PRINCIPALES ENFOQUES DE LA DIPLOMACIA EN LA ÉPOCA PRECOLOMBINA EN SURAMÉRICA - 2015

August 28, 2017 | Autor: A. Torrealba | Categoría: Precolumbian Cultures, História, Diplomacia, América Latina, Historia Precolombina
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PRINCIPALES ENFOQUES DE LA DIPLOMACIA EN LA ÉPOCA PRECOLOMBINA EN SURAMÉRICA
Por: Ptgo. MsRE. Alfredo A. Torrealba – Enero - 2015

Aunque hoy en día la diplomacia de los países latinoamericanos se caracteriza por ser una diplomacia moderna, homogeneizada, ajustada a las tendencias actuales de negociación y acercamiento mundial, existen un conjunto de elementos culturales muy propios de ésta región que han influido en los servicios diplomáticos y en su forma de administrar sus asuntos exteriores. En este sentido, no es inapropiado decir que América Latina tiene un estilo diplomático muy particular que los identifica y diferencia del resto del mundo. De hecho, algunos de esos elementos culturales son tan inherentes a la cultura latinoamericana que podríamos hallar sus orígenes, incluso, en la época precolombina. Si bien han pasado más de quinientos años desde el inicio de la era colonial, esos elementos culturales han subsistido a través de los años, pese a la constante imposición de conocimiento y métodos diplomáticos europeos y asiáticos. Esos elementos han sobrevivido y subyacen en "lo profundo" de la diplomacia de América Latina, pero no juegan un papel importante en las relaciones internacionales y mucho menos políticas; pero conocerlos, ayuda a entender la idiosincrasia latina en planos socio-históricos que, quizás, puedan explicar el por qué, algunas veces, los países latinoamericanos reaccionan con sincretismo y discreción, a diversos temas mundiales que para los demás países ameritan otro tipo de respuesta. En consecuencia, el presente documento tiene como objetivo evaluar las principales y más elementales características de los antiguos mecanismos de paz que utilizaban los antiguos reinos de centro América y Sur América antes de la llegada de Cristóbal Colón en 1492 a partir de la escasa documentación histórica que existe sobre este tema en las comunidades académicas latinoamericanas, y a través de un enfoque metodológico histórico.

Ahora bien, a lo largo de la historia precolombina los aborígenes de América Latina vivieron siglos de guerras y enfrentamientos, pero también épocas de paz. Aquellas épocas de paz, no necesariamente eran el resultado de la imposición de un pueblo sobre otro, al cual había aniquilado. Hay varias evidencias históricas que atestiguan que en más de una ocasión hubo pueblos rivales que tuvieron la necesidad de acercarse mutuamente para establecer parámetros de sana convivencia y paz, así como para establecer alianzas estratégicas para atacar o resistir las amenazas de otro pueblo rival. Estos antiguos intereses, que hoy serían relacionadas a los intereses de la política exterior de los Estados modernos, eran alcanzados con el uso de mecanismos antiguos, mecanismos diplomáticos, que fueron exitosos. En esos acercamientos ancestrales se encuentran los orígenes de la arcaica diplomacia de los pueblos originarios de Latinoamérica, la cual, a través de los años, se desarrolló en forma ininterrumpida y aislada del resto del mundo, lo cual permitió fortalecer mecanismos diplomáticos muy típicos de éstas áreas que no tuvieron repercusión en ninguna otra parte del planeta.

Para el siglo XV, en Europa y en la América precolombina existían diferentes formas de diplomacia cuando se trataba de llegar a acuerdos sobre cuestiones específicas. Los propios europeos utilizaron "su diplomacia" para relacionarse con los aborígenes durante la invasión y colonización, tal como lo reflejan los diferentes acuerdos entre españoles e indígenas (LEVAGGI: 2004) (ZURITA: 2013). Pero también los aborígenes latinoamericanos utilizaron "su propia diplomacia" para negociar con ellos. En ese sentido, se ha podido recuperar un conjunto de prácticas diplomáticas latinoamericanas de aquella data que son muy distintas a las europeas de ese entonces; y mucho menos a las formas diplomáticas en la antigua China, basada en rituales, lo simbólico, los obsequios, y el reconocimiento de la superioridad del Imperio y su Emperador. La diplomacia precolombina era algo más, algo más profundo, y orientada hacia otros resultados, que incluso, no eran tan prácticos.

La diplomacia Tawantinsuyu:

Durante la época precolombina, los antiguos reinos se inclinaban por identificar cuáles eran los "reinos enemigos", los "reinos amigos" (aliados) y, especialmente, los "reinos hermanos". En este último caso, por ejemplo, la relación entre los "reinos hermanos" se caracterizaba por la interacción comercial y militar entre reinos que compartían una misma cultura e idioma, pero al mismo tiempo, no compartían una frontera política ni geográfica, pues pertenecían a un mismo imperio y se percibían así mismos como una "gran familia". En este sentido, los reinos interactuaban entre sí con paz y con complementariedad, bajo el dominio del emperador, tal cual como ocurrió en el Imperio Inca en el siglo XIV. En ese periodo de tiempo, el imperio Inca poseía un mapa político conocido como Tawantinsuyu, el cual se dividía en cuatro grandes "reinos hermanos": Chinchaysuyu (provincia del norte), Quntisuyu (provincia del oeste), Antisuyu (provincia del oriente), y Qullasuyu (provincia del sur). Si bien se pudiera sugerir que aquel tipo de relación política es muy similar a las modernas interrelaciones políticas y comerciales entre "Gobiernos No Centrales" de un mismo Estado, la diferencia estriba en que aquellas provincias interactuaban bajo un orden político cósmico que "los mantenía unidos". En 1987, James Der Derian identificó este tipo de acercamiento diplomático y lo denomino "Mito-Diplomacia", por cuanto las relaciones políticas entre los reinos se fundamentaban en el "mito" de los dioses. Además, aquellas relaciones políticas eran "verticales", ya que las relaciones diplomáticas se establecían cuando los "dioses" así lo ordenaban, lo cual provocaba serios conflictos políticos entre los intereses de los seres humanos y los intereses de los dioses. Lo cual era muy diferente de lo que ocurría con las relaciones políticas "horizontales", caracterizadas por los conflictos políticos entre los intereses de los reyes de los reinos y el emperador; o entre el emperador y los "reinos amigos" (aliados).

Durante la época precolombina, los intereses de los reinos eran establecidos por los "poderes místicos" de los dioses. Y gracias a este factor, se estableció un orden de relativa estabilidad política que, incluso, no paso desapercibido para el doctor Esteban Ticona cuando escribió las siguientes palabras:

"Al ver el legado de nuestros abuelos, recordamos que hace más de 500 años nuestros pueblos vivían en la hermandad en Abya Yala o -tierra en plena madurez- o -tierra de la eterna juventud- en lengua Kuna. Este territorio, que se extendía desde los hielos de Alaska hasta la Tierra del Fuego, fue en realidad una sola nación. Existíamos como pueblos grandes y pequeños con conocimientos avanzados sobre la naturaleza, el hombre-mujer, la tierra, las plantas, los astros. A partir de sentirnos parte de la TAMA (o la gran familia), siempre estuvo presente la unidad y la complementariedad en el corazón y acción de los pueblos de este continente". (TICONA: 2006) (DÍAZ MARTÍNEZ: 2011).

La diplomacia de la Coca:

En la era precolombina los pueblos indígenas mantenían relaciones entre sí, de diversa índole, situación que a partir de la invasión española cambió considerablemente. Luego de la llegada de los españoles, y la imposición del sistema colonial, muchas de aquellas prácticas de los aborígenes latinoamericanos fueron prohibidas o cayeron en desuso. Sin embargo, algunos de aquellos mecanismos de paz lograron sobrevivir a través del tiempo. Un ejemplo de ello es el uso de la "hoja de coca" como mecanismo para lograr la paz, y como mecanismo de protocolo, negociación y abordaje de múltiples problemas y la búsqueda de sus respectivas soluciones (TICONA: 2006) (DÍAZ MARTÍNEZ: 2011).

En la era precolombina la "hoja de coca" fue un símbolo de equidad y paz para la población andina, y un significado de futuro incluyente para las masas empobrecidas. Al mismo tiempo, se aprovechaba al máximo los aspectos alimenticios y medicinales de la planta. Su consumo y cultivo era materia de interés para los reyes y reinas de aquellas épocas. Por esa razón, los lncas utilizaban la "hoja de coca", así como las ostras y otros derivados naturales, como símbolo de paz, expresión de amistad y como moneda, pues era común utilizar estos elementos para estimular el intercambio por otros productos y asegurar la paz.

También la "hoja de coca" tenía un carácter sagrado y místico. Por ejemplo, se echaban "hojas de coca" al suelo en honor a la Pachamama o Madre Tierra, o al Dios lnti (Sol). También era muy común hacer ofrendas de "hoja de Coca" cuando se iban a iniciar las cosechas o cuando se iba a edificar una casa o cuando se quería saber del futuro (TORREJON MORI: 2006). Tal era la importancia de la "hoja de coca" en aquellos tiempos, que los líderes aborígenes de las épocas precolombinas tenían la necesidad de producir, transportar y distribuir la "hoja de coca" por todo un continente, y para hacerlo posible, era preciso acercarse diplomáticamente a pueblos aliados y enemigos, ya que la "hoja de coca", era un asunto de todos los habitantes. Si bien, en la historia de Europa y Asía muchos conflictos se resolvieron en una mesa bebiendo vino o cerveza, en América Latina se mascaba coca. Dos sistemas, con un mismo resultado: el acuerdo. De esta forma, el continente vivió grandes periodos de paz forzada, pues el comercio de la "hoja de coca" era más importante que los desacuerdos entre los reinos.

La Diplomacia Inca:

La diplomacia Inca era una combinación persuasiva de amenazas de destrucción para aquellos que se resistían e incentivos para los que accedían (D'ALTROY: 1992) (BAUER: 1992). Con estos mecanismos, los Incas se extendieron a lo largo de la costa oeste de Sudamérica de forma ininterrumpida por años. Además, se tiene conocimiento que su política expansionista se caracterizaba porque los reyes incas enviaban colonos a territorios desconocidos, los cuales si volvían sin resultados, se les torturaba tras la primera violación y muerte tras la segunda (COBO: 1979). Por otro lado, los Incas eran especialistas en hacer agasajos. Por ejemplo, la gama de los banquetes inca y otros actos de entrega de obsequios fueron lo suficientemente impresionantes como para llevar a un cronista del siglo XVI como Garcilaso de la Vega, a ver al estado Inca como "una antigua manifestación de un estado socialista". Garcilaso de la Vega terminó pensando que los Incas eran algo así como un reino "benévolo y paternal, a la vez capaz de garantizar una paz social que algunos llamaron socialismo (a través de actividades redistributivas) y de reprimir brutalmente a la oposición" (PEASE: 1982) (DEMARRAIS: 2013). Sin embargo, la característica más importarte de la diplomacia Inca, es el uso que le dieron al uso de su idioma -quechua- como mecanismo para la paz.

El especialista Krzysztof Makowski (2010), argumentó en este sentido, que en aquella época se hablaban varios idiomas en el continente, pero que compartían raíces idiomáticas similares. Sin embargo, ya para el siglo XIV, el -quechua- cumplía una función muy similar a la que cumple hoy la lengua inglesa en el mundo de la diplomacia. De hecho, el rol del idioma fue un tema clave dentro de las teorías de la formación del Imperio Inca, ya que la anexión pacífica y respetuosa de los Aymaras y su cultura sólo fue posible gracias a que ambos pueblos compartían una base idiomática simple y similar. El idioma Inca se transformo en un mecanismo necesario y deseable para la conversación pacífica con los reinos enemigos. Si bien el imperio Inca se afianzaba en una legislación rigurosa y en una estudiada planificación, los temas de paz y comercio necesitaban como "requisito esencial" que se empleara el -quechua-, a diferencia de lo que ocurrió con el idioma del imperio azteca –náhuatl- y el idioma imperio maya, los cuales no jugaron un rol tan importante para la paz, pues sus imperios se inclinaban más por la expansión, la conquista y la guerra (VILLEGAS: 2012).

Diplomacia Circunstancial:

La diplomacia es un fenómeno humano que aparece cuando existe un "distanciamiento entre seres humanos por poderes simbólicos y restricciones sociales", lo que permite crear un espacio donde "todo es revisable" "para el entendimiento en las más diversas expresiones de la vida social". Así, en la era precolombina, esos espacios se caracterizaban porque los reinos que participaban en una negociación sabían muy bien que si no podían conquistar al otro, tenían que coexistir con él. Y si había coexistencia, había formas de reciprocidad durante la convivencia.

Se sabe que los aborígenes latinoamericanos precolombinos conocían el significado de la reciprocidad. La base comercial era el trueque en la escala 1 a 1 (proporcionalidad exacta); y la acumulación de riquezas o ganancias, era más bien algo reservado a la realeza. Sin embargo, se tiene conocimiento que esas relaciones comerciales llegaban a punto culminante cuando incidían en la región grandes catástrofes climáticas, hambrunas, sequías, inundaciones y plagas. En consecuencia, ocurrían guerras forzadas para la salvación de algunos pueblos y de forma cíclica, la paz llegaba y se iba en la región. De esta forma, debido a lo imprevisible del clima, los contactos diplomáticos entre los reinos se volvieron circunstanciales. Es decir, se comunicaban y se intercambiaban en función del "hoy y el ahora", y no "del después". Los acercamientos ocurrían estrictamente cuando era necesario. No se tenía la necesidad de planificar a futuro, pues, después de todo, era "imprevisible" la voluntad de los dioses. De forma tal que aunque se tenía conocimientos de situaciones que a futuro serían un problema, debido a fuentes ciertas o cosmogónicas, los líderes no se preocupaban por eso, sino hasta que fuera inminente la situación, pues la soluciones se aplicarían más efectivamente, que haberla intentado antes y haberlas visto fallar (como usualmente ocurría) por un cambio climático inesperado. Hoy, esa actitud sería definida como: una actitud diplomática excesivamente conservadora y reservada.

El significado del tiempo y la palabra en la diplomacia precolombina:

En la lógica diplomática de las épocas precolombinas, los acuerdos alcanzados tenían su garantía en la palabra. En aquel tiempo, para ellos, no existían organismos supranacionales o de control que pudieran servir como instancias para quejarse ante la falta de voluntad de la otra parte para mantener el acuerdo alcanzado. No existían tribunales internacionales y mucho menos acuerdos legítimos y legales refrendados, como los conocemos hoy. Sólo existía la palabra de quienes acordaban algo y sus memorias. Por esta razón, acordarse de lo que se había establecido era importante.

La diplomacia precolombina se basaba en eso, conversaciones que se rememoraban en el tiempo. Un acuerdo establecido 50, 100 o 200 años atrás podía pasar de generación en generación entre los líderes de los clanes y perfectamente no era olvidado y mucho menos confundido.

Esto se hizo evidente durante la época colonial. Mientras que los pueblos indígenas negociaban con los invasores cuestiones territoriales, comerciales, religiosas y sociales; y los ingleses y españoles sistemáticamente violaban los acuerdos y los exterminaban de la faz de la tierra, en ningún momento posterior los pueblos indígenas olvidaron los acuerdos alcanzados por sus ancestros, e incluso, algunos de aquellos acuerdos siguen vigentes hoy, bajo la forma de la diplomacia indígena moderna. Por ejemplo, la organización francesa RITMO tiene más de 25 años dirigida a fortalecer las capacidades de incidencia, participación y negociación de los pueblos y naciones originarias y de sus organizaciones representativas en los diversos organismos y procesos del ámbito internacional en que se debaten los asuntos de interés para las comunidades indígenas y la defensa de sus derechos humanos. Esa diplomacia es la síntesis de una diplomacia milenaria y complementaria a la estatal, que ha logrado, entre otras, el reconocimiento de sus derechos en el escenario internacional. Pero lo que más caracteriza a las personas que actúan en este ámbito, es que los temas que están tratando en la mesa de discusión tienen más de 500 años en revisión. Los temas que se discuten son los mismos que en el siglo XV, pero descritos ahora con palabras más modernas. Y esas palabras reflejan esa memoria y esa noción de tiempo que han heredado de los ancestros. Ellos no han olvidado y no han perdido su cultura y siguen luchando por lo que una vez les prometieron los invasores: sus tierras, sus derechos, sus vidas y la no exclusión. La diplomacia indígena constituye un ejemplo emblemático de participación política en distintos escenarios del Sistema Internacional, y comparándola con los otros tipos de diplomacia, pareciera ser la más noble entre todas.







Conclusión:

Si bien aquellas prácticas diplomáticas ancestrales en la región suramericana han quedado en el pasado, hoy en día podemos ver algunos vestigios de aquel conocimiento en la práctica de la diplomacia moderna de la región. Por ejemplo, aun se perciben algunos vestigios de la diplomacia de Tawantinsuyu e Inca en las diversas declaraciones finales de las Cumbres de la Organización Americana, en el sentido que se invita a la "unión, la integración y la hermandad" de los pueblos latinoamericanos por haber compartido un mismo origen y en, rasgos generales una misma cultura. También, es posible percibir los vestigios del ancestral concepto del significado del tiempo y la palabra en la diplomacia precolombina en los esfuerzos diplomáticos de países como Bolivia, al promover la "diplomacia de los pueblos" desde el año 2006, con el apoyo de los gobiernos de Ecuador y Venezuela, y que promueve una forma de trabajo diplomático internacional con gran influencia en la historia indígena, con el objeto de recuperar la idea de los "reinos hermanos" y, entre otros asuntos, que el gobierno de Chile "reconozca el derecho ancestral" de darle una salida al mar pacífico al gobierno de Bolivia.






























Fuentes Bibliográficas.-

BAUER, Brian. 1992. The development of the Inca state. Austin, University of Texas Press. United State of America.
COBO, Bernabe. 1979. History of the Inca empire, trans. Roland Hamilton. Austin, University of Texas Press. United State of America.
D'ALTROY, Terence. N. 1992. Provincial power in the Inka empire. Washington DC. Smithsonian Press. United State of America.
DEMARRAIS, Elizabeth. 2013. Colonización interna, cultura material y poder en el imperio inca. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXXVIII.
DER DERIAN, James. 1987. On Diplomacy: A Genealogy Of Western Estrangement. Universidad de Oxford. Editorial Blackwell. Estados Unidos de América.
DÍAZ MARTÍNEZ, Karla María. 2011. Diplomacia de los Pueblos: Participación popular en las relaciones internacionales. Revista América Latina No. 10. Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina de la Universidad ARCIS, Santiago de Chile.
JARQUE Carlos M.; ORTIZ; María Salvadora; QUENAN, Carlos. América Latina y la Diplomacia de Cumbres. 2009. Secretaría General Iberoamericana. Herprymber. España.
LEVAGGI, Abelardo. 2004. Tratado Hispano Mapuche de Negrete de 1803. Revista de Estudios Histórico Jurídicos. Vol. XXVI. Valparaíso, Chile.
PAZ-ZAMORA, Jaime. 1993. La diplomacia de la Coca. Nueva sociedad. No. 124 Marzo- Abril 1993, pp. 168-172. Caracas, Venezuela.
PEASE, F. 1982. The formation of Tawantinsuyu: mechanisms of colonization and relationships with ethnic groups. En G. Collier, R. Rosaldo, y J. Wirth (eds.), The Inca and Aztec states, 1400-1800: Anthropology and history: 173-198. New York, Academic Press. United State of America.
TICONA, Esteban. 2006. La diplomacia de los pueblos, la diplomacia indígena: Hacia la descolonización de las relaciones internacionales. La Paz, Bolivia.
TORREJON MORI, Pedro Emilio. 2006. Coca, Narcotráfico e Ingeniería (Ingeniería Química). Universidad Nacional de la Amazonia Peruana. Perú.
TRANSNATIONAL INSTITUTE (TNI). 2006. Coca, si. Cocaína, no. Opciones legales para la hoja de coca. Transnational Institute. Amsterdan, Holanda.
VILLEGAS, Pascale. 2012. Las relaciones entre los mayas y los aztecas. Comercio, conquista e intercambio cultural. Editorial Académica Española. España.
ZURITA, Andrés Vargas. 2013. Reinterpretando la Diplomacia de los Pueblos. Universidad del País Vasco. España.

Fuentes Electrónicas.-

MAKOWSKI, Krzysztof. 2010. Resolviendo el enigma huari: presentan exposición y libro sobre este imperio en Ayacucho. (12-01-2015). http://elcomercio.pe/peru/lima/resolviendo-enigmas-huaris-presentan-exposicion-libro-sobre-este-imperio-ayacucho-noticia-681633
RITMO. 2014. Diplomacia Indígena. (12-01-2015). http://www.ritimo.org/acteur464.html



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