princesas y dragones
Descripción
• • tnUJeres tnextcanas del siglo xx
La otra revolución
Francisco Blanco Figueroa
COORDINACIÓN GENERAL
Editorial Edicol S.A. de C.V, Jorge Silva
Escamill~
AUTOR DEL PROYECTO Y DIRECTOR DE LA OBRA
Francisco Blanco Figueroa ASISTENTE EDITORIAL
Laura Álvarez Moreno CoORDINADORA DE EDICIÓ N
Laura López Argoytia COORDINADOR DE LOGÍSTICA
Alberto Baeza Villamil REDACCIÓN
Guadalupe Casillas, Freia l. Cervantes, Martha Llorens, Mariana Mejía, Juan Carlos Muñoz, Luis Alfonso Padilla, Elena Ramírez, Claudia Mariana Rodríguez, Yolanda Ruiz, María Eugenia Soto, Samuel Salinas Álvarez CoRRECCIÓN
Adela Iglesias, Julieta Arteaga, Graciela Bellón, Mónica Braun, Israel Galina TRANSCRIPCIÓN
María del Carmen Reed, Concepción Salinas Álvarez
CoRRECCIONES DE TRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIONES
Norma Angélica Pichardo Ramírez, Candelaria Cruz Báez DISEÑO Y PORTADA
Ireri Paloma Vega R ieder
PRIMERA EDICIÓN,
2001
©Editorial Edicol S.A. de C.V. © Universidad Autónoma Metropolitana ©Instituto Politécnico Nacional © Universidad Nacional Autónoma de México © Universidad Autónoma del Estado de Morelos © Universidad Autónoma de Nuevo León © Universidad Autónoma del Estado de México © Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ISBN 970 654 542-5 ISBN 970 654 294-9
Tomo3 Obra completa
Impreso en México / Printed in Mexico
princesas y dragones LILIA GRANILLO V ÁZQUEZ
reo en la labor individual, en la revolución y transformación del ser humano desde su interior, en la construcción espiritual. Quizá por ello he sido muy saña:- fantasiosa. Un buen día me di cuenta de que me gustaba la .:_..-ura, de que me atraían los temas del amor cortés y los cas: esos que brincaban abismos y mataban monstruos por _uistar a una mujer. Comprendí que por eso me había dedicado _ eratura inglesa y a los estudios medievales. ::::.._cerna de la mujer también me ha interesado mucho porque insituaciones vivenciales. Ser mujer implica trabajar demasiado, 365
forjar identidades, valores y transformar generaciones. Sin e:=..: go, no me cambiaría por nadie, ni por las heroínas medievales.. que sí preferiría que nuestros hombres fueran más caballeros no les importara atravesar pantanos para rescatar a su amada garras del dragón.
estableciendo límites Nací en la Ciudad de México en 1952. Somos seis hermanas. mujeres y un varón. Para mi madre, hablar de su proceder: todo un honor, ya que mi abuelo materno había sido un h~-~ ilustre que en el siglo pasado escribió un tratado de orrogra::z. cía, además, que nosotras éramos descendientes del conc!e Cadena. Mis tías, las señoritas V ázquez, tenían una acad Morelia, Michoacán, y se dedicaron al magisterio, forman · rías generaciones de estudiantes. Eran amigas de Lázaro c:a:-José Rubén Romero y varios michoacanos ilustres. En s celebraban tertulias que las hicieron famosas en1a locali madre se casó con un señor que venía de una familia de i.s:tX!:L::2. autóctonos de la Huasteca veracruzana. Aquélla era una nación de lo más curiosa. Por un lado, mi madre, con la hacia Europa, educándonos dentro del refinamiento e ...... mientras que mi padre nos transmitía todo el amor que la comida, la música, los huapangos y el paisaje de su tierr.:. dedicaba al turismo, así que viajábamos constantemente _ el país y esos viajes forman parte de los recuerdos más be:...: tengo de mi infancia. Realicé mis estudios en una escuela religiosa. A pesar de mi casa se respiraba un aire de plena libertad. Tanto mi padre madre eran lectores asiduos y conversábamos siempre so -~ dad de temas sociales; nos decían que la única herencia que : dejarnos eran nuestros estudios. Con todas estas vivencias se me fue abriendo un horizoc= amplio de posibilidades. Mis tías paternas se encargaban nos historias relacionadas con las princesas de la Huasteca.. rituales indígenas que se practicaban ahí -íbamos con cuencia al pueblo de mi padre-, en los años cincuenta. Y mundo tan diverso y tan rico fue formando en mí la in.
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