Prevalencia de obesidad y sobrepeso en adolescentes canarios. Relación con el desayuno y la actividad física

July 17, 2017 | Autor: Lluísa Basta | Categoría: Physical Activity, Prevalence, Medicina Clinica
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ORIGINALES Prevalencia de obesidad y sobrepeso en adolescentes canarios. Relación con el desayuno y la actividad física

201.350

Patricia Henríquez Sáncheza, Jorge Doreste Alonsob, Pilar Laínez Sevillanoa, María Dolores Estévez Gonzáleza, Mercedes Iglesias Vallec, Gabriel Martín Lópezc, Isidro Sosa Iglesiasc y Lluís Serra Majemb a Departamento de Enfermería. bDepartamento de Ciencias Clínicas. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas. c Servicio Canario de la Salud. Las Palmas de Gran Canarias. Las Palmas. España.

FUNDAMENTO Y OBJETIVO: Estimar la prevalencia de obesidad y sobrepeso en adolescentes canarios y evaluar su posible asociación con el tipo de desayuno o el patrón de actividad física. SUJETOS Y MÉTODO: Se estudió transversalmente una muestra representativa de los niños escolarizados en primero y segundo de Educación Secundaria Obligatoria de la isla de Gran Canaria, a quienes se pesó y talló. La prevalencia de sobrepeso y obesidad se determinó usando los percentiles 85 y 97 de las tablas de índice de masa corporal de la Fundación Orbegozo. Mediante un cuestionario se investigaron las características del desayuno y la actividad física realizada. RESULTADOS: La prevalencia de obesidad y sobrepeso fue del 26,1%, mayor en el sexo femenino (29,5%) que en el masculino (22,8%). El grupo de 12 años es el que presentó la mayor prevalencia, que iba disminuyendo progresivamente con la edad. La obesidad afectó al 14,8% de los adolescentes (el 17,6% de las niñas y el 12,0% de los niños). No se observó asociación entre la actividad física (medida por el número de horas dedicadas a ver la televisión o jugar a videojuegos y las horas de actividad deportiva) y el sobrepeso y la obesidad. Los niños que desayunaban y los que tomaban un desayuno más completo presentaron una prevalencia menor. CONCLUSIONES: La prevalencia de sobrepeso y obesidad es alta, especialmente en el sexo femenino. En esta población se ha observado una relación inversa entre el patrón dietético de desayuno y la prevalencia de obesidad.

Palabras clave: Sobrepeso. Obesidad. Prevalencia. Desayuno. Actividad física. Adolescentes.

Prevalence of obesity and overweight in adolescents from Canary Islands, Spain. Relationship with breakfast and physical activity BACKGROUND AND OBJECTIVE: To estimate the prevalence of obesity and overweight in Canary adolescents, evaluating its association with breakfast intake and physical activity. SUBJECTS AND METHOD: Cross-sectional study of a representative sample of children aged 12-14 years living in the island of Gran Canaria. They were weighed and measured and the prevalence of overweight and obesity was determined according to the 85th and 97th percentiles of the Spanish body mass index tables. Breakfast and physical activity characteristics were also studied using questionnaires. RESULTS: The overall prevalence of obesity and overweight was 26.1%, higher in females (29.5%) than in males (22.8%). Obesity affects 14.8% of all teenagers (17.6% of girls and 12.0% of boys). Highest overweight and obesity levels affect those aged 12 years, decreasing progressively with age. Those boys who have a more complete breakfast have lower prevalence rates. There was no association between obesity and overweight with physical activity, as measured by the number of hours devoted to watching television or playing videogames as opposed to hours devoted to sport. CONCLUSIONS: The prevalence of overweight and obesity is high, especially in girls. We observed an inverse relationship between breakfast and its quality and obesity.

Key words: Overweight. Obesity. Prevalence. Breakfast. Physical activity. Adolescents.

Trabajo financiado parcialmente por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (UNI2003/11). Correspondencia: Dra. P. Henríquez Sánchez. Departamento de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Apdo. de Correos 550. 35080 Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas. España. Correo electrónico: [email protected] Recibido el 21-3-2007; aceptado para su publicación el 10-7-2007.

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Med Clin (Barc). 2008;130(16):606-10

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la obesidad afecta a una proporción alarmante de la población mundial, hasta alcanzar valores epidémicos: en contraste con los 850 millones de personas con bajo peso, más de 1.000 millones tienen sobrepeso y, de éstos, al menos 300 millones son obesos1. Además, es especialmente preocupante el incremento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes que se ha observado en las 2 últimas décadas2. España es uno de los países en que este fenómeno ha sido más intenso: la prevalencia ha aumentado en niños de 6-7 años del 23 al 35% entre 1986 y 19963. Este incremento es muy superior al de la mayor parte de los demás países europeos, tanto en términos absolutos como relativos, con la excepción del Reino Unido, donde durante ese mismo período la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 7 a 11 años aumentó del 8 al 20%. En general, sin embargo, la magnitud del problema es muy inferior en los países anglosajones y escandinavos respecto a los países del sur y sobre todo los de la costa mediterránea4. En concreto, de acuerdo con el estudio enKid5, en población española de 2 a 24 años de edad la prevalencia de sobrepeso, definido como un índice de masa corporal (IMC) entre los percentiles 85 y 97, se sitúa en el 12,4%, en tanto la de obesidad, esto es, IMC superior al percentil 97, se cifra en el 13,9%. En el adulto la obesidad incrementa el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer y, entre otros procesos, artrosis y síndrome depresivo. Las consecuencias que a corto plazo más comprometen la calidad de vida en la infancia y la adolescencia son precisamente las alteraciones psicosociales: baja autoestima, aislamiento, inseguridad y dificultad para establecer relaciones sociales6. Sin

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embargo, se ha demostrado también la asociación de la obesidad con factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, hiperlipemia, diabetes mellitus tipo 2 y aumento de concentración de la proteína C reactiva, así como con apnea del sueño, asma, alteraciones ortopédicas e incremento de la susceptibilidad a las infecciones7,8. Finalmente, no menos importante es la clara evidencia de que la obesidad infantil tiende a persistir en la edad adulta, y más aún si uno de los padres es también obeso9-11. Entre las causas que han provocado el aumento de la incidencia y prevalencia de la obesidad, sin duda desempeñan un papel fundamental el sedentarismo y las dietas hipercalóricas y ricas en grasas12,13, por lo que promover la adquisición de hábitos alimentarios adecuados y la práctica de ejercicio físico en la infancia es el objetivo prioritario de las políticas sanitarias en este ámbito2,12. La detección precoz del sobrepeso, dada la escasa efectividad terapéutica de las intervenciones frente a la obesidad, es también fundamental. Por todo esto nos trazamos como objetivos determinar la prevalencia de obesidad y sobrepeso en niños canarios, así como valorar su asociación con la frecuencia y el tipo de desayuno y de actividad física. Sujetos y método Diseño Se ha realizado un estudio epidemiológico transversal, de base poblacional, con el propósito de conocer los hábitos dietéticos y la frecuencia de consumo de alimentos en el desayuno, así como valorar el estado nutricional mediante medidas antropométricas, en población escolar de Gran Canaria.

Selección de la muestra Se seleccionó una muestra representativa de los niños escolarizados en primero y segundo año de la Enseñanza Secundaria Obligatoria en el curso académico 2004-2005, en 10 de los 21 municipios de Gran Canaria, elegidos al azar según criterios de estratificación geográfica, en cuyos 98 centros estudiaban en torno al 62% de todos los escolares de este nivel académico. Para el cálculo del tamaño muestral se obtuvieron de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias los datos del curso anterior sobre alumnos matriculados, número de grupos y promedio de alumnos en ellos en este nivel y estos municipios. La primera unidad de muestreo fueron los centros, cuyo número es proporcional en la muestra al peso de la población de cada uno de los 10 municipios, y la última, los grupos o aulas, imponiéndonos la inclusión de al menos una por centro seleccionado. La precisión se estableció en un ± 5% y el nivel de confianza en el 95%. Con el supuesto de máxima indeterminación para variables cualitativas (p = q = 0,5), se estimó el tamaño de la muestra en 1.072 niños, de un universo de casi 10.000 escolares de esta edad en el conjunto de la isla, considerando un efecto de diseño (deff) de 2 y una participación del 70%. Su selección se estratificó por titularidad (privado/ concertado o público) y hábitat (rural o urbano, definido este último como todo municipio que, con independencia de su tamaño poblacional, tuviera al menos una entidad de población mayor de 15.000 habitantes).

El número de centros y aulas se aproximó sistemáticamente al entero superior. Se solicitó la autorización y colaboración de los directores de los centros, se recabó el consentimiento expreso de los padres y se planificó el trabajo de campo, que se llevó a cabo entre los meses de enero y junio de 2005.

Medidas antropométricas Para el cálculo del IMC (kg/m2) se determinaron, con los niños descalzos y vestidos con ropa ligera, el peso, mediante básculas de baño electrónicas (Tefal Bodymaster®) con una precisión de ± 100 g, calibradas antes de cada medición, y la talla, con tallímetros de pared portátiles y enrollables. Se midieron también los perímetros de cintura, cadera, brazo y muñeca utilizando cintas métricas inextensibles, y por último, el pliegue tricipital, con el medidor de pliegues Holtain®. Todas las mediciones, en condiciones estandarizadas, fueron realizadas por 4 encuestadores previamente instruidos, a los que se asignaron municipios distintos. Para el cálculo de prevalencias utilizamos los puntos de corte correspondientes al percentil 85 para sobrepeso y al percentil 97 para obesidad, específicos por edad y sexo, de las tablas de crecimiento y desarrollo tanto de la población española14 como la de referencia internacional15.

Hábitos dietéticos y actividad física Se administró a cada niño un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de consumo, basado en el utilizado en el conocido estudio enKid16, pero limitado a grupos de alimentos consumidos en el desayuno y en esta etapa de la vida por nuestra población de acuerdo con los datos de la Encuesta Nutricional de Canarias17, como cereales de desayuno, bollería, frutas y zumos. Se consideró desayuno saludable el compuesto por 3 grupos de alimentos (cereales, lácteos y frutas). La actividad física se determinó a través del Test Corto de Actividad Física Krece Plus, que se puntúa entre 0 y 10 según el número de horas al día que se dedican a ver la televisión o a los juegos de ordenador y las horas semanales durante las que se practican actividades deportivas extraescolares18; dicho cuestionario también se utilizó en el referido estudio enKid. Finalmente se pidió a los estudiantes que definieran la imagen que tenían de su cuerpo contestando a siguiente pregunta: «En relación con tu cuerpo, ¿cómo te ves?», con 5 posibles respuestas: «Muy delgada/o», «Delgada/o», «Bien», «Gruesa/o» o «Muy gruesa/o».

Análisis estadístico Los datos se analizaron con el paquete estadístico SPSS® para Windows, versión 12.0. Para la comparación de variables cualitativas se utilizó el estadígrafo ␹2, y para la comparación de medias, la prueba de la t de Student, una vez comprobada la distribución normal de los datos. El nivel de significación se estableció en 0,05.

Resultados El número total de alumnos matriculados en las aulas de los 34 colegios incluidos en la muestra fue de 1.753, de los que se encuestó y midió a 1.002 (tabla 1). En la tabla 2 se recogen las características antropométricas por sexo —con valores significativamente más altos de talla, perímetro de muñeca (p < 0,001) y perímetro de cintura (p < 0,05) entre los niños, y de perímetro de cadera y pliegue tricipital (p < 0,001) entre las niñas—, así como la frecuencia con la que desayunan, realizan actividad física y permanecen sedentarios. Entre los varones, el grado de actividad física fue significativa-

TABLA 1 Alumnos y participación por hábitat y titularidad Proporción de alumnos (%)

Hábitat Rural Urbano Titularidad Pública Privada Total (n)

Matriculados

Mediciones

57,3 42,7

54,5 45,5

79,9 20,1 100 (1.753)

75,1 24,9 57,2 (1.002)

mente superior, y la frecuencia con la que acudían al colegio sin desayunar, menor. La prevalencia de sobrepeso y obesidad, utilizando los percentiles de las tablas españolas14, fue del 26,2%, mayor en las niñas (29,6%) que en los niños (22,8%), porque la proporción de niñas con obesidad fue significativamente superior. La prevalencia disminuyó en ambos sexos a medida que aumentaba la edad (tabla 3): a los 12 años el IMC de un 32% de los niños y de casi el 40% de las niñas superó el percentil 85 de la distribución de la población española específica de cada sexo, y presentaron obesidad 2 de cada 10 niños y cerca de 3 de cada 10 niñas, sin diferencias entre áreas urbanas y rurales (datos no mostrados). Por el contrario, la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue significativamente inferior (p < 0,05) entre los escolares que desayunaban, y también entre los que incluían en esta comida al menos 2 alimentos de los grupos recomendados, de forma significativa en este caso sólo entre los varones (p < 0,05) (tabla 4). No se encontraron diferencias significativas en el número de horas que los adolescentes dedicaban a la televisión o videojuegos y la prevalencia de obesidad; no obstante, el de los chicos no practicaban ninguna actividad deportiva o lo hacía durante menos de 2 h a la semana (tabla 4). La percepción que los adolescentes tenían de su cuerpo no coincidió con su IMC, especialmente cuando éste superaba lo recomendado, pues en torno a un tercio de los niños y las niñas con obesidad se encontraban bien (tabla 5). Sin embargo, un 15,6% de las niñas y un 10,4% de los niños con IMC adecuados se consideraban gruesos. Discusión El sobrepeso o la obesidad afectan en Gran Canaria a uno de cada 4 jóvenes en los primeros años de la adolescencia, prevalencia muy similar a la promedio española de acuerdo con el estudio enKid16 (26,3%). Nuestros resultados, en una muestra representativa de Gran Canaria, Med Clin (Barc). 2008;130(16):606-10

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TABLA 2 Antropometría, hábitos de desayuno y de actividad física Niñas

Antropometría Peso (kg) Altura (m) IMC (kg/m2) Perímetro de cintura (cm) Perímetro de cadera (cm) Perímetro de muñeca (cm) Perímetro de brazo (cm) Pliegue tricipital (cm) Hábitos de desayuno Desayuno Sí No 1 alimento saludable 2 alimentos saludables 3 alimentos saludables Otros alimentos Actividad física Televisión-videojuegos-PC (h/día) Actividades deportivas (h/semana) Puntuación Krece Plus

53,16 (11,34) 1,58 (0,06) 21,27 (3,96) 69,29 (9,21) 89,29 (9,31) 15,41 (1,50) 24,37 (3,47) 19,51 (7,31) 92,0% 8,0% 21,8% 44,0% 30,7% 3,5%

Niños

p

54,22 (11,73) 1,61 (0,09) 20,79 (3,74) 70,76 (10,26) 85,71 (10,96) 15,93 (2,05) 23,97 (4,68) 15,88 (7,73)

0,149 < 0,001 0,05 < 0,05 < 0,001 < 0,001 0,123 < 0,001

95,6% 4,4% 19,0% 45,8% 33,1% 2,1%

2,26 (1,19) 1,81 (1,64) 4,54 (2,11)

< 0,05 0,326

2,09 (1,24) 2,84 (1,66) 5,74 (2,02)

< 0,05 < 0,001 < 0,001

Los datos se expresan como media (desviación estándar) o porcentaje de los encuestados. IMC: índice de masa corporal; PC: ordenador personal.

TABLA 3 Prevalencia de sobrepeso y obesidad (%) Sobrepeso

Niñas 12 años (n = 146) 13 años (n = 252) 14 años (n = 103) Total (n = 501) Niños 12 años (n = 126) 13 años (n = 237) 14 años (n = 138) Total (n = 501)

Cole et al15

Hernández et al14

Cole et al15

14,4 (21) 10,3 (26) 12,6 (13) 12,0 (60)

30,8 (45) 20,2 (51) 14,6 (15) 22,2 (111)

25,3 (37) 14,7 (37) 13,6 (14) 17,6 (88)

8,9 (13) 6,0 (15) 7,8 (8) 7,2 (36)

12,7 (16) 10,1 (24) 10,1 (14) 10,8 (54)

29,4 (37) 19,0 (45) 16,7 (23) 21,0 (105)

19,8 (25) 9,3 (22) 9,4 (13) 12,0 (60)

12,7 (16) 5,9 (14) 6,5 (9) 7,8 (39)

permiten identificar cuáles son los grupos de población en los que es prioritaria la intervención frente a un problema de salud pública cada vez más importante en las sociedades desarrolladas. En la comparación con otros países han de considerarse los diferentes valores de referencia utilizados. Así, empleando los propuestos por la International Obesity Task Force15, nuestra prevalencia se incrementaría hasta el 29,1% y, en comparación con los resultados obtenidos con las tablas de la Fundación Orbegozo14, aumentaría la proporción de sujetos con sobrepeso, del 12,0% hasta el 22% en niñas y del 10,8% al 21,0% en niños, ya que hasta el 22,2% en niñas y el 21% en niños, ya que para esta categoría se considera un intervalo más amplio y un punto de corte inferior de IMC. Por el contrario, la prevalencia de obesidad desciende en los niños del 12.0 al 7,8%, en tanto que en las niñas disminuye del 17.6 al 7,2%, lo que hace desaparecer las diferencias significativas en esta última categoría entre unos y otras. Si se consideran conjuntamente el sobrepeso y la obesidad, debe destacarse que

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Obesidad

Hernández et al14

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España presenta una de las cifras más elevadas de prevalencia de Europa4 y que Canarias tiene uno de los valores más altos de nuestro país5. La mayor prevalencia que hemos observado en niñas en cada una de las 3 edades consideradas es infrecuente en España, donde es más común lo contrario5, del mismo modo que en Canadá19, Italia20 o Brasil21. No obstante, esta mayor prevalencia en niñas se ha observado igualmente en otros lugares en nuestro país, como Mallorca22, y también en Londres23, por ejemplo; por otro lado, en muchas ocasiones no se han encontrado diferencias por sexo23-26. Si consideramos, además, que en Europa es similar el número de países con predominio de cada sexo4, es evidente que influyen determinantes individuales, posiblemente relacionados con la aparición de la pubertad, momento en el que las niñas disminuyen su IMC. Estos mismos cambios fisiológicos pueden explicar la tendencia decreciente, que es universal, en la prevalencia de sobrepeso y obesidad a partir de la adolescencia5,20,21,27,28; en nuestro caso, entre los 12 y 14 años el descenso absoluto

está próximo al 14%. Son, por tanto, los adolescentes de 12 años, y especialmente las niñas, el grupo con mayor prevalencia, lo que ya se ha observado en otros lugares de nuestro país, si bien con predominio en varones, como Galicia24 y, más recientemente, Mallorca (datos no publicados). Además de los factores hormonales, a partir de esta edad influye en los adolescentes la presión social por adaptarse a los estereotipos estéticos, que favorecen la adopción de hábitos que contribuyen al control del peso, cada vez más en ambos sexos. Esto podría explicar por qué, pese a tener IMC adecuados, un cierto porcentaje de los adolescentes se ven gruesos (10,4%) o gruesas (15,6%), pero son aún mayores las proporciones que, con IMC elevados, tienen una buena autopercepción corporal (el 34,5 de las obesas y el 30% de los obesos). Está claro que la aparición del sobrepeso se produce cuando la ingesta energética es mayor que el gasto. Si bien hay factores genéticos que predisponen al sobrepeso, son sobre todo determinantes socioambientales y de estilos de vida los que desempeñan el papel primordial. Son conocidos los resultados de estudios en poblaciones inmigrantes y en diferentes etnias23,29-31, así como el efecto del nivel socioeconómico23,32. En nuestra población, la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue superior en los escolares de centros públicos, y de manera significativa la de obesidad (el 18,8 frente al 9,5%; p = 0,007), dato igualmente descrito por Moreno et al33 en niños aragoneses. Por el contrario, no encontramos diferencias al comparar la principal área urbana y las restantes. En relación con los patrones dietéticos, entre los que el alto consumo de grasas, junto a una reducida actividad física, con frecuencia se ha señalado como causa, nos hemos centrado en el análisis del desayuno, de gran importancia especialmente en la etapa infantil. Aparte del 6,2% de los encuestados que declaran no desayunar habitualmente, debe destacarse como dato negativo el hecho de que un 19% adicional sólo ingiere un producto lácteo o una fruta, lo que se ha atribuido34 a la creencia de que estas prácticas ayudan a no engordar, y esto aun cuando hay una evidencia clara de que el desayuno contribuye al mantenimiento de un peso adecuado35-37. Los niños que desayunan, sobre todo cuando toman cereales en esta comida, no sólo siguen dietas más equilibradas, sino que además tienen un mejor estado nutricional36,38,39 y consumen menos grasas durante todo el día40. De hecho, dado que entre nuestros escolares que no desayunan es superior la prevalencia de sobrepeso y obesidad, al igual que se observó en el estudio en-

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TABLA 4 Índice de masa corporal, prevalencia de hábitos de desayuno y tiempo de actividad física Niñas Normopeso

Desayuno, % (n) No (n = 62) Sí (n = 939) Alimentos saludables, % (n) 0-1 (n = 222) 2-3 (n = 734) Tiempo para el desayuno (min), % (n) < 10 (n = 635) ⱖ 10 (n = 286) Televisión (h/día)a, media (DE) Actividades deportivas (h/semana), % (n) No practica (n = 186) < 2 (n = 167) ⱖ 2 (n = 642) Test actividad física Krece plusb, % (n) Mala (n = 478) Regular (n = 424) Buena (n= 91)

Niños

Sobrepeso

Obesidad

p

Normopeso

Sobrepeso

Obesidad

0,031 52,5 (21) 72,0 (332)

17,5 (7) 11,5 (53)

30,0 (12) 16,5 (76)

64,2 (77) 74,5 (263)

14,2 (17) 10,5 (37)

21,7 (26) 15,0 (53)

71,5 (221) 75,4 (107) 2,23 (1,16)

11,0 (34) 11,3 (16) 2,27 (1,31)

17,5 (54) 13,4 (19) 2,36 (1,22)

74,1 (103) 76,0 (79) 67,2 (170)

10,1 (14) 9,6 (10) 13,8 (35)

15,8 (22) 14,4 (15) 19,0 (48)

72,1 (191) 69,1 (125) 71,4 (35)

11,3 (30) 12,2 (22) 14,3 (7)

16,6 (44) 18,8 (34) 14,3 (7)

54,5 (12) 78,2 (374)

18,2 (4) 10,5 (50)

27,3 (6) 11,3 (54)

71,6 (73) 79,8 (304)

17,6 (18) 8,7 (33)

10,8 (11) 11,5 (44)

78,5 (256) 79,2 (114) 2,13 (1,25)

10,7 (35) 9,0 (13) 2,18 (1,24)

10,7 (35) 11,8 (17) 1,78 (1,12)

66,0 (31) 76,2 (48) 78,7 (306)

17,0 (8) 7,9 (5) 10,5 (41)

17,0 (8) 15,9 (10) 10,8 (42)

73,7 (157) 79,8 (194) 78,6 (33)

13,1 (28) 9,1 (2) 9,5 (4)

13,1 (28) 11,1 (27) 11,9 (5)

0,092

0,032

0,546 0,659 0,435

p

0,028

0,821

0,852

0,111 0,257

0,595

a

Tiempo empleado en ver televisión, jugar con consolas y usar ordenadores. Categorías: buena (9-10 para niños; 8-10 para niñas), regular (6-8 para niños; 5-7 para niñas) y mala (ⱕ 5 para niños; ⱕ 4 para niñas). DE: desviación estándar.

b

TABLA 5 Autopercepción corporal y prevalencia de sobrepeso y obesidad Autopercepción

Niñas Muy delgada Bien Gruesa o muy gruesa Niños Muy delgado o delgado Bien Grueso o muy grueso

Normopeso

Sobrepeso

Obesidad

19,5 (69) 64,9 (229) 15,6 (55)

1,7 (1) 53,3 (32) 45,0 (27)

2,3 (2) 34,5 (30) 63,2 (55)

22,8 (88) 66,8 (258) 10,4 (40)

3,7 (2) 63,0 (34) 33,3 (18)

0,0 (0) 30,0 (18) 70,0 (42)

y edad en la infancia15, del mismo modo que se recomiendan para adultos46. No obstante, debemos mencionar que sería aconsejable realizar estudios mediante indicadores, basados en impedancia bioeléctrica u otros procedimientos, que cuantifiquen la grasa corporal y su distribución, a fin de hacer más precisa nuestra definición de sobrepeso y obesidad en niños.

Valores expresados como porcentaje (número).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Kid41, podría ocurrir que fuera precisamente éste el motivo por el que se saltan el desayuno; por el contrario, en niños que desayunan de forma correcta, es decir, que toman al menos 2 alimentos de los 3 grupos recomendados (cereales, lácteos y frutas), la prevalencia es claramente inferior. Son numerosos los estudios transversales que han relacionado la prevalencia de obesidad con la inactividad física19,42,43, en tanto diversos estudios longitudinales han demostrado que el sedentarismo favorece la ganancia de peso44,45. En nuestro estudio no encontramos asociación entre la prevalencia de exceso de peso y la actividad física. Si bien las niñas dedican, en promedio, más horas a los videojuegos y a ver la televisión que los niños, aun en ellas el IMC no varía de forma significativa con el grado de sedentarismo. Del mismo modo, no encontramos relación con la práctica de actividades deportivas; por el contrario, observamos que las niñas con obesidad refieren dedicar más horas al deporte, fenómeno posiblemente de causalidad inversa por la necesidad de reducir su peso corporal. El diseño transversal del estudio impide establecer la direccionalidad de las aso-

ciaciones encontradas, si bien permite hacer un diagnóstico de situación sobre el problema de la obesidad y el sobrepeso, al tratarse de un estudio sobre una muestra representativa que consideramos no se ha visto sesgada por los no participantes: en 2 de cada 3 el motivo fue falta de colaboración de sus profesores, y sólo en los restantes no se obtuvo el consentimiento paterno. De todos ellos, lógicamente sólo sabemos su distribución por hábitat y titularidad del centro, pero es de destacar que los porcentajes de participación por estas variables coinciden con su distribución en la población de referencia (tabla 1). La valoración autorreferida de hábitos dietéticos y de actividad física a estas edades se ha empleado en múltiples estudios, aunque somos conscientes de que puede producir sesgos de información. Además, nuestros resultados están igualmente condicionados por la elección de los puntos de corte para la definición de sobrepeso y obesidad. En este sentido, hemos adecuado éstos de acuerdo con las comparaciones efectuadas, aun reconociendo la importancia de contar con puntos de corte de IMC, aceptados internacionalmente, específicos por sexo

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