Producción cultural y Teoría Crítica: peligros y esperanza

June 9, 2017 | Autor: S. Puerta Domínguez | Categoría: Cultural Studies, Theodor Adorno, Cultural Theory, Teoría Crítica, Teoria Critica
Share Embed


Descripción

Créditos

Comité Editorial Christian Alfredo Rubiano Suza José Alexis Blanco Rodríguez Jorge Ivan Guzmán Espinosa Andrés Felipe Vargas Herreño Javier Fernando Galindo Bohórquez

Digramación Alejandro Colmenares

www.revistamalatesta.tk [email protected] Twitter: @MalatestaUR Facebook: Revista Malatesta o Editorial Malatesta Blog: Revistamalatesta.wordpress.com

Agradecimientos Agradecemos al profesor Wilson Herrera Romero por su compañía y dirección en el desarrollo del seminario sobre teoría crítica. A Nayid Abu Fager, a Jorge Iván Salazar y a Hugo Alejandro Cárdenas por su asistencia a las sesiones de estudio. A Luis Alberto Cardozo por sus consejos técnicos en la construcción de la página web. A César Augusto Duque y a Claudia Milena Arango quienes nos apoyan desde la distancia. A Alejandro Colmenares por su apoyo en la construcción gráfica de la presente edición. Al profesor Jaime Eduardo Jaramillo por sus consejos y mensajes de apoyo. A todos los participantes de la convocatoria y a quienes nos permitieron reproducir sus textos en la presente edición. A María Elena González por su asesoría en la planeación de la Tercera Convocatoria. A nuestros compañeros Andrés Mauricio Cabrera y Milton Valencia, desde ahora nuevos integrantes del Comité Editorial, por su compañía e interés en el proyecto de la revista.

Índice

ÍNDICE

Preliminar Blanco Rodríguez, José & Rubiano Suza, Christian

“Frankfurt y la praxis: Entre la desesperanza y el ideal normativo”

Pag.10

- El progreso de la historia, teoría crítica y dialéctica negativa

Pag.13

- La teoría de la sociedad de Jürgen Habermas.

Pag.25

- La Escuela de Frankfurt y la democracia. Una alternativa para la praxis

Pag.42

Dossier Acosta, María del Rosario

La narración y la memoria de lo inolvidable. Un comentario al ensayo “El narrador” de Walter Benjamin.

Del Valle, Nicolás.

Crítica de la Religión en la obra tardía de Max Horkheimer.

Bernstein, Richard.

Herbert Marcuse: An Inmanent Critique.

Romero, José Manuel

Los avatares de la crítica del capitalismo en J. Habermas.

Gandler, Stefan

“NotaLiminar”dellibro: Fragmentosde Frankfurt: Ensayos Sobre Teoría Crítica.

Pag.53 Pag.66 Pag.75 Pag.95 Pag.105

Investigación Roith, Christian

La recepción de la teoría crítica en las ciencias de la educación en España.

Pag.114

Ruíz, Julio Roberto

La concepción revolucionaria del tiempo de Walter Benjamin. Rompiendo las cadenas de la fetichización del tiempo burgués.

Pag.132

ÍNDICE Destacados Hochkeppel, Willy

“Max Horkheimer (1895-1973)”. Nota necrológica publicada en la Revista Eco: Revista cultural de occidente.

Pag.144

Franco Calvo, Juliana

Un Dios muy Derecho. El Derecho: Una Imagen Dialéctica. El Código Civil en Colombia a finales del Siglo XIX.

Pag.147

Boyle, Michael Shane

“Walter Benjamin and Bertolt Brecht: The story of a friendship”. Reseña publicada en Theater Journal – The John Hopkins University.

Colorado Vélez, Andrés

Jaromir Hladik, ¿el Franz Kafka de Jorge Luis Borges.

Pag.162 Pag.166

Reflexión Rubiano Suza, Christian

Dialéctica Negativa: La apuesta por la estructura sistemática y el contenido antisistémico.

Puerta Domínguez, Simón.

Producción cultural y teoría crítica: peligros y esperanza.

Pag.172 Pag.186

Pulido Mancera, Ángela

La negatividad estética o una defensa a la autonomía. Una reflexión sobre la relación entre arte y política en la estética de Theodor Adorno.

Pag.194

Reflexión Julien Sorel

Pag.206

Rudas, Nicolás

Pag.208

Retrato – Walter Benjamin. La sociología prohibida.

Bretón, Joaquín

“Popólítico” & “Aviador”.

Pag.209

Reflexión Producción cultural y teoría crítica: peligros y esperanza Simón Puerta Domínguez

Universidad de Antioquia

Resumen:

El presente ensayo pretende indagar acerca del concepto de cultura, sus formas y su devenir en la sociedad industrial avanzada, a partir del pensamiento de los filósofos de la primera generación de la Teoría Crítica, y su énfasis en la desviación de la sociedad capitalista del proceso histórico racional para la autorrealización de la humanidad.Debido a su experiencia vital con el nazismo, el exilio –o muerte, para Benjamin-, y la posguerra, estos autores se vieron obligados

a reflexionar sobre temas coyunturales de la posibilidad de devenir libre del ser humano, y de los esfuerzos sistemáticos por el control y la permanencia de un poder establecido, mediante el uso de la fuerza, y la instrumentalización de los espacios simbólicos de producción cultural. Por su gran profundidad y lucidez, la vigencia de dichos pensamientos es innegable, y una fuente inagotable para el análisis actual de nuestra sociedad.

Palabras clave: Cultura, racionalidad, instrumentalización, ideología, capitalismo.

Key Words: Culture, rationality, exploitation, ideology, capitalism. [email protected]

Pag.186

Abstract:

This essay pretends to enquire about the concept of culture, it´s forms and it´s become in the advanced industrial society, parting from the thought of the philosophers of the first generation of the Critical Theory, and their emphasis on the deviation of capitalist society from the rational historical process for the auto-realization of mankind. Because of their vital experience with nazism, exile –or death, for Benjamin-, and postwar, this authors were obligated to reflect on timely

La Teoría Crítica, si bien recoge una serie diversa de pensamientos filosóficos, conserva para su análisis de la sociedad burguesa capitalista el énfasis en la existencia de un «universal racional» (Honneth 2005), que ha sido la base a partir de la cual los filósofos críticos han determinado tanto los peligros de alienación de los sujetos, como la esperanza emancipadora a través de la misma razón1. Al partir de la concepción de una razón desarrollada históricamente, la reflexión crítica devela el desvío o deformación de este proceso racional y la existencia de una “patología social de la razón” (Honneth 2005, 448) que se hace patente en la Europa ocupada por el fascismo de la Segunda Guerra Mundial, y

topics about the possibility of free becoming of the human being, and about the systematic efforts for the control and permanence of an established power, by means of the use of physical force, and the exploitation of the symbolic spaces of cultural production. Therefore, for theirprofundity and clarity, the validity of those thoughts is undeniable, and a never ending source for the analysis of our actual society.

que adquiere formas diversas según los contextos socioeconómicos particulares, como razón instrumental: la deformación de la razón en función de la permanencia de la lógica de mercado. Como respuesta a este problema, la Teoría Crítica busca entonces, como plantea Horkheimer en su texto fundacional Teoría tradicional y teoría crítica, “instaurar un estado de cosas racional” (Horkehimer 2003, 232). Al plantear los teóricos críticos que el proceso de la razón se ve bloqueado por el capitalismo –influenciados de esta manera por los planteamientos del sociólogo y filósofo marxista Lukács (Honneth 2005, 460)-, la producción cultural de las sociedades indus-

1 Habría que repensar la posición que ocupa Walter Benjamin en esta visión de Honneth de la Teoría Crítica, ya que si bien se llegó a vincular directamente y de manera corta con el Institut für Sozialforschung, al ser convertido por Horkheimer en colaborador externo de la Zeitschrift für Sozialforschung a finales de los años treinta (Wiggershaus 2011, 242), su trabajo en general fue más independiente y de menos compromiso con el Instituto, e incluso tuvo un carácter literario y ensayista que no pocas veces fue mal visto por otros filósofos críticos. Sin embargo, sí considero que es central en esta línea de pensamiento, y que el diálogo que mantuvo con los miembros oficiales del Instituto, en sus convergencias y discrepancias, es de gran importancia e influencia en la Teoría Crítica. Pag.187

Reflexión triales avanzadas también se piensa como intervenida por esta razón instrumental, y, en función de la autoconservación -Selbsterhaltung- (Escobar 2009, 395) del orden establecido, se ideologizan tanto las lógicas culturales como las artes: el avance técnico, que Walter Benjamin (1982) vislumbró se debatía entre ser instrumento de emancipación o de empobrecimiento de la realidad, se vio inclinado a su instrumentalización en ideología, y se dio la articulación de estos procesos culturales en lo que Adorno y Horkheimer llamaron “la industria cultural” (1998), un sistema donde todo confluye en un “rasgo de semejanza” (Adorno y Horkheimer 1998, 165).

(1982) como Adorno y Horkheimer (1998)- su utilización en función del sistema económico establecido, el capitalista; el problema es, entonces, la monopolización de dicha técnica, el uso irracional de un producto racional.

El carácter apologético del orden establecido –totalitarioque el desarrollo técnico podía adquirir en la producción cultural ya fue advertido por Benjamin (1982), al dar cuenta de cómo las características de este desarrollo transforman las lógicas de la producción cultural. Sin embargo, también veía que con el desarrollo técnico se abrían nuevas posibilidades de cara a la emancipación social, y en ese sentido se generaba una continuidad en ese Lo que la Teoría Crítica pro- proceso histórico de la razón. pone entonces es pensar la relación entre la economía capiBenjamin plantea el paso talista y la producción cultural, de la obra de arte “aurática” a señalando que la implicación la “profana” (Echeverría 2005, de la influencia de la razón ins- 249) donde, considera, hay trumental en este ámbito par- una pérdida de la autenticiticular es la producción masiva dad de la obra, y con ella, se –y estandarizada- de objetos y tambalea su autoridad (Bensímbolos culturales, que serán jamin 1982, 22). Tal autenticonsiderados dentro de la in- cidad está dada por el carácdustria como mercancías. La ter de “aquí y ahora” del arte racionalidad técnica se vuelve clásico, referido a su cualidad “la racionalidad del dominio de único e irrepetible. El cine, mismo” (Adorno y Horkheimer como expresión máxima del 1998, 166): no el desarrollo arte profano, nace con lo que técnico en sí, sino –y en esto Benjamin llama “valor exhibiconvergen tanto Benjamin tivo” (Benjamin 1982, 30), que Pag.188

es inmanente a su condición: el cine, por sus características de creación, posibles y determinadas por el avance técnico, es en sí mismo un arte distinto, que requiere, para su existencia, de la reproductibilidad técnica. A diferencia de otras formas de arte, cuyas técnicas de producción y consumo se subsumen de manera “formal” a dicho valor exhibitivo o experiencia profana, en la clase de obras a las que pertenece el cine tal subsunción es real, y altera -genera- su técnica misma. Este paso del “valor de culto” (Echeverría 2005, 250) al valor exhibitivo tiene unas serias consecuencias, ya que la técnica reproductiva de la nueva obra “desvincula lo reproducido del ámbito de la tradición. Al multiplicar las reproducciones pone su presencia masiva en el lugar de una presencia irrepetible. Y confiere actualidad a lo reproducido al permitirle salir, desde su situación respectiva, al encuentro de cada destinatario” (Benjamin 1982, 22). De esta manera la Teoría Crítica se plantea la necesidad de pensar cómo la producción cultural se ve mediada por los avances técnicos y las transformaciones políticas de la modernidad tardía, complejizando el concepto de cultura y contextualizándolo para la sociedad burguesa capitalista.

Benjamin, con el desarrollo de la técnica hasta su forma industrial, el nuevo arte no se funda en el ritual, a partir de la disposición de recogimiento que conlleva su apreciación, sino en una praxis distinta: en la política (Benjamin 1982, 27 - 28), porque el «valor exhibitivo» implica el no sometimiento a las restricciones que exigía la obra aurática (Pardo 2010, 90), es abierta, convoca. Al plantear la reproductibilidad técnica como una transformación, más que una depravación del arte, este filósofo le da a la nueva obra un carácter de potencial para la emancipación –incluso Echeverría plantea particularmente al cine como un “arte emancipado” (Echeverría 2005, 251)-, por lo que dicha transformación puede ser enriquecedora, y acorde a los cambios socioculturales que se venían viviendo, estando en el trasfondo de esta praxis el acercamiento del arte a la clase proletaria, que Benjamin consideraba podía ser revolucionaria. Es decir, para Benjamin, había una esperanza de triunfo contra el nazismo, que llevaría a la transformación postcapitalista de la sociedad (Echeverría 2005, 252); esta esperanza, entre otras cosas, se fundaba en la reproductibilidad técnica como posibilidad, que estimularía la producción artística y cultural y su apropiación de parte de los Volviendo a la posibilidad sujetos, que de esta manera emancipadora –encarrilada en propiciarían su emancipación. el proyecto racional- que veía Sin embargo, el riesgo de insPag.189

Reflexión trumentalización se hizo real2 y hubo, en alto grado, una funcionalización de las nuevas formas de producción cultural para beneficio de la opresión, por lo que Adorno y Horkheimer, en su Dialéctica de la Ilustración, sentenciaron: “la cultura marca hoy todo un rasgo de semejanza. Cine, radio y revistas constituyen un sistema” (Adorno y Horkheimer 1998, 165). La Ilustración, que fue erigida como avance en la racionalidad, recae en mitología (Adorno y Horkheimer 1998, 56); es decir, la crítica va dirigida a la autoconservación de la Ilustración que, en su afán de imponerse como totalidad, como meta ideal, se vuelve rígida, se petrifica y se estanca en quietud: pierde dinamismo y autoreflexión, porque lo mítico, en el pensamiento crítico de Adorno y Horkheimer, es la fatalidad: “lo siempre igual” (Escobar 2009,

389); en este sentido, hay una “regresión de la Ilustración en ideología” (Adorno y Horkheimer 1998, 56). La producción artística, y cultural en general, se imbricaron en la industria cultural, y asumieron, como plantea Marcuse (1978), un carácter afirmativo, colaborando al empobrecimiento –unidimensionalización (Marcuse 1993)- de la realidad social. Las consecuencias son desastrosas: se consolidó un estado de vida no-racional, un “mundo administrado”, donde triunfa la aceptación de la situación dada de explotación y barbarie mediante una “conciencia feliz” (Marcuse 1993, 106) y un “lenguaje funcionalizado, contraído y unificado” (Marcuse 1993, 125), que es el lenguaje del pensamiento unidimensional -totalizado-:

A través de las innumerables agencias de la producción de masas y de su cultura se inculcan al individuo los modos normativos de conducta, presentándolos como los únicos naturales, decentes y razonables. El individuo queda ya determinado sólo como cosa, como elemento estadístico, como éxito o fracaso. Su norma es la autoconservación, la acomodación lograda o no a la objetividad de su función y a los modelos que le son fijados (Adorno y Horkheimer 1998, 82).

Pag.190

La producción cultural le es alienada a los individuos, que se reducen a ser solo consumidores, y no participan del proceso creativo e identitario: “La constitución del público, que en teoría y de hecho favorece al sistema de la industria cultural, es una parte del sistema, no su disculpa (Adorno y Horkheimer 1998, 167). Es por esta razón que Adorno y Horkheimer buscan hacer, mediante el uso de la expresión «industria cultural», una distinción conceptual. No se habla de «cultura de masas», como fue utilizado por los autores de Dialéctica de la Ilustración en los primeros esbozos de su trabajo, precisamente para evitar que se diera una interpretación errónea: como si se tratara de una cultura que surge de las masas mismas de manera espontánea, figura actual más bien del arte popular (Resch y Steinert 2011, 41 - 42). La pregunta que se hacen Adorno, Horkheimer, Marcuse, Benjamin y otros representantes de esta corriente filosófica, sería: ¿aquello que es representado en los medios y galerías, y que es autode-

nominado como identidad cultural propia, corresponde a la experiencia vital de las sociedades a las que es atribuida? La producción cultural –o más bien, las condiciones de su producción, que están enmarcadas en las lógicas del mercado y su autorreproducción- se da desde afuera, su carácter es exógeno; los individuos padecen en alto grado un estado de enajenación, en el sentido de que pierden la facultad creativa, la posibilidad de intervenir en la representación que se les propone como propia. Ese es el papel de la industria cultural, que marca un rumbo de empobrecimiento en cualquier producto identitario y artístico que hace pasar por su filtro. Quedaría por indagar hasta qué punto esto es una fatalidad, si la vida está totalmente organizada en torno al mercado y la supervivencia del sistema capitalista que lo alimenta, o si, por el contrario, es posible una redefinición de la técnica, no mediada por intereses particulares de imposición, sino integrada a la cotidianidad y su potencial creativo.

Pag.191

Reflexión Conclusión

Teniendo en cuenta el contexto en el cual estos pensadores realizaron su crítica holística a la modernidad capitalista, urge preguntarse a profundidad por el concepto de cultura que construye la Teoría Crítica –en su primera generación-, analizando rigurosamente sus diversas posturas sobre el problema, sus divergencias y convergencias, y buscando la posibilidad creativa y la esperanza de autorrealización por la que cada uno pregonó, entendiendo que esas bases teóricas que se propusieron en el ámbito de posguerra, en el exilio y el auge de la sociedad de consumo norteamericana, son todavía puntos de reflexión axiales y de gran actualidad para analizar el presente en su complejidad, como proceso histórico y pugna entre dicha razón instrumental y la búsqueda de libertad creativa de los sujetos.

Como testigos presenciales de la funcionalización de la técnica en industria cultural en la Alemania nazi y los Estados Unidos de posguerra, los teóricos críticos de la Escuela de Frankfurt se vieron inmersos en la necesidad de reflexión sobre su tiempo, como si esto fuera un proyecto de emergencia y rescate de aquello sobreviviente, y una voz de alarma frente a la refinación de dichos mecanismos de represión de la libertad desde la cultura misma y su difusión. La problematización de la realidad que la Teoría Crítica realizó a su tiempo es una fuente riquísima de conocimiento y reflexión, que si es abordada con rigurosidad puede volverse un elemento crítico de gran pertinencia para buscar comprender los procesos que culturalmente se han seguido, y que han hecho del presente lo que es.

2 Bolívar Echeverría plantea la Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer como una lectura crítica y una refutación de la esperanza de Benjamin, basada claramente en el acontecer que llevó al mismo autor al suicidio por el acoso del fascismo, y que trajo consigo, en vez de la revolución, la contrarrevolución y la barbarie: “La realidad de la «industria cultural» examinada en ese capítulo es el «mal futuro» que Benjamin detectó ya como amenaza en este ensayo suyo –en sus observaciones sobre la pseudo-restauración del aura en el culto de las «estrellas» del cine hollywoodense- y que vino a ponerse en lugar del futuro revolucionario a la luz de cuya posibilidad examinaba él su propio presente” (Echeverría 2005, 255 - 256).

Bibliografía Adorno, Theodor, y Max Horkheimer. Dialéctica de la Ilustración. Madrid: Trotta, 1998. Benjamin, Walter. Discursos interrumpidos. Madrid: Taurus, 1982. Echeverría, Bolivar. «"Arte y utopía".» En La Teoría Crítica y las tareas actuales de la crítica, editado por Gustavo Leyva, PENDIENTE. México: Anthropos & Universidad Autónoma Metropolitana, 2005. Escobar, Moncada, Jairo. «"Mito y reconciliación. Sobre el concepto de mito en la Dialéctica de la Ilustración".» Areté. Revista de filosofía XXI, nº 2 (2009): 381 - 400. Honneth, Axel. «Una patología social de la razón: Acerca del legado intelectual de la teoría crítica.» En La teoría crítica y las tareas actuales de la crítica, editado por Gustavo Leyva, PENDIENTE. México: Anthropos & Universidad Autónoma Metropolitana, 2005. Horkehimer, Max. Teoría Crítica. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Marcuse, Herbert. Cultura y sociedad. Buenos Aires: Editorial Sur, 1978. —. El hombre unidimensional: Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada. Buenos Aires: Planeta - Agostini, 1993. Pardo, José, Luis. Nunca fue tan hermosa la basura. Barcelona: Galaxia Gutenmberg / Círculo de lectores, 2010. Resch, Christine, y Heinz Steinert. «"Industria cultural: Conflictos en torno a los medios de producción de la clase culta".» Constelaciones. Revista de Teoría Crítica, nº 3 (2011): 24 - 60. Wiggershaus, Rolf. La Escuela de Fráncfort. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2011.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.