Preguntas metapsicológicas a la obra de D. Winnicott: el tiempo, el otro y el registro del derrumbe

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Descripción



Patricio Meneses Merino, Psicólogo Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Magíster (c) en Psicología Clínica mención Psicoanálisis de la Universidad de Chile. [email protected]
Winnicott, D. 1989. Exploraciones Psicoanalíticas I, cap. 18: El Miedo al Derrumbe. Buenos Aires, Paidós.
Winnicott, D. 1989. Exploraciones Psicoanalíticas I, cap. 21: La psicología de la locura: una contribución Psicoanalítica. Buenos Aires, Paidós.
La Angustia Asociada con la Inseguridad, Winnicott 1952. Escritos de Pediatría y Psicoanálisis, 1958.
Preguntas metapsicológicas a la obra de D. Winnicott: el tiempo, el otro y el registro del derrumbe
Patricio Meneses Merino

Winnicott, en su célebre artículo "El Miedo al Derrumbe", enuncia de manera elocuente una hipótesis clínica que supone la consideración de campos temáticos complejos, a pesar de estar expuesta con toda cotidianeidad. Esta hipótesis – a saber, que el temido derrumbe ya habría acaecido, pero sin que el paciente estuviese allí para experienciarlo – tiene un carácter y utilidad eminentemente clínicas, pero no se ha explorado todavía qué preguntas metapsicológicas le trae al psicoanálisis. El miedo al derrumbe, que también el autor homologa al miedo al vacío, a la muerte, y en otro artículo, al miedo a la locura, supondría un desarrollo metapsicológico más profundo que el que Winnicott habría decidido explicitar. El presente trabajo busca enunciar estas problemáticas, junto con indicar algunos elementos al interior de la conceptualización y experiencias de Winnicott que puedan formar parte de su resolución. Se plantearán problemas en tres campos, que a su vez podrían constituir los elementos sobre los cuales pueda construirse – al modo de "Construcciones en el análisis" (Freud, 1937) – una metapsicología en Winnicott. Estos campos llevarán por título: El otro del derrumbe, el tiempo del derrumbe y el registro del derrumbe.
Winnicott ha observado que algunos de sus pacientes presentan el sentimiento de que sobrevendrá en el futuro una situación de derrumbe, de vacío, de locura, plasmando dicha experiencia en varios artículos de su obra, pero desarrollando la temática en el texto "El Miedo al Derrumbe", cuya primera publicación confirmada se realizó en la Revista Internacional de Psicoanálisis de 1974 y fue compilado luego Exploraciones Psicoanalíticas I.

Considerando que derrumbe puede indicar una "falla en la organización de las defensas" (Winnicott 1989, pág. 112), Winnicott diferencia el miedo al derrumbe del derrumbe propiamente dicho. Mientras el miedo al derrumbe constituye en una defensa frente a la posibilidad de experienciar el derrumbe en una situación de regresión transferencial a la dependencia, el derrumbe propiamente dicho se refiere a "ese estado de cosas impensable que está por debajo de la organización de las defensas" (Winnicott 1989, pág. 113). No se trata, entonces, de que el miedo al derrumbe se refiera a un derrumbe de las defensas, sino a un "estado de cosas impensable" que se advierte bajo ellas y que justifica su presencia. El miedo al derrumbe sería entonces, una defensa frente a un estado impensable que Winnicott identifica como derrumbe.
Winnicott indica al menos dos condiciones que suelen permitir el advenimiento de este miedo, indicando que no se advierte en él un mecanismo de orden neurótico. Los anunciaremos citando un ejemplo que el mismo autor refiere:
"Un paciente puede presentar diversas fobias y una organización compleja para tramitarlas, de manera tal que la dependencia no surge prontamente en la transferencia. A la larga la dependencia pasa a ser la protagonista principal, en cuyo caso los errores y fallas del analista se vuelven la causa directa de fobias localizadas, y por ello del estallido del miedo al derrumbe" (Winnicott, 1989, pág. 112).
La primera condición es el hecho de que para Winnicott el miedo al derrumbe se experimenta en la medida en que el paciente se encuentra en transferencia. Ello nos permitirá pensar qué hay en el miedo descrito para que este deba aparecer en una relación al psicoterapeuta como tal. También, la transferencia evidencia una dimensión temporal interesante, en la medida en que hace presente el pasado, pero también en la medida en que a ese pasado no fue posible arribar de otro modo que mediante regresión.
La segunda condición se advierte cuando se comprende que la transferencia del miedo al derrumbe es una transferencia donde se pone en juego la dependencia como elemento central. Podremos tomar este elemento para pensar qué relación con el otro supone el advenimiento del miedo al derrumbe, en tanto éste se ve especialmente facilitado por la falla del analista.
La hipótesis de Winnicott
Junto con señalar la importancia que tendría para Winnicott la idea de que el tratamiento implica un analista que soportar una tarea que se realiza en una condición de transferencia temprana y propia de la locura, el centro del artículo El Miedo al Derrumbe busca proponer una hipótesis teórica para comprender el hecho que da título a este capítulo. Nos dice: "el miedo clínico al derrumbe es el miedo a un derrumbe ya experienciado" (Winnicott, 1989, pág. 115). Esta es para él la "temática fundamental" del artículo.
Con esta hipótesis, Winnicott hace ingresar al terapeuta a un campo de análisis que antes se veía imposibilitado por la certeza del advenimiento de un derrumbe total del aparato psíquico, con la angustia clínica que implica ese hecho a advenir
No basta con que el analista enuncie la hipótesis a su paciente, o que forme parte de las ideas con que asista a un tratamiento psicoanalítico. Winnicott es claro al indicar que: "¡hete aquí que no hay final posible a menos que se toque fondo, a menos que lo temido sea experienciado!" (Winnicott, 1989, 117). A esto agregaremos que ésta experiencia debe darse en el marco de un tratamiento analítico donde exista una transferencia de regresión a la dependencia.
Profundizando su hipótesis nos indica que:
"el derrumbe ya ha acaecido, cerca de los inicios de la vida del individuo. Este necesita "recordarlo", pero no es posible recordar algo que no ha sucedido aún, y esta cosa del pasado no ha sucedido aún porque el paciente no estaba allí para que sucediese" (Winnicott, 1989, pág. 117).
Utilizaremos los elementos recopilados hasta aquí para extraer de ellos preguntas que interroguen al psicoanálisis sobre qué metapsicología se hace necesaria al considerarlos, entendiendo en todo momento que frente a la clínica la metapsicología ocupa un lugar de servidumbre.

Elementos Metapsicológicos
Si el miedo al derrumbe es el miedo a un derrumbe ya experienciado, esta hipótesis tematiza también tres campos que será fundamental abordar.
En primer lugar, esta hipótesis considera el hecho de que el paciente ubica en el futuro una situación acaecida en el pasado, mostrando en el presente un miedo que se da en las condiciones que ya advertimos. Hay en esta hipótesis de Winnicott algo de la concepción del tiempo que no necesariamente responde a la manera en cómo suele considerarse tradicionalmente. No se trata de que el pasado consista en un conjunto de hechos que no pueden modificarse y que condicionan al presente. Pero tampoco se trata solamente de la concepción del tiempo propia del psicoanálisis, aquella que indica que el pasado se hace presente en la transferencia, y que por lo tanto puede modificarse la actualidad de lo ya acaecido. Ello, debido a que por obra de la defensa, el miedo del paciente se refiere a una situación futura, con todo el peso de la certeza. ¿Por qué la defensa recurre al futuro?
Dentro de los elementos para responder esta pregunta podría ubicarse la naturaleza del pasado que ha sido afectado por el derrumbe, ese que ya ha acaecido. Porque el pasado que Winnicott recrea con su hipótesis clínica no pareciera corresponderse con el pasado de los elementos reprimidos. Pareciera no consistir en el pasado que es necesario recuperar por la vía del recuerdo de aquello que ha sido ubicado en un lugar distinto al de la conciencia, sino un pasado que ha acaecido en un tiempo anterior a ese, o que al menos tiene un estatuto distinto a propósito de los efectos que produce, entre los cuales podría ubicarse el miedo al derrumbe.
Con lo anterior, podríamos llegar a afirmar que el tiempo del derrumbe es un tiempo anterior al establecimiento del aparato psíquico. Sin embargo, todavía faltan elementos para esgrimir una afirmación de esta naturaleza, debido a que por ahora llama la atención otra característica del miedo que estamos analizando: el importante peso de verdad respecto a la situación que va a acaecer. Puede suponerse que la certeza respecto de que sobrevendrá el derrumbe le permite a Winnicott intuir que existe en esta configuración defensiva una remisión directa hacia algo que ha acaecido en la vinculación de ese paciente con la realidad, y no con sus fantasías, recuerdos reprimidos o formaciones de compromiso. Es decir, el hecho del derrumbe pone en cuestión las posibilidades del aparato psíquico frente a la realidad, en tanto este se ha visto imposibilitado de generarse elementos psíquicos como fantasías o recuerdos a reprimir que puedan representar al derrumbe.
Junto al tiempo y la representación, aparece otra categoría relevante para analizar el hecho psíquico que Winnicott indica, la cual se refiere al lugar que tiene el otro en la génesis y comprensión del miedo al derrumbe. Winnicott indica que el derrumbe se ha producido como consecuencia de la falla ambiental que ha sufrido el paciente en momentos muy tempranos de su desarrollo emocional. Junto a ello, refiere que su aparición es un hecho transferencial, debido a que suele aparecer frente a las fallas del analista. Por último, indica que la experiencia del derrumbe y su sostenimiento deben realizarse, también, en transferencia de regresión a la dependencia.
La figura del otro, ya sea bajo la forma de la madre o del ambiente, se hace presente entonces de manera radical en el derrumbe y en el miedo al derrumbe, reclamando para sí una atención especial. ¿Quién es el otro del derrumbe?
Responder a ¿quién es el otro del derrumbe? implica tematizar cuál es el rol del ambiente en el proceso de desarrollo emocional. Para este propósito, debe considerarse que Winnicott otorga al ambiente la posibilidad de fundar la experiencia psíquica. No nos indica esto de manera directa, sino que es algo que se puede advertir al considerar dos de sus supuestos: 1) El derrumbe se ha producido a partir de una falla ambiental. 2) El derrumbe sólo es tal en tanto no ha podido ser experienciado. Si no hubiera falla ambiental, no se habría visto imposibilitada la experiencia; es por eso que podemos afirmar que el otro, en tanto ambiente, aparece como la posibilidad misma de la experiencia.
Así, con el fin de indicar elementos metapsicológicos en Winnicott, podemos preguntarnos lo siguiente: ¿qué condiciones de posibilidad ofrece el ambiente para la vida psíquica?
Esto nos lleva a otra oportunidad de investigar la obra de Winnicott a partir de categorías metapsicológicas, en tanto que para caracterizar al otro del temprano desarrollo emocional que se ha visto perturbado por la falla ambiental, habrá que interrogarse por el momento en el cual ha advenido el derrumbe. Ello, porque la teorización del autor que lo lleva a afirmar que "la unidad no la constituye el individuo, sino la organización ambiental-individual" (Winnicott, 1989, 139), responde a una pregunta que incorpora elementos de tiempo. Winnicott se interroga "¿que es entonces lo que precede a la primera relación de objeto?" (Winnicott, 1989, 139).
El ambiente, como aquello que precede a la primera relación de objeto, actúa de manera decisiva en un tiempo de plena dependencia. El poder de esa injerencia permite pensar en la necesidad de incorporar la temática del desarrollo emocional a una teorización metapsicológica respecto del aparato psíquico, en tanto evidencia que el tiempo es relevante para la psicopatología y la clínica que Winnicott abre con su descripción del miedo al derrumbe y el tratamiento que propone para él. Junto a ello, si es posible considerar que la razón por la cual la defensa refiere el derrumbe en el futuro consiste en el momento del desarrollo en el cual acaeció el derrumbe, entonces es necesario otorgar al tiempo anterior a la relación de objeto un lugar en el proceso de formación del aparato psíquico. Es decir, un estatuto metapsicológico.
La consideración del tiempo del derrumbe nos permite abordar otro aspecto que podría apoyar una investigación de elementos metapsicológicos en la obra de Winnicott. Hemos destacado que Winnicott indica que el temido derrumbe es referido por el paciente con un importante peso de verdad. Habíamos supuesto que esta era una de las claves que llevaron a Winnicott a pensar que el acaecimiento del derrumbe se refería a un aspecto de la realidad, en un momento muy pretérito de la formación del aparato psíquico.
La consideración de la realidad y de la imposibilidad de experienciarla que aparece en el derrumbe nos permiten arribar a un problema metapsicológico importante, consistente en las posibilidades de que el derrumbe sea registrado como hecho. Sabemos que de alguna manera el derrumbe si ha sido registrado, en tanto, sabemos de él por sus efectos (el miedo al derrumbe). Pero no sabemos bajo qué forma fue registrado, o en qué consiste el proceso mediante el cual pudo alojarse en el aparato psíquico. ¿Qué significa, en términos metapsicológicos, que el paciente no estaba ahí para experienciar el derrumbe?
Esta pregunta podría abrir campos de investigación al interior de la obra de Winnicott, en tanto podría existir una paradoja al afirmar que se recuerda, por la vía de la defensa (el miedo al derrumbe), aquello que no ha sido experienciado (el derrumbe).
Con todo, podrá tenerse en consideración que el derrumbe produce por sí mismo una dificultad para estar ahí y poder para experienciar, en tanto se reacciona ante él con lo que Winnicott indica como una inversión del proceso de desarrollo emocional. Bajo el nombre de futilidad en el análisis, el autor refiere que hay algo que los pacientes que no han podido experienciar el derrumbe no logran recuperar de su verdadero self (Winnicott, 1993). ¿Cómo se comprende que el aparato psíquico guarde algún tipo de memoria respecto del hecho que impide la experiencia, y por lo tanto, su registro?
La pregunta por la representación del derrumbe queda posicionada como una interrogante importante para el psicoanálisis, en tanto pone en tensión respecto de sí mismo el rol representacional del aparato psíquico, y ofrece la oportunidad de realizar una investigación teórica que ensanche la comprensión que tenemos respecto de la representación y la experiencia.

Para concluir
A partir de lo que Winnicott ha indicado respecto al miedo al derrumbe, hemos trazado un recorrido de reflexión metapsicológica, en atención a las consecuencias que en ese campo podrían existir al considerar la descripción e hipótesis respecto de ese hecho clínico. Este recorrido culmina identificando tres campos fecundos para realizar preguntas metapsicológicas, las cuales podrán ayudar en la construcción de una teoría del aparato psíquico que incorpore los aportes clínicos de este autor al psicoanálisis. Estos campos corresponden al tiempo, la representación y el otro del derrumbe.
En el campo propio del tiempo nos preguntamos por qué el miedo al derrumbe, en tanto defensa, recurre al futuro, identificando en ello un mecanismo distinto al de la configuración neurótica. Ello, debido a allí la defensa sería distinta a la represión y a que se refiere a hechos como la falla del ambiente, los cuales han acaecido en un momento del proceso de desarrollo emocional –una concepción fundamental para la consideración de este problema – al cual sólo puede arribarse mediante una regresión transferencial. Si la razón por la cual el futuro ocupa un rol fundamental en la descripción de la defensa se refiere al momento en el cual ocurrieron los hechos acaecidos, es necesario incorporar la noción de desarrollo emocional y el tiempo anterior a la relación de objeto dentro de los aspectos importantes a la hora de pensar el proceso de formación del aparato psíquico.
Al interior del proceso de desarrollo emocional destacamos el lugar que Winnicott le entrega al ambiente en los hechos que estuvieron a la base del miedo al derrumbe. También señalamos la importante de la dimensión del otro cuando considerábamos con Winnicott que una de las condiciones para el surgimiento del miedo al derrumbe lo era la transferencia de regresión a la dependencia, la cual a su vez era una condición para que fuese posible la experiencia del derrumbe y su sostenimiento. Cuando nos preguntamos quién es el otro del derrumbe considerábamos que el rol del ambiente en el proceso de desarrollo emocional consistía en fundar la posibilidad de la experiencia. Profundizar esta afirmación en una investigación al interior de la obra de Winnicott podría ayudar a caracterizarla de manera más elocuente, enriqueciéndola con la experiencia clínica que el autor ha plasmado en sus escritos.
Por último, abordamos el campo de la representación y el registro de la experiencia, roles propios del aparato psíquico, a propósito de cómo Winnicott explica por qué la falla ambiental generó un derrumbe psíquico, el cual se caracteriza por la imposibilidad de ser experienciado, y por lo tanto, registrado. Lo interesante resulta de considerar que el miedo al derrumbe, en tanto defensa, evidencia que el derrumbe si ha sido registrado, a pesar de no haber sido experienciado. A ello respondimos con una pregunta que tendrá el rol de seguir abriendo un campo de investigación para el psicoanálisis: ¿Cómo se comprende que el aparato psíquico guarde algún tipo de memoria respecto de un hecho que impide la experiencia, y por lo tanto, su registro? Podríamos indicar también, considerando siempre la hipótesis de Winnicott, ¿Cuál es la relación entre representación y experiencia que Winnicott propone a propósito del derrumbe y el rol del aparato psíquico?
Estos tres campos proponen preguntas que será interesante seguir profundizando en la obra de Winnicott, buscando quizás algunas luces para su calibración o elementos que podrían ayudar en su respuesta. Ese proceso, también, evidenciaría aún más que existen en Winnicott aspectos metapsicológicos que no fueron sistematizados por el autor y que juegan un rol fundamental en sus afirmaciones clínicas.
Decíamos anteriormente que es necesario otorgarle a la metapsicología un lugar de servidumbre respecto a la clínica. Orientar las respuestas a las preguntas metapsicológicas planteadas hacia la comprensión de aspectos psicopatológicos y el rol del analista/ambiente en el proceso de tratamiento, constituiría su consecuencia natural. Quizás Winnicott prefirió explicitar estos campos – la psicopatología y la teoría de la práctica – como aquellos a los cuales se referiría su investigación, con el fin de no perderse en una metapsicología que se alejaba de la experiencia concreta del analista y de las utilidades que el análisis podría tener para el paciente. Sin embargo, ello no necesariamente impide que a propósito de la consideración de aspectos metapsicológicos que se refieren al tiempo, a la representación de la experiencia y al lugar del ambiente en la metapsicología del aparato psíquico, no se pueda continuar ampliando la comprensión de casos donde estas variables se pongan en juego.
Las utilidades de una investigación como la propuesta podrán referirse entonces a casos donde se ponga en juego la relación entre representación y experiencia, o en donde se haga presente una configuración defensiva distinta a la neurótica, pacientes víctimas de trauma, personas que han sufrido fallas ambientales antes del advenimiento de la relación de objeto, o en las cuales los hechos ocurridos han afectado algo respecto de ese lugar. Podría otorgar una consideración de elementos distintos a los tradicionales para profundizar en otras configuraciones psicopatológicas de personas que al decir de Winnicott "arrastran este hecho escondido en el inconciente de aquí para allá". Junto con advertir al clínico para la consideración de signos que remitan a un campo como el descrito, una investigación como la propuesta podrá ayudar al analista a soportar – esa es la palabra utilizada por nuestro autor – una transferencia de férrea dependencia, otorgando un nuevo lugar para la experiencia, reubicándolo respecto del lugar que éste se permite ocupar en relación con las agonías primitivas que pueda presentar un paciente cuya problemática se desarrolle en el campo descrito por Winnicott.



Bibliografía

Freud, S. (1980), Obras Completas, Vol. XXIII, "Construcciones en el análisis". Buenos Aires: Ed. Amorrortu, (1937). Buenos Aires/Madrid: Amorrortu.

Winnicott, D. (1958), Escritos de Pediatría y Psicoanálisis, "La angustia asociada con la inseguridad" (1952). Buenos Aires: Paidós.

Winnicott, D. (1989), Exploraciones Psicoanalíticas I, "La psicología de la locura: una contribución psicoanalítica" (1965). Buenos Aires: Paidós.

Winnicott, D. (1989), Exploraciones Psicoanalíticas I, "El Miedo al Derrumbe" (1974). Buenos Aires: Paidós.

Winnicott, D. (1993), Los procesos de Maduración y el ambiente facilitador, "la distorsión del yo en términos del self verdadero y falso" (1960). Buenos Aires: Paidós.




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