Presencia catalana en la ciudad de Ceuta en el paso del siglo XIX al XX, Barcelona 2003

August 9, 2017 | Autor: J. Gómez Barceló | Categoría: Catalan Studies, Ceuta, Historia Contemporánea de España, Ceuta and Melilla
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Descripción

ACTAS DEL 3 er

CONGRESO DE HISTORIA

CATALANO..ANDALUZA

CATALUÑA y ANDALUCIA, 1898 ·1939

PRÓLC

© Varios autores © De esta edición Ediciones Carena CI Sovelles 8, Local 7 08038 Barcelona Tel 93 223 37 37 - 93 331 82 82 Fa.x 93 223 04 88 Correo electrónico: [email protected] Pág web: www.edicionescarena.org Compaginación: Ana Maria Benítez Serrano Diseño de portada: Jordi Hernández ISBN: 84-88944-86-1

El III Congreso de la Historia alguna, el de la consolidación. L~ ponencias supone un indudable a, historia de las relaciones mutuas en largo camino que queda por reco siendo importante), una nueva eta primer tercio del siglo XX, ha sido El tema de la inmigración despie lo observado en el Congreso. L~ cuestión (i'vL Tatjer, D. Jou) ratific~ de los primeros contingentes de an tales) se debió a la apremiante de planteaba diversas grandes obras) del Garraf, Cementeras, etc.). La sostener razonablemente que en é los grupos familiares tuvieron más hasta hace poco. En la misma line únicamente de mano de obra sin el de los inmigrantes, cuya importanci exactitud, llegaron a Cataluña con rofesiona1. El Congreso también se ha ocu: _ i aron hacia tierras andaluzas I _ elilla, ciudades que, al menos soc -:e han estado estrechamente vine .'. ~aranjo, V Moga, J-L. GÓmez). j nas de las conclusiones del II e uza y del Congreso de los ca -.-, buena medida el flujo migratori. que se asentaron definitivarr: : LaS. Respecto a las cuestiones agr: :2- bién ha supuesto un claro aval pIamos la radical diferenciacié

3

iiI

PRESENCIA CATALANA EN LA CIUDAD DE CEUTA EN EL PASO DEL SIGLO XIX AL XX

JosÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ

Archivo Central de Ceuta

Presencia catalana en fa ciudad de Ceuta...

La ubicación geográfica de Ceuta, en la orilla sur del estre­ cho de Gibraltar, ha hecho de su solar, lugar codiciado por pueblos y naciones diversas. Es causa principal, sin duda, su cercanía a la Península, que la convierte en puente ideal entre continentes y naciones diferentes, pero también en gozne de la imaginaria puerta entre el Atlántico y el Mediterráneo. Para hallar en las páginas de nuestra historia local huellas de la presencia de la Corona catalano-aragonesa hay que remon­ tarse muy atrás en el tiempo, tanto como hasta el siglo XIII, durante el cual fue Ceuta puerto de gran importancia l . En pleno dominio almohade, los cristianos habitan en algunos de sus arrabales y comercian dentro de sus alhóndigas, en una de las cuales se conocen las actividades de comerciantes catalanes 2 . Más aún se ha escrito del interés que Jaime I de Aragón tuvo en firmar tratados con el Miramamolín 3 , en el siglo XIII y la intervención en la zona de Jaime II, en 13094, una atención que proseguirá con sus sucesores hasta el final de la dominación islámica. Sabido es que el rey Fernando I de Aragón envió un espía a la corte de Juan I de Portugal, Ruy Díaz de Vegas, sobre la expedición que preparaban y que al final se dirigiría contra Ceuta, que conquistarían en 1415. Poco sabemos del período lusitano, que se abre entonces, sobre la presencia de aragoneses, catalanes ni castellanos pero naturalmente que en época moderna y contemporánea han con­ tinuado los contactos entre nuestra población y otras de Cataluña. En general se suceden en tres frentes distintos: el co­ mercio, el ejército y el presidio, de lo que hay copiosa biblio­ grafia 6 . Tan sólo fijándonos en el siglo XIX, y dando un somero vis­ tazo al Padrón de Contribución industrial y urbana de Ceuta de 18457 , podemos observar la existencia de numerosos apellidos 85

José Luis Gómez Borceló

catalanes como Huguet, Fans, Carbonell, Mas, Hubert, Guibert, Ruell...; en el plano militar, la nutrida presencia de voluntarios catalanes durante la Guerra de 1859-60 está recogida en todas las fuentes, mientras que el tristemente famoso Penal de Ceuta fue el destino de muchos confinados catalanes, como demues­ tra, entre otros, el Padrón de 1875 8. Anteriormente conocemos las cifras dadas por Pascual Madoz para 1845, año en el que, de un total de 2.131 presos se contaban 163 catalanes 9. A pesar de la falta de fuentes demográficas completas para el siglo XIX, y mediante los trabajos de autores como Díaz Femández 10 y Gordillo Osuna ll y los padrones municipales, podemos cifrar el número de catalanes residentes en Ceuta en el período comprendido entre 1846 y 1960 en: Barcelona Tarragona Lérida Gerona Cataluña

1856 1869 1879 1888 15 1898 16 1936 17 194 O18

6 6 21 40 38 290 221

2 21 21 15 54 49

1 3 8 11 4 65 42

5

13 6 2 61 49

12 12 11 63 78 59 470 361

Ceuta

2.148 13 2.101 14 6.155 6.840 6.979 50.113 S9.115

A) Catalanes en Ceuta en el siglo XIX Como ya hemos dejado dicho, la presencia de catalanes en la Ciudad es continuada y evidente, ya que tanto por la condición de Plaza militar como por la de Penal llegarán muchos de sus naturales a servir las armas en ocasiones y a purgar sus delitos en otras. Además, Regimientos como el de Barcelona l9 o Batallones como el de Cazadores de Barcelona y el de Figueras han estado de guarnición en diferentes momentos. Si bien es cierto que era dificil que, una vez cumplidas las penas, los con­ finados pudieran fijar s residencia en Ceuta, algunos con­ seguían la Real L' ce c' a para ello como también eran muchos los militares que e . a' 'manía en la Ciudad 2o , asentán­ 86

dose definitivamente.• músico militar José G matrimonio en 1849, ' cuales llegaría a ser un Cía21 , como veremos r Fuera de estas dos numerosa, pero sí de ciantes. Entre ellas de cadas a fines del siglo dad pasan a Ceuta. Ent Ruell.

Los Ruell procedíar zas del siglo XIX, en I Garra casó con el prm Mérida Vallecillo, fon permanecen aún en la ( Algeciras y Orán, en d nace Jase! de Bolta 22 , I los Valles de Andorra. bien entrada la segun misma alcaldes como Huguet -primer corres 1845- y canónigos eno Baltas. a) El padrón de 1856

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Presencia cato/ano en /0 ciudad de Ceufa ...

Mas, Hubert, Guibert, esencia de voluntarios está recogida en todas amaso Penal de Ceuta alanes, como demues­ ~riormente conocemos 845, año en el que, de catalanes 9 .

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dose definitivamente. Ejemplos de esta actitud la tenemos en el músico militar José Cía Ramiro, natural de Reus, que contrajo matrimonio en 1849, en donde nacieron sus hijos, uno de los cuales llegaría a ser un pionero de la fotografía local, Marcelino Cía2l , como veremos más adelante. Fuera de estas dos realidades hay también una llegada, no numerosa, pero sí de peso, de pequeños y medianos comer­ ciantes. Entre ellas destacan varios apellidos de familias afin­ cadas a fines del siglo XVIII en Algeciras y que con posteriori­ dad pasan a Ceuta. Entre ellas citaríamos dos: Los Huguet y los Ruell. Los Ruell procedían de Tortosa y llegaron a Ceuta a comien­ zos del siglo XIX, en donde una de sus hijas, Ramona Ruell y Garra casó con el provisionista de la carne para la Plaza, Juan Mérida Vallecillo, formando una familia cuyos descendientes permanecen aún en la Ciudad. Los Huguet también pasaron por Algeciras y Orán, en donde emparentan con los Balta y donde nace Jose! de Bolta22 , Obispo de la Seu de Urgel y Príncipe de los Valles de Andorra. En Ceuta permaneció esta familia hasta bien entrada la segunda mitad del pasado siglo, dando a la misma alcaldes como Antonio Huguet del Cerro e Ignacio Huguet -primer corresponsal del Banco de San Fernand0 23 en 1845- y canónigos entre los que se encuentra Pedro Huguet de Baltas.

a) El padrón de 1856 El Archivo Central de Ceuta custodia como su primer padrón municipal completo el de 1856 que, a pesar de no contener los datos de la guarnición ni el presidio, es muy interesante para ver la presencia catalana en aquellos momentos. Frente a los recuentos de Díaz Fernández y Gordillo Osuna, nosotros hemos contabilizado catorce personas de origen 87

José luis Gómez Borce/ó

catalán, de los que cinco son hombres y nueve mujeres. Entre los primeros hay un músico, un capitán, dos tenientes y dos comerciantes, mientras que entre las féminas se hallan seis familiares de militares, una de desterrado y otra de comerciante, aparte de una militar. El que más tiempo llevaba avecindado era Gaspar Aquaviva Bastel, natural de San Feliu de Guixols, de 70 años de edad y que llegó a Ceuta en 1816 24 . Respecto a la mujer militar se trata de una Teniente agrega­ da al Regimiento Fijo de Ceuta cuya estancia en la población es harto conocido: Agustina Saragossa y Domenech, que llegó en 1849, al contraer matrimonio su hija Carlota Cobas Saragossa con el Oficial 3°, luego pagador, de Artillería Francisco Atienza Morill0 25 . En Ceuta vivió la familia primero en el número 10 de la calle La Muralla26, y luego en el número 37 de la de Soberanía Nacional, el edificio conocido como Casa Grande o de los Duques, por haber habitado en ella los de Medinaceli y alaunos otros nobles durante la Guerra de la Independencia 27 • b En esta última fallecería el 29 de mayo de 1857, reposando sus restos en el Cementerio de Santa Catalina hasta su traslado a Zaragoza28 , en 1870.

b) Empadronamiento militar de 1875 Posterior al padrón de 1856 existe el de 1868, muy incom­ pleto, que sólo nos da cuatro catalanes, tres hombres y una mujer. Luego, le sigue el padrón militar de 1875 que realmente corresponde al presidio y guarnición, es decir, militares, confi­ nados y desterrados cuyo resumen podría quedar así: Barcelona

Tarragona

Lérida

Militares 29

4

6

4

Confinados

32

45

23

16

116

Deportados

25

2

6

41

Calidad

Gerona

Las cifras totales s< 171 catalanes entre e amplio abanico que , albañiles o carpinteros comerciantes. Según I Ceuta para ese año era hombres y 2.900 muj sidio, resultarían 2.87S c) La comunidad

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Para ver la situaciór del siglo XIX hemos ti de habitantes de 1898, personas de esta proce

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Cataluña

c.l Catalanes en la mJ 14

A finales de siglo e giosas catalanas, centra lo fonnan las Hennana tración de la Santa y Rí

Presencio catolono en lo ciudad de Ceuto...

nueve mujeres. Entre l, dos tenientes y dos ~minas se hallan seis y otra de comerciante, levaba avecindado era eliu de Guixols, de 70

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una Teniente agrega­ lcia en la población es iffienech, que llegó en lota Cobas Saragossa ~ría Francisco Atienza ro en el número 10 de 1úmero 37 de la de como Casa Grande "O 1 los de Medinaceli y e la Independencia27 • ~ 1857, reposando sus la hasta su traslado a

je 1868, muy incom­ tres hombres y una e 1875 que realmente lecir, militares, confi­ quedar así: Gerona

Las cifras totales son, por tanto, elevadas. Nada menos que 171 catalanes entre cuyas profesiones encontramos todo un amplio abanico que va desde jornaleros, silleros, curtidores, albañiles o carpinteros hasta joyeros, impresores, marchantes o comerciantes. Según Gordillo Osuna3l , la población total de Ceuta para ese año era de 9.432 personas, de los que 6.442 eran hombres y 2.900 mujeres. Descontando la guarnición y pre­ sidio, resultarían 2.879 hombres. c) La comunidad catalana en 1898

Para ver la situación de la pequeña colonia catalana de fines del siglo XIX hemos tomado como fuente el padrón municipal de habitantes de 1898, en el cual aparecen cincuenta y nueve personas de esta procedencia: Barcelona

Tarragona

Hombres

15

8

Mujeres

23

7

Lérida

3

Gerona

Cataluña

Ceuta

25

3.023

34

3.956

El recuento vuelve a estar falto de información sobre mi­ litares, confinados y desterrados, lo que hubiera elevado su número, a la vista de los datos de 1875. Entre los hombres ha­ llamos cinco militares, un maestro, un fotógrafo, un relojero, cuatro familiares de militares y dos de presos; entre las mujeres, once religiosas -siete de la Comunidad de Madres Concep­ cionistas y seis de la de Hijas de la Carídad- cinco son fami­ liares de militares, tres de confinados y dos separadas.

Cataluña

c.l Catalanes en la misión religiosa y educativa local 14

16

116

6

41

A finales de siglo existe una presencia importante de reli­ giosas catalanas, centradas en dos grupos diferentes: El prímero lo forman las Hermanas de la Carídad, a cargo de la adminis­ tración de la Santa y Real Casa de la Miserícordia, dependiente 89

José Luis Gómez Barceló

de la Diputación Provincial de Cádiz y, el segundo, las Madres Concepcionistas a cargo del Colegio de la Inmaculada Concepción. Unas y otras llegaron en la década de los 80, a peti­ ción del entonces Gobernador Eclesiástico del Obispado y Deán de la Santa Iglesia Catedral D. José Xiques y Soler, doctor en teología y de origen catalán. Xiques había ocupado una canonjía el 15 de diciembre de 1879 32 , sólo unos meses después de que tomara posesión de la Administración Apostólica de la Diócesis de Ceuta el Obispo de Cádiz Jaime Catalá y Albosa 33 . El nuevo prelado era natural de Arenys de Mar34 y nada más tomar posesión Xiques de su carga, le designó como Gobernador Eclesiástico. Una vez resueltos los pro-blemas que había ocasionado, durante el gobierno de su predecesor, el Deán Mateo de la Riba, fue nombrado también para presidir el Cabildo. Catalá no pennanecería muchos años en la diócesis gaditana, ya que en 1883 fue preconizado a la Silla de Barcelona 35 . Sin embargo, no olvidaría aquel su primera mitra ni tampoco la pequeña diócesis transfretana, dejando a su muerte un temo completo blanco, bordado en oro con su escu­ do de armas que aún se conserva. Durante su estancia en Ceuta, Xiques no descuidó la investi­ gación histórica, siendo autor de un pequeño episcopologio septense, que se publicaría en 1892 en el Boletín de la Real Academia de la Historia36 , que le serviría para entrar en ella, ni tampoco la educación ya que, además de contribuir a la fun­ dación del primer colegio privado religioso para niñas, cedió su palacio episcopal para la creación del Colegio de segunda enseñanza Santa Ana, del que fue su primer director el Dr. Celestino García Fernández37 . Cuando en 1884 fue designado para regir la diócesis de Cádiz el que hasta entonces lo hacía con la de Santander, Vicente Calvo y Valero , confinnará en su puesto al Gobernador Eclesiástico, quien dimitiría en 1890, pasando a ocupar una canonjía en la Catedral de Gerona y viniendo a sustituirle Eugenio Mac-Crohon y SeideP8. 90

Fue precisamente d' do llega a Ceuta un m Ros y Calaf, un catal 1917, habiendo escrit< Civil de la célebre ciu conocer el patrimonio p04ü. Ros había nacido joven en la orden cap1 de Igualada41 , siendo r 1869 por fray Segism1 de aquella República jl labor en Ecuador hasta en tomo a las ideas capuchina le llevaror Sanlúcar en 1885 y P( para reintegrarse mes hasta llegar a ser deste siendo recibido y hOSI junto al también capuc de 1894. Un año despu siguiéndole García Go mos años de sus vidas c.2) Vida civil a final,

Como hemos visto Ceuta era numerosa, 1 militares había famili, dentro del pequeño g encontramos a Luis Al 1868, hijo del auditor· aparece como fotógraJ estudio de la calle Mer El apellido Arbona m cimientos fotográficos

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Presencia catalana

en

la ciudad de Ceuta...

Fue precisamente durante el Gobierno de Mac-Crohon cuan­ do llega a Ceuta un nuevo canónigo por oposición39 , Salvador Ros y Calaf, un catalán que fallecería en nuestra Ciudad en 1917, habiendo escrito una magnífica Historia Eclesiástica y Civil de la célebre ciudad de Ceuta que es hoy un tesoro para conocer el patrimonio eclesiástico de la iglesia local de su tiem­ p04ü. Ros había nacido en Igualada (Barcelona) ingresando muy joven en la orden capuchina bajo el nombre de fray Cayetano de 19ualada41 , siendo reclutado para misionar en Guatemala en 1869 por fray Segismundo de Mataró. En 1872 fue expulsado de aquella República junto con otros religiosos, continuando su labor en Ecuador hasta vol ver a España en 1881. Sus problemas en tomo a las ideas que propugnaba para la restauración capuchina le llevaron a ser confinado en el convento de Sanlúcar en 1885 y pedir su exclaustración un año más tarde, para reintegrarse meses después. Sus problemas no cesaron hasta llegar a ser desterrado en 1893, secularizándose ese año y siendo recibido y hospedado en el palacio episcopal de Cádiz, junto al también capuchino fray Bernabé de Astorga42 en enero de 1894. Un año después Ros accedería a una canonjía de Ceuta siguiéndole García González en cuyo Cabildo pasarían los últi­ mos años de sus vidas. c.Z) Vida civil a finales del XIX Como hemos visto, la presencia religiosa de catalanes en Ceuta era numerosa, pero aparte de religiosos, funcionarios y militares había familias dedicadas al comercio y la industria, dentro del pequeño grupo que conocemos. Así, por ejemplo, encontramos a Luis ..L\rbona Rodríguez, nacido en Barcelona en 1868, hijo del auditor de Guerra José Arbona, quien ya en 1898 aparece como fotógrafo, todavía asociado a Angel Vidal, en su estudio de la calle Mendoza 8, que luego pasaría a su propiedad. El apellido Arbona mantiene hoy el decanato de los estable­ cimientos fotográficos locales.

José Luis Gómez Borcel6

La historia de la fotografía ceutí está muy ligada a Cataluña ya que en la década de los 90 es el llamado Bazar de los Catalanes, propiedad de los hermanos Gonzalo y Baldomero Casas Fontanals uno de los establecimientos de moda, que se anunciaban como propietarios de una galería fotográfica. Gonzalo Casas era litógrafo, natural de Barcelona, de donde llegó en 1886 con su esposa, la también barcelonesa Edelmira Vigo Petit. Aquí imprimiría la revista Casos y Cosas en 1891, publicándose sus obras en revistas de la importancia de La Ilustración Española y Americana, siendo corresponsal del se­ manario satírico Tela Cortada.

tar que no sólo sometí que les hacía sentirse E puentes y rastrillos qu Su hijo, Rafael Gibert y en Derecho ofreci< pergeñado durante su Civil. Allí encontramo

También el fotógrafo Marcelino Cía González, nacido en Ceuta en 1869, era hijo de catalán, José Cía Ramiro músico mi­ litar natural de Reus y hay otro caso de más interés si cabe, el del ceutí Adolfo Lara Pacheco, que debió marchar a comienzos de la década de los noventa a Cataluña. Su formación la esti­ mamos cerca de Vidal y Arbona o de M. Cía, cuya vinculación con Barcelona pudo llevar al entonces joven artista a buscar for­ tuna en aquellas tierras. Montó su estudio en Vilafranca del Penedes, en donde hoy, gracias a la recuperación de su archivo, está considerado como un destacado profesional de su tiemp043.

Era mi padre catal( les de San Feliu de G cantes de chocolate e; Méjico; Jaime a Port~ y Rafael el menor, a F dos hermanas, Teresc. Estaba avecindado mi do le hicieron soldado veinte años de edadpu He visto su libreta de e Castillo del Morro, Guanabacoa, Trinidaa y el 76 Alférez. Cuana Capitán de Oficinas ]v.

Entre otras profesiones encontramos también un carpintero, dos lavanderas, un maestro de escuela natural de La Junquera, en Gerona (Enrique Flavier de Abuesa, que había llegado en 1886) y un relojero de Barcelona, Juan Cabañó Zamorano, cuyo establecimiento estaba en el número 33 de la calle Soberanía Nacional, llevando empadronado desde hacía dieciocho años.

c.3) Ceuta en los sueños de un escritor de origen catalán En 1984 se organizó un homenaje al escritor ceutí, Rafael Gibert Rodríguez, c ando se mplía un siglo de su nacimien­ to. Se reedi aran:; s s y vimos por sus ojos los sueños de una Ceuta _'e . -.,- ~ _ S-
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