Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

Share Embed


Descripción

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España NICOLÁS ROSER NEBOT Universidad de Málaga

1. PRESENTE La situación de la traducción y de la interpretación de la lengua árabe en España, en estos momentos, puede ser calificada de paradójica. Por un lado, existe una demanda real de traductores e intérpretes de árabe. Por otro, la respuesta a esta demanda es mínima. La razón de ello se encuentra en que gran parte de la demanda está generada por el colectivo de inmigrantes árabes que hay en este país, pero que no se considera dotada de trascendencia social y, por tanto, no se ponen los medios imprescindibles para satisfacer esta necesidad de traducción e interpretación, sobre todo, contando con intérpretes profesionales (es decir, a personas que sepan desenvolverse en su calidad de intérpretes con independencia de que el origen de esta capacidad sea o no universitario) y con negociados de traducción. La única solicitud del colectivo de inmigrantes árabes que tiene una repercusión profesional es la traducción jurada de los documentos originales árabes para regularizar las distintas situaciones de permanencia en el país, o los procedimientos legales que de ella se derivan; junto con la atención a los inmigrantes clandestinos que son detenidos y/o expulsados del país. La traducción y la interpretación del árabe suscitadas en este ámbito son recogidas y oficiadas por los siguientes estamentos profesionales: a) Traductores/intérpretes profesionales no jurados a.1. Inmigrantes En no pocas ocasiones la falta de previsión de las distintas administraciones las obliga a tener que acudir a los servicios, gratuitos en la mayor parte de los casos, de inmigrantes que, por alguna casualidad, se hallan cerca en el momento de que se precise una traducción. Un ejemplo de ello nos lo proporciona un caso, ocurrido recientemente, en el que un concesionario de coches de una importante firma francesa se

110

Nicolás Roser Nebot

vio obligado a prestar auxilio en carretera a unos inmigrantes marroquíes, de paso por España hacia su país de origen. Al no existir ninguna lengua en común —los marroquíes no hablaban español, los españoles no hablaban francés, el inglés de los españoles y de los marroquíes no era el suficiente para la mutua comprensión—, no hubo posibilidad de conocer el problema que les acuciaba, ni de aportar una solución al mismo, hasta que apareció, de modo fortuito, el conductor de una grúa que, también por azar, era marroquí. Conocemos este caso porque los empleados del concesionario estuvieron a punto de llamarnos a nosotros por teléfono para, al menos telefónicamente, intentar la comunicación con sus clientes árabes. El suceso nos fue revelado en una visita posterior al mencionado concesionario. Eventualidades similares suelen producirse en las comisarías, los juzgados, las cárceles y en aquellos trámites donde la perentoriedad de comunicación exige arbitrar soluciones de urgencia. Sin embargo, éste conforma un campo de actividad que, con el tiempo, deberá contar con la presencia de intérpretes cualificados de árabe y, por tanto, supone un ámbito de futuro desarrollo de la profesión. a.2. Intérpretes en la Policía y en los Juzgados En relación a éstos, el 95 % de sus intervenciones tienen que ver con la detención, puesta a disposición judicial y/o expulsión de los inmigrantes clandestinos; puesto que la tramitación de residencia, contratos de trabajo, etc., son realizados por árabes que, con mejor o peor dominio del idioma, se expresan en español. El 5% restante de su actividad viene determinado por expedientes de delincuencia de baja intensidad (robos, hurtos,…), peticiones de asilo y denuncias de ciudadanos de algún país árabe de visita en nuestro país. En principio, las diligencias efectuadas entre los inmigrantes clandestinos tendían a intentar descubrir el trance particular de cada uno de ellos, los motivos que les llevaron a emprender la arriesgada aventurada, la existencia de familiares y contactos en España, etc. Todo ello en una declaración ante abogado de oficio. A partir del año 2000, la toma de declaración de los inmigrantes se interesa más por identificar y destapar a las redes mafiosas que trafican con esta humanidad sangrante. La notificación de propuesta de expulsión, antes y ahora, ante un abogado de oficio, sigue siendo el acto principal que celebra el intérprete. a.3. Mediadores culturales nacionales e inmigrantes Esta figura tiene su acomodo en Catalunya y en las Islas Baleares. El mediador cultural proviene del mediador social o de calle que, a finales de los setenta y durante los ochenta, tenía la misión de ir encauzando a los jóvenes desocupados que pululaban por los calles de la España de la Transición, mediante actividades lúdicas y talleres que les facilitaran una inserción en el mercado laboral o, al menos, adquirir una actitud positiva hacia la sociedad que les había dado identidad, pero que nos les acogía en el modo en que debería.

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

111

La empresa del mediador cultural se inspira en esta otra anterior del mediador social, pero su objetivo se centra en que los inmigrantes, cuya cultura y usos difieren en alguna proporción de la sociedad española, tengan mayores facilidades para integrarse en ella. Con respecto a la inmigración árabe, estos mediadores culturales pueden ser inmigrantes cualificados —estudiantes casi siempre— que se dirigen a un colectivo al que pertenecen cultural, pero no socialmente; o bien españoles con alguna relación con los árabes —estudiantes de árabe, casi siempre también—. Su tarea consiste en visitar las casas y las familias de los inmigrantes árabes, tanto para informarles de las prestaciones sociales a las que tienen derecho y el modo de acceder a ellas; como para conocer de cerca sus condiciones, sus carencias y el grado de integración con el entorno social que los envuelve. Los buenos resultados, con sus naturales claroscuros y conflictos puntuales (el elevado absentismo escolar de las chicas una vez entradas en la pubertad), de esta labor presagian un incremento de esta clase de servicios públicos; lo que abre posibilidades a una dedicación profesional para los conocedores de la lengua y cultura árabes. a.4. Locutores de radio y televisión nacionales/inmigrantes-segunda generación de inmigrantes En los últimos tiempos, la presencia de un importante colectivo de inmigrantes, árabes y no árabes pero con una lengua diferente al castellano, diseminado por todo el espacio nacional, ha llevado a algunas administraciones a tomar conciencia; y a entrar en contacto con esos colectivos a través de la radio y de la televisión, en programas que, aparte de dar cuenta de las circunstancias por las que atraviesa un grupo de inmigrantes en especial, sirven para orientar a los, relativamente, recién llegados, en aquellos temas de su interés en tanto que inmigrantes; ya sean estos temas económicos, jurídicos, sociales o de cualquier otra índole. Programas de este tenor se emiten en Telemadrid Radio y la Onda Regional de Murcia. En esta emisora, y desde 1992, se radia un programa con contenidos en árabe y en español dirigidos hacia la numerosa comunidad arabófona asentada en la vega murciana. Este programa lleva el título de Tertulia entre hermanos y, de acuerdo a lo que dice su candidatura a los premios de la Campaña de Sensibilización —1999 contra el Racismo y la Xenofobia: la tolerancia y la solidaridad como respuesta, realizada por CC.OO.,: El programa se emite de lunes a viernes desde 1992 en la radio autonómica murciana. Ofrece noticias en español y en árabe (incluida información de los países de origen de los colectivos de inmigrantes de Murcia), entrevistas, apoyo lingüístico por medio de clases de castellano, música y concursos y divulga información sobre las actividades de las ONG murcianas. Cuenta con un equipo multirracial y con profesionales de diversas ramas (jurídica, sanitaria, económica).

En Telemadrid Radio se encuentra Amalgama, un espacio con un corte muy semejante al que se acaba de describir para Onda Regional de Murcia.

112

Nicolás Roser Nebot

En el canal de televisión Telemadrid se puede ver el informativo Telenoticias sin fronteras, en el que varios locutores de lenguas diferentes (árabe, chino, inglés, español de Iberoamérica), representativos, en algún modo, de importantes sectores de la inmigración, abordan asuntos medulares para estos mismos sectores. Resulta interesante resaltar que las noticias se exponen y comentan —aparte de en español— en árabe, chino e inglés. Y que, cuando esto ocurre, aparecen subtítulos en español que dan cuenta de la misma noticia. Desde nuestra perspectiva, esta forma de trabajo introduce un campo profesional nuevo, el de la subtitulación de noticias y programas españoles en árabe y otras lenguas. Al mismo esquema anterior responde Andalucía Sin Fronteras, en la programación de Canal Sur de Andalucía (exclusivamente con el árabe como idioma extranjero, y sin subtitular en español las intervenciones en ese idioma). En el canal9 valenciano se emite un programa denominado «D’Ací d’Allà» (de aquí y de allí), que recoge las impresiones de familias o individuos inmigrantes con cierto grado de enraizamiento en el País Valencià. En estos programas, la colaboración de intérpretes/traductores de árabe, en sus distintas modalidades, y en diversos ámbitos de su realización (entrevistas, documentación, contactos,…) ofrece un espacio profesional que se debe tener en cuenta. En este epígrafe no hay que olvidar el Servicio Internacional Árabe de Radio Exterior de España, que a pesar de tener una emisión muy limitada, en horas y en temática, encierra un gran potencial para ampliar su cometido de enlace con los países árabes, vista la intención gubernamental de intervenir de modo más directo en la política de esos países. a.5. Intérpretes de conferencias Se puede decir que no existen profesionales españoles de la interpretación en árabe. Con profesionales españoles nos referimos a ciudadanos españoles que no teniendo origen árabe han estudiado esta lengua y se dedican a interpretarla en combinaciones lingüísticas diversas. La cabina de árabe se contrata en pocas ocasiones. La severa contabilidad en la organización de congresos y reuniones internacionales, ha impuesto serios recortes a fin de ofrecer presupuestos ajustados, que ayuden a superar las ofertas de los competidores, que no siempre hay. Para que la cabina de árabe sea convocada ha de asumirse una voluntad institucional, política, por parte del organismo oficial que patrocina u organiza el encuentro internacional donde el árabe tiene que hacer acto de presencia. Una institución que ha asimilado esta voluntad política de dar voz a los árabes en su propia lengua, en encuentros multilaterales, es el Ayuntamiento de Córdoba, cuya actitud hacia los árabes y lo árabe no pasa desapercibida para éstos, y tiene su justa contrapartida en un trato preferente a la ciudad del califato omeya de Occidente y a sus posibilidades económicas.

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

113

En otras oportunidades, la cabina de árabe o la presencia de intérpretes de árabe provienen de una exigencia por parte de las autoridades árabes que colaboran en una reunión. La mayoría de los países árabes tienen la norma de pronunciar sus intervenciones, en especial los discursos oficiales, en lengua árabe; y dan a entender la perentoriedad de la mediación de los intérpretes para la acogida y discusión de sus palabras. Desde el punto de vista de los anfitriones de invitados árabes debería ser una cuestión de imagen y de mercadotecnia frente a ellos la cuestión de introducir, al menos por cortesía, la existencia de la cabina árabe. El Ayuntamiento de Córdoba constituye, como ya se ha dicho antes, junto a otras instituciones públicas, un pionero en esta concepción de las relaciones con los árabes en este país. Lo habitual, a pesar de todo, está en no contar con la cabina de árabe, aun en la coyuntura de que los participantes árabes sean un tercio del total, e incluso casi la mitad. El motivo se halla en que los especialistas árabes de cualquier materia suelen dominar uno, dos o tres idiomas europeos, aparte del árabe. Incluso hay una alta probabilidad de que esas lenguas europeas sean sus lenguas de formación, en las que han realizado sus estudios y su especialización en el campo en el que son expertos. Pero ello no impide que sean también, dado el ámbito arabófono en el que se desarrolla su ocupación, que tengan ese mismo nivel de conocimiento especializado en árabe. Es más, que sean traductores al árabe de las ideas y de la terminología especializada manejada en las reuniones y en las investigaciones al respecto. De todos modos, lo cierto es que, aunque sea una realidad el poliglotismo de los técnicos y especialistas árabes, no deja de ser una ventaja la viabilidad de expresar sus reflexiones en la lengua que consideran símbolo de su personalidad nacional. Se tuvo oportunidad de comprobar esta última aseveración en la asamblea periódica que celebra la Fundación Bertrand Russell por la Paz (Bertrand Russell Peace Foundation), cuya última edición tuvo lugar en Córdoba en noviembre de 2002. En esta ocasión, la mayoría de los representantes árabes iban a hablar en francés o en inglés; y en esas lenguas habían preparado sus alocuciones. Sin embargo, al darse cuenta de la calidad de la interpretación árabe, puesto que había parlamentos en esa lengua (caso de los representantes sirios y de los iraníes quienes utilizan, los segundos, el árabe como lengua de relación panislámica), cambiaron de opinión y se pasaron al árabe a la hora de disertar y debatir. Hecho éste, el traslado al árabe para expresar los criterios de cada cual, que fue señalado y anunciado por los mismos participantes que tomaron dicha decisión: «vista la oportunidad que nos concede el Ayuntamiento de Córdoba de podernos manifestar en nuestra propia lengua, preferimos intervenir en árabe, a pesar de haber preparado nuestras aportaciones en otras lenguas. Ocasión ésta, que, por otra parte, no se nos concede en la mayoría de foros a los que asistimos». La infravaloración de la interpretación simultánea del y al árabe en las reuniones internacionales en España produce situaciones como la vivida en una reunión bilateral entre el poder judicial español y el del Reino de Marruecos. Dicha reunión incluía varios talleres de trabajo para abordar, discutir y aprobar acuerdos, en aspectos relacionados con la cooperación de ambos países en la aplicación recíproca de figuras y disposiciones legales de los sistemas jurídicos, en razón de las múltiples rela-

114

Nicolás Roser Nebot

ciones sociales y económicas existentes entre España y Marruecos. En esta ocasión, la agencia responsable de la interpretación quiso abaratar costos; o, en otras palabras, incrementar su margen de beneficio con cargo a la interpretación. En lugar de contratar profesionales de reconocido prestigio o, al menos, con sobradas garantías de eficiencia, decidieron acudir a traductores noveles y, por ende —aunque no por lógica—, más económicos. El resultado fue la inoperancia de las cabinas. Fue necesario esperar a la llegada de los intérpretes, que habían sido contratados para las sesiones plenarias (y alguna otra que se consideró de importancia para ser acreedora de una interpretación en condiciones) y aumentar sus horas de trabajo. Y, por supuesto, también sus emolumentos. Incluso así, la imagen de la organización quedó resentida. Si bien la certera intervención de los intérpretes logró reconducir el congreso al cauce previamente establecido y esperado. Un aspecto que debería ser resaltado, y que sucedió también en este congreso sobre colaboración judicial entre España y un país árabe, fue la ausencia completa de información, para los intérpretes, sobre los temas que se iban a tratar en las ponencias plenarias y en los talleres. Esto representa un lugar común en los congresos: no se tiene información, o información suficiente, acerca de cómo se desarrollarán los temas e, incluso, cuáles son esos temas. Y ello en contra de alguna mitología que, a veces, aparece en las aulas de los centros donde se imparte docencia en Interpretación, en la que se pontifica que el intérprete ha de tener, por anticipado, el escrito de los discursos de los participantes en la reunión. Eso sucede en muy contadas ocasiones. Generalmente, se encuentra uno en el mismo grado de información que los asistentes no participantes en el congreso; sin haber tenido acceso más que a la documentación general. La preparación lingüística, terminológica y temática en los contenidos de la reunión internacional suele ser responsabilidad del propio intérprete, por su cuenta y riesgo. Aunque, a decir verdad, un intérprete ha de cultivar su cultura general, y ciertos ámbitos de los saberes especializados más propensos a ser objeto de una reunión internacional con participación árabe. Pero, aun contando con esta disposición, no hay posibilidad de prever todos los supuestos y todos los temas en los que se va a intervenir como intérprete en la combinación del árabe con otras lenguas. b) Traductores/intérpretes jurados Conocida es la forma de llegar a ser intérprete jurado a través del examen convocado anualmente por la Oficina de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores. En lo referente al árabe puede asegurarse que no sufre saturación en cuanto al número de intérpretes jurados de esta lengua. Ahora bien, están bastante concentrados en Madrid y Barcelona, sobre todo en la capital de España. Aquellos que aprueban el examen anual representan una reducidísima parte de los aspirantes que se dan cita en la prueba, lo que permite su colocación en el mercado de una forma paulatina, consiguiendo hacerse un hueco sin muchos problemas.

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

115

También hay que indicar que no todos los traductores jurados ejercen su profesión. El juicio más extendido entre ellos considera su trabajo una ocupación complementaria a un dedicación profesional más estable. Para algunos, su habilitación en la interpretación jurada constituye una etapa momentánea con anterioridad a una actividad profesional de mayor calado. De ahí que haya quién estando habilitado no haga uso de esta prerrogativa al no demandárselo sus responsabilidades actuales. Habría que apuntar, en este sentido, que un número importante de los intérpretes de árabe realizan traducciones directas, pero no inversas al árabe, lo que amplia el campo de trabajo de aquellos otros que sí realizan esta categoría de traducciones. Aparte de la traducción jurada de documentos y textos legales, el intérprete jurado actúa, cuando el instante lo depara, en tanto que mediador lingüístico-cultural para instancias oficiales, como los juzgados, a petición de abogados y particulares, aunque también —raramente— a requerimiento de los propios jueces, como sucede en los matrimonios civiles, en los que uno de los cónyuges es arabófono y no habla español. En estas contingencias, se lleva a término, por lo común, un chouchotage, una interpretación susurrada al oído del cliente, una interpretación bilateral o una interpretación consecutiva. La interpretación jurada tiene su talón de Aquiles en la actitud que hacia ella manifiestan los organismos oficiales, quienes únicamente en coyunturas de cierta trascendencia le conceden el rango que tiene y que merece. El inconveniente más grave que afecta a la interpretación jurada en estos ámbitos reside en la facultad que tienen las distintas administraciones de aceptar, no como jurada, pero sí como válida, cualquier traducción que se les entregue, adquiriendo así, muchas veces sin saberlo, la responsabilidad sobre la autenticidad o falsedad de la traducción, e incluso del documento que traduce. El no haberse desencadenado litigios serios, hasta ahora, por causa de estas traducciones no juradas aceptadas en los organismos públicos ha hecho que todavía no se sea consciente de las dimensiones del asunto, pero ya llegará el momento en que ello suceda. En esta dirección, y en la misma tónica de la aceptación de traducciones no juradas como traducciones oficiales, se sitúa la realidad de que algunas agencias de traducción, sobre todo en capitales de provincia, se erigen en tanto que garantes de la legalidad y autenticidad de las traducciones. Esta práctica produce una doble distorsión en el trabajo de los intérpretes jurados. Por un lado, se puede solicitar la traducción de dichos documentos a cualquiera que tenga la capacidad de traducir dichos textos del árabe al español, con lo que las tarifas percibidas por ello están muy por debajo de las preceptivas en una traducción jurada. Por otro, la figura institucional del intérprete jurado público se ve solapada por la irrupción de la empresa privada que se adjudica prerrogativas de ámbito público. Claro está que este estado de cosas se produce por la connivencia explícita de las autoridades que aceptan estas traducciones realizadas por quienes no han obtenido la habilitación como intérpretes jurados, sean empresas o particulares.

116

Nicolás Roser Nebot

Esta intromisión de lo privado en lo público, o de su confusión, facilita sobremanera el intrusismo profesional de gentes ajenas a la interpretación jurada, que se resiente económica e institucionalmente de esta economía sumergida. c) Traductores literarios Esta clase de traductores constituyen un grupo aparte puesto que, como se sabe, la traducción literaria, amén de ser un campo de cultivo tradicional de los filólogos, no puede nunca erigirse en actividad única del traductor, con quizás la única excepción de los traductores consagrados por sus trabajos sobre un autor o género de literatura particular. La traducción literaria del árabe es una traducción subvencionada, es decir, sólo se produce cuando alguien decide editar, por razones de cariz político, ideológico o coyuntural —la guerra de Iraq— un libro. Esta clase de traducción, en el caso del árabe —y a diferencia de lo que sucede en otras lenguas—, no va a parar a manos de los traductores profesionales, sino más bien a los profesores universitarios relacionados, en algún modo, con la lengua árabe y la temática del libro o del autor. De ahí también que la remuneración de este orden de traducciones sea escasa, puesto que prima más en ella su carácter de mojón en el currículum del traductor que las ganancias económicas que pueda proporcionar. La traducción literaria del árabe esta copada por algunas editoriales que, en no pocas ocasiones —por no decir la inmensa mayoría— traducen de esta lengua por medio de lenguas interpuestas. Cabe destacar la labor de Ediciones de Oriente y del Mediterráneo, cuyos criterios de selección, traducción y edición están en consonancia con el espíritu de la actual Escuela de Traductores de Toledo. Lo anterior se aplica a la traducción del árabe al español. En sentido inverso, del español al árabe, nos encontramos con una seria falta de buenos traductores literarios y científico-técnicos del español al árabe. Los traductores/intérpretes con lengua A árabe manejan mejor otras lenguas europeas que el español. No ocurre lo mismo con el inglés y el francés, incluso el alemán y el ruso, donde hemos podido comprobar la excelente calidad de las traducciones al árabe desde estos idiomas. La ausencia de traductores con un mínimo de fiabilidad del español al árabe, al menos hasta donde llegan nuestros conocimientos, se ha hecho patente cuando hemos tenido que indagar su existencia para traducir algunos libros, desde el español al árabe, dentro de una colección cuyo lanzamiento tiene previsto la Fundación Sapere Aude para el diálogo entre el Islam y Occidente. Por el momento, la obligación pasa por traducir del español al inglés o al francés, para, mediante la mediación de estas lenguas, verter obras españolas al árabe. Sin embargo, existe un mercado emergente de interpretación de árabe, pero que sufre, mucho más que otras lenguas, el intrusismo de muchísimos espontáneos, por voluntad propia o designados por un organismo oficial o un cargo público —en particular los jueces—. A la sazón, ha habido jueces que han utilizado a encausados o detenidos para que actuasen de intérpretes de otros, sin ningún empacho, y lesionan-

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

117

do, gravemente a nuestro entender, tanto el funcionamiento de la justicia como el desarrollo de la actividad profesional de los traductores/intérpretes de árabe. Bien es verdad que la coyuntura expuesta más arriba ocurre con frecuencia con lenguas consideradas raras o exóticas, tales como idiomas africanos subsaharianos o el albanés. Pero no deja de sorprender un trato idéntico para el árabe, tan cercano —geográfica, cultural, histórica y socialmente— a los españoles. La interpretación en juzgados y ante organismos públicos, como la policía u oficinas administrativas de diversa naturaleza, se está adjudicando, como ocurre en Andalucía, a agencias de traducción que cuentan con el visto bueno de las autoridades para realizar la traducción/interpretación de los enunciados que surgen en la actividad de estos medios. No hay ningún control de calidad, con excepción de la mera comprensión, con desigual resultado, de escritos y declaraciones. Los traductores/intérpretes son designados por la agencia y aceptados e investidos de carácter oficial por la entidad pública de turno. La mayoría de estos intérpretes de juzgado con estudiantes árabes de múltiples disciplinas, entre las que sobresale, como resulta lógico, la de Traducción e Interpretación. De hecho, algunas imputaciones recientes de delitos de terrorismo en contacto con el árabe, podrían provenir de imperdonables errores de traducción perpetrados en el ejercicio de la siguiente actividad traductora e interpretativa. d) Traductores/intérpretes «espías» Siempre han existido, pero quizás ahora, y hablando del árabe y en relación a la coyuntura mundial actual, sea cuando su cometido haya cobrado cierta relevancia e incluso notoriedad. Se dedican, básicamente,a la traducción de las escuchas telefónicas, o de otras características, realizadas por la policía o los servicios secretos. O ser ellos mismos quienes realizan, de forma directa, dichas escuchas. De igual manera, son los encargados de traducir los documentos incautados a sospechosos de llevar a cabo actividades contrarias a la ley y al orden público. En el momento que nos ha tocado vivir, y no sólo por los conflictos internacionales que se están produciendo, sino —también y a la par que ello— por el alcance que tienen los medios de comunicación actual (Internet, telefonía móvil) la importancia de estos traductores/espías se ha elevado hasta límites inconcebibles hace apenas un tiempo. No ha mucho, el mismo Mosad ha intercalado anuncios (en hebreo) en rotativos internacionales para captar agentes. La transcendencia de esta clase de traducción/interpretación se desvela cuando una de las críticas más acerbas con las que se toparon los servicios de seguridad de los Estados Unidos, fue la falta de un número suficiente de traductores en los principales idiomas del mundo, en particular de los países islámicos, para rastrear en los medios de comunicación de esos países indicios que pudieran haber avisado de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Los equipos en los que se encuadran estos traductores/intérpretes precisan de profesionales bien preparados, cualquiera que sea el modo en que han adquirido dicha pre-

118

Nicolás Roser Nebot

paración, es decir, dicha capacidad interpretativa y traductora. Es evidente que los estudiantes y licenciados en Traducción e Interpretación tienen aquí una oportunidad. 2. FUTURO La inauguración y la expansión de los canales vía satélite en todos y cada uno de los países árabes, incluidas las cadenas panárabes y panislámicas como pueden ser al-Jazira, al-Manar, Iqra y al-arabiyya, unidas al hecho de ser una zona con un drenaje continuo de información, ha abierto una nueva esfera de profesionalización entre los traductores intérpretes de árabe. En la actualidad, y en el futuro más cercano, las cadenas de radio, televisión, los periódicos, las revistas e, incluso, los centros oficiales precisan,cada vez más, de traductores/intérpretes de árabe para llevar a término el seguimiento de esos medios de comunicación árabes; y estar informados, de primera mano tanto, de los acontecimientos como de los comentarios y análisis de los mismos que aparecen en ellos. Esta tarea de seguimiento no se reduce a la mera transcodificación de los mensajes o noticias, sino que, como ocurre siempre en toda traducción/interpretación —pero aquí con mayor enjundia—, se hace ineludible una intervención analítica del propio traductor/intérprete, con el fin de ofrecer a la instancia que le emplea —informadores, organismos oficiales,…— no sólo una información directa y rápida, sino también muy contrastada y matizada, a sabiendas de que, de forma habitual, la información que interesa de estos países gira alrededor de la gestión política y de sus consecuencias en la relación entre Occidente y los países árabes e islámicos. Esto queda ejemplificado en el reciente contencioso de Irak, donde han cobrado relevancia términos como sheij o imám (imán según el DRAE, pero no en árabe donde el sonido /m/ es un fonema pertinente). Ambos términos aluden a realidades diferentes si se utilizan en un contexto sunní o en un contexto chií, poseyendo otros matices en el interior de estos dos grupos. En el campo de las jerarquías espirituales —que en el Islam no son institucionales sino carismáticas— sheij se aplica, entre los sunníes, a los sabios de alguna de las disciplinas derivadas de la revelación del Corán. Imám, que entre sunníes y chiíes designa al director de la oración durante la realización de la misma (con independencia de quién sea ese director), también designa, entre los chiíes, al depositario último de la hermenéutica de los textos autoritativos del Islam (el Corán y la Conducta —sunna— del Profeta Muhammad). Entre los sunníes, y ya en textos especializados, este vocablo —imám— hace referencia al dirigente político máximo, rasgos éste compartido por el concepto de Imám de los chiíes. Sin embargo, el Imám sunní no tiene exclusividad, ni —por supuesto— infalibilidad (caso de del Imám chií), en la interpretación de los textos autoritativos islámicos. Las consideraciones anteriores muestran el esfuerzo de observación al que ha de dedicarse el traductor/intérprete de árabe en los medios de comunicación, y en las instancias oficiales, a la hora de transmitir a sus clientes y contratantes el significado último de los enunciados cuyo seguimiento y traducción/interpretación le han sido encargados.

Presente y futuro de la traducción del y al árabe en España

119

Esta función traductora/interpretativa también incluye la búsqueda de mapas de un país o de un región, y el traslado a la fonética española (o, en su caso, cualquier otra) de los nombres de los principales centros de población, distritos administrativos, regiones y accidentes naturales,… Por otra parte, la abertura y multiplicación de canales árabes vía satélite incluye un fenómeno, sino nuevo en su totalidad, sí poseedor de un alcance y vigor totalmente sorpresivo, por lo inesperado del asunto, a saber: la extensión de la comprensión y el uso del árabe clásico como lengua, ya no de formación y estudio, sino de intercambios comunicativos en las transacciones sociales cotidianas. El grueso de la programación de estos canales se emite en árabe clásico. Ello sucede con la práctica totalidad de los programas de debate, muy queridos y seguidos por el público arabófono, que no se limita a los árabes en sus propios países y en la diáspora de los mismos por todo el mundo; sino que engloba a las elites islámicas de los países musulmanes, para los que el árabe es una lengua franca, de formación, cultura y solidaridad espiritual y, hasta cierto punto, política. Equilibrio de fuerzas en el mundo, migraciones entre espacios de civilización distintos, sociedades con un grado de heterogeneidad progresivo y avances tecnológicos sitúan al árabe, como ya profetizó en su día el Nobel Camilo José Cela, entre las cuatro linguae francae (linguarum francarum en genitivo) de la humanidad, a muy pocos años vista. Estamos ya en ello.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.