PRIMERA APROXIMACIÓN A LAS PINTURAS RUPESTRES DE CUEVA HAIZEA (VÉLEZ BLANCO, ALMERIA)

August 12, 2017 | Autor: J. Ocharan Ibarra | Categoría: Arqueología, Arte Rupestre
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Descripción

Comarca de losVélez. Almería

Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica

II Congreso

II Congreso

JULIÁN MARTÍNEZ GARCÍA & MAURO S. HERNÁNDEZ PÉREZ (Coord.)

Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica Comarca de losVélez. Almería

ACTAS DEL II CONGRESO DE

ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA Comarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010

Julián Martínez García - Mauro S. Hernández Pérez (coord.)

ACTAS DEL II CONGRESO DE

ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA Comarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010

Organiza: Grupo Desarrollo Rural Los Vélez Colaboran: Ayuntamientos de Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, María y Chirivel Financia: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica Comarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010 Edita: Ayuntamiento de Vélez-Blanco © Coordinadores: Julián Martínez García - Mauro S. Hernández Pérez © Textos e imágenes: Los autores Diseño y maquetación: Bernabé Gómez Moreno Año edición: 2013 Portada: María José Martínez y José M. Parra Imprime: Lince Artes Gráficas ISBN: 978-84-616-6583-9 Depósito Legal: AL 953-2013

ÍNDICE 11

EL ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO CONSERVADO EN LA COMISIÓN DE INVESTIGACIONES PALEONTOLÓGICAS Y PREHISTÓRICAS BEGOÑA SÁNCHEZ CHILLÓN*

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CONSIDERACIONES SOBRE LOS MOTIVOS ASTRALIFORMES EN EL ARTE ESQUEMÁTICO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA JOSÉ FERNÁNDEZ QUINTANO*

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SÍMBOLOS PARA LOS MUERTOS, SÍMBOLOS PARA LOS VIVOS. ARTE MEGALÍTICO EN ANDALUCÍA P. BUENO RAMIREZ* R. DE BALBÍN BEHRMANN* R. BARROSO BERMEJO*

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PRIMERA APROXIMACIÓN A LAS PINTURAS RUPESTRES DE CUEVA HAIZEA (VÉLEZ BLANCO, ALMERIA) JOSÉ ÁNGEL OCHARAN IBARRA

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ALAHAPRIETA (ÁLORA), NUEVO CONJUNTO DE ESTACIONES DE ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA PROVINCIA DE MÁLAGA LUIS EFRÉN FERNÁNDEZ* JOSÉ LUIS SANCHIDRIÁN**

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SOBRE LOS ANTROPOMORFOS ESQUEMÁTICOS EN MÁLAGA: REFLEJO DE UNOS GRUPOS SOCIALES QUE MANTUVIERON UN ARTE SUBJETIVO PEDRO CANTALEJO DUARTE MARÍA DEL MAR ESPEJO HERRERÍAS LIDIA CABELLO LIGERO SERAFÍN BECERRA MARTÍN JAVIER MEDIANERO SOTO ANTONIO ARANDA CRUCES JOSÉ MORA DOMÍNGUEZ

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NUEVO HALLAZGO DE ARTE ESQUEMÁTICO EN LA SIERRA NORTE DE CÓRDOBA ARACELI CRISTO ROPERO Mª ÁNGELES MEDINA ALCAIDE ANTONIO JESÚS ROMERO ALONSO

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ABRIGO ESQUEMÁTICO DE EL CASTILLAREJO (LUQUE): ¿ARTE LEVANTINO EN CÓRDOBA? ARACELI CRISTO ROPERO Mª ÁNGELES MEDINA ALCAIDE ANTONIO JESÚS ROMERO ALONSO

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PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA EN LOS TAJOS DE LILLO (LOJA, GRANADA) Y EL MODELO ANTIGUO DEL ARTE ESQUEMÁTICO JULIÁN MARTÍNEZ GARCÍA *

105 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO Y POBLAMIENTO NEOLÍTICO DE SIERRA HARANA (GRANADA) MARCOS FERNÁNDEZ RUIZ*

113 PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA EN SIERRA MORENA ORIENTAL Y SUBBÉTICO GIENNENSE MIGUEL SORIA LERMA* MANUEL GABRIEL LÓPEZ PAYER* DOMINGO ZORRILLA LUMBRERAS*

137 EL YACIMIENTO PREHISTÓRICO DE LA CUEVA DEL SALIENTE (ORIA-ALBOX, ALMERÍA) ANTONIO GONZÁLEZ RAMÓN* INMACULADA LÓPEZ RAMÓN**

141 REFLEXIONES SOBRE LOS ARTES ESQUEMÁTICOS ENTRE LAS CUENCAS DE LOS RÍOS SEGURA Y JÚCAR MAURO S. HERNÁNDEZ PÉREZ*

153 UNA NUEVA ESTACIÓN DE ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN MURCIA: LOS CUCHILLOS MARGARITA DÍAZ-ANDREU* FRANCISCO ESCOBAR GUÍO** EMILIANO HERNÁNDEZ CARRIÓN*** ESTER PIÑERA MORCILLO** JOAQUÍN SALMERÓN JUAN**

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163 PINTURAS RUPESTRES DEL ABRIGO RIQUELME (JUMILLA, MURCIA), AVANCE DE SU ESTUDIO ANTONIO JAVIER MEDINA RUIZ* FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ COLLADO** EMILIANO HERNÁNDEZ* CARRIÓN, MIGUEL SAN NICOLÁS DEL TORO**

175 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA SIERRA DE AITANA: LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN Y NUEVOS DESCUBRIMIENTOS VIRGINIA BARCIELA GONZÁLEZ* FRANCISCO JAVIER MOLINA HERNÁNDEZ**

185 LAS PINTURAS ESQUEMÁTICAS DE LA COVA DE LA SARSA (BOCAIRENT, VALÈNCIA): NUEVAS LÍNEAS DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIO ESTHER LÓPEZ-MONTALVO* CARLES MIRET I ESTRUCH** JOSEP LLUIS PASCUAL BENITO***

197 NUEVA APORTACIÓN AL ESTUDIO DEL ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA MEDIA DEL JÚCAR. LAS CUEVAS DEL OLIVAR (TOUS, LA RIBERA ALTA, VALENCIA) XIMO MARTORELL BRIZ*

203 ARTE ESQUEMÁTICO EN EL ABRIC DEL CASTELL DE VILAFAMÉS (CASTELLÓN) PERE MIQUEL GUILLEM CALATAYUD* RAFAEL MARTÍNEZ VALLE*

213 ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA DEL EBRO. PARTE 1ª: CONCEPTO, TEMAS Y CRONOLOGÍA VICENTE BALDELLOU*

223 ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA DEL EBRO 2: EXTENSIÓN, PARALELOS MUEBLES Y YACIMIENTOS ASOCIADOS PILAR UTRILLA*

243 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO PRE-HISTÓRICO. NUEVA INTERPRETACIÓN DE LOS CARROS DE REMOSILLO (OLVENA, HUESCA). MANUEL BEA*

253 UN NUEVO GRUPO DE ARTE ESQUEMÁTICO EN EL PIRINEO OCCIDENTAL ARAGONÉS: EL NÚCLEO DE SALVATIERRA DE ESCÁ (ZARAGOZA) MANUEL BEA* JOSÉ IGNACIO ROYO GUILLÉN** MARIO GISBERT***

263 ARTE POSTPALEOLÍTICO EN EL VALLE DEL ERESMA MANUEL SANTOS ESTÉVEZ

271 ESTADO DE CONSERVACIÓN DEL ARTE ESQUEMÁTICO EN LA PROVINCIA DE ZAMORA: SITUACIÓN ACTUAL Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN PARA SU PRESERVACIÓN JOSE CARLOS SASTRE BLANCO* ÓSCAR RODRÍGUEZ MONTERRUBIO**

279 UN SIGLO DE INVESTIGACIÓN PARA LA PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ. EVOLUCIÓN DE LA METODOLOGÍA Y NUEVAS APORTACIONES. ISABEL M. DOMÍNGUEZ GARCÍA* HIPÓLITO COLLADO GIRALDO** JOSÉ JULIO GARCÍA ARRANZ***

287 REFLEXIONES SOBRE LA FASE INICIAL DEL ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN EXTREMADURA A RAÍZ DE LAS RECIENTES INVESTIGACIONES. HIPÓLITO COLLADO GIRALDO* JOSÉ JULIO GARCÍA ARRANZ**

301 A ARTE ESQUEMÁTICA PINTADA EM PORTUGAL SOFIA SOARES DE FIGUEIREDO* ANTÓNIO MARTINHO BAPTISTA**

317 ARTE ESQUEMÁTICO EN PORTUGAL: LOS ABRIGOS CON PINTURAS DEL MACIZO CALCÁREO EXTREMEÑO ANDREA MARTINS*

II CONGRESO VELEZ, 2010

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PRIMERA APROXIMACIÓN A LAS PINTURAS RUPESTRES DE CUEVA HAIZEA (VÉLEZ BLANCO, ALMERIA) José Ángel Ocharan Ibarra

Resumen Cueva Haizea, localizada en uno de los extremos nororientales del Parque Natural Sierra María-Los Vélez (Almería), fue descubierta, el 10 de febrero de 2009. Une en su presentación como una nueva estación rupestre, unas técnicas de realización de sus pinturas que se alejan de los estilos históricamente conocidos, lo cual posiblemente nos este hablando de diferentes esquemas mentales del realizador, o realizadores, frente a los artes rupestres habituales en la zona: Esquemático y Levantino. Y, por supuesto, muy diferentes de los Paleolíticos. Con caracteres propios, que denotan una sociedad tecnológicamente avanzada y con un sistema complejo. Palabras clave: Cueva Haizea, Arte Rupestre Abstract Discovered on February 10th, 2009, Haizea Cave is located in one of the Northeast corners of the Sierra María-Los Vélez Natural Park (Almería, Spain). As a new Cave Art instance, it shows painting techniques very different from the historically known styles. This may well mean a different way of thinking of the author, or authors, if compared with other cave paintings usual in the area –Schematic and Levantine Art; and very different, of course, from the Paleolithic paintings. The paintings in Cueva Haizea have their own characters, which are a sign of a technologically advanced society, with a sofisticated system. Keywords: Haizea Cave, Cave Art

Presentación La distribución del Arte Levantino en Los Vélez no ha sufrido incremento en cuanto a nuevos hallazgos desde el ya remoto año 1915 cuando Breuil y Motos realizaron el inventario de abrigos de este arte en la comarca. Sí es verdad que en el área han sido descubiertas en épocas recientes pinturas rupestres, pero pertenecientes al horizonte Paleolítico. La pintura esquemática, por su parte, está presente en un elevado número de manifestaciones en la zona. Por ello este descubrimiento adquiere si cabe mayor importancia, al incrementar el patrimonio cultural del Parque y contener además un tipo de arte de difícil catalogación hasta el momento. Las pinturas rupestres de cueva Haizea fueron descubiertas, el 10 de febrero de 2009, en el Parque Natural de Sierra María-los Vélez (Almería), fruto de la casualidad. Tras un complicado ascenso y una vez en el interior pronto fuimos conscientes de encontrarnos ante un arte rupestre que no podíamos reconocer ni encuadrar, al menos en su totalidad, en ninguno de los estilos conocidos de la Península Ibérica. La complejidad de las escenas presentes en la misma, que parecen intentar transmitir un significado global, así como la presencia de representaciones de posibles escudos circulares y espa-

das, nos hicieron pensar en una posible realización en época protohistorica o histórica. Por lo que en junio de este mismo año se solicitó autorización de intervención arqueológica y estudio de este conjunto ante la Junta de Andalucía, con el fin de esclarecer su posible comprensión científica. Las técnicas de realización de las pinturas de cueva Haizea se alejan de los estilos históricamente conocidos, lo que posiblemente nos esté hablando de diferentes esquemas mentales del realizador, o realizadores, frente a los artes rupestres habituales en la zona: Esquemático y Levantino. Y, por supuesto, muy diferentes de los paleolíticos. Las múltiples escenas, figuras y signos que llenan sus paredes son, en muchos casos, únicas en cuanto a su técnica y estilo. También única es la presencia de rasgos faciales en alguno de sus antropomorfos. Características todas ellas que alejan esta pintura del esquemático (aunque mantiene ciertas formas, como varias de las utilizadas para la representación antropomórfica, serpentiformes, reticulados, etc.), por lo que, aunque diferente, barajamos una cronología no muy alejada del arte esquemático del que mantiene algunos caracteres. Entiéndanse estas líneas como la presentación de estas pinturas rupestres recientemente descubiertas, no como una II CONGRESO VELEZ, 2010

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interpretación de las mismas, una hipótesis de trabajo, previa a posibles interpretaciones. En cuanto a su datación cronológica ésta solo podrá ser correctamente precisada tras el análisis por C14 de los pigmentos; hasta entonces seguiremos moviéndonos en el incierto terreno de las posibilidades. El arte que está presente en cueva Haizea contiene escenas de tipo descriptivo y puede ser definido como un arte esencialmente conceptual, con rasgos que lo acercan al arte esquemático. Las representaciones esquemáticas reflejan una sociedad con un importante desarrollo cultural y tecnológico. Han existido diversos intentos de sistematizar la temática con importantes dificultades. Lo que sí parece constatarse es que dentro del arte esquemático hay varias tendencias. Una de ellas posee un esquematismo más exacerbado; otra, algo más naturalista y una tercera denominada por M. Hernández ‘Macroesquemática’. El caso de la cueva que ahora damos a conocer presenta características del grupo esquemático más naturalista, incluso, como luego se verá, alguna casi de arte levantino, pero sin pertenecer a ninguno de los dos tipos. Por lo que lo más acertado seria no catalogarlo, a priori y con las reservas necesarias, hasta su intervención arqueológica. Aunque en líneas anteriores hemos querido apuntar una posible relación entre cueva Haizea y el arte esquemático, deberemos tomar esta relación como lo que es: una hipótesis de trabajo, que solo un futuro estudio en profundidad podrá o no demostrar. Somos conscientes que el esquematismo no puede ser considerado, por sí mismo, un indicador cronológico, pues ya aparece en el Paleolítico superior (Apellaniz 1976.) y se percibe en ciertas escenas del arte Levantino español. Y, desde luego, las representaciones que encontramos en cueva Haizea, parecen en principio relacionables con una cronología más reciente. La datación del arte esquemático, es un tema complicado en continuo debate aunque todo parece indicar que es propio de pueblos peninsulares entre el Neolítico y la edad del Bronce. Siguiendo al profesor dr. Antonio Beltrán, el Arte Esquemático estaría relacionado con la aparición de nuevas gentes, con nuevas creencias y diferentes tendencias artísticas en el sur y sureste, y predominaría durante toda la edad de Bronce, e incluso durante el principio de la edad de Hierro, momento en el cual el arte esquemático va desapareciendo. El arte que aparece en cueva Haizea, parece presentar múltiples rasgos de este arte esquemático pero apreciándose una clara evolución hacia la singularidad y la narración, por lo que en principio barajamos como hipótesis una cronología posterior, si bien nada podremos concretar sin la realización de la muy necesaria intervención arqueológica. Sobre la situación geográfica de los abrigos pintados, existen varias teorías, utilizando el análisis espacial de su distribución, así como las particularidades de localización topográfica y su emplazamiento. La línea actual de las reflexiones gira en torno al territorio y sobre la organización social del espacio, protagonizada por las comunidades que lo explotan. La situación de un abrigo en un cierto accidente natural fácilmente visible desde el territorio, o la visibilidad existente desde los lugares pintados, pueden ayudar a explicar ciertas regularidades de unos emplazamientos asociados a un cerro o montaña individualizada (abrigos de visión), o a barrancos o ramblas (abrigos de movimiento), y (abrigos de paso). Efectivamente, las localizaciones de los abrigos pintados a lo largo de las redes de comunicación, colaborarían enérgicamente en 50

Fig. 1. Alzado y planta de la cavidad.

la transmisión ideológica y en la ocupación simbólica del territorio. Santuarios rupestres adscritos cronológicamente a la Edad del Hierro de características similares a cueva Haizea, con asociaciones de caracteres ibéricos a pinturas de carácter esquemático o con muchas similitudes a este arte esquemático ya aparecen referenciadas por Teresa Moneo (Moneo 2003.). Como el abrigo de Peñalba de Villastar (Teruel), de similares características a cueva Haizea, que según la división propuesta por la autora estaría dentro del tipo 2 de abrigos-santuario. En principio no creemos necesario establecer tipos e incluso subtipos atendiendo a las diferencias morfológicas o al mayor o menor desarrollo de las oquedades, ya que aunque intervenga el factor humano en su elección, son formaciones naturales y como tales todas diferentes. En principio y tomando la hipótesis de trabajo que parece compartir la autora antes citada, están destinadas al mismo fin; lugar de culto, destinado posiblemente a ritos de iniciación o paso. Cercanos casi siempre al agua o nacimiento de esta, estos santuarios se caracterizan por hallarse en el campo: las construcciones realizadas por la mano del hombre son inexistentes o muy escasas y en general aprovechan sin apenas modificación cavidades naturales donde se repite como una constante, quizás la única, su dificultad de acceso. En este contexto privilegiado del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, único dentro del panorama del Arte Rupestre de la Península Ibérica, y con las características mencionadas, de las oquedades, abrigos y cuevas-santuario relacio-

Fig. 2

nadas con el mundo ibérico, que nosotros reducimos a una sola denominación como ‘Santuarios Rupestres’, y con un arte cercano al Esquemático pero diferente en su realización, encuadramos, como hipótesis inicial, a cueva Haizea. Localización En el extremo Nororiental de la provincia de Almería encontramos la comarca de Los Vélez, situada en la encrucijada de las tierras del Sur y del Levante español que contiene el Parque Natural de Sierra María-los Vélez, con una superficie de 22.670 hectáreas y que se extiende por los términos municipales de Chirivel, Vélez-Rubio, Vélez-Blanco y María, aunque las cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre se localizan sobre todo en los dos últimos municipios. El arte rupestre de los Vélez fue declarado, el 5 de diciembre de 1998, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dentro del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica1. Todas sus estaciones rupestres han sido declaradas Bienes de Interés Cultural, en aplicación del artículo 40.2 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español. Entre las cuevas, llamemos “históricas”, conocidas desde los trabajos de Breuil y Motos, están todas las que consiguieron su declaración de B.I.C. el mismo año de su aplicación como Ley, es decir: 1985 que incluye los abrigos de la Serrata de Guadalupe cercanos a la cueva presentada. Si esta no se ha conocido hasta ahora posiblemente sea debido a la inaccesibilidad de su entrada, que ha mantenido en secreto tal cantidad de pinturas y de un arte y características tan particulares. En el caso de la zona que nos ocupa, existe tal cantidad de abrigos con representación de pinturas rupestres2 que quizá sea más exacto hablar de zonas, como son los casos de: Abrigo de las Tejeras; Abrigo de las Colmenas; Abrigos del Estrecho 1  El conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo en la Península

Ibérica es un bien cultural perteneciente al Patrimonio mundial, según declaración de la Unesco en el año 1998. Se trata de un conjunto de yacimientos de arte rupestre en la mitad oriental de España, que destaca por el elevado número de lugares que presentan este tipo de arte, la mayor concentración de Europa. 2  Hasta ahora los abrigos y cuevas conocidos con arte rupestre en la

zona, donde se encuentra localizada cueva Haizea eran los siguientes: María: Lázar, Queso, Maina y Chiquita. Vélez Blanco: Derecho E. de Santonje, Central E. de Santonje, Izquierda E. de Santonje, L. Tello I Cama del Pastor, Lavadero Tello II, Lavadero Tello III, Lavadero Tello IV, Lavadero Tello V, Cueva Ambrosio, Gabar, Tejera, Colmenas, Yedra, Letreros Inferior, Letreros Molinos I, Molinos II, Panal, Hoyos I, Hoyos II, Abrigo de la Peña de Casanova, Abrigo de los Carneros, Abrigo de los Hornachos, Abrigo del Barrancón, Abrigo del Cerrito Ruiz, Peñón, Rosetón, Abrigos de la Serrata de Guadalupe y Las Covachas.

Fig. 4

de Santonje; Abrigo del Gabar; Abrigos de los Lavaderos de Tello; Cueva de Ambrosio; Abrigos del Maimón y Abrigos de la Sierra de María, destacando la Cueva de los Letreros como el conjunto de arte esquemático seguramente más importante de la Península Ibérica. Tras su declaración de BIC y utilizando la catalogación realizada por J. Martínez García (Martínez García 1983.), habría que ampliar las zonas de protección a nueve incluyendo cueva Haizea en la zona de la Serrata de Guadalupe. La cueva que ahora presentamos, como las anteriores históricamente conocidas, se encuentra en un contexto declarado Parque Natural3 que cobija uno de los conjuntos de pinturas rupestres más importantes de la Península Ibérica. Cueva Haizea se encuentra en el extremo norte del entorno del parque natural de Sierra María-los Vélez. Prácticamente en el límite entre las provincias de Almería y Murcia. La cavidad ocupa una posición privilegiada colgada sobre el barranco del Alcaide, en el meandro producido por la erosión del río Caramel en la estribación noroeste de la Serrata de Guadalupe. Este paso entre la Serrata de Guadalupe y la Sierra del Oso constituye un paso natural entre las actuales provincias de Almería y Murcia, el valle que se abre al norte del río ha sido un enclave perfecto donde se han podido constatar asentamientos humanos desde la Prehistoria4. Con una elevación sobre el nivel del mar de 808 m y una orientación Noroeste, está enclavada en una formación rocosa compuesta por calizas, margas y calcarenitas propias de la zona subbética con los característicos relieves cársticos que propician la formación de cuevas y abrigos. La boca de entrada a la cueva presenta una forma casi esférica y se abre como ya se ha mencionado bajo un farallón rocoso perpendicular y vertical, con lo que el acceso desde arriba es imposible si no se realiza descolgándose con útiles de escalada. Justo a su entrada se abre una pequeña superficie de unos 20 m2 cuadrados con un desnivel en caída sobre 70º y al final de esta se vuelve a cortar el precipicio sobre el río Caramel. Con lo que el acceso a la cueva, que también resulta imposible por su lado este, solo es practicable desde el oeste y 3  Sierra María-Los Vélez, fue declarada Parque Natural por Decreto

236/1987, de 30 de septiembre

4  Además de las 27 estaciones con arte rupestres catalogadas en

el Parque, diversos yacimientos pertenecientes al periodo íbero y el romano atestiguan su presencia con diferentes asentamientos en torno al río Caramel. II CONGRESO VELEZ, 2010

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Fig. 3

solo por una estrecha zona muy determinada y de complicada localización. Esta misma dificultad de acceso es posiblemente la que ha colaborado a preservar las pinturas, que a raíz de la intervención arqueológica y recomendaremos proteger de forma continuada, sin dejarlo por más tiempo en manos del destino. Pues aunque no se aprecian casi actos vandálicos sí que en uno de los laterales aparece un grabado moderno, cosa que se debe impedir en un Bien de Interés Cultural, estatus de protección solicitado para cueva Haizea. La cueva presenta una apertura al exterior de forma casi circular con un diámetro máximo de 6 m aproximadamente, y una profundidad máxima de 7 u 8 m5. Su parte superior es una bóveda completamente cubierta de hollín testigo de las numerosas hogueras que se han debido realizar en el interior. Las medidas exactas de la cavidad, como se muestra en los dibujos de la figura 1, son las siguientes: la boca de entrada tiene una altura máxima de 4´40 m. por una anchura máxima de 5´90 m. Que se convertirán en 7´20 m de altura máxima en el interior con una planta de 6 m de anchura por 7 m de profundidad. Distribución Casi toda la superficie de las paredes interiores se hallan cubiertas de manifestaciones de arte rupestre, si bien optamos a efectos prácticos por realizar una división en dos paneles. Para ello utilizamos como línea divisoria la definida por un escalón rocoso en el frente de la pared interior a unos dos metros del suelo de la cueva y que avanza al interior metro y medio en ángulo de 60º, lo que permite la estancia sobre él, atestiguado en el pulimento alcanzado por la roca en la zona de acceso donde inevitablemente se roza contra ella y desde luego, por la presencia de pinturas rupestres a las que se accede, desde esta posición sin duda la adoptada para realizarlas. Presentaremos el esquema de distribución de las pinturas rupestres, siguiendo un orden de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba. Para ello y por un motivo exclusivamente 5  Desde el punto de vista geológico el Parque Natural Sierra María-

Los Vélez se caracteriza por el predominio de rocas calizas. El modelado kárstico de estas rocas ha formado gran número de simas colinas y lapiaces. La importancia de este patrimonio geológico ha hecho que se hayan declarado 12 Puntos de Interés Geológico (PIG) recogidos en el Inventario realizado por la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía.

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descriptivo agruparemos las figuras en conjuntos, numerando estos según aparezcan en el orden mencionado. El resultado obtenido son los 9 grupos que aparecen reflejados en el alzado de la ilustración nº1 En la planta se nos muestra el corte horizontal de la cueva, donde se pretenden centrar los sondeos estratigráficos; en ella se puede apreciar perfectamente su orientación Noroeste, así como sus verdaderas dimensiones. La ilustración de la planta esta dividida en dos espacios, el nº1 muestra la planta a nivel del suelo de la cavidad mientras que el nº 2 refleja el nicho sobreelevado cuyas paredes determinan lo que hemos llamado panel superior. Técnicas y descripción Técnicas: en las paredes de cueva Haizea, parecen apreciarse el empleo de varias técnicas pictóricas, que hemos clasificado en técnica A, B, y C según las características que se describen a continuación; A1. A este grupo corresponden la mayoría de las figuras, son figuras de un tamaño medio de 20-30 cm. Perfiladas en su silueta sin relleno interior. Las figuras están dibujadas trazando el perfil de estas mediante una fina línea de 1-2 milímetros realizada en negro, muy posiblemente, según parece apreciarse, con algún tipo de carbón, lo que nos posibilitaría su datación por C14. A2. Estas figuras responden a las características de las del grupo A1, están perfiladas en negro, pero son rellenadas en su interior mediante trazos del mismo color y grosor. B. Este grupo lo constituyen figuras rellenadas en su interior de una manera uniforme en color negro. C. El tercer grupo es el que abarca las figuras realizadas mediante la técnica más común en el arte esquemático presente en el Parque. Esta constituido por trazos más gruesos en torno a los 2 cm, en ocre rojizo, realizados, según nuestras hipótesis, en su gran mayoría con los dedos. Panel Inferior Grupo 1. La primera representación que nos encontramos siguiendo el único camino ya mencionado de acceso a la cueva, y apenas metro y medio tras franquear la entrada en el panel inferior a un metro del suelo de la cueva. Este primer gran conjunto es el constituido por el grupo de trazos que incluye la figura de un gran antropomorfo ramiforme. Son figuras de complicada clasificación. En principio se observaron el ramiforme ya mencionado, cruciformes y serpentiformes, así como una gran mancha que llamó nuestra

Fig. 6

Fig. 5

atención al haber sido concenciudamente rellenada, además de una serie de trazos concéntricos, con forma de gran cruz o estrella justo encima del primer posible ramiforme. Estas primeras figuras pertenecen al más puro esquematismo de cueva Haizea y están en este caso perfiladas en su contorno en negro, incluyéndose en nuestra clasificación tecnológica en el grupo A1. Los trazos cubren la casi totalidad de las paredes de la cavidad, siendo en muchos casos de muy complicado reconocimiento, abundando los de tendencia ramiforme, y repitiéndose a lo largo de la cueva los motivos geométricos o los que denominamos globiformes. El segundo conjunto de pinturas del grupo 1 es muchísimo más complejo en su concepto y realización. Aparecen zonas rellenadas con trazos negros, grupo tecnológico A2, se repiten los círculos con decoración geométrica interior y encontramos lo que para nosotros son los primeros antropomorfos. Parece representar lo que pudieran ser dos antropomorfos, portando espada y escudo. La figura 2 nos muestra un detalle de las figuras mencionadas donde podemos observar la gran zona rellenada con trazos negros. Aunque queremos huir de interpretaciones y, por supuesto, con todas las reservas, no podemos evitar nos recuerde en su forma a una espada de gran tamaño, en un esquema más similar a las armas de estatus de las llamadas estelas de guerrero que a los artes rupestres conocidos. En las ilustraciones de la figura 3 se muestran tres de los círculos reconocibles que aparecen en este primer grupo, siempre lo hacen en relación con posibles figuras antropomorfas, con una factura y características similares al arte esquemático pero con una temática, como se apuntaba en párrafos anteriores, más cercana a las estelas de guerrero o a los petroglifos Galaico-portugueses6 La figura 4 nos muestra un detalle del grupo 1 donde parece apreciarse otro antropomorfo, con un posible apunte de rasgos faciales . 6  Representaciones triangulares vinculadas a armas de estatus las

encontramos en los petroglifos gallegos, Volta do Castro de Conxo Santa María de Conxo, Santiago de Compostela, A Coruña. Dichos diseños triangulares han sido interpretados por algunos autores como ídolos antropomorfos, otros como hachas de doble anillo o escudos triangulares. Representaciones circulares unidas a antropomorfos o como representaciones independientes son muy comunes en los petroglifos, Cova da Bruxa, Eiroa, Jorge J. y Rey, Pepa “Guía de los petroglifos de Muros”. 1984.

Fig. 7

En el extremo superior derecha de este grupo primero aparece una serie de trazos que nos recuerdan algún tipo de escritura aunque no podemos afirmar, con seguridad, si esto es así o es fruto de la casualidad, posiblemente como restos de trazos mayores que en su deterioro han formado este caprichoso grupo con cierta similitud con la epigrafía ibérica. Solo el necesario estudio arqueológico que se ha solicitado podrá en un futuro solucionar la disyuntiva7. Grupo 2. Tras estas primeras representaciones y ocupando una posición centrada en el arco interno inferior de la cavidad encontramos el grupo del gran reticulado, por constituir ésta su figura más representativa. El grupo entero esta incluido en nuestra tipología tecnológica A1. En este grupo 2 incluimos un segundo conjunto constituido por lo que parece un grupo de antropomorfos dentro de un gran línea de tendencia circular, similar a lo que venimos denominando como “globiformes”. Además de los trazos, más o menos reconocibles existen cientos de trazos de difícil o imposible comprensión, poblando la totalidad de las paredes de la cueva. Grupo 3 Ocupando una posición centrada, de privilegio en el arco de la cavidad, se encuentra la representación, quizá la más llamativa, de la cavidad. La figura que pasamos a describir a continuación, es, dentro del carácter excepcional de la gran mayoría de las aparecidas en cueva Haizea, la más sorprendente. Por su sistema representativo, y por lo que nos muestra, un gran ser híbrido mitad animal mitad humano con lo que parece ser una segunda cabeza. (Fig. 5) La primera impresión fue la de encontrarnos ante la representación de algún tipo de chamán, influenciados posiblemente por la cercana figura del “brujo” de los letreros. Esta primera idea fue dejando paso paulatinamente y a un posible Asociaciones de caracteres ibéricos a pinturas de carácter esquemático o con muchas similitudes a este arte esquemático ya aparecen referenciadas por Teresa Moneo (2003). 7 

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Fig. 8

carácter de Divinidad, pues aunque presenta cierto carácter antropomorfo; tiene como vemos cabeza humana coronada por un gorro triangular quizás asemejando una calavera, quizás una segunda cabeza, con líneas que salen de ésta. La otra mitad de su cuerpo, es sin ningún tipo de dudas animal, apreciándose perfectamente las cuatro patas terminadas en “bolas” o garras como vemos en las ilustraciones. La figura muestra cierta forma bitriangular. Sistema, triangular o bitriangular, de lo que se ha venido aceptando como deidades y que está presente de forma generalizada en multitud de ejemplos de los “ídolos” típicos del esquemático. Su parte superior es fácilmente reconocible como humana, si bien es verdad que la inferior es completamente atípica y la convierte en única en el arte rupestre peninsular. Presenta un rostro con facciones perfectamente reconocibles como son un gran ojo central y la nariz, encuadrándose, pues, dentro del arte más característico de la cueva, para diferenciarlo del esquemático. Pues aunque mantiene ciertas características de éste responde a un esquema completamente nuevo al incluir ciertos rasgos de las facciones, lo que nos obliga, hasta que se demuestre lo contrario, a incluirlo en una categoría distinta. En el arte esquemático peninsular tenemos algunos ejemplos, que sin alcanzar la complejidad del actual, presentan cierta similitud en alguno de sus atributos, como son las formas triangulares. Son figuras humanas en las que se incorpora la vestimenta, lo que enmascara su verdadera apariencia. Por ejemplo, en el «Abrigo de Los Órganos», en Despeñaperros, hay posibles representaciones de una danza de figuras femeninas cuyo cuerpo son dos triángulos opuestos, invertidos, cuyos vértices se tocan (serían el tórax y una falda acampanada) junto con una gran cabeza que parece llevar un complicado tocado con rodetes, plumas y cuernos. Existía un debate sobre el carácter femenino o de ídolo de las representaciones bitriangulares. Nosotros nos inclinamos, para el caso presente, siguiendo a Sanchidrián (2001) hacia la segunda postura. Pues existen pocas dudas sobre el carácter no humano de la que ahora presentamos y una gran similitud con muchos de los históricos ídolos bitriangulares. Exceptuando la característica de presentar las cuatro extremi54

dades de animal que deja claro, y fuera de toda duda su carácter cuanto menos divino desde luego no humano femenino. La gran diferencia en el caso que nos ocupa, como ya he mencionado, son las indiscutibles cuatro extremidades de animal que presenta y sus rasgos faciales perfectamente reconocibles. Es una figura, mitad animal mitad humano, con un “tocado” quizás una calavera de animal, o una segunda cabeza8 con dos grandes ojos y unas líneas saliendo de ella. Presenta los brazos abiertos y grandes manos de largos dedos y se une en la que parece una actitud protectora; si bien podría también significar posesión, a un antropomorfo, femenino. Representaciones también relacionadas con ídolos, pues tienen fuertes paralelismos con temas idénticos aparecidos en cerámica o en ídolos-placa, son los oculados, así llamados porque los ojos son muy grandes y están rodeados por líneas que los realzan o que los encierran. Sanchidrián los divide en oculados típicos, con motivos triangulares, oculados antropomorfos, simplificados, Phi oculada y un sexto grupo donde entrarían el resto de oculados no adscribibles a los cinco tipos enunciados. Los soliformes o esteliformes parecen constituir un segmento aparte, no tienen forma humana (aunque al ser considerados ídolos los incluimos aquí) y son tan variados que es difícil sistematizarlos. Aparecen de forma repetida en varios de los paneles de cueva Haizea, pero no en posiciones centrales, más bien parecen acompañar el hilo argumental que, creemos, intentan trasmitir las figuras principales. En nuestro caso podemos reconocer caracteres de los ídolos oculados y caracteres de los llamados bitriangulares. Las ilustraciones anteriores muestran distintos momentos del proceso de calco informático. Para mayor como8  En el dolmen A Casota do Paramo, municipio de Ribeira, A

Coruña. Aparece un grabado antropomórfico, con dos cabezas, posterior al levantamiento del megalito que es considerado por Cabré como una representación del dios Lugh. Junto a otro cuya cabeza es demasiado grande con respecto al cuerpo, con los ojos, nariz y boca marcados con simples líneas y los brazos en cruz. Otras figuras están vestidas con sayas hasta las rodillas y también con los brazos abiertos, algunas de las cuales muestran grandes manos abiertas con los dedos muy largos.

Fig. 9

Fig. 11

Fig. 10

didad y exactitud en este se optó por realizar un par de fotografías. Una primera de la posible deidad y la segunda del antropomorfo (Fig. 6). Pero hay que tener presente, que los brazos de la segunda figura continúan su desarrollo por este panel inferior derecho de la cueva, hasta llegar a “abrazar” a la interpretada como ídolo que presentamos en la ilustración nº5. Como venimos apuntando, la relación entre la primera figura descrita en las ilustraciones anteriores y esta segunda, no admite discusión al abrazar esta a aquella. Si bien lo que sí admite interpretación es el carácter del extraño ser mitad animal mitad humano. Nos inclinamos a atribuir a la figura antropomórfica un carácter femenino, por el carácter triangular del peinado y los trazos acampanados del final de las extremidades inferiores que nos muestran claramente una falda. En la ilustración siguiente (Fig. 7) se observa, aunque es solo un croquis, la relación directa entre las dos representaciones, y cómo los brazos de esta figura femenina rodean a la que nosotros identificamos como posible divinidad. Grupo 4. El cuarto conjunto lo componen una serie de trazos de grandes dimensiones, realizadas con la técnica A1, que parecen pertenecer a una misma figura de muy difícil comprensión, que forman un todo con un significado que se nos escapa. De ser cierta nuestra suposición y formar un todo, es la representación de mayores proporciones de la cueva pues tiene un diámetro, con cierta tendencia circular, cercano a los 30 cm. Sobre este aparece un conjunto de trazos formando una especie de círculo y que hemos denominado globiforme del que sí existen paralelos, aunque no hay consenso sobre su significado.

La figura 8 muestra la similitud existente entre el globiforme de este grupo 4 y el del grupo 6. Los diversos “globiformes” que aparecen distribuidos por la cueva tienen siempre reducidas dimensiones como puede apreciarse en la ilustración, en torno a los 5 cm. Grupo 5. Este quinto grupo es el que engloba los antropomorfos más significativos de cueva Haizea. La figura humana es uno de los motivos más abundantes, no por ello dejan de ser muy simples, fundamentalmente basados en un trazo vertical (el tronco) con brazos de diversas tipologías, ya sea en forma de cruz, de doble cruz o bien la letra griega ∏, con forma de T, bien con los brazos rectos, bien con los brazos curvados hacia abajo (golondrinas y ancoriformes), o hacia arriba (con forma de Y), e incluso con los brazos en jarra (como la letra Φ griega). También hay figuras esquemáticas en X. Quizá los antropomorfos más comunes sean los siguientes, (la numeración es la que se corresponde con la tipología elaborada por Bécares y utilizada también por Sanchidrián: Antropomorfo cruciforme Af4.2. Antropomorfo de brazos curvos Af2.2. Antropomorfo tipo golondrina Af2.1. Antropomorfo ancoriforme Af2.3 . Antropomorfo en Y. Antropomorfo en Phi (Φ)Af6.2. Antropomorfo en X Af3.4. En el grupo más o menos aceptado de los antropomorfos aún deberíamos añadir los ramiformes tipo R de BecaresSanchidrián, sobre todo el R1 y el R3 presentes de forma numerosa en cueva Haizea. Estos antropomorfos, o de factura muy similar, se mezclan en las paredes de la cavidad, con otras representaciones humanas, pero presentan en muchos casos, sobre todo en los femeninos, ciertas reminiscencias con las figuras femeninas del arte levantino. Si bien, en nuestro caso, casi siempre solo perfiladas en negro. Y en el caso de rellenarse los contornos se realiza mediante trazos claramente distinguibles y nunca un color plano que cubra por completo el interior de la figura. Estos antropomorfos se entremezclan con varios casos de factura similar pero que nos muestran claramente algunos rasgos faciales, como pueden ser ojos, boca o nariz. Algo que los aleja del arte esquemático y por supuesto levantino, con una técnica de realización y facturas similares al arte Esquemático-Abstracto acuñado por A. Llanos (2003.) a raíz del descubrimiento de las pinturas de Solacueva (Jocano, Alava), pero con una temática y complejidad que denotan, posiblemente, una sociedad más avanzada.

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Fig. 12

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Tipología de Antropomorfos presentes en cueva Haizea Observamos que tienden a la personificación, mediante el señalamiento de los rasgos faciales, como se muestra en los tipos H.3, H.6, H.7, H9, H10 y H11 (Fig. 9 y 10). La primera figura continuando el orden ya establecido de izquierda a derecha y de abajo a arriba seria un gran antropomorfo ramiforme (H3 de nuestra tipología) pero con los caracteres especiales del arte de la cueva. Parece no ofrecer dudas el carácter de antropomorfo de la figura 11, si bien como ya comienza a ser habitual en las representaciones de cueva Haizea, nos presenta singularidades únicas, que lo alejan del arte esquemático. No ya por los múltiples brazos que se observan en la figura ramiforme, sino sobre todo por que son perfectamente apreciables dos pequeños ojos así como un rostro dividido por una línea central y lo que parece un peinado en dos coletas a los lados. Esta personificación de las figuras es uno de los principales rasgos que distinguen el arte rupestre de cueva Haizea. Dicho señalamiento de los rasgos faciales, tiene su mayor exponente en el siguiente antropomorfo. La figura pertenece a un conjunto de dos antropomorfos unidos por lo que en principio tomamos por lanza esgrimida por la figura de mayores dimensiones, aunque también es posible que sea interpretada como algún tipo de cuerda o representación de unión con la figura menor. 56

Llama también poderosamente la atención la forma circular del vientre de la figura pequeña, interpretado inicialmente como un posible escudo o disco coraza, así como los pequeños apéndices que sobresalen a la altura de las rodillas aunque, como ya mencionamos al principio las interpretaciones en el arte rupestre son sumamente arriesgadas, y personalmente preferimos dejarlo en el ámbito de las posibilidades, en espera de los resultados de la intervención solicitada La fotografía central de la ilustración nº 12, nos muestra un detalle del círculo que aparece en la zona central de uno de los antropomorfos al que nos referíamos en líneas anteriores y que nos recuerda a los observados en el grupo 1. Panel Superior A través de la rampa ya mencionada, se accede al “nicho” que da acceso al panel superior de la cueva. Como se puede observar en la planimetría inicial, al fondo de la cavidad y a 1´70 cm del suelo de la misma. A esta pequeña plataforma se accede por un estrecho acceso natural de inclinación sumamente pronunciada y que presenta una lustrosa pátina producida por el continuo roce a lo largo del tiempo. Grupo 6. Si pasamos a examinar su extremo derecho, desde las zonas más cercanas, inmediatamente superiores al “globiforme” del grupo 4, continuamos encontrando pinturas, si bien en este caso, trazos sin forma reconocible.

Como vemos en la ilustración nº8, se vuelve a repetir en este grupo, el motivo llamado por nosotros “globiforme”. Grupo 7. En este grupo aparecen las figuras centrales del panel superior, inmediatamente sobre el pequeño “nicho” horizontal que se forma, en el centro de la cavidad. La figura más llamativa es un posible antropomorfo femenino, el que se correspondería en nuestra tipología con el H11 y la técnica A2. En una posición más elevada respecto al anterior aparece junto a más restos de trazos de muy complicada comprensión otro posible antropomorfo (H12). Decimos posible antropomorfo con todas las reservas y siempre abiertos a una interpretación mejor, si bien este de carácter más esquemático (Fig.13). El que hemos denominado tipo H12 aunque lo consideramos antropomorfo no lo hemos incluido en las ilustraciones de nuestra tipología por sus características especiales. Grupo 8. Este está constituido por las figuras superiores de la cavidad, de acceso mucho más complicado, por su altura (que en algunas ocasiones alcanzan los cinco o seis metros) y por estar en muchos de los casos ocultos bajo excrementos de lechuzas y carabos, tan comunes en el parque natural de María-los Vélez, y que hasta ahora eran los únicos privilegiados que podían contemplar las pinturas de cueva Haizea. Es la única zona de la cueva que presenta trazos realizados en ocre rojizo, técnica C, que en algunos casos, se remarcan posteriormente en negro. La mayoría de estos trazos son restos informes excepto un gran serpentiforme central de este grupo y un antropomorfo, del grupo 9. Pueden, estos trazos ocres, ser divididos en dos grupos. Un primer conjunto compuesto por grandes manchas de entre 20 y 30 cm muy difuminadas, son las de mas difícil acceso por estar situadas casi en el límite superior de la cueva, en torno a los 6 metros de altura. Un segundo grupo en esta misma pared superior, pero de acceso menos complicado, sería mostrado parcialmente en la ilustración. En este caso los trazos son estrechos y más precisos pareciendo en principio estar formando un perfil o contorno.

Fig. 14

En toda la zona continúan apareciendo, como se puede observar en las imágenes, trazos negros de difícil comprensión y que en principio parecen estar realizados sobre los ocres. Grupo 9. Dentro del panel superior el grupo 9 es el que aparece más hacia la izquierda justo encima del gran ramiforme, sobre un saliente. Es pues, casi el primer grupo de figuras que se observa nada más acceder a la cavidad. Es desde luego el que más llama la atención al contener una posible figura que constituye el único zoomorfo claro, un gran cuadrúpedo, posiblemente un cérvido (Fig. 14). Tras él parece observarse otro grupo de antropomorfos ramiformes de tendencia esquemática, aunque siempre con los caracteres propios de cueva Haizea, rellenado de manera uniforme en negro, técnica B. La figura que más llama la atención en este grupo del panel izquierda superior, si exceptuamos al posible cérvido, es un antropomorfo con trazos rojizos, que se encuentra en la posición más baja del panel. Su factura responde a la técnica que hemos determinado como tipo C, y en principio respondería a los parámetros típicos de un antropomorfo esquemático, con la especial característica de presentar una gran cabeza desproporcionada con el cuerpo que se dibuja marcando el perímetro sin rellenar (Fig. 15). La figura en su totalidad fue posteriormente repasada con pigmento negro. Siempre, como primera impresión, y teniendo en cuenta la necesidad de su análisis científico, parece apreciarse que el pigmento negro se encuentra sobre el rojizo, con las consecuencias cronológicas que esto pudiera implicar.

Fig. 15

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Este antropomorfo, junto con las diversas manchas informes de color rojizo, ya mencionadas en el grupo 8 y que aparecen en las zonas mas elevadas de la cavidad deberían ser objeto de futuros estudios. Figuras antropomorfas similares, aunque sin las características especificas de ésta, se encuentran en muchos de los abrigos con arte esquemático del parque. Su datación presenta los mismos problemas que el resto del arte esquemático, dependiendo que tendencia sigamos, situaremos este arte en el Calcolítico o Edad del Bronce. Si bien el anterior no es el único posible antropomorfo de este panel, en una posición un poco más elevada y a su izquierda aparece el que se muestra en el lado derecho de la ilustración superior, aunque de un carácter mucho más simple. Consideraciones finales El objeto de las presentes líneas ha sido exclusivamente el de una presentación, previa a su estudio arqueológico, de esta nueva cavidad con pintura rupestre, cueva Haizea, que permanecía desconocida hasta el día 10 de febrero de 2009. A la única luz de lo que es posible observar, antes de la necesaria intervención arqueológica, cabe decir varias cosas. Las pinturas presentes en las paredes de cueva Haizea corresponden a un arte de complicada clasificación, en el que, si bien es cierto pueden ser reconocidos tipos y rasgos del esquemático y una técnica de realización y facturas similares al Esquemático-Abstracto, A. Llanos9, va más allá introduciendo formas e ideogramas que a simple vista parecen más avanzados. Como la cuestión de los rasgos faciales, realizados de forma muy esquemática, sí, pero perfectamente reconocibles. Así como la impresión que produce la observación del conjunto de pinturas de transmisión de una idea global más allá de las particularidades de cada representación. Lo que nos obligó a diferenciar este arte de otros conocidos, a la espera de los datos que la intervención arqueológica y su correcta datación mediante C-14 nos pueda ofrecer. Las interpretaciones, con todas las precauciones, de los posibles escudos, de la posible gran espada (recordándonos formas más similares a las representaciones de las estelas de guerrero, o las presentes en la facies de los petroglifos gallegos y portugueses10) y los que pudieran ser restos epigráficos 9  A. Llanos publica en los años 60 el conjunto de Arte Rupestre

de Solacueva (Álava), a la que seguirá el estudio de otros conjuntos como Los Moros y Liciti, en la misma provincia. Acuña el término Esquemático-abstracto y periodiza en tres fases al mismo, desde un periodo con estilizaciones, pasando por otro con esquematismos hasta acabar con las abstracciones. Este autor fecha las manifestaciones desde el Bronce Final hasta la Romanización. Realizó un esquema de interpretación evolutiva en lo estético y en lo cronológico, surgiendo el modelo de las tres fases; estilización, esquematización y abstracción. J. M. Apellániz rechaza el esquema evolutivo de A. Llanos y relaciona el estilo esquemático-abstracto con el “arte levantino”, fechando los conjuntos en el Bronce Final, cronología que se ve respaldada por las dataciones directas de muestras de pigmento realizadas, por C14 – AMS, en varias cavidades con representaciones similares, (Muñoz E. y VVAA, 1996). 10  La cronología de las manifestaciones de los petroglifos galaico-

portugueses es su aspecto más polémico, debido principalmente a la ausencia de contextos arqueológicos claros (Santos Estévez 2004.) más allá de las meras similitudes en la forma de las diversas representaciones, como pueden ser las de armas o motivos geométricos, si bien se viene aceptando sus últimos momentos, en los que aparecen estas armas de estatus, en fases protohistóricas. 58

hacen que ineludiblemente pensemos en la posibilidad de encontrarnos ante un horizonte de la Edad del Hierro, con las importantísimas consecuencias que de ser así tendría, al parecer apreciarse en este arte una posible continuidad, o al menos relación, con el esquemático. Repetimos que esto debe entenderse como una hipótesis de trabajo basada exclusivamente en posibles paralelos tipológicos, nunca como una afirmación. Lo mismo cabe decir respecto a los posibles paralelos efectuados de la iconografía presente en cueva Haizea, lo más prudente y única forma de avanzar en el conocimiento certero de este yacimiento es esperar a que una datación de los pigmentos de sus representaciones, nos revelen algún dato seguro en el que apoyar nuestras hipótesis. Al margen de las posibles interpretaciones y cronología de las pinturas descubiertas en la cavidad, la importancia del patrimonio cultural hallado en cueva Haizea, hace necesario solicitar para ellas el máximo nivel de protección. Así además de su obligatoria declaración de B.I.C., se propondrá tras su intervención arqueológica su protección física que impida el acceso de personas no autorizadas a un bien que es nuestra obligación preservar, como parte que ya forma del extenso patrimonio cultural del Parque Natural Sierra María-Los Vélez. Bibliografía Alonso, A. y Grimal, A. 2007. L´Art Rupestre del Cogul. Primeres Imatges Humanes a Catalunya. Lleida: Pagès Editors. Apellaniz J. M. 1976. Estudios sobre Atapuerca. El santuario de la Galeria del silex. Universidad de Deusto. Burgos. Beltrán, A. 1995. Algunas cuestiones sobre el arte prehistórico parietal del Sudeste de España a la luz de los últimos descubrimientos. Verdolay, 7, pp. 127-132. Murcia. Beltrán, A. 1986. El arte rupestre. El Sureste peninsular. Historia de Cartagena II, pp. 189-200. Murcia. Cuadrado Ruiz J. 1977. La Cueva de los Letreros en Vélez Blanco. Apuntes de Arqueología Almeriense, Almería. Eiroa J. J. 2000. Nociones de Prehistoria general. Barcelona: Ariel. Eiroa, J. J. y Rey, P. 1984. Guía de los petroglifos de Muros. A Coruña. Jordán, J. F. 1995-1996. Acéfalos, andróginos y chamanes. Sugerencias antropológicas en el arte rupestre levantino (Sureste de la península Ibérica), Anales de la Universidad de Murcia, 11-12, Murcia, pp. 59-77. Jordán, J. F. 1998. Diosas de la montaña, espíritus tutelares, seres con máscaras vegetales y chamanes sobre árboles en el arte rupestre levantino español (Sureste de la península Ibérica). Salamanca: Zephyrus. pp. 111-136. Jordán, J. F. 2000. Escenas y figuras de carácter chamánico en el Arte Rupestre de la península Ibérica. Petroglifos y pinturas naturalistas y esquemáticas en el Sureste. Boletín de Arte Rupestre Aragonés, 3, Centro de Arte Rupestre Antonio Beltrán Martínez. Gobierno de Aragón, Zaragoza, pp. 81-118. Llanos Ortiz de Landaluce, A. 1991. Algunas consideraciones sobre la cavidad de Solacueva y sus pinturas rupestres (Jocano Alava). Cuadernos de prehistoria - arqueología, Nº 4. Vitoria. Llanos Ortiz de Landaluce, A. 2003. De nuevo sobre el arte rupestre esquemático-abstracto en cuevas. Reflexiones sobre su cronología. Estudios de Arqueología Alavesa, Vitoria, Tomo 20, pp. 94-116.

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