal | Categoría: Arqueología de Patagonia
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Descripción

Prospecciones en el Río Chico, provincia de Chubut Cecilia Pérez de Micou1, Analía Castro2, María Luz Funes3, Susana Burry4, MatildeTrivi4

A B S T R A C T This article is part of a research project that aims at studying hunter gatherer groups´ mobility, environmental resources available and their changes throughout time. We integrate information from documents, ethnographic and oral sources, paleoenvironmental and archaeological studies. The Rio Chico River flows from Colhue Huapi lake in East Chubut province, to Chubut River (current Ameghino dam). Ethnohistoric sources give information about the existence of an indigenous route that was used by Tehuelches in the XIXth century. A fieldwork was organized to check the presence of surface archaeological sites related with the river banks and to take soil samples to do paleoenvironmental analysis at diverse areas of the river. The zone was surveyed from its source to the outlet at the accessible areas through state routes and local roads. Six areas were surveyed: Las Nacientes Puente de Cemento - Puente Nollman- Estancia El Tragüil - Paso del Álamo and Puesto El Zorzal. It is observed that the river only presents some pools of stagnant water, where profiles were taken for pollen analysis. The presence of extensive concentration areas with archaeological indigenous and creole material were verified surficially. A material sample was gathered, at the moment it’s being under analysis; in a preliminary way technological distinctions are noticed among the different sets.

INTRODUCCIÓN Este trabajo se inscribe en un proyecto cuyo objetivo es estudiar los circuitos de movilidad de los grupos cazadores-recolectores, su relación con los recursos ambientales disponibles y sus cambios a través del tiempo. Se aborda aquí el camino que acompaña al Río Chico de Chubut que, según los escritos de viajeros del siglo XIX, fue utilizado

por los grupos cazadores patagónicos en sus desplazamientos entre los lagos Colhué Huapí y el Río Chubut. Se darán a conocer los resultados de la primera campaña realizada para detectar sitios arqueológicos a lo largo del trazado del camino y extraer muestras de sedimento para el análisis palinológico.

UBICACIÓN El Río Chico recorre el este de la provincia de Chubut, desde el Lago Colhue Huapi hasta el Río Chubut (hoy Dique Ameghino). Las nacientes del río Chico se encuentran en el extremo sudoriental del lago Colhué Huapi (Figura 1). Desde el año 1939, en que tuvo lugar el último sobre flujo, lo usual es que el sistema formado por el río Senguerr y los lagos Musters y Colhué Huapi funcione como una cuenca endorreica, pues tanto las nacientes del

Senguerr como los aportes de sus afluentes, no alcanzan a superar las pérdidas por escurrimiento que se producen en el lago Musters y, fundamentalmente, las causadas por evaporación debido a la gran superficie y escasa profundidad del lago Colhué Huapi. Asimismo, y con el correr de los años, en la embocadura del río se han formado médanos y barreras sedimentarias favorecidas por la acción eólica, las cuales obstruyen aún más un posible

1 CONICET/ UBA/ INAPL- Universidad de Buenos Aires [email protected] 2 CONICET/INAPL 3 Universidad de Buenos Aires 4 Universidad de Mar del Plata Pérez de Micou et al.

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flujo de desagote, agravándose tal situación por la paulatina bajante de las aguas del lago Colhué Huapi, que se viene produciendo de manera lenta pero ininterrumpida.

la pampa del Castillo, la de Salamanca y la meseta de Montemayor; y por las pampas Vaca y Pelada, las sierras Overas Grandes, la pampa Arroqui y el cerro Colorado, en la izquierda. Son todas zonas de gran aridez y escasas precipitaciones. En su trayectoria recibe varios cursos de agua también secos o intermitentes. Por la margen derecha, y en el orden del sentido de su escurrimiento, lo alcanzan el zanjón del Valle Hermoso, y los cañadones Lagarto, Tres Botellas, El Pajarito, Otero y Sauce Solo. Por la margen izquierda llegan a él los cañadones de las Rosas y de la Leona. Sólo ante nuevas e inusuales crecidas extraordinarias en la alta cuenca del río Senguerr, el cauce del Chico podría volver a recibir los excedentes de un eventual sobre flujo del sistema y conducirlos Figura 1. Río Chico, Chubut-Argentina. hasta su desembocadura, en el embalse Florentino El cauce de este río seco de considerable sec- Ameghino. Este lago artificial ocupa hoy parte del ción, testigo de la importancia que tuvo en otros gran cauce inferior del río Chico. tiempos, está delimitado en su margen derecha por

VEGETACIÓN El área del Río Chico está incluida en la Provincia Patagónica, Distrito Central sub-distrito Typicum, caracterizada por una estepa muy abierta de cojines bajos y pequeñas matas de pastos, donde la comunidad dominante es el erial de Nassauvia glomerulosa “colapiche” (Roig 1998). Por su lado, León et al. (1998) la ubican también dentro del Distrito Central, y describen su fisonomía como una estepa arbustiva con cobertura rala. Asimismo, Beeskow et al. (1987) describen para las inmediaciones del curso del río la presencia de estepas arbustivas, sub-arbustivas y peladares con arbustos. Entre ellas, la estepa arbustiva está caracterizada por Chuquiraga avellanedae “quilenbai”, Berberis heterophylla “calafate”, Lycium ameghinoi “mata laguna”, Nardophyllum obtusifolium “mata torci-

da”, Ephedra frustillata, Nasauvia glomerulosa y N. ulicina, con una cobertura entre el 40 y el 60%; la estepa sub-arbustiva por Chuquiraga avellanedae, Ch. aurea “chuquiraga dorada”, Lycium ameghinoi, Pleurophora patagonica, Nassauvia ulicina y N. glomerulosa, con una cobertura de 40 a 60%; y el peladal presenta arbustos de Lycium ameghinoi, Chuquiraga avellanedae, Atriplex lampa “zampa” y Frankenia patagonica1, cubriendo la superficie del suelo entre un 5 a un 20%. Estas estepas, según Roig (1998) constituyen la expresión de máxima aridez dentro de las estepas patagónicas. En general, a lo largo de su cauce, el río no presenta vegetación riparia, salvo al final de su curso cerca del Embalse Ameghino.

LA RUTA DEL RÍO CHICO EN LAS FUENTES HISTÓRICAS DEL SIGLO XIX Las primeras menciones en fuentes escritas sobre la utilización de la ruta que sigue el curso del río Chico provienen de exploradores que fueron acompañados por galeses de la colonia, instalada en la desembocadura del río Chubut desde 1865. Los galeses habían sido los primeros hombres blancos en adentrarse en esta zona del Chubut en busca de mejores tierras. Ellos acompañaron al ornitólogo inglés H. Durnford, quien visitó la colonia galesa en la primavera de 1877 (RGS 1883). En su expedición fue guiado por los galeses J. Griffiths y L. Jones, primero por la costa y luego siguiendo el curso del 1150

río Chico, con el objetivo de visitar los lagos Colhué Huapi y Musters (Figura 2). “…a small river flowing almost north and south was found; this is usually called the “little river” at Chupat, but has seldom, if ever, been before visited by any of the colonists, and was named by the travellers “Sengellen,” the Welsh diminutive for Sengel, being found to be practically a continuation of the latter river. When seen on November 3rd, it was about 60 yards in breadth, the water thick and muddy and the stream rapid. The valley was about

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three miles wide, and the soil a stiff white clay. From the 5th to the 8th November, the valley was followed up-stream, the river winding considerably, but with a general course S.S.W., and at one point having a ford. 9 s Mr. Durnford and his companions continued their way, the barrancas, or steppes bordering the valley on either side, became higher and the valley narrower, whilst red volcanic rocks of various fantastic shapes and tosca hills reared themselves on both sides. On the table-lands above the barrancas, they saw everywhere traces of the action of the sea in well-rounded pebbles, gigantic oyster-shells, and numerous fragments of smaller shells. During the 7th and 8th of November, the river was observed to flow through lagoons, which in some places reached quite across the valley, barely leaving room to pass ; these mere surrounded by extensive reed-beds and contained thousands of wild fowl. One of the chief

objects of the expedition had been to actually visit the lake “Coluguape,” reported to Lieut.” (RGS 1883: 85-86).

Durnford menciona haber encontrado chenques en las nacientes y en el valle del río Chico. El regreso a la colonia galesa también lo realizan siguiendo el curso del río Chico.“The return was made by the same route until November 27th, when the point was reached at which the Sengellen was first touched, and it was determined to follow that river to its junction with the Chupat, instead of returning by the coast-line.” (RGS 1883: 88) En ese mismo año (1877) Moreno, acompañado por Moyano entre otros, llega a la colonia galesa con el objetivo de describir la cuenca del río Chubut (Rey Balmaceda 1969). Moreno describe al río Chico llamándolo río Senguel ya que considera que se trata del mismo río que tan sólo cambia de aspecto. Moreno menciona a Durnford y a los galeses M. Thomas J. Griffiths y L. Jones como sus informantes principales para esta región (Moreno 1969:57-61). Más tarde, Ramón Lista, en su exploración del año 1884, menciona que el grupo de tehuelches que lo guiaban -cinco hombres a caballo provenientes del grupo de Orkeke- siguen un camino desde la confluencia del río Chubut y el río Senguel (es el río Chico), que seguía por el valle de este último río. Estos tehuelches, a caballo, tardaron veinte días para llegar por ese camino desde el río Chubut hasta Puerto Deseado (lugar en donde Lista ya los estaba esperando, ya que se había adelantado por barco desde Rawson). Lista adjunta un mapa en donde marca este camino con una línea de puntos Figura 2. Mapa realizado por Durnford en 1877 (RGS 1883). (Lista 1885).

Figura 3. Plano de Fontana (1886). Pérez de Micou et al.

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Dumrauf menciona que durante las últimas campañas militares del sur (1883-1884), el Teniente Roa recorre el curso del río Chico en busca de los últimos indios rebeldes. “Siguiendo el antiguo camino de los indios, recorrió más o menos la mitad del curso del río Chico – en su informe dice Senguer – sin ningún percance desagradable, logrando capturar 32 indios pertenecientes a diversas tribus” (RGS 1883: 9). Finalizadas las campañas militares en la zona, en el año 1886 se crea la gobernación del Chubut y J. L. Fontana, nombrado gobernador, realiza una exploración del territorio acompañado por un grupo de galeses. La expedición parte de la colonia galesa siguiendo el curso del río Chubut con direc-

ción hacia el oeste (Figura 3). El regreso lo realizan siguiendo el curso del río Chico (Fontana 1999). Con posterioridad al viaje de Fontana esta ruta se sigue utilizando con frecuencia (Figura 4). Por ejemplo, el ingeniero galés Llwyd Ap Iwan en 1887/88, la señala en los mapas de sus expediciones (Williams 2006). También este mismo camino es recorrido por los salesianos (el padre Melanesio) desde Rawson en 1894 para dirigirse a Concepción (Chile) (Pérez de Micou 2000). A la información histórica con que contamos, podemos agregar información etnográfica que nos proporciona Escalada a partir de sus informantes indígenas descendientes de tehuelches meridionales: “Así parece deducirse de los datos suministrados por indígenas y antiguos pobladores que expresan que por allí cruzaba el viejo camino de los indios. Se trataba de un punto importante dentro del sistema de rutas utilizadas por los aóni-kénk desde la más remota antigüedad, ya que desde allí se partía para tomar rumbo al bajo Chubut, costeando el curso de este arroyo, de los ríos Mayo y Senguer, hasta su contacto con los lagos vecinos a Sarmiento (Musters y Colgué-Huapi), continuando por las márgenes del Río Chico hasta su desembocadura en el Chubut”. (Escalada 1949: 60-61) En resumen, contamos con información histórica y etnográfica que nos señala que esta vía de circulación era muy utilizada para fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Figura 4. Mapa de Llwyd Ap Iwan, tomado de Williams 2006.

METODOLOGÍA Sobre esta base se planeó una prospección de las márgenes del río Chico, para constatar, específicamente, la presencia de sitios arqueológicos relacionados con el curso de este río y tomar muestras de sedimento para análisis paleoambientales en diversos sectores del mismo. La Prospección El Río Chico es el nivel de base de distintos cursos de agua intermitentes. La dimensión de su cauce es indicativa de la magnitud de los caudales que debieron transitar por él. Sin embargo, hace años que su cauce se halla seco, a excepción de algunos pozones con aguas estancadas y algunos sitios donde hay indicios de inundación en la planicie aluvial. La prospección se realizó desde las nacientes hasta su desembocadura en los puntos en los cuales era posible acceder al río a través de rutas provinciales y caminos vecinales. Se prospectaron 1152

seis sectores: las Nacientes - Puente de Cemento - Puente Nollman - Estancia El Tragüil -, Paso del Álamo y Puesto El Zorzal. Se realizaron perfiles para análisis palinológicos en las márgenes de los pozones como así también en el cauce seco. Las concentraciones arqueológicas se georeferenciaron y se realizaron recolecciones por transectas. Los puntos se ubicaron en el mapa de Google Earth con el programa Ozi Explorer (Figura 5). Para los estudios polínicos se realizaron calicatas, o cuando el sedimento lo permitía se extrajeron testigos mediante la utilización de la Sonda Berasueta. Esta sonda es una modificación de la sonda Dachnowsky y permite la extracción de columnas estratigráficas de 0,03 m de diámetro y hasta 1,50 m de profundidad. Consta de un muestreador de acero inoxidable de 0,30 m de largo, con un filo en su extremo, lo que le permite ser introducido en sustratos blandos. Antes de ser introducido se

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Figura 5. Localización de los sitios arqueológicos y los muestreos de sedimentos en Google Earth.

coloca dentro del muestreador un caño plástico de 30 cm. El muestreador va enganchado a un porta muestreador de hierro que lleva en su parte superior una empuñadura en forma de manubrio con revestimiento de goma, para un buen agarre. A este porta muestreador se le puede agregar un alargue de hierro, para alcanzar hasta 1,50 m de profundidad. Se introduce el muestreador con el caño plástico en los primeros 0,30 m de suelo, luego se saca, se extrae el caño, se cierran los extremos con papel de aluminio y se rotula. Se coloca un segundo caño plástico dentro del muestreador, se introduce la sonda en la perforación original, para muestrear ahora el segmento de 0,30 a 0,60 m de profundidad, y así sucesivamente se puede repetir la operación hasta 5 veces (Figura 6).

Figura 6a. Muestreador

Pérez de Micou et al.

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Figura 6b. Caño plástico con testigo de sedimento.

Figura 6c. Calicata.

RESULTADOS Puente de Cemento (PTE CEM) Se encuentra en una gran planicie aluvial, con ejemplares de las familias Apiaceae y Juncaceae, Grindelia chiloensis “botón de oro”, Distichlis scoparia “pasto salado”, Senecio filaginoides “charcao” y Rumex acetosella “vinagrillo”. Estas especies cumplen, potencialmente, un importante papel en la subsistencia indígena. El “botón de oro”, además de usarse como medicina, proporciona una sustancia resinosa. El “pasto salado”, que aparece en bordes de mallines y meandros abandonados, forma superficies aptas para el asentamiento de toldos. El “charcao” provee leña y el “vinagrillo” hojas y semillas comestibles.

Figura 7. Materiales arqueológicos en Puente de Cemento 1154

Se recolectó material arqueológico en tres sectores diferenciados: alrededores del puente de cemento; planicie en el borde superior de una barda (La bajadita-LA BAJA), y alrededores de un mallín cercano (Mallín alto-MALL). En los alrededores del puente se hallaron escasos materiales arqueológicos (Figura 7, n=14). Se trata de un área muy disturbada por las actividades actuales de compañías petroleras que provocan una circulación constante de gente y vehículos. Tanto en el sitio denominado La Bajadita como en el Mallín Alto, se recolectó material indígena compuesto mayoritariamente por desechos de talla de diversas rocas silíceas (Figuras 8 a y b). Puente Nollman (POLNOL) A la vera del río, en los alrededores de los restos de la construcción del Hotel Río Chico, se encuentra vegetación exótica: álamos, cipreses y olmos; hay también sauces que aportan sombra. La planicie aluvial es arcillosa, inundable, y tiene un tipo de vegetación de peladal con Lycium ameghinoi, Berberis heterophylla y Atriplex lampa. También se encuentran Senecio filaginoides y Mulinum spinosum “neneo”, y cerca del cauce del río se observan Grindelia chiloensis, Ephedra ochreata “cuparra” y Hoffmansegia sp. De estas especies, se destacan por su utili-

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Figura 8b. Materiales arqueológicos en Mallín Alto Figura 8a. Materiales arqueológicos en La Bajadita

dad la “zampa”, para salar las comidas; la “cuparra” o “solupe” cuyos tallos se usan como masticatorios y otorgan resistencia física; Hoffmansegia, cuyas “papitas” son comestibles y fueron muy buscadas por los indígenas, constituyéndose en un alimento requerido especialmente en invierno; y el calafate, planta alimenticia, tintórea y buena leña (Ancibor y Pérez de Micou 1995). En este sitio se realizó una calicata de 0,65 m de profundidad dentro del cauce del río, se describió el perfil y se tomaron muestras de sedimento en for- Figura 9. Materiales arqueológicos en Puente Nollman. ma equidistante para la extracción del polen. Se realizaron tres transectas, que cubrían una superficie aproximada de 100 x 200 m. La muestra del material arqueológico recolectada en superficie está compuesta tanto por material indígena (n=103) como criollo (n=90) (Figura 9). El material indígena es en su totalidad material lítico, mayoritariamente desechos de talla (99,96%) (Figura 10). El material criollo está compuesto por fragmentos de vidrio (muchos parecen haber sido botellas), cartuchos de balas, fragmentos de herraduras. Algunos fragmentos de vidrio presentan retoques en los bordes formando un filo. Estancia El Tragüil (EA TRAG) Se trata de un peladeral, con vegetación arbustiva rala. El río es meandroso, con una extensa planicie aluvial que estuvo completamente inundada en el año 2002. Se halló una gran cantidad de material lítico en superficie (n=2149). El 98% corresponde a desechos de talla (en su mayoría xilópalo). No se registró la presencia de materiales criollos (Figura 11).

FIgura 10. Materiales líticos en Puente Nollman.

Paso del Álamo (POLAL) En esta área el río es meandroso con marcadas barrancas de nítidos perfiles expuestos donde se prevé realizar muestreos en un futuro. La llanura Figura 11. Materiales líticos de Est. El Tragüil aluvial presenta baja cobertura vegetal, con fisonoPérez de Micou et al.

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mía de peladal. Aparecen bosquecitos monoespecíficos de Lycium ameghinoi “mata laguna”, ejemplares aislados de Berberis heterophylla y Chuquiraga. Como vegetación exótica se destacan tres álamos. Para los estudios polínicos se realizó la extracción de un testigo en un sitio húmedo del lecho del río utilizando la sonda Berasueta. En cuanto al material arqueológico, en este caso en la muestra recolectada predominan los artefactos criollos (n=76) sobre los indígenas (n=21) (Figura 12). El material indígena está compuesto en su totalidad por artefactos líticos. Aquí se observa una importante representación de instrumentos tallados (29% del total de la muestra). Los desechos de talla conforman el 56% de la muestra (Figura 13). Puesto El Zorzal (POLZOR) En este sitio el curso del agua es intermitente y aparecen varios tramos del cauce del río con agua (pozones), de hasta de 200 m de extensión. Se encuentra vegetación hidrófita, como juncos del género Schenoplectus, Eleocharis “cola de zorro”, Cortadera selloana “cortadera”, Distichis scoparia. Tanto los juncos como la cortadera fueron plantas usadas en la elaboración de artefactos por los indígenas de la región. Asimismo, se observa vegetación exótica como “tamariscos” y alrededor del

puesto hay árboles también de origen exótico: olmos y cipreses. Por otro lado, saliendo del cauce, la fisonomía es de una estepa arbustiva–peladal, y se encuentran grandes poblaciones de Suaeda divaricada “jume” y Atriplex lampa “zampa” ambas de la Familia Chenopodiaceae, que se desarrollan en suelos salinos. De aquí se sacaron testigos con la sonda Berasueta. Como dato interesante, los lugareños mencionan que los animales no comen el jume, pero sí las zampas, posiblemente por su contenido de sales. En el sitio, también se encuentran Chuquiraga avellanedae, Lycium ameghinoi, Schinus polygamus “molle”, Prosopis denudans “algarrobillo”, Grindelia chiloensis, Senecio filaginoides, Berberis heterophylla. Tanto el molle como el algarrobillo y el calafate son elegidos por los pobladores rurales como muy buenas leñas, con distintas funciones (Ancibor y Pérez de Micou 1995; Marconetto 2002). Con respecto al material arqueológico se observa una amplia predominancia de materiales indígenas (n=580) con respecto a los criollos (n=10) (Figura 14). Los artefactos indígenas hallados son en su mayoría desechos de talla (87%) de diversas materias primas silíceas. El resto de la muestra (13%) está compuesta por instrumentos tallados (Figuras 15 y 16).

Figura 12. Materiales arqueológicos en Paso del Álamo.

FIgura 13. Materiales líticos en Paso del Álamo.

Figura 14. Materiales arqueológicos en Puesto El Zorzal.

Figura 15. Materiales líticos en Puesto El Zorzal.

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Figura 16. Aspecto del Río Chico en “El Zorzal”.

CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES A partir de esta prospección se pudo constatar la presencia de sitios ocupados hasta bien entrado el siglo XX en los cuales se observaron concentraciones de materiales indígenas y de materiales criollos en coexistencia. Se observó la presencia de material lítico -mayoritariamente sílices- y de materiales criollos- fundamentalmente vidrios, gres, loza y metales- ubicados en asociación a distintos tipos de estructuras habitacionales. Hasta el momento no se detectó la presencia de cerámica indígena. Las muestras de material arqueológico y de sedimento recuperadas se encuentran en este momento en proceso de análisis. Con respecto al material lítico, preliminarmente se advierten diferencias tecnológicas entre el material hallado en los distintos sectores: en las muestras de El Zorzal y Paso del Álamo se observa un mayor porcentaje de representación de instrumentos tallados, esto se diferencia especialmente con el sitio El Tragüil en donde las muestras están compuestas prácticamente en su totalidad por desechos de talla, principalmente de xilópalos. En todas las muestras de los distintos sectores se encontraron escasas obsi-

dianas que se derivarán para determinar su composición química. El sitio El Zorzal presenta en la actualidad, desde el punto de vista de los recursos vegetales, especies necesarias para una instalación de duración prolongada, especialmente por la variedad de muy buenas leñas. El sitio Puente Nollman provee potencialmente variedades vegetales que pueden recolectarse, conservarse y transportarse, además de leña de calafate. Con respecto a El Tragüil es notoria la falta de cobertura vegetal en un suelo arenoso. Los análisis polínicos y las dataciones radiocarbónicas permitirán conocer las condiciones paleoambientales contemporáneas a los materiales indígenas y criollos. Es decir, las evidencias arqueológicas y los datos de la vegetación actual, señalan la existencia de diferencias entre los sitios cuyo análisis será profundizado con el avance de las investigaciones. Dado que los resultados de esta prospección corresponden a áreas accesibles desde la ruta, las futuras campañas se focalizarán en ubicaciones intermedias del curso del Río Chico.

AGRADECIMIENTOS A la Lic. Gloria Arrigoni quien nos señaló los sitios que ella trabaja en las nacientes del río Chico y nos permitió tomar muestras de sedimento. A Marcos Andrieu quien colaboró en la campaña. A la Estancia El Tragüil y La Susana (Puesto EL Zorzal). Este trabajo se realizó con la autorización de la Dirección de Investigación, Secretaria de Cultura de la Provincia del Chubut. Se contó con la financiación de los proyectos: PICT 11759 y UBACYT F198.

Pérez de Micou et al.

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NOTAS 1 . Los nombres vulgares de las plantas sólo se han consignado en los casos en que se han documentado para el área en estudio ya que éstos suelen cambiar entre distintas localidades de una misma región fitogeográfica.

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